Una de mis nietas, Mia Isabella, M-1, aquella niña que
se apuró en llegar a la vida fuera de su mamá, que no quizo esperar a los nueve
meses dentro de una bolsa rodeada de líquido, acaba de cumplir 13 años. Entonces
el 13 deja de ser un número complicado para convertirse en algo importante,
lindo y dulce.
Soy un abuelo común, nada extraordinario, por lo que
trataré de no excederme, siempre soy acusado de excesos, no sé mucho de
política o economía, menos de guerras, no puedo orientar a alguien sobre qué
hacer para comprarse un barco o un avión, sin embargo, he tenido la posibilidad
con mis 62 años ya, de relacionarme con muchas personas, decenas y decenas de
ellas, por mi pasión a las relaciones humanas y a muchas de las cuales he podido
ayudar de cerca, no con mi dinero, sino con mi cerebro y mis manos.
Puedo decir, sin haberlo estudiado mucho, que conozco
de seres humanos y puedo asegurar que Mia, ahora ya, a sus cortos años, es una
persona excepcional, que, si no cambia para mal, cosa que pasa en la vida real,
soy un abuelo común, pero no ciego, menos tonto y sé que esto puede pasar, está
llamada a convertirse en una gran mujer. Los que tengamos vida, veremos a Mia realizada
como algo sólido en su madurez. Es ella una de esas personas que podrá hacer bien
lo que ella determine en la vida. Ejemplos en su familia y cerebro tiene.
Lo primero que salta a la vista, ya dije que soy
abuelo hombre, es la bella figura física de Mia. Como herencia más cercana de su
mamá, Mia tiene un cuerpo de competencia, mejorado obviamente con la cantidad
de ejercicios físicos y deportes que practica desde muy chica. Mia ama los deportes
y ellos cuando se practican sistemática y seriamente ayudan.
Sus grandes e inconfundibles ojos muy azules, por lo cual soy el dueño del sobrenombre de “Ojos Bellos”, son algo exclusivo en mi familia de sangre. Aunque mi abuela paterna tenía los ojos muy azules también, no son comunes en la parte de la familia genética de Mia a la cual pertenezco, si en la familia de su papá Yordan, donde priman los ojos claros, azules y verdes.
Mia es indudablemente norteamericana, por lo que
sus momentos y motivaciones más profundos giran alrededor de esa cultura, sin
embargo, al crecer dentro de una familia cubana, hereda con cierta gracia eso
que llamamos cubanía. Su español como segundo idioma es casi perfecto, no sólo
en su dicción, sino en el ritmo que los cubanos imprimimos al castellano
original de la “Madre Patria” europea. Mia puede hablar un perfecto inglés e inmediatamente
cambiar para el cubano, que es más y diferente al castellano o sencillamente
puede hablar paralelamente en los dos idiomas sin perder el ritmo de las
conversaciones en ambas lenguas.
Ahora, precisamente guiada por la música, al ser fanática de uno de los grupos coreanos del sur obviamente, más populares en el área internacional del K-pop, Stray Kids, (스트레이 키즈), comienza a masticar el coreano, que debe ser uno de los idiomas más difíciles y extraños del planeta y bailar tal como lo hacen los jóvenes profesionales asiáticos, acompañada casi siempre por su pequeña hermana Maeve, M-2, que brinca, se contorsiona, mueve las manos y canta en un solo idioma ingléscubanocoreano, imitando a su hermana mayor.
Mia es una buena estudiante, no creo que heredado de sus padres al menos cuando fueron jóvenes, sino creado por ella misma y su interés en cumplir y aprender. Ella, por tener esa personalidad tranquila, sosegada, nunca ha dado problemas con la escuela, tareas, trabajos, etc., para felicidad de sus padres. Mía es, por encima de todo, sencillamente paz.
Mia va a ser una persona de cultura. Lee, escucha
música, canta, se mueve con la tecnología toda como pez en el agua y toca varios instrumentos musicales, piano, guitarra y nada más y nada
menos que viola, algo poco común para los simples mortales. Es más fácil hacer
música con una lata y un palo o con las manos, donde yo me inserto, que tocar cualquier versión de los violines, que
ahora mismo creo que son tres. Eso, ese aprendizaje, que podrá ser desarrollado
hasta el infinito, hace a las personas diferentes. La música purifica el alma.
Pero además Mia practica de forma estable y oficial, o sea, varias veces en la semana, varios deportes, en las tardes, tea kwon do, donde ya exhibe cinta negra para su categoría y varios premios y medallas en competencias oficiales y ahora en las mañanas basquetbol, donde ya anotó su primera canasta e hizo un pase profesional salvando una bola que se salía del terreno, ayudando a su equipo a ganar por paliza, en una competencia oficial frente a un equipo de otra escuela.
Claro, no es que sea genio, no hace falta ser genio, a veces ellos son los humanos más complicados que existen, sino que además de su esfuerzo personal, que satisface sus gustos e intereses personales, tiene detrás a padres que sirven de apoyo, soporte, comisión de embullo totalmente.
No siempre el número 13 es malo, mi nieta acaba de
cumplir sus primeros trece años, ojalá tenga yo vida para verla cumplir
muchos 13 años más.



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