El gobierno cubano acaba de ser seleccionado para
ocupar un asiento en el Consejo de Derechos Humanos de las Organización de
Naciones Unidas para el período 2021-2023, hecho que de seguro debe funcionar
como gran orgullo para cualquier país escogido. El Consejo de Derechos Humanos
de la ONU que fue creado en 2006 para reemplazar a la Comisión de Derechos
Humanos, hoy tiene 47 miembros y su función principal sigue siendo la responsabilidad
de la promoción y protección de
todos los derechos humanos en el mundo. Pero, ¿El gobierno cubano ha sido
seleccionado para representar la defensa de los derechos humanos en el mundo?,
Na, de seguro nos están engañando.
Bruno Rodríguez, canciller cubano, hace unos meses, al presentar la aspiración de su gobierno dijo: “Puedo asegurarles que Cuba seguirá conduciéndose en este foro con voz propia y constructiva, con su experiencia de país en desarrollo, defensor del diálogo y la cooperación, contrario a los enfoques punitivos y la selectividad, a favor de todos los derechos humanos para todos".
Esto, sin más, desde siempre, ratificado ese día por Rodríguez, es un buen chiste de humor negro, de un gobierno donde, precisamente los temas de Derechos Humanos han estado más que cuestionados en estas últimas seis décadas. Sería dificilísimo hacer un resumen en pocas páginas, los argumentos pueden dar para varios libros, no obstante, veamos mis recuerdos somo un cubano común.
Cuba llega al nuevo consejo, creo yo, sin ser realmente analizada sobre sus verdaderos méritos en este tema, llega sencillamente sin oposición por las plazas vacantes de Latinoamérica, cosa que hoy, más que nunca, el gobierno tiene y pretende aprovechar a su favor. Cuando fue elegida, lo que se considera un gran triunfo para el gobierno, el mismo canciller, no contento con el chiste de humor negro que hizo en la presentación para la candidatura, apretó la mano con otro chiste mayor y expresó: “firmemente comprometido con la construcción de una sociedad cada vez más justa, con el bienestar del ser humano y la justicia social, nuestro país obtuvo el voto secreto, directo e individual de 170 miembros de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas, como resultado del respeto y la admiración por la obra humanista de la Revolución cubana, principal garantía para el disfrute y la protección de los derechos humanos en la isla”
Idea que fue respaldada más tarde por la Cancillería cubana cuando publicó un comunicado diciendo que la selección de Cuba era un “reconocimiento de los avances significativos que las cubanas y cubanos han alcanzado en el disfrute de todos sus derechos y al amplio historial del país en materia de cooperación internacional en la esfera de los derechos humanos, demostrando, a través de hecho concretos, su inequívoca disposición al diálogo respetuoso, franco y abierto”.
Entre los otros elegidos está China y Rusia. No me es fácil y no me interesa hablar mucho de estos dos países, aunque hoy se tiene a la mano mucha información precisamente relacionada con la gran violación de derechos humanos en ambos. Es bueno no hablar de lo que no se domina bien, puede ser objeto de confusiones, malas interpretaciones, etc., pero si dedicaré un ratico a Cuba, mi país de origen, en el que viví hasta hace escasos 13 años y sobre el cual mantengo una observación diaria, mucho más diaria que la que tuve mientras viví allí. No sólo mucho más diaria, sino con un volumen mucho mayor de información objetiva, verídica, comprobable de lo que pasa diariamente en esa isla del Caribe y puedo decir desde aquí, con lo que muchos pueden ahorrarse leerme hasta el final, es que, por sólo las tres ideas dadas por el Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba, ministro y cancillería, sobran para acusarlos de mentirosos y como mínimo no aprobar o retirarle la selección a ocupar un puesto en el Consejo de Derechos Humanos.
Las primeras preguntas que se me ocurren son: ¿En qué está la Organización de las Naciones Unidas?, ¿Sus integrantes hoy son unos ineptos, unos desinformados o unos corruptos comprados y parcializados que no son capaces de actuar bajo los preceptos para los que fue creada oficialmente la ONU en octubre de 1942, o sea, aquello de mantener la paz y la seguridad de los estados miembros?Cuesta trabajo entender y responder estas preguntas, pero, lo único que no puede decir la ONU es que hoy está desinformada. La Federación Internacional de Derechos Humanos, (FIDH), fundada en 1922 que representa a 117 organizaciones especializadas en derechos humanos en 117 países del total de 194 países que tiene el mundo, de ellos 193 miembros de la ONU, dirigió a la Asamblea General de esa organización una carta que alerta sobre la elección de gobiernos autoritarios, que no cumplen con los requisitos para desempeñar de forma “democrática y transparente” una de las funciones más importantes de la ONU. La carta no menciona países, pero al leerla, es fácil descubrir que se está refiriendo a países precisamente con gobiernos como el de Cuba hoy. Reproduzco aquí la carta completa, ella por sí sola podría explicar lo que ha pasado y, sobre todo, desmiente la opción de que los “pobres” miembros de la Asamblea General puedan estar desinformados. En todo caso, en su defensa, se podría decir que no saben leer.
“Excelencias,
Antes de las próximas
elecciones del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas
("CDH" o "el Consejo"), nosotros, las organizaciones de la
sociedad civil nacionales, regionales e internacionales abajo firmantes,
escribimos para instar a su delegación a que se abstenga de votar por
candidatos que manifiestamente no cumplen las normas de membresía del Consejo
establecidas en la resolución 60/251 de la Asamblea General de las Naciones
Unidas (AGNU). La resolución 60/251 establece que los miembros del Consejo
deben mantener los más altos estándares en la promoción y protección de los
derechos humanos y cooperar plenamente con el Consejo y sus mecanismos. Además,
determina que, al votar, los Estados miembros deben tener en cuenta las
contribuciones de los candidatos a la promoción y protección de los derechos
humanos, así como sus promesas y compromisos voluntarios.
En octubre de 2020,
la próxima elección del CDH determinará qué Estados se integrarán como miembros
del Consejo en los próximos tres años (2021-2023). Las organizaciones de la
sociedad civil están alarmadas porque varios de los Estados que se postulan
para las elecciones no cumplen con los requisitos mínimos en materia de
promoción y protección de los derechos humanos y cooperación con el Consejo y
otros órganos y mecanismos de derechos humanos de la ONU.
Algunos de estos
candidatos demuestran un patrón constante de falta de cooperación con el
sistema de derechos humanos de la ONU, así como un desprecio flagrante de los
derechos fundamentales, que es incompatible con la pertenencia al Consejo.
Además, algunos de los candidatos de este año se han involucrado en actos
recurrentes de intimidación y represalias contra defensores de los derechos
humanos y organizaciones de la sociedad civil, que desempeñan un papel
fundamental en la labor del Consejo. También nos alarma que los candidatos
hayan atacado el propio sistema de derechos humanos de la ONU y que sus
promesas voluntarias no reflejen las realidades sobre el terreno. Votar por
estos candidatos socavaría gravemente la credibilidad y la integridad
institucional del Consejo. Las organizaciones de la sociedad civil han
criticado durante mucho tiempo las listas no competitivas del Consejo. Incluso
en esos casos, sin embargo, teniendo en cuenta que los Estados deben recibir
una mayoría simple de votos (es decir, 97) para ser elegidos, que la votación
se realiza mediante votación secreta y que los Estados electores no tienen la
obligación de votar por todos y cada uno de los candidatos dentro de un grupo regional,
las delegaciones simplemente podrían abstenerse de votar por candidatos no
aptos.
Lo instamos a que
valore las consideraciones de derechos humanos y los criterios sustantivos para
la composición del Consejo descritos en la resolución 60/251 como primordiales
para elegir a los miembros del Consejo, dejando la boleta en blanco para
aquellos Estados candidatos que su delegación considere no aptos, en lugar de
participar en el intercambio de votos o privilegios consideraciones políticas
sobre los derechos humanos fundamentales. También instamos a los Estados a que
mantengan la competitividad de las elecciones al Consejo presentando y apoyando
las candidaturas elegibles y evitando las pizarras limpias en cada elección del
Consejo de Derechos Humanos.”
¿Como puede ser
elegido el gobierno de Cuba para trabajar en el tema de los Derechos Humanos en
todo el planeta Tierra? No es de extrañar que los representantes de ese
gobierno se propongan, porque es lo mismo que han hecho durante estos últimos
60 años, mentir y entonces una mentira más no va a hacer la diferencia, pero, ¿Cómo
es que los miembros de las Naciones Unidas voten por ese gobierno para un tema tan
sensible como la defensa de derechos y libertades del hombre?
Veamos mis recuerditos
que están directamente relacionados con la pérdida de libertades y el ataque a
los derechos más elementales de cualquier ser humano en Cuba, dese épocas tan
tempranas como 1959.
·
Triunfó
Fidel Castro y personalmente prometió, aseguró, que en 18 meses haría
elecciones libres. Es cierto, muchos en Cuba estaban en contra de la realidad vivida
bajo la dictadura de Batista, pero derrocado el tirano, Cuba debería volver a
la normalidad. Las elecciones prometidas nunca se celebraron. Todos, dentro y
fuera, quedaron esperando.
·
El
gobierno “revolucionario”, se dedicó desde el principio a cerrar periódicos y
revistas, ocupar de forma monopólica los canales de televisión y radio, o sea,
anular toda forma de expresión donde se pudiera leer, escuchar, ver, otra
opinión. Pero más, poco a poco, muy rápido, se tragó a todos los grupos y
partidos políticos existentes, incluso a los que habían colaborado con la
revolución, asegurando así, bajo fuerza, presión, chantaje, falsas amistades y
promesas, la existencia única del grupo que apoyaba incondicionalmente a los
llamados “barbudos”. Destruyendo así, aniquilando de esa forma, la diversa y tradicional
política cubana.
·
Batista
en su última etapa había liquidado la última constitución que Cuba tuvo, la de
1940. Fidel jamás la recuperó, a pesar de ser muy avanzada para la época y como
la constitución para un gobierno totalitario no es importante, gobernó sin una,
hasta que el propio Fidel consideró que estaba todas las condiciones para inventarse
una que aprobara lo que ya ellos venían haciendo. Al totalitarismo no le hace
falta una constitución, porque no pretenden respetarla, a no ser que puedan y
de hecho pueden redactarse una a su imagen y semejanza.
·
El gobierno
cubano, muy rápido encarceló a religiosos por ser religiosos, a intelectuales
por ser intelectuales, a disidentes por ser disidentes, a homosexuales por ser
homosexuales, y más, a jóvenes de pelo largo, pantalones apretados o sayas
cortas, rockeros, poetas, actores, amantes de las danzas y de la música definida
como “capitalista”, a cualquiera que tuviera una de las llamadas “desviaciones”
que los comunistas mismos definieron. La población cubana comenzó a dividirse
desde el poder, las personas comenzaron a esconder sus propias ideas para
evitar la represión y el odio publicado y orientado en todas las tribunas revolucionarias,
muchas personas comenzaron a repudiar a otras personas. La vida se polarizó en
dos grandes bandos, los revolucionarios y los gusanos, donde el primero, siendo
de verdad o de oportunismo, acorraló al segundo, que comenzó a vivir y experimentar
el infierno “comunista”.
·
Además
de las cárceles que se multiplicaron enormemente a partir de las 60, el
gobierno cubano creó especialmente campos de concentración, llamados “UMAP”,
donde concentró y obligó a trabajo forzado a miles de cubanos, ni tan siquiera
por actuar en contra abiertamente o cometer actos violentos, armados, contra el
gobierno, sino sólo por discrepar, dudar, manifestarse en contra de determinada
idea, quererse ir del país de forma legal incluso. No cárceles, sino campos de
concentración con obligación de trabajo forzado, como, por ejemplo, cortar caña.
·
Durante
todos los años, desde el mismo inicio, se desarrolló en Cuba el miedo
individual proveniente del miedo colectivo, a partir de una idea muy concreta, “estás
conmigo o estás contra mí”. No existen otras opciones, no existen otras posibilidades
y como el poder está de forma ilimitada en unas pocas manos, si estás contra
mí, pues vas preso, eres reprimido, eres apartado, echado del país u obligado a
vivir en el llamado “exilio interno”. Las calles se convirtieron en propiedad
de los “revolucionarios”, los trabajos, las universidades se convirtieron en
propiedad de los “revolucionarios”. Las reuniones en centros de trabajo, en centros
de estudios, en las universidades, en cada cuadra, dejaron de evaluar la
productividad, la honestidad, los valores humanos, para evaluar primero y sobre
todo, la incondicionalidad al Partido Comunista de Cuba, al gobierno que se
sigue auto apodando “revolucionario” y al “gran líder”, el “gran maestro”, el “gran
padre”, el “gran inventor”, el “más inteligente”, el “más humano”, el “más valiente”,
el “salvador de Cuba”, etc., Fidel Castro.
·
Los
niños y jóvenes, desde siempre, han sido adoctrinados ideológicamente, convirtiéndolos
en un ejército para luchar en el campo de las ideas, incluso dentro de sus
propias familias. Los niños vigilan, denuncian, hacen labores políticas a lo
largo y ancho de toda la isla. Los niños son puestos delante de micrófono para
definir su apoyo a la revolución, para denunciar acciones imperialistas contra
ellos. Los niños son puestos a dar discursos, a veces hasta la histeria, donde declaran
estar dispuestos a morirse para defender al partido comunista y a la revolución.
Niños utilizados masiva, pública y absolutamente desde y para el poder.
·
El
gobierno cubano y su único partido comunista, o al revés, el partido comunista
en el poder que luego se arma un gobierno se ha negado rotundamente a reconocer
cualquier manifestación en contra u otra variante que no sea la del gobierno,
no se permite legalmente existir como grupo o partido diferente, no se permiten
las reuniones, no se permiten las manifestaciones públicas que contradigan la
opinión partido-gobierno. La sociedad cubana está totalmente dividida, sin
embargo, la imagen que se promueve es la de la solidez, la del apoyo voluntario
al partido y su gobernó, dispuesta a luchar y más, eliminar, incluso físicamente,
a un pequeño y reducido grupo de oponentes que piensan y quieren soluciones
diferentes, que casi siempre, a falta de argumentos reales, son acusados de “mercenarios”,
de “agentes pagados por el imperialismo brutal”, de “traidores a la patria”, de
“requeté gusanos”, más todas las malas palabras recogidas en nuestro idioma
materno.
·
Durante
estos 60 años, el mundo ha visto, cómo después de que se fueron los ricos capitalistas
en franco desacuerdo con el gobierno revolucionario, los llamados “siquitrillados”,
los cubanos han continuado emigrando por cualquier vía, para cualquier lugar, a
veces de forma masiva y bulliciosa, a veces de forma individual y silenciosa. Después
que se fueron los que habían sido dañados en sus intereses, se ha mantenido una
emigración constante de aquellos para los que supuestamente se hizo una revolución
comunista, o sea, en Cuba emigran los viejos, los hombres y las mujeres, los
negros, los campesinos, los obreros, los intelectuales, los profesionales, los
semi analfabetos, los jóvenes y los niños. Pero esa necesidad de salir- escapar,
hace perder el instinto de conservación y se realiza por y a través del mar,
sin preparación, sin recursos, muchas veces sobre cámaras de camiones y cuatro
tablas, otras veces a través de caminatas de muchos meses por las selvas de Latinoamérica.
El gobierno cubano, que por momentos incluso he echado a sus ciudadanos, tiene sobre
su espalda, una cifra desconocida y nunca publicada, de miles de miles de
ciudadanos cubanos muertos en esas misiones de fuga.
·
El
gobierno cubano, Fidel Castro y su partido comunista, fue de los pocos que
felicitó a Sadam Hussein por su acción de desaparecer a los kurdos, parte de la
población de Iraq que estaba en su contra, lo que el mundo consideró crímenes
de lesa humanidad e increíblemente felicitó al gobierno y partido comunista chino
por la solución “magistral” de pasarle por arriba con tanques de guerra a los jóvenes
civiles, desarmados y no agresivos, que se encontraban concentrados en la Plaza
de Tiananmen, otro crimen contra la humanidad. Nada nuevo, ya Fidel Castro
personalmente, siguiendo la tendencia de felicitar a los gobiernos que matan a
sus pobladores, había justificado, estado de acuerdo y felicitado al partido
comunista y gobierno checo, cuando los tanques soviéticos y del Pacto de
Varsovia, entraron en Checoslovaquia a asesinar y exterminar a una parte de la población
checa que demandaba cambios sociales y no estaba de acuerdo con el comunismo en
Checoslovaquia.
·
Poco
podría yo decir aquí de las guerras. El gobierno cubano durante décadas se
dedicó a enviar hombres, asesores, técnicos, recursos a todas las guerras que
existieron en el planeta, lo que ha dejado una enorme estela de muertos, tanto
ciudadanos de los países en conflictos, como de cubanos. Pero, además, es público,
desde los primeros años, el gobierno cubano, Fidel Castro en persona, apoyó,
mantuvo, adoctrinó, dio clases, formó “cuadros revolucionarios”, tanto dentro de
Cuba como dentro de muchos países específicos, para formar y desarrollar
guerrillas desestabilizadoras en contra de las democracias, con el objetivo de
expandir la ideología comunista por el mundo. El listado de países donde el
gobierno cubano ha trabajado en post de guerra es tan largo que pudiera aburrir
reproducirlo aquí, pero todos los cubanos sabemos que es grande el público y
grande el secreto.
·
El
gobierno cubano ha sido por excelencia un gobierno machista, homofóbico, cosa que
se desarrolló como espejo en el pueblo, por lo que las definiciones homosexuales,
y todas las variantes modernas de trans, han sido excluidas, poco consideradas,
repudiadas desde siempre. No hay mayor ofensa para un cubano que le digan “maricón”
o “tortillera”, no es de ocultar que el propio Fidel Castro casi cierra el Ballet
Nacional de Cuba porque el país necesitaba milicianos y obreros, no bailarines
afeminados. Los homosexuales públicos y los que incluso sin serlos fueron
acusados, tuvieron poco espacio siempre, fueron apartados, denigrados,
separados, mal vistos y evaluados, lo que llevó a muchos a ocultar su verdadera
selección de su sexualidad. Para sobrevivir había, y esto es público, que ser
revolucionario y para ser revolucionario no se podía ser homosexual.
·
Los
religiosos corrieron el mismo camino. “La religión era el opio de los pueblos”
entonces, los cubanos mayormente católicos por tradición y santeros, paleros,
abakuá por cultura, cambiaron sus santos por fotos de Fidel, Raúl, Che, Camilo,
pero incluso por fotos de Lenin, Marx y Engels, expuestas en los portales de
las casas, dentro de ellas, en las ropas. Las iglesias quedaron vacías tanto de
curas y monjas, como de feligreses. Entrar a una iglesia, bautizar a un hijo,
casarse por la iglesia, por muchos años era un suicidio. ¿Los cubanos dejaron
de ser religiosos para convertirse en comunistas? No, mentira, Pero si es cierto
que, frente a la propaganda comunista y las acciones prácticas tomadas desde el
poder, escondieron, ralentizaron, ocultaron, “secretizaron”, sus creencias. Con
esa enorme capacidad que tenemos como pueblo, muchos en la mañana asistían a
reuniones donde se condenaba a la religión y en las noches, escondidos,
disfrazados, se iban a visitar a su padrino o babalao.
·
También
desde siempre, fue fácil presentarse en la casa de alguien, hacer un registro,
llevarse a una o varias personas detenidas, sin posibilidad de abogados
defensores, internarlos por meses, muchos más de los que la ley permite en mugrosos
calabozos, inventarse testigos y delitos falsos, sancionar incluso sin pruebas,
por lo que ellos mismo han llamado “convicción”, o sea, no hoy pruebas pero el
tribunal en cuestión considera la culpabilidad, llevar a juicios y fusilamientos
por causas políticas como escarmiento disfrazadas de causas económicas u otras.
Se le ha negado el reconocimiento de presos de conciencia o políticos a
personas y se le han inventado causas comunes, por lo que no existe
reconocimiento del estatus de preso político, etc.
·
El
gobierno de Cuba ha hundido embarcación llena de personas que pensaban emigran,
provocando muerte de muchos, incluyendo niños. Ha derribado avionetas civiles, públicamente
desarmadas y ha hecho fiestas, estando estas en aguas internacionales,
utilizando aviones de combate, provocando muertes. El gobierno de Cuba ha
fusilado a jóvenes en 72 horas por haberse robado una embarcación para salir
del país. El gobierno cubano, denunciado por participar en el tráfico de cocaína
hacia los Estados Unidos, ha fusilado a generales, héroes de la República de
Cuba, altos militares de la Seguridad del Estado, como resultados de juicios,
que ni la genial compañía “Circo del Sol” es capaz de montar como espectáculo.
Purga del gobierno, unos dicen por traición, otros por posible sedición, otros
que muchos habían torcido el camino revolucionario, corrupción, tráfico de
influencia, oportunismo, “blandenguerismo, etc., donde los verdaderos culpables
jamás fueron enjuiciados, por el contrario, como eran ellos, los políticos, los
que dirigían los juicios, salieron favorecidos.
·
Vivimos
años de aquellos llamados mítines de repudio, donde a personas que no
estuvieron de acuerdo o sencillamente escogieron irse del país se les torturó a
partir de golpizas y vejaciones públicas, ataques a sus viviendas,
desmoralización, humillaciones, etc. Espectáculos promovidos por el propio gobierno
y convertidos en un circo de entretenimiento, donde, otra vez, la definición pueblo
fue utilizada para la venganza. Civiles y militares disfrazados de pueblo golpeando
y humillando a otros civiles, no importó si mujeres y niños. Las hordas dirigidas
por el gobierno y partido convirtieron a Cuba en una enorme olla donde todos
los días la fiesta era salir a reprimir, golpear, humillar, desangrar a alguien,
a alguna familia. Todos los comprometidos encerrados dentro de casas, a las que
se les cortó el agua, la electricidad, la asistencia de comida, la posible
visita de amigos, donde 24 horas del día, tropas apostadas frente a esas casas,
tiraban huevos, piedras, rompían muebles y paredes, se burlaban, maldecían,
humillaban, de forma autorizada. Personas que fueron obligadas a caminar con
carteles colgados al cuello, mientras multitudes los apedreaban, les gritaban,
exactamente igual al descrito “Via crusis”, que dicen paso Jesús en camino a la
cruz. Si, el cuadro fue el mismo, muchos cubanos, sin importar edad, sexo,
color de la piel, sin importar incluso la infancia, tuvieron sus propios via
crusis, sólo les falto cargar con la cruz de madera, la otra cruz si la
tuvieron que llevar.
Claro, todo esto puede parecer del pasado, pero es que son, todas juntas, cosas que ocurren desde el propio 1959, ya que los ejecutores de aquella revolución tenían encondidos, pero bien definidos, cada uno de los pasos a dar para la consolidación y permanencia eterna en el poder. Entonces la ONU podría decir descaradamente que desconoce de muchos de estos aspectos, pero no, porque todos ellos fueron públicos, muchos masivos, cuyos testigos de ambos bandos y víctimas están vivos dentro y fuera de Cuba. Pero, además, no son actuaciones puntuales que se han dejado atrás como necesidad de un momento histórico determinado y se han rectificado, todo lo contrario.
¿Cómo puede un gobierno
con esta historia conocida y más, siendo el mismo partido comunista, siendo los
mismos protagonistas importantes, que se declara continuidad de todo lo
anterior que se ha hecho, incluyendo cada idea y acción de Fidel Castro, que ya
no está físicamente, pero sigue siendo tan mencionado y recordado como antes, ser
elegido para representar, defender y por supuesto, resolver los problemas de
los derechos humanos en el mundo? Me estoy creyendo que la ONU debe desaparecer
porque para poco está sirviendo o, al menos, ser chapisteada de forma profunda
y general.
Continuará
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