Me levanto hoy y veo una
noticia que le está dando la vuelta al mundo. Lo primero que me cuestiono, después
de haberla leído, es si es bueno o no tratar de reflexionar sobre ella. Podría
ser una actuación inteligente dejarla pasar, hacerme el bobo, comentarlo con
Martica y más nada. Sé que cualquier cosa, hoy más que nunca, que esté
relacionada con Cuba, sobre todo más allá de los temas cotidianos, puede
levantar roncha. Y es que, a mi entender, estamos plantados en dos bandos,
apostados detrás de muros de piedras, esperando a que nuestro adversario, no
importa el bando, diga o haga algo, para entonces correr a salir a quejarnos,
protestar, pedir sangre o cabezas que rueden, solidarizarnos, hacernos cómplices,
etc. A veces prima poco el sentido común.
Si algo me parece totalmente
absurdo, es la comparación diaria, constante, de la cantidad de muertos por
países, tratando entonces de deteriorar o salvar a cada gobierno, tal como si
el virus actual, corriera dentro de los pueblos por filiación política y que
son mejores unos gobiernos y peores otros, en dependencia de la cantidad de muertos.
Es cierto, los gobiernos siempre tienen una responsabilidad, para eso los
elegimos, las medidas tomadas más rápido o más lentas, etc., los más que cuestionados
hoy sistemas de salud de cada país del mundo, incluso en aquellos donde jamás
se nos ha ocurrido pensar, pero no es más mala la ciudad o el país donde más
muertos hay, como no es mejor aquel donde los muertos son menos. La
contaminación ha dependido de muchos factores y los muertos, humanos son, más
allá de capitalistas, socialistas, comunistas o ignorantes políticos. Al parecer
ningún sistema de salud, de ningún país del mundo, estaba preparado para lo que
ha aparecido y menos de la forma que lo ha hecho.
Quizás sólo los locos
ahora quieran dar su opinión públicamente, sabiendo, que no sólo puede crear
problemas con el otro bando, no importa en el que se encuentren los locos, sino
tener consecuencias más complicadas, echarse enemigos, perder amigos, etc. No
obstante, por suerte, siempre han existido y existirán esos locos, ese grupo de
personas que, más allá de bandos definidos, tratan de pensar y por qué no,
hacer pensar.
Aclaro una cosa es ser
loco con pensamientos y otra es ser un estúpido. Acabo de leer un post, el que
tuve que leer varias veces porque no lo creía. Una persona ha publicado una
nota diciendo que cada niño que muera en Cuba por causa del virus es un niño
que se salvará del comunismo. Entonces, como no soy religioso, a esa persona la
internaría en una sala de Coronavirus, lo contagiaría a conciencia, no le
suministraría medicamentos, ni respirador, ni atención y me sentaría
pacientemente a ver cómo muere, Le deseo una agonía dura.
La noticia en sí es
sobre un cargamento de una donación china a Cuba, donación portadora de kits y
equipos para combatir el Coronavirus. Ella tiene dos partes bien definidas, primero,
la nota oficial, una especie de “historia me absolverá” publicada por el
embajador cubano en China. La reproduzco textualmente, es larga y aburrida de leer,
pero vale la pena para poder entender el objetivo. La segunda, que luego reproduciré
textualmente también, es una reflexión que publicó un blog llamado “Siempre con
Cuba”, que, a pesar de que he buscado, no tiene o no aparece el nombre del
autor o autores, lo que lo convierte en anónimo, por lo que a nadie específico
se le puede apoyar o reclamar. La o las personas del blog están apostadas en un
bando, escondidos detrás de sus muros de piedras, que no son capaces de dar su
cara, entonces en realidad, merecerían poca atención y credibilidad.
Mensaje
original de Carlos
Miguel Pereira Hernández, embajador cubano en China.
“Las
cosas para Cuba siempre son más difíciles. Ni en tiempos de pandemia a los
cubanos se nos permite respirar tranquilos. Cuando el pasado 13 de marzo, Jack
Ma, fundador de Alibaba, el gigante electrónico chino y la fundación que lleva
su nombre anunciaban al mundo su intención de donar a EEUU 500 mil kits de
detección rápida de COVID-19 y un millón de mascarillas, haciendo caso omiso a
los dichos xenófobos y racistas de su actual Presidente, antes ya lo había
hecho a otras naciones como Japón, Corea del Sur, Italia, Irán y España,
considerados entonces los países expuestos al mayor peligro, como expresión de
su transparente llamado a unir esfuerzos en esta dura y desigual batalla.
Un
segundo envío de donativos para apoyar los trabajos de prevención en Europa
arribaría al aeropuerto belga de Liege el 16 de marzo. Ese mismo día, se
reportaba también la llegada a Etiopía de otro cargamento destinado a los 54
países africanos. Un día después, un vuelo desde Hangzhou a Roma llevaría
suministros médicos para la Cruz Roja italiana y se anunciaba que
Ese
mismo día, otro avión arribaría a Zaragoza, España, con otra valiosa carga de
unas 500 mil mascarillas y otros equipos médicos en apoyo al combate contra el
nuevo Coronavirus. Ese día un post en su cuenta de Twitter aseguraba en español
“Estevirusloparamosentretodos”. Un día más tarde, otro envío llegaría a
Liege para apoyar los esfuerzos de Bélgica y Francia. La agencia china XINHUA
destacó que la fundación Jack Ma incrementaba sus esfuerzos para proporcionar
más apoyo a los países afectados, especialmente Italia, Bélgica, España,
Eslovenia, Francia, Austria, Dinamarca, Alemania, Irlanda y los Países Bajos.
El
19 tocaría el turno a vecinos asiáticos como Indonesia, Malasia, Filipinas y
Tailandia.
El
21 más suministros de emergencia para Afganistán, Bangladesh, Cambodia, Laos,
Maldivas, Mongolia, Myanmar, Nepal, Pakistán y Sri Lanka. Días más tarde,
envíos similares llegarían a Azerbaiyán, Bután, India, Kazajistán, Kirguistán,
Uzbekistán y Vietnam. Sumaban ya 23 países asiáticos.
El
22 de marzo, a medida que la pandemia seguía avanzando, tocaría a América
Latina y el Caribe.
Un
nuevo tuit de Jack Ma anunciaba el envío de 2 millones de mascarillas, 400 mil
kits de diagnóstico rápido y 104 ventiladores, a 24 países de nuestra región,
entre ellos Cuba, Argentina, Brasil, Chile, Ecuador, República Dominicana y Perú.
El 24 de marzo una publicación del Embajador chino en Panamá confirmaba la
próxima llegada a ese país de 100 mil mascarillas y 10 kits diagnóstico,
mientras su colega en La Habana confirmaba lo mismo.
Todavía
ayer 30 de marzo se anunciaban envíos adicionales de equipamiento tales como
ventiladores, guantes y trajes médicos protectores. El hashtag
#OneWorldOneFight devino tendencia en las redes.
Sin
embargo, entre tantas noticias y anuncios, uno de esos envíos no podría llegar
a su destino final.
Resulta
que su transportista, una empresa estadounidense contratada para hacerlo,
declinó a última hora su encomienda bajo el argumento de que las regulaciones
del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto contra el país de
destino, recrudecido por la administración de turno en EEUU, le impedían
hacerlo.
El
noble, descomunal y encomiable esfuerzo del fundador de Alibaba y de la
Fundación Jack Ma, que había logrado llegar a más de medio centenar de países
en todo el mundo, no pudo tocar suelo cubano, sin importar cuán necesarios
podían ser esos recursos en apoyo a la batalla que libra la pequeña isla
antillana asediada y bloqueada. De nuevo, el injusto, arbitrario e ilegal
bloqueo que todo lo trastoca.
Nuestro
agradecimiento al Sr. Ma por haber pensado en nosotros y por los esfuerzos que
todavía hace para que el aporte de su fundación llegue por fin a su destino.
Las cosas para Cuba siempre serán más difíciles, por eso cada logro, cada
pequeño paso de avance, se convierte en un colosal triunfo contra los demonios.”
Mensaje original del blog “Siempre con
Cuba”
“Cuba denuncia que donación de suministros médicos a
#Cuba para combatir la #COVID19, de la Fundación china Alibabá, no ha podido llegar
por regulaciones del criminal bloqueo del gobierno de #EEUU contra nuestro pueblo”.
“El
noble, descomunal y encomiable esfuerzo del fundador de Alibaba y de la
Fundación Jack Ma, que había logrado llegar a más de medio centenar de países
en todo el mundo, no pudo tocar suelo cubano, sin importar cuán necesarios
podían ser esos recursos en apoyo a la batalla que libra la pequeña Isla
antillana asediada y bloqueada”, afirma el embajador cubano en China,
Carlos Miguel Pereira Hernández.
“Ni
en tiempos de pandemia a los cubanos se nos permite respirar tranquilos”, escribe el Embajador, quien narra cómo
a última hora la transportista contratada por Jack Ma, fundador de Alibaba, el
gigante electrónico chino, renunció a traer a Cuba un donativo de mascarillas,
kits de diagnóstico rápido y ventiladores.
“#EsteVirusLoParamosEntreTodos”, había publicado Jack Ma en Twitter y
un día después otro envío llegaría para apoyar los esfuerzos de Bélgica y
Francia. Más tarde también llegarían recursos a 23 países asiáticos.
Mientras
el mundo une sus voces, una vez más, para que absurdos como estos no se
repitan, cada logro de Cuba premia la resistencia de su pueblo noble y
solidario, en esta lucha injusta contra la obsesión imperial.
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Es
claro, la noticia se suma a todo un llamado internacional de un grupo de personas,
que están pidiendo ahora al gobierno norteamericano, que levante el “embargo-bloqueo”,
para que el gobierno cubano pueda recibir ayuda humanitaria que le permita luego
enfrentar las posibles consecuencias del virus en su población y esto es lo más
sensato y humano que se pueda pedir para ayudar a un país necesitado.
No
deberían existir embargos-bloqueos por parte de uno o varios países a otro u otros
países, porque siempre los que pagan, los que se joden, son los pobladores de
esos países embargados-bloqueados. Es más que conocido que los integrantes de
los gobiernos sean cuales sean, nunca han sufrido, ni sufrirán, los embates,
porque si algo saben es protegerse muy bien. Para que los integrantes de un
gobierno determinado sufran, tiene que haber muerto todos sus subordinados, o
sea, el pueblo, ya que ellos, están dónde estén, tiene modos de vida,
seguridades, confort, abastecimientos, que los dirigidos no posee.
Me
parece también que no deberían existir bloqueos internos, ejercidos por los
gobiernos contra sus ciudadanos, que los limite en el 100% de sus posibilidades,
tanto económicas, políticas, sociales, como culturales, etc., pero entonces, con
sus excepciones, tendríamos que remontarnos a la comunidad primitiva.
Cuba,
lo que es lamentable, es una contradicción en sí misma. Por un lado el gobierno
está gritando, a partir de sus voceros públicos y secretos, o sea, pagados y
voluntarios, que tiene todas las condiciones necesarias para enfrentar sola el
virus, que posee el medicamento capaz de erradicarlo, que ha tratado de vender
al mundo infestado y que le sobran los médicos para, no sólo atender a sus
ciudadanos, sino en un momento como este, donde incluso algunos países con los
mejores sistemas de salud de mundo, han asumido públicamente que no alcanzan
los médicos y el personal de salud de apoyo, está enviado grupos de médicos cubanos
a una veintena de países. ¿Esto es verdad o mentira? Si es verdad, no necesitarían
ayuda solidaria, ni recibir nada de gratis desde afuera con urgencia. Si es
mentira, son una vez más, unos irresponsables.
Los
que hemos vivido en Cuba años, sabemos, o al menos por lo vivido suponemos, que
de verdad tiene poco, más allá de una porfía ideológica, que se utiliza para la
creación de imágenes en aquellos, que sobre todo no viven dentro de la isla, o
sea, me refiero a la capacidad nacional de producir máscaras para proteger a 11
millones de personas, respiradores para suministrar a todos los infestados y
así salvar la mayor cantidad de vidas, alimentación adecuada para todos en el
momento y la cantidad que todos la requieran, higiene máxima en todos y cada
uno de los puntos de atención médica, etc. Es innegable, si los tiene para
algunos, para un grupo, en algunos hospitales y centros científicos, pero no
los tiene para todos, en cada médico de familia, en cada policlínico, en cada
hospital, en cada sala de terapía intensiva de cada uno de los rincones de la
isla. No los tiene para todos y una de las causas, puede ser para algunas cosas
muy puntuales, el embargo-bloqueo, pero no es la única, ni la más importante. Las
funerarias, instituciones que también está colapsadas en el mundo del virus, en
Cuba son una de las muestras de la mayor depauperación en el sector de los
muertos. Antes de salir de Cuba se reestrenaba el único lugar para incinerar cadáveres
en toda la Ciudad de la Habana, que tiene más de dos millones de habitantes.
En
medio de esa misma política norteamericana que lleva muchos años, la del embargo-bloqueo,
Cuba ha enviado a miles de médicos a donde quiera que ha existido un gran o
pequeño problema de salud, bajo el manto de la solidaridad, pero que ahora se
cobra por ella y ha regalado, si regalado, varias salas de terapía intensiva,
con todo el equipamiento necesario que lleva, a la Bolivia de Evo Morales, por
sólo poner el ejemplo más reciente, cosas que la política exterior norteamericana
no ha podido impedir.
Ahora, según esta noticia, el problema
es una ayuda que no llegó a Cuba, pero observe el manejo sobre la misma. El
blog dice: “… en
tanto explica, haciendo referencia a las palabras del embajador
cubano en China,
cómo la transportista contratada para el viaje “declinó” su encomienda bajo
el argumento de que “las regulaciones del bloqueo económico, comercial y
financiero impuesto contra el país de destino, recrudecido por la
administración de turno en EE. UU., le impedían hacerlo”. Sin embargo, el
embajador cubano en su nota textual dice: “Resulta que su transportista, haciendo referencia a
la escogida por el que envía la ayuda, una empresa estadounidense contratada para hacerlo declinó a última
hora su encomienda bajo el argumento de que “las regulaciones del bloqueo
económico, comercial y financiero impuesto contra el país de destino, recrudecido
por la administración de turno en EE. UU., le impedían hacerlo”.
El blog defensor del gobierno de Cuba
omite, con toda conveniencia y descaro, que el origen del transportista es estadounidense,
cosa que al parecer al embajador se le fue y con esto se trata de dar una
imagen de mayor violencia contra Cuba o su gobierno. Luego a mi parecer al propio
embajador cubano en China se la va la mano cuando dice que el transportista, o
sea, imagino que el capitán de la nave o el jefe de despacho o alguna otra alta
autoridad dijo que,
“las regulaciones del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto
contra el país de destino, recrudecido por la administración de turno en EE.
UU., le impedían hacerlo”. ¿El jefe de la transportación o despacho
es comunista y está en contra del bloqueo?, ¿Son esas las palabras de un profesional
de la carga, que además es norteamericano, o sea, aquello de regulaciones del
bloqueo económico, comercial y financiero (…) recrudecido por la administración
de turno en EE. UU? Me parece que a el embajador cubano, en su alegato histórico,
se le fue la mano en la redacción de la nota.
Entonces, ¿en qué está el embajador
cubano? Si como muchos suponemos, más allá de los discursos políticos
tradicionales, el gobierno cubano necesita la ayuda, entonces el funcionario diplomático
debía haber alertado al mecenas chino. Debería haberle dicho: _mi chinito, esto
va a traer problemas, el transportista no puede entrar a Cuba, entonces necesitamos
un transportista diferente o déjame ver si llamo al presidente cubano para que
me envíe su avión presidencial o déjame llamar a mí homólogo en Panamá para
dejar allí la carga y luego llevarla a Cuba con naves de vela si fuera
necesario, como se ha hecho en miles de ocasiones durante estos últimos 60
años.
No hace más de tres meses Cuba compró públicamente
a Corea del Sur una dotación de autos para la policía y carros antimotines que
fueron bajados en Jamaica y luego llevados a Cuba por otro transportista. Se
hace más caro, claro, pero los autos y carros antimotines llegaron. Son muchas las
historias de contenedores sacados de los propios Estados Unidos enviados a Panamá
con productos para Cuba, que luego de llegar allí se les cambiaban los
documentos y se reembarcaban para la isla, hasta que el gobierno americano colocó sensores de ubicación dentro de sus contenedores.
Si yo fuera el presidente de Cuba, entonces
llamaría a mi embajador, lo mandaría a buscar y lo pondría a hacer tapabocas en
una máquina de coser, por inepto, incapaz, anormal, por haber trabajado mal o
no saber hacer su trabajo, pero no, lo importante, a todas luces, más que la
donación importante y urgente para atender al pueblo de Cuba, es formar el lío
con aquello de la ayuda solidaria y el embargo-bloqueo. Si la donación fuera
importante, se tenían que haber utilizado los mismos mecanismos que durante años
se han utilizado para comprar, incluso dentro de los Estados Unidos, productos
especiales y medicamentos especiales, para, incluso miembros del más alto nivel
del gobierno cubano. Averiguar con Maciques, el judío, cubano, revolucionario de
confiar, director de todo el complejo de Palacio de las Convenciones y almacenes
y tiendas Palco, qué es lo que durante muchos años hizo para y por encargos
personales.
Si la donación fuera importante y yo
creo que lo es, debería el embajador haber alertado al chino y a la misma vez
al gobierno cubano, se deberían haber tomado las medidas para “burlar” a los norteamericanos
y no querer fajarse ahora mismo con la política norteamericana para que quite
en segundos lo que tiene establecido por décadas y no dejar que se diera el
problema. ¿Qué es más importante ahora, la donación o reclamar que se quite el
embargo-bloqueo?
Pero entonces cuestiono más. Si el
asunto es tan importante, si Cuba está tan necesitada de recibir ayuda o ventas
de los propios Estados Unidos, si incluso, necesita que se le regalen los productos
porque no puede pagarlos, pero no puede dejar morir a los posibles infestados, déjense
de politiquería, déjense de gritar consignas, déjense de poner a otros a gritar
y querer que la opinión pública internacional se mueva por cantantes, poetas,
grupos de izquierda, aplaudidores, etc. El presidente de Cuba, máximo
responsable de la nación debe levantar un teléfono y presionar para hablar
directamente con Trump. Debe vestirse de guapo y coger al toro por los tarros.
Debe él reunirse con su mayor enemigo, pero vecino más cercano y decirle: _mi
hermano, te estoy pidiendo directamente hacer una tregua, todas las guerras,
hasta las más grandes, las tienen y vamos a colaborarnos.
El presidente cubano debería vestirse de
presidente y dejar las quejitas detrás de los micrófonos y los mensajitos en
internet y debería llamar al malo de la película y emplazarlo y exponerlo
públicamente al mundo. ¿A qué le teme?, ¿El tipo es de verdad? Cuba, a pesar
del embargo-bloqueo, tiene muchas colaboraciones con Estados Unidos, eso de que
somos enemigos acérrimos es mentira. Colaboramos en la lucha contra la droga,
colaboramos con la información sobre huracanes y ciclones en nuestra área, utilizando
los satélites, aviones e información norteamericana para informar a la isla.
Tenemos convenios culturales, a través de los cuales, sobre todo, artistas
cubanos visitan la Unión, etc. Tenemos, hoy más que nunca, entre nuestros dos
países una compraventa de alimentos valorados en muchos millones de dólares y
en medicamentos especiales. Por momentos las calles de Cuba se llenaron de
turismo norteamericano y a cada rato, incluso, políticos norteamericanos
visitan Cuba en misiones oficiales de trabajo, de intercambio.
Entonces el presidente cubano no debe
esperar a que otros hablen por él, sino que tiene que ponerse los pantalones y enviar
un mensaje directo a Trump, su homólogo y sentarse a conversar, ahora, lo que
no se puede pedir y pedir, lamentarse y lamentarse, querer que te den y te den,
pretender que te consideren y te soporten y a cambio, no dar nada. Eso, ni a
los hijos, que es lo que uno más quiere en esta vida, se les concede.
El presidente de Cuba debe ser un presidente.
Obama a finales de sus mandatos, rompió el embrujo y un día se levantó y pensó en
Cuba. Imagino que la cosa fue así. Tomándose una jarra de café americano, miró
a su esposa y sonriendo le dijo cariñosamente: _mi negra, nos vamos para Cuba.
Ella asombrada y casi atragantada con una tostada con mantequilla que se llevaba
a la boca, le respondió: ¿Pero papi a Cuba? A lo que él con su amplia sonrisa varonil,
le respondió, utilizando la clásica frase de mi cantante preferido, Ian Guillan:
_Why not?
Obama recogió a su familia, aterrizó en
la isla, se reunión con Raúl, el segundo más malo de los malos, el primero ya
no estaba jugando, se reunió con representantes de la llamada “oposición
interna”, disfrutó de un juego de pelota en el Latinoamericano, caminó por la
Habana Vieja, comió en un paladar una rica comida cubana y dirigió un discurso
a la nación sin que pudieran censurarlo. Su visita a Cuba no significó nada
para los nacionales, por el contrario, no había despegado su avión, cuando ya
los emisarios del gobierno lo criticaban fuertemente, los más activos, llegaron
a decir que no sabía nada de política y que tenia que estudiar historia de
Cuba. A veces los hombres tenemos nuestros propios récords, independiente de la
vida social, laboral, política que llevemos y entonces Obama se apuntó un nuevo
detalle en su lista de logros personales.
Mientras el transportista no pudo o no quizo
dejar el envío chino en Cuba, mientras se está privando de tener algunos
materiales y equipos para evitar el mayor problema que ojalá no se dé nunca
dentro de la isla, mientras que se están llevando como solidaridad médicos como
ventas a otros países del mundo, mientras aparecen estas dos informaciones, la
del blog “Siempre por Cuba” y la del embajador cubano en China, también existen
dos informaciones publicadas casi al mismo momento en Twitter, ellas son: una
de Díaz Canel, presidente cubano, publicada el 30 de marzo y la otra de
Michael, (Mike) G. Kozack, subsecretario de Estado para Asuntos del Hemisferio
Occidental, publicada el día 31 de marzo. Aquí les dejo las notas, pensemos en
el contenido
En medio de esto, con una donación que
no pudo entrar a Cuba por culpa, según dicen, del embargo-bloqueo, el
presidente de Cuba publica una frase del invicto comandante, acompañada de una
foto sonriente, que entre otras cosas, nadie entiende lo que quizo decir y
menos que tiene que ver con lo que hoy está pasando en todo el planeta Tierra,
pero que se refiere una vez más a la crisis que desde hace siglos está haciendo
desaparecer el capitalismo mundial, seguro dicha cuando el socialismo mundial y
los padres soviéticos aún no habían voluntariamente y sin guerra, hecho estallar
por los aires al sistema. En ella Fidel define que un día de crisis es mejor
para formar conciencia que 10 años sin crisis. ¿????????????? Quizás y es lo
que puedo interpretar, fue su forma de justificar la crisis cubana, sólo que
nunca llegamos a entender que nos estaba tratando de crear conciencia.
Luego Kozack, afirma que las sanciones
de Estados Unidos no impiden la adquisición de alimentos, medicamentos y otros
suministros necesarios para combatir el Coronavirus. Ya no puedo definir si
esto es verdad o mentira, pero me parece un buen momento para cogerle la
palabra, levantar un teléfono y decirle: _ Oye Mike, leí tu post, entonces te
voy por aquí mismo a hacer un pedido. Tengo en una mano el listado de lo que
necesito y en la otra la chequera para poner el número que necesito pagar. Si
es mentira, tendría el gobierno cubano un elemento público para desmentir al
diplomático y detrás de él a su gobierno y eso sería mejor que miles de
lamentos y quejas.
A los mentirosos hay que emplazarlos,
hay que desmentirlos públicamente, entonces si el presidente de Cuba, valiéndose
de su poder, llama a Mike y le hace un pedido, con el dinero para pagarlo y
Estados Unidos lo niega, entonces la verdad se iría de un solo lado. No hay que
gritar más, no hay que buscar formas u apoyo solidario para un show mediático,
hay que brincarse las cómodas butacas y negociar.
Mike sirvió la mesa, dijo al mundo que
no están impedidas las adquisiciones de medicinas, alimentos y suministros para
combatir el virus, entonces sólo hay que comprar ahora y luego cuando salgamos
de lo que nos está matando, luego, cuando todo vuelva a la normalidad, volver a
comenzar la lucha ideológica. Si se quiere a un país, o sea, dentro de él a lo
más importante, las personas, porque las palmas, los llanos, los mogotes, los ríos,
por sí solos no significan mucho, sólo cobra categoría de patria cuando el ser
humano los reconoce, basta ya de lamentos, llamemos a Mike, llamemos a Trump y
comprobemos si lo que dicen es verdad o mentira. El presidente cubano, además de
ser continuidad, debería pensar, tal como hizo Obama, en su récord personal.
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