domingo, 26 de septiembre de 2021

Dobby´s Frontier Town. Un pueblo viejo dentro de una ciudad moderna

Caminando por Alliance en busca de Carhenge, el monumento hecho con autos del cual escribí no hace mucho, descubrí algo realmente fabuloso. Aunque sé que, en esta parte del país, el midwest, existen algunos, sólo los había visto en revistas o en internet, pero nunca había tenido la posibilidad de visitar uno de estos en persona.

Hablo de la reproducción a tamaño real de un pueblo norteamericano, como diríamos, de antes, típico del oeste. Este, llamado, “Dobby´s Frontier Town”, hasta donde pude conocer, privado, pero en el que para visitarlo no hay que pagar nada. Una familia dispuso de un pedazo de tierra y fue recuperando objetos, comprándolos y recibiendo donaciones y construyó ambientes, casa, iglesias, funerarias, salones, bares, bancos, herrerías, etc., todo como se podría encontrar en cualquier lugar de este país hace 200 años.




Lo primero que hace recordar, al menos a mí, son aquellas películas clásicas del oeste, donde aparece en medio de la nada, muchas veces en un ambiente medio desértico, que es como fue ese oeste, un pueblo. Tierra, polvo, caballos, buenos y malos, alguaciles y bandidos, prostitutas y jugadores de cartas, estafadores, buscadores de oro, inmigrantes dispuestos a trabajar, curas, todos esto a la misma vez tratando de prevalecer y sobrevivir.

Construcciones todas de madera, con calles o caminos sin asfaltar, donde se fueron agrupando personas, que luego se convirtieron en vecinos y aparecen entonces las principales funciones necesitadas, un banco, una barbería, un salón o bar, donde casi siempre en la parte alta aparecían habitaciones para prostitutas y sus clientes, una primitiva cárcel con un guardia aburrido y un sheriff, a veces una oficina para el telégrafo con otro aburrido funcionario de espejuelos y visera, una iglesia protestante generalmente con un cura profesional o improvisado, otros negocios como herrerías y fundiciones, donde se fabricaban objetos de metal y se atendía a los caballos. En algunos, los más grandes e importantes, una estación de ferrocarril, medio de transporte que unía a un pueblo con otro y logró atravesar el país de este a oeste, llevando el desarrollo a los lugares más alejados. Les recuerdo que la empresa “Union Pacific Railroad”, fundada en la ciudad de Washington en 1862, o sea, el ferrocarril, tuvo una de sus sedes centrales y de inicio en la ciudad de Omaha, primera capital del Estado de Nebraska.

Luego, viendo como vivieron los del pasado histórico reciente, me hace pensar en aquello del robo de cerebro y de la conquista o intervención en otros países para explotarlos como aspectos primordiales en el desarrollo de este país y no dudo, existen pruebas quizás, de que algún cerebro fue pagado, no robado y que en los cientos de años que han transcurrido, alguna que otra cosa fue robada o comprada en otro país, pero esa no es la real fuente del desarrollo de este pueblo, al menos a mi modo de ver.

Cuando se visita la reproducción de un pueblo como el que vi y se observa con minuciosidad cada uno de los aspectos y detalles allí expuestos en cada uno de los ambientes, es relativamente fácil descubrir y concluir que el verdadero desarrollo está en el trabajo fuerte de millones de personas. En la innnovación, el experimento, la prueba, la capacidad de diseñar, fundir metales, crear herramientas para luego crear otras herramientas que sirvieron para crear productos.

Sobre todo, esos emigrantes que, huyendo de la miseria europea, fueron llegando en diferentes oleadas, irlandeses, alemanes, italianos, holandeses, etc., con una necesidad enorme de trabajar para sobrevivir, muchos sin oficios definidos, por lo tanto mano de obra para cualquier empresa u objetivo, que invirtieron meses en irse trasladando de este a oeste y se fueron asentando donde mejor les convino, a cambio de tierras para cultivar o trabajos como obreros, jornaleros y otros, más los que en esos años fueron naciendo y creciendo, más la no desconocida manos de obra esclava o de negros libres como jornaleros, acabaron formando una tela de araña que, bajo iniciativas del capital y mucho trabajo fueron creando las bases de la potencia que Estados Unidos es hoy.












Para mí fue extremadamente emocionante. Como muchos saben me gusta la historia y los objetos viejos. Disfruto las construcciones antiguas de piedra y madera. Quizás por ese gusto, puedo trasladarme y ver a las personas vivas, caminando, trabajando, hablando. Puedo imaginarme las historias, las anécdotas y los chismes de muchas épocas históricas.

Recuerdo cuando joven y luego no tan joven, porque hay libros que uno tiene que leerse varias veces, disfruté una joya de la literatura mundial, “Decadencia y caída de casi todo el mundo”, cuyo autor el inglés Will Cuppy, después de muchos años de una seria investigación y con una inigualable satírica forma de contar la historia, cuenta los momentos más importantes de la humanidad y describe a las principales figuras, algunos héroes, otros guerreros, reyes y reinas, que vivieron en ella. Descripción, al final historia, nunca vista en los libros clásicos de esa especialidad. Libro enormemente disfrutable, que se acerca mucho más a la verdad, tal como debió haber sido, que lo que nos enseñan en las aburridas clases.

La historia es de pasión, lo otro es repetir fríamente hechos y fechas. En mis estudios tuve la suerte de tener profesores que, en la década del 80 del siglo XX dentro de un aula universitaria, te hacían retroceder varios siglos y te lograban transmitir el ambiente. A través de sus explicaciones podías ver las batallas, la sangre, los caballos, el polvo, etc. Podías sentir, con sus relatos, el olor de la pólvora y lograr entender cómo se tomaba un castillo o se ganaba una batalla. Si cerrabas los ojos y escuchabas, podías verte caminando por una de las calles de La Habana en el siglo XVII, lo mismo asistiendo a una de las grandes fiestas en el Palacio de los Capitales Generales, que defendiendo el Morro de la invasión británica o tomando un castillo feudal en medio de un amanecer lluvioso o en medio de una pelea de gladiadores en el Coliseo Romano.

Tuve la suerte de tener profesores que, al enseñarte el David o La Mona Lisa, te permitían escuchar los golpes del martillo sobre el cincel que trabajó el mármol o los trazos del pincel sobre el lienzo. Esos profesores describían un sentimiento, no una técnica. A través de ellos, te llegaba a parecer que Miguel Ángel o Da Vinci eran tus contemporáneos y más, eran tus amigos.

Eso tiene la historia y al parecer las personas que gustan de estudiarla. Esa ventaja tiene, más allá de ser un turista típico, la posibilidad de pasear por uno de estos lugares antiguos. Con esa óptica puedes convertirte en un actor y disfrutar el doble o el triple de lo que estás presenciando. Sólo la pasión te permite disfrutar donde otros se aburren.

No todas las profesiones permiten esto. Por ejemplo, el cardiólogo no se puede convertir en corazón, el mecánico no puede sentirse como un motor, el matemático no puede convertirse en números, ángulos o en figuras geométricas, el albañil no puede vivir como si fuera un ladrillo y pegarse a otro con cemento, sin embargo, con algún conocimiento, en realidad no hace falta mucho y un poco de pasión o amor, puedes verte en el pasado, puedes reconstruir una época, puedes incluso con un poco de imaginación, verte dentro de ella.

Con esa óptica, visité y disfruté Dobby´s Frontier Town, el pueblo del pasado. El lugar es un museo, vivo dentro del cual se puede caminar, tocar las muestras, fotografiarse. Es la reunión de miles y miles de piezas, objetos y herramientas originales utilizadas por los norteamericanos, es la creación de ambientes diferentes a escala normal tal como debió haber sido en el pasado que trata de recrear.

Lo disfruté a tal punto que me hubiera quedado unos días a vivir en él. Lo llegué a entender tanto, viendo a las personas con sus ropas, botas, trajes, pistolas, caballos, etc., caminar e interactuar dentro de él, que volvería a visitarlo.


Conozco que existen otros pueblos como este en esta zona del país, Nebraska, Dakota del Sur, Dakota del Norte, Iowa, donde incluso, para hacer la visita más agradable y divertida, te alquilan los trajes y ropas de época, para que el visitante pueda disfrazarse y sentirse mejor adaptado al ambiente. En Dobby´s Frontier Town este servicio adicional no existe, hubiera sido, de seguro más divertido. No obstante, la visita, a pesar de las horas de manejo, el calor, etc., valió mucho la pena.

Si en tu camino, aquí, aparece un cartel que anuncia un pueblo viejo, no dejes de parar, desviarte y visitarlo.


sábado, 25 de septiembre de 2021

Carhenge. Más que un rastro o cementerio de carros viejos.

Junto con aquella idea, sobre la cual ya escribí, de que los ricos se aburren, se dan a las drogas y por eso el sistema capitalista tiende a desaparecer, otra de las ideas más escuchadas es la que Estados Unidos es un país sin historia y sin cultura.

Error. Dado el caso de que existiera sobre esta tierra un solo hombre, su forma de vivir, o sea, comer, dormir, cazar, sembrar, coger un pedazo de carbón y pintar dos rayas sobre una piedra, hace una historia y describe una cultura. La historia y cultura de un hombre.

Claro, todo es relativo. En el conflicto histórico entre Europa y Estados Unidos, los europeos salen ganando, al ser una región mucho más antigua y habitada, es cierto que poseen mayores muestras de historias y culturas. Cuando las naves de Colón, aunque dicen que no fueron las primeras, llegaron a lo que luego se conoce como América, aquí los aborígenes eran sólo eso, aborígenes. En algunos lugares con mayor desarrollo, digamos México, con una muestra ya de una sólida estructura social, militar, urbanística, etc., pero nada comparado con los “descubridores”.

Pero entonces, cuando los chinos miran a Europa, se ríen, porque su Gran Muralla China, fue construida y reconstruida varios siglos antes de Cristo y ya cuando Marco Polo visitó la Ciudad Prohibida, los chinos comían espaguetis.

Y así hasta que llegamos a Lucy, el primer fósil Australopiteco africano, que reescribió la historia de la evolución humana, el cual debió haberse reído mucho de los chinos, pues su existencia está datada, según dicen los especialistas, en 3,2 millones de años de antigüedad.

La historia con Estados Unidos es la de siempre y ya larga. Para muchos este país es un lugar de salvajes, mal vestidos, despreocupados, cuyo único interés es el dinero para poseer cualquier cosa que se venda, por absurdo que ella parezca.

Hoy, viviendo aquí descubro que esto no es del todo verdad y que la idea del norteamericano materializado a extremo, sin más nada que mostrar, no es verdad de forma absoluta. Es cierto, hoy Estados Unidos es un país rico y una buena parte de su población consume.

Consume porque su poder adquisitivo es alto, consume porque se trabaja enormemente, consume porque la vida es una y la visión objetiva de que todo termina un día, que nadie sabe cuándo llega, hace que las personas disfruten. En sentido general, el norteamericano promedio, al que tengo acceso, trabaja de lunes a viernes fuertemente, para entonces disfrutar a plenitud el fin de semana, pero existen y siempre han existido pintores, poetas, arquitectos, ingenieros, actores, que han dejado su huella, rastro que se puede observar cuando uno camina.

No siempre fue así. Los abuelos de los que hoy existen saben que muchos fueron pobres, que pasaron muchas necesidades, penurias, hambre. Hombres y mujeres tuvieron que trabajar mucho y muy fuerte, venciendo incluso las muchas inclemencias climáticas que aquí tenemos dentro del mismo país. Hace 100 años atrás, había menos desarrollo de los mercados, las personas consumían menos, valoraban más, por tanto, lo que tenían. Eso es historia.

Ahora la propuesta de país sin cultura, cuando uno camina, descubre que no tiene fundamento.

Hace ya algunas semanas, visité uno de los lugares que estaban en mis planes desde que me mudé a Nebraska, el Monumento Carhenge y pude tocar su historia.

Anclado en el poblado de Alliance, Nebraska, a 6 horas de camino de la ciudad Lincoln, la obra fue una inspiración de Jim Reinders en 1987, con dos objetivos muy claros. 1.- Homenajear a su padre, quien había estudiado y participado en las obras de trabajo de Stonehenge, Inglaterra, hallazgo que por muchos años fue considerado el primer monumento hecho completamente por el hombre y 2.- al mismo tiempo reconocer y homenajear la industria del automóvil norteamericana, una de las industrias insignes y pioneras que ha servido como motor a la economía estadounidense siempre.

Stonehenge es un monumento prehistórico, posiblemente del año 2600 antes de Cristo, en la llanura de Salisbury en Wiltshire. Su estructura consiste en un anillo exterior de piedras verticales, de más de 20 toneladas cada una, que están conectadas con unas piedras horizontales. En el interior hay un anillo de piedras azules más pequeñas. Todo el monumento está orientado hacia el amanecer del solsticio de verano.

Stonehenge. Inglaterra.

Carhenge, visto en una foto puede parecer una tontería, una muestra del “capitalismo bruto” o simplista. Todo lo contrario, y es un tema de percepción.






Cuando le comenté a mi hijo que quería ir a visitar el lugar, para lo cual teníamos que manejar 6 horas de ida y otras 6 de vuelta, joven, me dijo que estaba loco, que eso no era más que un rastro o cementerio de carros viejos tirados unos arriba de otros.

Sin embargo, al estar allí, al menos yo, lo disfruté mucho. El monumento, está compuesto, es cierto de autos, todos pintados de gris. Aunque algunos son clásicos fabricados en Estados Unidos, la idea no es homenajear a una marca o fábrica específica, sino a toda una industria, por lo que ninguno de los autos tiene marca distintiva. 

Hay que entender que para los norteamericanos los automóviles significan patria, desarrollo, confort, riqueza, etc., incluso algunas marcas son consideradas más que otras cerca del patriotismo, o sea, de la identificación y apego a una historia, a un país.

Los autos están dispuestos cuidadosamente siguiendo el plano de las piedras de Stonehenge, por lo que la idea de la orientación y la observación del Sol se mantiene en determinado momento del año.

Hoy, eso que parece una idea loca o un simple rastro de carros viejos para Jonathan o quizás para otras muchas personas, es una atracción turística que recibe a miles de personas anualmente. Atracción que da valor a ese pequeño pueblo en el occidente de Nebraska.

Recomiendo. Si pasas cerca o tienes que manejar menos de 6 horas, vale la pena visitarlo. La atracción dentro de aquellos carros, expuestos al Sol, es grande.


miércoles, 22 de septiembre de 2021

Pobrecito Díaz Canel.

Pobrecito Díaz Canel. Pero si algo es digno de destacar, es que el tipo tiene una resistencia envidiable, ha venido al mundo político a recibir más golpes que una makiwara (*)

Creo que su figura como presidente, “puesto a dedo” de Cuba, ha ido ganando impopularidad día tras día. Era sabido, la idea de sustituir a Fidel Castro después de sus largos, carismáticos, autoritarios y locos años de gobierno, no es fácil.

Fidel, innegable, tuvo mucho arraigo en el pueblo cubano. Como líder, bueno o malo, acostumbró a ese pueblo a 8, 10 horas de discursos en vivo, por momentos tres veces o más en la misma semana, sin mirar un papel, con una enorme habilidad para recorrer la historia de Cuba e incluso la historia del mundo, a su conveniencia, claro, pero recorrerla, lo que, vuelvo a decir, siempre a su conveniencia, fue meritorio.

Trabajé como guía, recorriendo La Habana Vieja durante mis años de historiador, luego por muchos años fui profesor del Instituto de Comercio Exterior y de la Universidad de la Habana y luego al mudarme de país, profesor en República Dominicana y la idea de hablar 4, 5 horas sobre un tema, sin mirar un papel, sin leer una nota y salir airoso, es una tarea titánica.

Diaz Canel, no tiene en Raúl Castro un oponente, porque el hermano Castro es un animal al que mucho trabajo le cuesta hilvanar dos ideas de forma coherente, pero Fidel todavía hoy le hace sombra en la memoria de muchos, unos para bien, otros para mal. De esta forma todavía hoy, a pesar de estar muerto, incinerado y enterrado, dicen dentro de piedra, que dicho sea de paso es horrible, muchas personas en Cuba y no pocas fuera de ella, se preguntan: ¿Dónde está Fidel? En el mismo momento que otros le desean larga vida.

Esto demuestra un poco la enfermedad que padecemos como pueblo. Fidel está muerto, fácil de encontrar, váyanse al cementerio Santa Efigenia de Santiago de Cuba y por lo menos verán una tarja clavada en la piedra que le da sepultura y lo de desearle larga vida a un muerto es más que una locura, habría, siendo coherentes, que desearle que esté bien en la muerte.

Si Díaz Canel ya era malo como presidente, muy bien escogido por sus antecesores por sus cualidades grises, las maniobras para desconocer primero y luego contener la pública oposición dentro de Cuba lo han embarcado. La tapa al pomo la puso el COVID y la incapacidad, aunque todavía escondida o negada, de resolver o garantizar lo mínimo, más la orden pública de reprimir al pueblo o a la parte de él que se lanzó a la calle el 11 de julio del 2021.

Díaz Canel, la mejor representación o imitación del estilo cantinflesco, con su orden de reprimir, anunció que estaría en las calles, cosa que hasta donde yo he visto, nunca ha hecho. La única vez que se tiró de forma no anunciada fue en Regla y de allí tuvo que salir echando, poniendo “pies en polvorosa”, metiéndose en su protegido carro, porque los reglanos les manifestaron a gritos su desacuerdo con su presencia. En San Antonio de los Baños, lugar donde comenzó la manifestación popular del 11 de julio, su presencia fue organizada, planificada y no pasó de bajarse de un carro y meterse en una oficina para dar una muela. Lo de estar en las calles defendiendo la revolución, que, entre otras cosas, tampoco existe, me imagino que se refiere a ver las calles en la pantalla de su seguro enorme TV o a través de las ventanas de su confortable oficina.

Entonces ahora un nuevo fracaso. Díaz Canel, asumiendo su función de makiwara, acepta la invitación del presidente de México para participar como invitado especial en las recientes celebraciones por la independencia de la patria de Juárez, invitación que ni los mismos mexicanos han entendido y que sólo demuestra un interés del “primo” azteca de tirarle un cabo, de sacar del lodo, de darle un poco de animo a su homologo desprestigiado.

Los mexicanos y por supuesto los cubanos, no podemos entender qué hace Díaz Canel participando como invitado especial, menos se puede digerir cómo el presidente democrático de México se echa arriba la imagen de un tipo que acaba de ordenar la represión de su pueblo y que es la continuidad de la no libertad.

López Obrador ha tratado de celebrar la independencia del pueblo mexicano llevando a alguien que lucha abiertamente por prorrogar un poder dictatorial, que, según él, cuenta con gran apoyo popular. Sería como llevar a Hitler vivo, quien también tuvo apoyo, a una celebración de lo que significó el exterminio de los judíos en Europa. Es como si para recordar la fatídica acción de Hiroshima y Nagasaki, se le tirara otras dos bombas atómicas al pueblo japonés cada año. Sería algo así como si el Papa, en vez de disculparse por lo que en el pasado hizo la iglesia que él representa como máxima figura, todos los años seleccionara a personas y las quemara en hogueras. Es como si México y su presidente López Orador, para celebrar este año el 211 Aniversario de la Independencia del colonialismo español, hoy, con cierta razón de justicia, sometiera vía fusilamientos públicos, a los ciudadanos españoles que viven en México.

Pudiera parecer una locura, pero no lo es. La idea de visitar México y aparecer como figura importante invitada, es todo un arreglo político, donde a todas luces el mexicano trata de tirarle un cabo a su homólogo cubano, lo que le ha costado y pienso costará mucho con su gente.

Como México no es Cuba, han sobrado las declaraciones contrarias a la invitación. Políticos, periodistas y pueblo en general, le han dicho a Canel, “lárguese”, incluso muchos han pedido declararlo persona no grata, cosa que yo recuerde nunca vista en la generalmente amistosa relación entre los dos países. El recibimiento que le dio un grupo de mexicanos con banderas y todos, fue organizado movilizando a la cubana, a trabajadores y estudiantes para hacer bulto. No sé si pagados o no, lo cierto es que fue a la cara todo un montaje, habría que ver si en realidad esos que se pararon en la acera a decir “viva Canel”, saben dónde queda Cuba y mejor cómo se vive dentro de ella.

En la presentación oficial, sabemos que los mexicanos son muy formales en eso de los cargos y títulos, apareció un personaje, Luis Alberto Rodríguez López-Calleja, anunciado como asesor principal del presidente cubano. ¿Alguien sabe de este cargo o nombramiento?

En realidad, esa figura, hoy mencionada más que el mismísimo Canel, de la cual nunca se habló en los muchos años de Fidel, es el exyerno de Raúl Castro y es el que según la vox populi, controla el dinero y las inversiones dentro de Cuba. También militar activo de carrera, no hay mucho de valor para los civiles en la isla y con una línea directa con el hermano vivo Castro, es de imaginar muy fácil el porqué de su presencia pública junto al presidente. El gobierno de Cuba, una vez más fue a buscar los dólares a cualquier costo y para eso Canel no tiene poder.

Para justificar su viaje, al celebrarse en México la VI Cumbre de la Comunidad De Estados Latinoamericanos y Caribeños, CELAC, Canel tuvo que hacer presencia, pero como ya dije que no es Fidel, ni el momento que le tocó al amigo es el mismo, es fácil de suponer los golpes que le darían.

López Obrador, el mismo que acaba de invitar a un tipo que dio la orden de reprimir al pueblo, qué tiene detenidos e incomunicados a centenares de cubanos, que acaba de prohibir la publicación de noticias, fotos, videos sobre la realidad de Cuba, que está multando con excesivas sumas de dinero a diestra y siniestra por cualquier cosa, que mantiene en lo que sería una prisión domiciliaria sin juicio y condena, a decenas de cubanos, dio un discurso donde llama a la reconciliación y al diálogo entre todos

¿De qué material están hechos estos políticos?, ¿Diálogo y reconciliación nacional? Pero si el tipo con que Obrador está comiendo tacos, tomando tequilitas y probablemente jugando video juegos, es el máximo responsable en Cuba de todo lo contrario.

La intervención de Díaz Canel, imaginable. Bloqueo genocida, enemigos que no han dejado avanzar a Cuba, por supuesto, la mención obligatoria de: “como dijo Fidel” y la hoy también obligatoria, quizás recomendada u orientada por su asesor, esa de: “como dijo Raúl” y otro grupo de palabras sin el más mínimo sentido.

La construcción de su discurso es fatal, pero peor es la forma de contarlo. Palabras totalmente leídas sin la más elemental entonación, sin levantar la vista del papel para no delatarse como mentiroso, voz entrecortada, equivocaciones, más cantinfleo, etc. Habría que, dentro del resumen de la CELAC, recomendarle que por lo menos vea la buena película, basada en hechos reales, “The King´s Speech”. **

Entonces en medio de tanta basura, en medio de los mismos políticos que repiten una vez al año los mismos discursos, esos hipócritamente cargados de preocupación, amor, amistad y solidaridad, aparecieron presidentes que le descargaron a Díaz Canel y no siguieron el juego del presidente cubano. Entre ellos alguien diferente, alguien nuevo y no comprometido, alguien aparentemente honesto, en la misma medida que fue capaz de decirle en su cara, lo que muchos pensamos. Muchos somos millones

El presidente de Uruguay, Luis Lacalle, calmado, sereno, mirando a la cara de los presentes, sin leer, sin equivocarse, le dio el tiro de gracia al “puesto a dedo”, cuando le dijo:

“Cuando uno ve que en determinados países no hay una democracia plena, cuando no se respeta la separación de poderes, cuando desde el poder se usa el aparato represor para acallar las protestas, cuando se encarcela en opositores, cuando no se respetan los derechos humanos, nosotros en esta voz tranquila pero firme debemos decir con preocupación que vemos gravemente lo que ocurre en Cuba, en Nicaragua y en Venezuela".

Canel, visiblemente disgustado, improvisa una respuesta, como siempre dirigida a sacar los trapos sucios y le dice al uruguayo que en su país se habían recogido 700 000 firmas para criticar determinadas políticas que se habían tomado con un marcado objetivo neoliberal. No recuerda Canel o es que a lo mejor no lo conoce, el “Proyecto Varela” en Cuba, movimiento cívico que recogió las firmas, 10 000, que se exigían en la constitución vigente para ser atendido y que no sólo se desconoció, sino que provocó que la constitución fuera cambiada en horas y según dicen le costó la vida a su líder el activista político Oswaldo Payá.

Pobrecito Díaz Canel, si su discurso fue malo, con la respuesta al presidente uruguayo, le faltó poco para llorar. Fue algo así como: “Maestra, maestra, Pepito me quitó la merienda” o “Maestra, maestra, Pepito me haló el pelo”.

Lacalle, arremetió:

"El presidente de Cuba utiliza argumentos de mi nación, que obviamente no comparto, y no son ciertos. Sí hay algo que es cierto, que, en mi país, por suerte, la oposición puede juntar firmas. En mi país, por suerte, la oposición tiene resortes democráticos para quejarse. Esa es la gran diferencia con el régimen cubano"

Y para terminar le metió en su misma cara lo que tanto daño le ha hecho a Canel en estos últimos tiempos, nada más y nada menos que un fragmento de esa canción, Patria y Vida, convertida ya en casi un himno dentro de las calles cubanas, cuando le dijo:

"una canción muy linda que, quienes la cantan, se sienten oprimidos por el gobierno".  

Y con una linda entonación, recitó el siguiente fragmento:

"Que no siga corriendo la sangre por querer pensar diferente. ¿Quién les dijo que Cuba es de ustedes, si mi Cuba es de toda mi gente?”

 

  

 * Un Makiwara es un poste semi-rígido para golpear, desarrollado en la isla de Okinawa, Japón, utilizado en el arte marcial del karate tradicional para aprender a dar golpes.

** El discurso del Rey. (2010)

martes, 14 de septiembre de 2021

¿Ciencia e innovación? ¡Que descarado son!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

Las experiencias son la vida. De ahí que muchos de nuestros abuelos, casi analfabetos, eran genios. Cuando pensabas que descubrías algo, ya ellos lo habían experimentado. Cuando incluso no sabías lo que te pasaba, ellos descubrían tu problema y casi seguro te daban una solución. Cualquiera puede pensar que los viejos sufren menos y es que al vivir ya sufrieron y el sufrimiento endurece.

Me gusta contar sobre mis experiencias y no repetir lo que otros me cuentan. Experimento, pruebo, todavía investigo como cuando fui joven. Experimentar es bueno, incluso cuando el resultado no es el que esperamos, porque por lo menos no hay quién te desmienta.

El gobierno cubano se sigue victimizando todos los días. Para esconder sus errores e incapacidades, se inventa enemigos que no lo dejan avanzar. El enemigo puede ser una persona, una idea o una cosa, el asunto es crear en la mente de los cubanos que Cuba es un país agredido, sitiado, bloqueado, perseguido, atacado, etc., desde todos lados y ángulos. ¿Qué cubano no se acuerda de aquello de construir túneles o refugios por toda la isla frente a un inminente ataque del enemigo? Refugios conocidos popularmente como “tumbas populares”

Si en algo ha sido hábil el gobierno cubano, Fidel el más hábil, es en inventarse hechos a reclamar, consignas, marchas, movilizaciones, ejercicios militares, domingos de la defensa donde todos los vecinos jugaban a la guerra con escopetas de palo y las mujeres gordas, vestidas de milicianas, se arrastraban por los jardines para combatir al enemigo que, supuestamente, desfilaría por las calles de Villoldo y Roma, en Víbora Park. Recuerdo a aquellas personas, muchas de ellas, setentonas, esconderse detrás de un rosal o una cerca de malla “perle” practicando la estrategia para atacar al enemigo “yanqui” que venía perdido y seguro drogado cantando algo así como, “we are the campions”.

Da igual cualquier idea para entretener los cerebros de los cubanos: niño encontrado solo en altamar, espías cogidos “infraganti” convertidos en héroes, maestros voluntarios enseñando a firmar a las personas, guerras fuera del territorio nacional, campañas de vacunaciones y guerras contra los mosquitos, cortadera de caña, siembra de café, etc., cualquier cosa es buena para entretener. ¿Qué cubano no recuerda aquello de, “el último reducto, se inmoló junto a la bandera”?

Ahora, por supuesto, todo más complicado por la falta de liderazgo, la falta de resultados económicos y la casi inexistente ayuda internacional, el gobierno vuelve a la fórmula “mágica”: el enemigo. Da igual si son los de siempre, los de afuera, o esa parte del pueblo cubano que salió a las calles a manifestarse y a pedir libertad, que ya no pueden desconocer o esconder.  

Por mentir, Díaz Canel asegura que su gobierno enfrentó el tema COVID con “ciencia e innovación” e inmediatamente sus acólitos se disparan a crear la imagen del terror fuera de Cuba.

Gerardo, el espía, sí, el mismo que recorrió Cuba con la campaña de siembra tu piña por CDR, campaña que como todas otras debe haber fracasado, publica su preocupación por la falta de oxígeno en hospitales norteamericanos e inmediatamente parte de los dobles pensadores repiten que lo de la falta de oxígeno no sólo pasa en Cuba, sino en muchos otros países, incluyendo a los propios Estados Unidos.

¿Falta de oxígeno en Estados Unidos?, ¿De dónde sacan eso? Le voy a contar a Díaz Canel y a Gerardo, lo que seguro ellos saben, pero no dicen al pueblo de Cuba.

Ciencia e Innovación. Hace dos semanas, al llegar a mi trabajo, me entregaron, de gratis, una caja con dos pruebas de COVID, porque debía hacerme una prueba y luego esperar una semana para repetírmela.

La caja contenía dos cápsulas desechables con un líquido adentro, imagino que un reactivo, dos hisopos, esos palillos con algodón en la punta, sellados, dos pruebas y unas instrucciones, para mí asombro, vivo en Nebraska y agrado, también en español, cosa que me hace importante.















Sencillo, tenía que meterme el hisopo en las dos fosas nasales, darle tres vueltas a la derecha, no sé por qué en esa dirección y no en otra y depositarlo en un huequito donde previamente había que haber puesto 6 gotas del líquido suministrado, darle cinco vueltas y esperar 15 minutos sin mover la prueba. Resultado, al cuarto de hora: una raya roja negativo, dos rayas rojas, positivo. Fin de cuento.

No fui a ningún lugar, no necesité ayuda, no fue doloroso, no me costó un centavo. Eso es ciencia e innovación. Repito para aquellos que siempre hablan del alto costo de la medicina y los servicios en Estados Unidos, no pagué absolutamente nada. No soy rico, no soy político, ni militar. No soy hijo de alguien importante. Soy lo que se llama, un simple tipo de pueblo.

Después de mucho averiguar, a veces no es malo, pero puede ser complicado tener mucha información, he decidido vacunarme. ¿Cómo funciona? Iré a la farmacia donde compró mis medicamentos y sacaré un turno para un día y hora específica. Esto lo puedo hacer también por teléfono o por email. Cuando tenga la cita, iré y escogeré la vacuna que me quiero poner, existen tres marcas distintas. Me sentaré, pondré mi brazo derecho y esperaré a una linda técnica que me pinche. Me dejarán sentado media hora para observación. Me despedirán agradablemente y no tendré que pagar nada.

Esto no es una excepción, existen en Lincoln tantas farmacias como bares y bares hay mucho. Incluso dentro de cada supermercado y muchos centros comerciales, los llamados “mall” las hay, pero, además, hay otros cientos de puntos donde se puede uno vacunar. Las acciones son las mismas, cita día acordado, selección de vacuna, poner brazo, pinchazo y observación. Totalmente gratis. Me gustaría decir o repetir qué las farmacias que he visto y visitado en estos 10 años, en diferentes ciudades y estados del país, solo pueden ser comparadas con hoteles 5 estrellas. Esto es ciencia e Innovación.

Conozco la experiencia de una familia cercana a mí, donde todos sus integrantes cogieron COVID al mismo tiempo. Estuvieron los primeros días complicados y luego fueron mejorando poco a poco. El doctor que los atendió, para ayudarlos a mejorar rápidamente, les recomendó un suero, imagino yo, que no sé nada de medicina, qué fue un suero que tenía tres bistecs de carne de res, dos pechugas de pollo, dos o tres bistecs de hígado, algo de pavo, etc.

¿Cómo funcionó esto, porque la idea de un suero es más complicada que vacunarse?

Pues no, no fue más complicado. Teléfono, cita para hora de encuentro, llegada de tres personas a la casa de mis cercanos, dos enfermeros y un paramédico, que vinieron en un carro de esos que parecen y son una sala de terapia intensiva, colocaron a cada una de las personas, sentadas cómodamente en la sala de su casa, un suero, esperaron una hora para posibles reacciones, terminado el proceso despedidas agradables y deseos de recuperación rápida. Todo esto, incluso las sonrisas fueron gratis, o sea, repito para aquellos que les cuesta trabajo entender, esa familia no tuvo que pagar absolutamente nada. Esto es ciencia e Innovación

Mi hija Jennifer trabaja en el hospital central de San Antonio, Texas. Ella atiende casi a diario personas con COVID, además de a otros pacientes con enfermedades mucho más complicada de cualquier edad, desde niños de 1 o 2 semanas de nacidos, hasta personas muy ancianas. Ella no sabe de dónde sale el oxígeno. No está clara si lo producen en el hospital, lo traen en balones o lo bombean desde Alaska. Lo que ella sí sabe es que, en todos los cuartos, en todos los salones, en todos los pisos, en todas las consultas, hay conexión directa con oxígeno las 24 horas del día. Ella confía ciegamente que el oxígeno no falta. Su misión es coger una manguera y meterla en una válvula y en milisegundos, su paciente está recibiendo el preciado y salvador gas. Esto es ciencia e innovación.

Los cubanos están muriendo, pero no mueren por el virus. Ellos están padeciendo más de lo necesario e incluso muriendo por un gobierno fracasado, en quiebras y ruinas. Esto no es nuevo, se veía venir desde hace muchos años. En el caso específico de hospitales el deterioro es más que evidente: destrucción, falta de medicamento, mala atención, los buenos médicos están alquilados o rentados fuera del país y los que quedan en Cuba están cansados, mal atendidos y, muchas veces, imposibilitados a resolver algo.

Recuerdo mis visitas como papá al hospital pediátrico Aballí. Mi doctora amiga, pueden llamarla aún está allí, podía atender entre 100 y 150 niños en una guardia de 24 horas, para lo cual sólo le dejaban planificadamente cinco placas de Rayos X, de las cuales, muchas veces, una o dos estaban vencidas. Mi doctora tenía que ser doctora y además rifar a qué niño le enviaba a hacer un examen de Rayos X. La ambulancia de ese hospital, mi suegra trabajó allí toda su vida, vivía parqueada, mejor tirada, en la parte de atrás del hospital frente a la cafetería, a veces sin gomas, sin parabrisas, sin combustible, a veces imagino sin motor, etc. Mi doctora, muchas veces salió corriendo con un niño en sus brazos y en el primer carro qué le pasaba por al lado, se montaba para trasladar al niño a otro hospital.

Recuerdo el terror con los estetoscopios. Al inicio era una moda llevarlos colgado en el cuello, eso identificaba a los doctores, luego se convirtió en una necesidad. El estetoscopio que olvidabas en una consulta o sobre una mesa, jamás lo volvías a ver, tu compañero médico se apropiaba de él. Recuerdo llegar con uno de los míos, a veces con los dos, con fiebre alta y la enfermera quitármelo de los brazos, sentarlo en una camilla de metal en medio de un cuarto sin ventanas y en pleno invierno cubano, con un jarro de aquellos clásicos de hervir leche, echarle agua sacada de uno de aquellos tanques qué llamamos de 55 galones. Nota. Los estetoscopios están aquí por miles en cualquier farmacia, de diferentes tipos, diferentes marcas, a precios irrisorios, más o menos el mismo de una pizza. Yo que no soy médico he comprado varios para mí y para enviar a Cuba. Eso es ciencia e innovación.

Recuerdo la jeringuilla qué se trababan por estar viejas y mal esterilizada y las agujas de inyectar más bolas que la punta de mis dedos. Recuerdo a los médicos sacar sus propias agujas de los bolsillos de sus batas, para atender a uno u otro niño y esto no fue ayer, ni es por el COVID. El más chico mío hoy, más alto que yo, tiene 30 años.

¿De qué ciencia e innovación habla Díaz Canel? Claro, mientras más grande la mentira, menos pensaran en la verdad. Entonces Cuba no sólo tiene un buen sistema de salud, sino que esa pequeña isla, sin recursos, sin economía, sin dinero, con cada una de las campañas propuestas durante décadas fracasada, es nada más y nada menos, que una potencia médica. ¿Alguien en el gobierno sabrá qué significa ser potencia?

Los cubanos, como nunca antes que yo recuerde, están muriendo, incluyendo niños y mujeres embarazadas. No es el COVID lo que los está matando, es el gobierno y un mal presidente, que, tal parece que, están haciendo un esfuerzo por dejar morir a las personas o no detener sus muertes.

Las personas mueren y el presidente aún no ha pedido disculpas, se hace el que no pasa nada. El presidente no ha visitado un hospital cubano para cubanos. Tiene miedo. Todavía el presidente sigue en la pirofláutica, ahora más que interesado en las redes sociales, sobre todo tratando de lavar su imagen personal.

Todavía no han reconocido su fracaso. Hospitales y policlínicos colapsado frente a hoteles recién construidos en espera de la llegada de los turistas que a lo mejor nunca llegan. Falta de alimentos para el pueblo, frente a actividades llenas de comidas para militares, estímulos con comida a policías, ejército, miembros de la seguridad del estado y del ministerio del interior. Todavía hoy se empeña con sus justificaciones poco entendibles en resolver el problema solo y no pedir a gritos la ayuda internacional. Quieren donaciones como siempre, pero anónimas, sin reconocer que no puede hacer más nada y que lo único que le queda es fracasar y fracasar.

En estos momentos el gobierno y su presidente están más interesados en lo que de ellos se dice, que en hacer algo. Ahora mismo, embargados y todo, se montan un aparataje para conocer que dice y publica cada cubano por su celular dentro de Cuba y que dicen y publican los cubanos de afuera. Aparataje que significa millones de dólares en oficinas, computadoras, electricidad, servidores, conexiones, meriendas y comidas, salarios, etc. y sin embargo no hay dinero para comprar aspirina a China o a los propios Estados Unidos.

Esperando por la solución, muchos del pueblo están muriendo asfixiados por no tener el oxígeno que necesitan. Es ahora cuando, si fuera de verdad lo del gobierno para el pueblo, habría que convertir los cuarteles, los hoteles, las villas de descanso, los lindos cayos, los hospitales y clínicas donde se atienden los generales y ministros y sus familiares tal como si fueran privadas, las casas de protocolo de Siboney, el Palacio de las Convenciones y, si fuera necesario, las mismísimas instalaciones de la Plaza de la Revolución, en hospitales. El Martí que las preside, se pondría contento y sonreiría.

Ahora es cuando habría que dedicar hasta el último dólar para producir oxígeno, nada, exactamente nada, puede ser más importante, sin embargo, el presidente cubano, ahora va a encontrarse con el presidente de México en la tierra azteca, tal como si no estuviera pasando nada en Cuba y todo sabemos lo que cuesta cada uno de estos viajecitos. Ahora el gobierno, a la carrera, después del 11 de julio, está reparando calles y casas, que llevaban 20, 30, 40 años olvidadas.

Mientras esta realidad ocurre todos los días, mientras el pueblo está desesperado y desilusionado, Díaz Canel asegura que su gestión se basa en la ciencia y la innovación. Para respetarles la vida, cosa que a lo mejor ni merecen, deberían renunciar uno detrás del otro y dejar el camino libre, de una vez, a aquellos que pueden responder mejor.

¿Ciencia e innovación? ¡Que descarado son!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

 

lunes, 6 de septiembre de 2021

La Gran Estafa


Recuerdo que cuando joven, visitaba con mucha frecuencia la biblioteca del doctor Martín Landa, abuelo de mis amigos Normita y Robertico, localizada en todo el segundo piso en su casa de Víbora Park. Allí, en aquella especie de santuario al que no accedían muchas personas, tuve la oportunidad de leer muy buenos libros que no se habían vuelto a publicar en Cuba y siempre me llamó la atención un libro que se titulaba “La gran estafa”. Muchas veces lo cogí en mis manos, pero nunca lo llegué a leer, hoy me robo ese título para iniciar este artículo, me parece exactamente lo que estoy buscando.

Sería absurdo, hoy cuando nos estamos poniendo viejos, pasarnos de honesto y fingir que nunca hemos metido. La mentira es parte de la vida y la solución humana. Me arriesgaría a decir que todos mentimos, sobre todo con aquellas pequeñas mentirillas que nos salvan o evitar.

¿Quién no ha fingido un dolor de barriga o cabeza para salir temprano de la escuela?, ¿Quién no ha declarado un malestar pasajero para echarse un día de trabajo?, ¿Quién no ha dado un día una justificación incierta a su pareja, de esas de: se demoró la reunión, se me rompió el carro, tuve que ayudar a Pedro?, ¿Quién no ha cambiado u omitido hechos de su pasado para enfrentar a sus hijos?, ¿Cuántos hemos borrado o incorporado tareas, conocimientos, resultados, en nuestro currículum para conseguir un mejor trabajo?, ¿Quién no ha disminuido la cantidad de alcohol consumido frente a la pregunta de un policía?, ¿Quién no fumó a escondidas siendo muy adolescentes? Hoy el lugar preferido para esas pequeñas mentirillas es Facebook, donde todos aparecemos contentos, bien vestidos, saludables y sobre todo enamorados, tanto que parecemos indios taínos cuyas únicas funciones que tenemos es hacer el amor, jugar a los “Batos”, bailar alrededor del fuego al ritmo de “Areitos” y esperar a que lleguen los españoles para entregarles nuestro oro, nuestras piñas, nuestras yucas y nuestras mujeres. En esa plataforma abundan los mensajes de amor, de esos de yo te amo, tú me amas, yo te amo más, todos nos amamos, yo no podría vivir sin ti, ni yo tampoco podría vivir sin ti, etc. Algunas pequeñas mentirillas que nos ayudan a enfrentar el día.

Creo que de esas pequeñas mentiras nadie se tiene que arrepentir o preocupar. Todos venimos con el pan debajo del brazo y un paquete de mentiras que nos ayudan a crecer en lo que crecemos. El problema es cuando la mentira se hace grande y se convierte en una forma de vida. Cuando la mentira nos sobrepasa. Cuando se hace incontrolable. El problema grande es cuando la pequeña mentira se convierte en “La gran estafa”.

El gobierno cubano ya no miente, agotó su paquete de mentiras en estas últimas décadas, entonces hoy lo que hace es estafar sin vergüenza al pueblo de Cuba. El sueño de aquella revolución luminosa, que incluso por años irradió a muchas personas y a no pocos países del mundo, hoy más que luz es sombra, más que sueño es pesadilla

Al no tener nada que ofrecer para cambiar rápida y radicalmente la situación actual del país, de forma organizada y muy bien planificada, el gobierno, partiendo de su presidente y cada uno de sus integrantes, estafan, repartiendo mentiras y más mentiras, ya sin conexión terrenal alguna.

Hace pocos días, Díaz Canel, presidente del gobierno y secretario general del partido comunista, utilizando para la ocasión como escenario aparentemente casual, pero que todo cubano sabe que muy bien escogido y preparado, a la Unión de Periodistas de Cuba, se reunió con un grupo de periodistas, de esos sordos y mudos, cuya única función era servir de “telón de fondo”, para que Canel pudiera dar, con el discurso cantinflesco e incoherente al que nos tiene acostumbrado su versión de los acontecimientos, cada día con una versión más libre comparada con la realidad. En esa ocasión, además de asegurar que “el bloqueo si ha torturado al pueblo de Cuba. Ha sido una maquinaria de tortura”, definió para aparentar que ha hecho algo, que los “pilares” del trabajo del gobierno desde que lo asumió y luego los del partido comunista en su etapa, son tres:

1.- La comunicación social.

2.- La informatización de la sociedad cubana.

3.- La ciencia y la Innovación.

Si no fuera tan serio, podría escogerse este pasaje para una comedia. ¿Cómo imagino que surgió? También hace unos días, en una super demagógica y vulgar acción populista, Díaz Canel visitó a una santera cubana. Al ser puestas las imágenes por la TV, imagino que el objetivo era ganarse el apoyo de los practicantes de esa, la religión africana de mayor ascendencia en el pueblo cubano.

Seguro frente al altar, el presidente le preguntó a la cubana, _ ¿Madre, que dice la virgen Obatalá? Ella lo miró y le dijo, la virgen me ha dicho que: comuniques que renuncias, que recojas tu celular y laptop para que puedas mantenerte conectado y que te largues en un avión, antes de que te pasen la factura. De ahí, entonces, el presidente debe haber sacado lo que él ha llamado los pilares de su gobierno, el pobre por bruto, no entendió el mensaje de la virgen.

No voy a comentar nada sobre la idea de la comunicación social como un pilar de la revolución, creo que Díaz Canel es un gran desconocedor que ha visto esto en una película o algún amigo se lo ha comentado. No soy experto en el tema, sin embargo, podría escribir un grueso libro sobre lo que significaría establecer estrategias sólidas de comunicación para todo un país. Imagino que Díaz Canel, en su ignorancia, estará hablando del perfeccionamiento de los mensajes que desde el gobierno y el partido habría que comenzar a emitir por todos los medios que ellos controlan absolutamente, de ahí la explicación de por qué la reunión con los periodistas, en su mayoría plegados al gobierno, en su mayoría repetidores de los mensajes huecos y mentirosos. Puedo suponer las frases de Fidel, de Martí, de Hatuey y hasta de la mismísima Virgen de la Caridad del Cobre que se inventarán para que las personas las escuchen y repitan. Creo que a eso llama Díaz Canel comunicación social.

De entrada, este pilar está jodido. Este pilar hará que el gobierno cojee más de lo que hasta ahora cojea. Díaz Canel confunde comunicación con información. El presidente delata su desconocimiento o su estafa consciente cuando supone que lo que debía ser en doble sentido a nivel de sociedad, es y sea, una manada de ideas desorganizadas, irreales y en el mejor de los casos irrealizables en el sentido vertical, o sea, de arriba abajo, con que los cubanos hemos vivido durante estas últimas décadas.

La mejor justificación o respuesta desde siempre, cuando no se puede explicar, cuando no se entiende, cuando alguien demuestra lo absurdo es: “esto viene de arriba”, o sea, no hay nada que hacer para cambiarlo y si somos honestos esto de que todo viene de arriba, fue la forma de dirigir y la de ser dirigidos. Todavía hoy en Cuba, junto con el agua de lluvia y los relámpagos, todo viene diseñado desde arriba.

Yo estoy jodido pero lo que veo es que, desde hace muchos años, Cuba necesita comida, reparación de casas y calles, agua, electricidad, ropa y zapatos, pero además Cuba necesita esperanza, futuro, creer en algo nuevo, pero por si fuera poco los cubanos necesitamos libertad. Ahora, agravado por los virus que existen, Cuba necesita hospitales, médicos, insumos, medicamentos, camas, guantes, máscaras, respiradores, etc.

Ahora, en medio del desastre, dice el presidente bruto que se han creado, como siempre en Cuba, grupos de trabajo, comisiones, equipos de expertos, lo que significa, como siempre, oficinas, carros, gastos, probablemente viajes para ver cómo se hace esto en Japón o Francia, para desarrollar una estrategia completa y abarcadora de comunicación social, cuando en realidad todas esas personas deberían ir urgentemente a trabajar en la agricultura, en la buena tierra cubana el boniato se da cada 6 meses, por lo que antes de que se termine de organizar el plan de trabajo para comenzar a trabajar sobre comunicación, habría boniatos en las casa de los cubanos. Hay boniatos, entonces hay comida: boniatos hervidos, boniatillo, boniatos fritos, pan de boniato, cake de boniatos e imagino que, si se saca vodka de las papas, los cubanos podríamos tener un buen ron de boniato. No se puede hablar de comunicación con hambre, lo que resuelve el problema de la alimentación es el boniato. Cuando hay boniatos, no hay hambre.

¿Informatizar la sociedad cubana?, ¿Pero este tipo sabe que mi nieta Mia, salta de un celular, a un Ipad, de ahí a una PC o un laptop, y de ahí a “Alexa” como si se estuviera tomando un vaso de agua?, ¿Sabe Díaz Canel que Mia lleva un año y medio, solita, asistiendo a clases con participación en grupos de amigos, detrás de la pantalla de su computadora?, ¿Sabe Díaz Canel que con relación al virus, las escuelas primarias entregaron gratuitamente computadoras a aquellos niños que no las tenían para que pudieran conectarse desde sus casas y recibir las clases?

¿Conoce que hoy hasta la más pequeña tienda o el más apartado servicentro tiene una computadora que se conecta a redes y por ahí resuelven los problemas de brindar sus servicios?, ¿Sabe Diaz Canel que en cualquier celular hoy puedes instalar un GPS que se conecta en tiempo real con tres satélites y te va dando metro a metro, milla a milla, la realidad de tu camino mientras manejas, señalando hoteles, restaurantes, cafeterías, gasolineras, centros de recreación y turismo, museos, máximos y mínimos de velocidades, que te dice en dos millas doble a la izquierda, en una milla doble a la izquierda, en media milla doble a la izquierda, y que, cuando estás sobre la izquierda te dice, doble a la izquierda, doble a la izquierda, doble a la izquierda, para luego decirte manténgase a la derecha o manténgase en la ruta por 50 millas, al final cuando llegas casi te dice apague, mire a la derecha, ha llegado a su destino y cuando miras estás frente a la puerta del lugar dónde vas?

¿Ha visto Díaz Canel un hospital por dentro, una sala de terapia intensiva?, ¿Ha visto al menos en video el aeropuerto de New York, de Atlanta, de Houston, de Miamiiiii?, ¿Sabe el presidente de Cuba que hoy un joven militar dispara un cohete desde una computadora, lo envía a miles de millas, lo mete por el hueco de una chimenea o una pequeña ventana y luego en el lugar exacto y al tiempo justo lo hace reventar?, ¿Ha visto el presidente de Cuba un portaaviones o una plataforma petrolera en el medio del océano?, ¿Conoce que hoy más del 90% de lo que los humanos necesitamos o tenemos que resolver, está a la vuelta de un clic en un celular o computadora?, ¿Conocerá que existen plantas o fábricas donde el 95% de la mano de obra son robots, almacenes controlados por computadoras, donde en una pantalla pones tornillo azul, 2 pulgadas y un brazo robotizado, camina, baja, sube, recorre los 400 metros que tiene el almacén y en pocos segundos te deja caer en una bandeja de tu lado el deseado tornillo?

¿Cree el “amigo” que el haber vendido 4 celulares a la población a precios astronómicos, con uno de los servicios más malos y caros del mundo, significa “informatizar la sociedad”? No es mentiroso, no es loco, es estafador.

En aquella reunión con los periodistas de fondo, el presidente aseguro que el COVID se asumió con un sistema de ciencia e innovación y se preguntó: ¿Por qué hay cinco candidatos vacunales en Cuba? Para inmediatamente él mismo responderse: Porque hay un sistema de ciencia e innovación.

Esto es una locura. ¿Cuba tiene más vacunas que cualquier otro país del mundo?, ¿Pero, entonces, porque se comienza a vacunar a la población con una vacuna china?, ¿Están las vacunas cubanas aprobadas por las instituciones que aprueban y reconocen los medicamentos en el mundo?

Ciencia e innovación. ¿Habrá visto Díaz Canel los edificios, los puentes, las carreteras que se construyen?, ¿Conocerá los miles de millones de millones y de millones que se invierten en investigaciones científicas para mejorar la vida?, ¿Conocerá que hoy operan a un feto dentro de la barriga de su mamá?, Sabrá que yo, simple trabajador, puedo acceder desde mi casa a la Biblioteca del Congreso, puedo caminar dentro de las Pirámides de Egipto o visitar la Capilla Sixtina, puedo navegar a cientos de metros debajo de la superficie del mar, repito, sin salir de mi casa?, ¿Conoce la innovación aplicada a la producción de carne de cualquier tipo, a cultivos de cualquier tipo?, ¿Sabe cuántos bombillos regulares se producen anualmente en las fábricas chinas?

La gran estafa. Habla de cosas grandes, promete cosas que las personas no puedan ni tan siquiera imaginar y llevaras a una gran parte a pensar en lo que prometes y olvidar su realidad. Llevaras a muchos a no ver su realidad y comenzar a describir una realidad inalcanzable. Eso te dará tiempo.

Alarcón un día respondió que todo el mundo no podía viajar, porque colapsarían los cielos. Igual respuesta dio el responsable de la telefonía en Cuba, al afirmar que no se podían bajar los precios de los servicios porque todo el mundo hablaría al mismo tiempo por celular y esto colapsaría las líneas. Ahora Díaz Canel asegura en su rocambolesca forma de hablar que: “las redes sociales es un mecanismo de dominación colonial, es un instrumento de colonización, que lo que pretende es que la gente niegue su identidad, para cuando no le quede ningún sentimiento de esencia por su identidad, te lavaron el cerebro”.

El mensaje de esos funcionarios al servicio del poder totalitario es siempre crear la idea del caos, de la destrucción, de lo malo y, por tanto, por eso no lo puedes tener, no puedes aspirarlo, el deseo pasa por manos de la ideología y yo, el padre gobierno, estoy aquí para protegerte. El daño es estructural, tu solo no puedes salvarte, por eso estoy yo aquí.

Lo complejo es que mientras Díaz Canel, el culpable total ahora de todos los males, descargaba el resultado de su borrachera, imagino con whisky escocés, con los periodistas para que su versión le llegara al pueblo, una mujer cubana, de pueblo, de esas llamadas "de a pie", de esas que ya tiene muy poco o nada que perder, publicó el siguiente mensaje en Facebook que aquí reproduzco íntegramente.

Tu podrás concluir.






miércoles, 1 de septiembre de 2021

La gran mentira.

“La mentira impuesta por el partido y todos los archivos, contaban la misma mentira. La mentira pasaba a la historia y se convertía en verdad. Quien controla el pasado, decía la consigna del partido, controla el futuro. Quien controla el presente, controla el pasado y aun así el pasado, a pesar de ser alterable por naturaleza, nunca había sido alterado, lo que era cierto hoy, lo había sido siempre y lo sería hasta el fin de la eternidad. Era muy sencillo, lo único que necesitaba era una interminable serie de victorias sobre tu propia memoria, lo llamaban Control de la Realidad, que en nueva lengua era “Doble Pensar”.

El laberíntico mundo del “Doble Pensar”, saber y no saber, tener plena conciencia de algo que sabes que es verdad y al mismo tiempo contar mentiras cuidadosamente elaboradas.  Mantener a las opiniones, sabiendo que son contradictorias y creer en ambas. Utilizar la lógica en contra de la lógica. Repudiar la moralidad en nombre de la moralidad misma. Creer que la democracia era imposible y que el partido era el garante de la democracia. Olvidar lo que hacía falta, olvidarlo cuando hacía falta otra vez.

La mayor sutileza era inducir conscientemente a la inconsciencia y luego una vez más volverse inconsciente del acto de hipnosis que acababas de realizar, incluso la comprensión del término “Doble Pensar” implicaba el uso del doble pensar”.

 George Orwell. “1984”

 No es bueno hacer comparaciones dicen muchas personas, sobre todo aquellas a las que no les conviene, sin embargo, de forma pública o en silencio, vivimos comparando.

Nos comparamos con nuestro pasado, para descubrir si en el presente estamos mejor o peor, dejó por sentado que sólo los locos luchan por lograr resultados más malos. Comparamos dentro de nuestro presente, miramos a la izquierda y derecha, para vernos y corregir nuestras acciones. Muchas veces he leído que es el ser humano, como animal desarrollado, el único que tiene la capacidad de vivir proyectándose a futuro tomando como base un buen presente. 

Comparamos para comprar, para seleccionar trabajos, diversiones, para seleccionar pareja e incluso para criar a nuestros hijos. Es cierto algunos comparamos más que otros, algunos somos más estudiosos del otro o los otros, pero la gran mayoría comparamos. Muchísimas veces la crítica, la evaluación, la sanción, la defensa y los méritos tienen en la comparación su basamento.

A veces las comparaciones son buenas, queridas, lógicas y productivas, otras son malas, no deseadas, estériles y, no pocas veces, lo suficientemente irreales y absurdas como para ni escucharlas, como, por ejemplo, la histórica, tradicional, conveniente para algunos y repetida comparación entre Estados Unidos o una parte de él y nuestra isla Cuba. Idea - guerra vieja psicológica, muy bien estructurada por los del gobierno cubano, para crear esa gran ficción y mentira con la que muchos crecimos y hoy muchos crecen todavía.

Esto, como es sabido, lo comenzó Fidel Castro, que además de ser un hijo de puta, escondía detrás de su uniforme y esquema de gran líder una personalidad enferma. Recuerdo haberlo visto y escuchado decir que Cuba en muy pocos años produciría tanta carne de res y de tal calidad que todos los norteamericanos viajarían a Cuba interesados en comprarla. ¿Los norteamericanos viajando a Cuba para comprar carne de res? Díganme por favor, ¿Cómo conceptuarlo, hijo de puta consciente, loco con certificado médico o mentiroso profesional? ¿Oh, las tres cosas a la misma vez? Ya me parecía.

Cuba, los cubanos, hemos vivido durante estas últimas seis décadas comparándonos con Estados Unidos, de ahí parte de nuestros daños como pueblo. Daño que lleva a comparar el sistema de educación, el sistema de salud, el deporte, la construcción, la telefonía, la ciencia, la economía, etc., nada más y nada menos que entre una isla del Caribe, contra una de las potencias más ricas y fuertes del mundo, pero además, daño que lleva a creer y repetir que esa pequeña isla tiene algo con lo que pueda competir, como, por ejemplo, la locura de la carne de res.

La idea, no lo digo yo, lo dice Orwell, es una estrategia bien definida de convertir una mentira, muchas veces repetida, en verdad. Es lograr que personas repitan como papagayos esas mentiras, sin pensar en ellas y más, que convirtieran esas mentiras en sus propias verdades.

Comparar a Cuba con Estados Unidos sólo es posible en el cerebro de locos. Es como comparar un elefante con una hormiga, un enorme rascacielos con un bohío, un trapichito para producir un poquito de guarapo, con la producción de la empresa Coca Cola. Es querer comparar físicamente a una anciana de 70 años, con una linda joven nebrasqueña de 24 años, rubia de ojos azules y de las piernas más lindas que puede poseer una mujer. Es como pretender comparar desde el punto de vista tecnológico una nave espacial con un arado tirado por bueyes. Es pretender comparar al Tiburón Blanco o a la bella Orca, con un gusarapo, sólo porque todos viven en el agua. Es querer ponerme a mí a correr con el jamaicano Usain Bolt, propietario de los récords mundiales en 100 metros, 200 metros y 4 por 100 metros por relevo y pretender que éste humilde servidor llegue primero a la meta.

Los cubanos desde hace mucho vivimos dentro del Doble Pensar y una parte de nosotros ha perdido la capacidad de evaluar. La mentira no existe, porque la mentira es la verdad.

Miremos hacia dentro de Cuba olvidando por un momento las comparaciones. ¿Qué pasa?, ¿Qué ha cambiado? Que yo sepa nada, a no ser la elaboración de mentiras.

El pueblo cubano sigue sin medicamentos. Sigue penando para ser atendido en un hospital o los llamados “Centro de Aislamiento” por el COVID. Sigue contagiándose aceleradamente y muriendo. Veo imágenes de una señora acostada debajo de un árbol, en lo que supongo sea el jardín de un hospital y el suero que tiene puesto está colgado de una de las ramas de ese árbol. Veo un cadáver de un cubano trasladado por sus familiares sobre el maletero cerrado de un automóvil Lada. Veo fallecidos en sus casas o en hospitales que pasan 6, 7, 8 o más horas sobre una cama, sin ser recogidos

Veo personas fajándose en hospitales, dando gritos, por falta de medicinas y comida. Veo, por primera vez en mi vida, cementerios colapsados y entierros fuera de los límites de los “campos santos”, en fosas comunes o huecos abiertos a la carrera por retroexcavadoras tal como los que se hacen para los cimientos de las construcciones. Ve visto una caja fúnebre dejada sobre el banco de un cementerio y ni autoridades, ni familiares acompañarla. Veo personas con el virus que, luego de esperar por el resultado de las pruebas 5, 7 días, han recibido la información de que son o están negativos. Veo personas que la información les ha llegado después de fallecidas. Veo personas tomando té de hojas de guayaba, de hojas de naranja, indicados por los médicos como único método o recurso para resistir el virus.

Veo personas contagiarse de COVID a pesar de estar vacunadas tres veces con las súper vacunas que el gobierno se ha cansado de pregonar a los cuatro vientos que tiene. No una o dos, sino cinco vacunas que, como todo y siempre, rompen el récord de posesión de vacunas por países en todo el planeta Tierra. Veo ahora, en silencio como siempre, que parte del pueblo de la gran potencia en salud, comenzará a ser vacunados con una vacuna china, sin que se haya explicado de dónde salió y qué resuelve. ¿Tiene el gobierno las vacunas efectivísimas o no?

Como nunca el pueblo de Cuba pasa hambre, como resultado de un desordenamiento económico que ha jugado con las monedas y las personas, tal como se juega al Parchís, tirando los dados a la suerte y moviendo las fichas en un tablero a lo que digan los dados en cada ocasión. Ordenamiento desordenado que ha tenido que ser reordenado y que espera ser reordenado nuevamente, tal como el cuento de la buena pipa. ¿Quieres que te lo cuente otra vez?

Hambre, si hambre. Las personas hacen colas 8 y 10 horas para poder comprar una botella de aceite, un pomo de pasta de tomate, un paquete de spaghetti. Las personas están pagando en el siempre oportuno y por qué no, revolucionario, mercado negro, tres y cuatro veces el precio real de cualquier alimento. He visto personas sacando, no pescando, ni cazando, sino sacando clarias de un alcantarillado para comérselas, una abuela, muy deteriorada, con una cazuelita con cuatro o cinco mangos como único alimento y otra abuelita con su nieto, lavando tripas de cerdo en un río, con el objetivo de comer tripas con tripas.

Sólo las zonas reconocidas como altamente peligrosas o explosivas, hoy se salvan de los apagones prolongados. Se ha perpetuado la falta de agua potable y aumentan los que se buscan la vida vendiendo agua por la izquierda.

¿Qué pasa?, ¿Qué ha cambiado? Que yo sepa o vea nada, o si, ha cambiado y crecido una cosa: la elaboración de mentiras.

El gobierno cubano, personalmente encabezado como protagónico por su presidente y secretario del partido comunista, a todas luces ha dado la orden de mentir y crear desesperadamente una imagen para el mundo, porque el pueblo cubano no importa, de que todo está bien, de que no pasa nada, de que todo está controlado.

A pesar de los discursos aparentemente amorosos, el gobierno y sus funcionarios de ocasión, defendiendo sus privilegios, odian al pueblo. Entonces cada funcionario se para frente a un micrófono y una cámara a repetir la mentira que le dicen tiene que decir. No importa la realidad, no importa las experiencias que tienen los cubanos dentro de Cuba, porque para ellos, todo está controlado y lo que asusta es que es tan efectivo lo del Control de la Realidad o el Doble Pensar, que una parte del pueblo, viviendo como vive, repite que no pasa nada, que todo está controlado.

Es increíble cómo se puede ver el color negro y decir que es blanco. Es imposible de entender, cómo no sólo creen que sea blanco, sino que tratan de convencer a otros de que ese, el blanco, es el color que se ve, incluso a aquellos que les están demostrando que es negro o que los están manteniendo para que vean el color real. Daño, pienso que irreparable, que sólo tendrá solución con la muerte de cada una de esas personas doble pensadoras.

La gran mentira. He visto a funcionaria del turismo promocionando a Cuba como un lugar seguro para, incluso, pasar el COVID. He visto a alto funcionarios del gobierno, nada más y nada menos que el Primer Ministro, decir que la culpa de que el pueblo esté disgustado la tienen los médicos cubanos. He visto a autoridades de salud pública decir que la población cubana es la responsable del incremento de los contagiados. He leído y escuchado que las cifras de enfermos y muertos no coinciden con la realidad, la idea de informarlas tiene como único objetivo disminuirlas.

He visto al presidente Canel después de los sucesos del 11 de julio, en varias ocasiones, crear y recrear su propia versión de los hechos ocurridos. Según él, lo que salió a la calle fue solo un grupúsculo de personas, todas ellas pagadas y alentadas desde el exterior. Vuelve a repetirse una y mil veces las ideas de los gusanos, los mercenarios, los terroristas y lo que en Cuba se le dice “bloqueo”. Asegura qué no habido exceso de violencia, que no hubo heridos, ni nadie fue detenido injustamente.

Según Díaz Canel lo detenidos están bien y sus familiares conocen sus paraderos, poco le faltó para decir que todos estaban felices, por lo que no existe en Cuba desaparecidos. Reconoce que pudo haber existido algún caso de violencia que aún se está investigando, pero que la violencia de la policía y los militares fue como respuesta a los marchistas qué no fueron tan pacíficos como se dice. Ellos tiraban piedras, los del gobierno respondieron con tiros. Por supuesto, Canel no menciona la recogida de personas y los juicios sumarios con causas inventadas. Eso nunca existió, o sea, nunca estuvo en el pasado. Aseguró también que estaría en las calles luchando, pero nadie lo ha visto. Sus salidas de sus oficinas han sido muy pocas, escogidas y programadas, como, por ejemplo, su visita a una niña uruguaya ingresada en un hospital con COVID, mientras que niños, las mamás embarazadas, viejos, todos cubanos, sin que el presidente o al menos alguien del gobierno, los visite.

Los del gobierno ve los problemas desde sus carros, detrás de los cristales de sus oficinas, en los videos que les proyectan y los informes que les entregan. Los del gobierno tienen miedo de aparecer, a no ser en actos públicos preparados de antemano. Acabo de ver a un funcionario cubanos, en momentos como éste, visitar la inauguración de una heladería.

Y para colmo, como para ponerle la tapa al pomo, recientemente he visto una reunión del mismísimo Presidente con un grupo de periodistas, todos los cubanos sabemos que escogidos, donde una periodista relativamente joven, de esas que de pronto se ponen de moda, dar toda una disertación del papel del periodismo “revolucionario” en Cuba y aseguro sin pudor, categóricamente, que los periodistas estaban obligados a ocultar la mentira dicha por algún funcionario.

La misión, según ella, no es descubrir la verdad, investigarla, sacarla a la luz, aunque le cueste la cabeza a quién le cueste, sino que la misión “sagrada” del periodismo era cortar la entrevista a la hora de editarla, para esconder la mentira. De esa forma se cuidaba la imagen del funcionario en cuestión y del gobierno.

Esto, que no es nada nuevo y pasa en Cuba desde hace décadas, ahora es una estrategia bien definida. La información que van a la televisión, a la radio y los periódicos, es la información que al partido comunista y al gobierno le conviene. La misión de los periodistas, según está periodista, es ocultar la realidad, ocultar los problemas, salvar a los dirigentes escondiendo la realidad. Es crear una realidad de mentira confiada en que se convertirá en verdad en cerebros y bocas de los dobles pensadores. Esa es la imagen que además hay que exportar.

Si antes consideraba que la carrera de periodismo en Cuba era frustrante, a no ser que hablaras de las hormigas rojas de Brasil, hoy a partir de esas declaraciones de una profesional del periodismo, con incluso estudios en Gran Bretaña, me parece totalmente asqueroso. La idea no es sacar al dirigente por su mal trabajo, sino premiarlo ocultando sus mentiras, es la mejor forma de tratar de perpetuar al gobierno, porque desde el presente se construye un pasado y desde el presente se construye al mismo presente.

Díaz Canel, en su actuación protagónica, ha dicho que no sólo dio la orden de reprimir, sino que no se arrepiente de haberla dado. Comprobado que no hay dialogo, que no existe otra salida porque ellos no van a ceder, que la única solución es la fuerza como respuesta a la fuerza que ellos están aplicando a la población civil, entonces no alcanzaran los abogados, fiscales y tribunales para sancionar y los pedazos de pared y pelotones de fusilamiento para los que hay que eliminar. Todo es una cuestión de tiempo.