lunes, 24 de octubre de 2016

El fotógrafo de mi familia

Lo bueno que tiene el comunicarse es que siempre uno obtiene una respuesta. A veces la respuesta es negativa, destructiva o inesperada. Otras es el silencio, que como todos sabemos también comunica. La mayor parte de las respuestas, para mí suerte, es la que espero, o sea, esa respuesta que apoya, enriquece, mejora, corrige, exige y sobre todo quiere. Sabiendo esto, pues me alegro el haber escogido desde niño la comunicación como parte importante en mi vida.

Ahora para comunicarme con los míos, con esos que sé que me quieren, escribo. Escribo para  mantenerme cerca y por supuesto que me siento muy bien cuando recibo un comentario sobre lo que escribí. No siempre es para halagarme, por el contrario, digamos los más cercanos a mí, pues son bastante críticos y no siempre los logro impresionar con lo que cuento, pero de una forma u otra agradezco el comentario. Cuando me joden mucho, pues les digo lo mismo que dicen que dijo nuestro Jesús, perdónalos señor, no saben lo que hacen. JAJAJA

Mi último escrito sobre el otoño, me ha traído una agradable sorpresa. El fotógrafo de mi familia, Yusmay, al que todos conocemos mejor como El Chino, me ha enviado una linda foto que tiró aquí en Lincoln en el año 2014 y quiero sumarla a las que publiqué en mi artículo. Pudiera decir que es mía, que la tiré yo, porque al final soy más famoso que el Chino mismo, sin embargo por pura decencia siempre menciono el mérito en otros, por más que disfruto mucho hablando de los méritos míos.

Espero les guste. Como podrán ver es mucho más artística que las que puse en mi artículo, porque el fotógrafo de mi familia no soy yo. Bastante con que escribo.

OJO. Si a partir de este articulo el Chino se hace famoso, entonces no tengo que decir de quién es el mérito. JAJAJA



Lincoln. Otoño 2014. Yusmay García

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