Otra vez, ahora en 2021, preparándonos para Halloween. Creo haber escrito ya sobre esta fiesta de todos los norteamericanos, que a mí me sigue sin llamar mucho la atención. Puede celebrarse o no y no me cambia mucho la vida.
En realidad, es una tradición para la cual se preparan todos, las familias, los jóvenes, en los centros de trabajo y sobre todo los niños. Creo que es, sin temor a equivocarme, una de las principales y más disfrutables fiestas en el año.
Jonathan. 2019 |
Mia e Isabel, su abuela paterna. 2019 |
2021 |
Es el momento para disfraces donde las personas aparecen desformadas, vestidas de brujas y de esqueletos, aparentemente ensangrentadas, golpeadas, heridas, etc.
Los niños son estimulados por las escuelas, los trabajadores son animados por sus centros de trabajo a salir a la calle a fiestar. Los primeros en las noches salen a recorrer sus barrios, tocando las puertas de las casas para tratar de asustar a sus vecinos, los que se supone que salgan a la puerta y para evitar el “mal”, regalen caramelos, chocolates, golosinas. Esa noche cada niño recoge una enorme cantidad de dulces que luego hay que administrarles en los próximos meses. Es una linda y, sobre todo, dulce tradición. Generalmente los vecinos, con niños o no, se preparan para las visitas durante toda la noche de los niños de sus barrios, pocos se arriesgan a abrir una puerta con las manos vacías.
2021 |
Debo decir, a favor de mi proceso de adaptación, que siempre he querido comprarme una de esas muñecas viejas y feas de tamaño real, con tipo de bruja, que encienden los ojos y dicen frases con voz de ultratumba, a la cual le tengo puesto un nombre en secreto, para sentarla en la sala de mi casa, pero Martica, más aburrida que yo, nunca me ha dejado.
Me llama la atención, porque en los mercados norteamericanos y muchos otros lugares, ya dije en fincas de campesinos, aparecen entonces miles y miles de calabazas que no se utilizan para comer, sino que se destinan a Halloween y luego pasada las fiestas, a los días, se echan a la basura.
¿Cuántas calabazas? Ni idea, pero deben ser millones porque vivimos en un país de más de 300 millones de personas y la gran mayoría, niños, jóvenes y viejos las compran para adornar. Pero, además, las comprar por grupo, cualquier casa o apartamento puede tener 3, 5, 7, o más calabazas en los portales o balcones, de diferentes tamaños y con diferentes diseños.
2021 |
2021 |
He visto calabacitas del tamaño de una pelota de baseball e incluso más chicas, hasta calabazones más grandes que una de esas pelotas inflables que las personas utilizan para hacer ejercicios. Creo que, sobre todo, estas más grandes, sería poco negocio, por lo tanto, poco probable comprarlas para comer, pues para agotarlas, cualquier familia tendría que estar comiendo calabaza todos los días por lo menos, como mínimo, por un año. Por suerte hay otras cosas para comer.
2021 |
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