"Al combate corred bayameses, [ …], pues morir por la patria es vivir", o sea, nuestro Himno Nacional, ayer se escuchó nuevamente en Cuba, sin ser actos organizados por el partido comunista, todo lo contrario, reuniones espontáneas de miles de cubanos, en diferentes ciudades del país, que en medio del desastre, se han lanzado nuevamente a las calles, ahora para exigir comida y electricidad, y también corear la consigna “Patria y Vida”, que viene siendo la mayor muestra contra la más que utilizada por décadas para casi cualquier cosa, incluso supongo yo, que para cuando miembros del alto gobierno hacen el amor, sobre todo con sus novias, me refiero a “Patria o Muerte”. La consigna que desde muy rápido sembró a Cuba en la miseria. Patria o Muerte de aquellos que, la vida demostró, que jamás quisieron morirse, todo lo contrario, todo lo que hicieron fue para vivir bien.
Los
alzamientos de cualquier población contra lo malo siempre emocionan, pero los
alzamientos del pueblo cubanos emocionan más, debe ser porque soy, aunque esté lejos
de Cuba, cubano también. Entonces no puedo dejar de sentir la adrenalina caminando,
si es que camina, por todo mi cuerpo.
Estos días
pasados tiene diferentes partes a analizar.
Aquella de ver,
nuevamente, a miles de personas, en diferentes ciudades cubanas, gritando hasta
más no poder, queremos comida, electricidad, libertad, abajo Díaz Canel, aunque
de eso no se derive la caída inmediata del gobierno.
Creo que depende cómo se mire y evalúe. Están los que sólo ven el vaso medio vacío y se quejan con argumentos tales como que el gobierno sigue ahí, los males por los que se protestó o exigió no han dejado de existir, los manifestantes regresaron a sus casas, etc. Pero también existe un vaso medio lleno, el que me gusta ver. Los cubanos se volvieron a lanzar, los cubanos están ensayando, los cubanos están perdiendo el miedo y, sobre todo, los cubanos pudieron comprobar que cuando son muchos, el gobierno hoy, el mismo que dio la orden de reprimir aquel 11 de julio, está tratando de negociar, sin que se desborde y sin grandes represiones públicas.
La policía,
las boinas de todos los colores, más los militares camuflajeados de civiles
estaban, pero se les dio la orden de no actuar y con eso, con sólo eso, el pueblo
cubano ganó para el futuro, que cada día parece estar menos lejos. Un gobierno
fuerte o que se quiera hacer ver como fuerte, reprime, sin importarle Naciones
Unidas, la Comisión de Derechos Humanos, el Papa, ni malanga. Entonces el
gobierno cubano, que no lo hace por bueno, porque de bueno nada tiene, hoy está
poseído por el miedo.
Es más que
evidente que el gobierno cubano hoy está “caga´o” y sabe que no puede sacar los
tanques para la calle, pues podría obtener una respuesta peor y no le queda más
remedio que escuchar frente a sus carazas, abajo el comunismo, queremos libertad
y sobre todo una consigna nueva para esta ocasión, “No queremos más muela”, bella forma de pueblo de acusar al
gobierno de no hacer nada y que se está cansado de los argumentos vacíos, que
no resuelven nada y menos van para algún lugar.
No queremos
más muela es aquello que decimos los cubanos para irrespetar el oponente, para
decirle en su cara mentiroso, descarado y/o comemierda. No queremos más muela
es una frase que dice, vete echando, no te vamos a escuchar, no nos interesan
tus argumentos, no te creemos.
El pueblo
cubano desconocedor de estas formas, 40, 50 años sin ellas, son muchos años,
está como cualquier otro pueblo aprendiendo, por lo que es probable que ese aprendizaje
esté llegando para quedarse. Nada extraordinario, sencillamente como cualquier
otro pueblo.
Es
emocionante ver a persona de todas las edades, pero, sobre todo, a un porciento
muy alto de jóvenes contentos, dinámicos, decididos, motivados, luchando por
cambiar algo que parece estar llegando al fin, lo que no quiere decir que yo lo
planifique para mañana por la mañana. Jóvenes para los que, según el gobierno
durante estos últimos 60 años, se hizo una revolución. Jóvenes, que, según el
mismo gobierno, son la continuidad, la garantía, la seguridad del partido y
gobierno comunistas cubanos. ¿De qué jóvenes, más allá de los cuatro gatos que
siempre escogen para la propaganda política, están hablando?
Claro, existen
los “grandes opositores” o inconformes que quieren más, quieren que los que
salieron a la calle lleven pliegos políticos donde exijan cambiar la
constitución, o al menos el artículo X, Y, Z, que en medio de todo se
cuestionen la última asamblea que fue consecuencia de la anterior, consecuencia
de la anterior, todas iguales, que fueran capaces de analizar los resultados
económicos de determinado sector, etc., etc., etc. Sería bueno, porque delataría
todo un trabajo consciente anterior, significaría la puesta de acuerdo sobre
meses o años de trabajo.
Pero no es
así. Los pueblos muchas veces no saben nada de constituciones, de asambleas,
menos de análisis teóricos sobre la ideología, las corrientes filosóficas, etc.
Los pueblos saben de la realidad que están pasando, de lo que les toca todos
los días, de lo difícil que significa vivir. Entonces es entendible que se
comience por pedir comida, agua, electricidad, que se grite no más represión,
asesinos a los policías y por supuesto “singa´o” a aquel o aquellos que se
consideran responsables de las desgracias.
Los pueblos
saben de hambre y miserias, no de constituciones, ni leyes. Los pueblos saben,
porque lo sienten de apagones por 18 horas al día, no de cómo se produce o se
distribuye el petróleo, los barcos, las entregas, los impagos, etc. Los pueblos
saben que no tienen agua o comida, porque lo sienten y frente a eso, poco vale,
para justificar que en determinados quimbos en África tampoco las tienen,
porque entre otras cosas para ese pueblo cubano, ¿Dónde quedan esos quimbos africanos?
El pueblo cubano sabe hoy de la falta de medicamentos, de enfermedades y
muertes y no le importa que se les diga que en le década del 80 consumíamos más
penicilina que nuestros hermanos soviéticos que la producían y nos la enviaban.
El abuelo, el padre o el hijo muerto hoy, no se resuelve con los muertos de la
Guerra Grande de 1868. Las necesidades son de hoy, para resolver hoy, y ya todos sabemos
que Fidel se tiró de un tanque para la foto, en Playa Girón en 1961.
Dos cosas.
Ahora las
explosiones fueron nada más y nada menos que en el oriente cubano, Bayamo, El
Cobre, y la súper revolucionaria antes Santiago de Cuba. Oriente cubano que
siempre fue un bastión de la revolución, recordar dónde está “la piedra”. El
gobierno sabe que los orientales son complicados y ha tratado siempre de
mantenerlos tranquilos, mucho ron y carnavales. Los orientales se arman una
conga, las congas formas parte inseparable de ese pueblo y con esa herramienta
siempre han manifestado sus problemas. Las congas santiagueras han quitado a varios
altos dirigentes del gobierno allí. Averigüen.
Es llamativo
la cantidad de mujeres de todas las edades que aparecen en los videos. Si, esa
mujer que se la tiene que ver todos los días con las faltas de todo para
mantener a sus hijos y nietos. No es que no existan hombres, están, pero hoy
las que están dando más gritos son esas mujeres que en realidad son el centro
de los hogares cubanos. Y si las mujeres orientales han perdido el miedo, por
consciencia o necesidad, se las tiene difícil el gobierno.
¿Se ha
tumbado definitivamente al gobierno? No, el gobierno, más cagado que nunca,
está aún allí, pero se le está perdiendo poco a poco el miedo y el poco a poco,
se convierte en el poco a más en cualquier momento.
La
Revolución Francesa de 1789, la todavía más grande de las revoluciones que han
existido, la más importante y significativa, todavía hoy muestra para la
humanidad, que dio al traste con la monarquía francesa y por tanto el feudalismo
y sacó del poder al rey Luis XVI, no comenzó por redactar una constitución. De forma
simplificada aquí, comenzó por el hambre y los altos impuestos a pagar por pueblo
francés. El protagónico inicial fue el pan o el no tenerlo, después, sólo después,
aparecieron los políticos, los intelectuales, los militares modernos, etc.
Ya sé, Cuba
no es Francia y los cubanos no somos franceses, ya sé los momentos son muy diferentes, pero y sobre todo, el pan
es el mismo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario