miércoles, 15 de abril de 2020

Pongamos en cuarentena a la información.

No soy chino, no estoy en China y para colmo de males, nunca me ha gustado el gobierno chino, ni incluso sus, hoy, aparentes logros económicos. No estoy deslumbrado por esos, cuatro, cinco, diez puntos de desarrollo productivo, manteniendo a los mismos productores en condiciones de hacinamiento, mal pagados, etc., y sobre todo manteniendo al resto del país, en condiciones casi semi feudales. Me gustan los niños chinos, son lindos con sus pelitos lacios y sus ojos rasgados, pero generalmente cuando crecen ya no me gustan, se ponen feos.

Claro, las imágenes de las ciudades lindas, alumbradas, limpias, etc., que se publican y los chinos riendo dentro de ellas, pueden enamorar y crear la falsa ilusión de que eso es lo que necesitamos para el desarrollo, sobre todo a una gran parte de los cubanos, tan necesitados de ciudades lindas, limpias, alumbradas y sonrisas.

Es cierto, una parte de la población china, de más de 1300 millones de personas, está escapando, algunos millonarios incluso, pero al ser un capitalismo desarrollado dentro de un sistema político comunista, engendro poco explicable teóricamente, el sistema sigue siendo excluyente. Ellos, el partido comunista en el gobierno, seleccionan a quiénes les va a tocar, pienso que les cobra una gran mascada de lo que toca y el resto, pues que se joda. No es de extrañar que muchos de los empresarios y millonarios chinos hoy, ayer campesinos u obreros, estén manejando a nombre propio, como testaferros, el dinero que les da el propio gobierno.

Los chinos son famosos, no de ahora, sino desde siempre, por sus políticas frías represivas internas, muchas de ellas que someten a una gran parte de su población, sin tener muy en cuenta lo que pasa en el exterior, ni lo que dicen amigos o enemigos. Los cubanos nos quejamos y puedo asegurar, por lo que he vivido, que, con razón, pero jamás nuestro entorno se parece al de China, al final el buen ron, la música y el baile, los amigos de la infancia en la policía o la Seguridad del Estado, el sexo, nos han salvado. China fue y sigue siendo un imperio cerrado, sólo abierto a conveniencia y está demostrado que meterle caña a un millón de “amarillos” no representa mucho problema.

Ahora el Coronavirus nos trae, o me trae, muchas dudas sobre el buen actuar del gobierno chino, considerando la información que está a disposición, actuar que no me es extraño, a partir de toda la complejidad de la historia de ese país y su actuación totalitaria. No creo poder definir nada, porque en realidad lo que tengo más que todo son preguntas, dudas, que, para no sumarme a lo que está ocurriendo más allá del virus, prefiero no escribir ahora. Ya luego, con más claridad sobre esto, a lo mejor me anime. Sólo diré que he visto muchas declaraciones de ciudadanos chinos, honestos, de diferentes edades y sexos, al parecer conocedores de lo que ha y está pasando, culpando a su gobierno por lo que ha ocurrido no sólo en China, sino en el mundo y pidiendo disculpas por ello. Es lo más que pueden hacer, están pidiendo que no la cojan con el pueblo chino, pues no es culpable. Saben y aclaran, además, que por sus declaraciones al mundo están seguros de tener que enfrentar consecuencias personales.

China, ha publicado que está fuera o libre del virus y ha comenzado a ayudar a otras naciones afectadas con medicamentos y equipos y paralelamente han comenzado a aparecer informaciones sobre ese país y el Coronavirus, que no puedo asegurar que sean 100% ciertas, pero la historia como ciencia demuestra que “cuando el río suena es porque piedras trae”. El tiempo pasará y entonces, como siempre, personas no involucradas, no actores con cabezas frías, podrán dar una versión objetiva, creíble, con datos e informaciones reales. “No van lejos los de adelante, si los de atrás corren bien”, “Mas fácil se coge a un mentiroso que a un cojo”, “La mentira tiene piernas cortas”.

He leído algo, reconozco que no tanto como otras personas, porque por recursos de sobrevivencia, mi cerebro, ha parado el interés por estar al tanto, minuto a minuto, de lo que está pasando en cada rincón del mundo. Son tantos los infestados, los muertos, las noticias aparentemente reales y sobre todo, las aparentemente falsas; son tantos los que, como dice mi amigo Félix desde España, han aprovechado el momento para criticar a los gobiernos de aquí, a los de allá, para demeritar lo que se está haciendo, para mostrar la inconformidad con sus realidades; son tantos los que pelean con otros para imponer su forma de pensar, para salvar el pedazo de tierra donde viven voluntarios o por necesidad, son tantas y tantas las comparaciones y creo, personas apostadas detrás de sus pantallas para criticar el más mínimo detalle, sin reales o sólidos argumentos, que después de algunos meses, ya no puedo seguir interesado. Sé lo que significa, sé cómo cuidarme mínimamente, estoy al tanto de los míos cercanos, familia y amigos, estén donde estén y entonces espero que todos salgamos de esto y que no demore mucho. No soy político de oficio, no soy médico.

De más está decir que el Coronavirus ha devenido en un campo de batalla ideológico absurdo, donde los partidarios de diferentes bandos están aprovechando lo mínimo para derrotar al otro bando. ¿Qué es mejor ahora el capitalismo o el comunismo?, ¿Quiénes son mejores en Estados Unidos los demócratas o los republicanos?, ¿Europa socialdemócrata es más efectiva que el capitalismo norteamericano?, ¿Se vive mejor en Finlandia, país con 6 millones de personas a los que se les quita en impuestos hasta el 40% de su salario para obras y actividades sociales o en Estados Unidos con 327 millones de personas, donde de forma general la atención médica es pagada y los medicamentos, también generalmente, son caros?, ¿China, potencialmente locomotora financiera del mundo hoy, tiene mayores ventajas para vivir que España, Italia, Reino Unido, Japón y los propios Estados Unidos, países evidentemente muy afectados por la pandemia?, ¿Tendría que aprender el gobierno de Trump del sistema de salud del gobierno de Cuba y a cada ciudadano, echarle bajo la lengua tres goticas de un medicamento homeopático para elevar la inmunidad humana?

La estrategia personal que recomiendo es no coger lucha con cada actuación de cada gobierno, todos o casi absolutamente todos, a lo largo de la historia, han manejado y manejan la información, los recursos, las acciones, etc., a conveniencia. Desde la Antigua Grecia, en la llamada ciudad-estado, Atenas, no fue la única, pero si la más sólida, allá por el siglo VI a.C., donde los representantes que votaban se dedicaban a meter muela, comer, fraguar algunas traiciones y conspiraciones y participar en fiestas, etc., hasta hoy en Estados Unidos y en Cuba, ejemplo de dos gobiernos modernos diferentes, los políticos son todos parecidos, salvo, claro, muy honrosas excepciones.

A los que no estamos sentados tomando las decisiones, nos cuesta siempre trabajo entender el por qué de cada cosa, de cada segundo, de cada milímetro y casi siempre queremos, apelando a la lógica y el sentido común, que muchos suponemos tener, pero a veces no tenemos, que las cosas evolucionen rápido y efectivamente, tan rápido y efectivo como a nuestra conveniencia personal le convenga. Si esto fuera tan fácil, pues el planeta Tierra tendría un solo gobierno, jugaríamos en un columpio cantando canciones de amor todo el día y nos sentaríamos, imitando a Adam y Eva, a comer los frutos del Paraíso.

Las noticias sobre Estados Unidos son alarmantes, claro, pero son más porque muchas televisoras de aquí y luego del mundo entero, se han dedicado, a mí modo de ver, a multiplicar los problemas y presentarlos como el caos, la Apocalipsis, más que todo como una forma de pasarle las cuentas viejas a los políticos que no gustan.

Tal es así, que, de todos lados, incluyendo a Cuba, nada más y nada menos que de Cuba, recibo mensajes de preocupación extrema. Todos allí están preocupados por lo que estamos pasando aquí. Se dicen que los muertos están en las calles, que el sistema norteamericano de salud, o sea, hospitales, médicos, enfermeras, técnicos, personal de apoyo, etc., está totalmente colapsado, que ya nadie puede atender a los enfermos, que la economía está al derrumbarse, que todos pasaremos hambre y por supuesto, que el Sr. Presidente Trump es culpable de todas y cada una de las cosas que están pasando, da igual que se hable del fatídico virus como de un niño que nació sietemesino, da igual que se esté calculando los muertos por el Corona hasta de que ayer se disparó un transformador y se fue la electricidad en tres cuadras de un barrio de Iowa. Se dice que a Trump sólo le importa la economía, el dinero, aunque para eso tenga que “matar” a millones de los ciudadanos de este país. Señoresssssssssssss!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

Trump, le ha venido bien a todos aquellos que necesitan un culpable, un malo de la película, a muchos que están aquí y a otros que nunca han venido. Trump le puede caer bien a muchos y mal a otros, pero por favor, amigos, no es el culpable de que, ahora en medio del Coronavirus, un lobo salvaje, aprovechando la madrugada se meta en el gallinero y se coma unas gallinas.

No trato de tirarle un cabo a Trump, sólo estoy tratando de llamar la atención sobre la enormidad de quejas, criticas, burlas, etc., que el tipo recibe diariamente, de personas que viven aquí y no les gusta, de personas que viven en Cuba y prefieren hablar del presidente de Estados Unidos para no hablar del presidente que ellos tienen y personas que viven en otros lugares del mundo y como parte de una ola gigantesca  y de moda, se suman a las críticas, sin conocer, creo yo bien, las interioridades del gobierno, personas poco críticas con otras realidades, pero extremadamente criticas con la realidad norteamericana.

Mi opinión es que hay muertos y habrá, es innegable, pero ninguno está tirado en las calles, no caminamos por encima de los cadáveres, es mentira, no estamos pasando hambre, no estamos nerviosos porque el fin del mundo llegó. A diferencia de un señor muerto en la acera, donde por horas nadie lo vino a buscar y ni tan siquiera pudieron tapar el cuerpo sin vida con un trapo viejo y que cuando enviaron a un trabajador de salud, lo enviaron sólo, sin equipos, el que se negó a recogerlo porque tenía dos hijos, frente a un grupo de policías y funcionarios del gobierno municipal que sólo observaban, que se están dedicando a evitar que las personas filmen con sus teléfonos y publiquen fotos y videos, pero que tampoco se brindaron a recogerlo y hubo que esperar a que una vecina, mujer cubana, guapa, sin uniforme, sin trajes especiales, sin mascarilla N95, autonombrada hija de San Lázaro, Babalú Ayé, lo cogió por los pies para meterlo dentro de una caja de madera, en un pueblo de la provincia Pinar del Río, toda esta escena frente a vecinos y niños.

El manejo de la información, de forma consciente o inconscientemente tiene en momentos como estos su máxima complicación. Todo se presta para el manejo, a veces inescrupuloso. Hoy sólo hay que dar un clic para que, la información real, buena, ilustrativa, que ayuda, pero también la falsa, la que alarma, la amarillista, la que desinforma y crea desinformación, vuele y llegue a millones de personas. El mundo está alarmado por el Coronavirus y muchos están muy entretenidos mostrando su preocupación, preocupando a otros.

Desde Cuba, representando la información oficial o la tendencia del gobierno, me llega algo como este mensaje publicado por Mariela Castro, una persona que forma parte del gobierno en su función profesional y política, que espera la ocasión exacta para hablar, a pesar de que puede callar frente a muchos y más complicados problemas internos que sí le debiesen interesar:

“! Que desastre! Me duele el pueblo estadounidense. # Trump sigue maltratando a su pueblo cuando más atención necesita de su presidente. # Covid19 #CubaSalva”

Por supuesto, con mensajes como estos, muchas personas que viven en Cuba, sinceramente preocupadas, se hacen eco del bombardeo consciente, de la información sacada de contexto, de la repetición y repetición de que los problemas están en otro lugar y me hacen llegar mensajes como este que reproduzco:

“Hola querido Roly. ¿Cómo andan de salud ustedes hoy?......Lo que veo que está pasando por allá es terrible… muchos enfermos y muertos… Yo hasta ahora normal… La pandemia sigue avanzando por doquier…y por acá hay más medidas de contención y prevención. Y el Sr. que manda por allá está loquísimo, más ahora, tomando medidas contra la OMS y otros países, cuando tiene que componer el suyo…"

¿Qué decir? Amigos y familiares cercanos, denle un golpe de cuarentena a la información, saldremos del Coronavirus, pero luego quedaremos enfermos, nerviosos, estresados, histéricos. Seleccionemos fuentes confiables y afiliémonos a ella. Existe mucha mentira, mucha mala intención, mucha desinformación que presume de estar informada. 
Apaguemos nuestras pantallas un rato cada día. Es un buen momento para regresar a los libros de papel, sentir la inigualable sensación de mojarse un dedo para pasar una página, regresemos o aprendamos sobre las labores manuales, da igual pasar un trapo húmedo a los muebles, hacer origamis o regar las plantas. Volvamos al entretenimiento sano.  

Los religiosos cristianos pueden volver a leer el Viejo y el Nuevo Testamento. A los cubanos musulmanes les recomiendo el Corán en su versión en árabe. A los patriotas les recomiendo las Obras Completas de José Martí, la edición de 20 tomos. Para los revolucionarios pueden empezar a leer todos los discursos, intervenciones, declaraciones, reflexiones de Fidel Castro, empezando por su alegato histórico en el juicio por el asalto al Moncada. A los que les gusta la ciencia ficción pueden seleccionar algún escrito de Marx o los que luego hiciera Lenin. Para aquellos que gustan de los detalles mínimos e inacabables pueden escoger a García Márquez y sus “Cien años de Soledad” y si quieren sentir lo que significa el aplastante no paso del tiempo, les recomiendo el documental del más francés de todos los cubanos, Alejo Carpentier, sobre La Habana, también pueden retomar las cinco partes de Liberación, sobre la Gran Guerra Patria de los Soviéticos, o la inigualable serie de espionaje, sólo un poquito lenta por la factura, “17 Instantes de una Primavera”.

Estaremos bien, cualquier de estas acciones serán mejores que aprender de memoria el nombre y la edad de cada uno de los fallecidos. El virus que nos ha tocado vivir, es eso, nos ha tocado vivir y lamentablemente ha afectado a muchos a la misma vez. El no se resuelve criticando, ni sobre inflando noticias o estados de ánimos. El virus no se resuelve con depresión. Preocupémonos por ocuparnos.





domingo, 5 de abril de 2020

“Si, Silvio que demande, que demande”.


“Si, Silvio que demande, que demande”, es una expresión típica de un cubano, lo sé porque así reaccionaría yo, o sea, no de un intelectual de última hora frente a una entrevista, no de un influencer, incluso, no de una persona que sube un pensamiento preparado, tan de moda ahora, a la red de redes. Es así como hablamos los cubanos, es de esa forma como nos expresamos de verdad, sobre todo, cuando estamos jodidos. Ese es nuestro más y mejor castellano.

La frase sale de Yotuel, uno de los cantantes de Orishas y está relacionada con el Sr. Susurro Rodríguez, alías Silvio, y la cola que ha tenido todo lo relacionado con la canción, “Ojalá pase”, que hace ya unos meses Orishas y su invitada Beatriz Luengo, sacaran utilizando una estrofa o pedazo de la canción original del famoso trovador cubano.

Sé que algunos de mis lectores asiduos, que son mi familia y mis amigos, o quizás todos, podrán pensar que el Sr Susurro Rodríguez, alías Silvio, no me cae bien y si, es verdad, los que me conocen de antes saben que nunca me cayó bien y entonces, como simple mortal, no fui y no soy seguidor de las letras de sus canciones, porque el trovador cubano, cantante nunca fue.

El asunto de la canción “Ojalá pase” ha venido caminando en silencio y ahora ha vuelto a explotar, dándonos una, diríamos, segunda parte donde a mi gusto, el Sr Susurro Rodríguez, alias Silvio, sale más embarrado que en la primera parte y es precisamente la referida a la actuación consecuencia del dueño del pedazo de canción utilizada por los jóvenes cantantes cubanos.

Ya escribí un artículo sobre lo relacionado con la canción en este blog el día 28 de enero de 2020, bajo el título “Ojalá” de Silvio Rodríguez vs “Ojalá pase” de Orishas y Beatriz Luengo y puede parecer pedante citarme a mí mismo, pero lo escribí. En aquel momento, después de dar los detalles del cuento, di mi opinión. Reproduzco aquí un parte de ella, para los que no leyeron o no entendieron en aquella ocasión, puedan entenderme ahora.


Conozco la obra de Silvio Rodríguez, creo que no ha ganado la fama de buen compositor por gusto. Su creación artística es enorme y en una época fue meritoria, fue siempre mejor compositor incluso tocador de guitarra, que cantante, pero hoy no creo que Silvio sea esa persona importante dentro de Cuba. Conozco algunas de sus canciones, no todas, porque nunca fui su fanático. Algunas de sus canciones las entiendo, las puedo tararear, otras, creo que ni él mismo, ya no digamos el pueblo cubano, entiende qué quiso decir. Claro, si se quiere ser intelectual de Facebook hoy, se tiene que decir que el tipo es lo más grande que ha dado Cuba.

Conozco Cuba. A pesar de vivir fuera de ella, mantengo relaciones sistemáticas con cubanos que están fuera y dentro de la isla. Jamás he visto recientemente a nadie escuchando una canción de Silvio Rodriguez, a pesar de que conozco que muchos escuchan a Sabina, Serrat, Arjona. Tengo dos hijos jóvenes, jamás los he visto escuchando una canción de Silvio, a lo mejor no pueden ni reconocer su apellido. Con frecuencia participo en reuniones y fiestas entre amigos cubanos, jamás nadie ha pedido que se ponga una canción de Silvio para cantarla a coro y puedo reconocer que por cierta nostalgia hemos cantado hasta las canciones de los Yoyos. No he visitado ninguna casa de un cubano donde exista una foto de Silvio Rodriguez colgada en la pared, en mi casa tengo dos de Steve Perry. Entonces me da a pensar que su obra es grande, pero Silvio hoy no lo es tanto como Milena quiere dejar ver. Silvio, es tan grande como lo fue Bola de Nieve o Rita Montaner y habrá que ver, cuántos cubanos de los más de 13 millones que somos, recuerdan a estas figuras de nuestra cultura diariamente y gustan amenizar sus fiestas con sus inigualables interpretaciones.

Ojalá pase, es una linda canción, más allá de si es plagio o no. Es una canción que toca las fibras cubanas. Es una canción valiente. Ellos, para mi entendimiento, utilizaron sin cambiar nada, una parte de la letra de Silvio, una parte linda. No transformaron su canción, no ocultaron el uso que le dieron, no cambiaron la letra con sinónimos y antónimos para hacer fácil su obra, por el contrario, engarzaron muy a gusto, la letra vieja con la parte nueva. Ojalá pase, es una obra que habla de Cuba, de la tierra de hoy, habla de la realidad que el gobierno, quizás la periodista Milena y sus más furiosos seguidores o secundadores, no quieren hablar. Yotuel, uno de los Orishas le respondió a Silvio que, como él escribió su Ojalá a una novia, ellos también escribieron su Ojalá para un primer amor y que ese amor es Cuba. A buen entendedor …

Ojalá pase, puede ser mañana, no sólo el título de una canción, sino la representación del sueño de muchos cubanos. Vale la pena decir que por cada disgustado por lo que le han hecho a Silvio, por cada fiscal acusador detrás de la intelectualidad y la legalidad, existen decenas de cubanos e incluso no cubanos, que hemos escuchado la canción y nos ha gustado. Necesitamos hoy más canciones como esta. Necesitamos más artistas como estos.
Ojalá pase."

Bueno, mi opinión. Ahora, para los seguidores del trovador cubano, les adelanto que no escribiré sobre algo que me he inventado, o sobre lo que alguien me contó, que le contaron y que no estoy influido por ningún líder o supuesto líder de opinión. Trataré de reflexionar, claro con mi cerebro, sobre lo que he visto, declarado por uno de los demandados en esta historia, Yotuel.

Resulta que el Sr Rodríguez ha presentado una demanda legal, cosa que muchos esperábamos, como parte de los tantos reclamos que, desde la posición de víctima, sirven para la propaganda desde la isla, el mismo Silvio que se ha puesto orgulloso e incluso ha felicitado a personas no cubanas, cuando una de sus canciones ha sido utilizada, sin previo permiso, para defender alguna idea, de esas, llamadas de izquierda.

La canción, “Ojalá pase”, por la cual los autores siguen asegurando que no han recibido ni un centavo, porque fue puesta para ser descargada de gratis, es propiedad de la compañía Chancleta Records, radicada en Miami, dónde, a decir de los expertos, se debería haber dirigido la demanda, o sea, Silvio Rodríguez y sus abogados deberían haber presentado su reclamación legal en Estados Unidos donde está la propietaria de la canción, pero no, no fue allí.

El Sr Rodríguez, mediante sus abogados, según cuentan de un bufete muy caro en España, reclama directamente en Madrid contra Orishas e incluso su invitada española, que nada tiene que ver legalmente, porque sólo fue una invitada, o sea, lo que denota una rabieta del autor dañado, mal asesorado. Hoy en abril del 2020 una vez más, cubano contra cubano. No es una reclamación contra una compañía, no es una demanda contra una disquera millonaria, es sencillamente una demanda a otro cubano, desde el aparente poder del dinero y la fama del trovador cubano.

No obstante, los buenos abogados y el pedazo de letra cogida públicamente y no negada por Orishas, la demanda legal en Madrid fue desestimada, no procedió, aparentemente por falta de argumentos sólidos, o sea, un juez del mismo sistema legal donde ellos demandaron concluyó que no había un caso, ni argumentos para seguir con aquello y cerró el expediente. Entonces el Sr Rodríguez y sus caros abogados, se han trasladado dentro de España y plantado una nueva demanda, ahora frente a un juez de Barcelona.

¿Y qué han argumentado el Sr Silvio y sus abogados frente a un juez de Barcelona, en esta nueva demanda, para darle mayor peso a su reclamo? La nueva maniobra o argumento puede parecer un chiste, pero les pido no reír, es serio. El sólido argumento, del cual reproduzco aquí textualmente la parte nueva es:

“Pues bien, se considera que en este caso concurre el necesario periculum in mora, pues si no se acuerda el cese inmediato de la difusión y la promoción de la obra “Ojalá pase”, que consta que se está produciendo a un ritmo que crece de forma exponencial, especialmente en estos días de “confinamiento” de las personas en sus casas, adoptados en varios países, para frenar el contagio del Coronavirus, lo perjuicios irrogados al actor no sólo crecerán también de modo exponencial, sino que su recuperación será difícil o imposible en el caso de que resulte estimada la posible acción que llegue a ejercitarse en protección de sus derechos de autor”

Los abogados y sus formas de escribir, que todo lo complica. El argumento dice, traducido al cubano, que ahora en momentos de Coronavirus, donde todos estamos mayor tiempo dentro de las casas, las personas pueden escuchar más la canción. Ahora en momentos de Coronavirus el Sr Susurro Rodríguez sería más dañado porque las personas pueden escuchar más y más veces la canción “Ojalá pase” en detrimento y perjuicio del autor de la versión original de donde se tomó el fragmento. Pero ¿se podrá ser más descarado y oportunista? Ahora se está tratando de motivar a un juez de Barcelona, utilizando el momento sensible del Coronavirus. No lo digo yo, lo dice el propio Sr Silvio Rodríguez, a través del documento presentado por sus abogados, documento e ideas que nadie puede decir que él no domina, conoce, quizás no propuso o al menos no estuvo de acuerdo. Silvio por lo menos es cómplice de sus abogados.

¿Se estará buscando a un juez catalán, quizás dañado personalmente por el virus o que ha perdido a un familiar o amigo o que lleva muchos días encerrado en la casa, para con argumentos descarados, ahora sobre el Coronavirus, tratar de convencerlo?

Ahora, como dice Yotuel, que declaro no es mi amigo, si le tienen miedo a la canción, si el Sr. Susurro está, tal como dicen, afectado, si les preocupa que la canción se escuche y se escuche, que la gente la cante, que las personas las lleven en sus carros, en sus celulares, que mañana se pueda llevar en un cartel o bandera, es que la canción ha llegado al corazón de los cubanos y no exactamente por el pedazo de canción “robado” a Silvio. El “Ojalá” de Silvio y lo que significó en su momento, es hoy el “Ojalá pase” de Orishas y eso no lo pueden desconocer y menos evitar. Silvio y sus afamados abogados españoles no podrán evitar que las personas repitan la canción, porque, aunque puedan ganar la demanda en Barcelona o mañana en Singapur o Tailandia, esa demanda no puede entrar en el cerebro de cada cubano, menos en el corazón.  

No jodan, a Silvio ni le importa el pedazo de canción que le robaron, porque no afecta la cuenta millonaria en dólares que debe tener, ni le importa un carajo el pueblo de Cuba, todo eso es una obra de teatro, montada ahora con una nueva escenografía, obsérvese los argumentos de peso que ha elaborado. Tendrá el Sr Susurro Rodríguez, alias Silvio, que escribir una nueva canción, algo así como: Ojalá no pase el Coronavirus por mi casa, ojalá no afecte a los miembros del gobierno, ojalá se quite el bloqueo para poder ir a DisneyWorld, ojalá no me congelen mis cuentas bancarias como ya una vez me lo hicieron, para ojalá yo seguir viviendo como el necio millonario que soy. Esa letra sería más real para reflejar lo que el trovador cubano viene siendo desde hace años para sobrevivir o por conveniencia vivir bien y lo que realmente es.




El Terrible, mi colaborador, hace unas semanas, tropezó con el Sr Susurro Rodríguez en el parqueo de un hospital donde, siendo rico, se atiende de gratis y me comentó:

“Uno de los varios autos de Silvio, que por azar de la vida es un Toyota Land Cruiser. Tan austero como siempre”.








“Está bueno ya de pedir permiso, está bueno ya de pedir disculpas, está bueno ya de estar siempre con el miedo. Si, Silvio que demande, que demande” Esta es la respuesta de Yutuel, un joven cubano que no come miedo. Creo en ella, porque es la misma que yo hubiera dado y estoy seguro de que es la misma que mucho otros cubanos dan.



sábado, 4 de abril de 2020

Información contra información.


Me levanto hoy y veo una noticia que le está dando la vuelta al mundo. Lo primero que me cuestiono, después de haberla leído, es si es bueno o no tratar de reflexionar sobre ella. Podría ser una actuación inteligente dejarla pasar, hacerme el bobo, comentarlo con Martica y más nada. Sé que cualquier cosa, hoy más que nunca, que esté relacionada con Cuba, sobre todo más allá de los temas cotidianos, puede levantar roncha. Y es que, a mi entender, estamos plantados en dos bandos, apostados detrás de muros de piedras, esperando a que nuestro adversario, no importa el bando, diga o haga algo, para entonces correr a salir a quejarnos, protestar, pedir sangre o cabezas que rueden, solidarizarnos, hacernos cómplices, etc. A veces prima poco el sentido común.

Si algo me parece totalmente absurdo, es la comparación diaria, constante, de la cantidad de muertos por países, tratando entonces de deteriorar o salvar a cada gobierno, tal como si el virus actual, corriera dentro de los pueblos por filiación política y que son mejores unos gobiernos y peores otros, en dependencia de la cantidad de muertos. Es cierto, los gobiernos siempre tienen una responsabilidad, para eso los elegimos, las medidas tomadas más rápido o más lentas, etc., los más que cuestionados hoy sistemas de salud de cada país del mundo, incluso en aquellos donde jamás se nos ha ocurrido pensar, pero no es más mala la ciudad o el país donde más muertos hay, como no es mejor aquel donde los muertos son menos. La contaminación ha dependido de muchos factores y los muertos, humanos son, más allá de capitalistas, socialistas, comunistas o ignorantes políticos. Al parecer ningún sistema de salud, de ningún país del mundo, estaba preparado para lo que ha aparecido y menos de la forma que lo ha hecho.

Quizás sólo los locos ahora quieran dar su opinión públicamente, sabiendo, que no sólo puede crear problemas con el otro bando, no importa en el que se encuentren los locos, sino tener consecuencias más complicadas, echarse enemigos, perder amigos, etc. No obstante, por suerte, siempre han existido y existirán esos locos, ese grupo de personas que, más allá de bandos definidos, tratan de pensar y por qué no, hacer pensar.

Aclaro una cosa es ser loco con pensamientos y otra es ser un estúpido. Acabo de leer un post, el que tuve que leer varias veces porque no lo creía. Una persona ha publicado una nota diciendo que cada niño que muera en Cuba por causa del virus es un niño que se salvará del comunismo. Entonces, como no soy religioso, a esa persona la internaría en una sala de Coronavirus, lo contagiaría a conciencia, no le suministraría medicamentos, ni respirador, ni atención y me sentaría pacientemente a ver cómo muere, Le deseo una agonía dura.

La noticia en sí es sobre un cargamento de una donación china a Cuba, donación portadora de kits y equipos para combatir el Coronavirus. Ella tiene dos partes bien definidas, primero, la nota oficial, una especie de “historia me absolverá” publicada por el embajador cubano en China. La reproduzco textualmente, es larga y aburrida de leer, pero vale la pena para poder entender el objetivo. La segunda, que luego reproduciré textualmente también, es una reflexión que publicó un blog llamado “Siempre con Cuba”, que, a pesar de que he buscado, no tiene o no aparece el nombre del autor o autores, lo que lo convierte en anónimo, por lo que a nadie específico se le puede apoyar o reclamar. La o las personas del blog están apostadas en un bando, escondidos detrás de sus muros de piedras, que no son capaces de dar su cara, entonces en realidad, merecerían poca atención y credibilidad.

Mensaje original de Carlos Miguel Pereira Hernández, embajador cubano en China.

“Las cosas para Cuba siempre son más difíciles. Ni en tiempos de pandemia a los cubanos se nos permite respirar tranquilos. Cuando el pasado 13 de marzo, Jack Ma, fundador de Alibaba, el gigante electrónico chino y la fundación que lleva su nombre anunciaban al mundo su intención de donar a EEUU 500 mil kits de detección rápida de COVID-19 y un millón de mascarillas, haciendo caso omiso a los dichos xenófobos y racistas de su actual Presidente, antes ya lo había hecho a otras naciones como Japón, Corea del Sur, Italia, Irán y España, considerados entonces los países expuestos al mayor peligro, como expresión de su transparente llamado a unir esfuerzos en esta dura y desigual batalla.
Un segundo envío de donativos para apoyar los trabajos de prevención en Europa arribaría al aeropuerto belga de Liege el 16 de marzo. Ese mismo día, se reportaba también la llegada a Etiopía de otro cargamento destinado a los 54 países africanos. Un día después, un vuelo desde Hangzhou a Roma llevaría suministros médicos para la Cruz Roja italiana y se anunciaba que
Ese mismo día, otro avión arribaría a Zaragoza, España, con otra valiosa carga de unas 500 mil mascarillas y otros equipos médicos en apoyo al combate contra el nuevo Coronavirus. Ese día un post en su cuenta de Twitter aseguraba en español “Estevirusloparamosentretodos”. Un día más tarde, otro envío llegaría a Liege para apoyar los esfuerzos de Bélgica y Francia. La agencia china XINHUA destacó que la fundación Jack Ma incrementaba sus esfuerzos para proporcionar más apoyo a los países afectados, especialmente Italia, Bélgica, España, Eslovenia, Francia, Austria, Dinamarca, Alemania, Irlanda y los Países Bajos.
El 19 tocaría el turno a vecinos asiáticos como Indonesia, Malasia, Filipinas y Tailandia.
El 21 más suministros de emergencia para Afganistán, Bangladesh, Cambodia, Laos, Maldivas, Mongolia, Myanmar, Nepal, Pakistán y Sri Lanka. Días más tarde, envíos similares llegarían a Azerbaiyán, Bután, India, Kazajistán, Kirguistán, Uzbekistán y Vietnam. Sumaban ya 23 países asiáticos.
El 22 de marzo, a medida que la pandemia seguía avanzando, tocaría a América Latina y el Caribe.
Un nuevo tuit de Jack Ma anunciaba el envío de 2 millones de mascarillas, 400 mil kits de diagnóstico rápido y 104 ventiladores, a 24 países de nuestra región, entre ellos Cuba, Argentina, Brasil, Chile, Ecuador, República Dominicana y Perú. El 24 de marzo una publicación del Embajador chino en Panamá confirmaba la próxima llegada a ese país de 100 mil mascarillas y 10 kits diagnóstico, mientras su colega en La Habana confirmaba lo mismo.
Todavía ayer 30 de marzo se anunciaban envíos adicionales de equipamiento tales como ventiladores, guantes y trajes médicos protectores. El hashtag #OneWorldOneFight devino tendencia en las redes.
Sin embargo, entre tantas noticias y anuncios, uno de esos envíos no podría llegar a su destino final.
Resulta que su transportista, una empresa estadounidense contratada para hacerlo, declinó a última hora su encomienda bajo el argumento de que las regulaciones del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto contra el país de destino, recrudecido por la administración de turno en EEUU, le impedían hacerlo.
El noble, descomunal y encomiable esfuerzo del fundador de Alibaba y de la Fundación Jack Ma, que había logrado llegar a más de medio centenar de países en todo el mundo, no pudo tocar suelo cubano, sin importar cuán necesarios podían ser esos recursos en apoyo a la batalla que libra la pequeña isla antillana asediada y bloqueada. De nuevo, el injusto, arbitrario e ilegal bloqueo que todo lo trastoca.
Nuestro agradecimiento al Sr. Ma por haber pensado en nosotros y por los esfuerzos que todavía hace para que el aporte de su fundación llegue por fin a su destino. Las cosas para Cuba siempre serán más difíciles, por eso cada logro, cada pequeño paso de avance, se convierte en un colosal triunfo contra los demonios.”

Mensaje original del blog “Siempre con Cuba”

Publicado el 1 abril, 2020 por siempreconcuba

Cuba denuncia que donación de suministros médicos a #Cuba para combatir la #COVID19, de la Fundación china Alibabá, no ha podido llegar por regulaciones del criminal bloqueo del gobierno de #EEUU contra nuestro pueblo”. 
“El noble, descomunal y encomiable esfuerzo del fundador de Alibaba y de la Fundación Jack Ma, que había logrado llegar a más de medio centenar de países en todo el mundo, no pudo tocar suelo cubano, sin importar cuán necesarios podían ser esos recursos en apoyo a la batalla que libra la pequeña Isla antillana asediada y bloqueada”, afirma el embajador cubano en China, Carlos Miguel Pereira Hernández.
 ”Las cosas para Cuba siempre son más difíciles”, publica el diplomático en el blog de la embajada de Cuba en China, mientras relata la historia no contada de cómo no pudieron llegar suministros médicos desde China a Cuba, debido a los efectos extraterritoriales de la Ley Helms-Burton, una medida denunciada y rechazada por la comunidad internacional, que la considera una injerencia en los asuntos internos de un país soberano y contraría de manera absoluta al Derecho Internacional.
“Ni en tiempos de pandemia a los cubanos se nos permite respirar tranquilos”, escribe el Embajador, quien narra cómo a última hora la transportista contratada por Jack Ma, fundador de Alibaba, el gigante electrónico chino, renunció a traer a Cuba un donativo de mascarillas, kits de diagnóstico rápido y ventiladores.
 Ma ya había enviado 500 000 kits y un millón de mascarillas a Estados Unidos “haciendo caso omiso a los dichos xenófobos y racistas” de Donald Trump. Dio, además, su apoyo a Japón, Corea del Sur, Italia, Irán y España, considerados entonces los países expuestos al mayor peligro; así como a 54 países africanos y a la Cruz Roja italiana.
“#EsteVirusLoParamosEntreTodos”, había publicado Jack Ma en Twitter y un día después otro envío llegaría para apoyar los esfuerzos de Bélgica y Francia. Más tarde también llegarían recursos a 23 países asiáticos.
 “El 22 de marzo, a medida que la pandemia seguía avanzando, tocaría a América Latina y el Caribe”, escribe. A esta región del mundo, Jack Ma destinó dos millones de mascarillas, 400 000 kits de diagnóstico rápido y 104 ventiladores, que beneficiarían a 24 países de nuestra región, entre ellos Cuba, Argentina, Brasil, Chile, Ecuador, República Dominicana y Perú.
 “Todavía ayer 30 de marzo se anunciaban envíos adicionales de equipamiento, tales como ventiladores, guantes y trajes médicos protectores (…). Sin embargo, entre tantas noticias y anuncios, uno de esos envíos no podría llegar a su destino final”, denuncia Pereira Hernández, en tanto explica cómo la transportista contratada para el viaje “declinó” su encomienda bajo el argumento de que “las regulaciones del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto contra el país de destino, recrudecido por la administración de turno en EE. UU., le impedían hacerlo”.
 “El noble, descomunal y encomiable esfuerzo del fundador de Alibaba y de la Fundación Jack Ma, que había logrado llegar a más de medio centenar de países en todo el mundo, no pudo tocar suelo cubano, sin importar cuán necesarios podían ser esos recursos en apoyo a la batalla que libra la pequeña Isla antillana asediada y bloqueada”, sostiene Pereira Hernández.
Mientras el mundo une sus voces, una vez más, para que absurdos como estos no se repitan, cada logro de Cuba premia la resistencia de su pueblo noble y solidario, en esta lucha injusta contra la obsesión imperial.
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Es claro, la noticia se suma a todo un llamado internacional de un grupo de personas, que están pidiendo ahora al gobierno norteamericano, que levante el “embargo-bloqueo”, para que el gobierno cubano pueda recibir ayuda humanitaria que le permita luego enfrentar las posibles consecuencias del virus en su población y esto es lo más sensato y humano que se pueda pedir para ayudar a un país necesitado.
No deberían existir embargos-bloqueos por parte de uno o varios países a otro u otros países, porque siempre los que pagan, los que se joden, son los pobladores de esos países embargados-bloqueados. Es más que conocido que los integrantes de los gobiernos sean cuales sean, nunca han sufrido, ni sufrirán, los embates, porque si algo saben es protegerse muy bien. Para que los integrantes de un gobierno determinado sufran, tiene que haber muerto todos sus subordinados, o sea, el pueblo, ya que ellos, están dónde estén, tiene modos de vida, seguridades, confort, abastecimientos, que los dirigidos no posee.
Me parece también que no deberían existir bloqueos internos, ejercidos por los gobiernos contra sus ciudadanos, que los limite en el 100% de sus posibilidades, tanto económicas, políticas, sociales, como culturales, etc., pero entonces, con sus excepciones, tendríamos que remontarnos a la comunidad primitiva.
Cuba, lo que es lamentable, es una contradicción en sí misma. Por un lado el gobierno está gritando, a partir de sus voceros públicos y secretos, o sea, pagados y voluntarios, que tiene todas las condiciones necesarias para enfrentar sola el virus, que posee el medicamento capaz de erradicarlo, que ha tratado de vender al mundo infestado y que le sobran los médicos para, no sólo atender a sus ciudadanos, sino en un momento como este, donde incluso algunos países con los mejores sistemas de salud de mundo, han asumido públicamente que no alcanzan los médicos y el personal de salud de apoyo, está enviado grupos de médicos cubanos a una veintena de países. ¿Esto es verdad o mentira? Si es verdad, no necesitarían ayuda solidaria, ni recibir nada de gratis desde afuera con urgencia. Si es mentira, son una vez más, unos irresponsables.
Los que hemos vivido en Cuba años, sabemos, o al menos por lo vivido suponemos, que de verdad tiene poco, más allá de una porfía ideológica, que se utiliza para la creación de imágenes en aquellos, que sobre todo no viven dentro de la isla, o sea, me refiero a la capacidad nacional de producir máscaras para proteger a 11 millones de personas, respiradores para suministrar a todos los infestados y así salvar la mayor cantidad de vidas, alimentación adecuada para todos en el momento y la cantidad que todos la requieran, higiene máxima en todos y cada uno de los puntos de atención médica, etc. Es innegable, si los tiene para algunos, para un grupo, en algunos hospitales y centros científicos, pero no los tiene para todos, en cada médico de familia, en cada policlínico, en cada hospital, en cada sala de terapía intensiva de cada uno de los rincones de la isla. No los tiene para todos y una de las causas, puede ser para algunas cosas muy puntuales, el embargo-bloqueo, pero no es la única, ni la más importante. Las funerarias, instituciones que también está colapsadas en el mundo del virus, en Cuba son una de las muestras de la mayor depauperación en el sector de los muertos. Antes de salir de Cuba se reestrenaba el único lugar para incinerar cadáveres en toda la Ciudad de la Habana, que tiene más de dos millones de habitantes.
En medio de esa misma política norteamericana que lleva muchos años, la del embargo-bloqueo, Cuba ha enviado a miles de médicos a donde quiera que ha existido un gran o pequeño problema de salud, bajo el manto de la solidaridad, pero que ahora se cobra por ella y ha regalado, si regalado, varias salas de terapía intensiva, con todo el equipamiento necesario que lleva, a la Bolivia de Evo Morales, por sólo poner el ejemplo más reciente, cosas que la política exterior norteamericana no ha podido impedir.
Ahora, según esta noticia, el problema es una ayuda que no llegó a Cuba, pero observe el manejo sobre la misma. El blog dice: “… en tanto explica, haciendo referencia a las palabras del embajador cubano en China, cómo la transportista contratada para el viaje “declinó” su encomienda bajo el argumento de que “las regulaciones del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto contra el país de destino, recrudecido por la administración de turno en EE. UU., le impedían hacerlo”. Sin embargo, el embajador cubano en su nota textual dice: “Resulta que su transportista, haciendo referencia a la escogida por el que envía la ayuda, una empresa estadounidense contratada para hacerlo declinó a última hora su encomienda bajo el argumento de que “las regulaciones del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto contra el país de destino, recrudecido por la administración de turno en EE. UU., le impedían hacerlo”.

El blog defensor del gobierno de Cuba omite, con toda conveniencia y descaro, que el origen del transportista es estadounidense, cosa que al parecer al embajador se le fue y con esto se trata de dar una imagen de mayor violencia contra Cuba o su gobierno. Luego a mi parecer al propio embajador cubano en China se la va la mano cuando dice que el transportista, o sea, imagino que el capitán de la nave o el jefe de despacho o alguna otra alta autoridad dijo que, “las regulaciones del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto contra el país de destino, recrudecido por la administración de turno en EE. UU., le impedían hacerlo”. ¿El jefe de la transportación o despacho es comunista y está en contra del bloqueo?, ¿Son esas las palabras de un profesional de la carga, que además es norteamericano, o sea, aquello de regulaciones del bloqueo económico, comercial y financiero (…) recrudecido por la administración de turno en EE. UU? Me parece que a el embajador cubano, en su alegato histórico, se le fue la mano en la redacción de la nota.

Entonces, ¿en qué está el embajador cubano? Si como muchos suponemos, más allá de los discursos políticos tradicionales, el gobierno cubano necesita la ayuda, entonces el funcionario diplomático debía haber alertado al mecenas chino. Debería haberle dicho: _mi chinito, esto va a traer problemas, el transportista no puede entrar a Cuba, entonces necesitamos un transportista diferente o déjame ver si llamo al presidente cubano para que me envíe su avión presidencial o déjame llamar a mí homólogo en Panamá para dejar allí la carga y luego llevarla a Cuba con naves de vela si fuera necesario, como se ha hecho en miles de ocasiones durante estos últimos 60 años.

No hace más de tres meses Cuba compró públicamente a Corea del Sur una dotación de autos para la policía y carros antimotines que fueron bajados en Jamaica y luego llevados a Cuba por otro transportista. Se hace más caro, claro, pero los autos y carros antimotines llegaron. Son muchas las historias de contenedores sacados de los propios Estados Unidos enviados a Panamá con productos para Cuba, que luego de llegar allí se les cambiaban los documentos y se reembarcaban para la isla, hasta que el gobierno americano colocó sensores de ubicación dentro de sus contenedores.

Si yo fuera el presidente de Cuba, entonces llamaría a mi embajador, lo mandaría a buscar y lo pondría a hacer tapabocas en una máquina de coser, por inepto, incapaz, anormal, por haber trabajado mal o no saber hacer su trabajo, pero no, lo importante, a todas luces, más que la donación importante y urgente para atender al pueblo de Cuba, es formar el lío con aquello de la ayuda solidaria y el embargo-bloqueo. Si la donación fuera importante, se tenían que haber utilizado los mismos mecanismos que durante años se han utilizado para comprar, incluso dentro de los Estados Unidos, productos especiales y medicamentos especiales, para, incluso miembros del más alto nivel del gobierno cubano. Averiguar con Maciques, el judío, cubano, revolucionario de confiar, director de todo el complejo de Palacio de las Convenciones y almacenes y tiendas Palco, qué es lo que durante muchos años hizo para y por encargos personales.

Si la donación fuera importante y yo creo que lo es, debería el embajador haber alertado al chino y a la misma vez al gobierno cubano, se deberían haber tomado las medidas para “burlar” a los norteamericanos y no querer fajarse ahora mismo con la política norteamericana para que quite en segundos lo que tiene establecido por décadas y no dejar que se diera el problema. ¿Qué es más importante ahora, la donación o reclamar que se quite el embargo-bloqueo?

Pero entonces cuestiono más. Si el asunto es tan importante, si Cuba está tan necesitada de recibir ayuda o ventas de los propios Estados Unidos, si incluso, necesita que se le regalen los productos porque no puede pagarlos, pero no puede dejar morir a los posibles infestados, déjense de politiquería, déjense de gritar consignas, déjense de poner a otros a gritar y querer que la opinión pública internacional se mueva por cantantes, poetas, grupos de izquierda, aplaudidores, etc. El presidente de Cuba, máximo responsable de la nación debe levantar un teléfono y presionar para hablar directamente con Trump. Debe vestirse de guapo y coger al toro por los tarros. Debe él reunirse con su mayor enemigo, pero vecino más cercano y decirle: _mi hermano, te estoy pidiendo directamente hacer una tregua, todas las guerras, hasta las más grandes, las tienen y vamos a colaborarnos.

El presidente cubano debería vestirse de presidente y dejar las quejitas detrás de los micrófonos y los mensajitos en internet y debería llamar al malo de la película y emplazarlo y exponerlo públicamente al mundo. ¿A qué le teme?, ¿El tipo es de verdad? Cuba, a pesar del embargo-bloqueo, tiene muchas colaboraciones con Estados Unidos, eso de que somos enemigos acérrimos es mentira. Colaboramos en la lucha contra la droga, colaboramos con la información sobre huracanes y ciclones en nuestra área, utilizando los satélites, aviones e información norteamericana para informar a la isla. Tenemos convenios culturales, a través de los cuales, sobre todo, artistas cubanos visitan la Unión, etc. Tenemos, hoy más que nunca, entre nuestros dos países una compraventa de alimentos valorados en muchos millones de dólares y en medicamentos especiales. Por momentos las calles de Cuba se llenaron de turismo norteamericano y a cada rato, incluso, políticos norteamericanos visitan Cuba en misiones oficiales de trabajo, de intercambio.

Entonces el presidente cubano no debe esperar a que otros hablen por él, sino que tiene que ponerse los pantalones y enviar un mensaje directo a Trump, su homólogo y sentarse a conversar, ahora, lo que no se puede pedir y pedir, lamentarse y lamentarse, querer que te den y te den, pretender que te consideren y te soporten y a cambio, no dar nada. Eso, ni a los hijos, que es lo que uno más quiere en esta vida, se les concede.

El presidente de Cuba debe ser un presidente. Obama a finales de sus mandatos, rompió el embrujo y un día se levantó y pensó en Cuba. Imagino que la cosa fue así. Tomándose una jarra de café americano, miró a su esposa y sonriendo le dijo cariñosamente: _mi negra, nos vamos para Cuba. Ella asombrada y casi atragantada con una tostada con mantequilla que se llevaba a la boca, le respondió: ¿Pero papi a Cuba? A lo que él con su amplia sonrisa varonil, le respondió, utilizando la clásica frase de mi cantante preferido, Ian Guillan: _Why not?

Obama recogió a su familia, aterrizó en la isla, se reunión con Raúl, el segundo más malo de los malos, el primero ya no estaba jugando, se reunió con representantes de la llamada “oposición interna”, disfrutó de un juego de pelota en el Latinoamericano, caminó por la Habana Vieja, comió en un paladar una rica comida cubana y dirigió un discurso a la nación sin que pudieran censurarlo. Su visita a Cuba no significó nada para los nacionales, por el contrario, no había despegado su avión, cuando ya los emisarios del gobierno lo criticaban fuertemente, los más activos, llegaron a decir que no sabía nada de política y que tenia que estudiar historia de Cuba. A veces los hombres tenemos nuestros propios récords, independiente de la vida social, laboral, política que llevemos y entonces Obama se apuntó un nuevo detalle en su lista de logros personales.

Mientras el transportista no pudo o no quizo dejar el envío chino en Cuba, mientras se está privando de tener algunos materiales y equipos para evitar el mayor problema que ojalá no se dé nunca dentro de la isla, mientras que se están llevando como solidaridad médicos como ventas a otros países del mundo, mientras aparecen estas dos informaciones, la del blog “Siempre por Cuba” y la del embajador cubano en China, también existen dos informaciones publicadas casi al mismo momento en Twitter, ellas son: una de Díaz Canel, presidente cubano, publicada el 30 de marzo y la otra de Michael, (Mike) G. Kozack, subsecretario de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental, publicada el día 31 de marzo. Aquí les dejo las notas, pensemos en el contenido





En medio de esto, con una donación que no pudo entrar a Cuba por culpa, según dicen, del embargo-bloqueo, el presidente de Cuba publica una frase del invicto comandante, acompañada de una foto sonriente, que entre otras cosas, nadie entiende lo que quizo decir y menos que tiene que ver con lo que hoy está pasando en todo el planeta Tierra, pero que se refiere una vez más a la crisis que desde hace siglos está haciendo desaparecer el capitalismo mundial, seguro dicha cuando el socialismo mundial y los padres soviéticos aún no habían voluntariamente y sin guerra, hecho estallar por los aires al sistema. En ella Fidel define que un día de crisis es mejor para formar conciencia que 10 años sin crisis. ¿????????????? Quizás y es lo que puedo interpretar, fue su forma de justificar la crisis cubana, sólo que nunca llegamos a entender que nos estaba tratando de crear conciencia.

Luego Kozack, afirma que las sanciones de Estados Unidos no impiden la adquisición de alimentos, medicamentos y otros suministros necesarios para combatir el Coronavirus. Ya no puedo definir si esto es verdad o mentira, pero me parece un buen momento para cogerle la palabra, levantar un teléfono y decirle: _ Oye Mike, leí tu post, entonces te voy por aquí mismo a hacer un pedido. Tengo en una mano el listado de lo que necesito y en la otra la chequera para poner el número que necesito pagar. Si es mentira, tendría el gobierno cubano un elemento público para desmentir al diplomático y detrás de él a su gobierno y eso sería mejor que miles de lamentos y quejas.

A los mentirosos hay que emplazarlos, hay que desmentirlos públicamente, entonces si el presidente de Cuba, valiéndose de su poder, llama a Mike y le hace un pedido, con el dinero para pagarlo y Estados Unidos lo niega, entonces la verdad se iría de un solo lado. No hay que gritar más, no hay que buscar formas u apoyo solidario para un show mediático, hay que brincarse las cómodas butacas y negociar.

Mike sirvió la mesa, dijo al mundo que no están impedidas las adquisiciones de medicinas, alimentos y suministros para combatir el virus, entonces sólo hay que comprar ahora y luego cuando salgamos de lo que nos está matando, luego, cuando todo vuelva a la normalidad, volver a comenzar la lucha ideológica. Si se quiere a un país, o sea, dentro de él a lo más importante, las personas, porque las palmas, los llanos, los mogotes, los ríos, por sí solos no significan mucho, sólo cobra categoría de patria cuando el ser humano los reconoce, basta ya de lamentos, llamemos a Mike, llamemos a Trump y comprobemos si lo que dicen es verdad o mentira. El presidente cubano, además de ser continuidad, debería pensar, tal como hizo Obama, en su récord personal.