domingo, 22 de marzo de 2020

El Coronavirus desde mi casa. Marzo 2020. (Primera parte)

El Terrible, desde Cuba, me cuenta y su opinión vale más que cualquier noticiero.

“Por fin cierra Cuba el aeropuerto para la entrada de extranjeros. Medidas y más medidas, los casos llegan a 21. La cosa aprieta. Hoy estuve en tres farmacias con nueve recetas solo había un medicamento. El gobierno llama a la calma en Mesa Redonda de hoy y dice tener todo bajo control. Hoy estuve en un hospital y aquello está deprimente. La Unión entera con el coronavirus. Tienen que tener cuidado, esto no entiende de viejos, ni jóvenes, ni de ricos o pobres. La gente se complica y se mueren porque depende de cómo estén las defensas. Transporte inexistente, cero combustible y pésimo suministro, grandes colas con reyertas para comprar lo poco que sacan. Esto pasará, hay que resistir”.

Hay eventos humanos que, más allá de posiciones políticas, religiosas, económicas, etc., exigen la unidad de pensamiento y acción, por ejemplo: una masacre, una violación de los derechos de las personas, abusos a niños o jóvenes, guerras injustificadas, genocidios, etc.

Ahora no hablamos de guerra entre sistemas, ni de posiciones ideológicas, se habla de la necesidad que tenemos todos de salvarnos a todos, frente a algo que al principio se ocultó, no se calculó bien los riesgos, pero que ha crecido y crecido, convirtiendo al planeta Tierra en una gran zona infestada y, lo peor, con muchas posibilidades de seguirse infestando, donde ni el desarrollo económico, ni los mejores y fuertes sistemas de seguridad social y de atención médica, pueden enfrentar fácilmente las consecuencias de las contaminaciones. 

No se trata de salir a dar gritos histéricos, ni de ponerse nervioso, menos de suicidarse porque el Armagedón ha llegado, se trata de pensar, colaborar, tomar medidas personales y colectividad, sobre todo ayudar.

Países como Italia, España, en Europa, Estados Unidos y Canadá en Norteamérica, China y Rusia, en Asia, México, Venezuela en Latinoamérica y muchos otros, se han sumado al llamado internacional de tratar por todos los medios de detener la propagación del virus Corona, en la misma medida que hacen lo imposible por atender TODOS los casos de infestados y potencialmente a infectarse, lo que trae como resultados hospitales colapsados o al menos abarrotados de personas, médicos, enfermeras, técnicos, trabajando salvajemente hasta 20 horas diarias y mucho dinero puesto en juego en medicamentos, equipos, transportes, comidas, etc.

Creo que hoy no hay ricos, ni pobres, blancos ni negros, capitalistas o comunistas, que se puedan escapar, porque el virus no ataca por clasificación social, ni racial, menos por filiación política, sino que ataca, perjudica, enferma y mata, al ser humano. Fuera más fácil una enfermedad con color, con forma, o que alguien definiera que no podemos sentarnos sobre la hierba, tomar agua con azúcar o comer papas fritas, pero no es así, por lo que el peligro de contagio es enorme, en la misma medida que las personas pueden portarlo muchos días de forma asintomática y que, según ahora se sabe el virus, no sólo se propaga por contacto directo a través de las mucosas nasales y bucales, sino que puede sobrevivir muchas horas sobre superficies como el asfalto, la madera, el plástico, los papeles, etc.

Entonces lo primero que he hecho y aconsejo hacer es cerrar la llave de la información que nos entra, dejar de leer y ver sólo sobre Corona virus, dejar de llevar los inventarios de los muertos y enfermos por países, dejar, obviamente, de pasar y pasar noticias falsas, poco objetivas, alarmistas y entonces, sin dejar de estar informado, nuestro cerebro sentirá el alivio. Yo conozco qué es, de qué se trata y, sobre todo, cómo tratar de no enfermar. He seleccionado alguna fuente de información sería, pero le he dado un machetazo a más del 50% de la información que circula. No puedo resolver el problema en Italia, ni en Alemania, no puedo irme a China a hacer pruebas y repartir medicinas. No puedo llamar a Trump para dictarle lo que tiene que hacer. Seamos responsables y dejemos de repetir informaciones fatalistas, dejemos de propagar nuestra paranoia y hablemos de los que se salvan, de los que están vivos, hablamos de que China está libre de Coronavirus al parecer y que restablece su vida normal. Hablemos del esfuerzo digno de los médicos de todos los países por resolver lo que están viviendo. Eso da ánimos. 


Nadie ha dicho que se tiene que estar triste por el virus, salvo que se esté infestado o se tenga a muy cercanos afectados, hay que estar ocupados, entonces desde aquí, les llamo a la calma, a pensar, a informarnos debidamente y sobre todo a actuar, sabiendo que esto, como otras tantas cosas, pasará. No hay que dejar de vivir, no hay que meterse dentro de una caja fuerte o una cámara hiperbárica, no tenemos que convertir nuestra casa en una cárcel de la que tenemos que escapar. Entonces he llegado a la conclusión, siguiendo el mensaje de mi amigo Félix en España que, como no puedo garantizar 100% que el virus no me ataque, hay cosas que no dependen de mis acciones y las vías de contaminación son muy diversas, entonces hago una fiestecita para dos y me dedico a salvar mi cerebro. Aquí las fotos.

No escribiré sobre Europa, Asia, etc., porque me quedan muy lejos, no avaluaré lo que han hecho o no, estas informaciones, verdad y mentiras, están hoy públicas en internet. Hablaré de Estados Unidos, país donde vivo y trataré sin histeria de dar una imagen de lo que se está haciendo, para luego escribir sobre mi país de origen, Cuba y poder, como ciudadano común, como simple observador, valorar, hasta donde me es posible valorar a mi nivel, lo que veo.

Estados Unidos, hoy con más de 325 millones de personas legalmente reconocidas, (España 47 millones, Canadá 38 millones, Italia 60 millones, Reino Unido 67 millones, China más de 1 300 millones) puede ser perfectamente clasificado como una de las mayores y más importantes economías no hoy del planeta, sino de la historia completa del planeta. Cada día de vida de este país, significa millones de millones de millones de dólares en producción y servicios. Cada día de trabajo de este país, puede significar miles de inventos, patentes, programas, soluciones, etc., que luego no sólo beneficiaran al país, sino al resto de la humanidad. Cada día de este país, que crece y crece desde la más variable unidad humana, variable y diversa como no ha existido otra, debido a su conformación política, religiosa, social, económica, y al final humana, significan ganancias inimaginables, enormes inversiones, tanto que los números a veces resultan difíciles, no de representar, sino sencillamente de leer y cada mala decisión significa enormes pérdidas, de esos mismos números que a los simples mortales nunca nos enseñaron en las escuelas.

Estados Unidos, no lo que me cuentan, sino lo que veo y vivo, tiene un sistema, no exento de errores, problemas y aspectos a mejorar, de seguridad social fuerte, teniendo en cuenta, como le dije hace unos días a una amiga por comunicación interna, que el sistema de seguridad social de un país es más que la atención médica cara, barata o gratis y que los seguros de salud. Estados Unidos tiene hospitales descomunalmente súper modernos, me arriesgaría a decir que modernísimos casi a nivel de ciencia ficción, como no creo que existan en muchos otros países del mundo, más unos sistemas de urgencias, clínicas, enfermerías, departamentos de atención médica dentro de fábricas, empresas, etc., que provee de atención a su pueblo. Estados Unidos tiene, como muy pocos países, una estructura de investigación científica en todos los sectores de las ciencias, patentes, resultados, como muy pocos países tienen. Tiene, puedo imaginar, fábricas enormes y super productivas, de las más grandes del mundo, para producir medicamentos de todas las complejidades, que abastecen al mercado nacional y que se pueden exportar para inundar los mercados internacionales. Estados Unidos posee una base de científicos, también en todas las ramas del saber humano, como no deben tener muchos países del mundo. Todo esto, puede ser mejorado hasta el infinito, claro, pero es absurdo con tal de criticar, decir que no existe nada, que todo está mal y que todo está por hacer. Muchas veces la, incluso, real oposición a algo pasa por la mano de lo absurdo.

A pesar de los riesgos de paralizar un país entero, digamos que afectan mucho a los llamados “grandes ricos”, por lo del capital, pero que, obviamente, afectan también a todos, obreros, desempleados, estudiantes, “homeless”, niños y viejos, blancos, indios, inmigrantes, negros, Estados Unidos, el gobierno, ha venido tomando medidas a favor de parar la propagación del virus y salvar a los afectados. Según los mayores críticos del gobierno, las medidas no fueron tomadas desde el principio, ténganse en cuenta que no existe un principio definido, muchos dicen que Trump, al que muchos con razón y sin ella, le tienen puesto el dedo encima, no le dio importancia el asunto y se burló de lo que estaba pasando.

Esto puede ser verdad, mentira o verdad a media, porque todo es posible de analizarse, pero hoy marzo del 2020, el gobierno ha y está tomando medidas serias en beneficio no de Trump y de los integrantes del gobierno, no sólo para los republicanos en defecto de los demócratas sinceros, reales o falsos, no exclusivamente para los ricos, sino para todos, incluso para sus más efervescentes detractores.

Veamos:

Muchos centros de trabajos, compañías, fábricas, en todo el país, han sido cerrados totalmente, enviando a los trabajadores a sus casas y se estudia para cada caso específico la salida salarial que van a tener. En otros lugares, por ejemplo, el de Martica, servicios que no se pueden, de momento, paralizar del todo, se ha hecho una selección de los que trabajaran desde sus casas y los que tiene que seguir asistiendo, todo esto con un movimiento de horarios para garantizar la presencia de funcionarios y evitar la aglomeración, más medidas estrictas de limpieza con tiempos específicamente definidos. Los que han quedado son los imprescindibles, los responsables, aquellos que su actividad salva vidas o resuelve determinados aspectos importantes para la vida, médicos y personal de apoyo, policía, bomberos, choferes de transportes públicos, informáticos, personal de algunas tiendas, etc.

Se ha cerrado todo lo que no sea imprescindible para vivir hoy, o sea, bares y restaurantes, parques públicos y privados, playas, lagos, tiendas que no sean de alimentos, otras tiendas que venden cualquier cosa, etc., luego, imagino, que habrá algunas soluciones para las posibles pérdidas o falta de ganancia que esto traiga a los propietarios.

Se suspendieron desde muy al inicio las clases en todos los niveles de enseñanza. Niños y jóvenes para sus casas para tratar de limitar el contagio. Algunos centros de estudios mantienen por internet la enseñanza. Dulce, algunas escuelas primarias mantienen las meriendas estudiantiles para sus estudiantes y han habilitado sistemas para que los padres diariamente puedan recoger esas meriendas y llevarlas a la casa para sus hijos.

Se han suspendidos eventos deportivos, conciertos, festivales, exposiciones culturales de todos tipos, o sea, ferias, galerías, eventos, etc. y se ha tratado primero de convencer, luego a los no colaboradores se les ha aplicado medidas, de que no pueden existir reuniones masivas de personas. Se está llamando a la conciencia y el raciocinio, no obstante, siempre hay problemas, he visto videos de jóvenes que aún con todo lo que está pasando, con toda la información que existe, tratando de burlar las medidas, por ser sencillamente jóvenes, reunirse a bailar y fiestar en las playas de Miami y entonces una policía enérgica, si enérgica, llamándolos a que se retiren. He participado ayer casualmente en el fallecimiento de una amiga y la funeraria, sin dejar de reconocer lo delicado del tema, ha definido que no puede haber dentro del salón más de 10 personas al mismo tiempo. Al principio Trump llamó la atención y pidió sobre las reuniones no más de 50 personas, hoy se habla de máximo 10 y se está organizando el país para, llegado el momento, sacar a la Guardia Nacional para evitar que las personas estén dónde no tienen que estar. La policía organizada, hoy, organiza la entrada a supermercados y tiendas para evitar los tumultos y problemas.

Entonces, como, por ejemplo, el tema de Miami, para los detractores, si no se toman medidas a tiempo, es un punto de crítica, se ha sido flojo, loco o inconsciente, había que actuar antes, pero si la policía sale a organizar la situación y enviar a joven por joven a sus casas, poniendo bajo custodia a aquellos jóvenes que se niegan, guapean, desobedecen y retan, entonces la policía actuó desmedida y brutalmente. ¿Dónde está la justa medida para los hipercríticos?

El gobierno norteamericano ha cerrado las fronteras para viajes de turismo por aire y mar, he creado especial tratamiento con las fronteras de Canadá y México, principales socios económicos y además únicas fronteras, tratando de evitar el tráfico de personas y dejando abierta la posibilidad bajo control del tráfico comercial y otros intereses. Por supuesto, a nadie en momentos como estos se le puede ocurrir hablar, estimular o permitir el turismo. Ni al mismísimo “brujo” Trump.

El propio presidente Trump, quizás sabiendo de lo que se le acusa, ha declarado que existe la disposición y la posibilidad de que las pruebas por el Coronavirus se hagan a todos los americanos de forma gratuita, o sea, los 325 millones de personas que aquí estamos, según el propio presidente, podemos ir a hacernos, sin costo alguno, un chequeo para saber si estamos o no infestados. Gratissssss. Además, se declara que se están haciendo arreglos para ayudar a resolver, caso a caso, cada uno de los tratamientos que se necesiten, o sea, las personas infestadas que logren sobrevivir tendrán ayuda económica, si la llegan a necesitar, para pagar lo que tengan que pagar. No hacemos nada con medidas populistas para caer bien, de gratis para todos, porque no es lo mismo un obrero de una fábrica o un maestro de primaria a los dueños de Walmart, Sam Club, Boeing, Google o Amazon.

Esto es una de las mayores críticas al gobierno, o sea, los interesados en resolver el problema aquí adentro, incluso sin vivir aquí, plantean que debería ser gratis, yo también lo creo, pero gratis no hay nada, alguien tiene que pagar. No sé, el gobierno no ha tomado las medidas sobre esto aún, cuál podrá ser la solución, pero si me gustaría decir, o repetir, ahora no sé si ya lo dije, que nunca, alguien que llegue a la puerta de un hospital o clínica en este país, se queda sin atención medica del más alto nivel, no importa quién o cómo sea la persona, Luego, bueno, luego se verá cuál es la solución. El gobierno ha declarado que ayudará a pagar los cheques de las personas que han recibido atención, pero sí quiero decir nuevamente que, hasta donde conozco después de 7 años aquí, no existe aquello de si eres rico te dan una cama, pero si eres pobre te atienden sobre una malla de pollo en el sótano o el patio del hospital. No existe. Conozco del tema, a los 3 meses de cruzar la frontera, por sólo la condición de cubano y la ayuda inicial que eso implicaba, sin estar empleado, fui operado por una arteria tupida a corazón abierto, nunca fui tratado mejor con la excepción de mi abuela y mi mujer. Cero pagos.

El gobierno ha y está teniendo reuniones con las farmacéuticas para lograr bajar el precio de medicamentos, lo que ayudará a reducir el costo de los tratamientos. Igual hay estudios para el tratamiento del pago de la renta, el agua, la electricidad, etc., lo que puede resultar beneficioso para todos, al igual que se están analizando medidas para aquellos propietarios, sobre todo de pequeños negocios con relación a sus pagos. Quizás no sea tan rápido la respuesta como los hipercríticos desean, o sea, eso de todo gratis para todos, pero no lo duden, respuestas habrá.

Es cierto, hubo problemas unos días con el desabastecimiento de algunos productos, sobre todo los de higiene y alimentos. Las personas, como he descrito anteriormente, se lanzaron todas a comprar a la misma vez y no existe economía que aguante que 300 millones salgan a comprar el mismo día, más el sentimiento de acaparar, de comprar por adelantado y tener en los almacenes de las casas incluso lo que no se necesita o se va a usar inmediatamente, que los momentos de crisis desatan en algunas personas. Eso hoy se está solucionando, por ejemplo, el gobernador de mi estado ha emitido un mensaje positivo, alentador, dejando claro que Nebraska es un estado fuerte y que los almacenes están repletos de comida para distribuir, por lo que no hay necesidad de acaparar. Los mercados han ido reponiendo y estabilizando su oferta, sigue resultando difícil estabilizarla, porque todo está afectado, se ha afectado el productor de materia prima, se ha afectado el productor de productos y el importador, se ha afectado el super mercado que ha visto su inventario desaparecer aceleradamente. Los críticos son duros, imagínense, pueden estar buscando en medio de una guerra creyones de labios y al no encontrarlos, se pone bravos y protestan.

El presidente Trump, el que al principio trató de minimizar el alcance del virus al compararlo con una simple gripe, al ver lo que era de verdad, dio un giro a su discurso, porque el tipo puede ser pesado, pero no anormal, y sin mucho tapujo dijo: “El mundo está en guerra con un enemigo oculto. ¡Ganaremos!” y ha comenzado a luchar las medidas, declarando que el norteamericano, no los republicanos, sino todos, necesitaría cash, efectivo y entonces anunció que, a través de un cheque federal, cada ciudadano mayor de 18 años recibirá 1 000 dólares y cada niño recibirá 500 dólares en el plazo de dos semanas. Luego, de mantenerse la situación de crisis y tener que prolongar lo del cierre de los trabajos, se volvería a enviar otro cheque por la misma cantidad.

Veamos los números. La idea linda de envío de efectivo a enfermos y a sanos, cuesta a la Reserva Federal del gobierno la cantidad de 250 000 millones de dólares la primera vez y luego en el plazo de dos meses, o sea, para el próximo mes de mayo, otros 250 000 millones de dólares. Paralelamente, se está trabajando, los republicanos y los demócratas, en el gobierno, para aprobar un presupuesto de 1 billón, o sea, un millón de millones de dólares para inyectar a la economía, a las familias y sobre todo a los pequeños negocios que se verán afectados, proteger al sector turismo, los bancos y a la bolsa. Los que hablan mal de Trump, con razón o sólo por estar de moda, sólo les ha faltado decir que, como la bruja de Blancanieves y la manzana, él mismo en la cocina de la Casa Blanca, mezclando un poco de azúcar, agua, alcohol, con algunas que otras especies, creó el virus y se lo envió a los chinos, porque no le gustan los fideos de arroz. Qué absurdo.

Errores, demoras, incapacidades, problemas, desacuerdos, luego, como cada proceso o hecho histórico, serán evaluados, habrá responsables, saldrán culpables, habrá a quiénes les cuesten sus puestos, pero también saldrán, los más importantes, los héroes. Hoy ya los médicos y todo el personal de hospitales, más los científicos que buscan en silencio soluciones, vacunas, tratamientos, tienen esa definición. Eso es lo positivo, eso es lo que tenemos que destacar, valorar y festejar. Si tienes un médico cerca, párate y dale las gracias, los que hemos trabajado por amor a lo que hacemos, sabemos que ese reconocimiento, más que una medalla, más que el dinero, es lo que importa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario