domingo, 26 de mayo de 2019

El "Che de los gay" y Mariela Castro


Tener información siempre es bueno, sobre todo cuando se tiene la capacidad, el conocimiento y la madurez para analizarla. Poseer información luego de la investigación permite conocer una realidad y poder incluso, no sin cierto riesgo, pronosticar un futuro cercano, pero paralelamente, tener información puede ser peligroso, porque aparece la gran pregunta de por qué y entonces la vida se puede complicar.

Leyendo sobre los últimos sucesos del CENESEX, Mariela Castro y la Comunidad   LGBTI en Cuba, me he encontrado con una figura que no conocía y obviamente una historia que me gustaría compartir y así poder aportar un poco más a mis dos artículos anteriores.

Aquí les presento a Víctor Hugo Robles.



Quién es este tipo, nos preguntaremos, porque tampoco es tan famoso como pretende, más allá de los cuatro seguidores y amigos que debe tener.

El Sr Robles es chileno, parece que de formación periodista o al menos estudiaba esa carrera en Chile cuando decidió darse a conocer, es homosexual y portador de VIH devenido en artista, activista y defensor de los derechos de los homosexuales. Hasta ahí nada nuevo, ni destacado.

No contento con lo anterior, en un momento de su vida, según el mismo cuenta, se dejó el pelo largo, se compró una boina a la que le puso una estrella en el frente y se ha hecho llamar “el Che de los gay”, apelando a esa figura, primero masculina y luego extremadamente simbólica, nos guste o no, de Ernesto Guevara, a quién se le conoce por su extrema y pública necesidad de luchar por los pobres del mundo, entre otras cosas.

El Che de los gay, apodo que nadie le dio, sino del que él mismo se apoderó, entonces aparece como un símbolo de la lucha por los derechos de los llamados “diferentes”, hace presentaciones, participa en marchas y sobre todo se tira muchas fotos.

Escribí que estoy a favor de los “diferentes” en todas sus manifestaciones 
sin yo participar directamente de una de ellas, pero este tipo me parece un payaso. Se puede ser homosexual, se puede ser más homosexual todavía y gritar, defender y luchar por los derechos y reconocimientos que se merecen, lo que está mal es ser un oportunista.

Lo primero que me gustaría, sin ser yo amigo ni fanático del Che, es que este tipo se hubiera puesto, al ser chileno, el Allende de los gay. Tendría más lógica y el querido, ético y respetado Salvador Allende le hubiera servido igual para sus objetivos. Claro que, el expresidente chileno no tiene la misma pegada para el contexto universal que el Che y es muy probable que de haberse nombrado el Allende de los gay, a pesar de la libertad de expresión de la democracia en Chile le hubieran caído a patadas por el culo, por sencillamente, falta de respeto.

Pues el amigo Robles, en una de sus presentaciones públicas, con el objetivo de llamar la atención, sin tener mucho que mostrar, más allá de ser homosexual pienso yo, pues posa frente a fotógrafos con la imagen del Che muerto, con esa foto extremadamente impresionante hecha exclusivamente a la cara del cadáver donde está aun con los ojos abiertos, tapizada y adornada de plumas rosadas.


La irreverencia ha sido siempre un arma de los inconformes, de aquellos que quieren llamar la atención y quieren obtener cambios. La burla, la ironía, la sátira e incluso la comedia pueden funcionar, pero dentro de todo esto hay que tener cierto sentido común y sobre todo respeto.

El Che de los gay, al que evidentemente le falta valor para darse candela frente a las cámaras y así pasar a la historia como líder de su movimiento, pues se burla, y repito, el Che no fue amigo mío, sigo prefiriendo a Ian Guillan y Robert Plant, de una de las figuras más conocidas e incluso respetada por gran parte de los habitantes del planeta, quienes lo identifican, conocedores o no de su verdadera historia, con las causas más justas y nobles de los humanos. Verlo parado con la foto de la cara del Che muerto, adornada de plumas rosadas, a mí, defensor de los homosexuales, me causa una enorme repugnancia. Se puede ser lo que uno quiera, pero existen cosas con las que uno no puede jugar.

Para colmo y no contento, el Che de los gay, además, se ha parado y le ha envuelto en el cuello una bandera gay a un busto de José Martí y le ha pintado los labios de rojo, cometiendo, una de las mayores ofensas, nada más y nada menos que a la figura más grande que ha dado la historia de Cuba y que como sabemos, nada tiene que ver con el descalabro de estos últimos 60 años.



Esto me recuerda un hecho e imágenes repetidas hasta la inmensidad por el gobierno revolucionario, sobre aquel incidente ocurrido el 11 de marzo de 1949 y los tres marines norteamericanos. Según el recuento, tres marines, medio borrachos, se subieron sobre la estatua de José Martí que está en el Parque Central, el más hábil de ellos, alcanzó a subir hasta el final y desde allí orinó hacia abajo sobre la estatua.

¿Conocían los marines a quién estaban orinando? Es probable que sí, pero es probable que no. Puede haber sido un acto planificado de burla y desprecio por Cuba y nuestra historia, pero puede haber sido perfectamente, conociendo que los marines de aquellos años no eran muy estudiados, el resultado de una estúpida borrachera. Todos los que hemos estado borrachos un día, sabemos que, acompañados de un grupo de amigos, podemos hacer cualquier cosa.

Imagino la historia de tal forma. Los tres marines, en su tiempo libre, pasaron la noche disfrutando en uno o varios bares de La Habana republicana. Uno de ellos, Richard, acabado de salir del último bar, quizás acompañado todavía de algunas bellas jóvenes cubanas y con tremenda curda, le dijo a sus amigos, George y Herbert, me estoy orinando, no aguanto más y entonces uno de ellos le dijo, a que no subes y orinas desde allá arriba. Richard, bien entrenado físicamente y volado por el alcohol como una cafetera, respondió, ¿qué no?, ¿qué te apuestas a que lo hago? Y entonces lo hizo, no sólo subió, sino que desde allí después de lograr cierto equilibrio entre los brazos de la escultura, se bajó el zipper, acción que pudo ser difícil de lograr en aquel estado, y orinó, debido a la gravedad obviamente, la escultura de José Martí salió mojada.

Viendo lo que ocurría, los cubanos que allí estaban, recuerdo que es uno de los parques más concurridos de la ciudad, puro pueblo, arremetieron contra los tres marines y cuentan que, a piedras y botellazos, los hicieron bajar y aquello terminó con una gran golpiza, donde los americanos trataban de escapar y los cubanos arremetían contra ellos, incluso delante de la presencia de unos pocos policías que, enterados de la bronca, llegaron al lugar. Hubo que esperar por más policías para sofocar la pelea, que más que eso, debió haber sido una tremenda tranca que un grupo de cubanos le estaban dando a los marines. Al final los norteamericanos fueron llevados y puesto en calabozos, creo que para preservarles la vida en espera de sus representantes. Al día siguiente hubo manifestaciones de protestas populares contra el ultraje cometido.

Los marines fueron sancionados y el embajador norteamericano de turno se vio obligado a poner una ofrenda florar delante de la estatua y pedir disculpas al pueblo de Cuba, como una forma de aplacar el disgusto que tres marines estúpidos y borrachos habían ocasionado.

¿Qué tiene entonces de complicado lo del Che de los gay? Bueno, primero no debe ser tan ingenuo como los marines y no anda borracho todo el día, por lo que para mí es un payaso y oportunista planificado, lo que sería lo de menos porque de payasos estamos rodeados, lo peor de lo peor es que este tipo es amigo, o al menos lo fue bastante cercano de Mariela Castro, ya siendo ella Directora del CENESEX, o sea, una figura de gobierno en Cuba y eso es lo que lo debe estar salvando.

Los que conocemos Cuba sabemos que, si un ciudadano no cubano en el extranjero, sin estar calzado por alguien de adentro, se le ocurre agredir, por ejemplo a la imagen de José Martí, eso sólo hubiera alcanzado para, convertirlo en personaje no grato y por ende negarle de por vida la entrada a Cuba, además de una nota de protesta del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba en la ONU y probablemente una concentración de un grupo de cubanos con banderas y consignas frente a una determinada embajada donde se ratificaría el apoyo del pueblo a su Revolución y la ofensa del “imperialismo yanqui”, aunque el ofensor hubiera sido de Pakistán, contra Cuba y su historia de lucha por la independencia.

Si el Che de los gay fuera cubano y se le ocurre salir a marchar con la foto de la cara de Ernesto Guevara muerto adornada con plumas rosadas y luego pintarle los labios a un busto de José Martí, lo menos que le podía pasar sería lo mismo que según cuenta le pasó al misterioso personaje “el hombre de la máscara de hierro, el cual fue puesto prisionero, según Volteire, en la Bastilla hasta que murió sin que quede claro el por qué. Y es hasta cierto punto entendible, porque más allá de la democracia y la libertad de expresión, nada más y nada menos que José Martí y el Che Guevara para la historia de Cuba, no son lo mismo que la escultura del pobre John Lennon, al cual sentado en el banco en un parque habanero, le han robado varias veces sus famosos espejuelos. Puede ser parecido, pero para nada es igual.

Entonces aparecen los por qué.

¿Por qué el gobierno cubano no ha hecho una declaración en contra de este tipo? Podría ser para no darle importancia y convertirlo en algo más relevante de lo que él se cree. Podría ser que apoya al CENESEX y su actividad desde el exterior. Podría ser que es amigo personal de Mariela y nadie quiera meterse con la hija de Raúl Castro, verdadero presidente detrás de la silla presidencial e incluso podría ser un colaborador de la inteligencia cubana así con su fachada tonta de homosexual.  


¿Por qué Mariela Castro no se ha quitado la imagen de su amigo de arriba?, ¿Cómo es que no ha salido a hacer declaraciones acusatorias sobre lo que su amigo ha hecho con figuras muy importantes de nuestra historia?, ¿Cómo es que no aparece una sanción y ruptura pública?

La historia demuestra que “todo es posible en la Viña del Señor” y los gobiernos tienen su forma de reaccionar, da igual en Cuba o en Burundi. El gobierno cubano es famoso por sus maniobras, porque siempre hay objetivos más grandes y entonces silencio total.

Mariela, una vez más es una camajana. Es una culebra que puede arrastrarse para sobrevivir, porque mucho tiempo ha esperado en la sombra. Es, a mi modo de ver, una oportunista más.

He visto dos videos que pueden ratificar esto, para los que puedan pensar que la tengo cogida con ella. En octubre del 2011, ella, en una de sus justificaciones profesionales se fue a Holanda y la llevaron a visitar el Barrio Rojo de Ámsterdam, famosa zona conocida por la prostitución autorizada, en aquel momento fue entrevistada y sus palabras, resumidas aquí textualmente fueron:

“Admiro y respeto el modo en que han encontrado una manera digna de hacer su trabajo sexual y de hacerse respetar”

“Me ha gustado mucho conocer directamente cómo es que lo hacen”

“Lo que más me ha gustado es la manera de cómo han podido procesar y dignificar y hacer valer el trabajo que hacen, porque es un trabajo, además de hacer valer derechos también, eso me parece muy importante y los cuidados de salud, la protección de la violencia, la protección del abuso en sentido general”

“Por un lado comprendo a las personas que dicen que hay que cerrar esta experiencia, pero por otro lado pienso que cerrar esta experiencia conllevaría a otros problemas mayores para las personas que viven de este tipo de empleo o de este tipo de oficio”

Incluso entre risas, se permitió hacer un chiste sobre una muchacha cubana que había hecho algo que en Cuba se denomina “sexo transaccional, o sea, sexo como pago a bienes de consumo servicios. La cubana tenía el baño roto y decidió llamar a un plomero para arreglarlo, como no tenía dinero para pagar, le ofreció favores sexuales. A Mariela esto le pareció gracioso, además de aceptable, dijo que eso estaba bien, que la chica no era prostituta, que no le gustaba, pero que arreglar algo, bien podría pagarse con el cuerpo.

Mariela paseó Ámsterdam, imagino que compró algunas cositas y recién llegada a Cuba fue entrevistada por una periodista cubana para conocer sobre su experiencia, ella entonces declaró:

“El Barrio Rojo es históricamente conocido, desde una mirada turística, de atracción turística, pero es denigrante que como una atracción turística se utilice a la mujer, principalmente que es la atracción explotada que se puede apreciar detrás de las vitrinas con luces rojas y vestuario interior”.

“Hay un área que son mujeres migrantes de Europa del Este, hay un área de latinas y otra de holandesas y realmente me resultó triste ver a estar personas en esta situación de explotación, no solamente por ser trabajadoras sexuales como se les reconoce, sino por ser mujeres”

“Admiro el trabajo de grupos que están trabajando para reconocer los derechos de estas mujeres y otros grupos que trabajan en contra del tráfico de las personas”

¿Esta experiencia podría exportarse a Cuba?, pregunta la periodista en off y ella respondió que le había dicho tres veces a la cadena que la entrevistó en Holanda, que “no, Cuba aboga por la experiencia sueca, que es la de penalizar a las personas que compran el servicio sexual porque es una forma de explotación”.

Este es el doble discurso de la dirigente cubana, por un lado, en Holanda, se muestra encantada con la experiencia de dignificar el trabajo y oficio de la prostitución y los cuidados de la salud y la protección contra la violencia y, por otro lado, ya en Cuba a pocos días de sus primeras declaraciones, entonces dice que se sintió triste por la prostitución y que hay que meter presos a quienes busquen ese servicio.

Cuál de las dos Mariela es la de verdad. La primera, abierta, comprensiva, alegre, jocosa, que queda impresionada con las prostitutas del Barrio Rojo, la misma que es amiga y se deja fotografiar con el Che de los gay, o la que siente tristeza por las mujeres y quiere meter preso a los que quieran pagar por ellas y deja embarcados a parte de sus seguidores en una marcha que estaba y ella lo sabía, condenada al fracaso y a la represión.

No me hagan caso. Para los que estén interesados y tengan acceso a internet, les dejo aquí las dos direcciones donde aparecen ambas entrevistas, para que además de comprobar lo que aquí les cuento, puedan escuchar la entonación de la voz en cada caso y verle la cara a esta nueva Diva del poder en Cuba.


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