Lo mejor que tiene la naturaleza es la dinámica con que
transita y lo que influye en nuestras vidas.
Cuando uno lee, digamos, sobre las 4 estaciones del año,
aquello de primavera, verano, etc., podría parecer que todo funciona
exactamente tal como si abriéramos y cerráramos una puerta y para nada es así.
La mejor muestra de esto es que el pasado 14 de octubre, en
medio de lo que conocemos como otoño, nevó y nevó mucho. Según los historiadores
y las estadísticas, algo así no pasaba en Lincoln, Nebraska, hacía 21 años.
La nieve no es nueva, ya ni siquiera para mí que vengo del
caliente Caribe, pero el evento en esta fecha del año nos cogió a todos por
sorpresa, más allá de que los celulares lo anunciaron. No sólo nevó, sino que
estuvo cayendo agua congelada por muchas horas, desde antes del amanecer hasta
casi las 3:00 pm.
Entonces tuvimos que pasar de la ligera ropa otoñal, a la
profunda, pesada e insoportable ropa de invierno, lo que resulta suficiente
para cambiar todo plan.
Yo de guardia esa semana y como siempre que nieva, tuve que
limpiar el residencial donde trabajo. Dinámica naturaleza y con ella nuestras
vidas. No estábamos preparados para lo que ocurrió tan temprano, por lo que las
máquinas de limpiar la nieve no tenían gasolina, y entonces como de todas
formas hay que limpiar, la agradable actividad tuvimos que hacerla a palas. El
proceso de limpiar nieve de por sí, es desagradable, tener que limpiar a pala
se convierte en punto menos que en una tortura.
Lo de limpiar con una pala el frente de una casa, siempre
que ésta sea de dimensiones normales, es casi una diversión. Si tienes perro el
animal te acompaña, si tienes niños, pues ellos aprovechan para tirar nieve, tirarse
ellos, embarrarse y jugar o jugar embarrándose, pero limpiar un residencial que
tiene 17 edificios grandes con múltiples entradas y escaleras y aceras que
corren en todas las direcciones, de divertido no tiene absolutamente nada.
Además, como estábamos esperando el invierno, tampoco contamos
con reserva de arena gorda y la sal que se utilizan para evitar que las
personas resbalen incluso después de limpiadas las aceras y entradas de edificios,
por lo que tuvimos que racionalizar la poca que nos quedaba en los contenedores
que cada edificio posee. A veces me parece estar en Cuba.
Dinámica la vida. Me gusta la teoría de hacer planes. No dejo
de divertirme mucho cuando alguien de forma muy seria me pregunta, qué planes
tienes para dentro de 3 o 5 años. Siempre sonrío y como voy para viejo, con la
cuota de decir lo que me venga en ganas, respondo que no tengo planes para esa
fecha, me resulta ya demasiado largo. Viendo que nevó en octubre, quizás para
esa fecha tenga sueños, pero sólo sueños.
Ahora, frente a mi realidad, pensaré en responder, tengo un plan y objetivos para mañana, siempre y cuando no amanezca nevando brutalmente y con eso salvaré lo de mi visión estratégica, que tanto se menciona hoy por los grandes teóricos, los desconocedores y los esnobistas.
Les dejo las fotos de una linda mañana otoñal en octubre en Lincoln, Nebraska, dónde si no.
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