Hablemos francamente.
Hay que ser muy hijo de puta, para cerrar los ojos y apoyar a Maduro, con aquello de que ganó las elecciones, que desde siempre estaban cantadas como fraudulentas. Es mejor decir apoyo a Maduro porque me gusta, porque lo quiero, porque es encantadoramente bruto y me conviene. Es más honesto decir lo voy a apoyar con la victoria, incluso cuando él mismo reconozca que perdió, pero apoyar que ganó las elecciones, más que una alianza “cariñosa”, es una gigantesca burla, primero a muchos millones de venezolanos, segundo, al mundo decente e inteligente. Es un gran símbolo, que ha pasado a la historia, el que los alemanes cansados del comunismo, salieron a tumbar el muro que los oprimió, separó y los humiló durante décadas, ahora al ver a venezolanos destruir y arrastrar las esculturas, por cierto horribles, del chavismo - madurismo, no es lo mismo. ¿Por qué Alemania si y Venezuela no?
Venezuela
tiene casi 8 millones de personas regados por el mundo, de ellos, más o menos 5
millones tenían en libertad derecho a votar en las elecciones, derecho que fue
prohibido por maniobras del gobierno, que sólo permitió votar alrededor de 60
000 personas, o sea, el 1,2%, lo que demuestra que, desde el gobierno, por la
fuerza, Maduro hace lo que la da la gana.
Sin
computadoras, ni sistemas, si contamos con esos 5 millones de personas abierta
y públicamente en contra del gobierno, porque precisamente hoy viven en la
emigración inconformes por culpa de ese gobierno, ya Maduro hubiera perdido las
elecciones. No hace falta más nada, sólo con los venezolanos emigrados que
estuvieron prohibidos a votar, el gobierno explotó y es que esa emigración, a
diferencia de otra, por ejemplo, la cubana, que está dividida, manipulada, en
parte asquerosamente manejada y por qué no, comprada, está totalmente de
acuerdo, independientemente de edad, sexo, clase social, estatus, en contra del
gobierno. Los niños, quizás copiando a sus padres, gritan abajo Maduro, claro
copiando a sus padres, pero indica que es un sentimiento fuerte que se expande,
es un sentimiento que se discute y defiende. Si sólo se escucharan a los niños,
ya Maduro hubiera explotado.
Sin
computadoras, ni sistemas, sólo mirando las calles de Venezuela, sumándole la
alegría con que las personas se manifestaron y votaron, comparándolos con el
voto silencioso a favor de Maduro, no queda dudas que el gobierno explotó. Como
detalle, ya no las enormes violaciones que ya describí en uno de mis artículos
anteriores, sino que en algunos colegios donde votaron los miembros del
gobierno, estos fueron abucheados públicamente por el pueblo allí congregado,
que más muestras quiere el mundo para entender que un pueblo no quiere a los
gobernantes que tiene.
Habría que
coger a Maduro y colgarlo, tal como dice alguien que quiero mucho, con alambre
de púa, para que el mundo reconozca: ¡Ahhhhh mira, parece que, de verdad, no lo
querían!!!!! ¿Habrá que colgarlo, haciendo referencia a un mecanismo antiguo,
antidemocrático, brutal, pero en casos como estos, muy eficaz?, ¿Es que acaso
los franceses, uno de los pueblos más cultos e iluminados del mundo, no
guillotinaron a su rey Luis XVI y años después a la reina María Antonieta?
Sin
computadoras, ni sistemas, sólo hay que ver a miles y miles de personas
nonagenarias, abuelas y bisabuelas, votando y desfilando por las calles
venezolanas, personas con bastón y en sillas de ruedas, abrazando, anegadas en
llanto a María Corina, declarando que votaban por la libertad de Venezuela,
para entender que Maduro explotó. Sólo hay que ver, en aquellos colegios y
centro de votación donde se pudo publicar el resultado preliminar, el jubilo
enorme de la gente que esperaba afuera cuando se daba por vencedor al Sr.
Edmundo González, para entender que Maduro, no sólo explotó, sino que se
pulverizo, desapareció, que ya no existe legalmente.
Y entonces,
una vez más, como ya nos tienen acostumbrados, los gobiernos reunidos en varias
organizaciones de esas llamadas internacionales, que deberían gozar de un gran
prestigio sólo como resultado de los enormes salarios que ganan allí, sus
funcionarios no saben nada, no vieron nada, no se enteraron y se atreven a
decir que necesita más información para poder decidir sobre el caso Venezuela.
Esos organismos han visto los pedazos de Maduro pasarles por encima y necesitan
más tiempo e información. ¡Que desvergüenza!!!!!
Maduro se
declara ganador de unas elecciones que jamás ganó e inmediatamente, sin el más
mínimo recato, comenzó a reprimir al pueblo. Más de una decena de muertos y
centenares de heridos, miles de prisioneros que han sido cazados en las calles
o en sus casas, de ellos, muchos, no se conoce su paradero. Maduro pone
detenidos a menores de edad, acusándolos de terrorismo, hasta ahora 79 menores;
está poniendo presos a los testigos oficiales de las elecciones evidentemente
para que no hablen o cambien sus declaraciones, quita la electricidad e
internet para evitar la propagación de noticias en tiempo real, viola los
procedimientos de las leyes venezolanas, brincando ahora a su propio Centro
Electoral Nacional que lo dio por ganador sin elementos y va a parar al
Tribunal Superior de Justicia que nada tiene que ver con el tema elecciones.
Llama a los principales opositores fascistas y los acusa de haber provocado organizadamente todos los actos vandálicos y emite órdenes de búsqueda y captura para sacar a María Corina y a Edmundo González del escenario público. Maduro alardea, más que anuncia, que va a construir o disponer de dos cárceles para meter a todos los que a él les dé la gana, así nada más, ya tiene dice 1 200 detenidos y va por 1 000 más. El prestigioso Centro Carter, invitado para observar las elecciones y por tanto reconocido por el gobierno venezolano de Maduro hasta ahora, se retira de Venezuela por inseguridad y declara finalmente que las elecciones no reunieron y no muestran transparencia. Grupos encapuchados entran a la oficina de campaña de María Corina y Edmundo, saquean el lugar, lo rompen todo, se llevan lo que les da la gana y se llevan detenidos a tres personas que allí estaban trabajando. ¿Grupos de hombres encapuchados, que se llevan detenidos a personas, así, nada más, sin ley, ni orden??????????, ¿En qué mundo es el que estamos viviendo?
Entonces estos
gobiernos, sobre todo los del área, o sea, Latinoamérica, sobre todos los más
cercanos a Maduro desde siempre, México, Brasil, Colombia, dicen que necesitan
más información, que necesitan una verificación imparcial de los resultados,
cuando nadie sabe a qué imparcialidad se refieren y se esconden para no firmar
o reconocer una sanción de la OEA, imposibilitando así que esta organización
emitierá un acta condenatoria.
¡Que
descaro!!!! ¿Dónde están ahora las famosas ONU y la OEA y todas las organizaciones
internacionales, que, por defender, defienden hasta a las hormigas, con sus
teorías “chinas” de democracia, derechos humanos, igualdad, libertad, etc.? He
escuchado que el mundo diplomático juega diferentes fichas y me pregunto: ¿Cuáles?
Y, sobre todo: ¿Cuándo?, ¿Tendrá Maduro que asesinar a la mitad de Venezuela?
OJO.- Maduro, frente a los ojos del mundo, sin
acabar de mostrar las actas, que ha anunciado que tiene, se inventa un
procedimiento de ir al Tribunal Supremo de Justicia para avalar su victoria,
tribunal, más que demostrado, subordinado incondicional del madurismo, o sea,
algo así como preguntarle a tu buena mama: ¿Mamá yo soy muy feo? Maduro, sin
demostrar nada, se proclama presidente, porque el término rey está fuera de
moda y sale como “buen presidente” a reprimir y matar a su pueblo, frente a los ojos de todos y no pasa nada. Quizás Maduro cuenta, basado en muchas experiencias, que no va a pasar nada.
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