Sigo hablando de la basura. Todo esto que hoy puede asombrar o impresionar a los más jóvenes cubanos que han llegado aquí, ya en Cuba, como otras tantas cosas, lo tuvimos. Recuerdo que, durante toda mi infancia, que fue larga, existían en Víbora Park un camión que recogía, casa por casa, la basura. Recuerdo que muchas veces mi misión como niño era sacar la basura y ponerla frente a la casa. Los envases, por aquellos años, latas de las llamadas por nosotros de “gas”, por lo del “lubrillante”, eran adornadas con el número de cada casa. Recuerdo que luego la misión “importante” era salir a buscar o recoger la lata de basura que los basureros habían tirado dos o tres casas más allá de la nuestra. Los carros de la basura no paraban, ellos pasaban despacio y los encargados de recogerla, se tiraban, se encaramaban, corrían, todo esto como en una danza. Eran profesionales.
Pero, también
recuerdo como todo aquello fue cambiando. Los camiones de basura y los llamados
“basureros”, o sea los trabajadores, fueron desapareciendo y entonces, al menos
en el Víbora Park que bien conozco y recuerdo, la basura se convirtió en un
problema. De ponerla organizadamente en el frente de nuestras casas, pasamos a colgarla
de los pocos árboles que fueron quedando para evitar que los animales
callejeros, al menos los perros, en busca de comida, la esparcieran. Quiero
recordar que, con el paso del tiempo, el socialismo fue cambiando a los
animales, los gatos comen lechuga, los perros comen espinas de pescado y
cáscaras de huevos, los pajaritos comen frijoles y las ratas, bueno las ratas
comen, incluso si las dejamos, a las personas.
De ponerla
en los árboles, imagen grotesca por aquello de “árboles de Navidad” pero con
basura, pasamos a ponerla, todavía algunos con cierta organización en las esquinas
de las cuadras, donde en algunas de ellas se pusieron grandes contenedores
plásticos, aspirando y colaborando para que fueran recogidas allí.
De lo
privado e individual, o sea, la basura frente a las casas con latas enumeradas para
identificarlas, pasamos a la colectividad socialista, contenedores grandes,
donde, con cierta lógica, un solo camión recogería de una sola vez toda la
basura generada por una comunidad grande. Los contenedores se fueron rompiendo
por el mal uso de vecinos y trabajadores. Los contenedores fueron robados para
convertirlos en cisternas o utilizar su plástico por los cuentapropistas que
hacían cepillos de dientes, palitos para tener, platos y vasos, etc. Los
contenedores fueron robados para quitarles las ruedas y utilizarlas para construir
carretones, etc. Los contenedores plásticos, desaparecieron. La colectividad de
la administración de la basura demostró, una vez más que no sirve para nada.
Nadie es responsable, no lo es el vecino que llega y tira la basura, no lo es
el basurero que dice que no hay camión, no hay piezas, no hay combustible, no
hay como reponer los contenedores rotos o pasados a mejor vida, no la tiene el
de “comunales” supuesta función administrativa que debería responder, porque no
le llegan los recursos, no la tiene el gobierno porque además de todo lo mismo
anterior, está, dice, bloqueado por el imperialismo yanqui que tiene clausulas
especiales para el tema de la basura en Cuba. Ridículo. Nadie tiene la responsabilidad
y entonces la cuadra, el reparto, la ciudad y todo el país se ha convertido en
un gran basurero.
Estuve en
Cuba en el año 2019, después de vivir algunos años fuera, recuerdo haber
quedado impresionado por lo que vi. Mi casa, esta justamente frente a uno de
los lugares escogidos para la basura. Terrible, la acumulación de semanas y
semanas sin recoger hace que casi no pudiera ver la farmacia que está detrás.
La basura tirada dentro de cualquier recipiente, pero además sin recipiente, es
movida por, no sólo los animales, sino por el viento, el agua cuando llueve
fuerte y entonces las aceras y las calles forman parte de ese gran basurero, lo
que imposibilita incluso el caminar.
La basura
vuela, se mueve, se traslada. La basura viene a parar a los portales de las casas.
La basura se pudre y destila, por lo que no sólo la imagen, sino hasta el mismo
aire se convierten en un problema. La peste inunda la vida.
De aquel momento,
conservo las ideas que escribí en mi blog a mi regreso a Nebraska. No sé
exactamente si es bueno, correcto o aceptado mencionarse uno mismo, pero ahora me
parece que, si ya escribí sobre este tema, para qué improvisar ideas. En aquel
momento escribí:
“Algo curiosísimo pude ver, tan curioso que aún no
salgo de mi asombro. Viví muchos años en Villoldo, exactamente frente a, digo
yo, el comienzo de la calle Roma, porque entre otras cosas me gusta ver que ese
es el comienzo. Esquina señalada, desde hace muchos años también, para
recolectar la basura de los vecinos, por lo que además de la historia de Víbora
Park, tengo todos los detalles de esa esquina como basurero.
Durante mucho tiempo esa esquina se convirtió en un
enorme vertedero, donde todos tirábamos la basura, que luego pasaban semanas
sin que fuera recogida. Bueno, ahora hemos mejorado y han puesto dos tanques
azules, con ruedas y todo, para que los vecinos no tiren la basura en el
parterre junto al árbol. Genial, gran idea. El árbol ha recobrado vida.
Y determinados días a la semana, viene un camión de
cama fija con varios obreros para recoger la basura. Hasta ahí más que bien,
casi para hacer un documental sobre la mejoría, pero, para mí asombro, como el
camión no es exactamente lo que diríamos un camión para recoger basura, pues
los obreros bajan y con una magistral maniobra, viran los dos contenedores en
el medio de la calle y luego con dos azadones, al estilo medioeval, meten la
basura en cajas plásticas para poder subirlas al camión.
La intención es buena, recoger la basura, pero el
método me pareció dantesco, o sea, la basura y los líquidos que los
desperdicios crean, son sacados, o mejor, tirados en el medio de la calle y
luego, con la tradicional guataca cubana, introducida en cajas plásticas y
subidas al camión.
Vi varias veces este procedimiento, que no dudo
incluso, como en los años de gloria, se esté recomendando a otros países, como
siempre, como la experiencia cubana en recogida de basura y luego de que los
obreros se marchaban, dando su tarea de "recogida" por terminada, en
la calle quedaba la mitad de lo que ellos mismos habían sacado de los nuevos
contenedores azules y por supuesto todo el líquido fétido producido por la
basura en descomposición.
Ya dije que monté mi campamento en Villoldo 112 y
entonces viví a mi cuñada Lourdes, que cada 15 minutos hace rondas de recogida
de basura dentro del jardín de la casa. Cuando el aire aparece por Roma, todo
lo que es movido va a parar y se queda en Villoldo. ¿Alguien, por favor, puede
recomendar otro método?”
Pues sí, el tema de la basura se ha convertido en un gran problema más, dando fe
a las palabras de Margaret Thatcher cuando dijo que el mayor del comunismo no
era el capitalismo, sino la realidad, esa
realidad en Cuba supera cualquier ficción.
Cuba, o al menos las partes
más importantes y visibles de ella se han convertido en grandes basureros,
donde cada cual tira lo que le da la gana, como le da la gana. No hay normas,
no hay controles, no existe ya ni la más mínima responsabilidad ciudadana,
menos el pudor. La basura nos está comiendo dentro de nuestras casas, entonces
a la mansalva, hay que tirarla a la calle.
He visto imágenes de las
llamadas cuatro esquinas de cualquier barrio cubano repletas de basura. He
visto aceras por donde ya no se puede caminar, están bloqueadas por la basura.
Basura que puede ser las heces fecales de humanos, porque no es de ocultar que
hay muchas familias y personas que no tienen baños, restos de comidas, tarecos,
escombros, etc.
Basureros al lado de escuelas,
a la entrada de los hospitales, para no hablar de los llamados placeres yermos,
que dan la impresión de que, en cada esquina, a veces a la mitad de cualquier
cuadra, existe autorizadamente un basurero. Placeres donde además la hierba
mala crece y crece, donde se deposita o estanca el agua proveniente del cielo,
pero también las aguas albañales provenientes de la enorme cantidad de roturas
que existen. Placeres en cualquier esquina convertidos en punto menos que
pantanos salvajes.
¿Como se recogía la basura en
las ciudades feudales, cuando ya habían muerto la mitad de los vecinos por
enfermedades? Bueno, se recogían con carretones, a veces, tirados por caballos,
otras tirados o empujados por hombres y quizás alguna mujer físicamente fuerte.
¿Por qué no se puede hacer eso hoy en Cuba?, ¿No hay caballos o bueyes? No
importa, el gobierno cubano tiene más funcionarios que los Estados Unidos,
sentados en cómodas sillas, bajo aire acondicionado, haciendo planes para el 2030,
por no poder resolver el boniato para el mes que viene.
Saquen a esos funcionarios,
muchos jóvenes abnegados y pónganlos a recoger la basura. Saquen al ejército,
con todos los transportes que, si poseen para reprimir, y pónganlos a recoger
la basura, al final como ejército están aburridos, ya no participan en guerras
en el extranjero. Saquen a los comunistas, vístanlos de “leones” y pónganlos a
recoger la basura. Si en cada uno de los carros que utilizan los funcionarios
se meten 3, 4, 5 sacos de basura en los maleteros, Cuba se limpia en 24 horas.
He visto imágenes de Cuba, da
igual si un hospital, una escuela, una tienda, que un parque, son imágenes sólo
vistas hoy en los países que han sido bombardeados y se mantienen en guerra. He
visto imágenes de suntuosos hoteles, de esos llamados 5 estrellas, porque en
Cuba las estrellas también se reparten a caprichos y la basura y los edificios
que sólo Dios los mantiene de pie a sus alrededores, los anulan, colocándole un
símbolo de menos frente a la cantidad de estrellas que se publicitan.
¿Cómo se puede hablar de un
país sano, cuando la basura tirada en cualquier esquina es mayor, por mucho,
que la cantidad de habitantes que existe?
La continuación del tema tratado anteriormente reviste especial relevancia, porque como bien se dice es un asunto de salud pública, de educación moral, de ética y de responsabilidad ciudadana. Comparto contigo los buenos recuerdos de V Park, de cómo las personas cuidaban sus casas y sus lindos jardines, incluso de la emulación por la época de la FMC ¨MI casa alegre y bonita¨ ,el trabajo un domingo al mes en la cuadras para la recogida de materia prima ,las movilizaciones para el arreglo de los parques públicos del reparto, la recogida diaria de la basura por camiones en las casas, los barrenderos que a pie con sus carritos mantenían los contenes limpios ,el intercambio con estos trabajadores y los vecinos del lugar, entre otros. Factores estos que hacían la vida muy agradable en este reparto y de lo cual siento mucha añoranza.
ResponderEliminarSin embargo como de forma clara y amena refiere este articulo, con el paso del tiempo, el periodo especial, etc, todo evoluciono para mal, apareciendo nuevas formas de recogidas colectivas que van desde los contenedores plásticos recibidos por donación (la mayoría destruidos), hasta llegar a la actualidad donde ni eso hay, no solo en V Park sino en muchos de los sitios de la capital y lo que abunda son los llamados vertederos. Por escasez de fuerza de trabajo, combustible, etc, estos vertederos no se limpian diariamente, la basura se acumula y se expande, dando una desagradable impresión de descontrol, destrucción, incultura, abandono, etc, además de crear un serio problema de salud local (lo que se muestra en las fotografías)
Pero lo decepcionante para mí, en el caso de Cuba, es que después de tantos años de tratar para resolver este asunto, de los esfuerzos realizados y de experimentar varias medidas al respecto, aún no se ha logrado la gestión eficiente de la basura, situación agudizada en la actualidad fundamentalmente en la Habana.
Entonces hay que implementar urgentemente la idea revolucionaria de “Cambiar todo lo que deba ser cambiado” porque se viene evidenciando desde hace años que estando dicha actividad solo en manos del estado no se resuelve bien este problema. Las intenciones como dice Roly han sido buenas, se han elaborado numerosas normas que en su mayoría no se cumplen, pero los resultados son pésimos y a mi entender SI hay responsables que son los gobiernos a diferentes niveles. Por ello para la solución definitiva considero que se requiere de la participación de actores privados ya sean cooperativas o mipymes, dejando a las instituciones estatales esta actividad solo para las avenidas y otras áreas públicas que lo meriten. Ya hay recientes experiencias positivas al respecto sobre todo en ciudades del interior del pais y en Habana, en cuanto a la recogida de los desechos de varios hospitales, lo que se está realizando por cooperativas privadas.
Tengo aun fe que más temprano que tarde, los principales decisores del país a sus diferentes instancias, den una solución definitiva al problema de la gestión de los residuales en Cuba.