lunes, 20 de enero de 2025

602.- Donald Trump luchó y les ganó a todos. Presidente No.47 indiscutible contra todos los pronósticos.

OJO. Si no soportas a Donald Trump, 

tómate una pastilla para el estómago.

En realidad, muy pocas cosas en la vida están escritas en piedra, creo que sólo que nacemos y después de nacidos, moriremos un día, se podría asegurar con un cincel. Para aquellos expertos planificadores, la maestra vida enseña y nos dice: no hagan muchos planes.

A pesar de todos los pesares y en contra de todos los pronósticos oficiales y oficialista, más de las conspiraciones, a pesar de la persecución con medias verdades y enormes, medias y pequeñas mentiras, todas exageradas, a pesar de tener en contra a casi todos los medios de comunicación existentes, con una vida expuesta públicamente más allá de los intereses de la política, a pesar de ser ofendido, maltratado, humillado, vilipendiado como pocas veces se ve, a pesar de que menos de homosexual fue acusado de todo lo que sirvió para acusarlo, haciendo casi una recolección de todos los males humanos que existen: ladrón, racista, machista, fascista, nazista, deshonesto obviamente, prepotente, demagogo, mujeriego, antidemocrático, totalitario, violento, a pesar del y desde ese sentido común para esta ocasión lidereado, comunicado y en no pocas ocasiones tratado de imponer por políticos en función y  expolíticos, periodistas, influencers y hasta el último que se permitió dar una opinión, a pesar de que se planificó atentar contra su vida física en varias ocasiones, una de ellas de planificación paso a la acción y estuvo a escasos milímetros de matarlo, hoy, 20 de enero de 2025, Donald Trump, estrenando nuevo corte de cabello, mucho mejor para mí gusto que el típico peinado anterior, se acaba de juramentar como presidente 47 de los Estados Unidos.

Creo que debería ser una fiesta de todos, los seguidores y los oponentes, porque, primero, tenemos un presidente, hay muchos países en la actualidad que no logran esto y se desgastan en bandas, asesinatos, golpes de estados, etc., y segundo, porque estamos en paz, la paz general y muchas veces la personal, escasea en estos días.

Los seguidores debemos celebrar con grandes fiestas, sin pena, no hay porque esconderse, apoyar a un candidato no significa que lo conviertas en Dios y no veas lo mal hecho; los no seguidores, pues deben ir a sus casas tranquilos y prepararse, quizás bajo oraciones, para los próximos cuatro años, tiempo suficiente para que engrasen sus mecanismos y sobre todo encuentren un líder que pueda promover ideas diferentes. Para su ventaja, Trump sólo tiene personalmente los próximos cuatro años, si no se ponen las pilas les costará mucho trabajo regresar como poder a la Casa Blanca.

Creo que lo mejor que podría pasar es que todos, seguidores y oponentes que tienen responsabilidades, se pongan de acuerdo para trabajar y los amantes de ambas partes dejemos de discutir y sacar trapos sucios. Al final, una vez más, salvo pocas excepciones, los que hasta ayer parecían enemigos irreconciliables, hoy se dan la mano, sonríen, se reúnen y hasta al parecer se hacen chistes graciosos de amigos.

La política tiene sus cosas, en ella, menos que en otra cosa, nada está escrito en piedra. J.D. Vance, antiguo senador de Ohio, en el pasado no muy lejano, fue fuerte oponente de Trump, llegando a utilizar adjetivos poco agradables que darían la impresión de crear una enemistad de por vida, hoy es su vicepresidente. ¿Hipocresía?, ¿Oportunismo?, ¿Teatralidad?, ¿Utilitarismo? Nada de eso, sólo política.

Los pronósticos se promovieron negativos, era imposible que un hombre acusado y llevado a tribunales por tantas causas legales, pudiera sobrevivir, sin por lo menos atentar contra su vida y salirse de todo o enfermarse de los nervios, parecía imposible que un hombre sancionado de culpable, de no sé cuántos delitos, pudiera ganar las elecciones presidenciales como las ganó.

Para los demócratas, que de eso hablan poco, no sólo ganó las elecciones luchando no contra un candidato, que por demás era la vicepresidente del país en ejercicio, sino contra el mismo presidente en ejercicio que promovió y apoyo absolutamente a su vice, pero además contra varios expresidentes y funcionarios de altísimo nivel o responsabilidad que participaron más que activamente a favor del candidato demócrata, hasta el punto de llegar a salir a chantajear sentimentalmente a los votantes, sino que ganó arrasadora y apabullantemente, hasta en muchos de los estados llamados decisores donde los demócratas pensaban que tenían el voto asegurado. Poco que decir, Trump los barrió.

Pero, además, no sólo ganó el tema oficial de los votos estatales, sino que ganó el voto popular, o sea, los norteamericanos, el pueblo que votó, le dio su consentimiento a Trump. Enorme mérito para la historia, que sabemos que muchas veces, con el paso del tiempo, puede no significar mucho, pero de que es un récord para la historia de este país, cosa que no se podrá ocultar, lo es.

Entonces, lo que parecía imposible se hizo realidad, llegó el día. Donald Trump pasa de ser expresidente a nuevo presidente No.47 de los Estados Unidos de América. Le costó cuatro largos años, pero el incansable trabajador y poco deprimido hombre, lo logró.

Ceremonia muy sencilla y emotiva, para mi gusto un poco cansona con aquello de la entrada de personajes y anuncios, que parece más a las películas de reyes cuando anunciaban y entraban los visitantes al reinado. Discurso de Trump, calmado, sin ofensas, tranquilo e imagino satisfecho, porque no sólo se sabe ganador, sino que ahora es realmente ganador, ratifica lo que ha venido diciendo durante meses, por lo que no hay que sorprenderse.

Lo que escuché como norteamericano que viven en Estados Unidos, no sólo me interesó, sino que me gustó, más allá de detalles que siempre se pueden analizar, para esos detalles tenemos los próximos cuatro años.

Fue claro y valiente una vez más y con todos los altos demócratas sentados frente a él, que no necesitaban, creo yo, de estar allí por la merienda, no dándoles vítores, pero obligados a reconocerlo y aplaudir, así es la democracia norteamericana, Biden y Kamala, presidente y vicepresidente salientes, los Clinton, Obama, para esta ocasión solito, su mujer, dicen, se negó a acompañarlo y se mantuvo de vacaciones en Hawái, lo que me parece muy bien, puede ser muy honesta, quizás muy excéntrica o poco diestra en el arte de fingir, más todo el combo de los demócratas invitados, algunos de ellos destacados oponentes a Trump, tuvieron que escuchar, imagino yo soportar, como despedida de su duelo, sobre el desastre que hicieron durante estos cuatro últimos años y lo que es peor, tuvieron que escuchar los aplausos y vítores de los invitados cada vez que Trump hizo referencia al gobierno anterior. ¿Se mostraron bravos? Para nada, entendámoslo, es sólo “muestra” de la democracia norteamericana.

Trump fue radical, seguro y claro, se va a perforar para extraer petróleo y ponerlo a funcionar dentro del país y exportarlo. (Aplausos de los presentes). Se va a reforzar la frontera para evitar la entrada de enemigos de la sociedad norteamericana y se declaran como enemigos terroristas a las bandas de narcotraficantes. (Aplausos de los asistentes). Se van a traer nuevamente a productores norteamericanos para crear puestos de trabajos y riqueza. (Aplausos de los asistentes). Se va a poner a los chinos en su justo lugar. (Aplausos de los asistentes). Se va a impedir la censura. (Aplausos de los asistentes). Volveremos, al menos oficialmente, a ser resultados de dos géneros nada más, por lo que los trans, los trans, los trens, los trox, los LGPRQTVB+-*:, etc., más los humanos que se consideran jirafas o hipopótamos, al menos oficialmente, tendrán que reorganizarse o mudarse. (Aplausos prolongados)

¿Todo esto será fácil? No lo sé. ¿Será difícil? No lo sé. Sólo me parece que puede ser diferente. Por el momento, por lo que vi, nadie me lo contó, muchas personas, millones de personas, están contentas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario