Andando y
andando en mi trabajo, donde paso mucho tiempo sin hablar con alguien, entonces
pienso y pienso, y tropezando con la realidad que veo, más una pequeña
curiosidad de la cual luego hablare, me viene una pregunta grande, además de
muchos recuerdos, ¿Por qué se mantienen limpias las ciudades y como resumen,
los países?
Primero
creo que es un problema de información, formación y cultura. Es fácil de
entender porque desde las primeras edades, a los infantes se les enseña a
mantener la limpieza, a no tirar a la calle los desperdicios, a proteger plantas,
parques, zonas de paseo, etc. Ejemplo más destacable, Japón, los niños primarios
tiene pocas materias a estudiar, pero aprenden a limpiar la escuela, organizar
las aulas, servir en los comedores, recoger y mantener todo limpio.
Los niños,
por lo que he visto aquí, participan en acciones para defender y cuidar su
comunidad, quizás su comunidad más cercana, o sea, escuelas, barrios, calles.
Puedo
asegurar que, si tiras un papel, por pequeño que sea este, a la calle, mi nieta
Mia te requerirá y te animará a recogerlo. Puedo asegurar que los norteamericanos,
en sentido general, andan con pequeñas bolsas de nylon e incluso pequeños cestos
de basura dentro de sus carros para guardar los desechos que producen en el día:
empaques, sobres, papeles, colillas de cigarros, restos de comidas, latas o
envases de líquidos, etc. Puedo asegurar que yo, cuando termina el día de
trabajo, todos los días, paso por servicentros, donde aprovecho para echar a la
basura digamos los papeles, los sueltos promocionales que no he podido usar,
las servilletas que utilizo para lavarme, secarme, etc. Nada se tira nada a la
calle. Incluso viviendo en Lincoln, Nebraska, un día alguien me aseguró que, si
un policía te veía tirando una colilla de cigarro por la ventanilla, te podía
multar.
Segundo, en
cada barrio, en cada residencial, en cada cuadra, en cada supermercado, en cada
gasolinera, en cada escuela, en cada hospital, cafetería, restaurante, plazas
públicas, parques, centros deportivos, teatros, iglesias, etc., existen bien dispuestos,
organizados, señalizados e incluso clasificados, recipientes para echar la
basura. Organizados y clasificados porque no es lo mismo los desechos de
animales, que los reciclables, que la basura común, etc., por lo que puedo
asegurar que no pasas más de 5 minutos o no caminas más de 15 metros sin que a
tu alcance aparezca un cesto para basura.
Tercero, en
cada cuadra no hay un Comité y en cada casa no hay una Revolución, pero si
existen contratos para la basura. Contratos que organizan los días, las horas,
la basura a echar en un tanque de color azul, otro de color verde, otro de
color carmelita, etc. La basura, por ejemplo, en los lugares residenciales, no
la puedes sacar cuando te dé la gana, ni la puedes dejar todo el tiempo que te
dé la gana fuera de tu casa. Existen, bajo contrato y por supuesto pago, días y
horas para sacar los tanques y para luego recogerlos, cosa que resulta hasta
linda, porque en determinado momento del día, pasas y están todos los tanques,
claro modernos y manejables tanques, alineados frente a cada casa como formando
parte del ornato público y luego cuando pasas en las tardes, ya no están, han
sido recogidos, desaparecen. Veo todos los días a personas que sacan sus
tanques y luego veo a muchas personas que lo primero que hacen cuando llegan a
sus casas, tan pronto se bajan de sus autos, es recoger los tanques que ha sido
vaciados.
En San
Antonio existen varias compañías que se dedican a este tema, en dependencia de
como esté organizado, el consumidor puede afiliarse a una u otra. Compañías que
proveen los tanques necesarios, organizan los días y las horas, y generalmente
no fallan en sus servicios. En el caso de los residenciales de apartamentos,
por ejemplo, donde vivo, la administración tiene contratada a una compañía a la
cual los residentes se afilian, que igual, declaran los días y horas que pasan
a recoger la basura que tiene que estar en javas, metidas dentro de tanques plásticos
que deben estar frente a la puerta de cada apartamento, que el residencial
provee. Entre estas compañías existe la del propio gobierno de la ciudad, a la
que no sé exactamente si los consumidores tienen que pagar algo mensualmente,
me imagino que sí, a lo mejor menos, pero algo habrá que pagar, prometo
averiguar y las privadas, como la que yo tengo, cuyo pago ya viene mensualmente
incluido en la renta del apartamento.
Puedes
escoger, no sacar tu basura, puedes escoger el llevarla a otro lugar, pero, al
menos en el caso de los residenciales donde he vivido, tienes que pagar el
servicio. Entonces es muy sencillo y fácil, la misión es sacar la basura y
ponerla en la puerta de la casa. Si se te olvida, consíguete una Martica y todo
funcionará. OJO. La basura de lo que llamaríamos el diario va por ese camino,
para cosas más grandes, como colchones, camas, cajas enormes, equipos eléctricos
de todos tipos y en todas las condiciones, incluso sanos, más toda la otra
tarequera comprada y no utilizada, existe un espacio especial, con un equipo
especial de esos que comprimen las cosas, para que puedas echarla. La idea no
es, bueno como lo estoy pagando, voy a llenar el frente de mi apartamento de
basura y tarecos a tal punto que no se pueda caminar. No, no, nooooooooooo, tal
como le decimos rítmicamente a mi nueva nietecita Maeve. El hecho de que pagues,
no te exime de cumplir las reglas.
Cuarto. Existen
jornadas mensuales para recoger basura o desechos grandes. La cantidad de desechos
que se producen aquí es enorme, más que enorme, gigantesca. Todos los días, a
todas horas. No puedo definir la cantidad, pero estoy convencido de que son
miles de millones de toneladas casi diariamente. Cada cosa que se compra viene
en una caja, que muchas veces viene dentro de otra caja y si algo disfruta el
que aquí vive es comprar, las personas están también organizadas en sentido
general para limpiar patios, jardines, cortar grandes árboles, cambiar
estructuras de las casas, tumbar viejas paredes o hacer paredes nuevas,
construir patios, agrandar espacios, etc., más muebles que se ponen viejos o
dejan de tener uso que hay que echar, más todos los que se mudan constantemente
y no quieren trasladar un viejo sofá, un viejo televisor, más juguetes incluyendo
los eléctricos, maquinitas, caballitos, motos, de niños que dejaron de ser
niños, etc., etc.,. etc., por lo que la tarequera dentro de las casas se
convertiría algo imposible para convivir. Entonces las compañías, sobre todo,
de las ciudades, pasan primero anunciando la recogida y después disponen a
brigadas de trabajadores debidamente equipados e identificados, más equipos especializados
para recoger rápida y humanamente lo que las personas han sacado organizadamente
para el frente de sus casas. Aclaro, no es que saques todo lo que tienes y lo
tires al medio de la calle, nada de eso. Es que tienes unos días muy bien especificados
para que organizadamente sean sacados. Tan organizadamente que parecen adornos,
como se podrá ver en algunas de las fotos que he tomado. La palabra de orden
podría ser organizado.
Claro
existen desechos porque las personas compran, reponen, sustituyen, mejoran o
empeoran, etc. Las familias cambian de vida y lo que antes era importante, un
buen día no lo es. Colchones viejos sustituidos por nuevos, junto a juegos de
cuarto que pasan de moda, muebles que se rompen, se ponen viejos, se van de la
tendencia de la modernidad y la moda, ropa y zapatos que ya no nos sirven,
juguetes, enormidad de juguetes que se rompen o sencillamente deja de ser
utilizados porque los hijos por suerte crecen y entonces: ¿A quién se le puede
ocurrir guardar una bicicleta 20 cuando ya se tiene 25 años? A los hijos y
nietos por venir, se les comprará cuando llegue el momento sus bicicletas, sus juguetes,
etc. ¿A quién se le puede ocurrir guardar una cama foulet, que de verdad es muy
útil, cuando la persona que la utilizaba murió?, ¿Para qué se quiere un espejo
que se ha fracturado en miles de pedazos?, ¿Cómo guardar de por vida equipos
que un día compramos para hacer ejercicios, cuando ya no podemos ni caminar?,
Una silla a la que se le rompe una pata, un mueble que se ha deteriorado, una
computadora ya viejita, un televisor que es mejor echar que mudarlo, libros de
todos tipos, tamaño y géneros, tarecos de cocina usados, incluso nuevos, etc.,
etc., etc. OJO. Claro, estamos en USA, entonces ¿Para qué guardar? Todo,
exactamente todo es echable a la basura.
Quinto.
Todo esto anterior, la necesidad de echar cosas que no necesitamos o
sencillamente no queremos o podemos guardar, más la capacidad de recogida organizada,
está sustentada en leyes. Existen regulaciones muy bien diseñadas que obligan,
porque está probado que, si no existieran de forma coherente, organizadas y
bien diseñadas y existieran personas que las hacen cumplir, hubiéramos avanzado
enormemente desde el punto científico, seríamos todos máster, doctores, grandes
empresarios, cosmonautas, pero seguiríamos viviendo como en el medioevo, donde
las personas tiraban los desechos humanos, más todos los demás, al medio de la
calle. Es más fácil y sencillo, es así como no bañarnos, pero echarnos dos
litros de perfume para parecer limpios y, sobre todo, oler bien. Nada más útil
que un pomo de perfume para cuando no podemos o queremos bañarnos.
Escribiendo
me rio, casi a carcajadas, solo, por suerte Martica duerme y no me podrá acusar
de más loco, cuando pienso en la basura, no puede dejar de venirme a la memoria
aquella inigualable compañía de actores ingleses, Monty Python, capaces de
retomar la historia británica desde las mayores posiciones de humor, ironía, sarcasmo,
de los cuales hoy tenemos muchas películas y obras de teatro. Grupo de seis
personas principales, cinco británicos y un norteamericano, cuya influencia
para la comedia mundial ha sido comparada con lo que significaron The Beatles
para la música.
Recuerdo haber
visto muchas de ellas, en una época fui fanático y para mí una de las mejores
es La Bestia del Reino, 1977, donde se refleja, con escenas incluso aparentemente
grotescas, pero super cómicas, el feudalismo inglés, aquel de caballeros, campesinos,
prostitutas, castillos, etc., y una de las imágenes que más se repite es que
todo, exactamente todo, era tirado por las ventanas y puertas, sin reparar tan
siquiera en las personas que podían estas afuera. No equivocarnos, la Compañía
Monty Python, creó un humor extremadamente refinado, culto sobre la historia real.
A mí me parece que no es un humor para cualquiera.
Entonces de
no existir una cultura que poco a poco se ha desarrollado, respaldada o mejor
organizada por leyes y regulaciones, estoy convencido que seríamos más desarrollados,
incluso intelectualmente, pero seguiríamos echando todo, incluso nuestros desechos
biológicos, por las ventanas. No por malos, sino porque es sencillamente más
fácil.
Sentado en
mi carro mientras me traslado, mirando los tanques de basuras organizados
frente a las casas y a los camiones que me pasan por el lado que recogen todos
los días la basura, no puedo dejar de pensar en el pasado, mi pasado.
El único motivado no he sido yo, hasta mi madre, creyéndolo algo del otro mundo, se interesó en dejar un testimonio gráfico del tema manejo "imperialista" de la basura en San Antonio.
Continuará ...