miércoles, 20 de abril de 2016

La puntica nada más

Si Cuba fuera un país con un gobierno normal, como todos los gobiernos con aciertos y desaciertos, uno podría mantenerse al margen, pero en realidad cada día y cada acción es para peor, entonces lo de no pensar en lo que uno lee y escucha es casi imposible.

Acabo de ver un fragmento de la intervención del canciller cubano Bruno Rodríguez ante el plenario del VII Congreso del PCC, exactamente donde se refiere a la visita del Presidente Obama a Cuba.

Si, el mismo Bruno Rodríguez del que ya escribí en uno de mis artículos que se perdío un discurso del Comandante en Jefe, por estar metido en un matorral con una profesora de mi facultad.

Escuché al canciller y a través de él se hace evidente el deterioro de Cuba, no ya en el plano económico y social, sino incluso en los propios cargos importantes o de primera línea del gobierno. El compañero ministro, con mil respetos y amores, no sabe hablar.

Pena porque la historia de Cuba recoge hombres de calidad en el plano de las relaciones internacionales, pensar en Raúl Roa o en Ricardo Alarcón, funcionarios que, independientemente de su posición ideológica con la que se puede estar de acuerdo o no, fueron ejemplos de cultura, de dominio de nuestro idioma materno y creo que sin tachaduras del idioma inglés, personas que escribieron y dejaron un sin límites de páginas de su cosecha que deben formar parte de la cultura, o al menos de la cultura política cubana, personas y obras que bien podrían estudiarse en las universidades, si es que ya no se hace. En fin, grandes intelectuales que a mi entender dignificaron las responsabilidades que les fueron otorgadas.

Luego, la crisis, ejemplo de ella, pues fue nuestro joven canciller, Roberto Robaina, que como no podía dejarse la barba pues no estuvo en la lucha en la Sierra Maestra,  decidió implementar una nueva moda y se remangaba las mangas de los trajes, para imagino que llamar la atención por no poder hacerlo por su intelecto. La tarea para él no fue fácil, llegar a ministro del exterior en Cuba teniendo por arriba a Fidel y a Alarcón y contar como única experiencia internacional la de haber desarrollado una campaña juvenil popular cuyo lema fue “el que no salte es yanqui”. De Robaina, que tal cual subió cayó, pasamos a Felipe Pérez Roque, con su cara amarrada todo el tiempo, con su planteamiento duro y extremista y su discurso violento. Uno peor que otro con el paso del tiempo. Dónde estarán y sobre todo, cómo pensarán ahora?.

Pues recientemente Bruno, del que no conozco sus méritos exactos, pero al escucharlo puedo imaginar un grupo de ellos, más o menos parecidos a los que tenían los que le antecedieron, en una intervención de esas forzadas, dedicó un espacio en su discurso a evaluar la visita de Obama a Cuba. Reproduzco un fragmento textual de sus palabras, las que he leído varias veces y les confieso que me cuesta trabajo seguir el hilo, por lo mal que están hilvanadas las mismas.

 “Una visita en la que hubo un ataque a fondo a nuestra concepción, a nuestra historia, a nuestra cultura y a nuestros símbolos y en que Obama vino a presentarse aquí y a encandilar al sector no estatal de la economía, como si él fuera no el defensor de las grandes corporaciones, sino el defensor de los que venden perros calientes, de los pequeños negocios en Estados Unidos, que no es Obama, y la garantía para que haya un sector no estatal de la economía, que no sean las grandes corporaciones norteamericanas y la empresa trasnacional norteamericana es precisamente el socialismo”

Después de leer esto y entenderlo más o menos, se podría escribir hasta el infinito tratando de explicar, pero lo primero que me viene a la cabeza es una pregunta, para qué invitaron o permitieron la visita de Obama a Cuba, o sea, para qué formaron el show. No era más fácil decirle que no y que se fuera con su discurso imperialista a otro lugar.

No he escuchado, ni leído una opinión de los funcionarios del gobierno cubano, donde se reconozca algo positivo en dicha visita. Todos los que han hablado, se han dedicado a demeritar, desprestigiar, quitarle importancia, y acusar a Obama de malas intenciones. Unos se han sentido agredidos, otros disgustados, y ahora Bruno habla de ataque, malintencionado y con doble fondo.

Obama, que por demás en el plano personal, parece ser una persona ecuánime, que habla fluidamente sin histeria, que su cara trasmite tranquilidad, y al que no se le ha podido probar ningún grave problema en el tiempo que lleva en la Casa Blanca, recordar el asuntico aún pendiente de Clinton con la Lewinsky, lleva casi 8 años como Presidente y ahora el canciller cubano lo acusa de defensor de las grandes corporaciones norteamericanas. Cuándo se enteraron que Obama era defensor de las corporaciones norteamericanas? Lo dejaron ir a Cuba y no lo sabían?

Lo que me parece es que la visita de Obama le gustó al pueblo, o sea, al tipo que vive en la Habana Vieja dentro de un solar con otras 100 personas, a la mujer que vive en Párraga o en San Miguel del Padrón en unos de aquellos llamados “llega y pon” tan utilizados para criticar las condiciones de vida antes del 59 y que al pasar éstas cinco décadas, sólo han logrado multiplicarse y multiplicarse hasta casi convertir a la isla en un gran llega y pon. Obama le gusto a los jóvenes, ilusionados con poder tener celulares, internet, etc. Obama tiene que haberle gustado a la abuela cubana, interesada en que sus nietos tengan desayuno, o sea, leche, pan, mantequilla, jugos, etc. Tiene que haberle gustado al dueño del paladar donde comió y pagó con toda su delegación y a todas las personas, plomeros, carpinteros, peluqueros, etc. que están intentando sobrevivir. Obama tiene que haberle gustado a los que hablan de esperanza, de libertad, de democracia. Y entonces es por eso, como Obama gustó, por ser relativamente joven, apuesto, mulato, agradable, ecuánime, respetuoso, familiar, arriesgado, valiente y sobre todo inteligente, el gobierno cubano se ha propuesto desprestigiar o minimizar su presencia de sólo dos días en Cuba. Obama dijo que su visita era la mejor muestra de amistad, de que el gobierno norteamericano no quería invadir, ni atacar a Cuba, Obama habló de ayuda y de construir un futuro mejor para ambos pueblos, y a ningún funcionario cubano esto le ha parecido ni medianamente diferente e importante. 

No sé cómo el canciller puede acusar a Obama de ser el defensor de las grandes corporaciones capitalistas, porque por mi cuenta hace más de 15 años el gobierno cubano compra y paga en efectivo directamente a los grandes productores norteamericanos de alimentos, entre otras cosas, pollos, huevos, granos como soya y maíz, etc. Es que esos productores no son las grandes corporaciones capitalistas? Es que esos productores privados no aplican fórmulas capitalistas para producir y ganar mucho dinero? Es que esas grandes compañías trasnacionales no piensan en la plusvalía? Es que esas grandes trasnacionales no forman parte de la base sólida de la economía imperialista norteamericana?

Claro, que también sé porque pasa, primero todos los que hemos vivido en Cuba algunos años sabemos que el compañero Bruno no ha dado un discurso de su propia inspiración, menos en un congreso del PCC, sin que su discurso haya sido revisado y aprobado por los que revisan y aprueban las cosas en Cuba. Segundo, nunca es de su propia inspiración, sino que funciona bajo una orden y orientación. Tercero, como el gobierno confía en el desconocimiento informativo del pueblo y al final no le importa en realidad la opinión popular, pues dan una versión de los hechos que sólo tiene que ver con la posición oficial, eso es lo que les permite permanecer en los cargos.

Al final creo que todo es un show montado. Cuba, después del fracaso del campo socialista, los negocios con los capitalistas europeos y latinoamericanos buenos, la cuña venezolana, el aspirado apoyo chino, necesita dinero, de ahí el interés del gobierno de negociar con las grandes corporaciones capitalistas norteamericanas, pero sólo para el beneficio y control del gobierno que luego dirá cómo y en qué va a invertir el resultado de esos negocios, pero Cuba necesita también una reafirmación ideológica, necesita ratificar las ideas del socialismo como solución para el pueblo y la permanencia en el poder de los que están, entonces utiliza a Obama como el chivo expiatorio y Obama sabiéndolo o no, cae en el juego. El gobierno, acusando al Presidente norteamericano, define para el mundo que no habrá capitalismo en Cuba. Esa estrategia es vieja y ha sido utilizada muchas veces. La creación de un enemigo que te quiere hacer daño, es el mejor invento de los gobiernos totalitarios.

Mi amiga Nancy acaba de publicar algo en Facebook que le agradezco porque me parece interesante. La frase es atribuida a Sigmund Freud y dice, Si dos individuos están siempre de acuerdo en todo, puedo asegurar que uno de los dos piensa por ambos” 

Voy a asumir que en realidad Freud la dijo y entonces me parece genial para entender lo que ocurre en Cuba donde todo, exactamente todo es aprobado por unanimidad. Freud, no yo, cuestiona el asunto entre dos personas, entonces la única forma de entender el mismo planteamiento entre miles es que esos miles son ignorantes, máquinas robotizadas, personas utilizables, bultos, oportunistas y descerebrados o como dice Carlos Varela, en una de sus lindas canciones,

 “Y a cambio solo tú me diste un mundo
   Lleno de escenarios y payasos tontos
   Para descubrir que solo al final
   No somos más que un telón de fondo”

La parte que analizo del discurso del canciller cubano se inserta en esta posibilidad, o sea, di lo que quieras, al final los que te escuchan aquí te van a aplaudir porque están diseñados para eso, los que escuchan fuera de aquí, no nos importan mucho, ellos no tienen como manifestarse y si se manifiestan en contra, pues pobre de ellos, nos encargaremos.

Por un lado Obama y su visita de ataque a fondo y su defensa de las corporaciones capitalistas e imperialistas, por otro lado el negocio de compra de productos por parte del gobierno cubano a esas mismas corporaciones capitalistas imperialistas, los negocios de cruceros y aerolíneas que visitan Cuba, el gran negocio con los cubanos que vivimos en el exterior, antes gusanos ahora convertidos en mariposas, después de haber probado con aquellos capitalistas españoles, italianos, mexicanos, chilenos, canadienses, etc. llamados “buenos” por Fidel. Capitalistas buenos? La mar de contradicciones.

Reflexión no apta para menores, El gobierno cubano se parece a aquella joven virgen que después de provocar, “calentar” a su joven novio y llegar al momento en que él se decide a penetrarla ya saben con qué, entonces ella le dice: completa no papi, la puntica nada más. Para todos los que en un momento de nuestras vidas hemos vivido algo parecido a este cuento, sabemos que lo de la puntica nada más en ese momento es casi imposible de lograr. Y entonces el gobierno cubano quiere, pero la puntica nada más.

* Pido disculpas, no sé qué me pasa que cada vez que busco una foto relacionada con el gobierno cubano, me sale invertida, cuando en realidad no debería salir así. Voy a tener que llamar a mi proveedor de internet.

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