domingo, 30 de junio de 2024

563.- Solamente pollo o pescado

Se comienzan a acelerar las elecciones y ya tenemos el primer debate.

Repito que no soy politólogo, creo que es un esfuerzo profesional demasiado fuerte, sobre todo en conocer y poder explicar el movimiento de la política en este país. Me acerco a la política quizás como mismo me acerco a una operación de un bebé dentro del útero de su madre, los fenómenos de los tsunamis o la creación de un microchip para teléfonos y computadoras super inteligentes. Puro observador.

Acaba de pasar el primer encuentro-debate entre el presidente en cuestión Biden, que aspira a reelegirse y un candidato, Trump, que ya fue presidente de la Unión y quiere nuevamente ocupar la Casa Blanca con todo lo que le cuelga.

El debate en junio, que está adelantado en el tiempo, fue solicitado por los demócratas, quizás pienso yo, puro observador, tratando de utilizar el mal momento del adversario, sometido a semanas y semanas de juicios y encontrado culpable de no sé cuántos delitos. El oponente republicano, que podía haberse negado o tratar de aplazarlo, aceptó.

Me gustaría decir, como observador, que, en la política, al menos a este nivel, pasa lo mismo que en los deportes, por más que puedan parecer dos cosas alejadas y diferentes. El campeón anterior, o sea, para este caso el que ocupa la presidencia del país, debería salir con un enorme por ciento a su favor, a decir de expertos como mínimo el 60 % de aprobación y respaldo, por lo que el retador o aspirante tiene que demostrar bien demostrado que ganó. Sólo en excepciones esto cambia, cuando el poseedor del campeonato es extremadamente malo y su gestión ha sido desastrosa. A veces, en la vida real, los títulos de campeones se ganan sin reales méritos, casualidades de la vida, circunstancias transitorias a favor, etc.

Por ejemplo, en los deportes de contacto, como en la UFC, del cual soy casi fanático, el retador tiene casi siempre que derrotar físicamente, o sea, tumbar o hacer rendir al campeón, para convertir su victoria en incuestionable. Si se deja el asunto a la votación de los jueces, el título de campeón pesa y en no pocas oportunidades, a pesar de la victoria del retador, el título es mantenido por su poseedor. El retador tiene que salir a matar.

Para el caso del recién pasado debate, Biden debería haber salido con el mayor por ciento de los adeptos, sencillamente porque lleva casi cuatro años en el poder y tiene a su favor el mayor dominio de los hilos reales y compromisos que mueven la política, que muchas veces no son los hilos que se ven y que los simples mortales seguimos, o sea, caras, discursos, intervenciones en la TV, etc. En la política real, a mí me parece que casi todo transita como una “noble y aceptada” conspiración.

Si se me preguntará, me hubiera gustado ver un debate entre dos políticos jóvenes, o sea, cuarentones o cincuentones, de más menos 20 años de experiencia en la política, que hayan venido desde abajo, o sea, desde simples tareas, enérgicos, inteligentes y, sobre todo, con un programa o al menos ideas claras, definidas, que pudieran dejar ver su futuro gobierno en el caso de salir electo.

No podemos soñar, eso no lo tenemos y es la primera preocupación para futuro. Los dos peleadores de la UFC, campeones en el pasado, están montados en las ocho décadas de vida. Es como poner a dos personas hablando por teléfonos de casa, aquellos de discos, frente a un público que exhibe atómicos celulares. Pero, aprovechando una frase que dicen dijo Obama en una recepción que organizó cuando estaba de presidente: Eso es lo que tenemos para el entrante, pollo o pescado, pero, preguntó alguien: ¿no tenemos bistec de res?, Respuesta: No, sólo pollo y pescado. Cosa que me recuerda una anécdota de mi juventud, con Pipo Roberto, el padre de Normita y Robertico, mis más que amigos, cuando alguien afanado buscaba helado de chocolate en Coppelia, que no había.

Esto de los debates, es un show, porque a los americanos le gustan los shows de televisión, donde a veces mientras más tontos, improductivos y poco inteligentes más rating logran. Ahí nuestros campeones antiguos son diferentes. Biden, a decir de sus propios seguidores, no es experto en debates, dicen que nunca se le han dado bien a pesar de la super experiencia que tiene en la política. Trump es un hombre de éxito en el plano económico, para lo cual además de inteligencia y buena asesoría y alguna que otra trampita, se ha desarrollado como gran actor, hoy consagrado, que disfruta las cámaras, tenga o no algo que decir. El primero es experto, dicen, en elevar políticas, discutir temas en reuniones y pasillos, en unir a personas. Trump es un guerrero que gusta de llamar la atención y recibir aplausos. Biden, bueno o malo, no es un líder, quizás sea bueno como segundo. Trump es un liderazo, bueno, malo, con razón, sin ella, alocado, calmado, tranquilo o provocador, se roba el show. Biden puede ser un buen Toyota, Trump es un Ferrari.

No pretendo hacer el cuento completo, para eso están los videos y los que luego ya se han dedicado a desarticular cada segundo del evento, incluyendo los ritmos de respiración de los dos contrincantes. Sólo pretendo ser un observador que se inicia en su oficio.

Reconocimientos.

El retador Trump, se portó muy bien, lo que ha sido destacado incluso por sus más feroces adversarios. Teniendo en cuenta el pasado, al parecer todos, incluso yo observador, pensábamos que el amigo saldría de forma prepotente a burlarse de su adversario, a hacer muecas, a interrumpir, etc. Nada de eso, todo lo contrario. Tiempo de escucha, pocas o casi ninguna mueca, poca agresión personal, no he dicho ninguna, sólo poca. Quizás muchos quedaron con las ganas de ver la sangre.

Trump se vio enérgico, solo, sin necesidad de custodia, nadie lo ayudó a llegar o irse, más delgado, cosa que lo favorece, equilibrado emocionalmente quizás como pocos, nada más ver la campaña de descrédito, acoso de la prensa, noticias reales y falsas, juicios, etc., a los que ha sido sometido en estos últimos meses, para entender el gran esfuerzo que tiene que hacer para mantenerse en pie, no tener un tic nervioso, andar sin problemas estomacales al menos de formas pública, no tener que tomar constantemente pastillas o respirar un trapo con alcohol, etc.

Para el incumbente Biden, doble mérito, ha regresado de los muertos. Ya no está, ya se nos fue, por lo que el esfuerzo es doble. Su imagen es la de un abuelo que fue lindo cuando joven, que mantiene su delgadez envidiable a pesar de las papas fritas, pizzas y hamburguesas, pero que su acelerada carrera a la próxima vida, quizás como católico que es, está más que avanzada. Viejito, acompañado de su esposa como lazarillo, que lo trae y lleva como un niño al círculo infantil, al que casi ya ni se le entiende lo que dice, porque lo más que puede hacer es balbucear algunas ideas. Es difícil entender si está respondiendo a una pregunta específica o tarareando una canción de cuna. Puede incluso que tenga razón, pero si no la puede expresar o nadie lo entiende, de nada sirve. 

Lo mejor que tuvo este show, como show, es que Trump, magníficamente con gran equilibrio y seguridad, respondió lo que le dio la gana, cuando le dio la gana. Maestría para un espectáculo, quizás si le pudiéramos preguntar nos dijera que lo copio del "exitoso" Fidel Castro, haciendo en este caso que los presentadores, a los que todos han visto como buenos en su oficio, quizás no sea así tanto, tuvieran que repetir la misma pregunta hasta tres veces para arrancarle la respuesta que buscaban. A diferencia, Biden, que fue más concreto que su oponente, no respondió nada, pero además lo que dijo poco se entendió, había que estar casi pegado a él en posición de trabajador social o interprete, para entender lo que quería decir que no dijo. Momento crucial del debate, frente a dicen 40 millones de personas que lo vieron en vivo, no lo digo yo, sino que el mismo Trump, muy respetuoso en un momento, dejó claro que no podía entender lo que Biden había dicho, porque estaba seguro de que ni el mismo Biden podía haberlo entendido.

A veces los debates se convierten en momentos para sacarnos los trapos sucios, que no deja de ser un show perseguido y gustado, pero que deja un mal sabor de los políticos y, sobre todo, de lo que la política significa. Poco de ideas a futuro, mucho de chismes. Es una pena que para probar que se está bien física y mentalmente, se saquen habilidades en el juego de golf. ¿A quién en este país, con el precio de la carne, la gasolina, las rentas, los seguros de todos tipos, etc., por los cielos, le interesa si el futuro cabrón presidente sea un experto en meter pelotas de golf en huecos en la hierba?

Consecuencias.

A pesar de Biden ser el poseedor de título de campeón, lo que le hubiera garantizado el mayor por ciento, inmediatamente terminado el debate – encuentro, aparecen las encuestas. En casi todas las que he podido acceder, más del 60% de los encuestados dieron por ganador a Trump, incluyendo aquellos medios que llevan años tirándole tierra arriba al expresidente y que para nada son ni tan siquiera cercanos a él. El fracaso del demócrata fue tan evidente, aunque su oponente no hubiera tirado a matar, que los expertos, amigos y enemigos, por supuesto, no han podido tirarle un cabo. Trump respondió lo que le dio la gana, Biden no respondió nada.

Si Trump respondiendo cuándo y cómo le dio la gana, si Trump mintió como dicen muchos, sobre todo sus detractores, si se mostró menos agresivo y lo perdonó, si tiene un historial de delincuente, abusador, con delitos ahora considerado de culpable, es considerado como ganador del evento, bien jodido está Biden o bien jodido está el pueblo norteamericano, con la real desventaja de que ese jodido pueblo norteamericano es el que vota, saca y pone a presidentes.

Cuestionamientos. Ahora hay que culpar a alguien.

La campaña de Biden ha dicho que llevaba meses preparando al presidente para un evento como este, lo que creo una enorme expectativa. ¿Preparándolo?

La campaña de Biden pidió adelantar el evento a junio, con lo que daba la idea de la seguridad en la victoria. ¿Victoria?

La campaña de Biden ahora dice que el presidente tenía catarro o gripe y todos sabemos que un buen o fuerte catarro puede bloquear el cerebro. ¿Catarro?

Pobre Biden, a no ser que sea demasiado irracional y que se esté empeñando en algo casi imposible, debería dejar sin trabajo a todos los que participaron. Dicen los más cercanos, ahora no sé de dónde lo sacan, que es su esposa, la Primera Dama, Dra Jill Biden, la que está obsecada con la idea de la permanencia, puede ser que le haya cogido el gusto al color blanco de la “Casa”.

Futuro.

Bueno, el próximo debate creo que es en septiembre, dos meses antes de las elecciones. Dicen que Biden tiene que asistir obligado para lavar, más que su honor, su imagen. Dicen que Trump puede rechazar la nueva experiencia y así dejar este debate como recuerdo.

Los republicanos contentos, dicen que Trump ganó y es cierto, al menos dejó una mejor imagen, más allá de lo que dijo, se vio fuerte. Todas las encuestas lo confirman. Los demócratas divididos en dos grandes bandos, los que dicen que Biden tiene que apartarse “voluntariamente”, hacerse a un lado “patrióticamente” y dejar el camino para que otro demócrata pueda correr por la presidencia y los que dicen que no hay tiempo para una candidatura nueva y que Biden tiene que mantenerse, confían en que, pienso yo, con un poco de pastillas, masajes, descargas eléctricas, pueda mejorar.

Los demócratas han comenzado a patinar entre ellos mismos, se deben estar fajando. Los republicanos, dentro de ellos, los que apoyan incondicionalmente a Trump, más decididos. Yo observador, ya dije que me hubiera gustado ver a dos jóvenes profesionales, pero como lo que tenemos es sólo pollo y pescado, al decir de Obama, estoy pensando en volver orgullosamente a votar por Donald Trump. Aspiro a que un día no muy lejano, mi mujer deje de quejarse del alto precio de la carne de res en Texas, aunque para eso tengamos que cerrar todos los campos de golf.

Curiosidad.

Ahora los que quieren de todas formas mantener el poder, están sacando nada más y nada menos que a Michelle Obama, como posible candidata para barrer con el aspirante Trump. Idea a mi parecer loca.

Primero. Michelle a dicho en varias ocasiones que no le interesa, una y otra vez ha dejado claro que por ahí no van sus aspiraciones en la vida. Aunque dicen que en política nada está escrito en piedra, si hasta ahora era que no y mañana aparece que si, entonces algunos podrían llamarla patriota, otros mentirosa.

Segundo. Si yo fuera su esposo, o sea, Barack, deseoso de seguir en la fiesta, pero conocedor de lo que la política significa y el desgaste que provoca, casi se lo prohibiría. Por muy patriota que fuera, no expondría a mi esposa, única madre de mis hijos a eso.

Tercero. Si es cierto la Michelle, es inteligente, yo también lo soy, está bien preparada profesionalmente, lo también lo estoy, tiene muchos amigos, yo también, puede influir en muchas personas, yo también, muchas personas la pueden escuchar, a mí también, pero todo esto no quiere decir que yo pueda ser mañana, de la noche a la mañana, presidente, nada más y nada menos de los Estados Unidos de América. Una cosa es ser Primera Dama, incluso honorablemente buena y otra es sentarse en el Trono de Hierro.

Cuarto. Si por casualidad aparece la Michelle, pasándole por arriba a todos los políticos del Partido Demócrata, como única posible opción, bien embarcado está el partido que no tiene a otra figura. Michelle puede ser una muy buena muestra de las oportunidades en este país. Negra y no linda como para modelo, de ascendencia pobre, buena profesional con esfuerzos propios, buena persona, agradable, buena escritora, buena madre y esposa, a la que no se le ha podido sacar un chisme muy malo, amiga de Oprah, Whoopi, Alicia Keys, Patty, etc., pero no tiene la más mínima idea de lo que significan los pasillos de la política. Primera Dama y Presidencia, pudiera parecer lo mismo, pero no lo es. A la hora de los mameyes, era Barack el que se tenía que embarrar.

Si el Partido Demócrata logra, primero que Biden se baje voluntaria y patrióticamente, luego logra que Michelle Obama con varias veces que no, ahora diga voluntaria y patrióticamente que sí y que se pueda cumplir lo que muchos demócratas vaticinan, o sea, que ella a pocos meses de las elecciones pueda unir a los votantes para barrer con Trump, entonces si veremos al Ferrari en acción.

viernes, 21 de junio de 2024

562.- El pueblo cubano que no sufre.

El pueblo de Cuba sufre. Esta es una idea que se repite y se repite constantemente dentro de Cuba y fuera de ella. Sufrimiento que parece nuevo y por eso llamativo. Tal puede parecer que vivíamos encantados y ahora recientemente por pura fatalidad acabamos de llegar a esa forma de vida en negativo.

El pueblo de Cuba sufre desde hace décadas. ¿Desde cuándo se atentó contra toda forma de propiedad que no fuera la absoluta estatal?, ¿Desde cuándo la opinión pública fue maniatada, encarcelada, criticada, a cambio de establecer una sola forma, al menos de expresión aceptada?, ¿Desde cuándo se limitó, censuró, oprimió al artista, al intelectual, al profesor, al simple pensador?, ¿Desde cuándo existe el mercado negro, hoy reconocido como informal, que ha venido sistemática y sólidamente supliendo todas las carencias?, ¿Desde cuándo se ha incrementado el número de la población carcelaria cubana, en un país que en 1959 tenía 14 cárceles con una población de más menos 6 millones de habitantes y hoy exhibe para 11 millones de habitantes más de 293 centros penitenciarios, o sea, 20 veces más?, ¿Desde cuándo se sancionó, se puso en “plan piyama”, se desapareció e incluso se fusiló, sólo respondiendo a caprichos del poder?

El pueblo cubano sufre desde hace décadas. ¿Desde cuándo el cubano fue considerado ciudadanos de segunda clase, al cual no se le permitía viajar al exterior, entrar en los hoteles y restaurantes dentro del país, moverse de una provincia a otra?, ¿Desde cuándo fuimos vigilados dentro de los trabajos, en nuestros repartos, dentro de nuestras propias familias, y muchos cubanos fueron sancionados, reprimidos, segregados por creencias religiosas, ideas ideológicas, recuerdos del pasado capitalista, etc.?, ¿Desde cuándo nuestras vidas dependieron absurdamente de verificaciones secretas hechas a nuestros vecinos, compañeros de estudios y trabajos?

El pueblo cubano sufre desde hace décadas. ¿Desde cuándo existe la corrupción a todos los niveles, el desvío de recursos, el llamado “enriquecimiento ilícito” de todo el que pudo corromper y corromperse, desviar, enriquecerse?, ¿Desde cuándo se dividió a una población en buena y mala, en triunfadores y traidores, en revolucionarios patriotas y gusanos, mercenarios sin patria?, ¿Desde cuándo se estableció Cuba es mía y Cuba no es tuya?, ¿Desde cuándo vive el cubano sin agua, sin electricidad, sin casas?, ¿Desde cuándo la moneda cubana dejó de servir para algo y se obligó al cubano a depender del enemigo dólar norteamericano?, ¿Desde cuándo se gritó: “Pin pon fuera abajo la gusanera”, “Que se vayan, que se vayan”, “Pa lo que sea Fidel, pa lo que sea” diciendo y dejando claro que daba lo mismo sembrar café o caña, que golpear y arrastrar salvajemente a cualquier hombre, mujer, viejo y niño que se seleccionara como “enemigo”?

¿Desde cuándo el cubano emigra?

No sé cómo se puede llegar a la conclusión de que en algún momento fuimos felices. No existe el comunismo con felicidad, más allá de las vallas publicitarias. Al comunismo se llega por la fuerza, las armas y las guerras y peor, se mantiene realmente por la fuerza de una minoría contra una mayoría, todo esto revestido de amor.

Es cierto tuvimos más comida, porque vivimos debajo de un espejismo de desarrollo bien diseñado por la propaganda y patrocinado por los “hermanos” de aquellos años, tantos espejismos que nos llegamos a considerar, dirigidos por locos, que no fue uno solo, una gran potencia capaz de revertir el mundo a nuestra conveniencia. Nosotros estábamos bien, éramos dueños del camino, el mundo estaba mal y entonces nuestra misión era arreglarlo. ¿Desde cuándo mueren cubanos en guerras, guerrillas, escaramuzas, pandillas fuera de Cuba?

Cómo pensar que fuimos felices, si cada uno de estos ¿desde cuándo? que se me ocurren aquí, podría hacer una lista difícil de concluir de muchas páginas, lo único que han traído es infelicidad, sufrimiento, desilusión, apatía, enemistad, dolor, odio, etc. Cada sanción, cada expulsión, cada separación, cada familiar preso, cada fusilamiento, lo único que creó y crea es infelicidad, no sólo del perjudicado o implicado, sino de un grupo más amplio de familiares y amigos. Es cierto en una época tuvimos comida y esto para los criadores de cerdos es más que suficiente, quizás también para algunos animales.

Cómo pensar que fuimos felices si terminamos fajándonos con nuestros padres, hermanos, amigos de la infancia, compañeros de trabajo, a veces por un refrigerador, a veces sólo por un color, tú lo veías rojo, yo lo veía azul y eso se elevó a orden ideológico y nos convirtió en guerreros. Seamos sinceros, desde hace décadas, sólo fingimos la felicidad.

El pueblo cubano sufre, no deja de ser verdad, pero también dentro de ese saco, hay pueblo que reprime, golpea, arrastra, se rasga las ropas defendiendo al gobierno y obedece a la usanza de viejos esbirros. Hay un pueblo que, por múltiples razones, todas enfermizas y enfermantes, llega a disfrutar la aplicación del poder y la fuerza violenta contra otros. El gobierno fracasado, hoy más que nunca, vuelve a sacar a aquellos batistianos como ideología que, según los libros de historia, disfrutaban con torturar, golpear y reprimir, amparados en la inmunidad y la protección. Si, hay casos de disfrute.


Casos de todas las torturas psicológicas inventadas e incluso muchas físicas pueden llenar miles de páginas, casos de represión y abuso también. Casos de sanciones inventadas, medidas sin ley, deportaciones internas, prisiones domiciliarias, imposibilidad de movimiento, vigilancia, etc., son las mejores armas hoy de ese gobierno que, descaradamente, dice respetar los derechos civiles.

¿Quiénes son entonces los que a lo largo y ancho de la isla ejecutan todo esto? Ellos son también pueblo cubano. Díaz Canel dio una orden de combate contra manifestantes civiles y pacíficos, es cierto, pero, ¿Quiénes salieron a ejecutarla? Los “comprometidos” ejecutores fueron pueblo cubano.

Es más que cierto, el pueblo cubano sufre, pero, ojo, no desconozcamos que existe también el pueblo cubano que disfruta haciendo sufrir.



lunes, 17 de junio de 2024

561.- Me gustan los cementerios

El presente de Cuba como país es tan, pero tan, pero tan malo que no creo que algo nuevo se pueda decir sobre él. Más allá de los evidentes problemas económicos que explotan hoy, pero que son consecuencia acumulada de estos últimos 60 años de malísima gestión de una misma administración, con los mismos mecanismos, la desilusión, incluso de muchos de los ilusionados, la desesperanza, incluso de los que la comían y defecaban como algo glorioso y por supuesto revolucionario, la falta de visión de futuro dentro del territorio nacional de muchos, la destrucción moral y sentimental, hace que el único razonamiento posible, probable, necesario y deseado, más justo, sea el colgar o empalar a aquellos que, ya no en el pasado, sino todavía hoy apoyan al gobierno y por supuesto a los que disfrutan de los beneficios. A esos que con posiciones mágicas han logrado obnubilar el pensamiento de muchos.

El futuro de Cuba como país, es tan, pero tan malo, que de explotar todo hoy y quedar sólo partículas de polvo, se necesitarían, como mínimo otros 60 años para organizar todo desde cero, tal como dicen que Don Tomás Estrada Palma dijo al inaugurar su República en 1902: “Ya tenemos República, ahora nos faltan las personas”. Creo, sin temor a equivocarme, que hoy Cuba está peor que en 1902, porque está no sólo deteriorada, sino desformada, entonces es mejor hablar de cementerios.

Me gustan los cementerios y ahora puedo imaginar tu cara como mínimo de asombro, amigo lector, porque es la misma cara que me ponen siempre cuando declaro este, al parecer, poco inusual gusto. Me gustan los cementerios y me es casi obligatorio visitarlos por dónde quiera que pase o vivo.

He escrito aquí algo sobre los cementerios en La Habana, impresionante el Cementerio de Colón y sobre los de Lincoln, Nebraska, donde viví casi 10 años, que a pesar de no ser una megaciudad tiene 30 cementerios. Ya he escrito sobre el “Wyuka Funeral Home and Cementery”, el más grande de esa ciudad fundado en parte de los terrenos de la Universidad de Nebraska en el año 1869. Wyuka es una palabra de origen nativa americana que significa “lugar de descanso”.

Este cementerio se convirtió en algo muy familiar a mí, porque el residencial donde trabajé 6 años, colindaba con él y estábamos separados sólo por una cerca de malla, a la que en Cuba reconocíamos como “Perle”, por lo que desde donde quiera que me paraba tenía acceso a una parte de él. Fui testigo de muchos entierros y ceremonias sin conocer a las personas vivas y muertas. Lindos los Días de los Veteranos, donde el cementerio se vestía prácticamente de fiesta.

Entonces acumulo varios recorridos que como paseo hice por su interior, por su pequeña capilla y su pequeño, pero hermoso lago, helado en invierno, pero con mucha vegetación y patos en el resto del año, al que todos comenzamos a llamar el lago de los patos. Recuerdo que me costó trabajo salir de asombro cuando un día descubrí una gran lápida de mármol negro enterrada muy verticalmente en la tierra, que decía, Torres. Asombro porque Nebraska no es exactamente un lugar donde abundan los españoles y los latinos. Asombro porque por el tamaño del mármol, Torres, debió haber sido alguien importante. Ambos lugares, lago de los patos y pedazo de mármol con mi apellido, fueron escogidos por mí para que fueran depositadas mis cenizas en el supuesto caso que falleciera en aquel lugar. Cosa que por suerte no ocurrió.

Ahora en San Antonio, Texas, por trabajo, me muevo mucho por toda la ciudad, sobre todo su parte vieja y una vez más aparecen los cementerios antiguos. Aparecen y no puedo dejar de visitarlos. San Antonio con, como mínimo, 5 veces la población de Lincoln tiene 147 cementerios, el más antiguo el “Old San Antonio City Cementeries Historic District”, más conocido como el “Eastside Cementery Histórico District” o Cementerio de San Fernando, fue establecido entre el 1853 – 1904.

Resulta hasta cómico porque lo de San Fernando se repite para identificar a varios cementerios de la ciudad. Existe un San Fernando Viejo, el San Fernando Nuevo, el San Fernando del Este, otro del Oeste, etc. No sé exactamente si lo de San Fernando se repite por lo importante del santo o por falta de otros. Algunos de los cementerios de la ciudad han quedado con muy poco uso o ninguno y entonces al no tener vida detrás de la muerte, parecen lugares para filmar “videos de miedo”. No puedo dejar de pensar en el famoso “Thriller” de Michael Jackson.

Lo primero que me gustaría decir es que, ninguno de los cementerios que he visitado se pueden parar al lado de un cementerio cubano, por supuesto, menos que menos al Cementerio de Colón. Las riquezas arquitectónicas, los vitrales, los mármoles y, sobre todo, las muestras de esculturas que existen allí son impresionantes, aunque no lo quieran reconocer, muestras del desarrollo económico que existió, más el desarrollo de todas las artes que había en Cuba. Los enterrados allí son cubanos y los que construyeron esa maravilla arquitectónica, o sea, arquitectos, ingenieros, herreros, escultores, artistas, simples constructores, etc., fueron cubanos, sólo que a veces, un pueblo totalmente liquidado, dedicado totalmente a conseguir el pan del día, no las puede ver.

Dicho esto, me gusta caminar por los cementerios, primero porque son lugares serios, las personas allí no van a pachanguear. Una vez que se cruzan las puertas de ellos, los visitantes, lleven las razones que lleven, mantienen, sino de adoración, como mínimo, una postura sería y de respeto, a lo mejor porque en ese camino y pensamiento, nos vemos reflejados.

A diferencia de las funerarias, donde a veces, no siempre, pero a veces, ni el mismo muerto está interesado en estar allí, las personas no van a jugar a los cementerios. Cuando joven una vez escuché decir que el camino al cementerio era serio y eso lo he comprobado con el tiempo. No todo el mundo va a llorar o recordar a sus muertos, los cementerios muchos son hoy lugares para el turismo, por ejemplo, el mío, sin embargo, así y todo, nunca he visto a nadie en son de burla. No he visto carteles que dicen: “no se divierta”, sin embargo, no he presenciado ninguna diversión desmedida. He visto personas que caminan y se enamoran, lo que es lindo, porque dice que para el amor no hay lugar. He visto personas que se enamoran, no se desnudan para hacer el amor sobre una tumba.

Los cementerios son libros de historia, una vez que se camina con ganas de aprender. Allí se puede observar las tendencias de las artes y sobre todo se puede encontrar a las personas que existieron, que fundaron, que trabajaron en determinado lugar. Es curioso encontrar sentimientos populares, más allá de los de familia. Es interesante ver donde, para unos termina la vida y quizás, para otros, comienza otra vida.

En Estados Unidos, por lo que he visto y caminado, siguen la tradición de enterrar en la tierra, por lo que dentro de los cementerios no abundan las grandes bóvedas, los edificios, las mega esculturas, etc. Quizás apegados a su tradición, abren un hueco, depositan el cadáver o las cenizas y ponen una lápida a veces de forma vertical, otras sencillamente enterrada a ras de la tierra. Los católicos, en su mayoría, ponen una cruz, tal es el caso de los cementerios en San Antonio, donde un por ciento muy alto de la población es de origen, sobre todo, mexicano. Esto hace más fácil el asunto de conocer, porque no existen interrupciones a la hora de mirar. Te paras en la puerta y casi puedes ver el cementerio entero de una vez.

Los cementerios dan paz, ahora no sé por qué, pero al visitarlos se siente un descanso, debe ser por el silencio, el respeto con que las personas están limpiando el espacio donde están sus queridos, por la pasión al depositar algunas flores o sencillamente cuando están sentadas en solitaria y franca recordación. Me gusta esta imagen, una persona sola, quizás por horas, sentada en silencio externo frente al lugar donde descansa su querido.

Llamo la atención que no creo en la vida después de la muerte y no recuerdo haber visitado un cementerio para obligadamente recordar a alguien. He visitado los cementerios que me han tocado para depositar a un fallecido, que por mi edad ya son muchos, pero jamás he vuelto a ese lugar a hablarle a un pedazo de mármol. Jamás he sido propietario de una bóveda por lo que me he evitado el tener que mantener económicamente un determinado lugar, pienso que me gustan los cementerios, tal como me gustan las fortalezas militares antiguas, las casas viejas, las cabañas en el medio de la nada, una escultura, etc. Me gustan los cementerios, despojado yo de cualquier creencia.

Me gustan los cementerios y puedo ver tu cara de asombro, eso me da ganas de sonreír.

martes, 11 de junio de 2024

560.- Ruso, un vikingo que escribe poemas.

Sigo apostando por la comunicación.

Yo he escogido desde muy joven la estrategia de hablar mucho, quizás imitando o heredando a mi padre, incansable conversador, por lo cual, no pocas veces, he sido criticado, pero hablar mucho, no hablar mierda, da la posibilidad de conocer y que te conozcan. Da la posibilidad de exteriorizar tal como a través de una válvula. Te extraño Viejo mío.

Ahora, me dedico a escribir mis conversaciones, muchos párrafos a mi forma, que quizás siendo sincero, se podrían resumir en uno solo o en una breve secuencia de 0 y 1 como en la informática. Los que me rodean, no tienen mucho tiempo, están ocupados y tienen muy bien definidos sus temas, por lo que al no encontrar quién me acompañe en mis madrugadas, escribo, sobre todo y primero que todo para mí, apoyándome inteligentemente en aquel fragmento de poema de Antonio Machado, que dice: “Converso con el hombre que siempre va conmigo. Quien habla solo, espera hablar a Dios un día”, y más inteligentemente sustituyo lo de hablar solo, hasta dónde aún no he llegado, por escribir, lo de hablarle a Dios, no lo sé, va y a lo mejor me lee.  

Jonathan siempre me dices no encontrarás más nunca a alguien como Normita y el Chino, capaces de conversar y conversar largas horas. Los extraño Normita y Chino.

Hay otras formas de esa comunicación, a lo que siempre he dicho, jamás he podido ni tan siquiera acercarse como fabricante y es precisamente la capacidad de escribir poemas. Párrafos y poemas pueden ser el reflejo de lo mismo. Lo que se vive o no, lo que se tiene o se perdió, lo que se añora, da igual si es el amor de una mujer o el sillón de un portal.

Como muchas otras veces, publico aquí ahora algunos poemas de mi hermano Ruso. Como no soy un experto conocedor no puedo evaluar si son buenos o malos o si van a clasificar dentro de la Real Academia de la Lengua Española. Sólo puedo asegurar que son sinceros y provienen de una persona que observa, piensa y evalúa.

Si se sigue el hilo de estos y de otros muchos, la primero que me viene es la añoranza, quizás del amor, quizás de la familia, quizás de los amigos y un pedazo de tierra. El reconocimiento de una vida que ha pasado y dejado sus profundas huellas. En muchos se hace referencia a la vejez, que, por suerte, diría yo, estamos comenzando a vivir. Pobres de aquellos que no llegaron o peor, aquellos que están, pero no lo quieren reconocer y se siguen disfrazando, con cirugías incluidas, de adolescentes.

Hoy, estoy aprendiendo, no hay nada más lindo que una arruga digna, unas canas, unas manos fuertes por el trabajo hecho, unas grietas en la barriga por un embarazo. Me aterra el haber perdido mi pelo muy negro y mi escultura física romana de los romanos escultóricos y sentir dolor en diferentes partes de mi cuerpo y al mismo tiempo criticar a mi mujer porque se le han ido cayendo las tetas hasta obligarla a construirse unas tetas plásticas, cosa que se resolvería sin tanto dinero, sólo poniéndose dos pozuelos de aluminio dentro de los ajustadores.

Les dejo los últimos poemas de Ruso, que me siguen pareciendo, al menos, extraordinarios, porque es como ver a un vikingo de los clásicos, con escudo y hacha, preparado primero que todo para la guerra salvaje, pararse y en medio de la batalla diaria que lleva, sacar un pedazo de piel y con un hueso afilado escribir un poema.


"TE QUIERO; PERO NO TE AMO”

Querer y amar no es lo mismo....

Querer ser libre no es lo mismo que amar a la libertad ...

Querer estar contigo no es lo mismo que decirte …Te amo.

Querer el dinero... no es amar ser rico ...

Querer estar aquí y allá, no es amor …

Ahora, te digo, te escribo porque no te tengo a mi lado

para que veas en mis ojos mi alma que te habla, te dice:

te tengo afecto, te quiero y te amo.

Mi mente se equivocó al principio; pero,

no mi corazón al escribir...

Te quiero; pero, no te amo.


"ESTOY VIENDO TODO DIFERENTE"

Me llama la atención que desde hace un poco tiempo para acá me digan:

"Señor ", me dejan pasar primero por mis canas en la barba o la falta de pelo en la cabeza.

Como si yo fuera un viejo, pero; estoy sintiendo dolores nuevos, yo que nunca tuve ninguno. Algo anda mal en este mundo, digo, en el mío.

Cuando tengo un rato libre me siento en la terraza del patio de mi casa a ver las ardillas, liebres y escuchar a los pajaritos cantar.

Creo que es un mensaje de la Madre Naturaleza.

Voy envejeciendo y no me doy cuenta....

Estoy escribiendo poemas, estoy aprendiendo a tocar instrumentos musicales;

estoy tratando de ser mejor. Eso es lo que, … estoy viendo.


"NO ME PREGUNTES"

Nos separaron de todos, como les hicieron a los judíos.

Nos desterraron por no tener la misma ideología;

nos maltrataron y nos humillaron, además, de ser encarcelados.

Vivimos en un exilio con deseos de volver a nuestra Patria;

pero, me pregunto a qué Patria destruida, hecha ruinas, abandonada en la miseria y pobreza....

Me duele ver fotos y videos de Cuba. Sólo me pregunto:

¿cuándo y dónde nos volveremos a ver?

domingo, 9 de junio de 2024

559.- Melodie, nombre tan dulce como la música.

Cuando pensábamos que todo estaba completo y bien. Cuando aparentábamos cierta saturación y pensábamos que habíamos acabado, el sábado 25 de mayo del 2024, apareció mi nueva nieta, Melodie Eve.

Al igual que sus hermanas, Mia y Maeve, Melodie no quiso esperar a las famosas 40 semanas, término acordado para el normal nacimiento de cualquier niño y apareció a las 36 semanas y media. Es tanta la desesperación por llegar al mundo externo de mis tres nietas que llega a ser llamativo.

Nació por cesárea, ahora no sé si el terminó nació es aplicado a esta forma de llegada, o sería mejor decir que la sacaron. Apareció bien, 6.2 libras, buen peso acumulado dentro del útero de su mamá, tener en cuenta que ese peso muchas veces lo traen los niños a los 9 meses y una puntuación de 8.9 Apgar, que es el resultado del examen primero que los especialistas hacen antes de los primeros 10 minutos de haber aparecido el bebé, relacionado con esfuerzo respiratorio, frecuencia cardiaca, tono muscular, reflejos y color de la piel, donde el máximo, muy poco usual y el que los médicos son muy cautos a la hora de poner por escrito es la puntuación de 10.

Lo del Apgar no garantiza que el bebé sea sano o enfermizo en el futuro, sólo es una evaluación rápida del recién nacido que puede indicar si hay que tomar algunas medidas de urgencia o no, no obstante, el haber nacido con más de 7 puntos, además de que suena bien, significa que nada grave hubo en el momento tan difícil y decisivo de entrar al mundo real.

Las cesáreas, que a no ser de urgencia, resultan en poco sufrimiento para la madre y el bebe, según cuentan, son muy propensa, por ejemplo, a que el niño salga con líquidos o fluidos en las vías respiratorias, alguna explicación habrá, la más cercana a mis pocos conocimientos del tema es que el bebé no hace esfuerzo por y para salir, proceso donde parece que expulsa parte de los líquidos acumulados en su cuerpo, por lo que Melodie tuvo que ir para terapia una semana, en lo que los médicos la seguían segundo a segundo, como suele ser en este tipo de servicios. El líquido en los pulmones no fue alarmante, por lo que poco a poco le fueron quitando los aparatos, tubos y controles, en la misma medida que comprobaban que estaba bien y que comenzaba a comer, o sea, mamar por ella sola y a la semana le dieron el alta.

Mi nueva nieta tiene un dulce nombre, que puede traer confusión. Melodie y melody en inglés son dos cosas diferentes. Melody, o sea, la melodía, es una secuencia de notas individuales que se unen musicalmente para obtener de conjunto un determinado resultado.

De esto la mejor explicación es dada, nada más y nada menos, que por nuestro Steve Perry cuando en una dulce y bellísima canción, precisamente llamada Melody, define:

Melody,

Even in my life's confusion

I still feel you near.

In my dreams

telling me you're not illusion

you belong to me.

Melody, I believe in you.

Melody (Melody) of my heart.

Melody (Melody) I still reach for you,

Melodie entonces es un nombre femenino de origen griego que puede significar música o canción o también cantar, lo definen como un nombre dulce, que, si lo es, de ortografía única y que parece se hizo muy popular en Francia antes de cruzar el océano Atlántico.

Mis tres nietas, de seguro por la fusión llamada genética, para mí desconocedor, caprichosa, de sus padres, son visiblemente muy diferentes. Mia Isabella, es inconfundiblemente rubia, con unos impresionantes y bellos ojos azules, lo que cuesta trabajo creer que sea hija de Jennifer, trigueña de ojos casi negros.

Maeve Nicole tiene los ojos verdes y un pelo más oscuro que el rubio, pero más claro que incluso el color que conocemos como castaño. Cuando la expones al Sol, su cabecita deja ver algunas vetas de un pelo medio rojizo, tal como su papá todavía tiene algunos. 

Ahora Melodie Eve, es inconfundiblemente trigueña, de ese pelo muy negro, que además de en la cabecita, cubre como una pelusa todo su cuerpo. Aún no sabemos mucho sobre el color definitivo de sus ojos, apenas tiene un poco más de una semana de nacida y por suerte pasa mucho tiempo mamando y durmiendo. Acciones ambas que alimentan. La genética debe ser algo difícil de estudiar, sobre todo a la hora de hacer pronósticos.

Entonces finalmente Melodie llegó y todos de una forma u otra estamos metidos en el proceso de hacerle saber que ha llegado bien y en muy buen momento. 

Ser abuelo una sola vez, y estar óptimo para disfrutarlo, ya es algo importante. A veces soy criticado por los que rodean, dicen que me he puesto permisivo, como nunca antes lo fui, pero es que ser abuelo tres veces es algo grandioso. Ahora el papel de fuerte le toca a otros.

La vida tiene sus complicaciones e imposibilidades claro está, si fuéramos primero abuelos, quizás estaríamos más preparados a la hora de enfrentar a nuestros hijos. 

Es una suerte estar aquí en San Antonio.