José Martí, que
para mí es el gran desconocido a profundidad y a su vez el gran utilizado a
conveniencia, escribió, “la patria es aras no pedestal” frase
corta que encierra un gran mensaje, que quizás adaptándolo a lo que pasa,
podríamos decir que Martí no debería ser pedestal para cualquier idea que se
antoje, sacando de contexto sus verdaderas ideas y más, sus sentimientos.
En 1877, mucho
antes incluso de fundar su Partido Revolucionario, Martí escribió, “Siempre
es desgracia para la libertad, que la libertad sea un partido” Entonces,
esto no lo conoce el autor del artículo y los funcionarios cubanos que ejercen
el poder, que pretenden, una vez más, para dar solidez a sus ideas, retomar
sólo parte del Apóstol como base, para justificar la “necesidad” del partido
comunista como único partido que deberá existir eternamente en Cuba.
Martí, que años
después de esa idea, fundó su PRC, lo concibió sólo como instrumento para
organizar desde el exterior su revolución independentista, lograr apoyo
logístico y monetario, sumar personas, no sólo fuera de la isla, sino dentro de
la propia Cuba, pero, el mismo Martí sabía que era circunstancial, en la misma
medida que cuando se dispuso a salir para Cuba, dejó como sucesor en el partido
a Tomás Estrada Palma, con el objetivo de seguir garantizando el apoyo
necesario y no se llevó con él al partido para hacer la guerra en los campos
cubanos. Martí sabía que sus ideas políticas válidas, tenía que combinarlas con
la experiencia práctica de los militares cubanos que ni conocían, ni pertenecían
y a muchos no les interesaba el partido. Martí como buen hombre de ideas,
interesado primero en la independencia de Cuba, pero con una proyección más
larga para la edificación de una moderna república, no impuso su partido, sino
que dejó al menos la idea de unir a todas las fuerzas políticas, democráticas, blancos
y negros, pobres y ricos, mujeres y hombres, propietarios y desposeídos,
militares y civiles, que conformaban el diverso espectro de la Cuba de finales
del XIX.
Entonces el
autor, el periódico Granma, el Partido Comunista y el gobierno de Cuba mienten
a conciencia cuando dicen que un proyecto pluripartidista sólo beneficiaría a
los enemigos de la revolución. Primero porque no existe tal revolución. Una
revolución es un proceso determinado en fecha, que significa un cambio o transformación
radical respecto al pasado. Esa revolución ocurrió en Cuba hace muchas décadas
ya, tuvo su principio y su fin, todo lo que sea seguir llamando revolución al
gobierno que existe, tiene sólo la intención de confundir y prolongar un
sentimiento irreal. Cuba, no tiene una revolución que dura 60 años, Cuba, como
todos los países del mundo, tiene un gobierno, que sucedió a aquella
revolución, ahogando otra cualquier posibilidad incluso de pensamiento.
Segundo, un proyecto pluripartidista, no beneficiaría a los enemigos de Cuba,
por el contrario, un proyecto de diferentes ideas y soluciones podría unir a
fuerzas progresistas en el plano social, económico, político incluso religioso,
tal como quería Martí, que beneficiaría a todos.
Si es cierto, una
opción o varias diferentes, podrían liquidar, como ocurrió en el resto de los
países comunistas europeos, el monopolio del partido único comunista, no por el
nombre, no por sus postulados, sino porque sencillamente han tenido tiempo a
probar y hacer experimentos de todos tipos y el resultado hoy es desastroso. Cuba
tiene un gobierno y un partido que está pidiendo, después de 60 años en el
poder, más tiempo para seguir ensayando.
¿En qué si no
miente el Granma? Sencillamente en las estadísticas, en las que el gobierno es
experto y ahí todos hemos tenido y aún tenemos un poquito la culpa.
El articulista repite que “El 90 % de los
ciudadanos con derecho electoral concurrieron a las urnas, y de estos, el 86,85
% votaron a favor, cifra que a la vez representa el 78,3 % del total de
compatriotas con derecho al voto, con la cual quedó refrendada la nueva
Constitución de la República”. Y asegura que “Es
significativo que la mayoría de los cubanos que ejercieron el voto pertenecen a
las generaciones nacidas con posterioridad al triunfo revolucionario, lo que
refleja la fortaleza y continuidad de nuestros principios”.
Siendo honesto, las cifras frías son impresionantes, esos números son los que se exhiben a las naciones y organizaciones mundiales. Esos números son los que logran ayuda y apoyo, pues dicen, sin conocimientos exactos de lo que pasa, que la inmensa mayoría está a favor del gobierno, del partido, del fidelismo-marxismo-leninismo. Que esa misma inmensa mayoría está contenta con todos los experimentos, muchos de ellos estériles, y más, está de acuerdo y alegre con seguir en los experimentos y sacrificios. Es por eso que constantemente las exhiben.
Siendo honesto, las cifras frías son impresionantes, esos números son los que se exhiben a las naciones y organizaciones mundiales. Esos números son los que logran ayuda y apoyo, pues dicen, sin conocimientos exactos de lo que pasa, que la inmensa mayoría está a favor del gobierno, del partido, del fidelismo-marxismo-leninismo. Que esa misma inmensa mayoría está contenta con todos los experimentos, muchos de ellos estériles, y más, está de acuerdo y alegre con seguir en los experimentos y sacrificios. Es por eso que constantemente las exhiben.
Las estadísticas son
reales, ahora, ellas también tienen, a mi entender un truco, con el que el
gobierno y partido han trabajado siempre. Los que hemos vivido en Cuba muchos
años, sabemos y tendríamos que darnos algunos azotes por ello, qué han
significado desde siempre, las reuniones, selecciones, votaciones, etc., cosa
que es difícil de demostrar pero que funciona.
Sin desconocer que
existió un apoyo y que aún existe ese apoyo, establecimos la costumbre de ir a
reuniones, levantar la mano para salirnos del paso. Aprobábamos cosas y
personas, sin saber que estábamos aprobando o seleccionando. Era una práctica
común que todo se aprobara por unanimidad, tanto que durante años jamás se preguntó
por los que estaba en contra o se abstenían. Nos acostumbramos a no hacer
presencia de cerebro, pero sí de cuerpo y esa es la presencia que el gobierno
necesitaba. Cada una de las marchas “impresionantes”, también reconociendo que
muchas personas marchaban en apoyo, tuvieron un enorme número de personas que
marchaban porque eran dirigidas, eran apuntadas en listas, eran chantajeadas
con sus trabajos y estudios, más grupo de personas que marchaban en práctica
para los carnavales de ese año con botellas de ron en las manos incluidas.
Durante muchos años
nos dio igual un entierro que un bautizo, la idea era no marcarse, no
identificarse en contra. Durante muchos años era mejor no opinar, si nuestra
opinión cuestionaba lo que se estaba esperando. Muchos cubanos incluso dentro
de una casilla, encerrado por las cuatro paredes, teníamos miedo a sencillamente
anular nuestra boleta, siempre nos quedaba aquello de que podríamos ser
identificados. Nuestros padres nos pidieron la asistencia muerta, sólo el
cuerpo convertido en cadáver.
Ahora no puedo
demostrar cuántas fueron durante todos estos años, es difícil llevar la cuenta,
pero todos los que vivimos allí sabemos qué pasaba. Entonces el partido gobierno
en eso gana y eso es lo que se utiliza. A nadie le importa ahora por qué
marcharon y por qué votaron, lo más significativo es exhibir el número de que del
90% de los que votaron, más del 86% votó a favor de la herramienta más importante
que tiene un país, la constitución, cuya elaboración, dirección de los llamados
debates populares, rectificación y redacción final de la misma, por casualidad estuvo
en manos de Raúl Castro, primer secretario del Partido Comunista de Cuba. Todo
esto es un chiste.
El gobierno y
partido conocen nuestros defectos y entonces cuentan con ellos. Saben que al
final, entre los que apoyan, que, por mi cuenta, cada día son menos de corazón,
que están dirigidos, no lo dudemos, por el partido, y los que vamos a votar
para no meterse en líos, para salirnos del problema, para cumplir
mecánicamente, para mantener nuestro trabajo, para no discutir con nuestros
padres, para no afectar a nuestros hijos, etc., etc., etc., el resultado querido
está garantizado.
Observemos algunas
partes de la nueva constitución. Llamo la atención que estuve en Cuba meses antes
de que se votara definitivamente y a mi nivel, dentro de mis amigos y vecinos,
el tema que más llamaba la atención de lo que se estaba debatiendo, era el
matrimonio entre homosexuales, lo que delata un enorme interés político ideológico
de una gran parte de la población.
En la introducción, se
declara públicamente que este documento se hace por:
- por lo que promovieron e integraron y desarrollaron las primeras organizaciones de obreros y de campesinos, difundieron las ideas socialistas y fundaron los primeros movimientos marxista y marxista-leninista;
Luego
dice que, Guiados por:
- · por el ideario de José Martí y las ideas político-sociales de
Marx, Engels y Lenin;
Continúa
diciendo que, Decididos:
- · a llevar adelante la Revolución
triunfadora del Moncada y del Granma, de la Sierra y de Girón encabezada por
Fidel Castro que, sustentada en la más estrecha unidad de todas las fuerzas
Revolucionarias y del pueblo, conquistó la plena independencia nacional,
estableció el poder Revolucionario, realizó las transformaciones democráticas, inició la construcción del
socialismo y, con el Partido Comunista al frente, la continúa con el objetivo
final de edificar la sociedad comunista;
Y,
por último, declara que Conscientes
- de
que sólo en el socialismo y el comunismo, cuando el hombre ha
sido liberado de todas las formas de explotación: de la esclavitud, de la
servidumbre y del …
Constitución
Capítulo I
FUNDAMENTOS POLÍTICOS, SOCIALES Y ECONÓMICOS DEL
ESTADO
artículo
1o.- Cuba
es un Estado socialista de trabajadores, independiente y soberano,
…
artículo
3o.- En la República de Cuba la soberanía reside en el pueblo, del cual dimana
todo el poder del Estado…
artículo
5o.- El
Partido Comunista de Cuba, martiano y marxista-leninista, vanguardia organizada
de la nación cubana, es la fuerza dirigente superior de la sociedad y del
Estado, que organiza y orienta los esfuerzos comunes hacia los altos fines de
la construcción del socialismo y el avance hacia la sociedad comunista.
De ahí para adelante,
todo lo que queramos protestar es por gusto, los que votaron, ratificaron que
estaban de acuerdo con que Cuba mantenga una revolución marxista-leninista y
que el Partido Comunista de Cuba sea la fuerza dirigente superior de la sociedad
y el Estado, para construir el socialismo. Nos guste o no o ahora en una
segunda lectura nos preocupe, en realidad eso es lo que fue aprobado. Claro tampoco
se hizo mucha propaganda a Martí, dando a conocer lo que él dijo en 1882 sobre una
constitución cuando afirmó que, “Una Constitución es una ley viva y práctica que
no puede construirse con elementos ideológicos”
De ahí entonces que el articulista inescrupuloso diga
que el “modelo de partido único en Cuba se define en la Constitución”
o sea, nos está diciendo, ustedes lo acordaron, y de esa forma lo siembra para
la eternidad, pero dice, “el pcc no tiene funciones electorales, no tiene
potestad para nominar o designar un candidato, para remover un cargo
administrativo o para suplantar atribuciones estatales, como la impartición de
justicia o la administración pública”.
Esto es otra mentira autorizada. Durante muchas
décadas hemos asistido al partido decidiendo puestos, cargos, tanto de ascenso
como descenso. Fidel ponía a ministros a su antojo y luego los quitaba a su
antojo también. Asistimos a que las leyes de los códigos legales se transformaran
por interés político, como escarmiento y se llegaran a fusilar a personas por
el único delito de traicionar o poner bravo a Fidel y lo que se llamaba su
revolución.
El partido no lleva una boleta pública aparte con sus
candidatos, pero, ya he dicho que no existe un momento de la vida del cubano
que no esté influida y determinada por el partido comunista, por lo que siempre
el partido se ha asegurado de que los candidatos propuestos coincidan con sus
intereses, a los que reviste de intereses de pueblo. Cualquier elección de
cualquier cosa, tiene en Cuba meses de campaña, donde el partido orienta a sus
miembros por quién hay que votar y más, orienta que orienten a sus familiares y
amigos cercanos para conseguir esos votos necesarios. El partido no nomina,
pero si hace un enorme lobbie para garantizar que los elegidos respondan primero
a la ideología en el poder. No lo digo yo, sencillamente leer que el partido es
la guía del Estado y de la sociedad y se podrá calcular la verdad, todo, exactamente
todo, está subordinado al interés del partido.
Les cuento una
experiencia de mi vida personal. Martica fue militante de la Unión de Jóvenes
Comunista, no porque realmente tuviera motivaciones políticas e ideológicas,
sino porque le tocó vivir en una época donde si eras buena alumna, te portabas
bien y hacías todas las tareas, te proponían para joven militante, cantera de
lo que luego se convertiría en militante del partido comunista y era casi un
suicidio decir que no. Así creció ella, jugándole cabeza a cada actividad, pero
manteniendo su militancia.
Un día ya
grande, Martica trabajadora, decidió pedir la baja del trabajo y entonces, primero
fue a ver al director de la empresa, le comunicó su decisión y luego, a los 2
minutos y medio, entró en la oficina siguiente, que era de la secretaria general
de la UJC para comunicarle que dejaba de trabajar. Entonces Martica tuvo que
sufrir las interpretaciones de aquellos comunistas, que proponían sancionarla
porque ella, con dos minutos y medio de diferencia había invertido la
comunicación. Primero había que informar a la organización política, esperar
que ellos lo aceptaran y entonces luego, sólo luego, se podía ir a la
administración, siendo la baja laboral un tema puramente administrativo. Ya podrán
imaginar, reuniones, aclaraciones, sentimientos encontrados, llanto, etc., que convirtieron
aquello en un infierno por varios días. Fin del cuento, Martica no sólo pidió
la baja laboral, sino que, para evitar que su vida “política” fuera manchada, porque
pretendían sancionarla, pues les dejó el carnet de la juventud y todo lo que
aquello significaba como recuerdo a aquel grupo de extremistas. Sabiamente mató
dos pájaros de un mismo tiro. ¿Tiene o no la ideología participación directa en
cada una de las vidas?, ¿Durante todos estos años, cuantas Martica habrán
existido?
En cada
empresa, en cada ministerio, en cada entidad de lo que sea y se dedique a lo
que se dedique, existe ese núcleo superior del partido, personas encargadas de
mantener los intereses ideológicos por encima incluso de los rendimientos administrativos,
laborales, profesionales, etc., entonces el ministro no puede quitar al secretario
del núcleo del PCC de su ministerio, pero sabe que ese secretario, con sólo un
informe, lo puede hacer volar de su silla. Tan sencillo como un informe
partidista. Ese mismo esquema, hace que Raúl Castro, líder absoluto del PCC, pueda
inventarse un presidente de gobierno, pero mañana quitar de cuajo a Díaz Canel,
hacerlo volar por los aires, reventarlo como “reventó Cafunga”, mandarlo a “plan
piyama” e incluso a la cárcel, pero Díaz Canel no tiene poder para, ni tan
siquiera, cuestionar nada que emane de Raúl. Esa es la verdadera estructura. Ese
es el verdadero funcionamiento, diga el articulista lo que diga.
La estructura
del partido se lleva a todo, cada militar, cada policía es militante de la
juventud comunista y luego del partido. El partido comunista tiene una
estructura presencial pública y reconocida además de en cada centro laboral y
de estudio, en cada municipio y provincia de todo el país, existen miles de los
llamados “cuadros” que se dedican a cumplir, muchas veces sin pensar mucho, con
las órdenes, disposiciones, reglamentos, recados, etc., que vienen desde donde
vienen todas las cosas en Cuba, de arriba. Entonces es creíble, querido
periodista, el PCC no tiene en Cuba funciones electorales. ¿Haría falta?
Martí, el mismo Martí que utilizan a antojo, probablemente
el más grande de nuestra historia, duro de carácter, pero al mismo tiempo demócrata
sensible; líder absoluto, pero conciliador; definido, pero abierto, él gran olvidado
convenientemente en parte, escribió, con una gran visón y certeza sobre el
poder y con esto les dejo mis conclusiones sobre lo que ha pasado y pasa en
Cuba.
“Todo
el poder que iría adquiriendo la casta de funcionarios, ligados por la
necesidad de mantenerse en una ocupación privilegiada y pingüe, lo iría
perdiendo el pueblo que no tiene las mismas razones de complicidad en esperanza
y provechos, para hacer frente a los funcionarios enlazados por intereses
comunes. Como todas las necesidades públicas vendrían a ser satisfechas por el
estado, adquirirían los funcionarios entonces la influencia enorme que
naturalmente viene a los que distribuyen algún derecho o beneficio. El hombre
que quiere ahora que el estado cuide de él para no tener que cuidar él de sí,
tendría que trabajar entonces en la medida, por el tiempo y en la labor que
pudiese él estado asignarle, puesto que, a éste, sobre quien caerían todos los
deberes, se darían naturalmente todas las facilidades necesarias para recabar
los medios de cumplir aquéllas.
De
ser siervo de sí mismo, pasaría el hombre a ser siervo del estado. De ser
esclavo de los capitalistas, como se llama ahora, iría a ser esclavo de los
funcionarios. Esclavo es todo aquél que trabaja para otro que tiene dominio
sobre él, y en ese sistema socialista dominaría la comunidad del hombre, que a
la comunidad entregaría todo su trabajo. Y cómo los funcionarios son seres
humanos y por tanto abusadores, soberbios, ambiciosos y en ésa organización
tendrían gran poder, apoyadas por todos los que aprovechan o esperaron
aprovechar de los abusos y por aquéllas fuerzas viles que siempre compra entre
los oprimidos, el terror, prestigio o habilidad de los que mandan, éste sistema
de distribución oficial del trabajo común llegaría a sufrir en poco tiempo los
quebrantos, violencias hurtos y tergiversaciones que el espíritu de
individualidad, la autoridad y osadía del genio y las astucias del vicio
originan pronta y fatalmente en toda organización humana…El funcionario
autocrático, abusará de la plebe, cansada y trabajadora. Lamentablemente será y
generará la servidumbre".
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