sábado, 4 de abril de 2020

Información contra información.


Me levanto hoy y veo una noticia que le está dando la vuelta al mundo. Lo primero que me cuestiono, después de haberla leído, es si es bueno o no tratar de reflexionar sobre ella. Podría ser una actuación inteligente dejarla pasar, hacerme el bobo, comentarlo con Martica y más nada. Sé que cualquier cosa, hoy más que nunca, que esté relacionada con Cuba, sobre todo más allá de los temas cotidianos, puede levantar roncha. Y es que, a mi entender, estamos plantados en dos bandos, apostados detrás de muros de piedras, esperando a que nuestro adversario, no importa el bando, diga o haga algo, para entonces correr a salir a quejarnos, protestar, pedir sangre o cabezas que rueden, solidarizarnos, hacernos cómplices, etc. A veces prima poco el sentido común.

Si algo me parece totalmente absurdo, es la comparación diaria, constante, de la cantidad de muertos por países, tratando entonces de deteriorar o salvar a cada gobierno, tal como si el virus actual, corriera dentro de los pueblos por filiación política y que son mejores unos gobiernos y peores otros, en dependencia de la cantidad de muertos. Es cierto, los gobiernos siempre tienen una responsabilidad, para eso los elegimos, las medidas tomadas más rápido o más lentas, etc., los más que cuestionados hoy sistemas de salud de cada país del mundo, incluso en aquellos donde jamás se nos ha ocurrido pensar, pero no es más mala la ciudad o el país donde más muertos hay, como no es mejor aquel donde los muertos son menos. La contaminación ha dependido de muchos factores y los muertos, humanos son, más allá de capitalistas, socialistas, comunistas o ignorantes políticos. Al parecer ningún sistema de salud, de ningún país del mundo, estaba preparado para lo que ha aparecido y menos de la forma que lo ha hecho.

Quizás sólo los locos ahora quieran dar su opinión públicamente, sabiendo, que no sólo puede crear problemas con el otro bando, no importa en el que se encuentren los locos, sino tener consecuencias más complicadas, echarse enemigos, perder amigos, etc. No obstante, por suerte, siempre han existido y existirán esos locos, ese grupo de personas que, más allá de bandos definidos, tratan de pensar y por qué no, hacer pensar.

Aclaro una cosa es ser loco con pensamientos y otra es ser un estúpido. Acabo de leer un post, el que tuve que leer varias veces porque no lo creía. Una persona ha publicado una nota diciendo que cada niño que muera en Cuba por causa del virus es un niño que se salvará del comunismo. Entonces, como no soy religioso, a esa persona la internaría en una sala de Coronavirus, lo contagiaría a conciencia, no le suministraría medicamentos, ni respirador, ni atención y me sentaría pacientemente a ver cómo muere, Le deseo una agonía dura.

La noticia en sí es sobre un cargamento de una donación china a Cuba, donación portadora de kits y equipos para combatir el Coronavirus. Ella tiene dos partes bien definidas, primero, la nota oficial, una especie de “historia me absolverá” publicada por el embajador cubano en China. La reproduzco textualmente, es larga y aburrida de leer, pero vale la pena para poder entender el objetivo. La segunda, que luego reproduciré textualmente también, es una reflexión que publicó un blog llamado “Siempre con Cuba”, que, a pesar de que he buscado, no tiene o no aparece el nombre del autor o autores, lo que lo convierte en anónimo, por lo que a nadie específico se le puede apoyar o reclamar. La o las personas del blog están apostadas en un bando, escondidos detrás de sus muros de piedras, que no son capaces de dar su cara, entonces en realidad, merecerían poca atención y credibilidad.

Mensaje original de Carlos Miguel Pereira Hernández, embajador cubano en China.

“Las cosas para Cuba siempre son más difíciles. Ni en tiempos de pandemia a los cubanos se nos permite respirar tranquilos. Cuando el pasado 13 de marzo, Jack Ma, fundador de Alibaba, el gigante electrónico chino y la fundación que lleva su nombre anunciaban al mundo su intención de donar a EEUU 500 mil kits de detección rápida de COVID-19 y un millón de mascarillas, haciendo caso omiso a los dichos xenófobos y racistas de su actual Presidente, antes ya lo había hecho a otras naciones como Japón, Corea del Sur, Italia, Irán y España, considerados entonces los países expuestos al mayor peligro, como expresión de su transparente llamado a unir esfuerzos en esta dura y desigual batalla.
Un segundo envío de donativos para apoyar los trabajos de prevención en Europa arribaría al aeropuerto belga de Liege el 16 de marzo. Ese mismo día, se reportaba también la llegada a Etiopía de otro cargamento destinado a los 54 países africanos. Un día después, un vuelo desde Hangzhou a Roma llevaría suministros médicos para la Cruz Roja italiana y se anunciaba que
Ese mismo día, otro avión arribaría a Zaragoza, España, con otra valiosa carga de unas 500 mil mascarillas y otros equipos médicos en apoyo al combate contra el nuevo Coronavirus. Ese día un post en su cuenta de Twitter aseguraba en español “Estevirusloparamosentretodos”. Un día más tarde, otro envío llegaría a Liege para apoyar los esfuerzos de Bélgica y Francia. La agencia china XINHUA destacó que la fundación Jack Ma incrementaba sus esfuerzos para proporcionar más apoyo a los países afectados, especialmente Italia, Bélgica, España, Eslovenia, Francia, Austria, Dinamarca, Alemania, Irlanda y los Países Bajos.
El 19 tocaría el turno a vecinos asiáticos como Indonesia, Malasia, Filipinas y Tailandia.
El 21 más suministros de emergencia para Afganistán, Bangladesh, Cambodia, Laos, Maldivas, Mongolia, Myanmar, Nepal, Pakistán y Sri Lanka. Días más tarde, envíos similares llegarían a Azerbaiyán, Bután, India, Kazajistán, Kirguistán, Uzbekistán y Vietnam. Sumaban ya 23 países asiáticos.
El 22 de marzo, a medida que la pandemia seguía avanzando, tocaría a América Latina y el Caribe.
Un nuevo tuit de Jack Ma anunciaba el envío de 2 millones de mascarillas, 400 mil kits de diagnóstico rápido y 104 ventiladores, a 24 países de nuestra región, entre ellos Cuba, Argentina, Brasil, Chile, Ecuador, República Dominicana y Perú. El 24 de marzo una publicación del Embajador chino en Panamá confirmaba la próxima llegada a ese país de 100 mil mascarillas y 10 kits diagnóstico, mientras su colega en La Habana confirmaba lo mismo.
Todavía ayer 30 de marzo se anunciaban envíos adicionales de equipamiento tales como ventiladores, guantes y trajes médicos protectores. El hashtag #OneWorldOneFight devino tendencia en las redes.
Sin embargo, entre tantas noticias y anuncios, uno de esos envíos no podría llegar a su destino final.
Resulta que su transportista, una empresa estadounidense contratada para hacerlo, declinó a última hora su encomienda bajo el argumento de que las regulaciones del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto contra el país de destino, recrudecido por la administración de turno en EEUU, le impedían hacerlo.
El noble, descomunal y encomiable esfuerzo del fundador de Alibaba y de la Fundación Jack Ma, que había logrado llegar a más de medio centenar de países en todo el mundo, no pudo tocar suelo cubano, sin importar cuán necesarios podían ser esos recursos en apoyo a la batalla que libra la pequeña isla antillana asediada y bloqueada. De nuevo, el injusto, arbitrario e ilegal bloqueo que todo lo trastoca.
Nuestro agradecimiento al Sr. Ma por haber pensado en nosotros y por los esfuerzos que todavía hace para que el aporte de su fundación llegue por fin a su destino. Las cosas para Cuba siempre serán más difíciles, por eso cada logro, cada pequeño paso de avance, se convierte en un colosal triunfo contra los demonios.”

Mensaje original del blog “Siempre con Cuba”

Publicado el 1 abril, 2020 por siempreconcuba

Cuba denuncia que donación de suministros médicos a #Cuba para combatir la #COVID19, de la Fundación china Alibabá, no ha podido llegar por regulaciones del criminal bloqueo del gobierno de #EEUU contra nuestro pueblo”. 
“El noble, descomunal y encomiable esfuerzo del fundador de Alibaba y de la Fundación Jack Ma, que había logrado llegar a más de medio centenar de países en todo el mundo, no pudo tocar suelo cubano, sin importar cuán necesarios podían ser esos recursos en apoyo a la batalla que libra la pequeña Isla antillana asediada y bloqueada”, afirma el embajador cubano en China, Carlos Miguel Pereira Hernández.
 ”Las cosas para Cuba siempre son más difíciles”, publica el diplomático en el blog de la embajada de Cuba en China, mientras relata la historia no contada de cómo no pudieron llegar suministros médicos desde China a Cuba, debido a los efectos extraterritoriales de la Ley Helms-Burton, una medida denunciada y rechazada por la comunidad internacional, que la considera una injerencia en los asuntos internos de un país soberano y contraría de manera absoluta al Derecho Internacional.
“Ni en tiempos de pandemia a los cubanos se nos permite respirar tranquilos”, escribe el Embajador, quien narra cómo a última hora la transportista contratada por Jack Ma, fundador de Alibaba, el gigante electrónico chino, renunció a traer a Cuba un donativo de mascarillas, kits de diagnóstico rápido y ventiladores.
 Ma ya había enviado 500 000 kits y un millón de mascarillas a Estados Unidos “haciendo caso omiso a los dichos xenófobos y racistas” de Donald Trump. Dio, además, su apoyo a Japón, Corea del Sur, Italia, Irán y España, considerados entonces los países expuestos al mayor peligro; así como a 54 países africanos y a la Cruz Roja italiana.
“#EsteVirusLoParamosEntreTodos”, había publicado Jack Ma en Twitter y un día después otro envío llegaría para apoyar los esfuerzos de Bélgica y Francia. Más tarde también llegarían recursos a 23 países asiáticos.
 “El 22 de marzo, a medida que la pandemia seguía avanzando, tocaría a América Latina y el Caribe”, escribe. A esta región del mundo, Jack Ma destinó dos millones de mascarillas, 400 000 kits de diagnóstico rápido y 104 ventiladores, que beneficiarían a 24 países de nuestra región, entre ellos Cuba, Argentina, Brasil, Chile, Ecuador, República Dominicana y Perú.
 “Todavía ayer 30 de marzo se anunciaban envíos adicionales de equipamiento, tales como ventiladores, guantes y trajes médicos protectores (…). Sin embargo, entre tantas noticias y anuncios, uno de esos envíos no podría llegar a su destino final”, denuncia Pereira Hernández, en tanto explica cómo la transportista contratada para el viaje “declinó” su encomienda bajo el argumento de que “las regulaciones del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto contra el país de destino, recrudecido por la administración de turno en EE. UU., le impedían hacerlo”.
 “El noble, descomunal y encomiable esfuerzo del fundador de Alibaba y de la Fundación Jack Ma, que había logrado llegar a más de medio centenar de países en todo el mundo, no pudo tocar suelo cubano, sin importar cuán necesarios podían ser esos recursos en apoyo a la batalla que libra la pequeña Isla antillana asediada y bloqueada”, sostiene Pereira Hernández.
Mientras el mundo une sus voces, una vez más, para que absurdos como estos no se repitan, cada logro de Cuba premia la resistencia de su pueblo noble y solidario, en esta lucha injusta contra la obsesión imperial.
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Es claro, la noticia se suma a todo un llamado internacional de un grupo de personas, que están pidiendo ahora al gobierno norteamericano, que levante el “embargo-bloqueo”, para que el gobierno cubano pueda recibir ayuda humanitaria que le permita luego enfrentar las posibles consecuencias del virus en su población y esto es lo más sensato y humano que se pueda pedir para ayudar a un país necesitado.
No deberían existir embargos-bloqueos por parte de uno o varios países a otro u otros países, porque siempre los que pagan, los que se joden, son los pobladores de esos países embargados-bloqueados. Es más que conocido que los integrantes de los gobiernos sean cuales sean, nunca han sufrido, ni sufrirán, los embates, porque si algo saben es protegerse muy bien. Para que los integrantes de un gobierno determinado sufran, tiene que haber muerto todos sus subordinados, o sea, el pueblo, ya que ellos, están dónde estén, tiene modos de vida, seguridades, confort, abastecimientos, que los dirigidos no posee.
Me parece también que no deberían existir bloqueos internos, ejercidos por los gobiernos contra sus ciudadanos, que los limite en el 100% de sus posibilidades, tanto económicas, políticas, sociales, como culturales, etc., pero entonces, con sus excepciones, tendríamos que remontarnos a la comunidad primitiva.
Cuba, lo que es lamentable, es una contradicción en sí misma. Por un lado el gobierno está gritando, a partir de sus voceros públicos y secretos, o sea, pagados y voluntarios, que tiene todas las condiciones necesarias para enfrentar sola el virus, que posee el medicamento capaz de erradicarlo, que ha tratado de vender al mundo infestado y que le sobran los médicos para, no sólo atender a sus ciudadanos, sino en un momento como este, donde incluso algunos países con los mejores sistemas de salud de mundo, han asumido públicamente que no alcanzan los médicos y el personal de salud de apoyo, está enviado grupos de médicos cubanos a una veintena de países. ¿Esto es verdad o mentira? Si es verdad, no necesitarían ayuda solidaria, ni recibir nada de gratis desde afuera con urgencia. Si es mentira, son una vez más, unos irresponsables.
Los que hemos vivido en Cuba años, sabemos, o al menos por lo vivido suponemos, que de verdad tiene poco, más allá de una porfía ideológica, que se utiliza para la creación de imágenes en aquellos, que sobre todo no viven dentro de la isla, o sea, me refiero a la capacidad nacional de producir máscaras para proteger a 11 millones de personas, respiradores para suministrar a todos los infestados y así salvar la mayor cantidad de vidas, alimentación adecuada para todos en el momento y la cantidad que todos la requieran, higiene máxima en todos y cada uno de los puntos de atención médica, etc. Es innegable, si los tiene para algunos, para un grupo, en algunos hospitales y centros científicos, pero no los tiene para todos, en cada médico de familia, en cada policlínico, en cada hospital, en cada sala de terapía intensiva de cada uno de los rincones de la isla. No los tiene para todos y una de las causas, puede ser para algunas cosas muy puntuales, el embargo-bloqueo, pero no es la única, ni la más importante. Las funerarias, instituciones que también está colapsadas en el mundo del virus, en Cuba son una de las muestras de la mayor depauperación en el sector de los muertos. Antes de salir de Cuba se reestrenaba el único lugar para incinerar cadáveres en toda la Ciudad de la Habana, que tiene más de dos millones de habitantes.
En medio de esa misma política norteamericana que lleva muchos años, la del embargo-bloqueo, Cuba ha enviado a miles de médicos a donde quiera que ha existido un gran o pequeño problema de salud, bajo el manto de la solidaridad, pero que ahora se cobra por ella y ha regalado, si regalado, varias salas de terapía intensiva, con todo el equipamiento necesario que lleva, a la Bolivia de Evo Morales, por sólo poner el ejemplo más reciente, cosas que la política exterior norteamericana no ha podido impedir.
Ahora, según esta noticia, el problema es una ayuda que no llegó a Cuba, pero observe el manejo sobre la misma. El blog dice: “… en tanto explica, haciendo referencia a las palabras del embajador cubano en China, cómo la transportista contratada para el viaje “declinó” su encomienda bajo el argumento de que “las regulaciones del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto contra el país de destino, recrudecido por la administración de turno en EE. UU., le impedían hacerlo”. Sin embargo, el embajador cubano en su nota textual dice: “Resulta que su transportista, haciendo referencia a la escogida por el que envía la ayuda, una empresa estadounidense contratada para hacerlo declinó a última hora su encomienda bajo el argumento de que “las regulaciones del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto contra el país de destino, recrudecido por la administración de turno en EE. UU., le impedían hacerlo”.

El blog defensor del gobierno de Cuba omite, con toda conveniencia y descaro, que el origen del transportista es estadounidense, cosa que al parecer al embajador se le fue y con esto se trata de dar una imagen de mayor violencia contra Cuba o su gobierno. Luego a mi parecer al propio embajador cubano en China se la va la mano cuando dice que el transportista, o sea, imagino que el capitán de la nave o el jefe de despacho o alguna otra alta autoridad dijo que, “las regulaciones del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto contra el país de destino, recrudecido por la administración de turno en EE. UU., le impedían hacerlo”. ¿El jefe de la transportación o despacho es comunista y está en contra del bloqueo?, ¿Son esas las palabras de un profesional de la carga, que además es norteamericano, o sea, aquello de regulaciones del bloqueo económico, comercial y financiero (…) recrudecido por la administración de turno en EE. UU? Me parece que a el embajador cubano, en su alegato histórico, se le fue la mano en la redacción de la nota.

Entonces, ¿en qué está el embajador cubano? Si como muchos suponemos, más allá de los discursos políticos tradicionales, el gobierno cubano necesita la ayuda, entonces el funcionario diplomático debía haber alertado al mecenas chino. Debería haberle dicho: _mi chinito, esto va a traer problemas, el transportista no puede entrar a Cuba, entonces necesitamos un transportista diferente o déjame ver si llamo al presidente cubano para que me envíe su avión presidencial o déjame llamar a mí homólogo en Panamá para dejar allí la carga y luego llevarla a Cuba con naves de vela si fuera necesario, como se ha hecho en miles de ocasiones durante estos últimos 60 años.

No hace más de tres meses Cuba compró públicamente a Corea del Sur una dotación de autos para la policía y carros antimotines que fueron bajados en Jamaica y luego llevados a Cuba por otro transportista. Se hace más caro, claro, pero los autos y carros antimotines llegaron. Son muchas las historias de contenedores sacados de los propios Estados Unidos enviados a Panamá con productos para Cuba, que luego de llegar allí se les cambiaban los documentos y se reembarcaban para la isla, hasta que el gobierno americano colocó sensores de ubicación dentro de sus contenedores.

Si yo fuera el presidente de Cuba, entonces llamaría a mi embajador, lo mandaría a buscar y lo pondría a hacer tapabocas en una máquina de coser, por inepto, incapaz, anormal, por haber trabajado mal o no saber hacer su trabajo, pero no, lo importante, a todas luces, más que la donación importante y urgente para atender al pueblo de Cuba, es formar el lío con aquello de la ayuda solidaria y el embargo-bloqueo. Si la donación fuera importante, se tenían que haber utilizado los mismos mecanismos que durante años se han utilizado para comprar, incluso dentro de los Estados Unidos, productos especiales y medicamentos especiales, para, incluso miembros del más alto nivel del gobierno cubano. Averiguar con Maciques, el judío, cubano, revolucionario de confiar, director de todo el complejo de Palacio de las Convenciones y almacenes y tiendas Palco, qué es lo que durante muchos años hizo para y por encargos personales.

Si la donación fuera importante y yo creo que lo es, debería el embajador haber alertado al chino y a la misma vez al gobierno cubano, se deberían haber tomado las medidas para “burlar” a los norteamericanos y no querer fajarse ahora mismo con la política norteamericana para que quite en segundos lo que tiene establecido por décadas y no dejar que se diera el problema. ¿Qué es más importante ahora, la donación o reclamar que se quite el embargo-bloqueo?

Pero entonces cuestiono más. Si el asunto es tan importante, si Cuba está tan necesitada de recibir ayuda o ventas de los propios Estados Unidos, si incluso, necesita que se le regalen los productos porque no puede pagarlos, pero no puede dejar morir a los posibles infestados, déjense de politiquería, déjense de gritar consignas, déjense de poner a otros a gritar y querer que la opinión pública internacional se mueva por cantantes, poetas, grupos de izquierda, aplaudidores, etc. El presidente de Cuba, máximo responsable de la nación debe levantar un teléfono y presionar para hablar directamente con Trump. Debe vestirse de guapo y coger al toro por los tarros. Debe él reunirse con su mayor enemigo, pero vecino más cercano y decirle: _mi hermano, te estoy pidiendo directamente hacer una tregua, todas las guerras, hasta las más grandes, las tienen y vamos a colaborarnos.

El presidente cubano debería vestirse de presidente y dejar las quejitas detrás de los micrófonos y los mensajitos en internet y debería llamar al malo de la película y emplazarlo y exponerlo públicamente al mundo. ¿A qué le teme?, ¿El tipo es de verdad? Cuba, a pesar del embargo-bloqueo, tiene muchas colaboraciones con Estados Unidos, eso de que somos enemigos acérrimos es mentira. Colaboramos en la lucha contra la droga, colaboramos con la información sobre huracanes y ciclones en nuestra área, utilizando los satélites, aviones e información norteamericana para informar a la isla. Tenemos convenios culturales, a través de los cuales, sobre todo, artistas cubanos visitan la Unión, etc. Tenemos, hoy más que nunca, entre nuestros dos países una compraventa de alimentos valorados en muchos millones de dólares y en medicamentos especiales. Por momentos las calles de Cuba se llenaron de turismo norteamericano y a cada rato, incluso, políticos norteamericanos visitan Cuba en misiones oficiales de trabajo, de intercambio.

Entonces el presidente cubano no debe esperar a que otros hablen por él, sino que tiene que ponerse los pantalones y enviar un mensaje directo a Trump, su homólogo y sentarse a conversar, ahora, lo que no se puede pedir y pedir, lamentarse y lamentarse, querer que te den y te den, pretender que te consideren y te soporten y a cambio, no dar nada. Eso, ni a los hijos, que es lo que uno más quiere en esta vida, se les concede.

El presidente de Cuba debe ser un presidente. Obama a finales de sus mandatos, rompió el embrujo y un día se levantó y pensó en Cuba. Imagino que la cosa fue así. Tomándose una jarra de café americano, miró a su esposa y sonriendo le dijo cariñosamente: _mi negra, nos vamos para Cuba. Ella asombrada y casi atragantada con una tostada con mantequilla que se llevaba a la boca, le respondió: ¿Pero papi a Cuba? A lo que él con su amplia sonrisa varonil, le respondió, utilizando la clásica frase de mi cantante preferido, Ian Guillan: _Why not?

Obama recogió a su familia, aterrizó en la isla, se reunión con Raúl, el segundo más malo de los malos, el primero ya no estaba jugando, se reunió con representantes de la llamada “oposición interna”, disfrutó de un juego de pelota en el Latinoamericano, caminó por la Habana Vieja, comió en un paladar una rica comida cubana y dirigió un discurso a la nación sin que pudieran censurarlo. Su visita a Cuba no significó nada para los nacionales, por el contrario, no había despegado su avión, cuando ya los emisarios del gobierno lo criticaban fuertemente, los más activos, llegaron a decir que no sabía nada de política y que tenia que estudiar historia de Cuba. A veces los hombres tenemos nuestros propios récords, independiente de la vida social, laboral, política que llevemos y entonces Obama se apuntó un nuevo detalle en su lista de logros personales.

Mientras el transportista no pudo o no quizo dejar el envío chino en Cuba, mientras se está privando de tener algunos materiales y equipos para evitar el mayor problema que ojalá no se dé nunca dentro de la isla, mientras que se están llevando como solidaridad médicos como ventas a otros países del mundo, mientras aparecen estas dos informaciones, la del blog “Siempre por Cuba” y la del embajador cubano en China, también existen dos informaciones publicadas casi al mismo momento en Twitter, ellas son: una de Díaz Canel, presidente cubano, publicada el 30 de marzo y la otra de Michael, (Mike) G. Kozack, subsecretario de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental, publicada el día 31 de marzo. Aquí les dejo las notas, pensemos en el contenido





En medio de esto, con una donación que no pudo entrar a Cuba por culpa, según dicen, del embargo-bloqueo, el presidente de Cuba publica una frase del invicto comandante, acompañada de una foto sonriente, que entre otras cosas, nadie entiende lo que quizo decir y menos que tiene que ver con lo que hoy está pasando en todo el planeta Tierra, pero que se refiere una vez más a la crisis que desde hace siglos está haciendo desaparecer el capitalismo mundial, seguro dicha cuando el socialismo mundial y los padres soviéticos aún no habían voluntariamente y sin guerra, hecho estallar por los aires al sistema. En ella Fidel define que un día de crisis es mejor para formar conciencia que 10 años sin crisis. ¿????????????? Quizás y es lo que puedo interpretar, fue su forma de justificar la crisis cubana, sólo que nunca llegamos a entender que nos estaba tratando de crear conciencia.

Luego Kozack, afirma que las sanciones de Estados Unidos no impiden la adquisición de alimentos, medicamentos y otros suministros necesarios para combatir el Coronavirus. Ya no puedo definir si esto es verdad o mentira, pero me parece un buen momento para cogerle la palabra, levantar un teléfono y decirle: _ Oye Mike, leí tu post, entonces te voy por aquí mismo a hacer un pedido. Tengo en una mano el listado de lo que necesito y en la otra la chequera para poner el número que necesito pagar. Si es mentira, tendría el gobierno cubano un elemento público para desmentir al diplomático y detrás de él a su gobierno y eso sería mejor que miles de lamentos y quejas.

A los mentirosos hay que emplazarlos, hay que desmentirlos públicamente, entonces si el presidente de Cuba, valiéndose de su poder, llama a Mike y le hace un pedido, con el dinero para pagarlo y Estados Unidos lo niega, entonces la verdad se iría de un solo lado. No hay que gritar más, no hay que buscar formas u apoyo solidario para un show mediático, hay que brincarse las cómodas butacas y negociar.

Mike sirvió la mesa, dijo al mundo que no están impedidas las adquisiciones de medicinas, alimentos y suministros para combatir el virus, entonces sólo hay que comprar ahora y luego cuando salgamos de lo que nos está matando, luego, cuando todo vuelva a la normalidad, volver a comenzar la lucha ideológica. Si se quiere a un país, o sea, dentro de él a lo más importante, las personas, porque las palmas, los llanos, los mogotes, los ríos, por sí solos no significan mucho, sólo cobra categoría de patria cuando el ser humano los reconoce, basta ya de lamentos, llamemos a Mike, llamemos a Trump y comprobemos si lo que dicen es verdad o mentira. El presidente cubano, además de ser continuidad, debería pensar, tal como hizo Obama, en su récord personal.

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