Si existe
un asunto al que todavía no me he acostumbrado y del que conozco
bastante poco, es el tema de lo que comúnmente llamamos seguros
médicos y que en realidad son los seguros de salud.
Martica y yo en la selva brasileña en busca de una comunidad indígena donde la atención médica sea gratuita |
El haber
nacido y vivido en Cuba revolucionaria me facilitó el no tener que
aprender sobre este tema. La atención médica, buena o mala, es
todavía gratis, desde un catarro, un parto, un trasplante de hígado
o corazón, hasta, absurdamente, una operación para ponerse las tetas
más grandes o quitarse la grasa abdominal sin dejar de comer o ir a un gimnasio.
Esto, que es idealmente bueno, se convierte en un gran lastre para
los que salimos de la Isla, porque por nuestros conocimientos sobre
este particular, no somos compatibles con ningún otro sitio del
mundo. Lo que sabemos de sistema de salud no nos sirve para vivir,
al menos que nos mudemos para alguna comunidad que aún existe en
África o las selvas latinoamericanas. Cuentan que en países como
Canadá, Italia, Francia, la atención médica también es gratis,
pero …
Mi paso
por República Dominicana no sirvió para mucho en este asunto. Era
un hombre joven y sano, entonces el tema de seguro médico me parecía
todo una exageración. Tuve uno de la universidad donde trabajaba y
era tan malo que el mes que no daba clases, no sólo no cobraba, sino
que mi seguro era cancelado y tenía que esperar al otro mes para que
me lo volvieran a activar. Podía ir al médico sólo los meses que
trabajaba.
A pesar
de algunas criticas de cercanos amigos, lo del seguro no me interesó
mucho, pues no me dolía ni la cabeza. Hasta que un día, como todo lo mío, igual que
un Ferrari que va de 0 km a 100 km en 4 segundos, pasé sin escala
de sano a infartado y entonces … a cagar pelos como decimos en buen
cubano.
La suerte
fue que, como soy buena gente y además era el infartado, mis amigos,
se ocuparon del tema, permitiéndome que saliera ileso
económicamente, por lo que a decir verdad tampoco aprendí mucho.
Dediqué mi tiempo a estudiar sobre corazones. Me falta la práctica,
pero desde el punto de vista teórico podría dar conferencias a los
estudiantes de medicina.
Crucé la
frontera entre México y Estados Unidos y como el segundo es un país
extremadamente generoso, sin averiguar mucho, me dieron un seguro de
salud "full", Medicare, por 8 meses a cambio de nada.
Martica, como "buena cristiana", en espera de que el seguro médico nos caiga del cielo |
Fácil,
como es un seguro de Gobierno, todos los médicos quieren atenderte y
repararte algo para después pasarle la factura a Sam. En mi caso
personal, en Miami ni me miraron. Asistí a las consultas que me
tocaban y otras que me gestioné y sólo sirvieron para: conseguir
recetas para pastillas y para que los médicos pudieran cobrarles por
mi al Medicare. A pesar de mi historia bien contada y una bien
documentada carrera como infartado, todos los médicos que me vieron
por fuera, me dijeron que estaba bien. Estos médicos allí se ganan
el dinero con relativa facilidad. A lo mejor fue mi error, tendría
que haberles llevado el corazón en la mano.
Llegué a
Lincoln y ya saben, stend obstruido y pecho abierto para by pass en
el corazón. Por suerte, parece que Sam sabía lo que pasaría y mi
seguro médico todavía funcionaba e increíblemente me cubrió todo
el proceso. Sangre, salón, operación, anestesia, postoperatorio,
primera consulta, primeras pastillas, etc., pero … todo tiene su
final, pues nada es eterno y un buen día me enteré de que mi
Medicare ya no existía.
Para que
tengan una idea, al salir de la operación necesitaba tomar
diariamente tres pastillas diferentes más un Omega 3.
El costo de las tres primeras pastillas para el mes entero fue de
12.00 dólares con seguro médico, cuando se me venció el seguro,
pagué por estas mismas pastillas la increíble cantidad de 118.00
dolares. Por la consulta del cardiólogo pagué la cantidad de 3.00
dólares como diferencia, pues el resto lo pagó mi seguro médico.
Después de esto, cuando mi seguro expiro, no he vuelto a ver al
cardiólogo pues las consultas son impagables para los simples
mortales. Me levanto y como soy mi primer cardiólogo me digo, hoy tu
corazón está bien. Con ese chequeo salgo a la calle.
Al tener
ya el corazón operado o como dice Ruso, el motor reparado, he
comprendido la necesidad de tener, previo pago un seguro médico,
aunque no me vuelva a pasar mas nada hasta que muera y entonces me he
tratado de meter en el tema. La diferencia de dinero, o sea, de 3 a
118 fue la mejor enseñanza sobre lo embarcado que uno está sin
tener un seguro de salud que lo ampare.
El país sigue siendo
generoso, los que son unos hijos de putas son algunos fabricantes y
vendedores de medicamentos, algunos médicos y en esto de cobrar, por
supuesto, las aseguradoras. Digo algunos, porque existen a nivel de
pueblo e iglesias otras soluciones que ayudan a resolver o sirven
como paliativo al tema de la atención médica y alguno que otros
medicamento. Gracias a eso, no te llegas a morir del todo.
Entonces con relación a los seguros médicos, mi cerebro estuvo todo este tiempo en Cuba, con la única diferencia
que ya no estaba en Cuba.
Cuando
más preocupado estaba, apareció lo que parecía una “mágica
solución”, el Plan de Obama. Ya decía yo, Obama me gustaba, pero …, Martica
se metió a investigar sobre el plan y tiene varios problemitas:
Primero,
no es un seguro de salud como yo esperaba, entendía y deseaba. Es
solo un plan que agrupa a varias aseguradoras, que se han querido
sumar y brindar sus servicios, por lo que tiene bastante oposición
no solo de los republicanos, sino de las otras aseguradoras de la
competencia que no se sumaron.
Segundo,
las personas que no tienen ingreso no pueden meterse en el plan,
porque si no tienes ingresos como vas a pagar lo que hay que pagar
mensualmente, porque no es gratis, hay que pagar.
Tercero,
como yo ahora mismo ya tengo un trabajo, mi entrada, que no es mucha, pero para el plan no es poca, no clasifica, entonces es como que estoy en el mismo medio.
Cuarto,
hay una opción para ciudadanos americanos y esa por razones obvias,
no nos toca, al menos por ahora, tenemos que esperar tres años y medios más.
Quinto, la suma a pagar como ya soy trabajador es mas alta que la que tendría que pagar en mi trabajo, así que ...
En fin
que lo de Obama y su esfuerzo, a mí, en el plano personal no me
resolvió mucho y entonces estoy pensando meterme a Republicano, al final cuántos cubanos cambiaron de comunistas para cualquier otra cosa y no pasó nada. Que me cambie yo a Republicano a quién le va a importar
Parece
ser que la opción más interesante, posible y ajustada a nuestra
realidad es aplicar al seguro de salud de mi trabajo, por el que
tengo que pagar alrededor de 250.00 dólares mensualmente por dos
personas, Martica y yo. Para mis amigos y familiares matemáticos, no puedo dejar a
Martica fuera de esta opción o de cualquier otra. Por mi solo, tendría que pagar menos claro está, pero es preferible
morirme primero. JAJAJAJA
Zoo y Acuarium de Omaha. Jonathan en clases de navegación por si lo del yate es verdad. |
Hemos
estado pensando en la opción de la revolución comunista, la
propiedad del pueblo, la salud gratuita, para cambiarlo todo de una
vez y por todas. Hemos llegado incluso a pensar en comprar un yate
para venir de nuevo, por aquello de que si salimos, llegamos, si llegamos
entramos y si entramos triunfamos, pero el único problema está en lo lejos
que nos queda el mar y el precio del combustible en la actualidad. JAJAJAJAJA.
Entonces no nos queda más remedio
que cuadrar con Sam, como casi todo el mundo hace al final de la
historia.
Les contaré luego sobre el seguro de mi trabajo. Aunque parezca mentira, llevo casi 15 días esperando a que me entreguen los papeles con la información para poder estudiarla y tomar una decisión. El tema de Recursos Humanos es sobre todo bien lindo en los libros.
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