Esto que a continuación voy a contar, lo
he sacado de algún lugar, quizás lo encontré en una de mis recientes
incursiones en Facebook. No conozco la fuente exacta, por eso no la menciono,
pero en realidad como el tema está muy de moda y es por demás muy necesario de conocer,
practicar y dominar, me arriesgo a publicarlo.
Hablar de inteligencia emocional, es tan
amplio como pretender hablar del Cosmo. Cada psicólogo tiene una variante, cada
escuela de psicología, tiene sus propias definiciones. Sin embargo, dentro de
todo ello, al menos es lo que he podido leer, hay puntos que coinciden, o en
los que se está de acuerdo.
Una vez leí a un conocedor del tema y
decía que alrededor del 90% de lo que se logra en la vida, depende de la
inteligencia emocional y no de la académica.
De ahí que una persona pueda ser muy
buenas para las matemáticas y ser un desastre para su vida personal, familiar y
social. Mucho de esto aparece en los llamados genios en cualquier área de las
ciencias, el arte, la tecnología, etc. De ahí que muchos psicólogos especializados
en asuntos familiares o de la niñez, tengan sus familias destruidas y sus hijos
totalmente malcriados.
Una vez le pregunté a una amiga psicóloga
sobre este asunto, o sea, cómo tu puedes repararle la vida a alguien, por ejemplo,
a un matrimonio, a unos padres y cuando te enfrentas a la tuya no tienes las herramientas
para actuar bien. Respuesta. Es que cuando hablo con otra persona, asisto como
técnico, como profesional, como mecánico, cuando vivo mi vida soy uno más, un
protagonista, un ser humano. Podría
parecer una contradicción, pero no es tal. Muchos psicólogos tienen en el plano
personal, su inteligencia emocional destrozada.
Entonces es un tema para nunca acabar.
Es más fácil obviamente construir y lanzar hoy un cohete, que llegar a entender
a totalidad la mente, irrepetible, de cada ser humano.
Les dejo estos 16 hábitos comunes en las
personas con una inteligencia emocional alta y desarrollada. Podría servir para
hacernos una prueba de lo que somos y sentimos.
Puede parecer frustrante al leer muchos
de ellos, pues uno puede decir, coño, que jodido estoy. Sin embargo, no es para
tanto, no hay que salir corriendo a buscar un psicólogo mecánico para que nos
arregle. No es que tengamos que tener estos 16 puntos a la perfección, porque
los mismos especialistas dicen que poseer todos ellos a la perfección es casi
un milagro de la naturaleza. Sólo hay que conocerlos y ver hasta dónde
llegamos. Luego tomarnos un café, ver en qué podemos trabajar poquito a poquito
y seguir viviendo, porque es cierto, en medio de todo, no nos pagan por tener
una buena inteligencia emocional, sino por ser buen matemático.
#1 Reconocen sus sentimientos y los de los demás
Tienen un amplio vocabulario emocional que les ayuda
a saber expresar exactamente cómo se
sienten y ponerlo en palabras. Además, tienen lo que
llamaríamos “empatía”, es decir, ponerse en
los zapatos de la otra persona y sentir lo que siente el otro. Reconocen las
expresiones y el lenguaje no verbal de las demás personas para interpretar qué
es lo que sienten y sacar toda la información posible de ello.
#2 Expresan correctamente sus emociones y sus pensamientos
Al reconocer las emociones y los sentimientos propios
es más fácil que sepan qué tienen que hacer o cómo tienen que
comportarse. En este sentido, expresan sus emociones y sus pensamientos de
una manera más honesta consigo mismos y con los demás. No se callan sus
emociones, las escuchan y conocen qué quiere decir cada emoción en cada
contexto. Saben regular la intensidad de sus emociones y expresarlas en la
forma justa, tal y como ellos quieren. Son los dueños de su expresión
emocional, no meros peleles a merced de sus emociones desbocadas.
#3 Son fuertes y no se ofenden con facilidad
Las personas con alta inteligencia emocional se
caracterizan por tener una personalidad firme y no tomarse demasiado a pecho
los comentarios ajenos. No se llevan las amenazas a lo personal y saben
diferenciar entre hechos y opiniones. Diferencian las críticas constructivas de
las críticas que sólo pretenden hundirlos y saben alejarse de comentarios
despectivos que sólo traen destrucción. Saben distinguir entre los ataques y
cómo reaccionan ante esos ataques y deciden hacerlo de la forma menos dolorosa
para ellos mismos.
#4 Reconocen cuando se equivocan y rectifican
Equivocarse es innato al ser humano y a todo proceso
de aprendizaje. Las personas con alta inteligencia emocional aprenden de los
errores en vez de sentirse víctimas. También piden perdón cuando es necesario
si han hecho algo que ha podido afectar a otras personas de manera
negativa. Piden perdón de corazón y perdonan.
Reconocen sus errores humildemente e intentan poner en marcha todo lo necesario
para subsanar el daño o mejorar la situación. No se obcecan con una idea y se
hunden con el barco, sino que están abiertos a nuevas ideas y opiniones
teniendo en cuenta que son ellos los que pueden estar equivocados.
#5 No buscan la perfección
Saben que nadie es perfecto y que la perfección es una
ilusión que lleva a tener expectativas demasiado distorsionadas respecto de la
realidad. No persiguen hacerlo todo bien a la primera. Saben que todo forma
parte del proceso de aprendizaje y que errar es humano. La perfección es una
trampa, una manera de retenerte y mantenerte en la parálisis por el análisis.
#6 Se cuidan y saben lo importante que es la salud
Duermen lo suficiente, hacen deporte, se alimentan
bien, mantienen relaciones sanas, se alejan de los problemas, buscan el
bienestar… Saben qué conductas les benefician y no dudan en hacerlas. Saben a
dónde le conduce tener apatía en sus vidas y son conscientes de que sólo tenemos
un cuerpo y una vida.
#7 Se enfocan en lo positivo, aun en la adversidad
Las personas altamente inteligentes emocionalmente son
conscientes de su entorno y no se centran demasiado tiempo en lo negativo.
Prefieren mantener el foco en lo positivo de cada situación, incluso cuando tienen
problemas. Practican la disociación y ven la situación desde distintos puntos
de vista para encontrar una solución. No se agobian con los problemas y se hunden,
sino que ponen todas sus energías en aquello que pueden hacer para resolver la
situación, aquello que sí depende de ellos y que tienen bajo control. Ante toda
dificultad, existe algo positivo en lo que enfocarse.
#8 Se rodean de gente alegre y con buenas vibraciones
“Dime con quién andas y te diré quién eres” es algo
que tienen claro las personas con alta inteligencia emocional, por eso se
relacionan con gente soñadora, personas optimistas y con energía positiva. Se
alejan de personas tóxicas y vampiros
energéticos que sólo quieren arrastrarlos a su visión negativa de la vida. Al
tener buenas vibraciones y rodearse de gente positiva, ven el mundo desde una
perspectiva más sana y que favorece la creatividad. Suelen relacionarse con
personas que sean buenas influencias y que les llenen.
#9 Defienden su asertividad. Saben decir NO
Saber decir que NO es un paso de gigante si quieres
aspirar a tener alta inteligencia emocional. Estas personas ponen límites
cuando es necesario y defienden sus valores ante todo. La asertividad es
saber decir aquello que sientes y quieres respetando tus derechos y los de los
demás.
#10 Aprecian y valoran lo que ya tienen
No centran su atención en aquello que les falta, sino
que valoran lo bien que están con lo que ya tienen. Las personas con alta
inteligencia emocional tienden a evaluar positivamente su vida, sus relaciones,
su trabajo y su estatus económico, aunque no sea el que ellos querían. No
sienten frustración por lo que aún no tienen, prefieren enfocarse en lo que han
avanzado y lo que ya poseen. Valoran las
experiencias que les da la vida y que les hacen ser como son.
#11 Saben pasar página y no anclarse al pasado
Han aprendido a cerrar etapas y a no revivir
continuamente aspectos del pasado, positivos o negativos. Viven en el presente
y no se atormentan continuamente por lo que pueda venir en el futuro. Eso les
lleva a sufrir menos ansiedad y estrés. Ser inteligente emocionalmente requiere
saber cuándo ha terminado una etapa de tu vida y comienza otra, sin dejar de
crecer por el camino.
#12 Conocen sus debilidades y sus fortalezas y se
mejoran continuamente
Saben cuáles son sus virtudes y sus puntos fuertes,
pero también conocen profundamente cuáles son sus debilidades y sus puntos
débiles. Esto viene de un proceso de autoconocimiento profundo. Las personas
con alta inteligencia emocional tratan de mejorarse a sí mismos continuamente,
manifiestan gran capacidad de reponerse tras una caída. Aun con limitaciones,
no dejan de querer conseguir sus sueños y crecer por el camino.
#13 No les asusta cambiar
Saben que cambiar forma parte de la vida y que negar
el cambio es negar la vida misma. Abrazan la incertidumbre y
aceptan que hay cosas que no pueden controlar. Agradecen las oportunidades que
les brinda la vida para cambiar y reinventarse, siempre en un proceso de mejora
constante. Cambiar pensamientos, formas de actuar, creencias, todo forma parte
del viaje del desarrollo personal.
#14 Son proactivos, no reactivos
Las personas con alta inteligencia emocional son
proactivas, es decir, se mueven antes de que la situación lo exija. Proponen
planes, estrategias, se plantean objetivos, etc. Tienen una mentalidad y una actitud de éxito y actúan en pos de sus objetivos
marcados. Miran la vida desde una perspectiva de aprendizaje, no de victimismo.
De esta forma no se resignan a un papel pasivo en sus vidas, sino que “cogen el
toro por los cuernos” y son ellos los que escriben su destino. No esperan a que
la vida mueva ficha, se mueven ellos primero.
#15 Son dueños de su tiempo y deciden en qué emplean
sus energías
Saben gestionar su tiempo de trabajo y su tiempo de
ocio, su tiempo de estudio y su tiempo de relax. Establecen horarios, planifican
tareas y definen objetivos. No les importa cancelar planes si con ese tiempo
pueden hacer algo prioritario para ellos. Conocen cuáles son sus valores y los
riegan continuamente. Emplean su tiempo y sus días en aquello que les apasiona y lo dan hacia los demás como un regalo.
#16 Saben autogenerarse momentos de felicidad.
La felicidad no es algo externo que les viene o no les
viene, la felicidad es una forma de ver la vida
. Las personas con alta
inteligencia emocional saben autogenerarse emociones positivas y que sirvan de
potenciador de situaciones mágicas. Manejan las emociones a su gusto y pueden
elegir cómo sentirse en cada situación. De esta forma, saben generar emociones
agradables que le ayuden en su día a día.