miércoles, 10 de febrero de 2016

La mezcla. (Parte Uno)

Bueno, sigo con los temitas complicados. Ahora, después de debatir mis escritos con mi amigo Ruso y escuchar sus siempre oportunas ideas, debido al conocimiento que tiene de este lugar después de 17 años de vivirlo, se me ocurre escribir un nuevo artículo. El dependerá de una sola pregunta que resulta además pequeñita, pero su respuesta podría ser infinita, tan inmensa como que creo que es imposible de aportar ideas absolutas a cualquier análisis. Luego, además es un tema vivo, o sea, de esos asuntos que pasan y pasarán todos los días, por lo que la definición total no existe.

Qué es Estados Unidos?

A priori la respuesta puede ser fácil. Estados Unidos es un gran país. Con esto sólo la pregunta quedaría resuelta, pero en realidad no significa, ni aclara nada. Definir a un país como este desde todos sus ángulos resulta una tarea titánica, no creo que posible para una sola persona en una sola vida y menos para simples mortales como yo, por tanto los animo, cada uno de ustedes deben encontrar sus propias respuestas.

Como tampoco tengo toda la vida para resto, seleccionaré una pequeñita parte de todo el pastel, que no por pequeña es menos importante, por el contrario, muchas veces ella define mucho de lo que pasa en otras esferas. Estados Unidos es una enorme diversidad, tan enorme como no creo que exista otra. Es sencilla y llanamente el resultado de una gran mezcla.

La historia resumida es, primero los indios, que al no desaparecer todos, hoy todavía existen bajo el reconocimiento de nativos americanos y poseen un status medio especial como compensación. Luego los primeros británicos, ingleses e irlandeses, que al no poder eliminar o doblegar a los primeros para ponerlos a trabajar, se trajeron negros africanos, que también hoy existen y aunque no tienen un status especial, si reciben, a mi entender, consideraciones extras, la primera es que no son negros sino afroamericanos.

Con el paso del tiempo y paralelo a la expansión y al desarrollo económico, la historia recoge oleadas de más inmigrantes; británicos, alemanes, holandeses, italianos, judíos de varios países, mexicanos, que ya estaban y que siempre han seguido viniendo. Hasta aquí no estaría mal, pues el territorio que hoy significa Estados Unidos es lo suficientemente grande como para que indios, los primeros europeos, negros y  mexicanos pudieran vivir en paz. Sin embargo la idea de los que llegan, o sea, el fenómeno de la inmigración legal más la ilegal en este país tiene proporciones inimaginables y es un proceso que tiene que ver con hoy mismo y por supuesto mañana, de forma ininterrumpida.

No tengo información oficial, lo que me permitiría avalar mis ideas y sólo he vivido en Lincoln, después de un paso rápido por Miami y tres momentos diferentes como turista en San Antonio, Texas, por lo que puedo contar un poquito de lo que veo y otro poquito de lo que imagino.

A Estados Unidos debe ser el país que más gente le llega anualmente, no creo que exista otro lugar igual, por más que el fenómeno de la inmigración legal e ilegal no es exclusivo de la Unión. Este lugar tiene una enorme variedad de planes para aceptar a personas de todo el mundo con diferentes justificaciones, asilo político, refugio, becas para estudiar, contratos de trabajo, matrimonio, reunificación  familiar, etc., etc., etc. y a estos planes organizados, se le suma la llegada de miles y miles de personas de forma ilegal desde todos los continentes del planeta Tierra.

Entonces aquella imagen que muchos podemos tener de lo que es un norteamericano promedio, con personas de 6 pies de alto, rubio o pelirrojo, de ojos generalmente azules o verdes, ha ido cambiando. Existen personas así obviamente, pero ya no es tan cierto. La foto ha ido cambiando con el paso del tiempo.

Qué es entonces hoy Estados Unidos?

Para mí es una diversidad inacabable de colores, tamaños, culturas, religiones, costumbres, músicas, formas de comer, de vestir, de hablar, etc., tanto casi hasta el infinito.

Miremos.

Vivo en un edificio de 6 apartamentos donde hay una familia hondureña, dos africanas, una cubana que somos nosotros y sólo dos apartamentos están ocupados por personas nacidas aquí. Ruso vive a dos cuadras de mí también en un edificio de 6 apartamentos, allí viven dos familias cubanas, una mexicana, una china, una africana y sólo un apartamento está ocupado por un ciudadano americano.

En mi trabajo somos 13 personas en mantenimiento y hoy tenemos un polaco, un dominicano, un iraquí y un cubano que soy yo, además uno de mis compañeros es norteamericano, descendiente directo de católicos irlandeses y una de mis compañeras, tiene a su mamá pichona de mexicanos, o sea, lo que aquí reconocen como chicana.

Asisto con frecuencia a las fiestas que hacen dos amigos míos en su casa. Ella es norteamericana descendiente de holandeses y alemanes, él es sevillano, que es más que ser español, JAJAJA. Una de las cosas que más me llama la atención de esas actividades es la diversidad de los amigos que se reúnen, a tal punto que la fiestas parecen reuniones de las Naciones Unidas. He compartido con personas bien llevadas de España, Argentina, Uruguay, Polonia, México, República Dominicana, Japón, lo que garantiza una enorme variedad de caras, colores de piel, idiomas originales, comidas, bebidas, más diferentes formas de cantar, bailar o no bailar, etc.

Mi nieta, rubia de grandes ojos azules, nacida en San Antonio, Texas, tiene a sus papás cubanos, por lo que exhibe una mezcla curiosa. Maneja a la par el inglés y el español, con predominio del primer idioma, comienza a bailar bien, medio diferente a la mayor parte de los norteamericanos que no bailan mucho porque más que todo hacen gimnasia, come carne de puerco azada y le dice a la abuela a través de la cámara de la PC, _ abuela, echa pa´ca.

Mi amigo Ruso tiene aquí tres hijos, los tres rubios de ojos azules. El primero concebido con una norteamericana, apenas entiende el español, pero frecuenta la casa de su papá donde todos hablamos cubano, los otros dos fueron construidos con una mamá cubana, entonces el cubano a la hora de hablar, comer, tomar, vestirse, etc., es lo que predomina. Raulito americano de Lincoln dice, _ Coñoooo, te voy a dar un cocotazo. En la misma casa Thomas, el más grande, come pizzas y sándwich, el resto come arroz blanco, frijoles negros, sopa  y fricasé de pollo, tostones, etc.

No tengo números pero recuerdo que la primera vez que estuve en San Antonio, después de caminar y caminar, le pregunté a mi hija por los norteamericanos en aquella ciudad. Todo el que me pasó por al lado fue mexicano o sus descendientes. Por cada rubio de ojos claros que vi, pude haber contado, sin temor a equivocarme, decenas de personas cuya fisonomía está vinculada a los aztecas.

Los norteamericanos, en sentido general, se vuelven locos con los tacos, los burritos, las fajitas, el aguacate y el picante, comidas ricas insignes de la cultura mexicana. Muchos latinos aquí dicen “troca” derivación de la palabra inglesa truck, para definir lo que nosotros los cubanos reconocemos como camioneta. Es común entre latinos escuchar “la llave está liqueando” utilizando como base la palabra leak del inglés, a lo que nosotros decimos, está goteando. Es más que común escuchar hablar de la "carpeta", cuando un grupo de latino trata de hablar de alfombras, pues toman el camino más corto proveniente del inglés que es carpet.


Como todos saben el ejemplo más grande y digno de la mezcla es que nuestro actual Presidente es el resultado de una mamá nacida en Kansas y un papá nacido en Kenya, por lo que en realidad su fisonomía tiene poco de blanco de ojos azules y entonces realmente tiene más cerca aquello de afroamericano que muchos de sus coterráneos. 

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