lunes, 19 de octubre de 2020

El gobierno de Cuba defensor de los Derechos Humanos. "Na, mentira, tú me estás engañando" (Segunda Parte)

Si en algún momento el gobierno de Cuba exhibió determinada bonanza, ese momento quedó muy lejos. Cuba muestra hoy, su peor momento económico, social y político, creo yo que, de toda su historia, incluyendo el exterminio de los aborígenes en manos de los “modernos” españoles.

El gobierno, a partir de la propia estructura que ha diseñado durante estos últimos 60 años, es el responsable de todo, la economía, la política y, por supuesto, las consecuencias que esto trae en la vida diaria de la sociedad cubana, de los valores, las tradiciones, de todos los que aún viven en la isla e incluso de muchos de los que durante décadas la han abandonado, pero que no pueden desprenderse de ella totalmente, porque mantienen allí, como rehenes, a familia y amigos.

No es de ocultar la enorme e insalvable crisis económica que lleva casi a no tener nada que ofrecer para comer. Una producción paralizada como muestra de la desatención y de las malas medidas tomadas durante décadas, una incapacidad para mantener exportaciones estables aunque sea de materias primas y productos del agro, enormes y millonarias deudas con proveedores extranjeros, imposibilidad de obtener créditos internacionales como resultado de incumplimiento de pagos y las acciones no desconocidas del embargo comercial y financiero norteamericano que funciona para algunos productos y negocios, lo que ha traído que hoy, el gobierno ejecute medidas de urgencia poco entendibles anunciadas para el beneficio del pueblo y retome fuertemente los discursos pidiendo entendimiento, tiempo y confianza, pero desconoce o quiere desconocer que antes de leer un libro, antes de dar un discurso, antes de elaborar una idea, el ser humano necesita comer y satisfacer sus más elementales necesidades.

Ese sería a mi modo de ver el ataque más fuerte contra los derechos humanos o civiles. No la libertad de expresión, no la libertad de protestar y reunirse, sino la incapacidad de dar de comer en un país donde TODO, o casi todo, QUE ES IGUAL, pertenece como propiedad al gobierno. No vale la pena analizar más nada, un gobierno que no pueda dar de comer es un mal gobierno, un gobierno que haya logrado paralizar o destruir a las fuerzas productivas como lo ha hecho el gobierno cubano, es un mal gobierno. Un gobierno que mantenga a su pueblo ganando en una moneda y paralelamente obligándolo a consumir en otras dos monedas que ese pueblo no gana, sino que lucha, que negocia o “bisnea” u obtiene desde los enemigos del exterior, es un mal gobierno. Un gobierno que establece reuniones para medidas, que sólo originan más reuniones para más medidas, pero nunca dice para cuándo, ni cómo, tal como si las personas tuvieran 2000 años de vida o siete vidas como dicen tienen los gatos, es un mal gobierno. Entonces si se es un mal gobierno para el interior, si no puede resolver hoy lo mínimo, si los derechos humanos deberían comenzar por el acceso al pan, cómo se puede elegir a Cuba, por más nombre lindo que tenga, por más historias apasionadas, por más leyenda que fue, para formar parte del consejo que atenderá los derechos humanos en el planeta Tierra. O todos son locos, están vendidos y comprados, o son unos hipócritas a los que eso de derechos humanos les importa un bledo.

Frente a todo este escenario, hasta los seguidores apasionados se han desacelerado y entonces como única respuesta para hoy, todo lo demás está en el limbo, aparece, más que nunca, un gobierno que desconoce y agrede, reprime, encarcela, tortura al menos psicológicamente, mantiene desaparecido por semanas o presos por años a personas, a todas las personas. Antes la represión estuvo encaminada y diríamos de forma sutil a los llamados opositores conocidos, pero hoy para completar, como nunca, el gobierno agrede y reprime al pueblo y hoy más que nunca ese pueblo se manifiesta y publica cada una de las violaciones, por lo que la Asamblea General de la ONU no puede estar desinformada.

Puede hacerse la loca y eso parece, puede haber olvidado los parámetros para los que fue creado el hoy llamado Consejo de Derechos Humanos, puede no querer ver la verdad o defecarse en ella o puede estar totalmente parcializado y comprometido, cualquier de estas últimas variantes, menos la de no conocedora, entonces lo que se está viviendo hoy dentro de Cuba servirán para cuestionar su actuación y más, su existencia. A lo mejor, para lo que fue fundada y sirvió al término de la II Guerra Mundial, ya hoy ni funciona, ni debería existir y la ONU se ha convertido en un grupo más de “vive bien” a nivel global, parcializado y comprado.

Entonces veamos, por mi cuenta, lo que está pasando hoy, octubre del 2020 en Cuba, que pudiera parecer más de lo mismo, pero que se ha agravado, por la imposición del partido comunista, clavado por la constitución vigente como único posible a existir y reconocer legalmente y la ineptitud e incapacidad de los que hoy son “continuidad” en el gobierno, cosas que, repito, por las denuncias diarias desde dentro de Cuba por las víctimas y desde fuera de Cuba, todos los días son enviadas a la Asamblea General de la ONU para su conocimiento.

·         Estamos en presencia de un gobierno derrotado, incapaz de resolver nada, que se sabe repudiado por una gran parte de los cubanos, que se sabe sin futuro a corto, mediano, largo plazo, pero que está determinado a permanecer, con el uso de la fuerza si es necesaria. Estamos frente a un gobierno autoproclamado comunista, que pregona que existe para beneficiar al pueblo, que cada medida que toma está más alejada de la doctrina de Marx, no digamos del demócrata Martí y defiende cada día menos los intereses del pueblo que dice representar. Estamos frente a un gobierno manipulador, cuyos fracasos lo lleva a saber que está sin verdadero apoyo, pero que, dueño de la comunicación oficial, única que existe, se empeña en seguir diciendo que está allí por deseo popular, mientras ese pueblo se desgasta y pierde lo único que lo mantenía parado, la esperanza. Estamos frente a un gobierno, cuyo único discurso es pedir al pueblo tiempo, más de los 60 años que han pasado, para implementar las mismas medidas ahora con otros nombres, que ya fueron implementadas en décadas anteriores y no dejaron ni un gramo de beneficio estable y sólido, del cual pueda un cubano sentir orgullo y que por el contrario fueron, por errores, caprichos, acuerdos extraterritoriales y un poco de odio al interior, cavando un hueco del que nadie los va a poder sacar.

·         Una pregunta que debería responder el gobierno recién seleccionado para el Consejo de Derechos Humanos, ¿Por qué en 1959 habían en Cuba 14 cárceles y 1 de alta seguridad con una población de un poquito más de 6 millones y que al cabo de 60 años, con una población que sólo ha crecido el doble, con ese gobierno que dice sólo existir para beneficiar a su pueblo y que cuenta con el apoyo total de él para todo, hoy las cárceles, solo de adultos, han aumentado a 590?, Es cierto, la población se ha duplicado, pero las cárceles han aumentado en 39 veces, sin contar las de menores y sobre todo la inmensidad de calabozos regados por todos los municipios y provincias del país. Aquí hay un problema, una contradicción al menos desde el punto de vista simple de la matemática y la lógica. ¿Cómo un gobierno que dice trabaja únicamente en satisfacer a su gente, hoy tiene una población carcelaria de ambos sexos tan inmensa, únicamente superada por Corea del Norte con relación a cada 100 000 habitantes? Si todos están de acuerdo y apoyan, ¿Por qué tantos presos en cárceles, sin contar las de menores, los que viven bajo prisión en libertad condicional, los que cumplen prisión domiciliaria, todo lo que llevaría aproximadamente a 200 000 cubanos penados y condenados?, ¿No será que el pueblo, sin más remedio, se ha acostumbrado a decir que apoya, en la misma medida que ha desarrollado formas de vida, donde la contravención, el robar, la corrupción, el delinquir, se ha convertido en su real modo de vida, sancionados por el código penal inventado por el propio gobierno?

·         Buena pregunta para el gobierno. ¿Por qué el pueblo cubano no para de emigrar? No somos 4 gatos, sino millones de cubanos los que hoy estamos regados por el mundo y otros millones de cubanos que no pueden irse de Cuba, pero que su máxima aspiración de vida es salirse de ella. ¿Cómo el gobierno puede justificar los miles de miles de muertos tratando de fugarse?, ¿Cómo el gobierno puede explicar que las personas salgan de Cuba con más de 80 años a morirse en cualquier tierra desconocida o se fuguen embarazadas a parir en cualquier pedazo de tierra fuera de la isla?, ¿Cómo es que después de los beneficios pregonados que se tienen dentro de Cuba, que cada día son menos reales, incluyendo la super atención médica o la super educación gratuita, más el deporte como derecho, muchos cubanos prefieran huir de Cuba, quedarse y traicionar a sus misiones oficiales en el exterior?, ¿Cómo el gobierno puede hacer entender que no sólo los “gusanos” sino ministros, altos oficiales del ejército, altos oficiales de la Seguridad del Estado y otras direcciones del Ministerio del Interior y miles de cuadros de la dirección del gobierno y el partido comunista hoy vivan felices en los países históricamente llamados enemigos?, ¿Tantos y tantos cubanos, cuyo número es imposible de identificar, están equivocados?

·         Como práctica diaria, hoy más reforzada, se sigue sometiendo a registros injustificados y no documentados, decomisos, detenciones y permanencias en calabozos, más las reales torturas psicológicas y a veces hasta físicas, juicios amañados con abogados que no defienden a nadie porque forman parte de la misma maquinaria del gobierno y no pueden interceder por su defendido durante el período de “instrucción”, o sea, de investigación, contra aquellos que de una forma u otra se manifiestan diferente, forman parte de algún movimiento o grupo reconocido como disidente, etc. Son más que conocidas las imágenes, fotos y videos, de grupo de supuestos civiles y mucho personal uniformado golpeando a civiles, jóvenes, mujeres, que marcha o hacen paradas pacíficamente. Golpizas con odio.

·         Pero, además, hoy, tropas de policías y militares del ejército, con técnicas modernas antimotines, con armas y perros entrenados están en las calles reprimiendo, no sólo a aquellos llamados históricamente “gusanos”, sino a cualquier cubano, hombre, mujer, joven e incluso adolescentes, que cansados de su realidad la cuestione públicamente. Esas fuerzas del llamado orden, no organizan nada, están reprimiendo por adelantado para evitar que una pequeña chispa, que una protesta individual se convierta en un problema más grande, social, de masas, que llegue a ser incontrolable. Existen imágenes de policías sacando y apuntando con sus pistolas a civiles y echando le perros entrenados a jóvenes. En medio de la crisis económica, el gobierno cubano que se dice sin miedo y apoyado por el pueblo, aumenta y refuerza sus fuerzas represivas importando y supongo luego de haber pagado, con equipos especializados, carros, cascos y escudos antimotines, perros entrenados, etc.

·         Hoy se incrementa la represión directa contra los llamados opositores tradicionales, pero además contra todos aquellos que, desde posiciones individuales, con un celular, con un blog, con una entrevista, estén dando información sobre la realidad cubana, no inventada, no información secreta, no espionaje, sino por sólo narrar lo que se vive y se ve. Represión que va desde detenciones arbitrarias sin reales argumentos sobre delitos, hasta ingreso en viviendas ilegalmente para intimidar, decomisar, chantajear a personas y una nuevísima forma que es la de colocar agentes de la seguridad del estado, más civiles entrenados y dirigidos por el gobierno para prohibir a personas salir de sus casas, o sea, no sólo una posible orden de detención, sino sencillamente la idea, no avalada en ninguna regla legal, de que no puedes salir de la casa, estás preso dentro de ella hasta que yo diga o determine. Vuelven los conocidísimos “mítines de repudio”, donde aparentes cubanos “revolucionarios”, ofendidos, con la dulce justificación de la espontaneidad, agreden, maltratan, humillan, imposibilitan que personas salgan de sus casas y dan golpizas a civiles, hombres y mujeres, que están tratando de decir su verdad por vías pacíficas. Aparente pueblo ofendido y víctima contra pueblo ofensor y victimario. ¿Puede haber mayor violación de los derechos humanos que colocarle un candado desde afuera a las puertas para prohibir salir o la de colocar bandas represoras que te impiden vía fuerza poner un pie en la calle?

·         Cada manifestación es considerada ilegal, sea de la magnitud que sea, da igual pararse en una esquina con un cartel o dar gritos en contra del gobierno, por lo que son totalmente reprimidas a base de violencia. Son más que conocidas las imágenes de golpizas “especializadas” a mujeres que caminan con una flor en la mano, a parte de los integrantes del movimiento LGBT que marchan pacíficamente, a personas que están cansadas de hacer 10 o 12 horas en una tienda para comprar un pedazo de pollo o un tubo de pasta dental, a jóvenes que están denunciando todo lo que ven, etc. Golpizas, arrestos violentos, represión, chantaje y presión, detenciones, donde siempre una parte del pueblo es el protagónico, pero que todos saben, porque no sólo es la tradición sino porque hoy está filmado, que detrás existen las fuerzas militares entrenadas del gobierno dando órdenes. La escena con disfraz y todo es linda para obra de teatro, aparente pueblo contra pueblo.

·         La crisis económica ha agravado la situación dentro de Cuba, el gobierno improductivo, dueño monopólico de casi todas las empresas y medios de producción, no puede surtir los productos básicos para la población, entonces se reinventa fórmulas para una moneda, una segunda moneda y para colmo una tercera moneda. Tres monedas, para que el cubano pueda satisfacer necesidades básicas, ahora la más reciente es la dolarización de las ventas, cosa que deja afuera a un porcentaje muy alto de la población, que no tiene de dónde sacar esa moneda, o sea, los dólares americanos para, como única forma de sobrevivencia, comprar los productos todos, incluyendo los alimentos. La medida anunciada por el gobierno con caras de dolor y como temporal, tiene el mismo corte de todas las anteriores, los CUC que también eran temporales todavía existen 30 años después de su invento, ahora se encamina a abrir tiendas y comercios en dólares norteamericanos donde el cubano tiene que comprar a precios super inflados los productos de primerísima necesidad, hablo de alimentos, productos de higiene, etc. ¿Cómo puede ese pueblo sentirse protegido?, ¿Cómo puede un cubano trabajador, sin familia en el exterior, sin negocios privados, sin una vida por la izquierda para vivir, entender que ahora tiene que tener la moneda del enemigo de siempre, para comprar espaguetis, tomates, mayonesa, galletas, jugo de frutas, etc.?,

·         ¿De qué derechos humanos se habla, si el cubano pueblo padece hoy la triple explotación de las monedas que necesita poseer, una moneda nacional que en pocas cantidades para nada sirve porque nada se oferta para ella, estrategia lograda por idea del gobierno, un invento de Fidel Castro llamado CUC, dinero que sólo circula dentro de Cuba, que al presente se ha quedado sin valor y ahora después de 30 años se estudia para suprimir, porque en definitiva ya sirvió para que el propio inventor muriera tranquilo de muerte natural y por último increíblemente de nuevo en el 2020 la reaparición promulgada por el gobierno del dólar norteamericano, estrategia diseñada, pienso yo, para impulsar a delinquir o a llamar a amigos y familia del exterior para poder comprar a precios anti derechos e inhumanos los productos que se ofertan?

Hay hoy, miles de ejemplos más, que no son casuales, que no son puntuales, que no son, para nada, respuesta de un gobierno que batalla contra enemigos externos y menos contra terroristas internos. Las imágenes, que ya nos son sólo cuentos que pasan de boca a boca, son de un pueblo disgustado por su realidad y un gobierno decidido a permanecer por la fuerza, ya independientemente de ninguna doctrina ideológica. Se sigue hablando de marxismo, se sigue hablando de comunismo, más que nunca se retoman las ideas “destructoras” porque fueron así, de Fidel Castro, diariamente se menciona el futuro luminoso que le espera al pueblo cubano, pero por detrás del telón, lo único se e está defendiendo es la permanencia en el poder de unos cuantos históricos ya y de otros más nuevos, incapaces, a los que le ha dado la misión de aguantar.

Entonces la Organización de Naciones Unidas, hoy en 2020, en medio de todo esto, en medio de millones de imágenes que existen, en medio de miles de denuncias enviadas y hechas directamente a ella, premia al gobierno cubano con una silla dentro del Consejo de los Derechos Humanos, quizás, para mí, con la única justificación posible de seguir el “combo” del premio muy estrafalario que la Fundación Muamar al Gadafi de Derechos Humanos otorgó a Fidel Castro en 1998. ¿Derechos humanos, Gadafi y Fidel? Fue un chiste.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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