miércoles, 21 de octubre de 2015

Cuba no necesita armas, Cuba necesita comida.

Vuelvo a aclarar que este sitio no es para la descarga política ideológica. Sigo escribiendo para mí y para los míos, que como tengo la garantía de que me quieren, sé que seré entendido y perdonado. Además, sigo queriendo que no se me olviden las cosas que vivo.

Estoy en el medio de Estados Unidos, donde la mitad de la gente que me rodea no saben ni siquiera dónde está Cuba, aunque esto de vez en cuando nos parezca increíble, después que tanto nos hicieron creer que éramos de lo más importante que tenía el planeta Tierra. Vivo aquí voluntariamente por SUERTE y como no hay nada absoluto, un poquito también por desgracia y no puedo sustraerme de algunas cosas, hechos, noticias que tratan sobre mi país de origen.

Recién he obtenido dos informaciones que han acaparado mi atención y a ellas dedicaré unos minutos.

He visto una entrevista que le hicieron a uno de los hijos de Fidel Castro en Chile. El periodista, creo que en crisis o casi sin trabajo, no ha encontrado a nadie mejor a quién entrevistar y le ha parecido que ésta persona, al proceder en parte de un espermatozoide del Comandante, pueda llamar la atención.

Lo primero que me llama la atención es que sea precisamente en Chile, pues recuerdo que hace unos meses, quizás un año, se comentó a través de los medios de información, que los Castros, así sin nombres definidos, estaban comprando tierras en Chile, lo que al parecer generó visitas de varias altas figuras del país andino a Cuba. Me llama la atención porque el periodista, cariñoso o baboso con el entrevistado, dice que es la segunda vez que lo veía y entrevistaba en 8 meses, lo que me indica que el descendiente viaja con frecuencia a ese destino, que a todas luces no es uno de los destinos más famosos en América Latina para hace turismo. 

La entrevista, extremadamente mala del lado del entrevistador, con preguntas encajonadas, que dan a entender que el entrevistado fue el que las sugirió, trata un poco de que el descendiente diga algo que pueda mover al mundo. El entrevistado, obviamente preparado para el tema, pues hijo de gato caza ratón, sin mucha coherencia, con un castellano medio enredado y limitado, dice y se contradice, afirma y niega, quiere, pero inmediatamente deja de querer, lo que al final termina en que uno no entienda mucho de lo que el tipo quiso decir, ni cuál es el objetivo supremo de esta acción. Evidentemente cogió uno de los espermatozoides más malos que el padre pudo producir.

Según se cuenta, el hijo no trabaja para la Revolución, aclara que se dedica a hacer libros pues eso es lo que le gusta. Libros, estoy convencido de que no pueden tener texto, al menos escritos por él. Primero piensa en el disfrute y el arte y luego en el dinero. Aprovechando la cercanía con el Rey Sol, debe dedicarse a publicar algunas fotos intimas y quizás uno que otro chismecito de la vida familiar privada, sin que esto signifique contar mucho.

Sin trabajar para la Revolución, por momentos responde como si formara parte del Gobierno y habla de “nosotros”. Nosotros esto y nosotros lo otro. Define en su de atrás para adelante que no habrá más partidos en Cuba que el comunista, y que los cambios los harán dentro del sistema socialista.
Casi sin poder creerlo, el descendiente culpa de la burocracia y a la corrupción como culpables de la lentitud de los cambios en Cuba, diciendo que el Estado, mejor sería que hubiera dicho el gobierno, está tratando de cambiar, pero “el problema es la inmovilidad de la gente” pues hay personas en las altas esferas a las que hay que pagarle para que acepten o apoyen una determinada propuesta. Según él, “hay gente que está en puestos clave que, si tú no les pagas, nos les pasas algo, entonces no te dejan hacer nada”.
Burocracia y corrupción culpables de los malos planes, de los planes locos, de las guerras y las guerrillas, de la megalomanía, de la censura, del fracaso. Resulta increíble.
Dice que los cambios no se pueden hacer a lo loco y parece que se le olvida que la Revolución Cubana, o mejor el gobierno de su papá y su tío están en el poder desde 1959 y que la URSS y el campo socialista europeo desaparecieron a finales de la década del 80 y principios de la del 90. ¿Qué más tiempo necesitan para hacer los cambios?

Para terminar el cinismo o el show, frente a la pregunta de si papá estaba de acuerdo con los cambios, respondió, quizás imitando a papá que hacia lo que le daba la gana con las respuestas, que él no sabía si papá estaba de acuerdo o no, sólo dijo, “Papá está bien de salud, hace sus ejercicios y sus investigaciones”.

En fin, más de lo mismo. De un tipo ahora famoso por vender libros de fotografías sobre su papá, que como todos sabemos sigue llamando la atención y que no tiene mucha vergüenza para pararse frente a una cámara, como si en realidad fuera una figura y tuviera que decir algo relevante. Lástima de entrevistado, pobre entrevistador.

Fantástico Día de Sushi. Octubre 2015.
Lo otro que me ha motivado a escribir es que hace tres o cuatro días leí una noticia que afirma que Rusia y China venderán armas a Cuba para modernizar el Ejército Cubano y creo que esto es de esas cosas que pudieran colmar cualquier copa, o sea, no es que los antiguos hermanos rusos y los ahora hermanos chinos quieran vender armas, sino que el gobierno de Raúl Castro, en medio de la gran crisis permanente que tiene Cuba,  comprará armas y tecnología militar moderna para reconstruir sus fuerzas armadas.

Recuerdo que vi muy bien, la aparentemente desinteresada y amistosa acción por parte de Putin de cancelar el 90% de la deuda que Cuba tenía con Rusia. Me hubiera gustado saber el número exacto, pero creo que ese número ni el mismo Presidente Ruso puede saberlo. Me pareció agradable y muy inteligente Putin en aquel momento, pues sabiendo que jamás lograría cobrar ese dinero, lo mejor era aparecer como bondadoso y una vez más como un regalo del pueblo ruso, olvidar lo pasado.

Meses después, o sea, ahora, descubro que de bondadoso, amistoso, cariñoso, nada. Mi amigo Ruso, me viene diciendo que los rusos, y esto puede parecer un trabalenguas, quieren meterse de nuevo en Cuba por un tema estratégico y parece que es verdad. Hoy día no es la economía, ni el socialismo mundial, ni la famosa correlación de fuerza entre dos sistemas, es sencillamente volver a estar donde estuvieron, por si las moscas. Eso que Cuba tiene desde siempre a favor para la relación con Estados Unidos y la propia América Latina, o sea, su muy importante ubicación geográfica, es su más preciado valor, como lo define mi amigo Ruso.

Por su parte el Gobierno Chino, para no quedarse atrás, dice que venderá armas a Cuba para ayudarla en su lucha contra el bloqueo norteamericano. Armas para luchar ahora contra el bloqueo, que en realidad no es tal, sino un viejo y cada día más obsoleto embargo, que los propios norteamericanos se han ido encargando de romper, con las miles y miles de toneladas de productos agropecuarios que le vienen vendiendo a Cuba desde hace por lo menos 10 años.

Los rusos y los chinos son unos cabrones y aprovechan el ansia de poder y la fantasía guerrerista de los Castros, o al menos ahora de Raúl, para colocar sus nuevos productos, quizás probarlos, ganar algún dinerito y sobre todo volver a tener presencia en un estratégico territorio, por si las moscas. El gobierno cubano, por su parte, es como aquella prostituta que sale en las películas, que ha envejecido y no quiere darse cuenta o no quiere reconocerlo y entonces se repinta la cara y se coloca ropas extremadamente llamativas para poder competir con las más jóvenes dentro del oficio, pero al final termina llevándose al peor postor o cobrando la menos cantidad de dinero.

Rearmar un ejército debe costar millones y millones de dólares, porque no creo que los hermanos regalen las armas y entonces las preguntas son, por qué ahora y más importante, para qué. Cuba recién acaba de inaugurar relaciones diplomáticas oficialmente con Estados Unidos, país cercano, con el que viene haciendo negocios públicos hace más de una década.

Cuba necesita comida y medicinas en primera instancia. No las hay, porque de haberlas, los cubanos de aquí y de todos los rincones del mundo, no tendrían que ayudar a sus familias y amigos de allí, casi con carácter obligatorio. No hay comida, ésta sigue regulada y sobre todo perdida, con precios casi impagables por un obrero, que no tiene la suerte de trabajar en una tienda, en un hotel, en una gasolinera o en una empresa mixta. No hay comida, más allá de la que está regulada por la libreta de abastecimiento y que aparece cuando aparece.

Entonces no entiendo como se le puede ocurrir a un gobierno que no está atacado por nadie, ni tan siquiera amenazado, invertir una enormidad de dinero para modernizar el ejército, cuando lo que tendría que hacer es vender legalmente la mitad del ejército y crear condiciones para producir alimentos. Digo legalmente porque conocemos lo del barco que fue detenido en Panamá hace como un año atrás, donde Cuba de forma no declarada en los documentos oficiales de carga, enviaba, nada más y nada menos, que a Corea del Norte parte de armamento militar “obsoleto” y ahora recientemente lo del barco chino, que bajo el cuento de que transportaba cereales, fue detenido en Colombia, pues sin papeles llevaba para Cuba toneladas de pólvora, y casquillos y núcleos de proyectiles. Esto de enviar y aceptar armamento, sin que aparezca declarado en los documentos de los barcos, además de contrabando, puede ser catalogado como una de las mayores meteduras de pata de la actual administración cubana, tan anormal que no es capaz de ver a lo que se expone, o tan engreída que considera que puede seguir haciendo lo que se le venga en ganas incluso en el plano internacional.

Cuba no necesita armas, el pueblo no debe haber pedido que se modernizara el ejército. Nuestras familias y amigos allí necesitan comer sin tener que pasar el enorme trabajo para conseguir alimentos o tener que pagar el dinero que no ganan mensualmente, trabajando para el mismo gobierno que ahora invierte el poquito dinero que produce y el que le entra en rearmarse.

¿Un CUC sigue siendo igual a 25 pesos? Si la respuesta es sí, entonces seguimos en presencia de un infierno. Si el salario promedio sigue siendo aproximadamente 200 o 250 pesos cubanos, el que no tenga ayuda del exterior o se la busque bien buscada, estará padeciendo para vivir, por lo que yo veo todavía un buen rato.
Noticia. El descendiente frente a la pregunta de si Cuba sería un nuevo Viet Nam, con eso de la inversión extranjera, respondió que Cuba podría ser un Viet Nam dentro de 30 o 40 años, que no era para ahora mismo. De madre el caso por no decir otra cosa, el tipo pronosticó por lo bajito, para no alarmar a los que lo verían, que faltan 40 años para que el proyecto se encamine. Dios los coja confesados.

Nota. La foto no tiene que ver nada con las ideas que aquí expongo, sólo que está recién tirada y no quiero que se la pierdan. ¿Como nos vemos? Estamos un poquito menos gordos que el hijo del Rey Sol.





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