viernes, 26 de junio de 2020

"Che". La figura de las grandes contradicciones. (Segunda Parte)

“El Terrible” me cuenta desde Cuba sobre Cuba. Me da noticias “nuevas” que desde siempre todo conocemos, o sea, de nuevo nada. Cosas que pasan en la isla desde hace décadas, sólo que ahora, por una situación coyuntural y por el movimiento del mar, o sea, la marea que sube y baja, que durante todos estos años también hemos vivido, por la imposibilidad real de resolver los problemas, todo se trata de imagen. Entonces los planes fracasados pululan, lo que antes teníamos nuestro ya no lo tenemos. El desarrollo alcanzado por Cuba como país, que hoy no sólo se ha estancado, sino que ha ido para atrás, ha desaparecido aquello que parecía normal. 

Hoy, ahora, hace falta meter presos a algunos, sancionar a jefes, decomisar, multar, etc., y publicarlo como escarmiento, cuando en realidad todas estas cosas pasan públicamente delante de la cara de todos, incluso delante de las carazas de los del gobierno a todos los niveles, que no pocas veces viven o reciben beneficios de esos llamados negocios ilícitos. 

¿Qué paso con las fábricas que teníamos y funcionaban?, ¿Qué pasó con aquellos productos de los que, con orgullo nacional, nos abastecíamos?, ¿Alguien me puede explicar cómo en Cuba, donde el control es cuadra por cuadra y, no pocas veces, casa por casa, se logra tener 48 toneladas de ajo, 43 toneladas de maíz, 5000 latas de pintura, 200 puercos, 1000 sacos de pienso, tiendas de ropa, piezas de automóviles, más todos los productos industriales de importación que se han inventado, agencias y bancos de dinero en dólares, moneda convertible y moneda nacional, etc., sin que nadie se entere y un buen día sea descubierto por la policía y agentes del ministerio del interior?

“Ponen en el NTV a un guajiro de Alquizar con 48 toneladas de ajo ilegales después de haber vendido 75 toneladas por valor de dos millones de pesos. Le decomisan entre otras cosas cuatro tractores ilegales. El tipo tenía contrato de la cooperativa firmados sin llenar, para que él pusiera lo que más le convenía. Lo de las cooperativas agrícolas que cultivan y crían animales para supuestamente vendérselos al gobierno es un escándalo. Esos guajiros se han hecho millonarios y compran a todo el mundo, por lo que gozan de total inmunidad. Más gente y jefes presos, pero eso no resuelve nada, todo sigue peor. Ellos dejaron que esas cosas pasaran durante 60 años y ahora quieren que el pueblo vea a esas personas como los culpables de las necesidades de todos estos años. Trump firma ley para encarcelar hasta por diez años a los que dañen monumentos y estatuas federales. Trump regula las visas a estudiantes chinos en United States, dice él que son espías del gobierno chino que viven allí para robar ideas, son miles y muchos también trabajan”
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“Te mando fotos de una revista Bohemia de los primeros años de la Revolución antes de que el gobierno eliminara los anuncios comerciales. Hay un artículo de la primera encuesta nacional hecha por el gobierno para saber la opinión de los cubanos sobre la gestión del recién triunfante estado revolucionario en esos primeros años. Un anuncio de un tipo que fabricaba arados, otro de la textilera de Ariguanabo, una gigantesca industria, hoy y desde el periodo especial totalmente destruida, convertida en almacenes. Otra foto sobre un anuncio de una combinada de arroz y otra de Moa. Pasa las fotos para la PC para que puedas leer bien. Es increíble como en esos años en Cuba había tal inquietud y mucho movimiento comercial alrededor del desarrollo industrial. Han pasado 60 años y no sabemos cultivar arroz, la textilera cerrada y destruida. Moa no hay quién la ponga a producir de verdad. ¿Qué pasó que nada siguió el natural y lógico cause de las cosas en la vida? ¿Cómo después de tantos años no sabemos sembrar, no tenemos industria, no infraestructura que soporte el desarrollo? Dicen en la Mesa Redonda que tienen la materia prima para fabricar refresco y cervezas pero que las latas son importadas.  ¿Hasta cuándo podremos seguir resistiendo? No queremos cerveza ni refresco, pero boniatos y malangas son lo mínimo a lo que podemos aspirar después de tantos años. La libra de carne de cerdo en 80 pesos. ¿Cómo un jubilado que después de trabajar toda su vida como obrero gana 250 pesos mensuales, puede comprar carne de cerdo? La carne la venden los particulares escondidos porque el gobierno no tiene. ¿Qué van a comer los niños y los viejos? No han vuelto a vender arroz liberado desde hace cuatro meses y el que dan en la bodega no alcanza. Aprovecho el apagón de cinco horas para escribirte”.
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Tan contradictorio para mí, como la llamada carta de despedida que el Che dirigiera a Fidel, carta que, a mi entender, no hacía falta, a no ser por una jugada planificada entre ambos. No fue el resultado de una persona que deja un papel en la mesita de noche para que su pareja la descubra en la mañana o una carta de alguien que se va a tirar por un balcón y quiere dejar un por qué. Fidel y Che tuvieron que verse muchas veces antes de que el segundo tuviera el boleto de avión para marcharse. Ambos que prepararon juntos la misión Bolivia, tuvieron tiempo de sobra para despedidas, cafés, tabacos, abrazos y, _” bueno, mi hermano, cuídate, no te preocupes, todo va a ir bien, dame un último abrazo hasta que nos volvamos a encontrar, bajo el slogan de “Hasta la victoria siempre”.

La carta, a todas luces era íntima, porque el Che no la dirigió al pueblo de Cuba, ni tan siquiera a su Comandante en Jefe, sino solo a Fidel y no dejó dicho, al menos por escrito, que se leyera públicamente. Dicha carta, que Fidel, luego, dramática pero convenientemente, dio a conocer en octubre de 1965 cuando dejó creado el Partido Comunista de Cuba y su Comité Central, tiene, a mi entender, a todas luces, tres justificaciones. Primera, dar a conocer el por qué el Che no formaba parte del nuevo Comité Central del PCC recién formado, cosa que llamaría la atención al pueblo cubano. Segundo, quitarse el golpe de injerencia de la revolución cubana en Bolivia, con la idea de exportar una revolución, recuérdese que en la carta leída en 1965 Che renuncia y libera de todo al gobierno revolucionario cubano y la primera referencia en a Bolivia aparece en el Diario del Che, justo un año después, en noviembre de 1966 con la instalación del guerrillero en una zona montañosa y selvática del país latinoamericano. Tercero, la carta es una muy necesaria y amorosa apología de la mano del Che, hombre famoso, a la figura de Fidel Castro. Párrafos enteros dedicados a la grandeza, la claridad, la sencillez, la entrega, el antimperialismo, la fe en el mejoramiento humano, etc., del líder cubano. A partir de ahí, “el invicto”, a mi entender, se quitó una gran presión con la idea de que Che decidiera irse a hacer “su guerra” a otra parte, no tuvo mucho que hablar de sí mismo, no tuvo mucho que justificar sus actuaciones. A partir de ahí, a todos sus opositores y detractores, los mandó a leer la carta, diciéndoles algo así como: No lo digo yo, lo dijo el Che.

Che tiene que haber sido una gran espina clavada de forma mortal en la garganta de todos aquellos jóvenes “revolucionarios” que jugaban y experimentaban a hacer gobierno. La idea de un tipo extranjero, poco chistoso y poco entendedor de los chistes criollos, medio hosco digamos, que trabajaba haciendo un esfuerzo en la concreta, que no tomaba café y lo sustituía por algo tan amargo como el mate y no tomaba ron, que disfrutaba los domingos haciendo trabajos voluntarios en la construcción, en los puertos cubanos, en la caña, que tenía probablemente la casa más humilde de todas las que los nuevos gobernantes se repartieron, que renunció a la cuota extra de comida y atenciones como ministro, que mantuvo a su mujer como única en la misma medida que todos los defensores del proletariado cambiaban y cambiaban, repartiéndose las mejores y más lindas mujeres de Cuba y dejando en cada cambio casas, carros, piscinas, etc.

Una figura que escogió, después de mucha insistencia, según él mismo, la casa más sencilla y pequeña de Tarara por su asma, que se reunía con sus subordinados a las 2:00 am, que estudiaba toda la madrugada sobre economía, industrialización, la banca, etc., que apenas vio a su familia y dormía en su casa, todo esto haciéndolo bien o mal, debía ser una enorme presión para todos aquellos que triunfaron para vivir bien, para todos aquellos que desde los propios inicios se fueron repartiendo a la Cuba que funcionaba, es cierto, con problemas, pero funcionaba a finales de la década del 50, para todos aquellos que de bohíos en los campos cubanos pasaron a vivir en las mansiones y los palacetes de Miramar, Siboney, dejados por la gran burguesía cubana, que de sus pequeños pueblitos del campo brincaron a conocer el mundo, que de andar en caballos o burros, pasaron a manejar los mejores y modernos automóviles sin tener que pagar por ellos, etc. Para todos aquellos, conocedores o no, la carta de despedida de Che tiene que haber llegado como gran alivio, como un gran bálsamo, incluso para el mismo Fidel, que, a todas luces, aunque aceptaba la presencia del argentino, ya después del triunfo no necesitaba de él para sus objetivos como emperador. Seamos honestos.

Contradictorio incluso el mismo Che, tal como trataba de explicarnos Pipo Martín, el doctor del que ya he hablado, abuelo de mis amigos Normita y Robertico, cuando nosotros apenas conocíamos de la historia de nuestra patria. En su carta de despedida, llamémosle escrita, a Fidel, el argentino termina diciendo: “Hasta la victoria siempre. ¡Patria o Muerte! Te abraza con todo fervor revolucionario”, sin embargo, en la carta de despedida que le escribió a sus padres, donde se reconoce como una especie de aventurero de nuevo tipo, a esos padres que ya debían haber sufrido mucho con todos los andares de su hijo Ernestico, se despide escribiéndoles: Puede ser que ésta sea la definitiva. No lo busco, pero está dentro del cálculo lógico de probabilidades. Si es así, va un último abrazo”. Entonces cuál de los dos es el Che verdadero, el convencido de que siempre existiría la victoria porque caminaba a una aventura segura y bien organizada o el de esperen lo peor porque no regresaré. El que confiaba en el triunfo de sus ideas y acciones o el que antes de partir a la misión ya contaba con el desenlace desastroso que luego tuvo, El que fue al Congo y ayudado en secreto regresó o el que programaba un último viaje sin regreso.

Contradicción. ¿Cuál era el verdadero Che? En mis días como historiador participé en un conversatorio privado con uno de los sobrevivientes de la guerrilla de Bolivia. Un señor por aquel entonces muy afectado y perturbado de los nervios, que a todas luces había dado vueltas y más vueltas dentro de la estructura militar cubana por su condición especial de ser uno de los tres guerrilleros que regresaron, algo así como alguien que hay que mantener aunque no sirva para mucho y recuerdo muy bien, que contó, todo esto, repito, a puertas cerradas, que Che llevaba una granada escondida dentro de sus piernas cuando entró en Bolivia y que había declarado que era un viaje sin regreso, que volaría junto con el aeropuerto si era descubierto, pero que, sin embargo, cuando es capturado vivo, al final de su, para mí, insuperablemente mal escogida y planificada guerrilla, herido de tiro de bala en la pierna izquierda, le confiesa a su captor boliviano, que él es el Che, que no lo maten, que él les sirve más vivo que muerto.

Volvamos entonces al libro de las cartas de Che. Hemos tenido que esperar más de 50 años para conocer muchas de ellas, para que quizás muertos ya los principales protagonistas se permitiera sacarlas a la vida pública. Las cartas siempre estuvieron ahí, no es el resultado de una excavación arqueológica, ni el hallazgo de un cofre enterrado, creo que ahora es el momento para darlas a conocer, sin grandes consecuencias. Creo que hoy, por determinadas razones claras, es el momento donde las personas menos leen en Cuba y lo de las cartas de Che, en medio de todo lo que está pasando, quedará para un pequeñísimo grupo de amantes y detractores interesados.

En algunas de esas cartas se pone de manifiesto, antes nunca visto, la contradicción y el desacuerdo de Che con lo que estaba ocurriendo, lo que da la posibilidad ahora de decir, no lo digo yo, sino que lo dijo el mismísimo Che. Creo, siendo justo que Che habla desde la sincera preocupación, no enarbola una corriente revisionista, menos de oposición. Está tratando de alertar sobre lo que estaba viendo. Luego, queda desmentida la idea de que todos pensaban igual, de que todos apoyaron incondicionalmente cada una de las medidas y acciones, muchas veces caprichosas, improvisadas, vengativas o sencillamente por complacencia y auto complacencia.

Aquí algunos de los temas tratados reiteradamente en sus comunicaciones:

  • Uno de los puntos más reiterados es la improvisación con que se ejecutan las ideas, lo que daba por resultado una “política de bandazos” marcada, además, por el subjetivismo, trayendo como resultado el diseño de metas que conducían a un crecimiento imposible de alcanzar.
  • La realización de inversiones no justificadas, tanto en la agricultura como en la industria, sumado a una tecnología atrasada adquirida, que por demás había que pagar a un precio muy caro. Señaló la forma desastrosa con que se ejecutaban esos contratos, sobre todo a la llegada de la mercancía y las partes de fábricas, que por mal manejo permanecían “durmiendo” en almacenes y al aire libre, lo que resultaba en daños irreparables y perdidas de estas.
  • Se quejó de las líneas de acción falsas, como es el caso de la sustitución de importaciones y la pretensión de un autoabastecimiento ilusorio, o sea, la idea de que Cuba se abastecería de todo lo necesario, sin tener las mínimas condiciones para ello.
  • La gran dificultad que pareció muy rápidamente por la apelación a la condición de incondicionalidad y no a la preparación y el conocimiento fue la falta de exigencias de responsabilidad en los cuadros de dirección, en los que además primó el voluntarismo revolucionario, la falta de información, la indisciplina administrativa y la falta de control.
  • Critica Che la estructura escogida para dirigir la economía, o sea, la Junta Central de Planificación, a la que nombra incapaz y menciona errores cometidos en el Comercio Exterior, incapaz de planificar a largo plazo y olvidando su papel como piedra angular de la economía.
No diré que el Che hacia una crítica destructiva, ni revisionistas, menos separatista, todo lo contrario. Estuvo, al parecer por sus cartas, interesado constantemente, tratando de alertar desde un desacuerdo revolucionario, pero desacuerdo, sobre lo que se estaba haciendo, muchas veces lo que él mismo se veía haciendo. Esto refuerza mi idea de las contradicciones desde la propia Sierra Maestra por la realización de un gobierno terminada la guerra, lo que demuestra que es mentira esa solidez homogénea en las ideas y sobre todo en las prácticas que siempre nos han querido dejar ver.

Los que sobrevivimos al Che e incluso a Fidel y conocemos el camino que tomó el gobierno cubano durante todos estos años y los propios discursos e ideas del máximo líder, podemos imaginar que cada una de estas cartas, cada una de estas ideas suministradas por Che, iban como dagas a parar a la garganta de Fidel Castro, máximo inspirador y ejecutor de todas las improvisaciones que se llevaron a cabo, no al principio, sino durante toda su estancia en la dirección política y económica de su gobierno. Fidel, como buen cubano, debió estar loco porque el amigo Che, como decimos, “se fuera con su rumba a otro lado”, para entonces poder hacer su verdadera revolución sin segundos, como protagónico, como vedette.

El Che no sólo hizo críticas al sistema económico y las acciones realizadas dentro de él, sino que también trató de aportar al sistema político de gobierno que se venía estableciendo. Vale la pena decir que no le gustaban muchos los rusos y al parecer a los rusos, el “Guerrillero Heroico” tampoco le caí en gracias. Fidel como la almohadilla sanitaria.

Recuerdo muchos cuentos de jóvenes cubanos que estudiaron en la Unión Soviética y los muchos problemas que tuvieron con sus profesores allí. Los académicos y políticos soviéticos consideraban abiertamente a Che como un aventurero, literalmente como un loco, jugador a guerrillero, voluntarista y no seguidor de los paradigmas, sobre todo leninistas, puestos en práctica por la madre del socialismo mundial y recomendados en cada uno de los países donde tenía influencia. Recuerdo que esas mismas discusiones la tuvimos en nuestros grupos de la universidad cuando los profesores de filosofía, economía política, historia de la URSS, muchos de ellos graduados en las academias soviéticas, trataban de demostrar que el revolucionario argentino-cubano, no seguía los pasos establecidos e incambiables que los teóricos soviéticos habían establecido para la construcción de la llamada “nueva sociedad”, lo que consideraban un gran error.

Esto debió haber resultado como una fórmula matemática fácil de entender. Che era propenso a China, país con los que los soviéticos tenían muchas contradicciones. Fidel era propenso a la URSS, necesitaba un padre apoyador, mantenedor y buen proveedor para poder mantenerse. Los soviéticos ejercieron su influencia y poder respaldado por lo que ellos concebían como única teoría, la suya. A Fidel la contradicción y crítica del Che a los padrinos soviéticos no le convenía, menos su acercamiento a China. Recuerdo aquel día en que por las criticas abiertas y públicas en la Plaza de la Revolución, frente a todo el pueblo además por televisión, que hiciera Fidel en uno de sus discursos guerra, los chinitos diplomáticos presentes, se levantaron de sus asientos y abandonaron disgustadísimos el evento, acto público jamás visto, demostrativo de un gran desacuerdo. Resultado, los soviéticos ganaron, los chinos se apartaron por años, Fidel se construía un camino libre de piedras y Che debería marcharse a hacer su revolución en ….???????, Bolivia.  

El Che no sólo criticó los pasos económicos, sino que se metió directamente en el sistema político y social que se pretendía construir. Concluyó que era un error pensar en una corta etapa de transición, que se definía como “ya terminada” mientras escribió sus cartas, que daba paso a la construcción caprichosa del socialismo y que se implementaran o copiaran los pasos que la URSS, por sus propias características, había tenido que implementar, muchos de ellos no adaptados o necesitados por la realidad cubana.

Señala el error de hablar de un hombre nuevo, sin que éste existiera de verdad, al no poder eliminar las características que sobrevivían del capitalismo, sistema con el que el nuevo sistema socialista decidía competir, lo que generaría sólo un callejón sin salida, al traer como consecuencia una rebelión contra el sistema y su consiguiente conversión, donde nadie ha buscado la raíz del mal y el por qué se genera un retroceso, dejando claro que:

“…hay que sufrir golpes muy duros de la realidad para empezar a cambiar; y siempre cambiar el aspecto externo, el más llamativamente negativo, pero no la esencia real de todas las dificultades que existen hoy que es una falsa concepción del hombre comunista…”.

Igual a estas ideas propuestas por Che durante toda su presencia en Cuba, existen más, habría que leerse el libro de las cartas, pero lo llamativo de todo esto es que esos mismos problemas existen hoy, en el 2020 a 60 años de que el Che comenzara su actividad como constructor de la nueva sociedad. Yo solo tengo miles de preguntas, aquí les dejo alguna de ellas:


  1. ¿Se leyeron las cartas y trataron de entenderlo o las cogieron, ya por la escasez de papel, para …?
  2. ¿Fueron sus críticas aceptadas? El Che se aseguró de escribir y dejar recuerdos sobre sus ideas, pero en el libro sólo aparecen las cartas que él escribió, pero no las respuestas que obtuvo, o sea, la información sólo aparece en una sola dirección.  Lo que se pensó o respondió sigue en incógnita, a lo mejor en espera de otro libro que publique las respuestas.
  3. ¿Esto que vio Che, tan rápido como a principios de la década de 60, sólo lo vio él?
  4. ¿Cómo es que estos problemas, descritos por uno de los “más grandes revolucionarios” de la Revolución Cubana y luego gobierno revolucionario, que sigue apareciendo como uno de los que más esfuerzos reales hizo, no sólo estaban presentes desde el principio, o sea, 1959, sino que hoy en el 2020 aún existen como llamada “fuerza motora” del proceso revolucionario?
  5. ¿Dónde está hoy la orgullosa industria cubana productora de una gran parte de lo que ese país consumía?, ¿Dónde está el agro cubano, cosa que si teníamos orgullosamente en 1959?, ¿Dónde está hoy nuestro comercio exterior?, ¿Dónde está hoy ese hombre nuevo que se necesitaba y, en muchas ocasiones, se dijo que se tenía?
  6. ¿Cómo Che fue capaz de darse cuenta, de lo que muchos otros cubanos se dieron cuenta y todavía hoy esos mismos errores se comentan con más fuerza y determinación incluso?
  7. ¿Sería brujo Che cuando predijo en épocas tan tempranas que el resultado sería solo “un retroceso”?
  8. ¿Dónde están aquellas personas, no famosas, que al igual que Che vieron los problemas, los comentaron, trataron de oponerse y solucionarlos y no sé los escuchó, o, por el contrario, se les apartó púbica o silenciosamente?, ¿Se les hará un libro?
  9. Por último, ¿Che, los que se quejaron, criticaron u opusieron como él lo hizo, los que se bajaron del tren, el que se enamoró de su amigo y por eso perdió los estudios o el trabajo, los que fueron bajados por las buenas y por las malas del mismo tren, los que se fueron a otros países, los que se quedaron en un exilio interno con la única condición de ver el cadáver del enemigo pasar, los que crecieron fuera pero tienen ideas, el campesino que dijo no siembren caña aquí porque no se da, el obrero que dijo esa pieza soviética no funciona en este equipo norteamericano, el que defendió la idea de que los niños necesitaban comer proteínas proveniente de la carne roja, el que dijo que los viejos necesitaban atenciones especiales, el que dijo que no pelearía en una guerra fuera de Cuba, el que escribió con pasta de diente en la pared de su calabozo la palabra libertad, el que compró la langosta que los libros de biología y el NTV dicen que es cubana, para probarla por primera vez antes de perder los dientes, el que construyó una barbacoa dentro de su apartamento de finales del siglo XIX, el que dijo que el tema de tener dos, tres, cuatro monedas a la misma vez en el país era un error garrafal para la economía, el que dijo que Cuba en realidad no es potencia en nada, TODOS, estaban tan equivocados
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