Si Cuba fuera un país con un gobierno normal, como todos los
gobiernos con aciertos y desaciertos, uno podría mantenerse al margen, pero en
realidad cada día y cada acción es para peor, entonces lo de no pensar en lo
que uno lee y escucha es casi imposible.
Acabo de ver un fragmento de la intervención del canciller
cubano Bruno Rodríguez ante el plenario del VII Congreso del PCC, exactamente
donde se refiere a la visita del Presidente Obama a Cuba.
Si, el mismo Bruno Rodríguez del que ya escribí en uno de mis
artículos que se perdío un discurso del Comandante en Jefe, por estar metido en
un matorral con una profesora de mi facultad.
Escuché al canciller y a través de él se hace evidente el
deterioro de Cuba, no ya en el plano económico y social, sino incluso en los
propios cargos importantes o de primera línea del gobierno. El compañero
ministro, con mil respetos y amores, no sabe hablar.
Pena porque la historia de Cuba recoge hombres de calidad en
el plano de las relaciones internacionales, pensar en Raúl Roa o en Ricardo
Alarcón, funcionarios que, independientemente de su posición ideológica con la
que se puede estar de acuerdo o no, fueron ejemplos de cultura, de dominio de
nuestro idioma materno y creo que sin tachaduras del idioma inglés, personas
que escribieron y dejaron un sin límites de páginas de su cosecha que deben
formar parte de la cultura, o al menos de la cultura política cubana, personas
y obras que bien podrían estudiarse en las universidades, si es que ya no se
hace. En fin, grandes intelectuales que a mi entender dignificaron las
responsabilidades que les fueron otorgadas.
Luego, la crisis, ejemplo de ella, pues fue nuestro joven
canciller, Roberto Robaina, que como no podía dejarse la barba pues no estuvo
en la lucha en la Sierra Maestra, decidió implementar una nueva moda y se
remangaba las mangas de los trajes, para imagino que llamar la atención por no
poder hacerlo por su intelecto. La tarea para él no fue fácil, llegar a
ministro del exterior en Cuba teniendo por arriba a Fidel y a Alarcón y contar
como única experiencia internacional la de haber desarrollado una campaña
juvenil popular cuyo lema fue “el que no salte es yanqui”. De Robaina, que tal
cual subió cayó, pasamos a Felipe Pérez Roque, con su cara amarrada todo el tiempo,
con su planteamiento duro y extremista y su discurso violento. Uno peor que
otro con el paso del tiempo. Dónde estarán y sobre todo, cómo pensarán ahora?.
Pues recientemente Bruno, del que no conozco sus méritos exactos,
pero al escucharlo puedo imaginar un grupo de ellos, más o menos parecidos a los
que tenían los que le antecedieron, en una intervención de esas forzadas,
dedicó un espacio en su discurso a evaluar la visita de Obama a Cuba.
Reproduzco un fragmento textual de sus palabras, las que he leído varias veces
y les confieso que me cuesta trabajo seguir el hilo, por lo mal que están
hilvanadas las mismas.
“Una visita en la que hubo un ataque a fondo a
nuestra concepción, a nuestra historia, a nuestra cultura y a nuestros símbolos
y en que Obama vino a presentarse aquí y a encandilar al sector no estatal de
la economía, como si él fuera no el defensor de las grandes corporaciones, sino
el defensor de los que venden perros calientes, de los pequeños negocios en
Estados Unidos, que no es Obama, y la garantía para que haya un sector no
estatal de la economía, que no sean las grandes corporaciones norteamericanas y
la empresa trasnacional norteamericana es precisamente el socialismo”
Después
de leer esto y entenderlo más o menos, se podría escribir hasta el infinito
tratando de explicar, pero lo primero que me viene a la cabeza es una pregunta,
para qué invitaron o permitieron la visita de Obama a Cuba, o sea, para qué
formaron el show. No era más fácil decirle que no y que se fuera con su discurso
imperialista a otro lugar.
No
he escuchado, ni leído una opinión de los funcionarios del gobierno cubano,
donde se reconozca algo positivo en dicha visita. Todos los que han hablado, se
han dedicado a demeritar, desprestigiar, quitarle importancia, y acusar a Obama
de malas intenciones. Unos se han sentido agredidos, otros disgustados, y ahora
Bruno habla de ataque, malintencionado y con doble fondo.
Obama,
que por demás en el plano personal, parece ser una persona ecuánime, que habla
fluidamente sin histeria, que su cara trasmite tranquilidad, y al que no se le
ha podido probar ningún grave problema en el tiempo que lleva en la Casa
Blanca, recordar el asuntico aún pendiente de Clinton con la Lewinsky, lleva
casi 8 años como Presidente y ahora el canciller cubano lo acusa de defensor de
las grandes corporaciones norteamericanas. Cuándo se enteraron que Obama era
defensor de las corporaciones norteamericanas? Lo dejaron ir a Cuba y no lo
sabían?
Lo
que me parece es que la visita de Obama le gustó al pueblo, o sea, al tipo que
vive en la Habana Vieja dentro de un solar con otras 100 personas, a la mujer
que vive en Párraga o en San Miguel del Padrón en unos de aquellos llamados “llega
y pon” tan utilizados para criticar las condiciones de vida antes del 59 y que
al pasar éstas cinco décadas, sólo han logrado multiplicarse y multiplicarse
hasta casi convertir a la isla en un gran llega y pon. Obama le gusto a los
jóvenes, ilusionados con poder tener celulares, internet, etc. Obama tiene que
haberle gustado a la abuela cubana, interesada en que sus nietos tengan
desayuno, o sea, leche, pan, mantequilla, jugos, etc. Tiene que haberle gustado
al dueño del paladar donde comió y pagó con toda su delegación y a todas las
personas, plomeros, carpinteros, peluqueros, etc. que están intentando
sobrevivir. Obama tiene que haberle gustado a los que hablan de esperanza, de
libertad, de democracia. Y entonces es por eso, como Obama gustó, por ser relativamente
joven, apuesto, mulato, agradable, ecuánime, respetuoso, familiar, arriesgado,
valiente y sobre todo inteligente, el gobierno cubano se ha propuesto
desprestigiar o minimizar su presencia de sólo dos días en Cuba. Obama dijo que
su visita era la mejor muestra de amistad, de que el gobierno norteamericano no
quería invadir, ni atacar a Cuba, Obama habló de ayuda y de construir un futuro
mejor para ambos pueblos, y a ningún funcionario cubano esto le ha parecido ni
medianamente diferente e importante.
No
sé cómo el canciller puede acusar a Obama de ser el defensor de las grandes
corporaciones capitalistas, porque por mi cuenta hace más de 15 años el
gobierno cubano compra y paga en efectivo directamente a los grandes
productores norteamericanos de alimentos, entre otras cosas, pollos, huevos,
granos como soya y maíz, etc. Es que esos productores no son las grandes
corporaciones capitalistas? Es que esos productores privados no aplican
fórmulas capitalistas para producir y ganar mucho dinero? Es que esas grandes
compañías trasnacionales no piensan en la plusvalía? Es que esas grandes
trasnacionales no forman parte de la base sólida de la economía imperialista
norteamericana?
Claro,
que también sé porque pasa, primero todos los que hemos vivido en Cuba algunos
años sabemos que el compañero Bruno no ha dado un discurso de su propia inspiración,
menos en un congreso del PCC, sin que su discurso haya sido revisado y aprobado
por los que revisan y aprueban las cosas en Cuba. Segundo, nunca es de su
propia inspiración, sino que funciona bajo una orden y orientación. Tercero, como el gobierno
confía en el desconocimiento informativo del pueblo y al final no le importa en
realidad la opinión popular, pues dan una versión de los hechos que sólo tiene
que ver con la posición oficial, eso es lo que les permite permanecer en los
cargos.
Al
final creo que todo es un show montado. Cuba, después del fracaso del campo
socialista, los negocios con los capitalistas europeos y latinoamericanos buenos,
la cuña venezolana, el aspirado apoyo chino, necesita dinero, de ahí el interés
del gobierno de negociar con las grandes corporaciones capitalistas
norteamericanas, pero sólo para el beneficio y control del gobierno que luego
dirá cómo y en qué va a invertir el resultado de esos negocios, pero Cuba
necesita también una reafirmación ideológica, necesita ratificar las ideas del
socialismo como solución para el pueblo y la permanencia en el poder de los que
están, entonces utiliza a Obama como el chivo expiatorio y Obama sabiéndolo o
no, cae en el juego. El gobierno, acusando al Presidente norteamericano, define
para el mundo que no habrá capitalismo en Cuba. Esa estrategia es vieja y ha
sido utilizada muchas veces. La creación de un enemigo que te quiere hacer
daño, es el mejor invento de los gobiernos totalitarios.
Mi
amiga Nancy acaba de publicar algo en Facebook que le agradezco porque me
parece interesante. La frase es atribuida a Sigmund Freud y dice, “Si dos individuos están siempre de
acuerdo en todo, puedo asegurar que uno de los dos piensa por ambos”
Voy a asumir que en realidad Freud la dijo y
entonces me parece genial para entender lo que ocurre en Cuba donde todo,
exactamente todo es aprobado por unanimidad. Freud, no yo, cuestiona el asunto
entre dos personas, entonces la única forma de entender el mismo planteamiento
entre miles es que esos miles son ignorantes, máquinas robotizadas, personas
utilizables, bultos, oportunistas y descerebrados o como dice Carlos Varela, en
una de sus lindas canciones,
“Y a cambio solo tú me diste un mundo
Lleno de escenarios y payasos tontos
Para descubrir que solo al final
No somos más que un telón de fondo”
La
parte que analizo del discurso del canciller cubano se inserta en esta
posibilidad, o sea, di lo que quieras, al final los que te escuchan aquí te van
a aplaudir porque están diseñados para eso, los que escuchan fuera de aquí, no nos importan mucho, ellos no
tienen como manifestarse y si se manifiestan en contra, pues pobre de ellos, nos encargaremos.
Por
un lado Obama y su visita de ataque a fondo y su defensa de las corporaciones
capitalistas e imperialistas, por otro lado el negocio de compra de productos
por parte del gobierno cubano a esas mismas corporaciones capitalistas imperialistas,
los negocios de cruceros y aerolíneas que visitan Cuba, el gran negocio con los
cubanos que vivimos en el exterior, antes gusanos ahora convertidos en
mariposas, después de haber probado con aquellos capitalistas españoles,
italianos, mexicanos, chilenos, canadienses, etc. llamados “buenos” por Fidel. Capitalistas
buenos? La mar de contradicciones.
Reflexión no apta para menores, El gobierno cubano se
parece a aquella joven virgen que después de provocar, “calentar” a su joven
novio y llegar al momento en que él se decide a penetrarla ya saben con qué, entonces
ella le dice: completa no papi, la puntica nada más. Para todos los que en un
momento de nuestras vidas hemos vivido algo parecido a este cuento, sabemos que
lo de la puntica nada más en ese momento es casi imposible de lograr. Y entonces el gobierno cubano quiere, pero la puntica nada más.
* Pido disculpas, no sé qué me pasa que cada vez que busco una foto relacionada con el gobierno cubano, me sale invertida, cuando en realidad no debería salir así. Voy a tener que llamar a mi proveedor de internet.
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