viernes, 16 de octubre de 2020

El gobierno de Cuba defensor de los Derechos Humanos. "Na, mentira, tú me está engañando" (Primera Parte)

El gobierno cubano acaba de ser seleccionado para ocupar un asiento en el Consejo de Derechos Humanos de las Organización de Naciones Unidas para el período 2021-2023, hecho que de seguro debe funcionar como gran orgullo para cualquier país escogido. El Consejo de Derechos Humanos de la ONU que fue creado en 2006 para reemplazar a la Comisión de Derechos Humanos, hoy tiene 47 miembros y su función principal sigue siendo la responsabilidad de la promoción y protección de todos los derechos humanos en el mundo. Pero, ¿El gobierno cubano ha sido seleccionado para representar la defensa de los derechos humanos en el mundo?, Na, de seguro nos están engañando.

Bruno Rodríguez, canciller cubano, hace unos meses, al presentar la aspiración de su gobierno dijo: Puedo asegurarles que Cuba seguirá conduciéndose en este foro con voz propia y constructiva, con su experiencia de país en desarrollo, defensor del diálogo y la cooperación, contrario a los enfoques punitivos y la selectividad, a favor de todos los derechos humanos para todos".

Esto, sin más, desde siempre, ratificado ese día por Rodríguez, es un buen chiste de humor negro, de un gobierno donde, precisamente los temas de Derechos Humanos han estado más que cuestionados en estas últimas seis décadas. Sería dificilísimo hacer un resumen en pocas páginas, los argumentos pueden dar para varios libros, no obstante, veamos mis recuerdos somo un cubano común.

Cuba llega al nuevo consejo, creo yo, sin ser realmente analizada sobre sus verdaderos méritos en este tema, llega sencillamente sin oposición por las plazas vacantes de Latinoamérica, cosa que hoy, más que nunca, el gobierno tiene y pretende aprovechar a su favor. Cuando fue elegida, lo que se considera un gran triunfo para el gobierno, el mismo canciller, no contento con el chiste de humor negro que hizo en la presentación para la candidatura, apretó la mano con otro chiste mayor y expresó: “firmemente comprometido con la construcción de una sociedad cada vez más justa, con el bienestar del ser humano y la justicia social, nuestro país obtuvo el voto secreto, directo e individual de 170 miembros de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas, como resultado del respeto y la admiración por la obra humanista de la Revolución cubana, principal garantía para el disfrute y la protección de los derechos humanos en la isla”

Idea que fue respaldada más tarde por la Cancillería cubana cuando publicó un comunicado diciendo que la selección de Cuba era un “reconocimiento de los avances significativos que las cubanas y cubanos han alcanzado en el disfrute de todos sus derechos y al amplio historial del país en materia de cooperación internacional en la esfera de los derechos humanos, demostrando, a través de hecho concretos, su inequívoca disposición al diálogo respetuoso, franco y abierto”.

Entre los otros elegidos está China y Rusia. No me es fácil y no me interesa hablar mucho de estos dos países, aunque hoy se tiene a la mano mucha información precisamente relacionada con la gran violación de derechos humanos en ambos. Es bueno no hablar de lo que no se domina bien, puede ser objeto de confusiones, malas interpretaciones, etc., pero si dedicaré un ratico a Cuba, mi país de origen, en el que viví hasta hace escasos 13 años y sobre el cual mantengo una observación diaria, mucho más diaria que la que tuve mientras viví allí. No sólo mucho más diaria, sino con un volumen mucho mayor de información objetiva, verídica, comprobable de lo que pasa diariamente en esa isla del Caribe y puedo decir desde aquí, con lo que muchos pueden ahorrarse leerme hasta el final, es que, por sólo las tres ideas dadas por el Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba, ministro y cancillería, sobran para acusarlos de mentirosos y como mínimo no aprobar o retirarle la selección a ocupar un puesto en el Consejo de Derechos Humanos.

Las primeras preguntas que se me ocurren son: ¿En qué está la Organización de las Naciones Unidas?, ¿Sus integrantes hoy son unos ineptos, unos desinformados o unos corruptos comprados y parcializados que no son capaces de actuar bajo los preceptos para los que fue creada oficialmente la ONU en octubre de 1942, o sea, aquello de mantener la paz y la seguridad de los estados miembros?

Cuesta trabajo entender y responder estas preguntas, pero, lo único que no puede decir la ONU es que hoy está desinformada. La Federación Internacional de Derechos Humanos, (FIDH), fundada en 1922 que representa a 117 organizaciones especializadas en derechos humanos en 117 países del total de 194 países que tiene el mundo, de ellos 193 miembros de la ONU, dirigió a la Asamblea General de esa organización una carta que alerta sobre la elección de gobiernos autoritarios, que no cumplen con los requisitos para desempeñar de forma “democrática y transparente” una de las funciones más importantes de la ONU. La carta no menciona países, pero al leerla, es fácil descubrir que se está refiriendo a países precisamente con gobiernos como el de Cuba hoy. Reproduzco aquí la carta completa, ella por sí sola podría explicar lo que ha pasado y, sobre todo, desmiente la opción de que los “pobres” miembros de la Asamblea General puedan estar desinformados. En todo caso, en su defensa, se podría decir que no saben leer.

“Excelencias,

Antes de las próximas elecciones del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas ("CDH" o "el Consejo"), nosotros, las organizaciones de la sociedad civil nacionales, regionales e internacionales abajo firmantes, escribimos para instar a su delegación a que se abstenga de votar por candidatos que manifiestamente no cumplen las normas de membresía del Consejo establecidas en la resolución 60/251 de la Asamblea General de las Naciones Unidas (AGNU). La resolución 60/251 establece que los miembros del Consejo deben mantener los más altos estándares en la promoción y protección de los derechos humanos y cooperar plenamente con el Consejo y sus mecanismos. Además, determina que, al votar, los Estados miembros deben tener en cuenta las contribuciones de los candidatos a la promoción y protección de los derechos humanos, así como sus promesas y compromisos voluntarios.

En octubre de 2020, la próxima elección del CDH determinará qué Estados se integrarán como miembros del Consejo en los próximos tres años (2021-2023). Las organizaciones de la sociedad civil están alarmadas porque varios de los Estados que se postulan para las elecciones no cumplen con los requisitos mínimos en materia de promoción y protección de los derechos humanos y cooperación con el Consejo y otros órganos y mecanismos de derechos humanos de la ONU.

Algunos de estos candidatos demuestran un patrón constante de falta de cooperación con el sistema de derechos humanos de la ONU, así como un desprecio flagrante de los derechos fundamentales, que es incompatible con la pertenencia al Consejo. Además, algunos de los candidatos de este año se han involucrado en actos recurrentes de intimidación y represalias contra defensores de los derechos humanos y organizaciones de la sociedad civil, que desempeñan un papel fundamental en la labor del Consejo. También nos alarma que los candidatos hayan atacado el propio sistema de derechos humanos de la ONU y que sus promesas voluntarias no reflejen las realidades sobre el terreno. Votar por estos candidatos socavaría gravemente la credibilidad y la integridad institucional del Consejo. Las organizaciones de la sociedad civil han criticado durante mucho tiempo las listas no competitivas del Consejo. Incluso en esos casos, sin embargo, teniendo en cuenta que los Estados deben recibir una mayoría simple de votos (es decir, 97) para ser elegidos, que la votación se realiza mediante votación secreta y que los Estados electores no tienen la obligación de votar por todos y cada uno de los candidatos dentro de un grupo regional, las delegaciones simplemente podrían abstenerse de votar por candidatos no aptos.

Lo instamos a que valore las consideraciones de derechos humanos y los criterios sustantivos para la composición del Consejo descritos en la resolución 60/251 como primordiales para elegir a los miembros del Consejo, dejando la boleta en blanco para aquellos Estados candidatos que su delegación considere no aptos, en lugar de participar en el intercambio de votos o privilegios consideraciones políticas sobre los derechos humanos fundamentales. También instamos a los Estados a que mantengan la competitividad de las elecciones al Consejo presentando y apoyando las candidaturas elegibles y evitando las pizarras limpias en cada elección del Consejo de Derechos Humanos.”

¿Como puede ser elegido el gobierno de Cuba para trabajar en el tema de los Derechos Humanos en todo el planeta Tierra? No es de extrañar que los representantes de ese gobierno se propongan, porque es lo mismo que han hecho durante estos últimos 60 años, mentir y entonces una mentira más no va a hacer la diferencia, pero, ¿Cómo es que los miembros de las Naciones Unidas voten por ese gobierno para un tema tan sensible como la defensa de derechos y libertades del hombre?

Veamos mis recuerditos que están directamente relacionados con la pérdida de libertades y el ataque a los derechos más elementales de cualquier ser humano en Cuba, dese épocas tan tempranas como 1959.

·         Triunfó Fidel Castro y personalmente prometió, aseguró, que en 18 meses haría elecciones libres. Es cierto, muchos en Cuba estaban en contra de la realidad vivida bajo la dictadura de Batista, pero derrocado el tirano, Cuba debería volver a la normalidad. Las elecciones prometidas nunca se celebraron. Todos, dentro y fuera, quedaron esperando.

·         El gobierno “revolucionario”, se dedicó desde el principio a cerrar periódicos y revistas, ocupar de forma monopólica los canales de televisión y radio, o sea, anular toda forma de expresión donde se pudiera leer, escuchar, ver, otra opinión. Pero más, poco a poco, muy rápido, se tragó a todos los grupos y partidos políticos existentes, incluso a los que habían colaborado con la revolución, asegurando así, bajo fuerza, presión, chantaje, falsas amistades y promesas, la existencia única del grupo que apoyaba incondicionalmente a los llamados “barbudos”. Destruyendo así, aniquilando de esa forma, la diversa y tradicional política cubana.

·         Batista en su última etapa había liquidado la última constitución que Cuba tuvo, la de 1940. Fidel jamás la recuperó, a pesar de ser muy avanzada para la época y como la constitución para un gobierno totalitario no es importante, gobernó sin una, hasta que el propio Fidel consideró que estaba todas las condiciones para inventarse una que aprobara lo que ya ellos venían haciendo. Al totalitarismo no le hace falta una constitución, porque no pretenden respetarla, a no ser que puedan y de hecho pueden redactarse una a su imagen y semejanza.

·         El gobierno cubano, muy rápido encarceló a religiosos por ser religiosos, a intelectuales por ser intelectuales, a disidentes por ser disidentes, a homosexuales por ser homosexuales, y más, a jóvenes de pelo largo, pantalones apretados o sayas cortas, rockeros, poetas, actores, amantes de las danzas y de la música definida como “capitalista”, a cualquiera que tuviera una de las llamadas “desviaciones” que los comunistas mismos definieron. La población cubana comenzó a dividirse desde el poder, las personas comenzaron a esconder sus propias ideas para evitar la represión y el odio publicado y orientado en todas las tribunas revolucionarias, muchas personas comenzaron a repudiar a otras personas. La vida se polarizó en dos grandes bandos, los revolucionarios y los gusanos, donde el primero, siendo de verdad o de oportunismo, acorraló al segundo, que comenzó a vivir y experimentar el infierno “comunista”.

·         Además de las cárceles que se multiplicaron enormemente a partir de las 60, el gobierno cubano creó especialmente campos de concentración, llamados “UMAP”, donde concentró y obligó a trabajo forzado a miles de cubanos, ni tan siquiera por actuar en contra abiertamente o cometer actos violentos, armados, contra el gobierno, sino sólo por discrepar, dudar, manifestarse en contra de determinada idea, quererse ir del país de forma legal incluso. No cárceles, sino campos de concentración con obligación de trabajo forzado, como, por ejemplo, cortar caña.

·         Durante todos los años, desde el mismo inicio, se desarrolló en Cuba el miedo individual proveniente del miedo colectivo, a partir de una idea muy concreta, “estás conmigo o estás contra mí”. No existen otras opciones, no existen otras posibilidades y como el poder está de forma ilimitada en unas pocas manos, si estás contra mí, pues vas preso, eres reprimido, eres apartado, echado del país u obligado a vivir en el llamado “exilio interno”. Las calles se convirtieron en propiedad de los “revolucionarios”, los trabajos, las universidades se convirtieron en propiedad de los “revolucionarios”. Las reuniones en centros de trabajo, en centros de estudios, en las universidades, en cada cuadra, dejaron de evaluar la productividad, la honestidad, los valores humanos, para evaluar primero y sobre todo, la incondicionalidad al Partido Comunista de Cuba, al gobierno que se sigue auto apodando “revolucionario” y al “gran líder”, el “gran maestro”, el “gran padre”, el “gran inventor”, el “más inteligente”, el “más humano”, el “más valiente”, el “salvador de Cuba”, etc., Fidel Castro.

·         Los niños y jóvenes, desde siempre, han sido adoctrinados ideológicamente, convirtiéndolos en un ejército para luchar en el campo de las ideas, incluso dentro de sus propias familias. Los niños vigilan, denuncian, hacen labores políticas a lo largo y ancho de toda la isla. Los niños son puestos delante de micrófono para definir su apoyo a la revolución, para denunciar acciones imperialistas contra ellos. Los niños son puestos a dar discursos, a veces hasta la histeria, donde declaran estar dispuestos a morirse para defender al partido comunista y a la revolución. Niños utilizados masiva, pública y absolutamente desde y para el poder.

·         El gobierno cubano y su único partido comunista, o al revés, el partido comunista en el poder que luego se arma un gobierno se ha negado rotundamente a reconocer cualquier manifestación en contra u otra variante que no sea la del gobierno, no se permite legalmente existir como grupo o partido diferente, no se permiten las reuniones, no se permiten las manifestaciones públicas que contradigan la opinión partido-gobierno. La sociedad cubana está totalmente dividida, sin embargo, la imagen que se promueve es la de la solidez, la del apoyo voluntario al partido y su gobernó, dispuesta a luchar y más, eliminar, incluso físicamente, a un pequeño y reducido grupo de oponentes que piensan y quieren soluciones diferentes, que casi siempre, a falta de argumentos reales, son acusados de “mercenarios”, de “agentes pagados por el imperialismo brutal”, de “traidores a la patria”, de “requeté gusanos”, más todas las malas palabras recogidas en nuestro idioma materno.

·         Durante estos 60 años, el mundo ha visto, cómo después de que se fueron los ricos capitalistas en franco desacuerdo con el gobierno revolucionario, los llamados “siquitrillados”, los cubanos han continuado emigrando por cualquier vía, para cualquier lugar, a veces de forma masiva y bulliciosa, a veces de forma individual y silenciosa. Después que se fueron los que habían sido dañados en sus intereses, se ha mantenido una emigración constante de aquellos para los que supuestamente se hizo una revolución comunista, o sea, en Cuba emigran los viejos, los hombres y las mujeres, los negros, los campesinos, los obreros, los intelectuales, los profesionales, los semi analfabetos, los jóvenes y los niños. Pero esa necesidad de salir- escapar, hace perder el instinto de conservación y se realiza por y a través del mar, sin preparación, sin recursos, muchas veces sobre cámaras de camiones y cuatro tablas, otras veces a través de caminatas de muchos meses por las selvas de Latinoamérica. El gobierno cubano, que por momentos incluso he echado a sus ciudadanos, tiene sobre su espalda, una cifra desconocida y nunca publicada, de miles de miles de ciudadanos cubanos muertos en esas misiones de fuga.

·         El gobierno cubano, Fidel Castro y su partido comunista, fue de los pocos que felicitó a Sadam Hussein por su acción de desaparecer a los kurdos, parte de la población de Iraq que estaba en su contra, lo que el mundo consideró crímenes de lesa humanidad e increíblemente felicitó al gobierno y partido comunista chino por la solución “magistral” de pasarle por arriba con tanques de guerra a los jóvenes civiles, desarmados y no agresivos, que se encontraban concentrados en la Plaza de Tiananmen, otro crimen contra la humanidad. Nada nuevo, ya Fidel Castro personalmente, siguiendo la tendencia de felicitar a los gobiernos que matan a sus pobladores, había justificado, estado de acuerdo y felicitado al partido comunista y gobierno checo, cuando los tanques soviéticos y del Pacto de Varsovia, entraron en Checoslovaquia a asesinar y exterminar a una parte de la población checa que demandaba cambios sociales y no estaba de acuerdo con el comunismo en Checoslovaquia.

·         Poco podría yo decir aquí de las guerras. El gobierno cubano durante décadas se dedicó a enviar hombres, asesores, técnicos, recursos a todas las guerras que existieron en el planeta, lo que ha dejado una enorme estela de muertos, tanto ciudadanos de los países en conflictos, como de cubanos. Pero, además, es público, desde los primeros años, el gobierno cubano, Fidel Castro en persona, apoyó, mantuvo, adoctrinó, dio clases, formó “cuadros revolucionarios”, tanto dentro de Cuba como dentro de muchos países específicos, para formar y desarrollar guerrillas desestabilizadoras en contra de las democracias, con el objetivo de expandir la ideología comunista por el mundo. El listado de países donde el gobierno cubano ha trabajado en post de guerra es tan largo que pudiera aburrir reproducirlo aquí, pero todos los cubanos sabemos que es grande el público y grande el secreto.

·         El gobierno cubano ha sido por excelencia un gobierno machista, homofóbico, cosa que se desarrolló como espejo en el pueblo, por lo que las definiciones homosexuales, y todas las variantes modernas de trans, han sido excluidas, poco consideradas, repudiadas desde siempre. No hay mayor ofensa para un cubano que le digan “maricón” o “tortillera”, no es de ocultar que el propio Fidel Castro casi cierra el Ballet Nacional de Cuba porque el país necesitaba milicianos y obreros, no bailarines afeminados. Los homosexuales públicos y los que incluso sin serlos fueron acusados, tuvieron poco espacio siempre, fueron apartados, denigrados, separados, mal vistos y evaluados, lo que llevó a muchos a ocultar su verdadera selección de su sexualidad. Para sobrevivir había, y esto es público, que ser revolucionario y para ser revolucionario no se podía ser homosexual.

·         Los religiosos corrieron el mismo camino. “La religión era el opio de los pueblos” entonces, los cubanos mayormente católicos por tradición y santeros, paleros, abakuá por cultura, cambiaron sus santos por fotos de Fidel, Raúl, Che, Camilo, pero incluso por fotos de Lenin, Marx y Engels, expuestas en los portales de las casas, dentro de ellas, en las ropas. Las iglesias quedaron vacías tanto de curas y monjas, como de feligreses. Entrar a una iglesia, bautizar a un hijo, casarse por la iglesia, por muchos años era un suicidio. ¿Los cubanos dejaron de ser religiosos para convertirse en comunistas? No, mentira, Pero si es cierto que, frente a la propaganda comunista y las acciones prácticas tomadas desde el poder, escondieron, ralentizaron, ocultaron, “secretizaron”, sus creencias. Con esa enorme capacidad que tenemos como pueblo, muchos en la mañana asistían a reuniones donde se condenaba a la religión y en las noches, escondidos, disfrazados, se iban a visitar a su padrino o babalao.

·         También desde siempre, fue fácil presentarse en la casa de alguien, hacer un registro, llevarse a una o varias personas detenidas, sin posibilidad de abogados defensores, internarlos por meses, muchos más de los que la ley permite en mugrosos calabozos, inventarse testigos y delitos falsos, sancionar incluso sin pruebas, por lo que ellos mismo han llamado “convicción”, o sea, no hoy pruebas pero el tribunal en cuestión considera la culpabilidad, llevar a juicios y fusilamientos por causas políticas como escarmiento disfrazadas de causas económicas u otras. Se le ha negado el reconocimiento de presos de conciencia o políticos a personas y se le han inventado causas comunes, por lo que no existe reconocimiento del estatus de preso político, etc.

·         El gobierno de Cuba ha hundido embarcación llena de personas que pensaban emigran, provocando muerte de muchos, incluyendo niños. Ha derribado avionetas civiles, públicamente desarmadas y ha hecho fiestas, estando estas en aguas internacionales, utilizando aviones de combate, provocando muertes. El gobierno de Cuba ha fusilado a jóvenes en 72 horas por haberse robado una embarcación para salir del país. El gobierno cubano, denunciado por participar en el tráfico de cocaína hacia los Estados Unidos, ha fusilado a generales, héroes de la República de Cuba, altos militares de la Seguridad del Estado, como resultados de juicios, que ni la genial compañía “Circo del Sol” es capaz de montar como espectáculo. Purga del gobierno, unos dicen por traición, otros por posible sedición, otros que muchos habían torcido el camino revolucionario, corrupción, tráfico de influencia, oportunismo, “blandenguerismo, etc., donde los verdaderos culpables jamás fueron enjuiciados, por el contrario, como eran ellos, los políticos, los que dirigían los juicios, salieron favorecidos.

·         Vivimos años de aquellos llamados mítines de repudio, donde a personas que no estuvieron de acuerdo o sencillamente escogieron irse del país se les torturó a partir de golpizas y vejaciones públicas, ataques a sus viviendas, desmoralización, humillaciones, etc. Espectáculos promovidos por el propio gobierno y convertidos en un circo de entretenimiento, donde, otra vez, la definición pueblo fue utilizada para la venganza. Civiles y militares disfrazados de pueblo golpeando y humillando a otros civiles, no importó si mujeres y niños. Las hordas dirigidas por el gobierno y partido convirtieron a Cuba en una enorme olla donde todos los días la fiesta era salir a reprimir, golpear, humillar, desangrar a alguien, a alguna familia. Todos los comprometidos encerrados dentro de casas, a las que se les cortó el agua, la electricidad, la asistencia de comida, la posible visita de amigos, donde 24 horas del día, tropas apostadas frente a esas casas, tiraban huevos, piedras, rompían muebles y paredes, se burlaban, maldecían, humillaban, de forma autorizada. Personas que fueron obligadas a caminar con carteles colgados al cuello, mientras multitudes los apedreaban, les gritaban, exactamente igual al descrito “Via crusis”, que dicen paso Jesús en camino a la cruz. Si, el cuadro fue el mismo, muchos cubanos, sin importar edad, sexo, color de la piel, sin importar incluso la infancia, tuvieron sus propios via crusis, sólo les falto cargar con la cruz de madera, la otra cruz si la tuvieron que llevar.

Claro, todo esto puede parecer del pasado, pero es que son, todas juntas, cosas que ocurren desde el propio 1959, ya que los ejecutores de aquella revolución tenían encondidos, pero bien definidos, cada uno de los pasos a dar para la consolidación y permanencia eterna en el poder. Entonces la ONU podría decir descaradamente que desconoce de muchos de estos aspectos, pero no, porque todos ellos fueron públicos, muchos masivos, cuyos testigos de ambos bandos y víctimas están vivos dentro y fuera de Cuba. Pero, además, no son actuaciones puntuales que se han dejado atrás como necesidad de un momento histórico determinado y se han rectificado, todo lo contrario.

¿Cómo puede un gobierno con esta historia conocida y más, siendo el mismo partido comunista, siendo los mismos protagonistas importantes, que se declara continuidad de todo lo anterior que se ha hecho, incluyendo cada idea y acción de Fidel Castro, que ya no está físicamente, pero sigue siendo tan mencionado y recordado como antes, ser elegido para representar, defender y por supuesto, resolver los problemas de los derechos humanos en el mundo? Me estoy creyendo que la ONU debe desaparecer porque para poco está sirviendo o, al menos, ser chapisteada de forma profunda y general.


Continuará


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