viernes, 6 de enero de 2023

474.- Dos poemas imprescindibles para el 2023

Lo bueno de tener ideas y correr el riesgo de compartirlas con personas interesadas, es, primero, no se está solo, por lo que al compartirlas se habla, se toca; segundo, esas ideas llegan a personas que también tienen ganas de compartir sus ideas y experiencias y se animan a hacerlo y tercero, esas opiniones compartidas, regresan como rebote, a veces a favor, a veces en contra y casi siempre terminan por enriquecer la idea que fue compartida inicialmente y entonces, se aprende.

Mi amigo Ruso sigue siendo uno de mis más entusiastas lectores y no sólo eso, sino que el gusto de escribir para otros, ha renacido en él a traves de sus poemas. Ahora a partir de mi último artículo sobre los hombres y el llanto, me ha enviado dos poemas que quiero compartir para comenzar el año 2023 y así llegan a más personas.

El primero, “Te deseo” es un poema de Víctor Hugo, escritor francés, considerado uno de los grandes novelistas del siglo XIX, cuya obra cumbre, con la que todos lo identificamos es “Los Miserables”, todo un himno contra la miseria y en favor de los más desposeídos. Decir Víctor Hugo es pensar inevitablemente en sus personajes Jean Valjean, Javert, Cosette, tal como se piensa en el cátsup para la hamburguesa o el perro caliente. 

El segundo, “Valgo”, es de la autoría de Jorge Luis Borges, poeta, filósofo, ensayista y escritor argentino, cuyo alcance es ser uno de los mayores soportes y pilares para la literatura latinoamericana del siglo XX.

Es bueno decir que no conocía estos poemas y al leerlos, me parece que bien vale la pena publicarlos aquí.


"La libertad es el aire respirable del alma humana" Víctor Hugo.

TE DESEO

“Te deseo primero que ames,
y que, amando, también seas amado.
Y que, de no ser así, seas breve en olvidar
y que después de olvidar, no guardes rencores.
Deseo, pues, que no sea así, pero que, si es,
sepas ser sin desesperar.
 
Te deseo también que tengas amigos,
y que, incluso malos e inconsecuentes
sean valientes y fieles, y que por lo menos
haya uno en quien confiar sin dudar.
 
Y porque la vida es así,
te deseo también que tengas enemigos.
Ni muchos ni pocos, en la medida exacta,
para que, algunas veces, te cuestiones
tus propias certezas. Y que, entre ellos,
haya por lo menos uno que sea justo,
para que no te sientas demasiado seguro.
 
Te deseo además que seas útil,
más no insustituible.
Y que, en los momentos malos,
cuando no quede más nada,
esa utilidad sea suficiente
para mantenerte en pie.
 
Igualmente, te deseo que seas tolerante,
no con los que se equivocan poco,
porque eso es fácil, sino con los que
se equivocan mucho e irremediablemente,
y que, haciendo buen uso de esa tolerancia,
sirvas de ejemplo a otros.
 
Te deseo que siendo joven no
madures demasiado de prisa,
y que ya maduro, no insistas en rejuvenecer,
y que siendo viejo no te dediques al desespero.
Porque cada edad tiene su placer
y su dolor y es necesario dejar
que fluyan entre nosotros.
 
Te deseo de paso que seas triste.
No todo el año, sino apenas un día.
Pero que en ese día descubras
que la risa diaria es buena, que la risa
habitual es sosa y la risa constante es malsana.
 
Te deseo que descubras,
con urgencia máxima, por encima
y a pesar de todo, que existen,
y que te rodean, seres oprimidos,
tratados con injusticia y personas infelices.
 
Te deseo que acaricies un perro,
alimentes a un pájaro y oigas a un jilguero
erguir triunfante su canto matinal,
porque de esta manera,
sentirás bien por nada.
 
Deseo también que plantes una semilla,
por más minúscula que sea, y la
acompañes en su crecimiento,
para que descubras de cuantas vidas
está hecho un árbol.
 
Te deseo, además, que tengas dinero,
porque es necesario ser práctico,
Y que por lo menos una vez
por año pongas algo de ese dinero
frente a ti y digas: "Esto es mío".
sólo para que quede claro
quién es el dueño de quién.
 
Te deseo también que ninguno
de tus afectos muera, pero que si
muere alguno, puedas llorar
sin lamentarte y sufrir sin sentirte culpable.
 
Te deseo por fin que, siendo hombre,
tengas una buena mujer, y que siendo
mujer, tengas un buen hombre,
mañana y al día siguiente, y que cuando
estén exhaustos y sonrientes,
hablen sobre amor para recomenzar.
 
Si todas estas cosas llegaran a pasar,
no tengo más nada que desearte”.                                                                


"La duda es uno de los nombres de la inteligencia" Jorge Luis Borges

VALGO

"De tanto perder aprendí a ganar; de tanto llorar se me dibujó la sonrisa que tengo.
Conozco tanto el piso que solo miro el cielo. Toqué tantas veces fondo que, cada vez que bajo, ya sé que mañana subiré.

Me asombro tanto como es el ser humano, que aprendí a ser yo mismo. Tuve que sentir la soledad para aprender a estar conmigo mismo y saber que soy buena compañía.
Intenté ayudar tantas veces a los demás, que aprendí a que me pidieran ayuda.

Traté siempre que todo fuese perfecto y comprendí que realmente todo es tan imperfecto como debe ser (incluyéndome).

Hago sólo lo que debo, de la mejor forma que puedo y los demás que hagan lo que quieran.

Vi tantos perros correr sin sentido, que aprendí a ser tortuga y apreciar el recorrido.
Aprendí que en esta vida nada es seguro, solo la muerte … por eso disfruto el momento y lo que tengo.

Aprendí que nadie me pertenece, y aprendí que estarán conmigo el tiempo que quieran y deban estar, y quien realmente está interesado en mí me lo hará saber a cada momento y contra lo que sea.

Que la verdadera amistad si existe, pero no es fácil encontrarla.
Que quien te ama te lo demostrará siempre sin necesidad de que se lo pidas.
Que ser fiel no es una obligación sino un verdadero placer cuando el amor es el dueño de ti.

Eso es vivir. ... La vida es bella con su ir y venir, con sus sabores y sinsabores… aprendí a vivir y disfrutar cada detalle, aprendí de los errores, pero no vivo pensando en ellos, pues siempre suelen ser un recuerdo amargo que te impide seguir adelante, pues, hay errores irremediables.

Las heridas fuertes nunca se borran de tu corazón, pero siempre hay alguien realmente dispuesto a sanarlas.

Toda mejora siempre. Y no te esfuerces demasiado que las mejores cosas de la vida suceden cuando menos te las esperas. No las busques, ellas te buscan.

Lo mejor está por venir”.


 


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