Músicos y artistas
cubanos, famosos, que hoy son millonarios en dólares, que han olvidado cuando
no tenían ropas que ponerse, cuando nadie los escuchaba, cuando las autoridades
cubanas no le daban un chance para cantar, ni actuar, ni eran invitados a la
radio o la televisión, cuando tenían que delinquir, cuando estuvieron detenidos
y presos. Cubanos que olvidaron que vivieron en barrios marginales, en solares y
que su música fue censurada. Cubanos hoy, que, por la santa acción de la
hipocresía y la demagogia, cantan y viven en Estados Unidos, disfrutando de las
ventajas de la economía capitalista fuerte y al mismo tiempo “descargan” en el
socialismo, a todas luces autorizados por las autoridades en Cuba. Cubanos que,
sin ningún bochorno, tratan de estar bien con Dios y con el Diablo, y además
hacer creer que esa es la variante para vivir. Artistas que después de cantar
una canción en la Plaza de la Revolución, se abalanzan a abrazar y besar super
cariñosamente a Fidel Castro, agradeciéndole por existir, sin, creo yo, que
nadie se lo exigiera y luego montan un avión y viene a celebrar su cumpleaños en
Miami, rodeados de amigos “gusanos”, cake de chocolate, traguitos, etc. Es una
burla a todos. A aquellos que se fueron tristes o contentos y, sobre todo, a
aquellos que se quedaron tristes o contentos. Son actuaciones que nos están
diciendo a todos, estúpidos, ustedes no saben lo que es vivir.
No son
pocos, hay muchos casos de esto hoy, en realidad no sólo músicos, sino otros
muchos, que con tal de disfrutar a la Cuba que obtuvieron cuando salieron de
ella o por continuar con miedo a no poder disfrutarla, callan o mienten.
Cubanos todos, que en busca de popularidad y por supuesto contratos con dinero,
vienen a Estados Unidos a hacerle un homenaje a Celia Cruz, aprovechando que
está muerta, la misma cantante que todavía hoy está censurada en Cuba a la que
nunca se le dejó regresar a la tierra que la vio nacer y a la que nunca
defendieron. Cubanos todos, que, basados en una innegable fama internacional,
se han olvidado de ese pueblo que les dio los aplausos para llegar a ser lo que
hoy son.
No son
pocos, estamos asistiendo a una gran selva llena de animales salvajes, donde
cada cual está en el sálvese quien pueda, no importa si esto es a base de
mentir, ocultar información, negar, etc. Lo importante es escapar a cualquier
precio. Esto que a mí me sigue llamando la atención porque debo ser anormal, si
recorremos la última historia de nuestro país, es fácil concluir que no están
haciendo nada nuevo, están haciendo lo que muchos vienen haciendo y hacen todos
los días. Si el problema es mentir para escapar, pues convirtámonos todos en
unos mentirosos.
Animado por
mis escritos que están en esta cuerda, un amigo me ha enviado un video, donde
el cantante principal, no sé si el director y además el relacionista público de
la agrupación cubana, Buena Fe, con un micrófono en mano, hace unas
declaraciones políticas, en contra de lo que él llama bloqueo norteamericano a
Cuba y por tanto para mí, en defensa del gobierno cubano y esto que no es nada
nuevo como ya dije en el párrafo anterior, me llama la atención por la
incoherencia entre lo que dice y lo que luego hace. Me parece que, con su
discurso pausado, dulce y bien estructurado, con su repetida frase de, “bueno,
mi gente”, porque el joven parece inteligente, se está limpiando con alguien o
algunos, en la misma medida que se burla de otros, incluyéndome a mí.
Si quieren
ver el video, pueden visitar: https://www.youtube.com/watch?v=nPwChhVVVXE y de esta forma, no confiar
ciegamente en lo que yo puedo contar.
Debo decir
que no conozco la trayectoria musical de este grupo, Buena Fe, no he escuchado
jamás una sola canción. Los recuerdo cuando salieron de Guantánamo, provincia
del oriente cubano, con aquella música muy elemental, con aquellas letras
dulzonas, que nunca me llamaron la atención. Ahora, a cada rato veo que dan
conciertos dentro y fuera de Cuba, delante de mucho público, lo que me lleva a
pensar que tienen éxito en lo que hacen. Recuerdo que, al principio, no sé
exactamente hoy, aparecieron vinculados a actividades de gobierno, cosa que es
entendible porque no hay otra forma de hacerlo en Cuba, por lo que muy rápido
entendí que no era lo que yo quería escuchar, me sigue gustando Santiaguito
Feliú y Carlos Varela. No los estoy evaluando como músicos, desconozco casi de
forma absoluta su obra, además de que no me interesa, aunque pueda ser buena,
sin embargo, si le dedicaré algún tiempo aquí en mi blog, por lo llamativo de
la actuación como persona.
En el video
en cuestión, del cual reproduzco textualmente parte de sus palabras para
aquellos que conozco no podrán ver las imágenes directamente, aparece el
cantante principal, Israel Rojas, creo que la cara más visible de la
agrupación, con micrófono en mano y un fondo de un solo color muy feo, para no
distraer la atención. Israel dice:
“Además
de injusto, inhumano criminal y de todos los términos que le se puedan achacar
al bloqueo, yo, en lo particular, podría añadir que, en la medida que por mi
trabajo he viajado y he estado en países del área sobre todo de América Latina
y me he dado cuenta lo que el orden mundial les ha hecho a las clases menos
favorecidas y también por qué no, lo destellos de progresos que han logrado sin
bloqueo, me pongo a pensar en lo que seríamos nosotros capaces de lograr,
nosotros que pensamos en las clases menos favorecidas, nosotros que hemos
intentado ordenar un país tratando de que sea con todos y para el bien de
todos, que nadie se quede rezagado, que nadie se nos quede sin educación y sin
salud, qué lograríamos justamente si no tuviéramos bloqueo económico, cuantas
cosas positivas, por qué no, podríamos legar a la humanidad en materia de
experiencia, de investigaciones y también que nuestra propia juventud podría
encontrar realizaciones sin necesidad de emigrar, (…), por eso y por otras
razones es que voto contra el bloqueo”.
Este tipo
es un cara de tabla, no me queda ninguna duda. Sus palabras, más que repetidas,
encierran el mismo mensaje que trata de culpar a otros de las desgracias
propias. Fácil solución. Es un cara de tabla porque, para nada tiene que ver el
embargo hoy, en un país donde se construyen y construyen hoteles anunciados
como 5 estrellas para un turismo inexistente, en el mismo momento que se están
cayendo los edificios y casas por falta de mantenimiento o las personas por
necesidades han construido casas que emulan los llega y pon de hace 80 o 100
años y muchas otras personas viven albergadas por 15 o 20 años, esperando que
se les entregue una vivienda prometida. ¿Cómo se habla de bloqueo cuando se
lleva años y años reconstruyendo el magnífico Capitolio de la Habana, símbolo
de la magnífica sociedad burguesa, delante de un pueblo que están durmiendo en
la calle por miedo a que los edificios donde viven se terminen de derrumbar?, ¿Hay
cemento, arena, cabillas o no?
Apartando el sentimentalismo histórico arquitectónico, se debería dejar que el Capitolio se derrumbara a cambio de que cada cubano tuviera una vivienda digna, moderna, cómoda donde vivir; total, hemos presenciado una historia donde se destruyeron muchas esculturas y monumentos por considerarlos burgueses, uno más no haría el cambio. Capitolio y hoteles contra viviendas, si nos guiamos por la teoría y las propias palabras de Israel, aquellas de no olvidar a las clases menos favorecidas, entonces son más importantes las viviendas.
¿De qué
embargo habla el joven Israel, cuando parte de la comida que se vende en las
tiendas en divisas, a veces muy cara, tiene el cuño de “Made in USA”, que no
han tenido a bien ocultar?, ¿De qué embargo culpable de los males de Cuba habla
el joven Israel, cuando el presidente recién electo coge un avión, acompañado
de una gran comitiva, esposa incluida y se va de gira a visitar varios países,
algunos tan lejanos de Cuba, no sólo geográfica, sino históricamente, como
Irlanda? Visitas que cuestan al país miles de dólares americanos, cuyos
objetivos no quedan claro, más allá de la muela y podrían haberse logrado a
través de un teléfono o una video cámara. ¿De qué embargo habla Israel, que al
parecer desconoce que, desde hace muchos años ya, los empresarios
norteamericanos y sus productos, ocupan el mayor pabellón de la feria comercial
en La Habana?, ¿De que bloqueo se habla cuando los artistas y músicos cubanos,
incluyendo a Buena Fe, viene a cantar y luego disfrutar en los propios Estados
Unidos, llevándose de aquí los dólares a veces de forma no muy ortodoxa?
Creo que el
joven Israel, guantanamero, surgido a partir de la Asociación Hermanos Saiz,
apoyado por la Unión de Jóvenes Comunistas, tiene que pagar la vida que lleva y
de ahí su declaración increíble, con argumentos irrisorios.
Decir que,
de haber dejado a Cuba sola, sin lo que él define como bloqueo, podría haber
garantizado cosas positivas, que se podrían haber legado a la humanidad, es además
de una vulgar mentira, un chiste. Cuba estuvo sola durante muchas décadas, en
realidad no estuvo sola, sino que estuvo 100% apoyada por la URSS y el llamado
Campo Socialista. Cuba fue parte de aquel bloque donde a partir de regalos e
intercambios, todo se garantizaba. Durante todos aquellos años, nunca Cuba se
quejó tanto del embargo, por el contrario, se burlaba de él y paralelamente se
dedicó a gastar y dilapidar el dinero de derecha a izquierda. Cuba, luego de la
debacle del comunismo mundial, abrió sus puertas a la inversión extranjera
capitalista y se llenaron sus calles de españoles, italianos, mexicanos,
canadienses, árabes, y otros, que corrieron frente a la llamada apertura de la
economía cubana y metieron su dinero y sacaron el nuestro, mientras que, entre
ellos y el gobierno, se daban las manos y las lenguas, actos que salvarían a la
isla caribeña. Nunca estuvo sola, nunca se acordó tanto ni de América Latina,
ni del “imperio”. De todo este reguero, amigo Israel, que ha sido enorme, hasta
la hija de Raúl Castro, nada más y nada menos, de Raúl Castro, se empató con el
italiano que hoy es su esposo y que debe pagar los espaguetis y el vino que la
familia consume cuando se reúnen los domingos a almorzar al lado de la piscina.
¿Y qué queda hoy?, ¿Se habla los
domingos en la casa de Raúl, en la piscina, comiendo pastas importadas
directamente de Italia, de salvar a las clases menos favorecidas?
Decir que
la juventud cubana, o sea, yo, mis hermanos, mis amigos, nacidos todos después
de 1959, no sentiríamos la necesidad de emigrar y pudiéramos haber encontrado
nuestra realización dentro del gobierno revolucionario, no sólo es otra mentira
vulgar, sino es la más asquerosa de las justificaciones a lo que ha pasado en
Cuba. Ni hubiéramos encontrado jamás nuestra realización, salvo que nos
hubiéramos dedicado, como Israel, a apoyar cada uno de los proyectos de esa
llamada revolución desde su surgimiento como gobierno en 1959 hasta hoy.
La juventud
cubana no emigra por el llamado bloqueo, porque la juventud cubana se mueve en
dirección hacia donde sale ese llamado bloqueo. La juventud cubana que emigra
no sale de Cuba porque el bloqueo la reprime, la separa, la excluye, la
minimiza; sencillamente los jóvenes huyen de una realidad, que incluso en los
momentos mejores que tuvo, implementó el criterio público de que están conmigo
o están contra mí. No fue el bloqueo quien los puso preso por ser católicos,
por tener el pelo largo, o por escuchar música en inglés. No fue el bloqueo el
que los separó de las aulas por ser aparentemente homosexuales o por tener los
más que llevados y traídos problemas ideológicos. No fue el bloqueo el que les
pagó 198 pesos cubanos cuando se graduaron en las universidades, salario punto
menos que de muerte. Para nada intervino el bloqueo cuando esos jóvenes
inconformes protestaron, se lanzaron a las calles y fueron “popularmente”
repudiados, agredidos, reprimidos, encarcelados, etc.
¿De qué
bloqueo entonces habla Israel como causante de los males que hoy tiene ese
país?, ¿Es culpable el bloqueo de los miles de caprichos comenzados y nunca
terminados en la economía cubana o peor de aquellos planes, por docenas podemos
contarlos, en los que se invirtieron millones de dólares y hoy solo son ruinas
inoperantes? ¿Cómo el amigo Israel puede detectar lo que, según él, ha hecho lo
que él llama “orden mundial” sin aclarar mucho a lo que se refiere, y no es
capaz de, recorriendo la isla con sus conciertos, ver lo que ha ocurrido en los
campos cubanos, en su agricultura, en los pueblos del interior y en la propia
capital, llena hoy de solares, barrios marginales, destrucción y olvido como
nunca antes? El tipo menciona a los más desfavorecidos, sacando la frase de uno
de aquellos típicos manuales de marxismo, tratando de darle cierto contenido
filosófico a sus palabras. ¿Más desfavorecidos tiene que ir a buscarlos a
América Latina?, ¿Qué hay de los negros, de los que no estudiaron y no
trabajaron en Cuba, de los que pueblan las abarrotadas cárceles, de los que
vienen del interior a la capital y viven acinados en cualquier lugar donde se
puede pasar la noche?, ¿Qué hay de las prostitutas, los pingueros, los
travestis, más las otras miles de definiciones que como animales nocturnos,
salen a luchar la noche en sus pueblos y ciudades?, ¿Qué hay de los que viven
el Palo Cagao, La Corea, El Moro, debajo del Puente de la Lisa, etc., en la
propia Ciudad de la Habana?
Ma parece que el amigo Israel, no sólo en el cumplimiento de su deber, para limpiarse de algo que seguro debe, dejándose utilizar como líder para la juventud que sigue su música, miente salvajemente. Sin embargo, esto no es lo peor.
Si
pudiéramos decir que el amigo es sincero y que cree en lo que está diciendo,
entonces YO LO APOYO. Creo en los que creen, aunque no esté de acuerdo con lo
que dicen. Si el cantante de Buena Fe, cree en el comunismo como solución
aplicable en la práctica en una vida, pues lo respeto. Es bueno, saber que,
aunque hay personas que piensan diferente, tienen aún el decoro de defender sus
ideas y vivir por ellas.
Esto no es
nuevo, existen miles de ejemplos en la historia universal, incluso en la
nuestra como pequeño y nuevo país, donde personas, poseídas por ideales,
siguiendo sus postulados, respaldando sus actuaciones, se erigieron con
determinadas posiciones, incluso a cambio de sus vidas. Esas personas,
equivocadas o no, merecen SIEMPRE respeto.
Martí se
montó en un caballo y se lanzó a la batalla, en contra del criterio de sus más
cercanos colaboradores, incluyendo a Máximo Gómez, que casi le rogó para que se
quedara tranquilo en el campamento, pues consideraban que el líder y alma de la
Guerra del 95 se debía conservar para la dirección. Maceo, frente a frente al Capitán General
español, sabiendo de sobra que no podía mantenerse en la lucha, se negó a
firmar el luego llamado Pacto del Zanjón, por considerar que esto traicionaba a
los cubanos que habían luchado y trataba de terminar 10 años de lucha sin una
verdadera independencia para Cuba.
Gandhi hizo
innumerables huelgas de hambre que lo llevaron al borde de la muerte, sólo para
lograr que los indios se dejaran de fajar entre ellos y de esta forma logar la
unidad de todo un país. Mandela, prefirió alar más de 20 años en prisión ante
de claudicar en su lucha contra el colonialismo. La Tatcher, descubriendo que
el Reino Unido en un momento necesitaba un cambio de política, decidió dejar el
camino libre, pues ella no podía cambiar, de la noche a la mañana, su posición.
The Beatles, aunque no soy fan a ellos, se separaron, creando casi una crisis
mundial, dejando a la mitad del mundo al borde de la desesperación, llorando y
dando gritos histéricos de dolor, porque sus principales figuras, Lennon y McCartney
no se lograron poner de acuerdo, con Yoko incluida en el brete, y decidieron no
volver a verse jamás.
Fidel,
aunque a algunos no nos guste, se metió dentro de un pequeño yate junto a otros
81 compañeros, tal como se meten las sardinas en una delgada lata y sin saber
mucho de navegación, se dirigió a las costas cubanas y desembarcó para comenzar
lo que él llamó revolución. ¿Estuvo loco o cuerdo?
Estos y
otros miles de ejemplos de fuera y dentro de Cuba, enseñan. Fueron personas,
quizás obstinadas, es cierto, pero en determinado momento tuvieron la
honestidad de vivir como decían que pensaban. Esto, gústenos o no, es de
admirar, pero el discurso del joven de Buena Fe, para nada se parece a esto que
he descrito.
Israel,
defensor público del gobierno cubano, enemigo y votante activo en contra de lo
que muchos, tratando de aumentar el significado, llaman bloqueo, aparece en los
Estados Unidos cantando y como todos sabemos recogiendo los dólares, muchas
veces pagados por la izquierda, nada más y nada menos que acompañado de su
esposa e hija, según he visto en fotos que se publican en internet y entonces,
es como para dejar de creer en él.
¿Cómo se
puede estar en contra del bloqueo, llamando enemigo número uno a Estados Unidos
y al mismo tiempo venir a cantar y pasear a este país?, ¿Qué avala el descaro
de pasar por la YUMA a cobrar en dólares?, ¿Cómo no se ha atragantado un pedazo
de hamburguesa, cómo no se ha ahogado con un poco de Coca Cola al ver lo que
este país significa de malo para el mundo?, ¿Hasta dónde está formando bien a
su hija, de esas jóvenes que el pide y dice quererle dejar algo positivo,
dejándola que disfrute enormemente de lo que él considera el mayor flagelo del
mundo?, ¿En qué momento, amigo Israel, te acordaste, mientras disfrutabas de
las grandes ventajas y bondades del peor de los imperios de la historia, de
aquellos que tú personalmente llamas las “clases menos favorecidas”?
Entonces, ¿cómo
creer en otro más que se para delante de una cámara a defender algo, con ideas
no creíbles, con argumentos tontos, enunciado con aparentes sentimientos y que
luego vive y pretende vivir y peor, escoge para los suyos vivir, como lo que
tanto critica? ¿Cómo entender que el bloqueo oprima a Cuba, que sea la causa de
que los jóvenes se tiren al mar o traten de escapar cruzando selvas y fronteras
e Israel se vea disfrutando junto a su familia, como pocos en Cuba, la
posibilidad que le da su condición de músico?
Israel,
como otros tantos, es uno de los que pretende vivir bien en cualquier
escenario. Vive en Cuba y vive bien autorizado por el gobierno diciendo que
está en contra del bloqueo y luego viene a vacilar en el lugar del hijo de puta
bloqueador. Dulces incoherencia.
Israel
Rojas, al que repito, respeto su idea en contra del gobierno de Estados Unidos
y su apoyo al gobierno cubano, debería seguir cantando en los municipios y
cabeceras de provincias en Cuba, respaldando las ideas ideológicas que anuncia.
Buena Fe debería seguir cantando en potreros, plazas y actos revolucionarios
dentro de Cuba y debería cobrar pequeñas sumas de dinero cubano en defensa de
sus clases menos favorecidas. Israel debería ir a cantar a Bolivia, no a un
teatro, sino al campo boliviano, al mismo campo que trató de conquistar el Che
en su intento de guerrilla; a Perú, pero no a los intelectuales limeños, sino a
los cosechadores de coca, que hoy están extremadamente empobrecidos; deberían
ir a cantar a Venezuela, imagino que para la familia de Maduro y su equipo,
nada nuevo, pues en Cuba cuando la visitó Billy Joel, Rita Coolidg y Kris
Kristofferson, sólo asistieron por invitación los funcionarios, sus familiares
y amigos, a un concierto que se realizó a puertas cerradas, dejando afuera los
verdaderos fans. Israel debería ir a cantar a África, allí en los quimbos, allí
entre los que mueren de hambre y enfermedades.
Israel debería
cantar en cualquier lugar del mundo que le diera la gana, pero si tuviera
vergüenza, jamás vendría a cantar a los Estados Unidos.
No creo que
sea mejor seguir repitiendo las mismas ideas que sirven lo mismo para Israel
como para otros que tratan de jugar al DOBLE JUEGO, para ellos tengo la letra
de una canción, de un genial poeta y cantante, por supuesto muchísimo mejor que
Israel. Ella, por encima de todo lo que he escrito, puede explicar lo que se
siente frente a casos como este.
Probablemente en su pueblo se les recordará
como a cachorros de buenas personas,
que hurtaban flores para regalar a su mamá
y daban de comer a las palomas.
Probablemente que todo eso debe ser verdad
aunque es más turbio como y de qué manera
llegaron esos individuos a ser lo que son
ni a quien sirven cuando alzan sus banderas.
Hombres de paja que usan la colonia y el honor
para ocultar oscuras intenciones:
Tienen doble vida, son sicarios del mal,
Entre esos tipos y yo hay algo personal.
Rodeados de protocolo, comitiva y seguridad,
viajan de incógnito en autos blindados
a sembrar calumnias, a mentir con naturalidad,
a colgar en las escuelas su retrato.
Se gastan más de lo que tienen en coleccionar
espías, listas negras y arsenales;
resulta bochornoso verlos fanfarronear
a ver quién es el que la tiene más grande.
Se arman hasta los dientes en nombre de la paz,
juegan con cosas que no tienen repuesto
y las culpa es de otros si algo les sale mal.
Entre esos tipos y yo hay algo personal.
Y como quien en la cosa nada tiene que perder
pulsan la alarma y rompen las promesas
y en nombre de quien no tienen el gusto de conocer,
nos ponen la pistola en la cabeza
Se agarran de los pelos pero, para no ensuciar,
van a cagar a casa de otra gente
y experimentan nuevos métodos de masacrar,
sofisticados y a la vez convincentes.
No conocen ni a su padre cuando pierden el control,
ni recuerdan que en el mundo hay niños
Nos niegan a todos el pan y la sal.
Entre esos tipos y yo hay algo personal.
Pero eso sí, los sicarios no pierden la ocasión,
de declarar públicamente su empeño,
de propiciar un dialogo de franca distensión,
que les permita hallar un marco previo.
Que garantice unas premisas mínimas
que faciliten crear los resortes
que impulsen un punto de partida sólido y capaz
de este a oeste y de sur a norte,
Donde establecer las bases de un tratado de amistad
que contribuya a poner los cimientos
de una plataforma donde edificar
un hermoso futuro de amor y paz
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