miércoles, 10 de abril de 2019

La solución de Cuba está en el AVESTRUZ.


Cada día que pasa me vuelvo más cuidadoso al abordar el tema Cuba. A pesar de mis años de práctica y el gusto que sentía con hacerlo, he dejado de tener a mi país de origen en el centro de mi foco; existen otras muchas cosas y experiencias sobre las que pensar y hablar.

Creo que, primero, es más de lo mismo desde todos los ángulos que se mire o analice, luego resulta hasta cierto punto fácil y tentador, pero no justo, desde mi seguridad y comodidad actual, tartar de hacer leña del árbol caído, o encontrar tan siquiera un pedazo del árbol con el que hacer leña.

Al salir de Cuba voluntariamente, considero que he perdido el derecho a criticar lo que allí pasa y entonces en silencio cada día me dedico más a ayudar a los que tengo que ayudar y he dejado que las cosas en Cuba las resuelva el gobierno cubano, el que en realidad no puede resolver mucho y el pueblo cubano que está allí todos los días al pie del cañón. Siempre es más fácil ver el toro desde la barrera e incluso sugerir como se debe torear.

Y así y todo, con la madurez que he alcanzado, hay cosas que me sacan del paso y entonces me vuelvo inmaduro.

He leído en internet, y aclaro para aquellos que están apostados en espera de reflexiones para hacer las suyas, que no se si esto es verdad o es mentira, solo que lo he visto en internet y ya sabemos que hasta las más grandes e increíbles mentiras en la red se convierten en realidad y suman adeptos, que ahora la solución para la alimentación en Cuba es el avestruz.

Leí que el Comandante de la Revolución Guillermo García dijo frente a las cámaras de televisión para todo el pueblo cubano y mas allá, para el mundo informado, que Cuba se prepara para apalear la escasez de alimentos con la crianza para la distribución del famoso avestruz y entonces no si sonreír a carcajadas lo que me podría provocar la muerte o encabronarme hasta morir.

Recuerdo el avestruz, porque en el ZOO de 26 había dos mientras fui niño y luego lleve a mis hijos, por lo que sé, más allá de los libros de biología y alguna que otra película sobre y en África, del animal de que se está hablando.

En realidad el Comandante García y a todo el que se le ocurrió esta información, no solo no tienen cara, sino que no tienen sentimientos y es probable que no tengan madre o no las quieran, porque solamente así es entendible que a 60 años de ostentar el poder absoluto, el mismo gobierno de fracasos y fracasos, le diga al pueblo, aparentemente de forma científicamente probada, que la solución ahora está en criar avestruces para obtener carne y huevos, me imagino que además plumas para almohadas y picos y patas para artesanías. 

Puedo llegar a imaginar que también podrán decir que ellos, los integrantes históricos del gobierno siempre han comido avestruz y que es muy saludable y además riquísima, más rica que la carne de res, la de puerco, incluso más rica que las langostas y camarones y hasta la del mismísimo sobre cumplidor pollo.

No es solo un descaro mayor de un gobierno desesperado, sino una muestra de la más despiadada carencia de amor y respeto por el prójimo. El mismo prójimo que según el gobierno es uno de los más preparados intelectualmente del mundo, cosa que no es tan así, pero algo tiene de cierto. Como mínimo el pueblo cubano, malo o bueno, tiene el acceso a la educación obligatoria hasta nivel medio, cosa que, aunque parezca mentira resulta difícil de conseguir por muchas personas, incluso en los propios Estados Unidos. Instrucción que como mínimo nos sirve a los cubanos para aprender, por ejemplo, la diferencia entre un avestruz y una vaca.

Vamos despacio para no atorarnos.

Guillermo García que debe tener más de 90 años porque ya yo tengo 56, según leí frente a las cámaras de TV vestido de militar, pero anunciado como Director de la Estatal Empresa Nacional de Flora y Fauna, ha invertido su tiempo en explicar al pueblo cubano la nueva variante del gobierno para los próximos años de alimentación segura y el mayor logro es que lo ha hecho sin reírse de el mismo.

Pudiera parecer increible, sobre todo a los que no conocen exactamente las interioridades de Cuba, que después de tantos y tantos años de graduar técnicos, ingenieros, licenciados en áreas específicas de y para la agricultura, sea un anciano, que además no ha tenido mucha comunicación con el pueblo cubano, el que salga a asegurar ahora en el 2019 el futuro alimenticio de la nación a futuro.

García, que no ha hecho mucho importante, después de su “heroica” incorporación al Ejercito Rebelde como primer campesino y me imagino alguna que otra donación de algo de comida, es el encargado de asegurar que Cuba va a comer, nada más y nada menos que avestruz. El mismo García, de origen campesino, al que no se le había ocurrido criar avestruces en sus tierras antes de 1959 y que por supuesto durante todos estos años de la llamada Revolución, estoy seguro sin conocerlo personalmente, que puede haber comido cualesquiera otras carnes menos la de esa ave.

Como buen apadrinado llevó a la TV todo un estudio que analiza e irrespetuosamente compara al avestruz con nada más y nada menos, la res.

Aquí las cuentas. Dijo que un avestruz produce más que una vaca, pues pone 60 huevos, no aclaró cada qué tiempo, pero dijo que de esas 60 posturas se logran 40 pichones que al año alcanzan el peso de 4 toneladas de carne. Estoy convencido de que los que le escribieron el informe para que leyera, se les olvido aclarar que la vaca no pone huevos y es por eso por lo que García basa su comparación partiendo de la cantidad de huevos que el ave de moda logra poner.

Aseguró que los ejemplares de avestruz habían sido importados desde México y que ya están funcionando varias granjas de crianza en Cuba y que como lo nuestro es el invento, los ejemplares mexicanos habían sido cruzados con otros ejemplares africanos, me imagino que para lograr mayores rendimientos y así dentro de muy poco poder hablar de un avestruz cubano, mejor obviamente que los anteriores que existen.


Creo que como el rating de su intervención no subía y los productores le hacían señas de que diera algo más para que la gente se divirtiera, dijo que también, con el mismo objetivo de asegurar la alimentación del pueblo, se continuaba la crianza de cocodrilos y que se podría comenzar a explotar las jutías cubanas, que tienen un nivel superior a todas las carnes conocidas. ¿Vamos a comer cocodrilos y jutías? Me estoy riendo.

Una pregunta. ¿Esto es serio, esto es un chiste, es una maldad, es una información para despistar al enemigo, es que el gobierno no tiene nada mejor que hacer, es que la televisión cubana no tiene programas para poner y necesita ocupar espacios¸ es que no les importa nada de lo que ellos dicen o hacen, es que en realidad piensan que eso podrá convencer a un pueblo ahora en el 2019 o es que es una de las más grandes burlas de estos últimos tiempos?

A mí me parece otra gran locura de las que nosotros los cubanos tenemos una vasta experiencia, de las que yo recuerdo trataré de mencionar algunas, quizás la de los más representativos fracasos.

1.- La leche llegaría por tuberías a cada esquina cubana. Una sola vaca produciría diariamente decenas de litros de leche. Años de investigación, vacas viviendo mejor que los seres humanos, vacas revolucionarias a las que se les pidió un esfuerzo decisivo. Desecho de las vaquitas criollas que adaptadas al clima cubano producían incluso sin comer 4 o 5 litros de leche por día. Conclusión, tomar leche es uno de los grandes lujos que disfrutan sólo algunos cubanos.

2.- Toda la tierra disponible se utilizó para sembrar caña, imagino que incluso los arrecifes, para lo cual se llegaron a tumbar hasta los campos de árboles frutales como el mamey cuya primera parición es después de los 20 años. Quema de caña y luego la pregunta de quién había dado la orden de quemarla. Zafras continuadas voluntarias de la mitad de la población cubana. Conclusión, hoy no tenemos azúcar. Parte de la que se consume se importa.

3.- Siembra masiva de café para consumo nacional y la exportación. Cuba productora de buen café durante toda la época colonial y la llamada seudo república. Contaron los mambises que durante los 30 años de lucha independentista nunca les faltó el café en la manigua. Conclusión, hoy no tenemos café, hemos y estamos tomando cualquier cosa que tenga un color oscuro. No hay mejor regalo para un cubano que un traguito de café, si es “traído de afuera” mejor.

4.- Tierras dedicadas a la siembra de cítricos para la exportación y el consumo nacional, para lo cual se desmontaron campos que producían viandas desde antes de la llegada de los españoles. Conclusión hoy no tenemos ni naranjas, ni mandarinas, ni toronjas. Tomarse una limonada es otro de los lujos, no sé a qué cosa se referían cuando hablaban de cítricos.

5.- Expansión de la siembra del cacao. Cuba tenía uno de los mejores chocolates del mundo. Conclusión, comerse un bombón es para los nuevos ricos y los integrantes del gobierno no diabéticos.

6.- Miel. La buena miel cubana competiría a nivel mundial. Es cierto sólo que … Conclusión, no tenemos miel. Para comprar una botella de miel no adulterada tienes que esperar a que el viejito que la trae de remangalatuerca te la venda, siempre escondido porque está prohibido y si lo cogen …

7.- Textilera más grande de Latinoamérica, capaz de producir una enorme cantidad de millones de metros de tela. Conclusión, hoy no tenemos ropa que ponernos.

8.- Fabrica de cerveza enorme capaz de producir toda la cerveza que se pueda tomar el cubano, que es mucha y exportar para mantenernos. La famosa fábrica nunca se ha podido arrancar a 100%, no hay agua para echarla a andar. Conclusión, la cerveza es extremadamente cara tanto en dólares como en monada nacional. Es otro lujo, sólo permitido a los que puedan pagar en la primera moneda. El cubano orgulloso antes de la calidad de su cerveza hoy prefiere tomar cualquier cosa enlatada, aunque no sepa a nada y esté, por supuesto, caliente. Conclusión, si miramos la cerveza que se vende en cualquier lugar del mundo, no tenemos cerveza.

9.- Recuerdo que mi padre un día llegó indignado cuando ya se había fajado con el gobierno, traía en la mano un periódico Granma el cual dedicaba la página central, o sea, dos páginas, a garantizar que a partir de ese momento comeríamos boniato, otra cosa no, pero tendríamos boniato. Profundo estudio. Conclusión, no sólo el boniato, sino la malanga, el plátano macho y de fruta, la yuca y las tres cuartas partes de las hortalizas, desaparecieron. Aquello de que los niños en Cuba se criaban con malanga y carne, se convirtió en una leyenda.

10.- La novena de carne de res, o sea, cada 9 días la carne de verdad llegaba a las carnicerías, acompañadas de hígados y derivados, más latas de carne que el cubano de a pie podía seleccionar, más los pollos y pescados, los calamares, las morcillas, etc. Conclusión, CERO.

11.- El gobierno repartió 5 pollitos por familia para así comenzar la crianza de pollos en cada casa y que las personas pudieran comer huevos al menos. Aquellos pollitos amarillos, llamados por el pueblo los Pérez Quintosa a partir de un humor enormemente negro, duraron en cada casa menos que el famoso dulce en la puerta de un colegio. Conclusión, de aquellos y de los otros, y de los otros no queda nada. El pollo, que paradójicamente una parte de él es importada de los Estados Unidos enemigos, sigue siendo una comida de domingo organizada posta contra nombre o despedazado y aumentado con papitas para que parezca que es más.

12.- El gobierno orientó a las personas para que desmontaran sus jardines, patios y parterres y sembraran. Muchísimos vecinos salieron con palas y picos y desmontaron su césped porque era esperanzador, había que sembrar en la tierra disponible y así se podría comer. Conclusión, ¿comer? JAJAJAJA. Ahora ni comida, ni jardines.

13.- Construcción de presas gigantescas. Tengo un amigo que juraba que nunca había visto caer el agua por la ducha del baño de su casa, toda la vida ha vivido a base de cubos de agua, algunas veces comprados. El agua desaparece por períodos, el agua se vende en latas a 5 y 10 pesos, a veces llega cada 4 o 5 días a los lugares donde se supone que debe entrar diariamente. Conclusión, no tenemos agua.

14.- Período Especial. Gran cantidad de soya en yogurt, hamburguesas, masa cárnica, perros sin tripas, polvos para tomar, etc. Todo lo que se pudiera moler para llevar a la boca, llevaba soya de forma ilimitada, digo ilimitada porque conozco un poco de la historia de los cumplimientos de los planes. Conclusión, ni soya tenemos hoy.

15.- Restaurantes vegetarianos por municipios. Antes de irme de Cuba en el 2007 quedaba sólo uno abierto en la calle San Lázaro, al que, por supuesto no entraba nadie a comer y los trabajadores morían de aburrimiento y las Hamburgueserías ZAS, donde por turno y después de enormes colas, te daban dos hamburguesas con panes con ajonjolí y dos jarras de refresco de cola por personas. Conclusión, desaparecieron sin dejar rastro, las hamburgueserías desaparecieron más rápido sólo haciendo zassssssss.

16.- La locomotora sin humo, el turismo, que nos haría a todos los cubanos ricos y pocos dependientes de la agricultura azotada por la inclemencia del clima, el petróleo, etc. Construcción de hoteles, reparación de otros, administración extranjera, lucha de los trabajadores cubanos por estar para luchar. Conclusión, sólo de aquel plan queda el humo. El turismo nunca produjo, al menos para el cubano, el dinero prometido y tampoco tenemos la agricultura afectada por las inclemencias del clima.

17.- Acuarium moderno con orcas y pingüinos incluidos, además de toda la muestra de especies marinas tropicales. Construcción de una instalación turística que competiría con los mejores acuarium del mundo. Conclusión, no se pudo comenzar a ejecutar, no había de donde sacar los materiales especiales para esa especial idea.

18.- Metro de la Ciudad de la Habana. Gran empresa, directores, secretarias, computadoras, carros y camiones, combustible, gastos y más gastos. Conclusión, seguimos viendo el metro en las películas americanas, seguimos padeciendo la tragedia del transporte que al igual que la revolución lleva como tragedia 60 años.

19.- Estadio Latinoamericano. Conclusión una lamentable ruina, más ruina que las de Grecia y Roma.

20.- Plan de viviendas modernas. Le diré a mis cuñadas Lourdes y Baby, arquitectas de profesión, que me completen esta idea y me den sus conclusiones para no parecer demasiado agudo con las mías. Solo decir que hay personas que llevan más de 20 albergadas esperando una casa, y que, a partir de una idea revolucionaria, al menos la Ciudad de la Habana se quedó sin sus legendarias posadas, fueron convertidas en albergues. El gobierno, obviamente, tenía donde hacer el amor.

21.- Ciudad Nuclear de Juraguá. Proyecto en la provincia de Cienfuegos al estilo soviético, o sea, una planta nuclear y una ciudad donde vivirían los trabajadores. Lindo. Solución revolucionaria para no depender del consumo de petróleo. Enorme gasto, creo que nunca nos enteraremos de la verdadera cifra del costo. Conclusión, fracaso, años y dinero invertidos para hoy tener una zona muerta de concreto y hierros oxidados, al mismísimo estilo soviético en Chernobil. Conclusión, seguimos dependiendo más que nunca del petróleo extranjero y el dinero invertido, bien, gracias.

22.- Las guerras. No sé exactamente, creo que nadie lo sabrá nunca, cuánto nos costaron las guerras que hicimos alrededor del mundo. Bastaba media vez que algún país levantara la mano y ahí estábamos los cubanos para hacer la guerra. Miles de vivos y como resultado miles de muertos. Conclusión, triste, ninguno de esos países nos quiere, ninguno de ellos se ha presentado, bajo el criterio socialista de ayudar.

23.- Proyecto Claria. A alguien se le ocurrió un día hablar sobre la claria, una especie de pez de agua dulce que crece mucho, es muy fuerte, se alimenta de casi cualquier cosa y se reproduce fácilmente. ¿Sería bueno para el pueblo cubano? Claro que si. Entonces trajeron clarias de no sé dónde y las echaron en las presas y estanques de Cuba. El animal es tan fuerte que puede estar fuera del agua y pasan muchísimas horas para que muera, se come todo lo que está dentro del agua y sale y se come lo que esté a su alcance fuera del agua también. Es tan fuerte y se reproduce tanto que ha acabado con las especies de agua dulce que abundaban en nuestras presas y con parte de las plantas también. Conclusión, los cubanos la odian, a la mayor parte de las personas que conozco no les gusta el sabor y se niegan a comerla y como si fuera poco, tampoco tenemos otras especies tradicionales de agua dulce que si se solían comer con cierto agrado.

Es cierto, no todo es fracaso. Habría que hablar, ya no de la calidad, pero si al menos del derecho a la educación, el deporte y la atención de la salud, para lo cual tendría que escribir muchas páginas y no es este el momento, porque les recuerdo que estoy hablando del avestruz.

Ahora sobre estos temas, que hay que reconocer que no todo es malo, habría que decir solo para dejarlo propuesto que tampoco son lo mismo, no podrían serlo frente a la crisis económica, social y de valores que embarga a Cuba. Había que pensar que los maestros no quieren ser maestros y prefieren trabajar en una tienda, en un hotel o en una cafetería, una buena parte de los jóvenes no saben hablar y mal leen, las pruebas son vendidas y compradas en las escuelas, los deportistas están medio desmotivados y un pueblo pelotero como el cubano prefiere ver el football español, y los médicos, los buenos médicos, están recomendando a sus pacientes que consigan los medicamentos con sus familiares y amigos en el exterior.

Entonces frente a estas verdades o al menos mis verdades, cómo entender la propuesta del avestruz para resolver el tema de la comida. Sólo pensar, si el avestruz fuera la solución, África no estuviera pasando hambre, Kentucky Fried Chicken hubiera sacado el pollo de su lista de venta para sustituirlo por su primo más grande y los americanos comerían avestruz el Día de Acción de Gracias.

Conozco el huevo de avestruz, lo vi porque mi amiga Normita trajo uno como recuerdo de uno de sus viajes a África, que, si no lo han echado a la basura, todavía debe estar en su casa de Víbora Park. Jugué mucho con él porque estaba puesto como adorno en el centro de la mesa del comedor. Es algo impresionante, grande, tan grande que uno se pregunta cómo el avestruz puede ponerlo. Grande que, si mal no recuerdo, dicen que equivalen a 40 huevos de gallina.


Entonces, la idea basada en que los avestruz sobre cumplan el plan de producción, podría ser darle a cada núcleo familiar cubano un huevo de avestruz por cada dos meses, de donde la familia podría abrir el huevo y cocinar la mitad este mes y guardar la otra mitad para el próximo período, o crear recetas, en esto nuestra dietista Nitza Villapol hubiera sido fantástica, para cocinar todo el huevo de una vez y guardarlo por porciones para comer durante un largo período hasta volver a recibir el próximo huevo. Contentos estarán algunos religiosos, porque al ser el huevo mucho más grande, pues más puede ser la cascarilla que se obtenga y si es tan bueno como el Comandante García asegura, pues mejor efecto hará el polvo blanco de amplio uso popular en Cuba

No sé cómo se puede pensar en desarrollar una industria del avestruz y no se puede desarrollar la industria del pollo que en momentos difíciles hasta piedra come o la del cerdo que en momentos también difíciles puede comer y está probado, fango e incluso su propia mierda. No sé cómo se le puede ocurrir a alguien prometer que Cuba tendrá avestruces para satisfacer la necesidad alimenticia de proteínas de 11 millones de personas. Esto tiene que ser una broma.

Lo de la jutía criolla, de la cual me hablaba mucho mi abuela Tomasa que nació en 1906 y se crio en el campo en una finca santiaguera y no le gustaba limpiarla, no llega ni a broma. ¿Podremos criar jutías masivamente para alimentar a la población por más que su valor proteico sea enorme? Es como decirles a los habitantes de Lincoln, Nebraska, que a partir de mañana comenzaran a comer las ardillas que abundan en nuestra ciudad.

Esto me parece un delirio de alguien que está muriendo. Es obvio, el avestruz es más grande que una gallina, tal como la ballena es más grande que una sardina. El funcionario habla de la existencia de granjas que como experimento ya tiene el avestruz en sus planes. Lo puedo imaginar, animales que comen pienso importado de Canadá o Estados Unidos y que están contentos con la atención psicológica que le dan, pero cómo van a alimentar a esos animales a gran escala. Estarán pensando echarles a los disidentes, a las Damas de Blanco o quizás a los negros.

Conozco de esos experimentos. El Consejo de Estado, que sólo los cubanos sabemos quién era, siempre tuvo sus programitas de investigación medios ocultos. Así conozco lo de la vaquería Los Naranjos, una finca de guanajos gigantes y una granja de búfalos. Sobre este último, el cueto más cómico, puedo asegurar que, también, por la calidad de la leche de búfalo y la mayor cantidad de carne, existía en Camagüey un proyecto cerca de campos de arroz. Los búfalos un buen día se hicieron incontrolables, se escaparon de sus cómodas instalaciones, recordar que era un proyecto del Consejo de Estado y se refugiaron dentro de los campos de arroz de los cuales comían. No los podían matar, pero tampoco los podían coger, menos podían hacerlos entrar en razones y regresar tranquilamente. Conclusión, no tenemos carne de búfalo, no tomamos la fabulosa leche y para colmo tampoco tenemos arroz.

¿Cuál será la próxima idea? Podríamos hacer un concurso para ver a quién se le ocurre la idea más desastrosa, aunque para levantar la parada a esto del avestruz y la jutía, habrá que ser muy creativo.



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