Creo haberlo escrito en varios de mis artículos anteriores, pero siempre es bueno decir, para los nuevos lectores y los viejos olvidadizos, que soy un hombre que está a favor de la paz. Me hubiera gustado que ninguna guerra hubiera existido nunca y así se hubieran ahorrado hasta hoy, miles de millones de vidas, más todo lo otro que se utiliza de forma común en cualquier contienda armada. Lamentablemente esto ha sido imposible al parecer hasta hoy, la historia de la humanidad, su desarrollo y crecimiento, tiene dentro la existencia de las guerras.
Estoy convencido de que el dinero que hoy se invierte en
las guerras y su preparación, fuera más útil en otras acciones sociales, todavía
hay mucha hambre y enfermedades que resolver, mucha incultura, etc. Se me
ocurre que podría dedicarse más dinero a, por ejemplo, conciertos de música,
para que muchas personas, quizás de gratis o pagando muy poco, pudieran
disfrutarla. La música sana y enriquece.
Conciertos como el celebrado en “Woodstock” en
agosto de 1969, donde entre música, bailes, marihuana y otras sustancias en prueba todavía, las personas disfrutaron de abrazos, besos, amor, sexo y sobre
todo mucha libertad, todo precisamente en contra de todas las guerras. Conciertos
como el monumental organizado con fines benéficos desde Londres y Filadelfia en
1985, “Live Aid” donde se supone que lograron participar 1.5 billones de
personas alrededor de 100 países.
Además, debo agregar que no soy capaz de imaginar cómo
se organiza una guerra, más allá de mis ya viejas experiencias con soldaditos
de plomo y plástico, el haber exterminado algún hormiguero, el haber matado
algún ratón, lagartija, araña peluda y estar constantemente en campaña para
acabar con las moscas.
Sigo diciendo que voté por Trump y ya escribí sobre
algunos de mis desacuerdos, sin embargo, ahora tengo que decir que el amigo
apretó positivamente.
Como Commander in Chief, para mí como cubano suena así mejor en inglés, por razones más que obvias, dio la orden y participó en la preparación de una misión militar extremadamente complicada de forma milimétrica, “Martillo de Medianoche”, tal como una cirugía de muy mínimo acceso, que tuvo un inmenso éxito. Maniobra que incluyó a todas las fuerzas del ejército norteamericano, aviación, submarinos, bases militares, inteligencia militar, inteligencia electrónica y espacial, etc., lo que significa la organización y coordinación exacta de miles de personas y alta tecnología, tan alta que sólo Estados Unidos la posee en el planeta Tierra. Significa no sólo la organización y coordinación, sino la capacidad de una alta discreción tanto dentro de los Estados Unidos, el resto de los países aliados y no, y, sobre todo, para el país, Irán, que se convirtió en el objetivo a desarticular.
Trump, sobre el cual, al parecer, es más fácil hablar más mal
que bien, el tipo que desata todas las pasiones, sobre todo las negativas, la
persona que tiene revuelto no sólo a Estados Unidos, sino a parte del mundo,
acaba de obtener una gran victoria. La operación preparada, según los análisis de
los expertos militares, fue todo un éxito como acción militar, entonces, para
este caso específico, que no tiene nada que ver con otros asuntos, “Honor a quien
honor merece”.
Claro, para un tipo como Trump, nada parece fácil. Ya
existe una queja de que no lo comentó al Congreso y con esto lo hacen aparecer
como un violador, yo también podría estar disgustado porque el presidente de
los Estados Unidos no me comentó nada, no sólo de mí se olvidó, sino que no se lo dijo a mis
tres nietas, podrían estar disgustados los propios iraníes porque hubiera sido
más dulce que se les hubiera advertido e informado por adelantado para que
hubieran tenido tiempo a desayunar en paz y algunos terminar sus vacaciones.
Ya, por supuesto, los enemigos de Trump y sobre todo de Estados Unidos hablan. El presidente de Francia, imagino después de comerse una langosta del Caribe, a lo mejor cubana, hecha con mantequilla francesa como es común cocinar en ese país, dice que no está de acuerdo con las bombas, que su estilo es la de la negociación. Conversaciones que vienen realizando desde hace muchos años con Irán, sin conseguir absolutamente nada con relación al procesamiento del uranio para fines pacíficos y no para la guerra.
Las teorías de la conspiración que inmediatamente se
echan a correr, aseguran que el FBI y la CIA están nerviosos y que no pueden
dormir, se habla de temor, de escuchas en secreto, de informes secretos, del
miedo dentro de las misiones diplomáticas, de que Irán triunfó porque logra
poner, sin poner, la posibilidad de la venganza y con esto se habla de la
autodestrucción de los Estados Unidos.
Es bueno recordar que desde que yo nací en 1963,
Estados Unidos se está autodestruyendo, mis familiares me hacían este cuento para que me comiera el puré, no fueron pocos los que vaticinaron con
aparente seriedad su desaparición y lo que yo acabo de ver es una operación militar
y tecnología como nunca había existido públicamente.
Siempre es posible quejarse y tratar de encontrar la quinta pata al gato. Lo cierto es que duele a muchos, sobre todo a los iraníes y quizás a sus aliados, pero fue un éxito, de acuerdo con el objetivo propuesto, como fue un éxito del presidente Obama cuando organizó y autorizó la casería y muerte, más entierro en el mar sin velorio de amigos y familiares, de Osama Bin Laden en mayo del 2011, cosa que no habían logrado los presidentes anteriores que también conocían de su existencia. Claro, el éxito tuvo como antecedente que Obama tampoco se lo comunicó al Sr. Laden.
La historia no ha terminado, recién comienza. Habrá
que calcular los daños y logros reales, habrá que esperar las posibles
reacciones de los afectados directamente, habrá que estar alerta. Es a veces muy peligroso celebrar sin argumentos reales.
¿Se habrán destruido los laboratorios donde Irán “juega”
con el uranio?
¿El éxito de la operación militar norteamericana se convertirá
o ayudará al éxito necesario entre las naciones interesadas sobre el tema
guerras y bombas nucleares?
Continuará ...
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