CARTA ABIERTA A EDMUNDO GARCIA. (Cuarta Parte)
Continuación.
Edmundo, Carlos Lazo ahora es su víctima. Es fácil en esta época donde los guapos son en internet. A veces me parece que usted es muchos Edmundo, porque si recuento en todos los lugares donde dice que ha estado y a todas las personas que constantemente dice que conoció, más todos los cuentos que hace diciendo que los ha vivido, ni teniendo usted 150 años, da la cuenta. Usted es el gran traductor de la historia de Cuba, no es que yo lo invente, sino que sólo me he dedicado a escucharlo y ver cómo maneja a su conveniencia la información.
Usted acusa a un Sr. historiador, en el pasado con
altas responsabilidades políticas e intelectuales dentro de la Cuba
revolucionaria y con una obra hecha, no puedo asegurar si es buena o mala, no
la conozco a profundidad, pero una obra muy amplia, como mínimo, merece respeto,
de cambiar la historia para burlarse de él. Ese Sr., debería contratarlo a
usted, porque es más hábil que él para eso de cambiar la historia o los pedazos
de historia que se lee por la noche para contar en la mañana y dar la imagen de
gran cultura. Sus seguidores lo quieren mucho y el amor, como sabemos, a veces
es ciego.
Para usted nadie sabe nada, para usted todos los
títulos, libros escritos, menciones ganadas como investigadores, son mentira.
Para usted, todos los humanos que no lo apoyamos somos unos ineptos y unos
incapaces. Sólo escapan de esas evaluaciones, de momento, sus más fieles
seguidores, sus más fieles allegados que le envían dinero para sus Marlboros,
aquellos que se divierten y aplauden, he escuchado como focas, cosa que me parece
cómico. A ellos les aconsejo no separarse de usted o separarse en silencio, si
pueden con un certificado médico, si no quieren caer en la lista de incapaces y
traidores.
Para usted, no sólo usted es el gran intelectual o
mejor el único intelectual que existe sobre la Tierra, sino que nada de lo
hecho por otros tiene valor. Únicamente justificado por un odio que no lo deja
ni pensar, entonces podría yo decir, un odio mono neuronal, usted con tal de
demeritar al Sr. Lazo, el que un día mencionó un fragmento de un libro de Paolo
Coelho, dijo que Coelho era una literatura chatarra, que no servía para nada,
que era inelegible. Edmundo, estamos hablando de alguien que ha escrito y
publicado exitosamente más de 30 libros. Que ha vendido más de 320 millones de
copias, que ha sido seleccionado en varias ocasiones, en varios países, por
varias instituciones de prestigio en el tema, como uno de los autores más
influyentes del presente. Edmundo los libros de Coelho se han publicado en más
de 170 países y se ha traducido a más de 80 idiomas y usted, con tal de
demeritar al Sr. Lazo por no mencionar el Papiro de Ezequiel, imagino que sepa
de qué hablo, dice que Coelho es un escritor de literatura chatarra, que es
enfermiza y recomienda a sus seguidores a no leerlo. Coñóoooooooooooo apretó.
Le comento algo que usted, al menos debe imaginar, Paolo Coelho, que le aseguro
no es mi familia, no vive de contribuciones de sus seguidores en un chat. Tampoco
es mi autor preferido, en el mundo de la novelística prefiero a Frederick Forsyth.
¿También es un autor chatarra? Edmundo, estoy esperando poder leer su primer
libro.
En estos meses lo he visto decir que se está
defendiendo de personas que lo han querido aniquilar políticamente, como si
usted en el plano de la política nacional cubana significara algo. Lo he visto
ofender a mujeres, hombres, niños, madres y padres. Lo he visto amenazar con
que tiene armas y es un buen tirador, cosa que dudo, con sus características
físicas y tembleque hoy, usted no podría darle a un melón con una bazuca. Lo he
visto denigrar, ofender, maltratar, gritar, desearle la muerte, amenazar con
que se paga con sangre lo que a usted le han hecho. Lo he visto ofender y
tratar de denigrar a todo el que le ha contradicho, como a profesionales,
historiadores, artistas, músicos, locutores, periodistas, “influencer”, etc.
Lo he visto llorar frente a una cámara hablándole,
creo, a una mujer, que lo ha abandonado o no quiere nada con usted y la ha
culpado de su desgracia; he escuchado los comentarios de que usted se ha
introducido, en buen cubano diríamos metido, un consolador, parece que grande,
frente a una cámara, que, aunque le pueda parecer increíble, no me he molestado
en ver el video, me repugna la idea, pero quiero aclararle que estas dos cosas
no me asombran.
Los consoladores se fabrican, cada día con mayor
versatilidad, porque personas de ambos sexos los utilizan y llorar por una
mujer es un acto extremadamente humano y valiente. Luego cada cual es dueño de
llorar e introducirse o meterse lo que le dé la gana, lo que me llama la
atención y le tengo lástima es que usted lo ha hecho frente a una cámara, solo,
y más, lo ha dejado grabado para que luego, alguien o algunos se lo roben. ¿Lo
habrá hecho para eso? Las personas tienen variadas formas de buscar rating.
El acto sexual es algo tan íntimo que no debería
salir de los que actúan en él, sean dos, tres, cuatro a más personas, a no ser
que se dedique profesionalmente a la pornografía. Introducirse un consolador,
no es nada complicado, usted lo he definido como un “juego visual”, he visto a
personas introducirse cosas peores o menos indicadas, le recuerdo que en Cuba los
consoladores no eran fáciles de conseguir, lo complicado es para mi entender
cómo pudo dejar por descuido el video con el “juego visual” según usted,
conociendo la cantidad de enemigos cibernéticos que tiene a sabiendas que al
día siguiente estaría en las redes, en casa de sus vecinos, probablemente en el
Comité Central del PCC y el Consejo de Ministros y de seguro en toda la UCI y
todos los departamentos, el 1, 2, 3, 4, 5, … de la inteligencia y la
contrainteligencia cubana, además, casi seguro en las pantallas de la CIA y el
FBI.
Le comento, para evitar malentendidos, no lo estoy
cuestionando o sancionando por introducirse o meterse un consolador, por atrás,
por delante, por una oreja o por el hueco de la nariz si es que se puede. Ese
es su problema y aunque no soy homosexual, para que no se desgaste y comience a
dar gritos de homofóbico, homofóbico, homofóbico, … no padezco del odio a los
que desde el punto de vista sexual tienen otros gustos, preferencias, etc.,
mientras que eso sea serio, lo que tampoco quiere decir que todos los días me
levante me ponga una bata rosada, me pinte los labios y de vez en cuando tenga
mis “jueguitos visuales” para estar a la moda.
Le cuento mi cuento y así le evito que de órdenes
a sus seguidores de rastrear mi historia. . Como le dije soy procedente de un
santiaguero, que fue primero hombre antes de ser revolucionario, de la época
donde los hombres no sólo tenían que serlo, sino aparentarlo. Me crie entonces
con otros dos hermanos y puedo asegurarle que en mi casa no había peinecitos
para peinarse constantemente, no hubo miraditas en espejos y menos manitas en
la cintura. Nadie nos pasaba los frijoles por una batidora para que comiéramos
puré.
Entonces crecí como un macho cubano orgullo de mi
padre, mientras fui joven, las novias fueron mis metas más importantes. Claro
que le dije “maricón” a alguien. ¿Quién no en nuestra Cuba machista? Pero, la
maestra vida luego me enseñó. Mi primera jefa directa en aquel museo donde le
dije trabajé, yo tenía 23 años cuando comencé, era una homosexual pública con
pareja estable. Ella me enseñó a trabajar, ella me quizo, ella me entendió y
defendió, hicimos buen equipo, yo fui por años su segundo, ella fue a mi amiga.
Hoy le agradezco. Luego cuando me salí del museo, fui a parar al Ministerio de
Cultura, donde mi jefe directo, una de las personas más profesionales que he
conocido, un grandísimo trabajador, una grandísima persona, era homosexual con
pareja pública y estable y él no sólo me enseñó, sino que me quizo, hasta
cierto punto me mimó como trabajador y fue mi amigo. Mucho le agradecí. Luego,
si esto le parece poco, un día llegué a trabajar a uno de los restaurantes
llamados de lujo en la Ciudad de La Habana, el Maitre del restaurant y los
cuatro capitanes de salones, eran homosexuales públicos, con sus respectivas
parejas oficiales. Yo poco sabía del trabajo comercial en un restaurante,
entonces ellos me enseñaron, trabajamos mucho juntos, ellos terminaron
queriéndome, hablándome sinceramente de sus vidas y siendo mis amigos. Eran
lindas personas, sólo que tenían una preferencia sexual diferente a la mía.
Entonces, como puede entender, me dan igual sus
“juegos visuales”. Lo que me repugna es su soledad, su morbo solitario y su
grabación. Hacer el amor a través de una computadora no es algo que usted ha
inventado. Aunque sigo prefiriendo la actuación presencial con mi sexo opuesto,
hoy conozco que muchas personas incluso trabajan de esa forma y gana mucho
dinero, más que yo, pero a su edad, que es, según tengo entendido, casi la mía,
o es usted un comemierda, usted que dice saber de pelota, un ponche vestido de
pelotero o es un enfermo, no sexual, sino de la cabeza, que es capaz de
utilizar cualquier cosas para existir.
Por introducirse o meterse un consolador, lo
felicito, tiene usted un gran valor o muchos “cojones” como gusta decir,
recuerdo de niño los lavados de estómago y los supositorios y eran bastante
incómodos, por encontrarse con una mujer que se lo ha pedido o disfruta, lo
felicito, aunque le puedo recomendar otras formas de relaciones sexuales, tiene
que tener cuidado, esa misma mujer a la que usted complace puede pedirle mañana
que en su “juego visual” se introduzca una granada y …, ahora, por filmarlo y
dejarlo guardado en una PC, no lo puedo felicitar. Usted merece que alguien le
introduzca una pluma por el mismo lugar del consolador y que lo vendan en el
mercado como un guanajo. Refrán popular cubano que aspiro usted conozca.
Su “juego visual”, nombre que usted, como gran
traductor, le da a introducirse o meterse un consolador, lo ha convertido en el
hazme reír de una gran comunidad, esa que usted dice representa. Fidel Castro
lo odiaría, aunque no tengo evidencias de su actuar en ese tema, su
personalidad machista cubana con muchas mujeres en su historia, de seguro se lo
impedía. ¿Ha leído o escuchado aquel discurso de Fidel Castro en 1963 cuando
dijo que, “La sociedad socialista no puede permitir ese tipo de degeneraciones”?
Refiriéndose a los homosexuales, a los que consideraba “una debilidad de la
revolución y llamó “árboles torcidos”.
Yo no he visto su video, ya le dije no me interesa,
hay mujeres muy lindas en las redes que hacen lo mismo, prefiero escuchar a Ana
Hurtado hablando de cualquier cosa, pero sí creo que, de verlo Fidel Castro,
primero se desmayaría pensando en la imagen del nuevo revolucionario, luego lo
mandaría a otra UMAP que crearía para usted. Si lo coje el Che, iría directo
sin escala para el Cabo de San Antonio en Pinar del Río, para ver si podía
practicar esos “juegos visuales” con los cocodrilos. Si lo coje Raúl lo haría
limpiar todo el día un tanque de guerra o la piscina de su casa mientras él
toma vodka y si lo coje Ramiro Valdés en su función de ministro del interior,
lo estuviera torturando noche y día hasta que usted se arrepintiera. Dicen que
Ramiro no creía en “juegos visuales”.
Usted debe ser muy malo en el plano personal. Su
amiga María Elvira Salazar, no aparece. Su criatura, Victoria, más nunca le ha
dedicado la cara linda que tiene. La otra muchacha de origen cubano, que habla
un español medio extraño como de España, no recuerdo el nombre ahora, que
estuvo postulándose para política, que usted apadrinó, trajo y promocionó, le
salió huyendo ¿Eran amistades íntimas o conveniencia? Usted no tiene pareja a
su edad, vive sólo detrás de una cámara de computadora para poderse comunicar.
Usted no tiene hijos, eso es lamentable para su futuro, aunque hasta cierto
punto es bueno para los niños. ¿Se imagina unos niños mirando sus videos? ¿Se
imagina a unos niños con un papá como usted? Usted a los casi 60 años tiene que
comer de una cantidad todos los días, de aquellos lugares donde todavía no lo
echan como a un perro con sarna. Triste. Recuerde que he visto sus directas,
hay lugares en Miami, donde usted, a pesar de todo lo importante que dice fue
en esa ciudad, no puede pasar por la acera.
Usted tiene a su madre en Cuba, a ella, quiero
aclarar, la respeto sólo por ser mujer, sólo por ser una anciana. El hecho de
que sea revolucionaria aún, no la demerita frente a mí, aunque no esté de
acuerdo con ella. Si ella cree de verdad y lucha por ese proyecto, la respeto.
En realidad, a lo mejor está luchando por un proyecto que ella tiene en su
cabeza, aunque ya no exista, aunque ya no se pueda ver y donde ella seguro no
se lo imagina a usted. Los revolucionarios de la época de su mamá eran otra
cosa. Entonces, ella no tiene la culpa de que usted, Mundi o Edmundito, no sé
cómo ella lo llama, escogiera el camino que escogió. A lo mejor ella, igual que
Fidel Castro, en lo más profundo de su ser, odia a este Edmundo. Ojalá no haya
visto la grabación del consolador. Debe ser triste para una madre viejita ya.
¿Ha tratado de explicarle a ella, lo del “juego visual” frente a una cámara? No
lo haga, si su mamá es una persona mayor y seria, la puede matar.
Lo he visto bailar frente a las cámaras, por
cierto, bailar no, porque bailar no sabe. Lo he visto hacer algo así como
convulsionar. Lo he visto payasear con ropas, pulsos parecidos a los de su
enemigo Otaola, ideas, chistes pocos graciosos. Luego lo he visto gritar y
gritar desenfadadamente, retomando a Pablo Milanés, como una muchachita monga
que descubre que ha caído con la menstruación la primera vez. Lo he visto
hablar de suicidio, si, al no tener nada que decir y querer llamar la atención,
ha contado que ha tenido una pistola cerca para matarse. Creo que un instinto
de conservación equivocado, se lo ha impedido.
Para matarse hay que estar muy mal de la cabeza o por el contrario ser
muy valiente, muy consecuente.
Lo he visto llorar histéricamente y mandarle
mensajes y mensajes, como quejas y chismes, a los funcionarios cubanos. Usted
en la Cuba de mi época es un vulgar chivatón. Mensajitos con los que Soberon, a
uno de los “Cinco”, el director del Centro Fidel Castro, el mismísimo Ramiro
Valdés, por sólo citar algunos; funcionarios que a todas luces se deben estar
limpiando, si es cubano de verdad, ya sabe qué parte del cuerpo. Lo he visto
desde aquí echar para adelante, siempre detrás de la cámara y movilizar a “su
tropa” para que denuncien, echen “pa´lante” a cubanos para que le quiten lo que
tienen o los cojan presos, sólo porque pertenecen al proyecto de Puentes de
Amor.
Lo he visto mandarle mensajitos de amor a Roberto
“El Invicto”, un vulgar tipo que maltrata a su esposa públicamente, que para
ganar dinero se emborracha, que es de lo más vulgar que transita en las redes.
Lo he visto, primero enamorarse con alguien que aparece con el nombre de “El
Guerrero” y luego decir para demeritarlo que ese personaje o los personajes que
se esconden detrás de ese nombre, son de la Seguridad del Estado, que es un
comemierda, un traidor, un mentiroso, un demagogo, un oportunista y trata de
callarlo o chantajearlo diciéndole que, tú sabes que yo sé, dile a tus
compañeros de oficina, a los que yo conozco, etc., etc., etc.
Lo he visto pedir a gritos que Carlos Lazos acepte
una entrevista pública en la TV, cuando el Sr. Lazo no le ha hecho jamás caso y
usted sin dignidad se lo sigue pidiendo, pero además usted reta a todo el mundo
a tener un mano a mano con usted para según dice hablar de cualquier cosa, tal
como si usted fuera el “Genio de la Lámpara de Aladino”, quiere de todas formas
ser famoso y no se da cuenta que a nadie le interesa, ya cogió a los que cogió,
parece que no volverá a coger a más nadie. Lo he visto decirle a un padre que
no quiso a su pequeña hija fallecida, eso no se hace, sea el padre lo que sea.
Me alegro de no ser yo. Con esas cosas no se juegan. No existe justificación, la
política y la ideología menos, para ofender y burlarse de alguien a quien se le
ha muerto una hija, peor, una hijita pequeña. Usted no es Dios, sus seguidores
no son “santos canonizados”. Tiene usted suerte, hoy, los hombres se baten en
internet.
Lo he visto decirle a una mujer que es una puta,
sin evidencias de su putería, sólo porque esa mujer ahora es favorecida por el
gobierno cubano. Algo que yo no entiendo, que me parece ridículo, inaceptable,
pero no me da para ofenderla o humillarla. Usted y sus seguidores se han
regocijado cuestionándola por su trabajo como profesional. Ella, española, ha
buscado cómo vivir, se autonombra comunista y fidelista y ha encontrado el
lugar exacto para lograrlo. Buen provecho. ¿Es ella la primera extranjera que
se promociona en Cuba? ¿Nuestro país, si nuestro, porque Cuba es más o debería
ser más que un gobierno, un buen día no se llenó de empresarios extranjeros con
muchos más derechos que nosotros los cubanos? Si no fuera porque usted habla de
su mamá con frecuencia y la he escuchado hablar con usted por teléfono para
hacerle gracias y chistes, cosa más que ridícula para un hombre como usted de
casi 60 años, podría pensarse, por como habla de las mujeres, putas o no,
revolucionarias o no, profesionales o no, que usted nació de una mata de
plátanos. Salvo, debo reconocer, con las excepciones honrosas que hace con las
cinco o seis mujeres que tiene en su chat, lo siguen y apoyan.
Ella, para que le quede claro, no es mi amiga, ella
es una persona que dice estar convencida de su posición política e ideológica, tal
como usted dice que es su madre y que como usted, se llama fidelista y
comunista, sin saber quizás lo que es el verdadero comunismo cubano y sólo conocer
la idealización de los libros, que se ha puesto de moda y entonces recibe del
gobierno cubano su reconocimiento, sus certificados, sus premios. Ella, con la
que le repito no comulgo, está viviendo bien de momento. Tener una isla en el
Caribe es el sueño de cualquiera. Sobre todo, de los españoles.
Se codea con la más alta dirección de Cuba, pasea,
he escuchado decir que se va a vivir a Cuba por un período para trabajar en un proyecto
personal, etc., cosa que evidentemente no puede hacer en España. Ana no tiene
fotos con los Reyes de su país, porque en España es una ciudadana más y si
tiene muchas con el presidente de Cuba, porque para Cuba ella es importante, por
lo que no dude, aparecerá viviendo en una casa facilitada por el gobierno para
los “solidarios” o se alquilará en una casa recomendada por los segurosos,
saldrá de paseo con la esposa del presidente, se seguirá reuniendo con los
amigos de los amigos, irá a la TV cubana para subirle el prestigio a ese
organismo, el compañero Rojas le dedicará una canción, no lo dude, mañana podrá
aparecer casada con el hijo o el nieto de algunos de los ocupantes del gobierno,
etc. ¿Se imagina a Anita Hurtado, como cariñosamente la llaman, casándose con
un nieto de Raúl o Fidel y a Díaz Canel como padrino de bodas? Usted la debería
entender, usted se casó con una ciudadana norteamericana. No lo dude, puede
suceder. ¿Eso es nuevo en Cuba? Para nada. Usted, parece, por lo que dice, que
también en una época disfrutó de algunos de esos privilegios, recuerde que
jugaba billar por dinero y de seguro no era con compañeros constructores, con
compañeros maestros de primaria, con trabajadores del puerto, con enfermeros,
etc.
Le he visto casi mendigar dinero y casi rogar a
las personas que lo siguen que pongan el dinero para que usted pueda seguir
dando gritos y entreteniéndolos, para que usted siga fumando Marlboro, para que
usted se arregle los pies fuera de casa, para que usted pueda mantener el aire
acondicionado puesto todo el día porque es diabético. Fidel lo odiaría por
esto. ¿Los diabéticos de Cuba, ese pueblo que usted dice defiende, viven bajo
aire acondicionado? ¿De verdad?
Usted debería trabajar por un salario, cualquier
trabajo es honesto y entonces después, como buen revolucionario, como amante de
Fidel Castro, como un filántropo o samaritano, hacer revolución, a cambio de
nada. Imite un poquitico a uno de sus ídolos, el Che. Trabaje, es sano. Lo que
usted hace, por mucho que lo quiera disfrazar, no es trabajar. Lo que usted
hace es lo mismo que hacen las viejas chismosas que tenemos en cada barrio y
cuadra en Cuba. Por cierto, esas viejas chismosas, también se cubrían diciendo
que hacían chismes para defender a la Revolución y el gobierno, el PCC, la
seguridad del estado, las utilizaban.
Váyase para Cuba, ya que ha fracasado en las
redes, le recuerdo que Otaola sigue vivo y coleando y Carlos Lazo no le hace
caso y sigue disfrutando de inmunidad total en Cuba. El gobierno y la revolución
necesitan de personas convencidas como usted, que amen a Fidel, que sigan la
parte buena de su legado, que es bien poco en el plano práctico. Escuché un día
a un Sr. llamado López Levi, estudioso, decir con mucho respeto que él
consideraba que Fidel tenía 70% de bueno y 30% de malo, quizás yo coincida con
sus por cientos, pero los pondría totalmente al revés. ¿Legado es la
destrucción de un país y con él de un pueblo, o sea, de los seres humanos? Sea sincero,
Díaz Canel tiene otras culpas grandes, la destrucción de Cuba se la pusieron en
la mano ya hecha. Ana Hurtado es joven, está fresca, recién acaba de llegar y
todavía puede tener la carga proteica que garantizan los jamones, los chorizos,
pero quizás no sepa mucho que el pueblo cubano lleva 60 años emigrando, huyendo
de una revolución que según dice la propaganda se hizo para él. Puede ser
cierto, no es bueno exagerar, entonces no es todo el pueblo cubano, es sólo una
parte de él, que si se suma a los que queriendo, no han podido o pueden
hacerlo, entonces es una gran parte de él.
Si el Sr. Carlos Lazo estuviera proponiendo construir
un puente de concreto, un puente real, físico, por donde las personas pudieran
caminar, no lo dude, podría parar en padre de la patria. En Cuba hoy sobraría
la comida, las medicinas, la electricidad y entonces el gobierno estuviera
pidiéndole a Ana Hurtado que trajera a sus primos, a sus hermanos, a sus
compañeros de escuela e incluso hasta el párroco de su iglesia.
Cuba necesita de campesinos, de constructores, de
personas que quieran rescatar la producción nacional, que sean capaces de
defenderla. A lo mejor puede volver a recuperar aquella idea de “De la Gran
Escena” ahora poniendo videos chinos y dedíquese allí a criticar a Díaz Canel,
a Marrero, a Liz Cuesta, a todos los periodistas que tiene en el congelador, a
todos los diplomáticos que odia y evite con su esfuerzo que Carlos Lazo entre
nuevamente. Párese en su camino y dígale de frente, por encima de mi cadáver. Exíjale
desde allí que tiene que mostrarle la factura de lo que va a donar antes de
bajarse del avión e impida que esas donaciones se vendan en las tiendas en
moneda libremente convertible, como ha pasado. Exíjale desde allí, parado con
un cartel en el aeropuerto, que no les robe más a sus contribuyentes.
Por cierto, ¿No se ha dado cuenta que mientras más
usted trata de defender a los que contribuyen del proyecto de Carlos Lazos,
acusándolo de ladrón, más estos le entregan dinero? ¿Será que nadie lo escucha,
será que a los contribuyentes les gusta ser robados y les sobra el dinero como
para echarlo? Vaya para Cuba y parece con un cartel delante del Comité Central
que diga “Abajo Díaz Canel, usted es un indeseable, usted no es el presidente
que Cuba necesita”, usted es un “puesto a dedo”. “Raúl y Fidel estaban
borrachos cuando lo escogieron”. Otro que diga “Yo, Edmundo García, soy más
revolucionario que usted”, tal como ha dicho en diversas ocasiones. A lo mejor,
su antiguo amigo Canel, ahora lo mandará para el MININT, pero no para una de
sus lindas clínicas.
Vaya a Cuba y grite que la esposa del presidente
es “una vulgar, inculta que sólo se dedica a comer”, devuélvala para la provincia
de donde ella vino, espere al compañero Randy y al compañero Polanco y métale
una descarga similar a las que hace desde su casita en Miami. Sáquelos de sus
oficinas arrastrados. Eso hizo Fidel Castro, el cual dijo, si salgo llegó, si
llego entro y si entro triunfo y aunque pese, triunfó.
Le recuerdo que José Martí, fue muy incomprendido
en su época, quizás la mayor incomprensión la obtuvo del General Antonio Maceo,
cuya enemistad fue pública y notoria, pregúntele al Sr. historiador que vive en
República Dominicana, él parece que sabe de eso más que usted. Muchos, pero
muchos mambises de muchos años de guerras y probado amor por la independencia
de Cuba lo acusaban de “capitán araña”, o sea, traducido al cubano de hoy,
mucha muela y poca acción y eso, entre otras cosas, su gran convicción incluida
y su amor por la patria cubana, lo hizo desembarcar en Cuba en un bote en medio
de una tempestad y morir a los pocos días en un combate que sólo él se obligó a
participar. Usted, Edmundo García, es un verdadero “capitán araña”, de lo contrario,
móntese en su bote, llévese a alguno de sus más fieles seguidores y vaya a su
batalla, la patria lo contemplará orgullosa. De lo contrario, llame a Otaola o
a María Elvira y dígales que se arrepiente, ellos parecen buenas personas, a lo
mejor va y lo perdonan.
Si no sabe entonces cómo llamar la atención, si
descubre que en Cuba nadie lo quiere escuchar a pesar de lo que usted conoce de
la pintura, la escultura, etc., si la emigración patriótica de la derecha y la
de la izquierda, le han dejado solo, si sus antiguos amigos del gobierno cubano
ya no lo quieren, si las familias de los espías y ellos mismos, no lo invitan a
tomarse un cafecito, que es lo menos que los cubanos siempre brindamos, si su
vieja está preocupada, si su único amigo es la cámara de su celular, pues suba
a la torre de la Plaza de la Revolución, creo que ahora como turista se puede
subir, para usted sería un orgullo y créase que es una paloma o un alma libre, mire
para abajo y vea a Fidel Castro haciendo uso de la palabra, vuele, vaya sin
paracaídas y … no deje de gritar que, “La Tarde se Mueve fue la última
trinchera de la dignidad”. De seguro volverá a ser famoso, como cuando, según
usted, lo fue producto de “De la Gran Escena” y pasará a la comidilla popular
como pasó aquel loco que se encaramó hace años en lo último de una grúa que
estaba frente al Capitolio Nacional o el búlgaro que mandó por primera vez las
manzanas a Cuba.
Lo he escuchado alardear de que usted es un tiburón
que muerde y no suelta, pues a lo mejor puede conseguir un trabajito como pez
en el Acuario Nacional, que está necesitado de especies marinas. De seguro los
niños lo irán a ver a través de los cristales de una pecera. La fama tiene su
precio.
Continuará.
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