lunes, 26 de junio de 2023

511.- ¿Qué significa censurar, limitar, separar? La CENSURA es un CRIMEN porque se necesita de ella para esconder la VERDAD.

Esto que parece algo normal, o quizás, a lo que, aunque muchos no adaptados, nos parece común y nos hemos acostumbrados, es sencillamente en mi modesta opinión, sólo comparado, con un CRIMEN, del cual en no pocas ocasiones se queda el censurado, el limitado, el separado, con problemas para toda la vida.

Y lo del problema para la vida, no es la falta de un brazo o el padecimiento del hígado o sencillamente problemas en la vista, cosas que también pueden ser graves, sino, y aunque no se ven a simple vista porque en la mayor parte de las veces no deja huellas físicas, genera un sentimiento que se vincula, por momentos al no entendimiento, al dolor, al odio, quizás, porque somos humanos y debemos ante todo expresar lo que sentimos, a la necesidad o el deseo de venganza. Eso de poner la cara y poner la otra cara y la otra y la otra, no es tan sencillo de conseguir, al menos por dentro.

¿Qué significa ser productor, no importa si de alguna manifestación artística, de boniatos o de sillones de madera?

Pues es sencillamente alguien que dedica su tiempo, en el plano físico y en el plano mental, o sea, de cerebro, para lograr realizar algo, verlo terminado, poderlo usar o facilitar que otros lo usen y disfruten. Esto puede tener una salida económica, o sea, el productor trabaja e invierte para luego vender y no, o sea, el productor produce para él y para regalar a otros. De cualquiera de las dos formas, se invierte para obtener una satisfacción, porque incluso según los conocedores del ser humano, se siente satisfacción mientras se está produciendo. Se siente placer mientras se está tratando de resolver o crear algo.

Estoy precisamente hablando de una tarea y por eso hablo de creación artística o de boniatos, que implica invertir por adelantado muchas horas de pensamiento y trabajos, probablemente dinero y luego tener la suerte de poder ver un producto, sea una creación artística o el boniato, realizado. Se puede pensar que ser escritor o cineasta es muy difícil, entonces propóngase ir a sembrar boniatos y me dirá.

Es cierto, los artistas sienten orgullo por ver su obra terminada, un cuadro, una canción, una película, un libro, un sencillo y corto poema, pero, ¿es que ese orgullo sólo es dedicado a los “profesionales del cerebro”?, ¿No les pasará lo mismo a los campesinos? He visto a campesinos casi llorar al recoger una enorme calabaza o cuando cargan a un chivito para darle la leche en un biberón.

Estudiemos un caso extremo. Imagine la CENSURA llevada al plano práctico. Una mujer ha sido notificada que va a ser mamá. La simple noticia en un porciento muy alto de mujeres hace que, a partir de ese momento, o sea, milisegundos después de enterarse, comiencen a pensar como madres, comiencen a sentir a su hijo que aún no se mueve, comiencen a cuidarse desde todos los ángulos posibles y conocidos y tratar de comprar todo lo que el futuro hijo necesitará hasta que probablemente cumpla los 15 años. Eso que es ser mamá, a los padres no es que no nos pase, pero lo de sentir pataditas, codazos y cabezazos dentro de nuestra barriga, acidez, vómitos, deseos de comernos una caja de pastelitos a las 2:00 am, no nos es frecuente. Los padres asumimos una solidaridad aprendida, pero verdaderamente nos enteramos de que somos papá cuando alguien nos deposita en los brazos al recién llegado. Ser mamá entonces generalmente se disfruta, algunas mujeres dirán, se padece, desde muchos meses antes de parir.

Esa obra que es un simple tema biológico, o sea, el resultado satisfactorio de la unión de un espermatozoide campeón con un cariñoso óvulo es la mejor creación de cualquier productor, que implica, mucho, muchísimo de sentimientos, ilusiones, esperanzas, deseos positivos, etc. Ser madre y padre está más allá de la planificación socialista, tengo dos hijos ya grandes y ninguno de los dos se logró producto de planes quinquenales, incluso puedo decir que no sé exactamente el día y la hora en que el campeón logró llegar al cariñoso. Lo que sí puedo dar fe es del disfrute de mis dos obras.

Entonces cuando todo eso ha pasado y llega el momento decisivo, peligroso, pero hermoso del parto, el médico que recibe o saca al bebé, lo enseña a la madre e inmediatamente por un edicto o circular, nota, decisión o ley, decide quitárselo para que más nunca esa mamá lo vuelva a ver.

Creo, según mi experiencia, que de cada diez madres en este ejemplo, nueve y medio se volverían locas y sufrirían de por vida. De cada diez niños en ese ejemplo, nueve y medio, aunque hayan crecido en otro lugar con todas las condiciones incluyendo el amor, vivirían locos por saber quién fue su madre realmente.

Resulta fácil entonces clasificar de criminales a los médicos y a los inventores de los edictos, circulares, notas, decisiones o leyes que permitan y favorezcan esa actuación, que sigo diciendo es CRIMINAL, pero, y ¿por qué no se ve igual a los que censuran, si es que la censura crea el mismo efecto para un creador, que el efecto de quitarle un hijo a su madre?

Estudiemos otro caso extremo. Imagínense la CENSURA. Has pasado meses de tu vida cuidando una vaca, la has alimentado, en las noches la has entrado a tu casa cubana para que no te la roben o maten y la has puesto a dormir cerca de tu cama, la has inyectado, la has bañado, le has buscado un médico veterinario para cuando ha estado enfermita, le has conseguido el mejor toro semental para preñarla, pero permitiéndole que disfrute, la has cuidado en el embarazo y le has hecho un parto para lograr una saludable descendencia, pero llegado el momento, tú con hambre o ganas de comerte un bistec, no la puedes sacrificar, porque por un edicto o circular, nota, decisión o ley, que inventó un no sé quién, que no sabe nada de vacas, menos de tu vaca, la res no es tuya, no la puedes comer, no la puedes vender, no la puedes regalar, incluso para enterrarla, siempre que muera de muerte natural, tienes que buscar a un burócrata que certifique que la vaca ha sido enterrada entera.

Les cuento mi historia, que es la mejor forma de saber lo que significa haber sido censurado, al menos una vez y es lo que justifica tanta identificación con eso que pasa aún, que viene pasando en Cuba desde el mismísimo 1959 y que volverá a pasar y volverá a pasar bajo el esquema que hoy existe. Lo otro, las reuniones para planificar otras reuniones, las promesas de que se elevará y de que los de arriba van a mirar y entender a los de abajo, es mentira. Los de arriba, al menos los que yo conozco, por lo general, han estado siempre, defendiendo su silla, su auto con gasolina, sus viajes al extranjero, sus comidas autorizadas con extranjeros fuera y dentro de Cuba y los de abajo sólo han servido para discursos populistas.

En mi caso puedo decir que, aunque no con vacas, me ha ocurrido varias veces, no obstante, sólo me referiré a la más antigua e importante, quizás la más dolorosa, por mi juventud y, sobre todo, pienso yo, mi poca experiencia en estos temas en el plano personal por aquellos años. Muchos cuentos había yo escuchado, muchas historias conocía, ya dije por algún lugar que desde muy joven tuve serios problemas ideológicos, pero aunque siempre las creí, como se puede entender, una cosa es hablar del Diablo, otra es verlo venir, como dice el viejo refrán, a lo que puedo agregar que es bien diferente a tener el Diablo frente a ti.

Puedo asegurar que fui un estudiante no muy disciplinado con muchos “problemas ideológicos”, pero con buen rendimiento académico, no porque fui genio, sino porque mucho me gustó lo que estudié.

Para graduarme hice una tesis de grado sobre un tema antes no tratado a profundidad por la historiografía cubana, a pesar de que estaba inmerso en la Guerra de Independencia de 1895. Sin alargar la historia, lo que posibilita no hablar muy bien de mí mismo, el trabajo de muchos meses junto a uno de los mejores tutores que un estudiante puede tener, tutor no para que me hiciera el trabajo, sino para discutir y discutir mucho sobre historia, para aprender e incluso enseñar, mi trabajo fue evaluado de 5 puntos, máxima calificación, por un tribunal altamente calificado de profesores e historiadores cubanos. El trabajo, o sea, yo, ganó un premio en la jornada científica de mi facultad, lo que da orgullo a cualquier estudiante y fue recomendado para publicarse en cualquier revista o compendio nacional e internacional que tratara sobre historia.

No puedo mentir, disfruté mucho mi tesis mientras la hacía, más disfruté la amistad con mi tutor, que me llevó a pasarme horas y más horas, noches y más noches de visitas incluso familiares donde discutíamos sobre historia de Cuba y por supuesto que disfruté enormemente mi calificación, el premio y la recomendación para publicación, fue un buen cierre a el esfuerzo de 5 años de estudio. Mi tutor terminó reconociendo en público y por escrito lo mucho que yo lo había hecho estudiar para los intercambios. Documento que aún tengo guardado como una joya, porque de eso se trata la satisfacción.

Comencé a trabajar en un lugar importante por aquellos años dentro de la cultura e historia cubanas, donde se estimulaba la creación, entonces, yo, dinámico, enamorado, inteligente y quizás un poco, lo que otros llamarán autosuficiente para demeritar la suficiencia, me dispuse a publicar como primer paso, mi tesis. Cambié en los capítulos el formato académico, los convertí en ensayos y por recomendación, me dirigí a la Biblioteca Nacional “José Martí”, que por aquellos años tenía una revista muy prestigiosa. Llevaba buenos avales, primero, como estudiante, segundo, el conocer que mi tesis era consultada por otros especialistas e investigadores, quizás medio en secreto porque en Cuba muchos “altos profesionales”, al menos en ese giro, gustan de copiar, plagiar, pero no mencionar, menos a un recién graduado, pero mi obra era consultada y tercero, el lugar donde trabajaba en aquel momento que servía en Cuba como un pasaporte que autorizaba a viajar sin mucha oposición por los campos de la historia.

Entregué mi primer artículo a un especialista muy interesado en publicarlo y me fui a mi casa feliz. Colocaría mi primer artículo en una revista de primera línea. Me haría famoso a los 24 años. Eso pensé yo, mientras sentía la satisfacción en mi interior, incluso sólo con haber entregado los papeles.

A los pocos días, el mismísimo director de la revista me citó a su oficina, no menciono el nombre porque no lo recuerdo, sino lo haría en letras mayúsculas. Después de la bienvenida hipócrita, de esas que quieren aparentar que no pasa nada y nada es personal, el señor abrió mi artículo y yo comencé a ver párrafos marcados en amarillo, lo que me dijo, siendo yo conocedor de cómo se mueve el tema, que había problemas.

En efecto, el señor me dijo que no podía publicar mi artículo de la forma en que estaba, los párrafos señalados eran interpretaciones e historias sobre Maceo y su actuación en la guerra del 95, que no coincidían con la versión oficial que se conocía.

Ya pueden imaginar, palabras, pequeñas discusiones donde yo defendía mis ideas, pues estaban avaladas por documentos reales. Entonces el señor cedió y me propuso hacerme un favor, podría publicarme el artículo si yo omitía o cambiaba los párrafos, porque entre otras cosas había sido el año donde Fidel Castro había definido, a su capricho, que el futuro de Cuba sería un “eterno Baraguá”. Entonces, bajo su muy cuidadosa acción para mantener su silla de director, él no podía permitir que se publicara algo que pretendiera cuestionar a la figura de Antonio Maceo. En Cuba que es un país donde la historia es sólo un arma de la política, o sea, no es una ciencia, todo esto es posible.

Más discusiones infértiles, pero yo era muy joven, tratando de explicarle al señor, de que si omitía o cambiaba los párrafos estaba cambiando la historia de Cuba, lo que me parecía muy complicado y peligroso. El señor me miró, quizás por dentro se dijo que yo tenía razón, pero su silla era más importante. Como venganza, le dije que él no era un profesional, que no era un historiador y que la verdadera historia de nuestro país le importaba un carajo, que no era más que un funcionario político dedicado a censurar. Me levanté y me fui con mi artículo debajo del brazo. El señor sonrió, lo que al final me puso más furioso. Era el poder por el poder. Era aplastarte porque tú no significas nada. Yo, como venganza, publiqué el artículo fuera de Cuba, lo que no sirvió de mucho, porque mi objetivo era darlo a conocer en mi país, dentro de mi especialidad, para que otros lo utilizaran, lo profundizaran, lo criticaran, para que sirviera para empezar a organizar nuestra historia mal contada. Era muy joven en aquel momento.

Esa frustración aun a mis 60 años la recuerdo. Trabajé mucho en aquel proyecto, sentí mucho orgullo sólo con la idea de poder publicar un artículo de gratis, porque por aquellos años no se recibía dinero por las publicaciones, había soñado con ver mi nombre en una revista, había soñado con enseñarla a amigos y familiares, había, como bien dice la teoría, comenzado a disfrutar mientras trabajaba, antes incluso del resultado.

La censura, es un CRIMEN, no es sólo un evento aislado, no es algo que pasa sin consecuencias, no es algo que tenga que ver con lo administrativo, o sencillamente nada personal, significa arruinarle la vida a alguien que ha soñado, que se ha esforzado, que ha invertido tiempo, recursos, que ha dejado de dormir, al menos por un momento determinado. Es destruir un orgullo.

Es un CRIMEN que no tiene justificación y no la tendrá, porque incluso en muchos casos la censura sólo responde, sin análisis, a cuidar sillas, puestos mal ganados u ocupados a sabiendas que no pertenecen. La CENSURA muchas veces incluye el odio, la envidia, la ignorancia, la revancha vestidas o disfrazadas de “revolución”.

Sería mejor, más honesto, más ético, que se prohibiera producir, que se dijera, no se puede escribir, no se puede filmar, no se puede crear, ABSOLUTAMENTE NADA y entonces las personas sabrían a qué abstenerse. Sería mejor dejar definido que se vive bajo un TOTALITARISMO BRUTAL, al gobierno norcoreano no le importa lo que otros piensen y entonces la creación de cualquier tipo está prohibida. Sería mejor decir que sólo se puede escribir, filmar, hablar, mover, cultivar, acumular, sobre las piedras, las nubes, etc., sin que esto lleve implícito alguna valoración, sólo pura descripción tonta e ingenua. Aunque pueda parecer mentira, en Cuba muchos han llegado así a la fama, a la buena vida, al poder.

Pero entonces aparecería o mejor se haría evidente la gran contradicción, porque el gobierno necesita mostrar, sobre todo al exterior, que es moderno, que es democrático, que está a favor de la creación individual, que respeta. El gobierno necesita reconocimiento, necesita de premios, necesita mostrar, aunque sea mentira, sus valores y competir. Necesita mostrar a pura conveniencia que algunos lo apoyan.

Pero inmediatamente que esta creación sucede y simplemente roza con los intereses de algunos, sobre todo para el interior, es más fácil reprimir, denigrar, limitar, esconder, censurar, que analizar y encontrar un espacio para todos los criterios. Es más fácil agredir, tratar de desmoralizar con historias sin basamento e incluso inventos, formar un espectáculo de esos que se dicen que son la respuesta popular no programada y espontánea. A sabiendas de que el poder siempre cuenta con un grupo preparado para formar el espectáculo, entre otras cosas, por el mero entretenimiento. Todavía hoy hay planteamientos de, “compañeros, tenemos que dar un voto de confianza”.

Sobre esto, existen millones de ejemplos en Cuba, por donde han pasado empresarios, políticos, deportistas, intelectuales, investigadores, bodegueros, albañiles, cederistas todos. Hay muchos casos famosos de censura a los que no me voy a referir. Hay miles de historias inventadas para tratar de demeritar a alguien, lo que ha dividido a los cubanos entre los que son oficialistas y aceptados mientras son utilizables y los prohibidos y censurados.

Recuerdo un caso hasta cómico, por no decir muy triste. Hace muchos años un deportista cubano, campeón en levantamiento de pesas, no sé ahora en que división, si mal no recuerdo de apellido Urrutia, quizás los que siguen este deporte conozcan más sobre él. El campeón reconocido, homenajeado, multi premiado, poseedor de varios récords y paseado por toda Cuba, un día, cansado, decidió “abandonar el barco”. Inmediatamente se desplegó una batalla unidireccional para demeritarlo, burlarse, quitarle los méritos e incluso borrar los récords que tenía en los libros de historia del deporte revolucionario. Programas de televisión con funcionarios ofendidos que pedían sangre. Hasta ahí nada nuevo. Pero lo más tragicómico, ridículo, fue que se dijo que el deportista tenía influencias burguesas porque su abuela, lean bien, su abuela, había sido propietaria de un cine en Pinar del Río antes del triunfo de la revolución. Los premios obtenidos desaparecieron, jamás ese deportista existió y la culpa la tuvo su abuela. Esto no es serio, pero eso ha permitido a muchos vivir gracias a sus posiciones de funcionarios “confiables”. ¿Se podría hacer una lista de estos casos? Creo que no, sería extremadamente larga. Creo que nunca tendríamos la satisfacción de verla terminada.

La CENSURA siempre ha existido porque se necesita de ella para ESCONDER la VERDAD.

 

 

 

 

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miércoles, 21 de junio de 2023

510.- Yo también tengo "Derecho a Replica" junto a Ian Padrón

No soy cineasta, no soy periodista, soy simplemente cubano y como tal me creo y me doy el derecho a opinar sobre los recientes acontecimientos ocurridos con el documental de Juan Pin Vilar y sobre la reunión de cineastas que “democráticamente” se unieron para quejarse y redactar un documento “democrático” que deberá exigir que se respete la obra y más allá de ella, la idea de un creador cubano.

Esto, a mí con 60 años hoy, de los cuales estudié, trabajé y viví en Cuba 44 años, me parece increíble, irrisorio, alocado, desleal, irrespetuoso, pero además demagogo y por qué no, oportunista.

Podría parecer que es la primera vez que en Cuba se censura, se aparta, de limita, se discrimina, se estigmatiza a un poeta, un pintor, un cineasta, pero además a un cubano fuera cual fuera su especialidad, profesión u oficio, incluido lo de vago habitual, revendedor, negociante del mercado negro, en fin, un “luchador” cubano, profesiones que han sobrevivido y muchas veces vivido muy bien en estas últimas seis décadas.

Me resulta increíble y me apena tener que recordarles a los cineastas reunidos, a los que asumo como preparados académica y culturalmente, que en Cuba se reprime, se aparta, se limita, se censura desde el mismísimo triunfo de la revolución en 1959. Idea bien concebida por Fidel Castro y respaldada en el mundo intelectual por un grupo de “creadores” llamados revolucionarios. ¿Ustedes cineastas cubanos vivieron en la misma Cuba que yo o es que todos y todas llegaron ayer de Marte?

¿Se les olvidó a esos cineastas reunidos que la revolución casi desaparece el Ballet Nacional de Cuba por considerarlo una “manada” de homosexuales, putas, chismosos y chismosas, en un país que sólo necesitaba obreros repetidores?, ¿Se les olvidó a esos cineastas la existencia de la UMAP, lugar para sancionar, ocultar, apartar y reeducar a muchos, entre ellos poetas, cantantes, etc., cuya existencia fue considerada peligrosa para la sociedad?, Por sólo hablar de cultura, ¿Qué paso en aquellos años con la gloria Pablo Milanés, con el diputado Silvio Rodríguez, con el compositor y cantante Mike Porcel, con Pedro Luis Ferrer y otros casi cientos de otros.

Por ejemplo: ¿Qué sabemos los cubanos estudiosos, porque los no estudiosos no contaron nunca, sobre, nada más y nada menos que Dulce Ma Loynaz o Lezama Lima?, ¿Por qué en las escuelas, ni tan siquiera en las universidades, no se habla del poeta Reynaldo Arenas o del gran Levi Marrero dueño de una de las más grandes y profundas historias de Cuba o de la inigualable Lydia Cabrera, dueña de las obras más importantes sobre la presencia e influencia africana en Cuba, sobre todo, estos dos últimos muy consultados y plagiados en secretos por los intelectuales reconocidos por el poder en Cuba.

Los ejemplos dan para escribir una enciclopedia, pero no es de extrañar, porque, reconocidos cineastas, estamos en presencia de un país donde los medios de información, todos, sin excepción, fueron dominados desde los mismos inicios por el gobierno, por lo que todos ellos se convirtieron en repetidores de las decisiones e ideas que emanaban en Cuba de arriba hacia abajo, donde arriba tuvo por décadas un solo nombre y los de abajo a nadie les importó.

Juan Pin Vilar y sus obras, puede ser el caso 65 789 de las censuras en Cuba o el 350 745 da igual. Cuba es un país donde la actual persona que ocupa la presidencia ha declarado hace muy pocas semanas que censuraría, que no le importaba lo que dijeran, porque al final todo el mundo censura. ¿Esa posición de la máxima figura y su “combo” da pie a la diversidad?

Esa ha sido la política desde siempre, disfrazada de pueblo., Esa ha sido la tendencia desde siempre, arropada con piel de cordero. Al poder, llámese revolución, partido, socialismo, etc., sólo le ha importado mantenerse en el poder y si para eso, hay que aplastar, encarcelar, sancionar, hundir, tumbar, pues así sea. ¿Al mismísimo Fidel Castro le gustaban los intelectuales? Bueno, era amigo de García Márquez, casualmente no cubano.

Pero, además, ¿los cineastas “democráticos” se pueden creer un grupo elegido por ellos mismos al que hay que respetar, considerar, tener en cuenta, etc.? Creo que se equivocan o sobreestiman sus diferentes funciones y creaciones.

Ustedes, cubanos, profesionales, grandes creadores de cultura, los que son buenos, porque también hemos convivido con mediocres y malos creadores, que muchas veces, por increíble que parezca, han ocupado los puestos de dirección y han hecho y deshecho a su antojo, viven en un país que durante décadas prohibió la entrada de los nacionales a los hoteles, que supuestamente eran del pueblo, que se acostumbró o al menos se acomodó a que le pasaran guaguas enteras de turistas extranjeros por delante en una cola, por ejemplo, en Coppelia, que también era del pueblo. Ustedes viven en un lugar donde un por ciento muy alto de la población no posee la moneda para comprar en una tienda, porque desde hace décadas, los inventos para mantenerse en el poder, se obligó nada más y nada menos que a poseer dólares americanos para comprar hasta unas galleticas de dulce. Complicado de entender, primero el dólar es la moneda de nuestro enemigo jurado, es su mejor y más estable símbolo, segundo, las tiendas y los productos dentro de ellas, eran, según dice la teoría, del pueblo.

¿De qué derecho, de qué democracia, de qué reconocimiento a la idea y obra hablan ustedes creadores “democráticos”?, ¿Será que ustedes están por encima, digamos de los religiosos, que tuvieron que esconder sus creencias, disfrazarlas, transformarlas por miedo no a la censura, sino al casi destierro interno?, ¿Qué pasó en Cuba con todos los músicos, actores, escritores, periodistas que un día decidieron vivir en otro lugar fuera de Cuba? Yo no sé ustedes qué piensan, pero en realidad, después de haberlos desprestigiarlos a todos, pues los borraron. Esos nunca existieron. Así ha sido Cuba desde el 1959. Los cubanos hemos sido un pueblo adaptado a leer libros prohibidos, a escuchar música prohibida, a ver películas prohibidas, a considerar un jean o pitusa, el largo del cabello e incluso una goma de mascar como un problema ideológico.

¿Con todo respeto, será que llegaron ayer de Marte? La censura cineastas, comenzó en la propia familia, donde no se dejó hablar, donde no se escuchó. La censura comenzó en los centros de trabajos y estudios, donde se trató de imponer una idea y por falta de argumentos, siempre se terminó considerando que tal o más cual marco no era propicio para escuchar, dejar hablar, debatir, etc. ¿Qué significaba el marco propicio?

¿De verdad, cineastas, se creen ustedes un grupo selecto fuera de estas actuaciones, al que el gobierno de turno tiene que respetar y considerar? Creo que sobre valoran sus realizaciones. Si quieren tener éxitos, si quieren ir a festivales, si quieren incluso obtener beneficios, pues hagan películas apologistas, que narren la grandeza del sistema llamado socialista cubano, hagan documentales sobre lo que se ha avanzado en la agricultura, lo que se ha logrado en las construcciones y serán bendecidos, como dicen en Miami. Nadie les creerá, pero serán llevados a la TV como grandes realizadores. Intentar mostrar la realidad cubana siempre ha sido casi un delito, porque las autoridades del ICAIC, de Cultura, de la Salud, de la Educación, de la Agricultura necesitan de la mentira y han hecho de la mentira su verdadero contenido de trabajo. Ustedes, a no ser que no se hallan dado cuenta, cosa que puede ser, el mundo está lleno de personas que vive en el éter, viven en un país donde desde el gobierno se dice: “Cuba Avanza”, pero paralelamente los cubanos expertos en emigrar siguen saliendo por mar y por las selvas de forma desesperada.

Es una pena lo que pasa, claro que es una pena, pero ese documento, esa carta y esa reunión democrática, no va a resolver el problema de los cineastas, porque no es un problema del cine, es un problema sistémico, es un problema de una política que se estableció hace muchos años, de la cual algunos todavía son “continuidad”. No podrán resolver nada, en un país donde por portar un pedazo de papel o cartón que dice Libertad, incluso que está en blanco, se sanciona a privación de libertad. ¿Tienen ustedes más derechos a contar sus historias que las Damas de Blanco?

Ayer fue Pin Vilar y su entrevistado, el gran Fito Páez, hoy fue Ian Padrón, también realizador cubano, reprimido, censurado, atacado físicamente, el cual ha vuelto a ser reprimido y atacado por sus llamados compañeros de trabajo u oficio, al que no han dejado hablar porque lo que iba a decir era un problema personal.

Y les pregunto, ¿qué no es un problema personal?, ¿El cine se trata de piedras que caen desde la atmosfera o agua de mar que entra por las costas? En cine todo es personal, los creadores, los temas, el público, las decisiones, las acciones. Tendrían que revisar sus conceptos, si es personal, la represión y la censura, los reprimidos y los censurados, tienen detrás a seres humanos.  

Si es personal el premio o el fracaso, la risa o el llanto, el bochorno o la gloria. Ustedes estimados creadores, no están por encima de nadie en Cuba, no tienen o tendrán leyes o consideraciones especiales, es difícil de procesar, lo sé, pero ustedes viven en el mismísimo país que viven el resto de los cubanos.

Quieren o me permiten que les dé una recomendación sincera, reúnanse de nuevo, sean honestos con ustedes mismos y, sobre todo, busquen mecanismos que unan a todos los creadores de cine, no para hablar de cine, sino de Cuba. Si quieren hacer cine honesto, si quieren hacer cine sobre la realidad, hablen de Cuba y propónganse resolver primero el problema macro. No esperen a que les pisen en callo para escribir una carta de incomodidad y por favor, reúnanse para pedir disculpas a Ian Padrón, por lo menos ahora.

Esa persona que dijo: _ no lo dejes hablar porque nos va a dividir, además de ser un tarado mental, me disculpo con los muy susceptibles, no puede ser “demócrata”. Es, él solo, la mejor muestra de lo que es hoy Cuba. Y a él específicamente le preguntaría, ¿están unidos o reunidos?

 

 

 

 

viernes, 16 de junio de 2023

509.- La conveniente ingenuidad y poca preparación de los comunistas cubanos.

Tengo 60 años, edad donde ya no se es joven, pero tampoco se es viejo o, al menos, todavía no se quiere asumir que se es viejo. Edad donde se comienza a ver el futuro final más cerca, lo que hace que, en mi caso, me sume al criterio de mi amigo Ruso de que el “futuro es hoy” y al mismo tiempo el pasado cada día va quedando más en el pasado.

Entonces esa condición me hace pensar todos los días e ir llegando a determinadas conclusiones, ya muy difíciles de cambiar. Es esto lo que me permite caer en el título y contenido de este escrito, por lo que trataré de hablar o mejor, escribir como si hablara, sobre algo que vivo todos los días y de lo que estoy convencido.

Si algo alguien nos dijo, nos creímos y comenzamos a repetir, sin mucho de real, es que los cubanos, sobre todo los profesionales, somos un selecto grupo de personas extremadamente bien preparadas y conocedoras sobre todo de la realidad mundial, al punto de poder debatir, definir y concluir sobre cualquier tema. Esto es absolutamente incierto.

El chovinismo impuesto como leche de pecho y a decir verdad auto consumido sobre nosotros mismos, nos ha hecho engordar durante décadas. Los cubanos somos tal cosa y somos más cuál cosa, sobre todo todas las cosas buenas y eso es precisamente lo que explica muchas de nuestras formas e impedimentos, por ejemplo, creo yo, nuestra incapacidad de unirnos, porque en realidad nunca hemos sido muy unidos y no hemos sido muy unidos porque todos somos líderes, jefes carentes de seguidores. Como dice el viejo refrán, a veces cierto, somos fácil de reunir, pero unirnos es más complicado de conseguir, claro mientras la cerveza esta fría, la cerveza fría cualquiera la toma.

Nos hemos creado y recreado una imagen de nosotros mismos, que nos hace compararnos constantemente con el resto del mundo y nos hace salir en nuestras mentes al menos, satisfactorios y vencedores. Seamos sinceros, cuando miramos al lado, nos vemos no sólo diferentes, sino superiores.

Volviendo a la conveniente ingenuidad, más que eso lo que tenemos hoy es el conveniente desconocimiento de, ya no la realidad mundial, sino de la propia realidad cubana que decimos vivimos.

Converso con frecuencia con personas que dicen haber sido comunistas, que dicen haber hecho mucho por construir en Cuba aquella sociedad perfecta, moderna, nueva, salvadora, que generaría a golpes de satisfacción aquel también propuesto hombre nuevo, hombre consciente, solidario y sobre todo preparado como ningún otro a nivel mundial y lo que detecto en todos o en casi todos,  es el inmenso desconocimiento ya no sólo de la realidad de, por ejemplo, Egipto o los mismos Estados Unidos, por años esté último, plan de estudio de casi todos los cubanos, sino el inmenso desconocimiento de la realidad en Cuba, más allá de su estrecha función de trabajo y las dos o tres cuadras que caminaban para acceder a la parada de la guagua, la bodega, la farmacia y, quizás, la visita a la casa de un amigo o vecino.

Esa enorme cantidad de personas, donde se encuentran, entre otro, nuestros padres, fueron enamorados con discursos sin bases, pero muy calurosos y efusivos, cosa evidente que nos gusta y con ese enamoramiento les quitaron, algunos se dejaron quitar a conciencia, su capacidad de investigar más allá de lo que se decía, de comprobar por sí mismos, de contrastar lo que se decía con la realidad que se vivía, etc. Ese grupo, que no fue pequeño al principio, se dedicó gustosamente a escuchar y repetir exactamente lo que escuchaban, sin la mínima idea de por lo menos, ver si era verdad lo dicho o si existían además de lo dicho otras versiones, otras posibilidades, otras opciones y posturas, o sea, la existencia de otra realidad.

La verdadera formación “profesional” de los cubanos es que nos encantamos con repetir y repetir hasta las más mínimas o las más absurdas ideas sin pensar y esa es precisamente la razón del por qué esa continuidad necesitada y casi en discursos garantizada, falló. Muchos de los hijos de esos cubanos escuchas y repetidores, inmediatamente que comenzamos a pensar, la primera contradicción no fue con la verdad, sino con nuestros padres, maestros, vecinos, etc.

Puede resultar increíble pero los primeros opositores fuimos los hijos y nietos de los más abnegados revolucionarios. Y no es que fuéramos muy opositores a conciencia y formación, sólo es que fuimos más reales, caminamos más allá de nuestros vecindarios, observamos, preguntamos, comparamos, en un mundo donde una música, el largo del cabello, un determinado pantalón, un libro, una película e incluso una goma de mascar tomaron categorías ideológicas por las cuales se estigmatizó a las personas.

A mí me sigue pareciendo un problema o al menos tratar de entender el problema, esos comunistas de antes, hoy más allá de repetir ideas, no pueden hablar prácticamente de la realidad cubana porque no la conocen. Es cierto no tuvieron acceso porque las fuentes de información estaban monopolizadas por el gobierno, porque la diversidad de pensamiento fue criticada y la contradicción fue sancionada de todos los modos posibles, partiendo desde una crítica por tus compañeritos de escuela en aquellas reuniones absurdas donde niños de 11, 12 años se paraban a criticar y evaluar a su compañero de aula, quizás al compañero que compartía con ellos la merienda, le hacía o ayudaba a hacer las tareas o les dictaba las respuestas en las pruebas, pasando por perder trabajos y estudios o la marginación en el lugar donde se vivía, hasta la injustificada pérdida de la libertad en calabozos y cárceles donde se coincidía con delincuentes y criminales por el único delito de pensar y expresar un pensamiento que intentaba llamar la atención sobre algo que rompía con lo que todos, al menos en apariencia, aceptaban. No estuvieron informados, a pesar del monopolio, porque no quisieron informarse.

Esos que defendían e incluso aún defienden el “socialismo” cubano, en realidad, tan dedicados a trabajar y a estudiar para luego repetir las palabras que otros decían, hoy están como recién nacidos, sobre todo en el campo de la información e ideas.

Sobre el mundo exterior conocen muy poco, en realidad en la práctica no tienen ni los más mínimos elementos sólidos para entender lo que pasa, más, por razones obvias, cuando logran salir de Cuba tienen un atraso de siglos con relación al modo de vida moderno. 

La incapacidad no es sólo en temas súper tecnológicos, en súper procesos bancarios, etc., sino que se manifiesta a la hora de abrir una simple llave de agua, comprar a través de un medio electrónico, subirse en una guagua, cambiar un canal de televisión sin tener que despegar la nalga del asiento, etc. Diferencias de la modernidad que no conocían porque les fue más fácil repetir lo de la caída inminente del sistema que antecede al que ellos estaban construyendo. Diferencia con la simple modernidad que sólo es explicable a partir de un encierro y distanciamiento total como en la novela “El señor de las moscas” de William Golding, que evidencia cómo individuos modernos y desarrollados culturalmente, en condiciones adversas pueden llegar a un estado de violencia, irracionalidad y salvajismo.

Eso pasó en Cuba, cuando ser educado, culto, por encima de cualquier profesión incluso, llegó a mirarse mal, se consideró un rezago de la sociedad pasada. Cuba no necesitaba cultos, la revolución necesitaba obreros incultos y manejables, dispuestos a repetir. Y esto que puede parecer exagerado de mí parte, es no sólo real, sino muestras de una enfermedad. Miren este ejemplo. Hace poco he compartido ideas con una joven cubana, según ella, graduada de un doctorado sobre ciencias políticas en una universidad canadiense y de una filiación ideológica, según ella viviendo en Canadá, revolucionaria, comunista y fidelista y al yo tratarla de señora X, me he respondido disgustada, hoy en el 2023, que le diga compañera X, porque lo de señora es un término capitalista. Hasta allí llega la enfermedad.

Luego a ese “selecto” grupo sobre el cuál trato de hablar, no le interesó conocer Cuba, no le interesó caminar para ver cómo realmente se vivía, no le interesó reconocer los problemas y grandes diferencias, les fue más fácil repetir y repetir. Les fue más fácil tratar de que el otro no hablara, de que el otro no se quejara, lo que resultó muy fácil porque desde el mismísimo poder se estimuló esa forma de hacer. La mejor respuesta fue siempre, eso no pasa, es una invención del enemigo.

Entonces ese grupo “selecto” hoy está descubriendo a Cuba, viendo videos en YouTube y siguiendo a algunos de los “influencer”, aunque todavía dudando de lo que están viendo sea real, porque según sus defensas, esa Cuba nunca la vieron antes y de esa forma tratan de justificar sus vidas, o sea, yo no lo vi, entonces no existió o no existe, cuando en realidad, lo que pasó fue que esa realidad no la quisieron ver nunca. Sus funciones no eran ver, eran convencer a otros de que no vieran, de que no dijeran y siempre tuvieron como herramienta el arma teórica invisible de una realidad que la mayor parte no vivía.

Así hemos vivido de campañas, mientras menos teníamos, más decían que teníamos, mientras más mal estábamos, mejor decían que nos iba. Así vencimos guerra, alfabetizamos, ganamos batallas económicas y sociales, etc. Así hemos vencido una y mil veces al “imperialismo yanqui”, mientras se nos olvidó o no queremos ya hablar de la parte de la historia que no nos cuadra o no queremos reconocer. Baste decir que hoy, todavía, frente a la crisis económica y social más aguda de la historia cubana, pero que en realidad nos ha acompañado en todas estas últimas décadas, el slogan del gobierno es que, "Cuba avanza", y entonces los repetidores se dedican a buscar como defensa el punto dónde se dice que avanzamos, da lo mismo que se haya matado a un solo mosquito dentro de los millones y millones que existen, un puesto con coles que se están vendiendo en un pueblo de remanga la tuerca o el anuncio de que ahora sí, los rusos, volverán a traer carne de res enlatada, tal como si las vacas como única opción parieran latas.

Les da igual, el asunto radica en no pensar o al menos no comentar y repetir y repetir lo que se dice desde la oficialidad. En Estados Unidos asesinan a personas. ¿En Cuba? Bueno eso no es importante. En Estados Unidos hay inflación y crisis. ¿Y en Cuba? Bueno ese no es el tema, este no es el marco. En Estados Unidos hay “homeless”. ¿Y en Cuba? Bueno, hay muy pocos casos, yo no he visto a ninguno en la cuadra donde vivo. En Estados Unidos hay racismo. ¿Existe el racismo en Cuba? No, el racismo se eliminó radicalmente con la revolución. La educación en Estados Unidos es mala. ¿La cubana? Es la mejor del mundo, somos una potencia en educación, todos sabemos escribir y leer. Los maestros cubanos de hoy pueden impresionar al mundo. En Estados Unidos hay problemas con los hospitales. ¿Y en Cuba? No en Cuba no, somos una potencia médica mundial, hemos mandado médicos y enfermeros a la Patagonia. En Estados Unidos hay niños que son abusados, prostituidos, que pasan hambre. ¿Y en Cuba? No en Cuba todos los niños están protegidos, ninguno se acuesta sin comer porque le gobierno le entrega a módico precio un pan todos los días, la prostitución sólo se ve en el capitalismo, etc., etc., etc.

Y por supuesto, la solución más mágica de todas, paralelamente la más ignorante, porque ya no se puede hablar de ingenuidad. Todos los problemas que tenemos, todos los atrasos, todos los inconvenientes, la escasez, la crisis de valores, la deshumanización, la corrupción en la mismísima sociedad, es el resultado del cruel "bloqueo" que Estados Unidos mantiene sobre Cuba. Este pollo que me estoy comiendo, estos dólares que tengo en la mano como única opción para poder acceder casi a la vida, esta ropita que tengo enviada por mis familiares, no cuenta, Estados Unidos ha recrudecido su bloqueo, lo que ha ocasionado además el deshielo en el Polo Norte, que los monos en la India ataquen a los turistas para robarles la comida y que en determinada época del año la arena del desierto de Sahara se mueva sobre el mar y llegue a Europa y a América.

Yo ahora vivo en Estados Unidos, llegué como emigrado legal e incluso ilegal, me han dado entrada, me han dado ayuda, más el permiso de trabajo, vivo en un confortable apartamento, tengo un automóvil moderno, paseo, me sobra algún dinerito para enviar a mí familia, pero el imperialismo yanqui sigue siendo malo y tenemos que seguir luchando contra él, porque, entre otras cosas, me tengo que meter a hablar en inglés y eso no me gusta.

Kennedy fue un flojo, no debió ser presidente. Reagan fue un actor de Hollywood, no debió ser presidente. Nixon tenía la nariz grande, no debió ser presidente, Trump es un vulgar, loco, agresivo, grosero, no debió y no debe ser presidente, Biden es un viejo que está chochando, no debe ser presidente, pero bueno, ¿Y Fidel Castro? No, no toques a Fidel, el fue un genio. ¿Y Díaz Canel? Bueno, Canel no es Fidel, pero está haciendo un esfuerzo por sacar a Cuba adelante, está trabajando.

Pero, ¿Y los solares súper poblados, las casas de pisos de tierra, la cantidad de personas albergadas, las drogas fuertes, la prostitución en los jóvenes de ambos sexos, la violencia, el robo, los asesinatos, la carencia de electricidad y de agua potable, la basura en las esquinas, la pobreza, la desilusión, la crisis migratoria sobre todo protagonizada por los más jóvenes, la carestía de la vida, la falta de casi todo para vivir en tranquilidad lo que ocasiona estrés, falta de higiene, preocupación, hipertensión, suicidios, todo esto en Cuba? Ya te dije, la culpa la tiene el "bloqueo" asesino.

El triunfo ha estado justamente aquí:

·        “LA GUERRA ES LA PAZ. LA LIBERTAD ES LA ESCLAVITUD. LA IGNORANCIA ES LA FUERZA"

·        “Su mente se deslizó por el laberíntico mundo del doblepensar. Saber y no saber, hallarse consciente de lo que es realmente verdad mientras se dicen mentiras cuidadosamente elaboradas, sostener simultáneamente dos opiniones sabiendo que son contradictorias y creer sin embargo en ambas; emplear la lógica contra la lógica”.

 ·        “Al final, el Partido anunciaría que dos y dos son cinco y habría que creerlo. Era inevitable que llegara algún día al dos y dos son cinco. La lógica de su posición lo exigía. Su filosofía negaba no sólo la validez de la experiencia, sino que existiera la realidad externa. La mayor de las herejías era el sentido común”.

 "1984". George Orwell

Nota: Temas como este son difíciles a la hora de escribir. Se corre mucho riesgo, sobre todo, como en mí caso, cuando no se es un experto. Existe la posibilidad de hacer daño a posibles susceptibles. Quiero decir entonces que he generalizado formas y conductas, a sabiendas que de nunca es todo de todo, siempre existen las excepciones y las verdaderas justificaciones, por lo que pido respetuosamente que no lo tomes de forma personal. Tú no eres mi objetivo.




miércoles, 14 de junio de 2023

508.- El problema es que Pin Vilar y Fito pensaron que La Habana era de ellos. Se equivocaron, La Habana tiene un solo dueño.

Se han metido con Fito Páez y como saben Fito es mi familia, entonces tengo que escribir. Debo decir que me he enterado de los detalles de lo ocurrido, viendo una directa de Ian Padrón, en su "Derecho a Réplica, estelar espacio, donde, entre otras virtudes, se aprende sobre Cuba escuchando a los protagonistas de muchas historias. Ian es un joven cubano, al menos más joven que yo, que, entre otras virtudes, está asistido y amparado por un gran sentimiento.

Recién el gobierno, la dictadura, el régimen, el combo, el circo, como quiera que se llame lo que dicen que gobiernan en Cuba, acaban de cometer otro acto injusto, abusivo bochornoso, repugnante.

Juan Pin Vilar, creo haberlo mencionado antes en uno de mis escritos, cineasta cubano, dirigió un documental “La Habana de Fito”, vinculado a dos ideas, Fito Páez y La Habana, como símbolo de una relación amorosa del primero para con Cuba que se ha manifestado en muchas ocasiones con la presencia del genio argentino en la isla y su relación personal con muchos compositores y cantantes cubanos.

Quiero decir que todavía hoy no he visto el documental, que fue realizado el año pasado y censurado, o sea, escondido por las autoridades del ministerio de cultura cubano. No lo he encontrado, sólo he podido ver el trailer, pero conociendo el prestigio como realizador de Pin Vilar y a Fito Páez, estoy convencido de la calidad de la obra.

Pin Vilar es un buen cineasta, dicen uno de los mejores en la actualidad dentro de Cuba, que posee la autoría de un documental fantástico sobre Pablo Milanés, que, por cierto, sólo se puso en Cuba en un festival de cine en la zona oriental, un día e inmediatamente pasó a la “reserva”, o sea, al ostracismo y olvido, producto de la censura, Fito es uno de los grandes seres humanos que el continente latinoamericano ha parido. Fito es, además, una gran figura mundial.

Pero, aunque no haya aun visto el material, es difícil, como todo el que sigue las noticias sobre Cuba, abstraerme de lo que ha pasado.

Pin Vilar es amigo personal de Fito y entonces de esa amistad, salió la idea de una entrevista que habla sobre el acercamiento del argentino a Cuba, su historia pasada y su historia presente, donde el músico da su opinión, imagino que como siempre, clara, diáfana, sin tapujos o vueltas y entonces, …, el documental no gustó a las autoridades de cultura, que son las autoridades del gobierno.

Llamaron a Pin Vilar y le dijeron que lo pondrían en la TV. Imagino, no hay que ser adivino, que para demeritar el trabajo y, sobre todo, combatirlo. El director les dijo explícitamente y por escrito, cosa que sí he visto, que NO autorizaba a que se pusiera en la TV en este momento, primero, porque no estaba terminado, lo que existía era una copia de trabajo sin una edición y audio final, o sea, literalmente una obra no terminada cuyo objetivo único es pasarla a los que tienen que ver con ella para su evaluación y mejoría; segundo, que si se estrenaba en la TV cubana primero, se rompía con el plan de presentación en eventos sobre cine para lo que estaba organizado, o sea, que como producto perdería parte del valor, digamos de obra inédita.

Entonces, las autoridades violando todo esto, con una copia de trabajo no terminada y adquirida por medios no legales, nadie del equipo de trabajo del documental la entregó y además su director desautorizó su exhibición, lo puso en la televisión nacional.

La reclamación del equipo que realizó el documental no se hizo esperar, entonces para remarcar y reafirmar el poder, la televisión cubana se creó un programa con panelistas del ministerio de cultura que analizaron la obra, sin invitar el director Pin Vidal para que pudiera, sino defender, al menos explicar su obra, que los que lo conocen personalmente, dicen que vive a dos escasas cuadras del ICRT, o sea, que era más que fácil localizarlo e invitarlo.

Les recuerdo que Pin Vidal ya había hecho un documental sobre Pablo Milanés, figura clave en la cultura cubana en estas últimas décadas, que, por sus posiciones políticas y declaraciones, casi es como si nunca hubiera existido.

Una incidental, acabo de ver una entrevista a Haydée Milanés donde cuenta todas las censuras y malas prácticas a las que fue sometido su padre a partir de un día hasta que finalmente falleció, por lo que no es de extrañar que Pin Vilar, al que literalmente le robaron el documental y lo exhibieron no sólo sin su autorización, sino con su negativa expresa por escrito, no lo invitaran.

No tengo que decir a qué se dedicó el programa de TV con los “expertos” de la cultura. Misión única, desacreditar al director de cine cubano y, aunque parezca imposible, llegar a decir que él había influido en Fito Páez para que el argentino diera la opinión que dio sobre la Cuba actual.

Dice el equipo de realizadores, que Fito vio el documental, o sea, la prueba que se le envió y estuvo totalmente de acuerdo con ella en la estética y la parte de contenido, entonces llegar a decir que el cubano había influido sobre el argentino, es más que una falta de respeto, más que una burla y un total desconocimiento de Fito Páez, porque si lo conocieran, deberían saber que jamás ha tenido pelos en la lengua y jamás se ha dejado manipular por nadie. Ni ahora que es famoso y millonario, ni cuando era un joven, con miles de problemas, incluyendo una situación económica que hizo fronteras con la pobreza.

Pero esto no es nuevo, el gobierno cubano, jamás ha respetado nada de lo que ocurre dentro de esa isla. El listado de represión, censura, apropiación del arte en todas sus manifestaciones y todo lo demás, por supuesto, ha sido la actuación común.

Recuerdo una grande, quizás menos conocida, pero grande. Anécdota contada por el mismísimo protagonista. Estando yo en la universidad, recuerdo que a mi profesor Enrique Sosa, una persona de esas hecha a mano, con muchos premios y reconocimientos por su labor como intelectual y profesor, poseedor del premio Casa 1982, por su obra inigualable “Los ñañigos”, que por cierto me regaló y autografió, lo fueron a ver para que hiciera una introducción al libro “El Monte” de Lydia Cabrera, diciéndole que la autora había autorizado su publicación en Cuba.

Lydia Cabrera, trabajó y bebió directamente de Fernando Ortiz, antropólogo, jurista, arqueólogo y periodista cubano. Estudioso de las raíces histórico-culturales afrocubanas. Criminólogo, etnólogo, lingüista, musicólogo, folklorista, economista, historiador y geógrafo, que realizó notables aportes relacionados con las fuentes de la cultura cubana y que por su labor investigativa está considerado como el tercer descubridor de Cuba, es dueña de una enorme obra sobre las raíces y la trascendencia de las culturas africanas en Cuba. Su obra cumbre de nivel mundial, “El Monte”, es considera, nada más y nada menos, que la biblia de las religiones afrocubanas. Todo el mundo, exactamente todo el mundo que vino después, la ha estudiado en secreto o la ha copiado también en secreto. Lydia cometió un solo error, al triunfar la revolución, se fue de Cuba.  

Frente a la petición de las autoridades cubanas, Sosa no llamó a su amiga Lydia, le extrañó lo de la publicación, pero lo consideró un honor, dio por segura la aprobación de la autora e hizo la introducción al libro.

Al publicarse y venderse la obra en Cuba, para la cual Lydia Cabrera había muerto, aunque estaba viva y jamás se le mencionó ni en los círculos más profesionales e íntimos, la cubana llamó y le descargó a su amigo, considerando el hecho como una traición personal. Recuerdo a Sosa apenado, abochornado, bien deprimido por días, porque aquello, a ese nivel, le parecía demasiado.

La lista de casos como este es larguísima. La censura, el robo, engaño y, sobre todo, el tratamiento de desmoralización ha sido enorme. Ahora es contra Pin Vilar, el que de seguro para volver a hacer un documental tendrá que salir de Cuba y contra Fito Páez, al que han hecho ver como un tipo manipulable, sin criterio propio, mediocre, como en otras ocasiones, manejado por un artista cubano confundido, que trata de confundir. Toda una ofensa.

Quizás algo podría decir para “justificar” a los funcionarios. A lo mejor Pin Vilar y Fito se creyeron que La Habana era de ellos. Se equivocaron.

Según los entrevistados que he visto, el equipo de Fito Páez conoce todo lo que pasó, aunque no pueden asegurar que el propio Fito lo conozca. Entonces, si lo que dijo Fito Páez en la entrevista les pareció complicado, aunque es evidente, esperemos el comentario sobre estos sucesos.

Buscaré el documental, les contaré. Si alguien conoce dónde está, por favor, díganmelo. Recuerden que Fito es mi familia.

lunes, 5 de junio de 2023

507.- Mia a los 10 años, cinta negra en taekwondo coreano.

Mía, mi nieta, es una niña normal, que suma a su corta experiencia de vida, el haber nacido un mes antes de la fecha que la biología planificaba.

Juega, se ríe mucho, a veces le cuesta trabajo entrar al baño, donde luego se pasa una hora bañándose, mientras alegremente siempre canta, capaz de manejar todos los aparatos electrónicos que se han inventado que tengan una pantalla y unas teclas.

A su corta edad, sabe coser a máquina, al punto de hacerse ropas a su estilo, sabe tejer con dos agujas, adora los animales y a sus dos grandes perros, algunos domingos se levanta temprano y prepara un desayuno completo para sus papás, es muy sensible con los otros y tiene, para mi asombro, una gran resistencia al dolor y una enorme disciplina para el deporte. Mía a sus 10 años escribe sola un cuento, una historia que algún día leeremos orgullosos. Ahora está aprendiendo a luchar con su pequeña hermanita Maeve.

"la Meta"

"el Resultado"

En medio de tantos problemas, donde cada día se ven más suicidios en los niños y jóvenes, si, aunque parezca mentira, en niños, hoy cuando los jóvenes están más interesados en colgar un video, muchas veces tonto o una foto en Facebook o Tiktok que en lavarse los dientes, cuando cuesta levantarlo de la cama porque están cansados de pasar la madrugada explorando el ciberespacio. Cuando los consumos de drogas, incluso dentro de las escuelas, han aumentado preocupantemente, Mia, acaba de obtener, después de un “brutal” examen de 2 horas y media, donde tuvo que hacer un enorme esfuerzo físico, que, a mí, abuelo, hombre, casi llegó a desesperarme, la cinta negra en taekwondo coreano.

Resultado super merecido después de 4 años de practicar dicho deporte, tres veces por semana. No importa que llueva, no importa que haga frío, no importa el cansancio o los deseos de jugar a otra cosa, Mia va a sus clases, a tal punto que, con sus 10 años de vida, su profesor, Master Kang, coreano de verdad, le ha propuesto que sea su ayudante, para su grupo. Mia, por encima de todo lo disfruta.

Mia es una campeona nata, haga mañana lo que haga. Ahora también es justo decir para la historia que campeones y cintas negras son sus padres. Esos padres que, sin dejar de estudiar y trabajar todos los días, que, sin dejar de disfrutar la vida, pasear, comprar, atender a amigos y familia, han priorizado, en contra de todas las adversidades el taekwondo de Mia. Sin falta, sin excusas, sin cansancios o problemas extra.

Cinta negra es el papá que lleva a su hijo, lo apoya, lo protege, lo enseña, lo levanta cuando se cae, siente miedo, tiene dolor, le alza la mano o le choca los cinco cuando lo hace bien. Cinta negra es el papá que está allí para cuando su hijo llora o se ríe, que explica y enseña.

El deporte practicado de forma seria y sistemática ayuda a fortalecer el cuerpo, hay que mover casi hasta la extenuación todos los músculos. Ayuda a desarrollar el cerebro, se trata de esfuerzo, de dolor, de estrategias para ganar o vencer, al contrario. Ayuda a la autoestima, o sea, yo puedo y ayuda a la solidaridad con los otros, las artes marciales, aunque parezca que el aprender a combatir con el cuerpo, es para agredir, en realidad significan todo lo contrario, el código de ética de estos deportes, obligan a no atacar, a no agredir. Pero lo cierto es que, además, las artes marciales sirven para defenderse.

Jugando con Mia, siempre le decimos que los novios que tenga van a tener que andar con cuidado y portarse bien y es así como debe ser. Ella sonríe. Si algo estamos viviendo hoy es la agresión física por cualquier cosa, sobre todo a las mujeres, lo que puede resultar inexplicable, a partir del desarrollo que hemos alcanzado en otras áreas, pero cierta. 

Una cosa es una discusión, incluso acalorada y la otra es cruzar la frontera y caerle a piñazos a una mujer. No deberían existir los piñazos para nadie, para una mujer menos. Entonces, los novios u otra cualquier persona con Mia, van a tener que andar por la raya. Ella sonríe siempre, pero sabe tirar muy fuertes patadas.

Con Mia, muchos otros han ganado la cinta negra.







jueves, 1 de junio de 2023

506.- Tenemos que regresar a los empalamientos programados.

El Terrible, mi colaborador en Cuba, una vez más, me mantiene al tanto, con esa frescura, análisis y cuestionamientos sanos y productivos que los periodistas oficialistas deberían tener. Rara vez el periodismo en Cuba que trabaja para el gobierno obviamente, es capaz de hacer estos análisis de forma pública. Han existido muchos ejemplos de periodistas que han querido y se han arriesgado a romper con esta absurda ya tradición y no les ha ido bien. Las personas aprenden rápido y se cuidan.

No lo dudo. Esta será la mejor imagen que
represente lo que fue el socialismo cubano

Mi reportero independiente, no asalariado, ahora reflexiona sobre las noticias oficiales que tiene que ver precisamente con la construcción de viviendas y los los materiales para la construcción. Y al final de su informe, para variar, habla sobre un tema cultural, sobre un tema suave, para demostrar que la cultura si avanza. JAJAJA

Ahora mismo no recuerdo con exactitud si Fidel Castro en su “famosa” Historia me Absolverá” habló del tema y no me animo a buscar, no obstante, estoy convencido de que, sí lo mencionó, porque el tema de la vivienda es una gran necesidad de cualquier pueblo y como consecuencia una de las promesas a cumplir de cualquier gobierno. Siempre se repite el mismo discurso, “bla, bla, bla, … garantizaremos la vivienda a todos. Dentro de muy poco mi gobierno construirá tantas casas que las personas se aburrirán de vivir independientes, sin suegros, sin abuelos, sin cuñados y cuñadas e incluso, será tanta la construcción que los hijos, tan pronto lo deseen se irán a vivir solos en confortables y modernos apartamentos o casas. Seremos una potencia que construye constantemente.

Puedo recordar porque desde muy joven estuve vinculado a la actividad de construcción, así que conozco en el plano práctico el asunto. Si hay un tema, dentro de los tantos temas, que siempre fue difícil fue el tema de la vivienda. No ya porque no se pudieran construir al ritmo necesario las que se necesitaban, sino me refiero a la madera, los clavos, los tornillos, la arena, el cemento, la piedra, etc., todos materiales que se necesitan para arreglar, reconstruir, mantener, ampliar. Soy un constructor casi profesional y más que constructor, soy un gran inventor capaz de construir y arreglar casi cualquier cosa. A veces me burlo diciendo que podía ir al espacio como “handyman” de una nave espacial y con un pedazo de alambre, un pedazo de madera y un martillo podría hacer regresar a la Tierra a cualquier nave.

Jamás el asunto de poder conseguir, comprándolo obviamente, los materiales necesarios, fue una panacea. Los cubanos, para temas mantenimientos, hemos sobrevivido todos estos años del mercado negro, que también para estos menesteres funcionaba bien. Todo, exactamente todo se conseguía por fuera. Todo exactamente todo se resolvía con los que estaban trabajando en las construcciones del gobierno, constructores, custodios, administradores, choferes de camiones, etc. Recuerdo que en Cuba las personas se ponían contentas cuando cerca de sus casas se construía algo, de ahí salía todo el material necesario para resolver. Cualquier simple construcción en Cuba cuesta el trile de lo que se ha presupuestado, los constructores siempre han vivido mejor de vender los materiales asignados para construir.

No es de desconocer el estado de las viviendas en Cuba. Cuba se está cayendo a pedazos, las personas viven aglomeradas en viejas casas y edificios, pero, además, lo que supuestamente se ha construido dentro de la revolución, se está cayendo también. Los problemas de vivienda son tantos y tan graves que hay personas que viven hace más de 25 años albergadas, en espera de una solución a sus casos, cosa que quiere decir que hay niños que han nacido albergados y han crecido albergados. Las antiguas becas de estudiantes han sido repartidas como viviendas, poniendo dentro de ellas a familias a vivir, separadas por telas o cartones. Los pequeños moteles de las ciudades, conocidos popularmente como “posadas” donde las personas asistían a amarse, hoy no existen, fueron convertidos en albergues. Por último, creo que Fidel lo debe haber mencionado en su llamado alegato histórico para criticar al gobierno de turno, en estos últimos 60 años, han crecido exponencialmente, los barrios llamados de “llega y pon”, ó sea, concentración de personas que viven sin agua, sin electricidad o robándose ambas cosas, con casas peores que cuando Fidel atacó el cuartel Moncada.

Recuerdo un chiste popular cubano muy útil para este escrito, de por sí sólo lo explica todo, más allá de las noticias triunfalistas.

Dos personas son condenadas a ser crucificadas. Como acto de buena voluntad, se les permite escoger el país dónde querían morir por tan brutal método. El primero de los sancionados escoge Estados Unidos, motivado por las imágenes del “american way of life”. El segundo escoge Cuba. Cuando escuchan las solicitudes, el primero le dice al segundo: _ Cómo puedes escoger a Cuba un país tan malo?,¿Estás loco? Entonces el segundo sonríe picarescamente y responde: _Amigo, en Cuba cuando hay madera, no hay clavos. Cuando hay clavos no hay soga y cuando aparece la soga el verdugo no vino por que tiene problemas personales. Nunca me lograran crucificar.

Y entonces, hoy en el 2023, se reúnen los representantes de ese pueblo y le dicen a ese pueblo que Cuba tiene capacidad para exporta cemento y arena y además para calmar los ánimos que, Cuba tiene capacidad para abastecer la demanda interna. A ese mismo pueblo que se les están cayendo las casas encima, a ese mismo pueblo que la última vez que ponto una pared fue hace 20 años, a ese mismo pueblo que hoy vive con paredes de cartón, latas, sin techos, con pisos de tierra, después de haber estudiado y casi aprendido de memoria la Historia me Absolverá. Ya no tengo qué decir de estos tipos que dirigen. Me cuesta trabajo a mí mismo encontrar palabras para definirlos. Sólo desear que, conociendo Cuba y la dificultad real mantenida, sostenida como cáncer, la imposibilidad de reunir todo lo necesario para hacer una cruz y crucificarlos, pues deberíamos cortar un palo, quizás de marabú y empalarlos a todos de una misma vez. Nada complicado, ese método ha sido muy utilizado en la historia, los romanos eran fanáticos a exponer así a los enemigos. Empalar es incluso más barato que fusilar.

Lo de las “casas de arcilla” propuesto como solución, tal como si los cubanos estuviéramos acostumbrados a vivir en quimbos africanos, es algo parecido a aquella propuesta de que los cubanos resolveríamos nuestra necesidad de alimentos comiendo avestruz, jutía conga y cocodrilos. Toda una burla planificada que sólo tiene explicación a través del odio que se le tiene a un pueblo.

Les dejo a El Terrible:

"Mesa Redonda ahora dónde los jefes de la industria de la construcción explican la necesidad de Cuba de seguir exportando cemento y arena. Dicen que la capacidad instalada supera en seis a la del 1959 y que en todo el país hay materia prima de sobra para abastecer las necesidades de la demanda interna.

Que se ha demostrado que se pueden construir viviendas de arcilla sin usar cemento muy armónicas con el medio ambiente. Pero, me pregunto: ¿Cómo esos tipos por mantener el carro y la gasolina pueden hablarle al pueblo de Cuba de los materiales de construcción???? ¿Ellos no saben que en las casas de los cubanos de a pie, viven cuatro generaciones, la mayoría en lugares inhabitables y miles en pisos de tierra?????, ¿Ellos no saben de los miles de cubanos que viven en casas del siglo XVIIII?????, ¿Cómo el pueblo puede entender que hay que exportar cemento y arena????

La mentira y la burla se han convertido en una enfermedad crónica en Cuba. Estos jefes de hoy mienten hasta que los boten como a los anteriores y todo está peor. ¿Será que los rusos vendrán a comprar también la industria de los materiales y les harán casas a las futuras generaciones???? Todos los días aparece noticia de visita de algún alto jefe ruso en Cuba y los de aquí dicen por TV que les estamos muy agradecidos. Hoy es el fiscal general ruso y yo me pregunto, ¿qué tiene que venir a buscar ese señor a Cuba?????

Delegaciones y eventos de todos tipos, jóvenes progresistas y trabajadores por la paz y la justicia vienen y van en medio de lo que pasa por aquí. Una libra de pan 220 cup, un paquetico de detergente 600 cup, un cartón de huevo 1200 cup. ¿Cómo un pueblo como Cuba puede tener tantas ganas de eventos y celebraciones que solo gastan lo que no hay?

Me parece te hice el cuento del documental dónde entrevistan a un ruso cocinando en la calle en una gran olla y responde: _Estamos celebrando el día de la victoria del ejercito soviético sobre el Fascismo Alemán y estamos cocinando el plato que comían los soldados soviéticos en las trincheras; "PAPAAAAAS con CARNEEEEE  ESTOFADAAAAAAA" y explica la receta.

Unos trozos de carne y unas papas en agua con sal y candela. Me pregunto, ¿Cómo en medio de la Segunda Guerra Mundial con más de 170 ciudades soviéticas desbastadas y una guerra en la que murieron entre 50 y 70 millones de personas, en medio del gran invierno europeo, los soldados soviéticos comían "PAPAS Y CARNE ESTOFADA"???????

Aquí la diferencia. Centro Fidel Castro Ruz.
"La Catedra de un Gigante". Vedado.

Ahora está sesionando el Festival Internacional de Cine y Medio Ambiente del Caribe en la Isla de la Juventud, presidido nada más y nada menos que por Perugorria y será clausurado con un concierto de Silvio en el Presidio Modelo. ¿Cómo es que ese par de viejos se pueden abstraer de lo que pasa en Cuba ahora ??????? 

Todo por mantener sus ritmos de vida en la isla mientras están aquí, porque el resto del tiempo se las pasan con sus amigos dándole la vuelta al mundo. No quieren quemar las naves porque tampoco se decidieron en su momento a empezar de cero y tienen que buscar la manera de nadar en dos aguas.

Cuando están afuera en medio de unos “whiskyssssss” con sus amigos extranjeros, se burlan de lo que pasa en Cuba y dicen no tiene arreglo, pero cuando hablan con los que los atienden por la Seguridad en la isla dicen que quieren organizar esos festivales en nombre de la cultura cubana y para el disfrute del pueblo. Nadie les cree ni una palabra, todos saben que son unos demagogos ahora en franco declive de sus carreras y víctimas de sus edulcorados valores individuales de la ética y el comportamiento humano.

¿Cuál puede ser el simbolismo aberrante del concierto de Silvio en el Presidio Modelo? El Pichi no terminó siendo lo que muchos pensaron y ahora en el ocaso de su limitada carrera se aferra a lo único que tiene, los privilegios de vivir y hacer lo que le da la gana en Cuba, mientras el comunismo destruye hasta reducirlo a polvo todo vestigio de realización humana. 

Con estos bueyes tenemos que arar".