viernes, 19 de enero de 2024

541.- Calentando los motores. (Primera Parte)

No soy un conocedor a profundidad de la historia de este país, seria pretensioso llamarse especialista o analista de algo tan profundo, diverso y complicado diariamente, menos un politólogo dedicado, porque como dice Carlos Varela la política no cabe en la azucarera, sólo soy un tipo que, por suerte aun, tiene la capacidad humana de escuchar, ver y pensar. Además, soy cubano y como buen representante de mi origen, es bueno decir que soy, aunque maestro de nada, aprendiz de todo. JAJAJA

Además de haberme leído varias cosas y visto algunas imágenes, ya estando aquí he vivido varias elecciones de diferentes categorías, por lo que algún recuerdo sobre todo el tema relacionado, que es mucho y de muchas aristas, puedo tener. Estoy convencido de que nos encaminamos a presenciar un gran show político, quizás como no muchos anteriores.

Al directo. Trump arrasó en las elecciones primarias celebradas hace pocas horas, el 15 de enero, en Iowa. No sólo es que ganó y superó a sus adversarios, sino que los barrió absoluta y creo yo, definitivamente, al sumar más votos y superar los votos que lograron acaparar sus oponentes de conjunto. Una cosa es ganar una elección o competencia cualquiera y otra es ganarla de esta forma, donde uno de los candidatos, sin haberse desgastado mucho en esos famosos debates que tradicionalmente se hacen, o sea, ni participar, logró sumar más adeptos que todos los que sumaron sus oponentes.



Trump, él solo obtuvo más de 56 mil votos, lo que significa el 51%. Esta victoria no era imposible de imaginar, ella se veía venir, sólo que ni el mismo candidato ganador pensaba que arrasaría de tal forma.

Es cierto que muchos presidentes anteriores tuvieron sus escándalos, unos pequeños, otros más grandes. Para no ir muy atrás, Nixon, la guerra de Viet Nam y luego su Watergate, Kennedy con sus conocidos romances de los cuales el más famoso y conocido resultó con la Marilyn, Clinton que sigue diciendo que no, pero la Lewinsky y yo apostamos a que sí, Bush, a los que muchos acusan de haber tumbado él mismo las torres, Obama con las jaulas para niños en la frontera, Biden y su comedera de helados, sus caídas y saludos a personas que no existen o nada más que las ve él, etc.

Y es que resulta muy difícil escapar dentro de toda una vida pública donde aquí si tienen las personas un colimador o alta mirilla telescópica sobre ellos constantemente. Los presidentes, los ex, los políticos, los asesores, los ayudantes, son primero humanos, entonces cómo entender que yo pueda discutir con Martica y tener varios días malos, por ejemplo y asombrarme de que a un presidente no le guste el café que su esposa le hace, que no quiera bañarse un día o que moje fuera del lavamanos cuando termina de lavarse. Cómo no entender que la carne, aunque de políticos, es carne y todos tenemos nuestras debilidades o peor, nuestros momentos de recaídas.

Claro, muchas de estas cosas, como dejarse de bañar un día o echar el agua fuera del lavamanos, no debían pasar, pero no para el presidente, no seamos ridículos, no deberían pasar para nadie y entonces nos complicamos a la hora de convertirnos en tribunal. El presidente no puede echar una gota de agua fuera del lavamanos, pero yo necesito el Bidet de Paulina para lavarme la cara.

Trump puede ser el empresario, presidente y ex de los Estados Unidos más criticado, vilipendiado y, por si fuera poco, acusado oficialmente de la historia de este sagrado país. Creo que no falta nada más por hacer, sólo quedaría, cosa que a lo mejor hasta un día pueda pasar, que un muerto ya frío y tieso se levante de su muerta posición y diga, él me mató.

No queda nada por probar para demeritar, denigrar y burlarse. Llevamos años ya hablando y escuchando de violencia, de prepotencia, de histrionismo, de racismo, de vulgaridad, de locura, de payasadas, de racismo, de sexismo, de violación, de corrupción, etc., y todo eso, cosa que pudiera parecer imposible achacado a una misma persona, Donald Trump. Me llama la atención ver a cubanos que amaron a Fidel Castro, criticar a Trump por prepotente, mentiroso, sexista, mujeriego, autoritario, burlón, etc., cuando en realidad si existen dos personas muy parecidas son Fidel y Donald. Los que amaron al primero deberían ser locos fanáticos al segundo.

Donald tiene en esta última etapa más de 90 acusaciones criminales, otras por la parte civil, más todos los chismes que todo esto generan y acompañan. Donald ha logrado que estados de este país propongan prohibir que aparezca en las boletas de votación para presidente. Donald ha logrado que ahora mujeres lo acusen de hechos, sexo, dinero, etc., que han pasado hace más de 20 años y que parecen tenían guardados para ocasiones como esta.

Y es cierto, algo de eso ha pasado, aunque es bueno decir que, a pesar de todos los intentos de sanción, aun el tipo no ha sido declarado culpable. Una cosa es que yo quiera decir, que defienda o asegure algo para mí mismo e incluso que me guste más, menos, o que no me guste nada y otra es que un jurado, a veces únicamente el Gran Jurado, declare culpable. Lamentablemente quizás para muchos, aquí, por el sistema judicial que existe y parece no hay intención de cambiarlo en su esencia, sigues siendo inocente hasta que no se pruebe tu culpabilidad y eso de probar resulta extremadamente difícil y trabajoso. No es tan fácil como decir culpable y tener el acta redactada de antemano. Recuerdo, por sólo mencionar un ejemplo, que el astro del fútbol americano O.J. Simpson, fue declarado inocente y absuelto en aquel escandaloso proceso en 1994, de lo que a todas luces parecía culpable, la muerte de su esposa Nicole Brown y su amigo Ron Goldman.

Pero para colmo de lo incomprensible para muchos, todas esas acusaciones, presunciones y chismes alrededor de Trump, sólo le ha favorecido. Mientras más lo tratan de acusar más fortalecido sale y más personas lo apoyan. No son pocos los que piensan, sin profundizar mucho, que todo esto es una cacería política y un pase de cuenta a alguien que no se quiere, cosa que el mismísimo Trump ha utilizado mucho a su favor, o sea, nada es real, todo es un asunto personal.

¿Cómo puede suceder esto?, ¿Cómo es que se pueda respaldar a un tipo de tal calaña? Se preguntan muchas personas, con la seguida idea de que los norteamericanos están mal, que son un pueblo loco, tan loco como el personaje apoyado. Lo que resulta una fórmula simplista, Trump es un loco apoyado por locos, a la hora de analizar lo que está ocurriendo.

Trump, muchos norteamericanos y yo seguimos pensando que las pasadas elecciones fueron manejadas para no decir robadas, aunque no lo hayamos podido demostrar de momento. Biden, uno a uno, jamás le hubiera ganado, pero los demócratas se las agenciaron para llevarse el triunfo y establecer, a decir hoy de muchos analistas, pero además a decir de muchos norteamericanos, pero además de muchos afrocubanos que tradicionalmente apoyan a los demócratas y de muchos practicantes demócratas, uno de los peores presidentes y, por tanto, gobierno de la historia de este país.

Trump, que no es mago, sólo ha demostrado su poder y energía. Su aparición y presencia, quieras o no, impacta o es difícil de obviar, cosa que él sabe explotar muy bien. Primero porque ha logrado crear, mantener y desarrollar una base trumpista que vive dentro del Partido Republicano, o sea, el partido puede apoyar o no a Trump y las personas que lo siguen lo seguirán siguiendo incondicionalmente.

Creo que como resultado de las elecciones primarias o caucus de Iowa hace pocas horas, los partidistas republicanos, no amantes de Trump, lo mejor que podrán hacer es apoyarlo y salir a votar por él, porque está demostrado que, de seguir vivo, no hay otro candidato garantizado que pueda sacar a los demócratas y ocupar de nuevo la Casa Blanca. Digo de seguir vivo, porque según tengo entendido, por las leyes norteamericanas no inventadas por y para Trump, si llegara a estar preso, puede seguir corriendo para presidente y si es elegido por decisión de los votos, pues será nombrado presidente y él mismo se puede indultar, o sea, quitarse la sanción que lo retiene detenido. Están jodidos los demócratas, los republicanos, a decir de la tradición, se organizan como un ejército y a diferencia de la tradición demócratas donde una parte se congela a última hora, salen a apoyar furibundamente.

Luego, ya dije que el tipo no es mago, ha sido tan malo el período demócrata, pero tan malo, que ellos mismos con su actuación, se han convertido en el mejor motor de apoyo a la candidatura del expresidente que trata de repetir.  

Trump es apoyado por una base, hasta fanática, a la cual no le importa más nada que apoyar a su candidato, haga lo que haga. Los republicanos tradicionales no amantes de Trump estarán obligados a convencerse de que no les queda más remedio que apoyarlo si quieren volver al cocina´o y esto se ha puesto de manifiesto en el apoyo que incluso los contrincantes dentro del propio partido han comenzado a mostrar, más un porciento grande de los demócratas que están disgustados con su presidente y con su más que insignificante, inoperante, perdida, irrelevante y gris vice presidenta, que dejaran de votar por el supuesto candidato Biden que pretende repetir cuatro años más, será la mejor fórmula, luego de las primarias para el triunfo republicano en las presidenciales y casi seguro de Trump.

1 comentario:

  1. Tema de mucha actualidad nacional e internacional por demas complicado y controversial, pero has logrado analizarlo muy bien desde tu mirada hispana .Seria bueno que le dieras continuidad periodicamente porque aun falta mucho tiempo para las elecciones presidenciales y este panorana politico cambiara de semana en semana. Ahora veremos en los proximos dias como quedan los resultados de las elecciones republicanas en otro estado esperamos tus comentarios ..........yo tengo esperanzas de que al final en la elecciones presidenciales, para mi gusto los resultados cambien

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