jueves, 25 de febrero de 2021

"Verso o nos condenan juntos o nos salvamos los dos". José Martí

El Terrible, alejado de los escritos por, como dicen los abogados, “fuerzas mayores”, vuelve a la carga. Para mí, como testigo excepcional de los acontecimientos de la Cuba de hoy, me hace pensar y luego me compromete a escribir.

Como ésta es una actividad sin fines de lucro, no hacen falta muchos lectores, prefiero quedarme con pocos, aquellos que, como El Terrible, me ilustran y enriquecen. Ya no me importan mucho los “likes”, aunque agradezco cuando los recibo, prefiero los sentimientos, aunque no coincidan con los míos.

Primero mi fiel lector, me comenta sobre Alexis Valdés, su opinión sobre él coincide con la mía. Luego, en otro momento me habla de Cuba, de su historia pasada y presente y eso me hace retomar el pensamiento, convirtiendo nuestra ya larga relación en un ciclo donde yo te inspiro - tú me inspiras.

Leámoslo textualmente para descubrir que, en medio de problemas, carencias, insatisfacciones y frustraciones, en medio de tanta casi miseria, sobre todo material, siguen existiendo cubanos que, quizás sin desayunar o con una ropa desgastada por el uso de muchos años, sienten la necesidad - placer de rebasar el pensamiento concreto.

Febrero 24, 2021:

“Me acuerdo cuando en una oportunidad subiendo por Porvenir en bicicletas y regresando del trabajo, tuvimos que ayudar a empujar a Alexis Valdés su carro americano de los años 40 que estaba hecho polvo. Por aquellos años de “Periodo Especial” él vivía en Párraga y me parece un claro ejemplo de alguien que sale del comunismo siendo pobre y negro para insertarse en la forma de vida capitalista salvaje que se rige solo por el poder que da el dinero. Lo que tiene se lo ganó a base de talento y es la prueba de que cuando hay talento no existen barreras. Él visitaba a Cuba, pero nunca salió en los medios oficiales para hacerle el juego al gobierno como otros. Pienso es un tipo sincero y coherente con su manera de ser y pensar. Pienso es un buen cubano, inteligente, talentoso y allí donde está se ganó un espacio por el que los demás lo quieren y respetan. Ahora es un tipo libre que puede contar sus verdades sin tener miedo a ser reprimido, ni censurado por el régimen cubano. Esos cuentos que hace además de ser reales son pocos para lo que aquí pasó y pasa en ese mundo prohibido para los obreros que no tienen derecho, ni permiso para quejarse. Esto está en un momento histórico complicado del que no creo el gobierno pueda salir fácilmente. Vuelve a la cabeza de muchos la posibilidad de salir echando de aquí a cualquier precio y para cualquier lugar. Retomaron fuerzas los balseros que nunca dejaron de existir. La gente está inmersa en un sentimiento colectivo de sufrimiento, ansiedad y desespero ante la respuesta del gobierno de que todo lo tienen calculado y de que ahora si vamos a empezar a caminar. Ahora para mayor tragedia para los de abajo, el ordenamiento con todo lo negativo que trajo y además el virus son una pésima combinación que lo complica todo a todos los niveles”.

 ++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++

Febrero 22, 2021:

“Es una realidad innegable que la historia delata a los hombres del presente, lo mejor y peor de los tiempos pasados. En el caso de Cuba, no es diferente porque nuestra historia está llena de episodios y personajes, algunos muy lamentables y otros dignos de admiración, a pesar de que muchos son totalmente desconocidos por la mayoría de los cubanos de todas las edades. Los problemas que hoy atraviesa Cuba no son ni una fracción de lo que mucho sufrieron los que vivieron en aquellos años duros, mucho más duros que los de hoy. Nadie puede desconocer que gran parte de los problemas actuales tienen que ver con la falta de liderazgo real plagado de personas con principios y vergüenza de verdad. Un día como ayer mataron en 1877 a Antonio Vicente Aguilera, un cubano del que se habla poco por aquí y que representa un ejemplo de hombre, integro como pocos. Algunos decían en la época que Céspedes lo mandó para New York para evitar su posible ascenso político, porque si sabemos que era vicepresidente de la República en Armas siendo Mayor General. Este personaje de los más grandes y desconocidos de aquella etapa era millonario desde que nació porque su familia era dueña de casi toda la zona oriental y además de tierras, ingenios, cafetales, cientos de esclavos, etc. Su familia era considerada como los Trump de ahora con la diferencia de que el hombre se creía lo de la independencia de Cuba de verdad y además de dar candela a sus casas en Bayamo como el resto de los que allí vivían, dedicó toda su fortuna y vida a la causa, tuvo 10 hijos y murió en la pobreza en New York. ¿Qué pasa que hombres como esos ya no nacen en Cuba???????? Capaces de renunciar a todo sin pensar en ellos y entregarlo a una causa hasta sus últimas consecuencias. En realidad, Céspedes lo mandó a New York por su condición de abogado y por la gran confianza que le tenía para poder organizar la ayuda tan necesaria que desde Estados Unidos se recibía para la causa en aquellos duros tiempos. Luchó hasta su muerte padeciendo de cáncer y quedó en los libros de historia como uno más. Gran parte de lo que pasa hoy en Cuba tiene que ver con la ausencia de líderes auténtico que se lo crean, se entreguen de verdad a la causa y no como unos payasos, oportunistas y mediocres incapaces de ser verdaderamente consecuentes y que nadie les cree. Mientras no nazcan hombres como Aguilera, (Pancho), no llegaremos a ninguna parte y todo será como hasta ahora. Seguiremos echándonos la culpa los unos a los otros. “Nuestro padre” del 1 de enero del 1959 se nos fue y nos dejó huérfanos, incapaces de encontrar un verdadero y definitivo camino, todo esto es mentira”. 

La canción “Patria y Vida” y más que la canción, la dura realidad inocultable que se vive en Cuba, está llegando a su máxima expresión y delatando con el paso de cada día la incapacidad de los que dicen dirigen aquel país para conseguir en poco tiempo lo que el pueblo necesita para vivir, entre ello, lo más preciado la esperanza y el pensamiento positivo, aspectos que luego logran unir y movilizar en una misma dirección.

En eso “nuestro padre” como lo menciona El Terrible fue un genio y de ahí el apoyo que obtuvo en los primeros años de “su revolución”. Fidel Castro mientras peor se estaba, lograba traducir y pintar en el aire, si es cierto en el aire, pero pintar, que estábamos mejor y que además mejoraríamos más en muy poco tiempo.

Las mentiras que dijo, que parecía se creía por la convicción con que las repetía una y otra vez, lograron movilizar a la mayor parte de los cubanos, que como demostró el famoso científico ruso, médico y químico, Iván Petróvich Pávlov, tal como los perros, comenzaban a segregar saliva como parte de un reflejo condicionado y disfrutaban de la mejoría cuando no había comida, ni mejoría alguna.

Desde ahí, con un conocimiento y uso exacto de lo que Pávlov definió como “estímulo – respuesta” parten nuestros males. La destrucción y peor, la no salida que hoy vive Cuba, la ausencia de personas capaces y honestas, que no mientan descaradamente, porque de poco sirve a un país tener inteligentes, pero hijos de puta, se hicieron los cimientos para el desastre sólido que hoy tenemos, porque ya no es muy justo seguirle echando la culpa a la etapa de la llamada seudo república “desformada” que ya comienza a quedarnos lejos. Por lo menos aquella seudo república construyó el Capitolio y el Túnel de la Habana en tiempo récord y con mano de obra cubana y esas, más otras miles y miles de obras a lo largo y ancho de toda Cuba, todavía están en pie a pesar de los años de olvido de forma continuada.

Fidel logró que los cubanos no sólo segregaran saliva sin haber comida, sólo con el sonido de las campanas y que se sintieran mejor con mejorías que no existieron, sino que renunciaran a parte de esa comida y se dedicaran a crear mejorías en otros países del mundo y al mismo tiempo, con carencias de todos tipos y con hambre, se lograran sentir orgullosos. Nuestros padres auto engañados, trataron entonces de engañarnos.

La canción “Patria y Vida”, sin que yo ahora considere héroes o dioses a los autores, es un buen resumen de lo que ha pasado, cosa que lo demuestra, por una parte, la buena acogida que ha tenido en millones de cubanos dentro y fuera de Cuba, y, por otra parte, la respuesta ridícula obligada del gobierno cubano en todas sus esferas, ministerios, departamentos, más prensa, radio y televisión, cosa que hasta cierto punto es entendible porque la canción a ellos es dedicada. Una canción, tiene que ser buena, ha logrado mover a las personas, más que lo que todos los grupos de disidentes que existen dentro de la isla. Una canción, tiene que ser honesta, cuando las personas en Cuba, no en Miami, ni en Nebraska, ni en Barcelona, se están pintando la frese de Patria y Vida en sus cuerpos y se están exhibiendo sin miedo a la segura y aplastante represión. Una canción, tiene que ser entendida, porque las personas en Cuba, al verse representados por los cantantes y el texto, están manifestando que ya no quieren más lo de la frase grillete Patria o Muerte. Los cubanos no quieren morir, “ya se acabó”.

Pero, además, también como en muchas otras ocasiones, aparecen las voces de los mismos intelectuales y artistas que siempre defienden, a veces con ofensas, a veces con mentiras, a veces con justificaciones ridículas, hipócritas y oportunistas y a veces con todas ellas juntas. Entre ellos Israel Rojas, uno de los integrantes del grupo Buena Fe, actual pionero vanguardia, aunque ya está cerca de los 40 años, el exministro de cultura de pelo largo Abel Prieto, calvo cuando fue ministro, el actual desministro de cultura o ministro de la incultura, un general que dijo que el futuro alimentario estaba en comer avestruz, otro tipo que dijo que las tripas de cerdo estaban garantizadas para que la población cubana comiera, uno de los famosos expías cubanos en Estados Unidos que ahora viaja toda Cuba con una piña en la mano estimulando para que se siembre debajo de cada cartel de CDR, la rana Rene, perdón, el presentador Randy Alonso, entre otros y por supuesto, el de siempre, el de todos los momentos, Silvio Rodríguez, crítico revolucionario cuando joven, que hoy a los 74 años, en camino a la ancianidad, viviendo muy bien, no quiere que se critique. La crítica ahora hace daño.

No hablaré del amigo de Buena Fe, ni idea tengo de su vida y siempre he creído que su discurso es algo amorfo, si es que esa palabra puede aplicarse a las ideas. Sus planteamientos siempre van al amor dulce y empalagoso, a los de allá unidos con los de acá, a la hermandad entre hermanos que no existen, el apoyo de una idea que no se encuentra o puede ver en ningún lugar, a no ser en su casa de La Habana y en la de, imagino, su amigo Silvio, etc., pero si dedicaré un ratico al mensaje “sanador” del muy conocido en su imagen pública, el miembro fundador de la Nueva Trova, ya sabemos que las imágenes privadas en Cuba son más privadas que en ningún lugar. Silvio, que si no fuera porque siempre repite el esquema podríamos decir que está ya chochando, que desde hace muchos años vive como millonario de verdad dentro de la Cuba comunista, defiende el modo de vida de un pueblo que él personalmente no conoce y no padece, más allá de lo que pueda leer en el periódico o le cuenten algunos de sus amigos.

El cantautor cubano, cansado de vacilar, viajar, vivir bien, sigue tratando de mantener el ancla dentro de la arena, apelando a ideas que nadie cree que él pueda creer, a no ser que fuera retrasado mental, cosa que evidentemente todo sabemos no es.

En esta ocasión, el conocido también como Susurro Rodríguez, refiriéndose a Patria y Vida, el 18 de febrero hizo públicas algunas ideas en el blog de otro cubano. Allí escribió textualmente:

“Este video tendría otro sabor si no viniera de la mano del trumpismo cubanoamericano, que en un proceso público obligó a GDZ y Descemer a hacer concesiones y ahora enmendar su pasado. Casi todos estos artistas están en posiciones de privilegio y todos saben que la canción es segura, hay un mercado para el arte anticomunista. Quisiera saber más de lo que no se menciona, cuál es su alternativa a la realidad que están criticando. Este ejercicio de optimismo de artistas (devenidos ahora en activistas) no parece aspirar a saldar las deudas democráticas de la nación sino un ajuste de cuentas más en la historia nacional. La promoción de la democracia pasa por garantizar los derechos políticos de todos en un proceso de reconciliación nacional, no viene de la mano de plataformas digitales e influencers que hacen concesiones o se identifican con un movimiento político que no sabe respetar la democracia ni siquiera en Estados Unidos. Seguiré escuchando a GDZ, Orishas y Descemer, en las canciones que no eran un mea culpa ante el mercado”.

Más de lo mismo como se puede leer. Cuando no hay argumentos reales, hay que inventarlos, entonces Silvio dice que ahora el video de “Patria y Vida”, imagino también la letra de la canción viene de la “mano del trumpismo cubanoamericano”, lo que me parece recordando todo lo que se le ha criticado a Trump, que quiere decir que esto es una variante racista, de supremacía blanca, donde se apela al capitalismo salvaje y brutal. Variante seguidora de Trump entonces es prepotente, clasista, que sólo tiene en cuenta a los cubanos de ojos azules, grandes propietarios de tierras, fabricas, bancos, etc. Es penoso, que siendo Silvio el dueño cubano de la poesía, no tenga otro argumento mejor para echarle tierra a este proyecto.

Por supuesto, otro esquema sacado de los discursos de Fidel Castro. Estas personas no tienen ideas propias, no pueden sentir, nada es auténtico, nada es serio, sino que son pagados, TODOS, por el enemigo, o sea, Silvio los nombra sin mencionar la palabra, mercenarios y trata de asegurar, ya encontrará quien confíe en él, que estos artistas hacen “concesiones para enmendar sus pasados” porque la canción anticomunismo tiene buen rating en el mercado. Silvio no admite el cambio porque no le conviene. Sólo dos ejemplos de cambios de los miles que existen. Paul David Hewson, “Bono”, cantante irlandés del grupo U-2, casi frisa con la delincuencia durante su loca juventud, hoy, además de multipremiado por su música, es un activista famoso internacional, embajador de Naciones Unidas y participantes en otras organizaciones de paz y solución de conflictos, que lo han llevado a ser recibido por varios presidentes y organizaciones mundiales. Shawn Corey Carter, “Jay-Z”, delincuente rapero y reconocido vendedor y consumidor de droga, hoy es un influyente músico, escritor, productor, hombre de negocios, buen marido y padre y sobre todo muy venerado por millones de personas. 

Silvio no admite el cambio porque no le conviene. Sólo dos ejemplos de cambios de los miles que existen. Paul David Hewson, “Bono”, cantante irlandés del grupo U-2, casi frisa con la delincuencia durante su loca juventud, hoy, además de multipremiado por su música, es un activista famoso internacional, embajador de Naciones Unidas y participantes en otras organizaciones de paz y solución de conflictos, que lo han llevado a ser recibido por varios presidentes y organizaciones mundiales. Shawn Corey Carter, “Jay-Z”, delincuente rapero y reconocido vendedor y consumidor de droga, hoy es un influyente músico, escritor, productor, hombre de negocios, buen marido y padre y sobre todo muy venerado por millones de personas. 

Fácil esquema, todos son pagados, incluso yo, entonces me pregunto: ¿Es que los conciertos que Silvio dio alrededor del mundo fueron gratis?, ¿Sus canciones usadas en muchas películas y documentales no cobraban “derechos de autor”?, ¿Su casa, su estudio de música privado en la sociedad comunista cubana, sus carros, no serán pagos también?

Luego, no contento con su primera nota, publicó otra de peor gusto, donde, por supuesto el comodín más a la mano, el doble blanco del dominó, el nombre más utilizado a conveniencia, por partes, fuera de contexto y por capricho, José Martí, aparece para tratar de dar peso a sus razonamientos irracionales.

“La histórica consigna "Patria o Muerte", no es, claro está, una homologación entre la patria y la muerte, sino la expresión de que el derecho a la vida de todos los cubanos es el principio fundamental de la patria, y sin este espacio dicho derecho está en peligro.
"Patria y Vida" es una alusión mediocre y oportunista al sacrificio y la bondad del pueblo cubano, su historia, sus derechos; una réplica cobarde que especula con la necesidad que tenemos todos los cubanos de construir esa patria por todos y para todos. Qué distinto diría Martí: Cuba y la Noche. No se puede vivir en paz mientras la patria es mancillada.
"Al combate corred bayameses/ que la patria os contempla orgullosa/ no temáis una muerte gloriosa/ que morir por la patria es vivir.// En cadenas vivir es vivir/ en afrenta y oprobio sumidos./ Del clarín escuchad el sonido/ a las armas, valientes, corred."
 

Silvio, el autor de Ojalá, canción que todos los cubanos coincidimos que fue resultado de un encabronamiento juvenil cuando era crítico y se inspiró y dedicó en secreto a Fidel Castro, aunque él, por cobarde y oportunista, asegura que se la dedicó a una mujer, a un amor complicado, el mismo trovador que compuso aquella bella canción sobre la búsqueda de un unicornio azul, que imagino hoy dirá que fue el resultado de un sueño donde el hacia el amor con el imaginario animal, ahora, como dice mi amigo Ruso, con la caja de muerto ya pegada a la espalda, dice que está esperando saber más sobre cuál es la alternativa que proponen los autores – cantantes para la realidad que critican.

¿Hipócrita Silvio o sordo? La canción es muy clara en su texto. Los cantantes no son los responsables de diseñar alternativas políticas, son cantantes. No son políticos de oficio, menos estudiosos de la política. Son artistas y fueron claros, quieren libertad interna, quieren que el gobierno existente, no esté más. No proponen alternativas, porque no han redactado una constitución, ni un programa político, sólo han empatado versos con música, donde hasta al peor oidor le tiene que quedar clara una idea, ya no más, se les acabó el tiempo. Ya no tienen más que destruir, casi todo, incluyendo a muchos cubanos, es una ruina.

¿Quiere algo más claro Silvio? Ahora la propuesta trovadoresca es la reconciliación nacional y la salvación de la democracia cubana con derechos políticos para todos por igual. ¿Cuándo descubrió esto? Seguro que fue después del acto -  mitin de repudio que protagonizó contra Mike Porcel. ¿El gobierno y el partido comunista cubanos que han salido a desmoralizar, denigrar, maltratar, ofender, vejar a esos cantantes, sin pensar o tener en cuenta las consecuencias para madres, esposas, hijos, quiere y está trabajando para la reconciliación? Esto debe ser otro amor complicado de Silvio con una mujer u otro animal.

¿Esto es serio o una broma? Ahora Silvio es el traductor de la frase Patria o Muerte, asegurando que no es una oda a la segunda, con lo que incluso contradice al difunto Fidel, que personalmente en muchas ocasiones aseguró que los cubanos estábamos dispuestos a morir, a desaparecer de la faz de la Tierra, que Cuba prefería partirse en dos y hundirse en el mar, que sólo se recogerían dentro de ella cenizas y que no sólo se quedó en lo teórico, sino que, para demostrar que era loco de verdad, estuvo jugando con aquellos cohetes nucleares instalados en la isla por nuestros padrinos ideológicos.

Muchos están convencidos que sus aspiraciones a un “Oscar”, le hubieran llevado a apretar el botón que siempre dicen que es rojo, tal como después autorizó el derribo de avionetas civiles con civiles dentro o el hundimiento “casual” del remolcador 13 de marzo.

El gobierno comunista cubano, Fidel, Raúl y Canel, no sólo han teorizado con la muerte, han matado. Peor, porque han matado a la vida y han matado dejando vivos. Cada emigrante, cada disidente, cada marginado o sancionado injustamente, cada abuela o madre que no puede dar de comer a los suyos o que perdió un hijo en el mar o la selva, cada hombre sin trabajo a pesar de estudios y deseos, cada expulsado de un trabajo o escuela, cada jinetero o jinetera, cada repudiado, golpeado, denigrado, está muerto.

A estas alturas del juego, Silvio dice que los cubanos necesitamos construir una patria por todos y para todos, tal como si la vida fuera eterna, como si los cubanos duráramos lo mismo que las tortugas. A los 62 años de repetir que estamos construyendo algo, Silvio deja claro que se necesita construir algo y por supuesto, una vez más el discurso de patria mancillada, cuando nadie se ha propuesto mancillar a Cuba. Nadie tiene la idea de subastarla al mejor pastor, nadie está pidiendo acabar con los cubanos en hornos y repoblar la isla con suizos, noruegos, daneses, etc. La patria, Silvio, no es un gobierno, el gobierno hoy no puede ser el dueño absoluto. El mancillado, el criticado, el reclamado, es el gobierno. ¿Esto es tan difícil de entender?

Lo de terminar sus ideas con las letras del Himno Nacional de Cuba, es sencillamente patético, ni que él fuera el autor. Nada más que decir. No escribiré más de Silvio por ahora, dejaré la última reflexión de mi estimulador, El Terrible, que sin saber que yo escribo, menciona también a Martí.

 “Un día como hoy se alzaron en varios lugares de Cuba en el año 1895 los cubanos en contra del gobierno español. Era la guerra llamada "necesaria" por su principal organizador José Julián. Todos sabemos por qué Martí no pudo participar en la guerra grande, se sabe en qué condiciones y en qué momento histórico comenzó a entretejer los diferentes mecanismos que le permitieron lograrlo no sin muchos desaciertos y fracasos. Yo me pregunto: ¿Qué pensaría y escribiría Martí si viviera en la Cuba de hoy?, ¿Qué haría Martí en momentos como estos? La Guerra del 95 realmente fracasó y nadie en aquel momento pudo evitarlo. ¿Será que los cubanos estamos destinados al fracaso?, ¿Por qué desde aquellos tiempos seguimos fracasando una y otra vez?, ¿Le hace falta a Cuba otro Grito de Baire?, ¿Le hace falta a la Cuba de hoy otro Martí? Hemos estado todos estos años estudiando aquellos acontecimientos y las razones del fracaso, pero no nos ha servido de nada. Estos últimos 60 años han sido fallidos y ahora que somos los llamados más libres, en realidad somos más esclavos que nunca de nosotros mismos. Como diría el Apóstol. "Verso o nos condenan juntos o nos salvamos los dos".

martes, 23 de febrero de 2021

Para que Cuba “sea nuestra madre, no nuestro policía”.

Acabo de leer la publicación del actor, productor, cantante, escritor, humorista, el cubano Alexis Valdés, febrero 2021. No exagero si digo que es uno de los mejores actores de las nuevas generaciones de artistas cubanos. Son muchas las noveles, las películas y los espectáculos en teatros que tiene en su curriculum. Ya había triunfado en Cuba, ya era muy conocido y querido, cuando salió a España, donde a pesar de ser mulato, nada lindo y no hablar como los españoles, triunfó en teatros y cines, en un medio donde el idioma y sobre todo la forma de hablar, es fundamental. Luego en Miami, con un gran público cubano que lo recibió, por lo que conozco, rompió los esquemas y la pegó, aún en cada cosa que hace la pega. Alexis, puede gustarte más o menos, es un triunfador.

Ahora leo su explicación e ideas sobre la canción “Patria y Vida” que tanto está sonando, pero más que eso, Alexis, a lo mejor sin intenciones grandilocuentes, recrea y lo recrea bien, una parte de nuestra última historia, sobre la cual nadie puede discrepar. Creo que mejor explicado no puede estar. Es respetuoso y claro, como corresponde a un buen intelectual. Aquí se las dejo textualmente. Creo que poco se puede aportar, más allá de decir tres o cuatro buenas malas palabras a lo cubano.

En una etapa de mi vida, por casualidad o la insistencia de un amigo, tuve la oportunidad de participar en las noches de La Habana, las cuales desconocía a profundidad. Trabajé algún tiempo con responsabilidades administrativas y comerciales en el afamado “Restaurante 1830”, cuyo cabaret al aire libre, “Los Jardines” y el anexo que administrábamos “La Chorrera”, se convirtieron, al decir de la policía cubana y el ministerio del interior, en el segundo foco delictivo de La Habana de noche, el primero por aquellos años era la zona que rodeaba el Hotel Cohíba.

Aquella denominación de “segundo foco delictivo”, preocupación diaria del MININT y del gobierno, era debido a las fiestas de noches, porque la verdad es que al restaurante pocas personas entraban a comer. Era extremadamente caro. Allí conocí las verdaderas noches de la ciudad, donde 300, 400 y más personas reventaban los salones nocturnos del 1830. Allí, con aquellas “fiestas house” que reconstruimos, conocí directamente a jineteros, jineteras, chulos, casi delincuentes, profesionales delincuentes, exconvictos, pero también buenas personas que tenían en esas noches sus formas de vida. Objetivo fundamental, los dólares norteamericanos.

Allí conocí a hermosas cubanas, algunas graduadas universitarias, casi diosas por sus cuerpos y caras, que noche a noche me saludaban cariñosamente para que las dejara pasar. Allí conocí a menores de edad, que trataban de, con sus pinturas en la cara, pero sin carné de identidad, engañar al portero para entrar a “luchar”. Allí conocí a jóvenes que llevaban a sus esposas a prostituirse, si, a sus esposas, a las mujeres con las que compartían su vida e incluso tenían hijos. Allí vi a hombres caerles a piñazos a sus jineteras “protegidas” por considerar que no hacían el mayor esfuerzo en la captura de un extranjero y allí vi a bellas jóvenes cubanas, entre 18 y 20 años, entrar orgullosas y autorizadas del brazo de extranjeros, algunos turistas, otros empresarios en Cuba, muchos con casi 70 años, algo así como estarse exhibiendo y acostándose con personas que podían ser, por mucho, sus abuelos. No importaba el color, el tamaño, la edad, el país de origen, el idioma, lo importante era la “lucha” de ese día. El mañana sería otra cosa.

Allí vi a por montón la cocaína y la marihuana, drogas sobre las que a mi edad conocía muy poco. Allí vi a muchas muchachas quitarse los zapatos y tirarse al mar, cuando de pronto en la noche entraban los miembros de la seguridad del estado y de aquel departamento creado que se llamó “Lacra Social”, para no ser detenidas, enjuiciadas, multadas y muchas regresadas a sus provincias de origen. Allí me conseguí un grupo de delincuentes con armas encondidas que nos protegían como especie de guarda espaldas y allí, gracias a las noches del “1830”, me repugnó tanto el asunto que me prometí más nunca trabajar en ese ambiente.

Alexis Valdés, que, por su profesión de trabajar de noche en cabaret y discotecas, como él cuenta, de eso debe saber muchísimo más que yo, no miente, creo que ha sido no sólo real, sino cuidadoso, sobre todo en un momento, donde la realidad cubana cambió y las personas, cosa que ocurre hasta hoy, tuvieron que inventarse y reinventarse todos los días para poder vivir.

Es verdad la existencia de universitarias que dejaron sus trabajos profesionales para irse a limpiar piso en un hotel o trabajar detrás de un mostrador sirviendo comida y de paso, si Dios las ayudaba, conocer a un extranjero. Es verdad que, así y todo, en algunos casos, teniéndose que acostar con casi sus abuelos o con un tipo de una cultura totalmente diferente a la nuestra, por ejemplo, un árabe, vivían mucho mejor que como profesionales. Conozco casos de que esas llamadas “jineteras”, a las que el propio Fidel Castro no le quedó más remedio que reconocer e irónicamente mencionar, en aquellas intervenciones inacabables, como las más sanas prostitutas del mundo por la supuesta atención médica cubana, eran las que no sólo mantenían a sus familias y ayudaban a sus amigos, sino que colaboraban con, por ejemplo, los comités de defensas donde vivían aportando las comidas y bebidas para las fiestas de vecinos, por lo que muchos las veían como una solución aceptable e incluso como buenas “compañeras cederistas”.

Los apodados jineteras o jineteros, no sólo se dedicaban a las noches, sino que, en la lucha en las playas, las calles del Vedado o La Habana Vieja, muchos se casaron con aquellos extranjeros empresarios y pasaron de “delincuentes” a señoras y señores con autoridad y derechos, por encima del cubano pueblo. ¿Qué decir de los que lograron levantar el vuelo? Entonces, poco tiempo después regresaban victoriosos, orgullosos, satisfechos, gordos, blanqueados, con pelos lacios y dinero legal y el gobierno los recibió, les alquiló hoteles, carros, restaurantes, creó tiendas para ellos, etc. Una vez más en nuestra historia patria, los “feos y asquerosos” gusanos regresaban convertidos en “preciosas” mariposas.

La jinetera que muchas noches fue casada por la policía, llevada a calabozos, multadas, pero además maltratadas en secreto y públicamente, denigradas y no pocas abusadas y extorsionadas por algunos policías, regresaban con pasaportes extranjeros y todas las autoridades una vez que ponían los pies en suelo cubanos, se arrodillaba frente a ellas. Eran entonces señoras de bien.  Recuerdo, y ahora me río, a mi hija Jenny estudiando y poniéndose brava al borde del llanto, por las notas que sacaba, mientras una compañerita de aula, de su misma edad, nunca venía a clases y en todo tenía 100 puntos. Aquella adolescente, menor de edad aún, era en las noches jinetera y por supuesto, en esos años que hablo ya muchos profesores no eran profesores, por lo que los regalos podían más que los estudios.

Alexis no sólo explica, sino reconstruye una parte de nuestro pasado, que, sumado y sumado, ha dado pie a la canción “Patria y Vida” para lograr una Cuba que, como magistralmente él mismo dice, “sea nuestra madre, no nuestro policía”.

 +++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++

Alexis Valdés

¿Quién es Jinetero?

En estos días se está hablando mucho de la palabra Jinetero o Jinetera entre cubanos.

Pero, ¿Qué es una jinetero o Jinetera?

Yo conozco bastante bien la historia porque trabajaba en los cabarets de La Habana en los 80 cuando todo comenzaba.

Las Jineteras no eran más que chicas con ganas de divertirse y de tener acceso a ciertas cosas que no tenían. Por ejemplo, tener acceso a una noche divertida en un cabaret de La Habana o alguna discoteca. Tener acceso a un restaurante de un hotel o a comprar alguna prenda de vestir que a todo joven siempre le ilusiona. Cosas a las que solo te podía “invitar” un extranjero.

Yo conocí a esas jineteras. Las conocí en el Hotel Capri en el Habana Libre en el Hotel Nacional o en la Discoteca del Hotel Comodoro. En su mayoría chicas hermosas con mucho encanto, gracia, y muchas de ellas hasta con preparación. Algunas incluso eran universitarias. Estudiantes de medicina de arte de magisterio... Y un dato muy importante: no cobraban.

No, no cobraban. Realmente lo que recibían era pequeñas cosas (como diría Serrat) y muchos sueños. Algunas de ellas incluso soñaban con casarse con ese señor español o italiano o mexicano o canadiense y salir del país a conocer otras realidades más prometedoras que su realidad.

¿Era eso un delito?, ¿Era eso indigno? Por supuesto que no. Eran chicas que tenían ganas de disfrutar su juventud. Venía un señor de otro país que podía estar en el Hotel donde ella no podía, que podía comer en el restaurante que ella no podía, que podía ir a las discotecas que ella no podía, y por supuesto, para ella ese señor era Superman.

Y Sabina les dedicaba versos, Willy Chirino también. Y llegado un momento, el gobierno que en un inicio la persiguió, las dejó seguir en un estado de cuasi-legalidad, porque sabían que era un gran atractivo para los turistas. ¿A que iban si no tantos hombres solteros a Cuba? ¿A la playa? Por favor. ¿Saben cuántas playas hermosas hay por todo el mundo?

Llegó la exaltación hasta el punto, de que en algún momento escuché a alguna de aquellas chicas decir “yo no me acuesto con cubanos, los cubanos solo dan pin.. y disgusto” Y por supuesto me dolió mucho, porque uno de esos cubanos era yo. Y a veces veía una chica hermosa a la cual ya yo no tenía acceso simplemente por ser cubano. ¿Quién creó eso? ¿Quién elevó al foráneo por encima del cubano? El Gobierno cubano. O, ¿Ya nos olvidamos de la parodia del poema “Tengo” de Guillen que todos leíamos en las casas escuelas y trabajos?

En España hasta se puso de moda que las artistas más famosas se traían un cubano y aquello se volvía el atractivo de la prensa del corazón. Así surgieron los Dinio y Compañía. Que fueron los más famoso de la España de los 90. La frase más común era “¿Sabes quién se trajo un cubano?”  Y a los que habíamos venido como artistas como yo o el mismo Yotuel, nos molestaba que en todas las entrevistas nos preguntaran por eso. ¿Y tú conoces a Dinio?, ¿Y lo conociste en Cuba? Un día un taxista me dijo: “¿Qué es lo que tenéis allá abajo que las tenéis locas??  Y yo le dije “perdón señor yo no tengo nada que ver con eso” y me respondió “vamos, vamos Cubanito, que todos sois iguales” Y esa era la imagen que tenía el pueblo español de los cubanos.

Entonces, ¿Quién creó las jineteras y jineteros? Como dicen los babalawos, lo que se sabe no se pregunta. Las creó la precariedad. Las creó la falta de derecho a divertirse y soñar por ser cubanas. ¿O es que ya nos olvidamos de que los cubanos hace solo unos años no podían entrar a los hoteles y no podían comprar en dólares? Ni siquiera podían tener dólares. Lo cual significaba que no podías tener unos jeans o unos zapatos deportivos o una camisa bonita o un reloj o una grabadora o unas gafas de sol o un CD con una música del grupo que más te gustaba. Todo eso estaba absolutamente prohibido. La única manera de tener acceso a eso era tener relación con un extranjero. Y por eso todos los cubanos buscaban tener relación con algún extranjero. Unos les brindaban amistad, otros negocios y otros les brindaban sexo. Es decir que jineteros fuimos todos entonces. Incluido el gobierno.

Porque a muchos representantes del gobierno los vi en esos cabarets, en esos hoteles, en esas piscinas, en esos restaurantes, bebiendo y comiendo y disfrutando con aquellos extranjeros empresarios que venían hacer negocios a Cuba. Y muchas veces aquel funcionario o dirigente o amigo o familiar de un dirigente que estaba con ese extranjero, ni siquiera era el que iba a hacer el negocio, era solamente un puente para llegar al otro que tenía aún más poder, que era el que podía propiciar el negocio. Es decir que ese funcionario o miembro del gobierno estaba “jineteando” a ese extranjero. Y aquel personaje propiciador, podía ser lo mismo un ministro que un viceministro o el hijo o sobrino o el cuñado de un dirigente de lo más alto de la revolución. Yo viví todo eso porque tenía un par de amigos empresarios extranjeros y veía cómo pasaban uno a uno, o de tres en tres, a comer y a beber a costa del extranjero y a nombre de la Revolución. Y al final muchos de esos empresarios se iban cansados de gastar dinero dando vueltas e invitando gente sin concretar nada. Como un amigo de La Rioja al que me encontré en La Habana. Estaba intentando vender sus chorizos, y le pregunté “¿vendes?” y me dijo: “Si, pero no pagan”. Era así. Un juego. Una ruleta de la suerte, donde al final uno caía con suerte y los demás se iban cansados de intentarlo.

Como dato curioso. Una noche estaba yo en el Palacio de la Salsa y por ahí acostumbraba a pasarse uno de los hijos de Fidel Castro. Creo que es uno que se llamaba Alejandro y decían que era un chico muy inteligente en temas de computación o matemáticas. Pues yo andaba con un amigo mío de toda la vida llamado Cesar al que conocí en Barcelona. Y el tal hijo de Fidel Castro me dijo textualmente: “¿Asere tú le puedes pedir a tu amigo que me compre una Coca-Cola? Y recuerdo que yo le dije a mi amigo “es un hijo de Fidel”. Y el amigo me miró como diciendo “¿Quéee ???“, “Y, evidentemente le compramos la Coca-Cola. Y eso mismo me pasó con artistas famosos, glorias del deporte cubano y tantos otros que no mencionaré aquí por qué no viene a cuento.

También recuerdo al hijo mayor de Fidel, (a Fidelito), con otro empresario español al que yo conocía, en las noches de los cabarets de La Habana. Recuerdo que me vio y me dijo “Pero tú no vivías en España” y yo le dije “Vine de visita” y me dijo “vete de aquí que este país es una mierda”. Mira tú, el hijo del padre de la patria. Y en esas noches vi a casi todos los del gobierno, ministros, generales, ideólogos, que claro, cuando iban sin extranjeros, pues entonces no pagaban. Tenían firma. Así se decía: “Él tiene firma en todas partes”, es decir que se pagaba del presupuesto nacional. En fin, lo que sigue pasando. Porque en Cuba nadie se cree que los peces gordos viven como viven por su salario.

¿Qué quiero contar con esto? Solamente un pedacito de una gran verdad. Todos fuimos jineteros. Todos tuvimos un amigo extranjero que nos compró algo. Incluso hoy en Cuba mucha, muchísima que gente, para sobrevivir recibe dinero cosas y ayuda de gente que vive en el extranjero. Y si no, pues no viven. ¿Es indigno eso? ¿Es todo el pueblo indigno?

Entonces acusar a Yotuel Romero o a cualquiera de jinetero es una estupidez. Porque un país donde ser jineteros es una forma común de ganarse la vida, no puede acusar a alguien de jinetero. Es como un país de pescadores que acusa alguien de ser pescador o un país de tabacaleros que acusa a alguien de producir tabaco. Nuestro país se volvió jinetero por necesidad material y falta de sueños. Esa es la gran verdad que nunca dirán en el Noticiero de televisión.

Por eso al principio las chicas que ejercían esta profesión eran miradas con desprecio en la calle, en los trabajos y en las familias. Pero pasó el tiempo y llegó el momento en que fueron miradas como salvadoras de aquellas mismas familias. Eran las que llevaban el dinero para la comida. Y los pañales para el bebé. Y la medicina extranjera para el abuelo. Y las chancletas cómodas para la tía. Y las que le hacían el regalo bonito al primo cuando cumplía 15. Y las que un día compraban un puerco y unas cajas de cerveza y hacían a la familia feliz. Entonces fueron unas heroínas.

Como también decía Serrat “... más cuidado donde tocan” Un poco de respeto por el sacrificio y el dolor de vuestro propio pueblo.

Vergüenza debería dar hablar así de nuestra propia gente, que, si no pudieron hacer más, es porque no les dieron las herramientas para hacer más. Pero ya se han perdido todos los límites y bombardean a diestra y siniestra a todo el que les dice una verdad. Pero como también dice Serrat, “Nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio”. Lo que es, es y negarlo no lo hace mejor.

Alguien dijo alguna vez ningún trabajo que nos da de comer es indigno. Y en este escrito yo quiero salvar la dignidad de la jineteras y jineteros cubanos que solo hicieron lo que pudieron hacer, para salir a flote en un país que no les llenaba los sueños y necesidades que tenían.

Por eso queremos otra Cuba, una Cuba de respeto, de decencia, de libertades. Por un país que quiera y defienda a su gente. Piense como piense. Una Cuba para todos. Una Cuba donde los cubanos sean primero y se sientan orgullosos y felices de serlo. Una Cuba donde ser cubanos no sea una limitación sino un privilegio, y donde no tengamos que decirle a nadie “¿Señor me compra una Coca-Cola? “ o unos Jeans o un viaje o sueño. Donde la gente lo compre con el fruto de su trabajo su esfuerzo y su talento. Una Cuba que no llame a sus artistas Jinetero o Drogadicto por haber hecho una canción que le cuestiona. Una Cuba donde los gobernantes acepten las críticas, los cuestionamientos y los errores. Y no se sientan intocables y superiores porque como dijo Martí: “Patria es ara y no pedestal”. Una Cuba donde no vaya una turba a tu casa a gritarte ofensas solo por disentir. Una Cuba donde no hayan “actos de repudio” que son la vergüenza más grande de nuestro tiempo. Una Cuba que sea nuestra madre no nuestro policía.

Con esa Cuba soñamos muchos cubanos, porque ya es hora.

Patria y Vida,

Alexis Valdés.

domingo, 21 de febrero de 2021

"Patria y Vida". Oxiuros en el culo de los gobernantes cubanos.

¿Cuán frágil es un gobierno, sea cual sea y esté donde esté, cuando una canción, interpretada por 6 personas, lo saca de paso, lo pone a correr y lo hace utilizar todos los medios nacionales de información, que por demás son todos de su propiedad, para defender, justificar y sobre todo tratar de denigrar a cada uno de los participantes?

¿Cómo puede una canción crear tanto ruido, cuando el gobierno asegura diariamente que es más sólido que nunca y tiene el mayor apoyo de toda su larga historia de más de 60 años?

¿Podría una obra de arte, en este caso una canción, convertirse en arma contra un gobierno y movilizar y unir a miles y miles de personas, identificándolas contra un enemigo común, concientizarlas y moverlas? No sé, sin embargo, al parecer por la respuesta inmediata del gobierno en la figura de su propio presidente, más otras figuras altas del gobierno, como los propios ministros, más todos los medios informativos, donde periodistas inescrupulosos arman sus noticias mintiendo sin pudor, parece que sí.

Y no sólo puede parecer que sí, sino que puede ser cierto que sí. Hay canciones, fotos, caras, acciones, discursos que, junto a personas, nombres, caras, pueden traer cambios. ¿Por qué no? Si existe un discurso famoso es aquel que el Dr. Martin Luther King, pronunciara el día 28 de agosto de 1963, “Yo tengo un sueño”, reconocido como una pieza maestra de la retórica y uno de los mejores discursos de la historia que se conocen o conservan. Si existe una imagen que sirve a los pacifistas, a los amantes de la vida, a los solidarios, es una foto de John Lennon, utilizada y utilizada hasta hoy por millones de personas en casi todos los países del mundo. Si hay un escritor influyente, a pesar de no haber escrito decenas de libros, a la hora de conocer cómo funcionan los gobiernos totalitarios en cualquier lugar del mundo, en cualquier época y cambiar el pensamiento de los lectores, es George Orwell.

La canción “Patria y Vida”, ha parado y llamado la atención a todos los interesados. De un lado el gobierno cubano ha parado sus actividades importantes, o sea, ha dejado de resolver el gran cuello de botella que tiene internamente y ha dedicado respuestas y del otro, miles de cubanos, tanto fuera, como dentro de Cuba, hoy repiten y repiten la canción, que hoy, a pocas horas de su estreno mundial en las redes sociales, ha roto todos los récords de vistas. Los primeros, como usualmente han hecho durante años, están tratando de que no se les vaya de la mano el asunto y reconocen con su actuación defensiva y por supuesto ofensiva, que ya los que se tienen que dar cuenta, se están dando cuenta.

La canción es una linda canción, que al escucharla emociona. Y emociona porque ella, a su forma, a su ritmo, dice lo que muchos pensamos y ya por los años de mantenimiento, casi gritamos. Está bien diseñada como letra y música y luego, bien interpretada. El dramatismo del video llega a movilizar. No es la primera canción que se hace con el objetivo que ella trae, o sea, decirle al gobierno cubano, ya está, no aguantamos más, queremos que se larguen.

Muchos le han cantado al desgobierno cubano tanto dentro como desde fuera de Cuba. Carlos Varela, con sus inigualables y, pienso yo, inmejorables canciones pueden ser uno de los mejores ejemplos desde dentro de Cuba, su “Leñador sin bosque” un día será reconocida como lo que realmente es. Hay que ser guapo para en los años más fuertes de la revolución fidelista haber escrito y cantado algo que dice:

Soy leñador nací detrás del molino.

Yo tuve un jardín que fue creciendo conmigo.
Años después un humo negro en el cielo,
la Inquisición quemó mi bosque con fuego.

En la comarca de su majestad,
todos repiten lo que dice el Rey,
él les da el agua, él les da el vino y el pan,
pero más tarde les cobra la ley.

Es sus mejores tiempos Willy Chirino, por citar otro ejemplo, escribió y cantó mucho aquella famosa canción bailable, prohibida en Cuba por supuesto, pero que los cubanos usábamos de forma escondida como himno, que en su repetido estribillo decía “Ya vienen llegando”, que seguro si eres cubanos, estando en contra o a favor del gobierno, tienes que haberla escuchado. Si, aquella que dice:

Apenas siendo un niño allá en la Antilla

Mi padre me vistió de marinero
Tuve que navegar 90 millas
Y comenzar mi vida de extranjero.

Huyéndole a la hoz y al verdulino

Corriendo de esa absurda ideología
Pues nunca quise ser aperitivo
Del odio, del rencor y la apatía

 (…) 

Y pese a la distancia y el ataque
Del rígido almanaque yo vivo con la suerte
De sentirme CUBANO hasta la muerte
De ser amante de la libertad

Hoy que mi pueblo vive ilusionado

Yo me siento inspirado y un son estoy cantando
Anunciándole a todos mis hermanos
Que nuestro día ya viene llegando.

Patria y Vida, la nueva canción está cantada por 6 cubanos. Cuatro de ellos viven hoy en el exterior, Estados Unidos y España y dos aún viven en Cuba. Jóvenes nacidos y formados por la llamada revolución y sobre todo para la llamada revolución, por lo que no aplica el criterio ideológico gubernamental de que son viejos recalcitrantes, siquitrillados, con rezagos burgueses del pasado. Los seis intérpretes, para colmo, son negros, más claros u oscuros, pero negros. Aquellos negros, explotados, desconocidos, sin derechos, para los cuales según los ideólogos revolucionarios se hizo la llamada revolución “salvadora”, por lo que es difícil ahora decir que son blancos rubios de ojos azules, racistas, que aspiran a la supremacía burguesa blanca que quieren volver al pasado para explotar a los pobres negros nuevamente. Son jóvenes negros, a los cuales no les sirve el socialismo, que, supuestamente, se hizo para ellos.

Los seis, según sus historias, son personas de pueblo, o sea, sus padres no eran diplomáticos, ni militares, mucho menos formaron parte del gobierno. Jóvenes que vivían en los reales barrios cubanos y que, por dedicarse a la música con ideas complicadas, fueron durante muchos años desconocidos, repudiados, marginados por las autoridades cubanas.

Fueron jóvenes marginados, cuyas canciones dentro de Cuba jamás se reconocieron. Eran jóvenes que no pertenecieron al selecto conclave de los artistas y cantantes famosos, aquellos que participaban en actividades del gobierno, aquellos que le cantaron a la revolución, aquellos que cantaban en la televisión, que se difundía su música y daban conciertos en los teatros, o sea, estos jóvenes en Cuba nunca llegaron a ser un Polo Montañez, campesino cubano, borracho al extremo del alcoholismo, que nadie conocía en Cuba, que ninguna empresa musical lo representaba, pero que luego de haber triunfado en el exterior y haberse convertido en famoso, se volvió una personalidad en Cuba o el por muchos años olvidado Compay Segundo, que por intereses económicos del gobierno cubano, fue rescatado de casi la miseria en su natal Santiago de Cuba y en pocos años convertido en millonario cantando las canciones de la trova tradicional cubana, que ya nadie en Cuba recordaba.

Esos jóvenes eran santeros, probablemente abusaron del alcohol o de sustancias prohibidas. Esos jóvenes, hablo de los cuatro que hoy viven fuera de Cuba, salieron para vivir mejor, salieron para poder cantar y no sólo lo lograron, sino que hoy son megas famosos, super reconocidos en el mundo, super premiados. Gente de Zona, Alexander y Sandy, pueden ser ahora mismo los cantantes más reconocidos dentro y fuera de Cuba. Yotuel, actor y cantante, triunfó en España, a pesar de no ser español y ni tan siquiera blanquito de piel. Descemer Bueno, del que no soy seguidor, es reconocido por sus composiciones, algunas muy famosas.

Los dos jóvenes cubanos en Cuba pueden haber sido cualquier cosa en su pasado, no me importa, hoy son muy valientes. Participar en un proyecto como este viviendo dentro del monstruo merece respeto. Sobre el Fonky nunca había escuchado hablar, parece ser un cantante independiente dedicado a la música urbana. Maikel, “El Osorbo” lleva meses siendo noticia, cantante también independiente porque ninguna empresa lo quiere representar, es uno de los líderes del Movimiento San Isidro y participante en el Movimiento 27 de Noviembre, no sé si será producente lo de movimiento, llamémosle entonces grupo, da igual.

Patria y Vida puede ser un himno, puede ser esa canción que se prenda en el corazón de las personas. Puede ser esa música donde se vean representados otros jóvenes, otros negros, otros marginados de Cuba.



Lo curioso de esto es que hasta hace poco algunas de estas personas comulgaban, de forma sincera o por interés, con el desgobierno cubano. Hasta hace muy poco se relacionaban con figuras del gobierno, sus familiares, cantaban en fiestas privadas, tenían propiedades en Cuba, casas, fincas, automóviles, de forma autorizadas, daban conciertos en Cuba gratis para el pueblo y algo a destacar, lograron que el propio presidente del gobierno, Díaz Canel, participara, bailara, disfrutara de sus canciones. Hasta hace poco, el gobierno cubano exportaba a Gente de Zona, a Descemer, como lo mejor de lo mejor de los jóvenes cubanos en la cultura, que actuaban como embajadores de la mejor cultura cubana, claro la cultura aprobada. Hasta hace muy poco, los revolucionarios cubanos en Cuba, y digo en Cuba, porque, aunque no se pueda creer existen muchos revolucionarios fuera de Cuba, se sentían orgullosos de los múltiples premios que estos jóvenes, negros cubanos, han ganado en muchas partes del mundo.

Patria y Vida, es eso, un canto a la vida, que reto al que la escuche y no se tenga que secar las lágrimas. Es una canción cantada con amor, pero ese amor que surge del dolor, de la roña, que se contrapone a la histórica frase de Patria o Muerte pronunciada por Fidel Castro en el discurso a raíz de la explosión del vapor francés La Coubre en el puerto de La Habana, a la que él mismo, tres meses después, en junio de 1967 le agregó lo de “Venceremos”.

Patria o Muerte a mí me gusta, es una idea muy concreta, fuerte, que sirve, me la imagino, para defender el país donde uno vive de una invasión extranjera. Creo que puede ser válida para, estando en una guerra de defensa nacional, recordar cual es el objetivo principal. Patria o Muerte me gusta como título de una película de guerra.

Me la imagino en la boca del actor y director Mel Gibson cuando interpretó magistralmente el personaje de William Wallace en la película “Braveheart”, cuya historia parte real, parte ficción, se relaciona con la primera guerra de independencia de Escocia contra el reinado inglés de Eduardo I. La frase de la película es el grito de “Freedooooooom”, o sea, Libertad, que bien los escoceses y luego Gibson lo podían haber cambiado por el de Patria o Muerte. Hubiera tenido desde el punto de vista psicológico el mismo efecto.

Pero el Patria o Muerte de Fidel, donde incluso nadie nunca nos atacó directamente, a pesar de todas las guerras en las que participó el gobierno cubano en el exterior, no fue un grito de guerra, sencillamente fue un grillete que hasta hoy amarra a los cubanos.

Patria o Muerte, cuando nadie nos quería quitar la patria, fue una mentira, fue una droga que trató y trata de mantener enfermo a un pueblo entero. Patria o Muerte nos dividió, nos marginó, nos separó de nuestra familia, nos catalogó en buenos y malos. Patria o Muerte dejó de ser un lema para el enemigo externo para convertirse en el látigo para el pueblo cubano, llamado enemigo tan pronto piensa diferente o actúa diferente. Gente de Zona eran jóvenes excelsos de la cultura cubana antes de la canción, hoy son catalogados de “Gentuza de Zona”, pagados por el imperio. Yotuel, hoy es nombrado jinetero por estar casado desde hace muchos años con una española y Descemer aparece como un drogadicto y alcohólico. Maikel y el Fonky, a los que les debe quedar poco para volver a ser detenidos y encerrados sin justificación por varios días, por supuesto son delincuentes, ladrones, violadores de niñas, comedores del protegido manatí, esclavos del exterior, vendedores de la patria, compradores de mariguana, etc., etc., etc. De seguro no quedaran caracterizaciones, adjetivos, ofensas que a cada una de estas personas no se les aplique.

Patria o Muerte fue el veneno de Fidel Castro, el que sin haberse sacrificado nunca y haber puesto su vida, ni la de ninguno de sus familiares en riesgo, era adicto a la muerte. Atacaba y atacaba detrás de un micrófono y pronosticaba el hundimiento de la isla en el mar, la desaparición de la población cubana, los deseos del suicidio en defensa de algo que la mitad de los cubanos no creían. Y no creían porque hoy somos más de 4 millones de personas que durante estos 60 largos años, han ido saliendo poco a poco, para cualquier parte del mundo y somos pocos, Cuba es una isla de la cual sólo se puede salir en barco, en avión, o nadando, ya que sólo Jesús, dicen pudo caminar sobre las aguas. Si cuba hubiera tenido frontera, esa frase de Patria o Muerte, luego no pocas veces sustituida por Socialismo o Muerte, hubiera logrado espantar a, como mínimo pienso yo, el doble. Socialismo o Muerte, ya en los inicios de la chochera de Fidel Castro, comenzaba a demostrar su incoherencia, porque al final resulta una redundancia.

Entonces, la canción Patria y Vida ha venido como los oxiuros en el culo de los del gobierno cubano, como en esas madrugadas donde dicen que las hembras salen a poner los huevos y pican como si fueron animales enormes con enormes agujas o pinzas.

Lo importante y de ahí el mérito de la canción es la VIDA en mayúscula. No seamos ridículos y falsos sentimentales con el tema de patria. ¿De qué sirve una patria en la que no podemos vivir?, ¿De qué patria se habla cuando tenemos que pedir permiso para salir tal como si estuviéramos sancionados y tenemos que pedir permiso para entrar tal como si fuéramos extraños?, ¿Para qué sirve una patria si no puedes crecer dentro de ella, si eres marginado, si eres mal mirado?, ¿Para qué puede servir una patria donde el gobierno totalitario en el poder y abuso del poder, define que las calles, las escuelas, los trabajos, los beneficios, son sólo para los que apoyan al gobierno y a partir de ese racero eres declarado socio o enemigo?, ¿De qué carajo sirve una patria que trata de confundir a sus ciudadanos para convencerlos de que patria y gobierno es lo mismo?, ¿De qué nos sirve una patria en la que el gobierno, cuatro come vacas, más cuatro come vacas que los apoyan, más cuatro, que incluso sin comer vaca, todavía ciegos o miedosos que los siguen, se han apoderado de todo?

¿De qué patria hablamos, cuando ella, desde sus leyes, regulaciones, circulares, notas marginales, como decía un profesor que tuve, etc., tratan de mantenernos humillados con la cabeza baja?, ¿De qué patria se habla cuando se divide entre los de afuera, los de adentro, los de afuera que apoyan, los de afuera que no apoyan, los de adentro que son héroes porque callan, los de adentro que no callan y son enemigos, etc.?, ¿Para qué sirve una patria que nos oprime, porque el gobierno se ha apropiado de ella?

Muchos cubanos no tenemos patria. Muchos cubanos que estamos fuera y muchos que aún están dentro, no tenemos nada, lo que tenemos es sencillamente un lugar de origen, un antiguo lugar donde nacimos. No podemos tener patria porque no tenemos voz. No tenemos patria porque no formamos parte de las decisiones. No tenemos patria porque nadie nos consulta. Nunca nos consultaron, nunca nos preguntaron, nunca nos escucharon. No podemos tener patria porque para los comunistas, la patria es el comunismo. 

¿De qué sirve una patria comunista en la que no se puede comer, en la que no hay medicinas, en la que no se puede soñar con mejorar y crecer, en la que la mejor idea es el sacrificio eterno a cambio de nada y el sobrevivir toda la vida?, ¿De qué patria hablamos si los jóvenes hoy tienen una sola aspiración, irse, huir, escapar?, ¿Qué patria tenemos si hoy el gobierno no sabe qué hacer con nuestra moneda, si los capitalistas “buenos” están invirtiendo en nuestra destrozada economía para quedarse con lo que de ella puedan sacar, si los militares han tomado el poder a niveles administrativos y se reparten en secreto lo poco que hay?

Patria y Vida es una hermosa canción que habla de igualdad, de paz, de amor y libertad individual y social, que dice: “somos humanos, aunque no pensemos iguales, no nos tratemos ni dañemos como animales” pero puede ser también un himno de guerra, una patada en el culo ya dañado por los oxiuros, que está gritando, “Se acabó, Ya se venció tu tiempo, se rompió el silencio. Ya se acabó, ya se acabó la risa y el llanto ya está corriendo. Se acabó, Y no tenemos miedo, se acabó el engaño. Ya se acabó, son sesenta y dos haciendo daño.


¿Cuándo volveremos a tener una patria y no un recuerdo en un mapa o una banderita colgada en el automóvil?, ¿Cuándo dejaremos de pensar que estamos mejor afuera que adentro?, ¿Cuándo podemos volver a pensar en Cuba y sonreír?

sábado, 6 de febrero de 2021

Los victimarios nunca son eternos

Una de las preguntas que más se repiten y que más respuestas dudosas y contradictorias trae, es si el gobierno cubano que aún demagógica, deshonesta y descaradamente, se sigue autonombrando “revolucionario”, sería capaz de reprimir a gran escala con el uso del ejército y armamento pesado al pueblo, si éste decidiera lanzarse a las calles en reclamo de algunos derechos y beneficios que hoy, a todas luces, no tiene.

Aunque no son buenas las comparaciones, como dice mi amigo el profesor Armando Briñis, pues los hechos que muchas veces pretendemos analizar ocurrieron en momentos diferentes, bajo circunstancias muy propias y a veces irrepetibles, es bueno recordar que algunos gobierno comunistas que se proclamaban del y para el pueblo, cuya propaganda más sólida fue la defensa de las masas populares, no dudaron, cuando esas masas compuestas por obreros, campesinos, intelectuales, trataron de mostrar su inconformidad y quisieron generar cambios, en sacar al ejército y los tanques para reprimirlos brutalmente, provocando miles de muertes. Véase Checoslovaquia, Hungría, China.

Esto de pueblo siempre es llamativo. Cuando esa masa apoya o por lo menos no actúa contradiciendo al gobierno, es pueblo lindo, pero cuando aparece la primera manifestación pública de desacuerdo, ese mismo pueblo lindo es nombrado enemigo, vendido o comprado, mercenario, etc. Está probado que en el comunismo se puede ser pueblo en la mañana o el lunes y mercenario en la tarde o el jueves. Todo depende de la conveniencia del gobierno. En un momento se puede halagar y en otro reprimir a los mismos. Un día el pueblo puede ser gigante, patriota y otro puede ser nombrado confundido y al servicio de tal o más cual enemigo.

Fidel Castro, el más malo de todos los malos, fue un tipo inteligente y sobre todo muy hábil. Fue famoso por lo que él mismo y sus colaboradores llamaron “consultas al pueblo” y esa fueron unas de sus mejores actuaciones.

En realidad, un tipo tan prepotente como Fidel, nunca consultó nada y, al parecer, muy pocas veces hizo caso a lo que otros le recomendaron. Ahora, eso sí, siempre estuvo dispuesto a pararse detrás de un micrófono y delante de una cámara de TV para improvisar 7, 8, 9 horas continuas de discursos, donde con una magistral combinación de caras y gestos, más modulaciones de la voz, números calculados en el aire y preguntas que él mismo se respondía, hacer caminar a ese pueblo que, no pocas veces lo escuchaba hechizado, a apoyar hacia donde él quería llegar. Nunca hubo una real consulta, sólo discursos, manejos de las masas para lograr, no pocas veces, caprichos.

Discursos tras discursos plagados de mentiras, sueños sin vínculos terrenales, idas y venidas en la historia o su interpretación de ella, largas y agotadoras horas de monólogos, sirvieron siempre de herramienta para lograr que ese pueblo, el cubano, apoyara cualquiera de sus ideas, daba igual una zafra irrealizable desde que se le ocurrió, una guerra en un país que los cubanos no conocían, el fusilamiento de personas, incluso que una noche se acostaron héroes y amanecieron al día siguiente traidores, etc.

Fidel tuvo, además de su inteligencia y habilidad, suerte por la coyuntura de su momento histórico. En gran parte de su largo gobierno contó, es real, con el apoyo de muchos dentro de Cuba y además con un buen apoyo y sustento internacional. Político hábil nunca sacó los tanques a la calle, porque cuidó mucho su imagen internacional, pero cuando hubo pequeñas revueltas populares muy localizadas, no dejó de sacar a los militares sólo que los disfrazó de civiles o los vistió de paisanos. Fidel fue el padre de los desastrosos mítines de repudio, donde parte del ejército vestido de civil, con ropas que el propio gobierno suministró siempre, se utilizó camuflajeado dentro de parte del pueblo para reprimir a la otra parte del pueblo. La imagen lograda es dulce y para muchos todavía hoy difícil de entender en la realidad y su real magnitud, porque frente a las cámaras lo que se vio fue a una parte del pueblo indignada, voluntariamente defendiendo a su revolución frente a la otra parte del pueblo que la quería destruir. Resulta fácil para los gobiernos comunistas nombrar y crear enemigos internos y externos. Si te manifiestas en contra, exiges o cuestionas algo, muy rápido te sacan y publican tu expediente que dice “delincuente y mercenario”.

Formula hasta hoy: ejército disfrazado de pueblo, golpeando, reprimiendo al pueblo. El gobierno siempre se ha limpiado las manos, diciendo que fueron y son manifestaciones populares a favor del gobierno, nosotros los cubanos sabemos que no es tan así.

Ahora la pregunta es: ¿El actual presidente cubano Díaz Canel, quien bien se ha ganado como reconocimiento el sobre nombre de “puesto a dedo”, con el respaldo del general Raúl Castro, Secretario General del Partido Comunista, único partido existente y permitido y por ende el respaldo de los altos militares muy comprometidos, pero sin el respaldo internacional que tuvo su antecesor y mucho menos respaldo interno real, aguantará sin vestir las calles de verde y provocar una violenta represión?

La noche de los cristales rotos. Se le llama así a una serie de linchamientos y ataques llevados a cabo por las tropas de asalto de las S.A. y parte de la población alemana en la madrugada del 9 de noviembre de 1938, contra los ciudadanos judíos en la Alemania nazi.

En aquella ocasión, lo que dio pie a tales linchamientos, fue la simulada reacción espontánea de la población tras el asesinato de un funcionario de la embajada alemana en Francia, mientras el gobierno alemán se dedicó a observar sin intervenir, contra los ciudadanos judíos, sus negocios e incluso las sinagogas en toda Alemania. Los ataques dejaron las calles llenas de vidrios, producto de la destrucción y saqueo de las vidrieras de los negocios, las escuelas, los hospitales y las casas de los judíos, escena que dio el nombre a lo ocurrido.

Se recoge la muerte en el primer momento de más de 100 ciudadanos judíos y la detención y luego envío a los campos de concentración de más de 30 000.

Lo ocurrido en “la noche de los cristales rotos” fue parte de la política racial en la Alemania nazi y el primer paso a lo que luego es reconocido como el Holocausto. De un día para otro, la policía política, frente al gobierno que no reaccionó pues formaba parte de la maniobra, comenzó la persistente persecución política y económica contra la población judía, queriendo hacer creer al mundo que los linchamientos y detenciones fueron reacciones espontáneas del pueblo alemán que actuó sin ser dirigido, ni impulsado por alguien. En aquella ocasión como ya dije, la policía política alemana, coordinada y permitida por el gobierno, disfrazada de pueblo, encabezó la masacre, la destrucción y los encarcelamientos.

La (s) noche (s) de los lápices. A sólo 6 meses de instalada la dictadura militar en Argentina, las calles de ese país se llenaron de miedo y muerte, encaminada sobre todo contra los estudiantes de preuniversitarios y los universitarios, sector que desde finales de la década del 60 había sido centro de una intensa actividad política de agrupaciones básicamente con una tendencia de izquierda.

La represión sobre estos sectores estudiantiles, protagonizada directamente por el ejército profesional, la policía y la policía política, inauguró lo que luego se constituyó en constante, el secuestro, la tortura y desaparición de estudiantes, profesores y no pocos trabajadores, identificados todos por un pensamiento diferente.

En las noches entre el 9 y el 21 de septiembre de 1976, los grupos creados para reprimir, muchos vestidos de civiles, o sea, de pueblo, secuestraron a estudiantes pertenecientes a varias organizaciones estudiantiles, siendo la noche del 16 en la que más secuestros se ejecutaron y dio nombre para la historia a los sucesos ocurridos. La noche de los lápices convirtió a los jóvenes estudiantes en secuestrados y “blanqueados”, denominación que la dictadura dio a los llamados “delincuentes subversivos” por su militancia política, que luego fueron asesinados y enterrados en fosas comunes.

¿Se parece esto a lo que ocurre en Cuba? Bueno, mi amigo Briñis insiste en que no se puede hacer comparaciones, pero si, a mí se me parece y se parece mucho.

Los cubanos, esos mismos que en realidad no podemos hablar de represión a gran escala con tanques, perros, chorros de agua, bombas de humo, ni desaparecidos en gran número, siempre hemos estado sometidos a este tipo de actuaciones del gobierno, disfrazado en no pocas ocasiones de “pueblo espontáneo e indignado” que reacciona contra los enemigos ideológicos internos.

En Cuba siempre ha sido fácil vigilar, reprimir, chantajear, intimidar, detener sin reales argumentos, torturar física y sobre todo psicológicamente, enjuiciar y sancionar en juicios amañados con falsos testigos y abogados defensores que no pueden defender. Y no hago referencia a lo que vi u otra persona me contó, me refiero sencillamente a lo que pasé personalmente y a lo que pasaron muchas otras personas que conozco y en las que confío. Hechos que no pueden ser desmentidos y que se suman a otros millones de hechos ocurridos que se conocen cuando se habla con los cubanos. Siempre fue fácil actuar con mayoría y fuerza abusadora, en la oscuridad, en secreto, contra una determinada persona sola e indefensa.

Esa forma de actuación, que repito, no es nueva en la historia, ni tampoco en Cuba bajo la figura del “político” Fidel Castro, hoy, por más miedo que nunca, se ha convertido en la forma de actuar del gobierno cubano, que ha logrado mejorar el método.

Al aumentar el descontento interno y sobre todo las manifestaciones públicas, al aparecer nuevos actores de esa oposición, llegando ahora a movilizar a jóvenes artistas e intelectuales, a amas de casa y sobre todo a la mujer cubana, cansada de tener que luchar minuto a minuto para mantener a su familia en cosas tan elementales como desayunar, almorzar y comer, el gobierno, sacando los expedientes de “delincuentes y mercenarios”, además de retomar los mítines de repudio, a los que muchos pensamos que jamás se regresaría, por lo que ellos significaron, inaugura otra forma de proceder.

Identificando aquellas personas que están abierta y públicamente en contra, o que sencillamente cansadas se han comenzado a manifestar con críticas sencillas y todavía bien intencionadas, otras más profundas y cuestionadoras, pues además de ser detenidas cualquier día, en cualquier lugar, hay personas que son detenidas decenas de veces en el mismo mes, llevadas a una estación de la policía, advertidas, presionadas, chantajeadas, etc., ahora se les sitúan frente a sus casas a personajes de la policía política, a los que conocemos como miembros de unas de las partes del ministerio del interior y/o la seguridad del estado, más carros y uniformados policías y se les impide salir a la calle y por supuesto, se les impide recibir visitas.

24 horas continuas de vigilancia y advertencia de que no se puede salir, encarcelamientos y restricción de libertades, entre ellas las de movimiento y reunión, sin juicios. Personas que están sancionadas sin sanción. Militares vestidos de civil, que aparentan ser pueblo, apostados frente a las puertas de las casas o en las esquinas, cuya única misión es impedir que esa persona pueda tener contactos con la sociedad que lo rodea, sean cuales sean esos contactos.

Entonces me pregunto, por ejemplo, ¿Para qué sirve la Organización de Naciones Unidas?, ¿Para qué se exige a los gobiernos, representativos de sus pueblos, a formar parte de un programa o firmar tal o más cual declaración que debe funcionar para todo el mundo, no sólo funcionar, sino obligar a determinada forma de actuar?

La famosa y muy mencionada Declaración Universal de los Derechos Humanos, primero supone un reconocimiento de los derechos básicos y las libertades fundamentales que son inherentes a todos los seres humanos, inalienables y aplicables en igual medida a todas las personas, y que todos y cada uno de nosotros hemos nacido libres y con igualdad de dignidad y de derechos.

No es ahora el momento de estudiar esta declaración, una de las más famosas entre las famosas, aunque creo que es bueno leerla de vez en cuando, baste sólo decir que en el caso cubano, para Cuba, por lo que está pasando y es público y conocido, o esto es una burla, o es un documento que está redactado sobre el hielo y se borra cuando el hielo se derrite o todo es una jugada “política” entre los gobiernos que por debajo o detrás de ella, se ponen de acuerdo, principalmente contra el mismo humano que en la letra se trata de proteger y salvar.

La declaración de esos llamados “derechos humanos” pueden ser de aquellos documentos que se firman igual que se firma el acta de matrimonio, bajo risas y chistes, cuando ambos conyugues prometen amarse, protegerse, apoyarse, cuidarse para toda la vida, muchas veces cuando ni se aman, ni saben lo que es proteger, menos lo que significa para toda la vida y donde en no pocas ocasiones, el amante o la amante están formando parte de la ceremonia.

¿Qué poder tiene las Naciones Unidas para llamar a un gobierno y exigirle como firmante de determinada declaración, a cumplirla? Para mí o no tiene el poder y todos son unos “come vacas” acomodados o esto de los derechos y defensas es como las fotos de familia o Facebook, donde sabemos que las personas se odian, pero aparecen abrazados sonriendo y dando muestras de amor.

¿Cómo permitir que un gobierno moderno, democrático en sus postulados teóricos, pueda retener sin juicio o causa alguna a alguien dentro de su casa, cumpliendo el capricho de que no quiero que salgas, por sólo pensar diferente?, ¿Qué derecho puede tener un gobierno y sus fuerzas represivas, disfrazadas o no, para impedir que las personas salgan a la calle o puedan ser visitadas por amigos y familias, sin que exista un delito cometido y probado?

¿Qué derecho tiene un gobierno?

OJO. Los victimarios nunca son eternos, no los fueron los de las noches de los cristales rotos y los de las noches de los lápices por muy fuerte que parecían ser. Los victimarios, los que han sobrevivido a sus funestas actuaciones, han pagado. Sigo escuchado sobre el dialogo y algo más dulce, el perdón. A la luz de los cada día peores acontecimientos y errores, a raíz de las decenas y decenas de personas que son inescrupulosamente tratados como enemigos internos, me cuesta trabajo verlo.