sábado, 17 de mayo de 2014

Seguros Médicos

Si existe un asunto al que todavía no me he acostumbrado y del que conozco bastante poco, es el tema de lo que comúnmente llamamos seguros médicos y que en realidad son los seguros de salud.

Martica y yo en la selva brasileña
en busca de una comunidad indígena
donde la atención médica sea gratuita
El haber nacido y vivido en Cuba revolucionaria me facilitó el no tener que aprender sobre este tema. La atención médica, buena o mala, es todavía gratis, desde un catarro, un parto, un trasplante de hígado o corazón, hasta, absurdamente, una operación para ponerse las tetas más grandes o quitarse la grasa abdominal sin dejar de comer o ir a un gimnasio. Esto, que es idealmente bueno, se convierte en un gran lastre para los que salimos de la Isla, porque por nuestros conocimientos sobre este particular, no somos compatibles con ningún otro sitio del mundo. Lo que sabemos de sistema de salud no nos sirve para vivir, al menos que nos mudemos para alguna comunidad que aún existe en África o las selvas latinoamericanas. Cuentan que en países como Canadá, Italia, Francia, la atención médica también es gratis, pero …

Mi paso por República Dominicana no sirvió para mucho en este asunto. Era un hombre joven y sano, entonces el tema de seguro médico me parecía todo una exageración. Tuve uno de la universidad donde trabajaba y era tan malo que el mes que no daba clases, no sólo no cobraba, sino que mi seguro era cancelado y tenía que esperar al otro mes para que me lo volvieran a activar. Podía ir al médico sólo los meses que trabajaba.

A pesar de algunas criticas de cercanos amigos, lo del seguro no me interesó mucho, pues no me dolía ni la cabeza. Hasta que un día, como todo lo mío, igual que un Ferrari que va de 0 km a 100 km en 4 segundos, pasé sin escala de sano a infartado y entonces … a cagar pelos como decimos en buen cubano.

La suerte fue que, como soy buena gente y además era el infartado, mis amigos, se ocuparon del tema, permitiéndome que saliera ileso económicamente, por lo que a decir verdad tampoco aprendí mucho. Dediqué mi tiempo a estudiar sobre corazones. Me falta la práctica, pero desde el punto de vista teórico podría dar conferencias a los estudiantes de medicina.

Crucé la frontera entre México y Estados Unidos y como el segundo es un país extremadamente generoso, sin averiguar mucho, me dieron un seguro de salud "full", Medicare, por 8 meses a cambio de nada.

Martica, como "buena cristiana", en espera de que
el seguro médico nos caiga del cielo
Fácil, como es un seguro de Gobierno, todos los médicos quieren atenderte y repararte algo para después pasarle la factura a Sam. En mi caso personal, en Miami ni me miraron. Asistí a las consultas que me tocaban y otras que me gestioné y sólo sirvieron para: conseguir recetas para pastillas y para que los médicos pudieran cobrarles por mi al Medicare. A pesar de mi historia bien contada y una bien documentada carrera como infartado, todos los médicos que me vieron por fuera, me dijeron que estaba bien. Estos médicos allí se ganan el dinero con relativa facilidad. A lo mejor fue mi error, tendría que haberles llevado el corazón en la mano.

Llegué a Lincoln y ya saben, stend obstruido y pecho abierto para by pass en el corazón. Por suerte, parece que Sam sabía lo que pasaría y mi seguro médico todavía funcionaba e increíblemente me cubrió todo el proceso. Sangre, salón, operación, anestesia, postoperatorio, primera consulta, primeras pastillas, etc., pero … todo tiene su final, pues nada es eterno y un buen día me enteré de que mi Medicare ya no existía.

Para que tengan una idea, al salir de la operación necesitaba tomar diariamente tres pastillas diferentes más un Omega 3. El costo de las tres primeras pastillas para el mes entero fue de 12.00 dólares con seguro médico, cuando se me venció el seguro, pagué por estas mismas pastillas la increíble cantidad de 118.00 dolares. Por la consulta del cardiólogo pagué la cantidad de 3.00 dólares como diferencia, pues el resto lo pagó mi seguro médico. Después de esto, cuando mi seguro expiro, no he vuelto a ver al cardiólogo pues las consultas son impagables para los simples mortales. Me levanto y como soy mi primer cardiólogo me digo, hoy tu corazón está bien. Con ese chequeo salgo a la calle.

Al tener ya el corazón operado o como dice Ruso, el motor reparado, he comprendido la necesidad de tener, previo pago un seguro médico, aunque no me vuelva a pasar mas nada hasta que muera y entonces me he tratado de meter en el tema. La diferencia de dinero, o sea, de 3 a 118 fue la mejor enseñanza sobre lo embarcado que uno está sin tener un seguro de salud que lo ampare. 

El país sigue siendo generoso, los que son unos hijos de putas son algunos fabricantes y vendedores de medicamentos, algunos médicos y en esto de cobrar, por supuesto, las aseguradoras. Digo algunos, porque existen a nivel de pueblo e iglesias otras soluciones que ayudan a resolver o sirven como paliativo al tema de la atención médica y alguno que otros medicamento. Gracias a eso, no te llegas a morir del todo.

Entonces con relación a los seguros médicos,  mi cerebro estuvo todo este tiempo en Cuba, con la única diferencia que ya no estaba en Cuba.

Cuando más preocupado estaba, apareció lo que parecía una “mágica solución”, el Plan de Obama. Ya decía yo, Obama me gustaba, pero …, Martica se metió a investigar sobre el plan y tiene varios problemitas:

Primero, no es un seguro de salud como yo esperaba, entendía y deseaba. Es solo un plan que agrupa a varias aseguradoras, que se han querido sumar y brindar sus servicios, por lo que tiene bastante oposición no solo de los republicanos, sino de las otras aseguradoras de la competencia que no se sumaron.

Segundo, las personas que no tienen ingreso no pueden meterse en el plan, porque si no tienes ingresos como vas a pagar lo que hay que pagar mensualmente, porque no es gratis, hay que pagar.

Tercero, como yo ahora mismo ya tengo un trabajo, mi entrada, que no es mucha, pero para el plan no es poca, no clasifica, entonces es como que estoy en el mismo medio.

Cuarto, hay una opción para ciudadanos americanos y esa por razones obvias, no nos toca, al menos por ahora, tenemos que esperar tres años y medios más.

Quinto, la suma a pagar como ya soy trabajador es mas alta que la que tendría que pagar en mi trabajo, así que ...

En fin que lo de Obama y su esfuerzo, a mí, en el plano personal no me resolvió mucho y entonces estoy pensando meterme a Republicano, al final cuántos cubanos cambiaron de comunistas para cualquier otra cosa y no pasó nada. Que me cambie yo a Republicano a quién le va a importar

Parece ser que la opción más interesante, posible y ajustada a nuestra realidad es aplicar al seguro de salud de mi trabajo, por el que tengo que pagar alrededor de 250.00 dólares mensualmente por dos personas, Martica y yo. Para mis amigos y familiares matemáticos, no puedo dejar a Martica fuera de esta opción o de cualquier otra. Por mi solo, tendría que pagar menos claro está, pero es preferible morirme primero. JAJAJAJA
Zoo y Acuarium de Omaha.
 Jonathan en clases de navegación
por si lo del yate es verdad.

Hemos estado pensando en la opción de la revolución comunista, la propiedad del pueblo, la salud gratuita, para cambiarlo todo de una vez y por todas. Hemos llegado incluso a pensar en comprar un yate para venir de nuevo, por aquello de que si salimos, llegamos, si llegamos entramos y si entramos triunfamos, pero el único problema está en lo lejos que nos queda el mar y el precio del combustible en la actualidad. JAJAJAJAJA. 

Entonces no nos queda más remedio que cuadrar con Sam, como casi todo el mundo hace al final de la historia. 

Les contaré luego sobre el seguro de mi trabajo. Aunque parezca mentira, llevo casi 15 días esperando a que me entreguen los papeles con la información para poder estudiarla y tomar una decisión. El tema de Recursos Humanos es sobre todo bien lindo en los libros.



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