sábado, 30 de julio de 2022

454.- ¿Por qué ellos si y nosotros no? (Primera Parte)

Ahora mismo no recuerdo si ya escribí sobre este hecho que a continuación quiero contarles. Han pasado algunos años y tengo escrito en este blog más de 400 artículos, algunos buenos y otros buenísimos, JAJAJA, por lo que no tengo tiempo para buscar y buscar, pero como tengo buena memoria puedo reproducirlo casi textualmente sin temor a errar.

Acabado de llegar yo a República Dominicana, 2007, tuve la oportunidad de ver una noticia por la televisión que me conmovió a tal punto, que le pregunté a mi hija, en forma de burla, pero muy serio, ¿pero Jennifer a qué país me has traído a vivir?

La policía dominicana había dado muerte a un joven y tenía el cadáver en una morgue, bajo la justificación de que el caso no estaba cerrado. La familia reclamaba el cadáver para darle cristiana sepultura y a pesar de los trámites y solicitudes legales, no obtenían respuesta. Imagino que se fueron cansando del abuso.

Entonces aprovechando un apagón, cosa que ocurría muy frecuentemente sobre todo en los pueblos del interior, aunque la capital Santo Domingo no quedaba afuera, los amigos y la familia, incluyendo niños, si, niños, del occiso, se presentaron en la morgue y con piedras y palos asaltaron el edificio que estaba fuertemente custodiado por policías armados. Si, con piedras y palos se fajaron con los policías y al cabo de poco tiempo, lograron entrar a la morgue y se robaron, textualmente, se robaron el cadáver, sacándolo con camilla y todo para el medio de la calle.

Lo que vino después fue algo de lo real maravilloso. El cadáver se trató de montar en una motocicleta, medio de transporte más común del pueblo dominicano, pero el joven que estaba detrás del conductor no era lo suficientemente fuerte o estaba muy nervioso, como para cargarlo. Entonces apareció una mujer, la mujer dominicana es brava y muy ”echá pa´lante” que se sentó detrás del chofer, se atravesó el cadáver del joven, probablemente su familia, en sus piernas, entre la espalda del conductor y su barriga y de esa forma el cuerpo fue conducido por todo el pueblo hasta llegar a una casa, imagino que de la familia.

Los videos deben estar todavía el YouTube para los interesados o los incrédulos. Las imágenes de personas, incluyendo a niños de no más de 10, 12 años fajados a piedras con la policía, el robo del cadáver y luego, sobre todo, la forma en que fue trasladado por todo el pueblo resultan, primero difíciles de digerir, segundo, difíciles de olvidar. Para algunos podrá ser el resultado de cierto salvajismo y violencia desmedida, para otros fue el resultado de un grupo de personas que se tomó la justicia por las manos cansados de esperar y esperar por respuestas “oficiales” que nunca llegaban.

¿Por qué el cuento? Bueno, porque he visto hace pocos días, que policías cubanos, tal como si hubiera más acciones y métodos a ejecutar, asesinan a un joven, que según los testigos no estaba armado, por lo que su supuesta agresividad era mínima. Ese joven fue esposado, tirado en el piso, pateado en lo que se desangraba y no asistido por médicos o paramédicos de forma alguna.

El joven con 17 años fue víctima de una represión brutal, desmedida y como imaginamos autorizada, que inmediatamente fue justificada por el gobierno. A lo mejor a los policías se les dieron condecoraciones por “defender a la patria”. La muerte de ese joven puede ser considerada como un daño colateral y nada más.

Los que allí estaban reunidos, cubanos de a pie, santaclareños, testigos, se conformaron con filmar videos y hacer algunos comentarios con las mismas palabras de siempre, abusadores, asesinos, etc., pero nadie se movió, nadie fue a quitarle el cuerpo del joven al policía que lo pateaba, incluso estando esposado y mal herido, nadie se fue a fajar con uno de aquellos policías flacos, engrandecidos bajo el uniforme azul y la pistola en la cintura, pero en realidad con muy poco valor, para no hablar de instrucción, nadie fue a prestarle asistencia en un país donde los médicos y las enfermeras pululan. Nadie, ni tan siquiera por la más mínima humanidad se metió.

Nadie fue a reclamarle al policía, menos a agredirlo, lo que facilitó o permitió que las llamadas fuerzas del orden se retiraran, no sólo invictas, sino sanas. Entonces, ¿cómo un grupo de dominicanos con palos y piedras puede derrotar a la policía también armada y apostada bajo órdenes de no ceder y llevarse por la fuerza un cadáver y en Cuba decenas de personas ven el asesinato de un joven, más la tortura y el ensañamiento y no pasa nada?, ¿Dónde está la familia, los amigos y más, la indignación de un pueblo que ya para nada confía en el gobierno, muchísimo menos en su policía?, ¿Qué tiene que ocurrir para que las personas se organicen y reaccionen o sencillamente reaccionen de forma explosiva, no planificada, etc.?

Sobre todo, ¿dónde está la madre, el padre y los hermanos de ese joven de 17 años, que, en momentos de paz, como todos los padres y hermanos juramos que a los nuestros no hay quién los toque porque los defenderemos incluso con nuestras vidas?, ¿Cómo el policía frente a un pueblo entero salió de allí pistolita en mano, sin tan siquiera un arañazo y con el uniforme limpio y casi recién planchado?

He visto muchos videos de policías norteamericanos, de más está decir que debe ser una de la policía mejor armada tecnológicamente del mundo, armas de varios tipos, cámaras, aparatos, espray, etc. y he visto a muchos ciudadanos norteamericanos fajarse a los piñazos con esos policías, he visto a policías revolcados por el piso e incluso he visto a policías noqueados, fuera de combate.

Entonces, ¿por qué los dominicanos si, por qué los norteamericanos si y los cubanos no?

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