Hace exactamente hoy dos meses, publiqué un artículo bajo el título “El pueblo cubano que no sufre”, el cual por el formato de mi blog dejé sólo en una parte primera no anunciada como tal, para no hacerlo más largo y difícil de leer, recomendación que recibo a cada rato.
En ese
artículo, partiendo del famoso y reconocido pueblo cubano que sufre desde hace
ya muchas décadas, cuyos argumentos no voy a repetir, traté de anunciar al menos la
idea de que dentro de esa misma Cuba reprimida, hay una parte represora, que ni
sufre, ni lamenta, ni padece, ni le importa el pueblo, ni está dispuesta a
cambiar nada, por más que los cambios no sólo son deseados, sino más que
necesarios.
No hace
falta ser muy inteligente para concluir, porque si se lleva más de 60 años
dirigiendo bajo el mismo estilo, bajo el mismo partido político y casi bajo las
mismas personas y los resultados no sólo son malos, sino desastrosos, pero,
además, sin evidente plan para solución, es hora de cambiar algo. Para el caso
cubano, menos la palabra Cuba, quizás el himno y la bandera, hay que
cambiarlo y rehacerlo todo.
Dejé lo del
pueblo cubano que no sufre, porque otros importantes sucesos se cruzaron en mi
camino de auto relator, elecciones en Estados Unidos y el complicado caso no de
las elecciones venezolanas, sino del brutal fraude y todas las acciones
desatadas, incluyendo la represión, por el gobierno dictatorial y narco
traficante de alguien que casi todo el mundo conoce como Nicolás ”MaBurro”.
Entonces
volvamos a esa parte del pueblo cubano que no sufre, más allá de los "anónimos" batallones
de militares uniformados y los de militares no uniformados, más los comprometidos
ciudadanos que colaboran con el poder, a los cuales lo mismo da echar pa´lante
al amigo, vecino, compañero de trabajo, que salir a la calle a dar golpes,
arrastrar, gritar consignas, etc., y pasemos a un acontecimiento que me ha llamado la
atención, precisamente no por increíble, sino por lo de burdo.
Es más que
conocido y no hay que ser muy inteligente para concluir que sobre todo Miami es
el lugar donde han venido a recalar muchos comunistas que hasta ayer fueron
fieles apoyadores del gobierno cubano, nuestros padres, nuestros abuelos y para
no dejar esto sólo a los viejos, muchos de nuestros jóvenes conocidos.
Miami, como
ninguna otra ciudad del mundo, está llena de antiguos fidelistas, de exagentes
de todas las seguridades cubanas, de dirigentes de todos los niveles, pero
además de miles de excomunistas, de verdad o mentira, que colaboraron ciento
por ciento con aquella construcción del hombre nuevo, para lo cual se dedicaron
“furiosamente” a destruir todo lo que ellos consideraron viejo, incluyendo al
mismo hombre. Sin contar, obviamente, cosa que no puedo demostrar en número, caras
y direcciones, con las decenas y más decenas de personas que hoy todavía continúan
trabajando para el gobierno cubano, los espías famosos son pocos, los que son
muchos son los no famosos, al menos por el momento.
Decenas y
más decenas de llamados comunistas, que, desde el poder, amamantados,
declararon enemigo no sólo al imperialismo yanqui, sino al cubano que vivía
dentro de él o quería vivir como él. Lista de cubanos que hoy, a pesar de la propagandizada
“superioridad del socialismo”, suman millones.
Decenas y
más decenas de cubanos que hoy se preguntan descaradamente quiénes fueron los
que le hicieron todo aquello a Cuba, tal como si ellos no hubieran conocido o
hubiera sido coprotagónicos. Fidel Castro, él sólo, no logró el desastre que se
propuso. Cubanos que hoy, disfrutando de las barbacoas, las cervezas,
embarrados de cátsup y mostaza y que piden una servilleta para limpiarse, caminando
sobre confortables tenis y durmiendo en habitaciones con aires acondicionados,
se preguntan: qué pasó, quién hizo todo eso, o se esconden detrás de una cara
de inocencia infantil en el mismo momento que dulcemente se preguntan para
otros, qué le ha pasado a mí Cuba, haciendo énfasis hipócrita en lo de mí,
queriendo demostrar todavía que Cuba es de ellos y ahora les interesa. Decenas
de esos cubanos que no han tenido la decencia de decir: si, metimos la pata, la
cagamos, nos engañaron para que engañáramos, fuimos parte de todo aquello a
conciencia, lo sentimos, nos arrepentimos, pedimos perdón, ofrecemos disculpas.
No, todos esos cubanos, vivían en Marte y estaban ocupados con el desarrollo de
la agricultura marciana.
Un acontecimiento
que puede convertirse en récord del descaro y el bochorno, pero también de lo
que se puede hacer frente a una política permisiva o por lo menos inepta.
Una jueza
cubana, Melody González, llegó a Tampa, bajo el permiso de Parole Humanitario.
No una exjueza, no una persona que trabajó hace años en los tribunales, sino
una persona que salió del tribunal comunista, revolucionario, para el avión que
la conduciría a los Estados Unidos.
Jueza
cubana, que no en la década del 80, ni tan siquiera en la del 90, sino que, en
fecha tan reciente como mayo de 2024, o sea, hace muy pocos meses, logró
sancionar a cuatro jóvenes cubanos, todos con menos de 30 años, a privación
de libertad en juicios demostradamente amañados, como siempre, dirigidos por la
seguridad del estado. Show, como otros tantos, montados como obras de teatro,
donde el guion, los actores y el público responden al mismo dueño.
Melody González,
que no es el único caso, pero si el más llamativo y escandaloso, rata de barco
que se hunde, ahora, así como de la nada, como si no existiera la memoria, como
una acción sin consecuencias, pide asilo político en Estados Unidos, porque
argumenta, ya sobre suelo norteamericano, que su vida corre peligro. Asilo
político en el país y al gobierno que hasta hace escasamente tres meses declaraba
su enemigo.
Nadie puede
dudar que la jueza tenía que ser comunista, al menos formalmente, los cubanos
sabemos que todos, exactamente todos los que ocupan esos puestos tienen que
militar, pero además militar activamente en el Partido Comunista de Cuba y son
trabajadores colaboradores con los intereses del Ministerio del Interior y
todos sus departamentos creados para reprimir y contener a la población cubana.
Melody acaba de sancionar a jóvenes cubanos que sólo querían vivir como ella
quiere vivir ahora, con mas méritos, ellos están en Cuba, ella ha huido a los
Estados Unidos, el eterno enemigo.
Muchas preguntas
se pueden derivar, entre ellas la de cómo el gobierno cubano la dejó salir,
sólo recuerdo que casi salió del tribunal para el aeropuerto, porque hasta
cierto punto es fácil falsificar papeles y responder preguntas para las
autoridades norteamericanas, pero violar todos los procedimientos bien
aceitados del gobierno cubano, donde el último paso está totalmente controlado
por la seguridad del estado y alguno de sus departamentos, es casi imposible. Melody
no salió en lancha, no se colgó de un papalote, no viajó por la selva de incógnita,
no utilizó el pretexto “inocente” de ir a ver los volcanes de Nicaragua, no
utilizó tan siquiera el mismo método de Alina, la hija oculta de Fidel Castro.
Melody, en “franca libertad” se compró un pasaje, obtuvo un permiso de salida y
abordó por la puerta X del aeropuerto internacional cubano, delante de la cara
de las decenas de miembros del MININT que allí trabajan. Se sentó en el asiento
comprado, tomó su cafecito o comió su caramelito y aterrizó, nada más y nada
menos, que en el enemigo jurado.
Esto es
para bobos. ¿Errores increíbles, conspiración y corrupción, la dejaron salir
para formar líos, la mandaron?, ¿Cómo se escapó Melody de la llamada isla cárcel,
con un sistema diseñado a punta de lápiz, al detalle, para limitar la entrada o
salida de personas, por ejemplo, que han escrito un mensaje en su Facebook o
han asistido a una marcha en Singapur a favor de que no haya apagones en Cuba?
Es
bochornoso, pero humanamente entendible si nos ponemos en el lugar de la rata. Melody
y sus asesores, familiares o no, se pueden estar diciendo y por qué no. Las
calles norteamericanas están llenas de otros Melody, de aquellos que hicieron sufrir
y hoy no sufren. Y por qué no yo, se debe estar diciendo Melody, si al final allí
está la viceministra, el presidente, el mayor del ejercito o de la seguridad,
mi antigua jefa del partido comunista, el que venía a “cuadrar” los juicios,
etc. Yo sólo sería una más de las que luego de desayunar croquetas cubanas,
huevos, pastelitos de guayaba, leche con chocolate, después de haber perdido la
memoria, me preguntaría, qué le han hecho a mí Cuba.
Melody y
sus asesores deben estar apelando a la idea del mejor aliado, el propio
gobierno norteamericano, que hoy vive metido en una piscina de miel de abeja. Ella
que disfrutaba de los muchos o pocos beneficios de su cargo, los cubanos
sabemos que al menos el de la impunidad le tocaba, dirá: yo no he hecho mucho de malo, de
la lista enorme de sancionados que tengo en mi espalda, estos últimos que sancioné,
a los que tampoco pedí pena de muerte o cadena perpetua por los buenos sentimientos
que tengo, me gustan los gatos, fueron a jóvenes marcados por la seguridad del
estado, ella me “presionó” y ahora quiero acogerme a la condición de refugiado
político con todos sus privilegios porque ahora, luego de llegar al aeropuerto
de Tampa, descubro lo malo que es el gobierno comunista cubano.
Humanamente
entiendo a la rata, por qué ella no, sólo está tratando de huir del barco,
frente a un gobierno embadurnado de vaselina y un supuesto pueblo, el cubano, que
no tiene memoria. Melody está jugando al azar, la suerte es loca y a cualquiera
le toca, dirá. Esto es peligroso, cada día que pasa sin tomarse una decisión
definitiva sobre este asunto apelando ahora al complicado sistema judicial norteamericano,
puede lograr que se esté mandando un mensaje de que esto es un relajo, no sobre
el gobierno norteamericano de turno, sino sobre los propios Estados Unidos.
Hace muy
pocas horas, otro alto funcionario del gobierno cubano, muy allegado, dicen, a
Fidel Castro y todos los cubanos sabemos lo que esto significa, ahora anciano, acaba
de aterrizar camuflajeado detrás de una mascarilla y una gorra calada hasta los
ojos, en el aeropuerto de Miami. ¿Será eto un relajo?
Otro comportamiento
es posible. Los pueblos tienen que defender su memoria. Alegría.
El Tribunal
Federal de Justicia de Alemania, que, desde hace ya una década, ha ratificado
que los crímenes de lesa humanidad no prescriben o caducan, que basta con
haber sido parte del sistema represivo nazi para ser culpable y que retoma o
respalda la filosofía judía-alemana de que no existe un derecho a obedecer, ha sancionado
a Irmgard Furchner, de 99 años, por haber colaborado con el nazismo. Por su
avanzada edad, no irá a cárcel, pero su sanción hace justicia, al exponerla al
mundo y vincula para siempre su nombre a la historia del mayor asesinato y
agresión para exterminar a parte de la humanidad, al menos en nuestros días,
los campos de concentración.
Furchner con
18 años, trabajó desde 1943 al 1945, como secretaria de Paul Werner Hoppe, jefe
de Stutthof en Polonia, primer campo de concentración fuera de Alemania, por
donde pasaron más de 110 000 detenidos, judíos, comunistas y prisioneros de
guerra. Simple papel de secretaria en apariencias, cuyos defensores han tratado
de maximizar con aquello de que sólo cumplía órdenes, que la llevó a manejar en
sus dos años de trabajo, por lo menos la información de 19 505 personas,
divididas en los que fueron asesinados y los que tuvieron la suerte de
sobrevivir dentro del campo. Es bueno decir que frente a lo que estaba viendo y
viviendo, la Furchner se ve contenta en todas las fotos en las que aparece. Sonríe.
Muchos militares
que trabajaban en los campos de concentración y otros civiles huyeron frente a
la derrota de Alemania y la entrada de los aliados. Muchos se refugiaron sobre
todo en América del Sur, donde con el tiempo fueron identificados y presentados
a la justicia y a la humanidad, pero muchos también escaparon y por el tiempo
que ha pasado, deben haber vivido, si no en paz, al menos en libertad.
El caso de Irmgard
Furchner, dice que los pueblos no pueden perder su memoria y repito lo que siempre
digo, basado en la teoría de Simon Wiesenthal, no se trata de venganza, es sólo
un tema de justicia. Ahora Furchner es una anciana que tiene el mérito grande
de estar viva casi a los 100 años, no sería justo agredirla físicamente, no
sería justo quitarle la comida, las medicinas y hacerla morir por adelantado,
no sería justo torturarla, porque incluso puede haber vivido, no lo sé,
torturada por ella misma y escondida, lo que ya significa mucha tortura, pero
Furchner no nació con 99 años, no vivió en Marte como parece que vivieron
muchos cubanos. Ella voluntariamente colaboró, se aprovechó y hasta lo puede
haber justificado a partir del disfrute personal. Sonreía para las fotos. Ella formó parte del
genocidio nazi, ella llevaba las listas de los que entraban a aquel campo de
concentración y luego de los que morían por enfermedades o exterminios masivos.
Ella sabía más los detalles que el mismo Paul Werner Hoppe, jefe del campo. La
derrota de Alemania la coge trabajando allí, no estaba en Marte.
Los pueblos
no pueden perder su memoria y los culpables de daños tienen que pagar. No
significa salir a cazar a todos, la cacería desmedida también es mala y tendríamos
a lo mejor que cazar a alguno de nuestros familiares, significa poner el ojo
como pueblo, sobre todo en aquella parte del pueblo cubano que no sufre porque
reprime o colabora con la represión en las calles, la tortura física o
psicológica en las prisiones o sus similares, muchas veces disfrazadas de casas
de vecinos.
Los cubanos
sabemos lo que significa la frase real o inventada de “yo vine como cocinero”,
porque es cierto en toda guerra hay personas que no están vinculados
directamente a los hechos de fuego, cocineros, religiosos, paramédicos o médicos,
algún que otro poeta o músico, personal administrativo, etc., pero ni los
militares, ni los cocineros están obligados, porque no existe ley que los obligue
a atentar contra la humanidad.
Yo estaba
como cocinero puede ser ahora la idea de la cubana Melody e incluso de la alemana
Furchner, o sea, yo estaba allí pero no sabía nada, no vi, nadie me comentó, yo
sólo cumplía órdenes superiores. La señora de 99 años no se defendió, sólo pidió
disculpas a los muertos y sus familiares y declaró que lamentaba haber estado
allí. La jueza cubana que hace sólo tres meses acaba de sancionar a cubanos por sólo pedir libertad, que están en cárceles, que ni se ha disculpado por eso, ha pedido asilo político
para vivir en libertad en los Estados Unidos.
(*) Relajo.
Para los no cubanos, según la Real Academia, significa
desorden, desbarajuste, confusión, holganza, laxitud en el cumplimiento de las
normas.
Para los cubanos, según los cubanos, significa casi
siempre un gran reguero, un gran descaro, una hipocresía o burla.
Entiendo lo que comentas pero para mi entender, la mayor culpa del relajo es de las autoridades de USA, porque todas las personas que entran al pais por sus diversas fuentes de acceso, pasamos un proceso de entrevista .Este es el momento de no darle la entrada a este pais……! Uno deja entrar a su casa a quien quiere ¡ ……...después ya no tiene remedio jajajajajaa .
ResponderEliminarQuizás en el próximo proceso periodo presidencial este proceso pueda perfeccionarse, y como parece que Kamara podría ser la próxima presidenta, podrá dedicar un mayor tiempo al tema y tomar las decisiones que mas convengan a USA …el futuro dirá la última palabra.…..es cuestion de tiempo jajajajaja
Es verdad, te entiendo, sólo que el gobierno norteamericano, supongamos con las mejores intenciones y el mejor trabajo, no tiene como verificar lo que un cubano pone en una planilla de solicitud. No existen relaciones o mecanismos más allá quizás de la presentación de los llamados Antecedentes Penales, que todos los cubanos sabemos que se compran y venden, más responder una que otra pregunta con sinceridad. Los Antecedentes Penales, sólo aclaran que tuviste o no tuviste delitos en un período determinado, no dicen que eras fiscal, no dicen que saliste a la calle a dar golpes, no dicen que chivateaste a alguien, no dice que como militante del PCC mantuviste una política super agresiva con aquellos que pensaban diferente. No hay como comprobar nada de esto, porque como sabes, esos trámites en Cuba, sobre todo las personas que han estado vinculadas al gobierno-partido, se hacen con máxima secretividad, o sea, por la noche vas a la reunión del CDR, votas porque la revolución dure 64 000 milenios y al día siguiente dices a la vecina que vas a ver a tu abuelita en Guanajay o duermes fuera de tu casa, sacas las maletas escondidas y apareces en Miami. Esas personas, ni se despiden.
EliminarEntonces burlan, a veces, los dos polos, el cubano, mintiendo y el americano, mintiendo. ¿Cómo entender que a una jueza en activo por lo menos hasta mayo del 2024, con una actividad represiva, la dejen salir de Cuba? Eso está extraño. Ahora, coincido contigo, porque el gobierno norteamericano siempre ha tenido su doble jugada con esto. Muchos de los llegados son utilizados para la propaganda contra el comunismo cubano, los llevan a la TV, les pagan y nos dicen a la cara lo que todos nosotros sabemos y tenemos que tragar que esa persona, que hasta ayer jugo un rol activísimo por y para el gobierno, a las 24 horas despúes de llegar descubra lo que pasa hace 60 años. Cuba se está partiendo a la mitad o explotando y es entendible que, incluso los más revolucionarios ayer, quieran salvarse e incluso que no recuerden u oculten su participación activa en el desastre alcanzado. Ahora, imaginate caminando por Miami y tropezarte con quien te torturó o sancionó a muerte o a 30 años de privación de libertad a tu hijo. Imaginate ver a uno de los que hundieron el transbordador cargado incluso de niños y que uno de esos niños fuera tu hijo o nieto. Te imaginas ver sentado en una cafetería, con un pullover con la bandero norteamericana, al agente de la seguridad que te hizo durante meses o años la vida un yogourt. Creo que el gobierno norteamericano, partiendo de buenas voluntades y no maniobras políticas tiene que definir políticas express para estos casos. OK, no lo puedo evitar, me engañaron, pero si detecto que has formado parte de la represión de cualquier forma, vas para atrás, así de sencillo. No hablo del llamado revolucionario cubano, ni tan siquiera del militante del PCC común, si vamos por lo seguro, mas de la mitan han sido y son mentira, digamos mentiras piadozas para la sobrevivencia, hablo de los que han estado en el poder jodiendo al de al lado, sancionando, reprimiendo. No existe una ley que obliogue a que un ser humano arrastre a otro, quien lo hace es por pura conveniencia, entonces esa persona no puede vivir aquí. Si los deseos de abajo el imperialismo yanqui se pudiern haber materializado, este pais ya no existiría. Muchas personas deberían morir ahogados mientras comen croquetas o tamales en Miami. Los crimenes no caducan. La jueza del cuento, va a apelar una y otra vez, pasará el tiempo, se olvidará la urgencia de su caso y se quedará en USA, como otros muchos tantos. Me gusta el ejemplo alemán que comenté, no pido que maten a la anciana, tiene 99 años, pero si fue a un juicio donde se le dijo que formó parte del holocausto, por lo menos los dañados vivos aun, pueden escupir en su fotografía. Te resumo, no sé si se podrá hacer, aunque creo que si, porque los alemanes fueron buscados, identificados y puestos a la justicias. Llegaste, me parece bien, recibo información verificable y segura de que reprimiste, golpeaste, sancionaste, y te envío para atrás pagándote el pasaje. Te dejo allí en el aeropuerto José Martí. Sabes por que? Por respeto a una comunidad que aquí vive que fue reprimida, golpeada y sancionada. Claro, no soy el Papa que fue a ver y perdonar al que le disparó par matarlo. No llego allí.
EliminarSabes, la vida me dio la oportunidad de reunirme con la persona, llamada instructora, que durante 20 días me tortuó psicologicamente, se burló de mí, me maltrató a mi y a mi familia afuera, en 100 y Aldabó, sin necesiad, pero más, sin razón. En esa reunión ella no me reconoció, debía "atender" a muchos cubanos, yo si recordaba que había sido el 2354 y entonces ella, que quería irse del MININT, estuvo dos horas hablando mal del gobierno, de los militares, de sus compañeros de represión, cuando terminó y le hice mi historia, casi se desmaya, lloraba y lloraba con lágrimas de cocodrilo. Sin embargo mientras estuve allí otra persona que me atendió humanamente, al final la encontré en la calle un día, me bajé del carro y fui a saludarla, me habló de lo mala persona que era la primera del cuento, de lo oportunista que era y me dijo que ella había pedido la baja, porque no podia trabajar en un lugar como aquel. La segunda, no dudaré si me la encuentro aquí en saludarla e invitarla a un café, la primera, si llega, merece ser enviada al paraíso cubano. ¿Cómo la segunda pudo darse cuenta y pidió la baja prefiriendo quedarse sin trabajo?, ¿Por que la primera esperó a que el barco se empezara a hundir y aspiró entonces a irse para una firma extranjera? Ahí está la diferencia. Por si acaso, recuerdo perfectamete las caras y los nombres de las dos. ¿Estoy dañado? Es posible. el comunismo es una máquina de fabricar daños
Eliminar