Las mil y una noches cubanas, podría llamársele a lo que viene ocurriendo en Cuba desde hace décadas y que hoy, sin más recursos, se acentúa. Las mil y una noches, las mil y unos años, las mil y unas décadas de la historia de ese que fue un lindo país, Cuba.
El mundo se prepara para fiestar, yo también. Aquí en USA las fiestas comienzan a finales de octubre, donde con diferentes objetivos a celebrar, casi no se para de estar en una fiesta semanalmente. Thanksgiving, Halloween, Black Friday y ahora Cyber Monday, Christmas, Fin de Año, más todas las fiestas de las diferentes nacionalidades que aquí existentes, más todos los días inventados a nivel mundial, el día del perro callejero, el día de la hamburguesa, el día del perro caliente, el día de los zapatos rojos, el día de las personas con espejuelos, más otros muchos días absurdos, etc., y el gobierno cubano se dedica, justo a fin de año, más de lo que lo hace todo el año, ha, por un lado hablar del desastre económico que se vive, tal como si el pueblo no lo conociera, o sea, hacerle el cuento a los escritores del cuento, más intervenciones para decir que se está trabajando, para tratar de revertir la imagen de que no hacen nada, pero que hasta ahora no se ven los resultados o lo peor cada medida tomada a las 24 horas se convierte en mal mayor y dejar ver un futuro mejor, cosa que ocurre cada diciembre, a largo plazo, que nadie sabe a fin e cuentas cuán largo puede ser y meter miedo, el mismo miedo repetido y repetido por décadas que ha logrado, hasta cierto punto con éxito, cierto inmovilismo.
Los cubanos, si, nosotros, que somos expertos, capaces para
evaluar cualquier situación o hecho internacional y no sólo evaluar sino expertos
y capaces para proponer soluciones, estamos imposibilitados a pensar sobre lo
real que nos pasa, criticarlo con la misma fuerza y menos para tomar acciones y
lograr la solución. Los cubanos generalmente navegamos entra la depresión, el
lamento, la justificación, etc., cuando se trata de la Cuba de la cual muy poco
tenemos en realidad, ni los de aquí, ni los de allá.
Creo que la recopilación de cuentos que
aparecen en lo que se conoce como Las mil y una noches, no es comparable con la
única posibilidad que tiene el gobierno cubano, que además de todos los males
que suma, se destaca como gran cuentero.
Según la traición, el primer cuento que sirve
de introducción a todos los demás, narra la historia de un rey que ofendido por
el engaño de su esposa decide, como venganza, acostarse todos los días con una
muchacha virgen y al día siguiente decapitarla para evitar la posibilidad de
ser nuevamente engañado. Hasta cierto punto, en aquel momento, buena opción
para evitar infidelidades. En determinado momento aparece entonces Sherezade,
hija del visir, que, para impedir la crueldad del rey, se ofrece a pasar una
noche con él y a través de historias, donde mezcla hechos y personas reales con
genios, magos, espíritus fantásticos, que hábilmente no concluía al amanecer,
dejaba con esto al rey enganchado con lo de “continuará”, lograr permanecer
viva, evitando de paso la muerte de otras muchachas.
En nombre del mal padre, del bruto hermano y del espiritu incapaz. |
Estoy convencido de que a pesar de que el mentiroso Fidel Castro, Sherezade I, su bruto hermano heredero Raúl, Sherezade II y ahora Díaz Canel, Sherezade III, el nombrado presidente “a dedo”, “sin casa”, deberían decir que sus ideas que aparentemente estuvieron avaladas por los clásicos del marxismo, que luego el leninismo convirtió en regla o ley, en realidad estuvieron inspiradas en ese cuento que nunca termina. La además de linda, inteligente chica, para salvar la vida, ellos para mantenerse y mantener, independientemente de resultados reales, disgustos, descontentos, defraudados, oposiciones, etc., en el poder para siempre, lo que resulta difícil de entender, sobre todo para cualquiera que no sea cubano. ¿Cómo un pequeño grupo de personas, que se autonombran vanguardia, desde el fondo de un pozo que ya no tiene agua, puede tener controlado o al menos maniatados a por lo menos siete, ocho, nueve millones de personas?
Ahora los “díazcanelistas”, obviamente, a
todas luces presionados por Sherezade III, el que no puede ser menos popular y
aceptado, están todo el día en la TV nacional y por todos los canales
inventados, incluyendo internet, para tratar de hablar de lo que ellos tienen
confundido, Cuba con gobierno, para con nuevas caras y aparente nuevas ideas,
repetir y repetir lo que nos ha llevado a lo que hoy tenemos en esa isla,
gobierno y partido único para siempre, aumento de la participación del Estado Cubano
y del gobierno en la fracasada gestión por décadas, retomar las tradiciones y
sobre todo ahora, por increíble que pueda parecer, retomar la espiritualidad del pueblo cubano.
En realidad, no es que Sherezade I fuera ni
genio, ni más competente, fue que no tenía competencia, la eliminó desde todos
los ángulos, porque se aseguró desde mucho antes del 1 de enero de 1959, jugar
baseball donde él era el dueño del terreno, de los guantes y bates, de las
pelotas, él había redactado las reglas del juego y tenía la prerrogativa de
cambiarlas a su antojo y además compró a unos espectadores que aunque él se
ponchara, fuera cogido robando base, se cayera corriendo, jamás llegara a home
anotando una carrera, gritaban bravoooooooooooooooooo, bravísimooooooooooo,
únicooooooooooooo, inigualableeeeeeeeeeee.
Hoy Cuba, ese pueblo del que aún se dice que
es bueno, porque a veces los cubanos nos pasamos cuando hablamos de nosotros
mismos, ha tenido que ver a personas con cargos de gobierno casi al reventar por
exceso de peso, diciendo que se resolverá el asunto comiendo tripas, avestruz,
cocodrilos, que no existen peces en la plataforma insular cubana porque se han
ido, que el pueblo no quiere trabajar, que los cerdos murieron en aquella
fiebre porcina de 1971, que los plátanos se cayeron cuando en 1963 pasó el huracán
Flora, que no se tiene agua potable, porque se han deteriorado los acueductos de
Fernando VII y el de Albear, terminados de construir en 1835 y en 1893
respectivamente, que sería bueno empezar a comer la cascara de la papa o de la
yuca, cuando aparezcan los famosos tubérculos y que el bloqueo norteamericano,
que se ha recrudecido a partir de no sé cuántas medidas, todos los días los
gobernantes mencionan una medida nueva, pero que vende a Cuba pollos, maíz,
cereales, carros, pero además que permite que los cubanos en USA envíen
diariamente miles de dólares americanos, que llegan a sumar muchos millones de dólares
anualmente, pero además hasta llegar a llevar carne cruda dentro de los equipajes
violando todas las leyes aduanales y sanitarias de ambos países, es el culpable
de todo los males, los grandes, los medianos y los pequeños. Los mosquitos, la
basura, los caracoles africanos, los clarias que han acabado con toda la fauna
y flora a su paso, los baches en las calles, los derrumbes, y por supuesto la huida
de miles y miles de cubanos, son las consecuencias de lo que ellos llaman “bloqueo”.
OJO, Recientemente un funcionario alto ha recomendado que se construyan estanques en los jardines, en los patios y quizás dentro de las casas para criar peces comestibles, nada de pesceras ornamentales, en el mismo momento que otro funcionario alto, anda por el país recomendando a los cubanos que siembren piñas en las masetas de las casas, nada de perder tiempo y espacio para plantas ornamentales, quizás, por qué no, imitando a Fidel Castro, Sherezade I, cuando repartió 5 polluelos por casas, aquellos llamados popularmente Pérez Quintosa, para fomentar la cría de pollos de forma familiar, pollos que casi ninguno llegaron a la mayoría de edad.
Puedo asegurar que
frente a un llamado de resolver cómo se pudiera, familias criaron cerdos dentro
de las bañaderas donde se bañaban todos los días, compartiendo con dichos
cerdos la poca agua y el poco espacio. Hace muy pocas semanas, hemos tenido que
enviar sal de mar y azúcar para nuestra familia. La azúcar tiene un proceso
largo de producción, a pesar de que esa pequeña isla en el Mar Caribe por
siglos fue considerada la “azucarera del mundo”, pero, ¿la sal de mar?, es inentendible.
Ella significa, agua de mar, un poco de Sol y un negrito o blanquito con una
pala y rastrillo de madera que luego de varios días la apila y recoge. Los
invito a investigar sobre un pueblo latinoamericano en el medio de las montañas,
a cientos de metros por encima del nivel del mar y miles de kilómetros de él, que
por razones inexplicable tiene un manantial de agua salada y desde épocas
precolombinas fabrican sal, lo que le permite vivir decentemente a todos los
habitantes. Manantial, terrazas hechas en piedras, pala y rastrillo de madera,
un negrito o blanquito que mueve el agua y recoge la sal. Obvio, no comen langostas
todos los días, no son un pueblo pesquero, pero tienennnnnnnn sal.
Siento pena por el pueblo cubano, esté donde
esté. Comienzo por sentir pena por mí mismo que para vivir un poco mejor, sin
presiones, vigilancias y cuestionamientos, decidí dejar todo lo que era para
instalarme en nuevos lugares, tratando de adaptarme a ellos sin dejar de ser cubano.
Siento enorme pena por los que allí están
hoy, recuerdo que tengo familia por lo que sé lo que digo, porque nadie, ni
jóvenes, ni viejos, merecen, haya sido su historia la que haya sido, llegar a
vivir como se está viviendo, por un capricho, por una tozudez o conveniencia de
muy pocos, pero también desde mi más profunda sinceridad, me da pena, que los
de aquí y los de allá, no seamos capaces de cambiarla. Sería sencillo, dicen
los libros de historia, sólo los de aquí y los de allá, tendríamos que ponernos
de acuerdo en una sola cosa. Una sola cosa bastaría.
Y ahora, nada más y nada menos que ahora,
cuando nadie lo esperaba, cuando parecía algo del pasado, cuando es incluso
inimaginable, el “sin casa” de Sherezada III, acuña un nuevo término que sus
más cercanos acólitos aprovechan rápidamente para repetir y acuñar, desde sus
gordas barrigas, desde sus autos y casas acondicionadas a “todo meter” como
dice un amigo mío, “estamos en una economía de guerra”. ¿Guerra?
A lo mejor están diciendo la verdad,
una economía de guerra contra la paz, de lo ilógico contra lo lógico, de lo irracional
contra racional, de la mentira contra la verdad, de lo posible porque probado
contra lo imposible, de la pesadilla contra el sueño, de la tristeza contra la
felicidad, de la incapacidad contra la capacidad. En cada una de sus intervenciones los del gobierno consideran a los cubanos como anormales, de ahí que ellos están escogidos, por ellos mismos, para protegernos del "mal".
Ahora, el 2024 se anuncia como que será mejor,
tradición más que repetida en esas mil y una noches cubanas, sólo que al gobierno se le
olvida siempre decir que esa mejoría llegará en el 2324, a donde ellos obviamente piensan que
llegaran.
Pueblo cubano, donde obviamente me incluyo, cuánta pena me das.
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