Tener información siempre
es bueno, sobre todo cuando se tiene la capacidad, el conocimiento y la madurez
para analizarla. Poseer información luego de la investigación permite conocer
una realidad y poder incluso, no sin cierto riesgo, pronosticar un futuro
cercano, pero paralelamente, tener información puede ser peligroso, porque
aparece la gran pregunta de por qué y entonces la vida se puede complicar.
Leyendo sobre los
últimos sucesos del CENESEX, Mariela Castro y la Comunidad LGBTI en Cuba, me he encontrado
con una figura que no conocía y obviamente una historia que me gustaría
compartir y así poder aportar un poco más a mis dos artículos anteriores.
Aquí les presento a Víctor
Hugo Robles.
Quién es este tipo, nos
preguntaremos, porque tampoco es tan famoso como pretende, más allá de los
cuatro seguidores y amigos que debe tener.
El Sr Robles es
chileno, parece que de formación periodista o al menos estudiaba esa carrera en
Chile cuando decidió darse a conocer, es homosexual y portador de VIH devenido
en artista, activista y defensor de los derechos de los homosexuales. Hasta ahí
nada nuevo, ni destacado.
No contento con lo
anterior, en un momento de su vida, según el mismo cuenta, se dejó el pelo
largo, se compró una boina a la que le puso una estrella en el frente y se ha
hecho llamar “el Che de los gay”, apelando a esa figura, primero masculina y
luego extremadamente simbólica, nos guste o no, de Ernesto Guevara, a quién se
le conoce por su extrema y pública necesidad de luchar por los pobres del mundo,
entre otras cosas.
El Che de los gay,
apodo que nadie le dio, sino del que él mismo se apoderó, entonces aparece como
un símbolo de la lucha por los derechos de los llamados “diferentes”, hace presentaciones,
participa en marchas y sobre todo se tira muchas fotos.
Escribí que estoy a favor
de los “diferentes” en todas sus manifestaciones
sin yo participar directamente
de una de ellas, pero este tipo me parece un payaso. Se puede ser homosexual,
se puede ser más homosexual todavía y gritar, defender y luchar por los
derechos y reconocimientos que se merecen, lo que está mal es ser un oportunista.
Lo primero que me
gustaría, sin ser yo amigo ni fanático del Che, es que este tipo se hubiera
puesto, al ser chileno, el Allende de los gay. Tendría más lógica y el querido,
ético y respetado Salvador Allende le hubiera servido igual para sus objetivos.
Claro que, el expresidente chileno no tiene la misma pegada para el contexto
universal que el Che y es muy probable que de haberse nombrado el Allende de
los gay, a pesar de la libertad de expresión de la democracia en Chile le
hubieran caído a patadas por el culo, por sencillamente, falta de respeto.
Pues el amigo Robles,
en una de sus presentaciones públicas, con el objetivo de llamar la atención,
sin tener mucho que mostrar, más allá de ser homosexual pienso yo, pues posa
frente a fotógrafos con la imagen del Che muerto, con esa foto extremadamente
impresionante hecha exclusivamente a la cara del cadáver donde está aun con los
ojos abiertos, tapizada y adornada de plumas rosadas.
La irreverencia ha sido
siempre un arma de los inconformes, de aquellos que quieren llamar la atención
y quieren obtener cambios. La burla, la ironía, la sátira e incluso la comedia
pueden funcionar, pero dentro de todo esto hay que tener cierto sentido común y
sobre todo respeto.
El Che de los gay, al
que evidentemente le falta valor para darse candela frente a las cámaras y así
pasar a la historia como líder de su movimiento, pues se burla, y repito, el
Che no fue amigo mío, sigo prefiriendo a Ian Guillan y Robert Plant, de una de
las figuras más conocidas e incluso respetada por gran parte de los habitantes
del planeta, quienes lo identifican, conocedores o no de su verdadera historia,
con las causas más justas y nobles de los humanos. Verlo parado con la foto de
la cara del Che muerto, adornada de plumas rosadas, a mí, defensor de los
homosexuales, me causa una enorme repugnancia. Se puede ser lo que uno quiera,
pero existen cosas con las que uno no puede jugar.
Para colmo y no
contento, el Che de los gay, además, se ha parado y le ha envuelto en el cuello
una bandera gay a un busto de José Martí y le ha pintado los labios de rojo,
cometiendo, una de las mayores ofensas, nada más y nada menos que a la figura
más grande que ha dado la historia de Cuba y que como sabemos, nada tiene que
ver con el descalabro de estos últimos 60 años.
Esto me recuerda un
hecho e imágenes repetidas hasta la inmensidad por el gobierno revolucionario, sobre
aquel incidente ocurrido el 11 de marzo de 1949 y los tres marines
norteamericanos. Según el recuento, tres marines, medio borrachos, se subieron
sobre la estatua de José Martí que está en el Parque Central, el más hábil de
ellos, alcanzó a subir hasta el final y desde allí orinó hacia abajo sobre la
estatua.
¿Conocían los marines a
quién estaban orinando? Es probable que sí, pero es probable que no. Puede
haber sido un acto planificado de burla y desprecio por Cuba y nuestra
historia, pero puede haber sido perfectamente, conociendo que los marines de
aquellos años no eran muy estudiados, el resultado de una estúpida borrachera. Todos
los que hemos estado borrachos un día, sabemos que, acompañados de un grupo de
amigos, podemos hacer cualquier cosa.
Imagino la historia de
tal forma. Los tres marines, en su tiempo libre, pasaron la noche disfrutando
en uno o varios bares de La Habana republicana. Uno de ellos, Richard, acabado
de salir del último bar, quizás acompañado todavía de algunas bellas jóvenes
cubanas y con tremenda curda, le dijo a sus amigos, George y Herbert, me estoy
orinando, no aguanto más y entonces uno de ellos le dijo, a que no subes y
orinas desde allá arriba. Richard, bien entrenado físicamente y volado por el
alcohol como una cafetera, respondió, ¿qué no?, ¿qué te apuestas a que lo hago?
Y entonces lo hizo, no sólo subió, sino que desde allí después de lograr cierto
equilibrio entre los brazos de la escultura, se bajó el zipper, acción que pudo
ser difícil de lograr en aquel estado, y orinó, debido a la gravedad obviamente,
la escultura de José Martí salió mojada.
Viendo lo que ocurría,
los cubanos que allí estaban, recuerdo que es uno de los parques más
concurridos de la ciudad, puro pueblo, arremetieron contra los tres marines y
cuentan que, a piedras y botellazos, los hicieron bajar y aquello terminó con
una gran golpiza, donde los americanos trataban de escapar y los cubanos
arremetían contra ellos, incluso delante de la presencia de unos pocos policías
que, enterados de la bronca, llegaron al lugar. Hubo que esperar por más policías
para sofocar la pelea, que más que eso, debió haber sido una tremenda tranca
que un grupo de cubanos le estaban dando a los marines. Al final los
norteamericanos fueron llevados y puesto en calabozos, creo que para
preservarles la vida en espera de sus representantes. Al día siguiente hubo
manifestaciones de protestas populares contra el ultraje cometido.
Los marines fueron sancionados
y el embajador norteamericano de turno se vio obligado a poner una ofrenda
florar delante de la estatua y pedir disculpas al pueblo de Cuba, como una
forma de aplacar el disgusto que tres marines estúpidos y borrachos habían
ocasionado.
¿Qué tiene entonces de
complicado lo del Che de los gay? Bueno, primero no debe ser tan ingenuo como
los marines y no anda borracho todo el día, por lo que para mí es un payaso y oportunista
planificado, lo que sería lo de menos porque de payasos estamos rodeados, lo
peor de lo peor es que este tipo es amigo, o al menos lo fue bastante cercano
de Mariela Castro, ya siendo ella Directora del CENESEX, o sea, una figura de
gobierno en Cuba y eso es lo que lo debe estar salvando.
Los que conocemos Cuba
sabemos que, si un ciudadano no cubano en el extranjero, sin estar calzado por
alguien de adentro, se le ocurre agredir, por ejemplo a la imagen de José
Martí, eso sólo hubiera alcanzado para, convertirlo en personaje no grato y por
ende negarle de por vida la entrada a Cuba, además de una nota de protesta del Ministerio
de Relaciones Exteriores de Cuba en la ONU y probablemente una concentración de
un grupo de cubanos con banderas y consignas frente a una determinada embajada
donde se ratificaría el apoyo del pueblo a su Revolución y la ofensa del “imperialismo
yanqui”, aunque el ofensor hubiera sido de Pakistán, contra Cuba y su historia de
lucha por la independencia.
Si el Che de los gay
fuera cubano y se le ocurre salir a marchar con la foto de la cara de Ernesto
Guevara muerto adornada con plumas rosadas y luego pintarle los labios a un
busto de José Martí, lo menos que le podía pasar sería lo mismo que según
cuenta le pasó al misterioso personaje “el hombre de la máscara de hierro, el
cual fue puesto prisionero, según Volteire, en la Bastilla hasta que murió sin
que quede claro el por qué. Y es hasta cierto punto entendible, porque más allá
de la democracia y la libertad de expresión, nada más y nada menos que José
Martí y el Che Guevara para la historia de Cuba, no son lo mismo que la
escultura del pobre John Lennon, al cual sentado en el banco en un parque
habanero, le han robado varias veces sus famosos espejuelos. Puede ser
parecido, pero para nada es igual.
Entonces aparecen los
por qué.
¿Por qué el gobierno
cubano no ha hecho una declaración en contra de este tipo? Podría ser para no
darle importancia y convertirlo en algo más relevante de lo que él se cree. Podría
ser que apoya al CENESEX y su actividad desde el exterior. Podría ser que es
amigo personal de Mariela y nadie quiera meterse con la hija de Raúl Castro, verdadero
presidente detrás de la silla presidencial e incluso podría ser un colaborador
de la inteligencia cubana así con su fachada tonta de homosexual.
¿Por qué Mariela Castro
no se ha quitado la imagen de su amigo de arriba?, ¿Cómo es que no ha salido a
hacer declaraciones acusatorias sobre lo que su amigo ha hecho con figuras muy importantes
de nuestra historia?, ¿Cómo es que no aparece una sanción y ruptura pública?
La historia demuestra
que “todo es posible en la Viña del Señor” y los gobiernos tienen su forma de
reaccionar, da igual en Cuba o en Burundi. El gobierno cubano es famoso por sus
maniobras, porque siempre hay objetivos más grandes y entonces silencio total.
Mariela, una vez más es
una camajana. Es una culebra que puede arrastrarse para sobrevivir, porque mucho
tiempo ha esperado en la sombra. Es, a mi modo de ver, una oportunista más.
He visto dos videos que
pueden ratificar esto, para los que puedan pensar que la tengo cogida con ella.
En octubre del 2011, ella, en una de sus justificaciones profesionales se fue
a Holanda y la llevaron a visitar el Barrio Rojo de Ámsterdam, famosa zona
conocida por la prostitución autorizada, en aquel momento fue entrevistada y
sus palabras, resumidas aquí textualmente fueron:
“Admiro y respeto el
modo en que han encontrado una manera digna de hacer su trabajo sexual y de
hacerse respetar”
“Me ha gustado mucho
conocer directamente cómo es que lo hacen”
“Lo que más me ha
gustado es la manera de cómo han podido procesar y dignificar y hacer valer el
trabajo que hacen, porque es un trabajo, además de hacer valer derechos
también, eso me parece muy importante y los cuidados de salud, la protección de
la violencia, la protección del abuso en sentido general”
“Por un lado comprendo
a las personas que dicen que hay que cerrar esta experiencia, pero por otro
lado pienso que cerrar esta experiencia conllevaría a otros problemas mayores
para las personas que viven de este tipo de empleo o de este tipo de oficio”
Incluso entre risas, se
permitió hacer un chiste sobre una muchacha cubana que había hecho algo que en
Cuba se denomina “sexo transaccional, o sea, sexo como pago a bienes de consumo
servicios. La cubana tenía el baño roto y decidió llamar a un plomero para
arreglarlo, como no tenía dinero para pagar, le ofreció favores sexuales. A Mariela
esto le pareció gracioso, además de aceptable, dijo que eso estaba bien, que la
chica no era prostituta, que no le gustaba, pero que arreglar algo, bien podría
pagarse con el cuerpo.
Mariela paseó Ámsterdam,
imagino que compró algunas cositas y recién llegada a Cuba fue entrevistada por
una periodista cubana para conocer sobre su experiencia, ella entonces declaró:
“El Barrio Rojo es históricamente
conocido, desde una mirada turística, de atracción turística, pero es
denigrante que como una atracción turística se utilice a la mujer,
principalmente que es la atracción explotada que se puede apreciar detrás de
las vitrinas con luces rojas y vestuario interior”.
“Hay un área que son
mujeres migrantes de Europa del Este, hay un área de latinas y otra de
holandesas y realmente me resultó triste ver a estar personas en esta situación
de explotación, no solamente por ser trabajadoras sexuales como se les
reconoce, sino por ser mujeres”
“Admiro el trabajo de
grupos que están trabajando para reconocer los derechos de estas mujeres y
otros grupos que trabajan en contra del tráfico de las personas”
¿Esta experiencia
podría exportarse a Cuba?, pregunta la periodista en off y ella respondió que
le había dicho tres veces a la cadena que la entrevistó en Holanda, que “no,
Cuba aboga por la experiencia sueca, que es la de penalizar a las personas que
compran el servicio sexual porque es una forma de explotación”.
Este es el doble discurso
de la dirigente cubana, por un lado, en Holanda, se muestra encantada con la
experiencia de dignificar el trabajo y oficio de la prostitución y los cuidados
de la salud y la protección contra la violencia y, por otro lado, ya en Cuba a
pocos días de sus primeras declaraciones, entonces dice que se sintió triste
por la prostitución y que hay que meter presos a quienes busquen ese servicio.
Cuál de las dos Mariela
es la de verdad. La primera, abierta, comprensiva, alegre, jocosa, que queda impresionada
con las prostitutas del Barrio Rojo, la misma que es amiga y se deja fotografiar
con el Che de los gay, o la que siente tristeza por las mujeres y quiere meter
preso a los que quieran pagar por ellas y deja embarcados a parte de sus seguidores
en una marcha que estaba y ella lo sabía, condenada al fracaso y a la represión.
No me hagan caso. Para los
que estén interesados y tengan acceso a internet, les dejo aquí las dos
direcciones donde aparecen ambas entrevistas, para que además de comprobar lo
que aquí les cuento, puedan escuchar la entonación de la voz en cada caso y verle
la cara a esta nueva Diva del poder en Cuba.
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