Por ejemplo, en lo que
otros países han tenido a alguien o algunos seres importantes, científicos,
políticos, artistas, etc. India tuvo a Gandhi, Sudáfrica tuvo a Nelson y Winnie
Mandela, Estados Unidos a Lincoln, Washington y Kennedy, Martin Luther King,
Elvis Presley y Aretha Franklin y Reino Unido tuvo a los Beatles, Sir Elton
John y Lady Di, Australia tiene canguros y Egipto y México tiene sus pirámides
que compiten a nivel de turismo con la parisina Torre Eiffel. Nuestra isla, esa pequeñita tierra que emergió del mar o que el mar no tapo definitivamente,
tiene a una sola persona capaz de reunir los méritos y competir triunfalmente
con todos los políticos, científicos, economistas, filósofos, actores y actrices,
celebridades de todo el mundo.
Cuba, esa pequeña isla
de sólo cinco siglos de existencia pública, sin contar la historia de los
indios fundadores, tuvo a Fidel Castro. No existe en la historia de la
humanidad, desde Lucy, el aparentemente australopiteco de sexo femenino que
vivó 3.5 millones de años hasta Donald Trump, el actual y controvertido
presidente norteamericano, alguien que pueda sumar en una vida tantas y tan
diversas características distintivas.
Fidel el coordinador
del asalto al Moncada, el comandante en jefe, el ministro de todos los
ministerios, el secretario principal del único partido, el papá de todos los
niños y entonces abuelo de todos los niños que descendieron de los niños que él
fue papá. Dueño de los truenos, del aire y las aguas en Cuba, tanto las
saladas, como las dulces, dueño de todos los sueños contados o no, de cada uno
de los habitantes que vivían bajo su caluroso abrigo y amparo.
Fidel del gran
científico, el gran maestro, el inigualable abogado, el filósofo por
excelencia, el maestro de los vinos y rones, el tradicional campesino. El
inagotable generador de iniciativas e ideas incomparables. El maestro del
mundo, el fabricante de edificios, escuelas y hospitales, el ganador de todas
las guerras incluso en las que no participó.
No recuerdo en mi
infancia y juventud algo que no se haya dicho, hecho, inventado o contraído en
Cuba que no fuera bajo la idea inspiradora, el diseño particular, la
recomendación, la asesoría y la comprobación y chequeo del llamado “invicto”.
Si un mecánico se ahorraba un tornillo en el motor que armaba, cosa que se
anunciaba como movimiento de racionalización, aunque el motor se fundiera a las
pocas horas de uso, era inspirado en un discurso de Fidel donde llamó al
ahorro. Si una puerca daba 13 puerquitos, era porque el comandante había
enseñado al berraco y asesorado directamente a la hora de la monta, porque el
mismo berraco, sólo visto en Cuba, podría llegar a decir que estaba
contribuyendo al desarrollo de la revolución. Todos los hospitales se construyeron
siguiendo un discurso del año en cuestión donde Fidel anunciaba por adelantado
desde enero, los índices de mortalidad infantil, los embarazos a término, los
abortos que debían ocurrir estadísticamente a fin de año.
Fidel nombraba
asesinos, traidores, delincuente, gusanos, apelando a los diferentes códigos y
leyes que él conocía de memoria, porque él los había escrito o sabía que podía
cambiar. Fidel, él mismo, repartía la electricidad por cuadras, repartía las
papás por bodega, fue el creador espiritual del café mezclado, el
picadillo y yogurt de soya, el
fricandel, popularmente llamado por un pueblo ingrato, perro sin tripa, la masa
cárnica extendida, que por los éxitos obtenidos, hoy inspira, incluso cuando ya
no está físicamente, a algo que se llama “hamburguesa conformada” que se
reparte a la población cubana como fundamental alimento, que aunque no queda
claro cómo se elabora, igual que muchos de los productos antes mencionados, si
está claro que es una variante del gobierno interesado en mantener los
estándares alimenticios y de salud de la población.
Fidel, el hombre que
debe tener dos récords mundiales, ese hombre de esa pequeñita isla, la mayor cantidad
de discursos dados en una vida y la mayor cantidad de horas seguidas hablando
por un micrófono, es además para mí, el genio de las no respuestas a preguntas,
o de las respuestas cualquieras a preguntas que no le habían hecho. Debería ser
famoso por responder siempre lo que le venía en ganas, que muy pocas veces
respondía a la pregunta de un interlocutor periodista osado, atrevido y
valiente.
Fidel, que además fue
el más importante periodista cubano de su época y definió bien el papel de los
que se graduaban de esa carrera, convirtiéndola de paso, a mi gusto, en una de
las más frustrantes en Cuba, la tuvo siempre fácil con los periodistas
nacionales. Siempre, todos, eran únicamente un vehículo para que el gran
comunicador diera riendas sueltas a sus inmensas intervenciones. No recuerdo un
periodista nacional que se la pusiera difícil, por el contrario, los
periodistas tal parecía que hacían las preguntas que el mismo Fidel les había
dictado antes de entrar. Todas eran preguntas de “perogrullo”, aquellas todas
parecidas a: ¿de qué color es el caballo blanco de Maceo?, acompañadas de las
caras de satisfacción a veces, otras de admiración apasionada, con que
acompañaban al entrevistado en sus inacabables respuestas. Era fácil para él, por
eso lo llamo genio, porque yo todavía no lo logro ni con mis hijos, a los
cuales les hablo, los miro a la cara para descubrir si me están escuchando,
pero tan pronto pueden, me hacen una pregunta de arranca pescuezo, de esas que
yo mismo me pregunto, ¿coño y ahora?
Fidel no estaba
acostumbrado a los periodistas luchadores, incisivos, agresivos. No los
aceptaba y menos los toleraba, entonces al inventor del periodismo
revolucionario, sólo se le ocurría la magia de la no respuesta o la pregunta
ofensiva. La magia de la no respuesta fue más que evidente en muchísimas
ocasiones. Alguien, siempre extranjero, le preguntaba por la Crisis de Octubre
y el respondía sobre el problema de José Martí al desembarcar por Playitas y lo
que significó la conquista de América; alguien le decía, pero bueno, eso que le
digo lo publicó el periódico Granma, órgano oficial del Partido Comunista que
usted dirige y el amigo respondía diciendo: Si, no me digas eso, bueno, no
siempre lo que dice el Granma es cierto.
Otras veces, sobre todo
al final de su vida, pasó al plano agresivo. Frente a una pregunta que no le
cuadraba, respondía al periodista, y a ti quién te paga, seguro que eres de una
de esas agencias enemigas de la revolución, seguro que eres enviado por la
mafia de Miami, ve y diles a tus amos tal o más cual cosa, etc. Todos los
periodistas que preguntaban cosas que a él no le gustaban o estuvieran fuera de
su guion, eran enemigos y probablemente pagados y enviados por la CIA. A vece
me pregunto cuál será el presupuesto de la CIA, porque si a todos los que el
gobierno de Cuba denuncia que son pagados por ella, da lo mismo que sea un
político, un vendedor de churros, una bailarina de un bar o un periodista, el
dinero que tiene la Agencia para comprar almas debe ser más grande “que la
bolita del mundo” como decíamos cuando éramos niños.
El comunismo en Cuba
habla de libertad de expresión, siempre y cuando, esa expresión sea para
apoyarlo, si esa expresión está en contra, es para cuestionar o tan siquiera
dudar, entonces es descerebrada, importada y sobre todo pagada. ¿Habría que
preguntarse cuántas cartas a amigos y familia y en contra de España escribió
Martí, cuántos poemas elaboró a la patria, a mujeres, cuántas reuniones
organizó y participó para dar muela y convencer, en cuántas cenas estuvo
comiendo y en cuántos lugares estuvo durmiendo sin poner un kilo prieto de su
bolsillo, sino apoyándose en el dinero que otros habían puesto para él?,
¿Cuántas cervezas habrá tomado Marx y cuánta comida recibió Lenin de sus
familiares, sin trabajar y cogerla en la caliente como dicen mis amigos los
reguetoneros?, ¿El propio Fidel trabajó mucho en algo específico que le
permitió ganar un salario para mantenerse?
Entonces esa magia para
la no respuesta es la heredada por los funcionarios cubanos, de más está decir
que siguiendo, como continuidad, el camino trazado por el comandante en jefe.
Es magia para hablarle a un pueblo detrás de una cámara, con periodistas
vehículos para una buena obra de teatro. Al final eso se hace y no pasa nada,
porque se confía en la “bondad revolucionaria” del periodismo, entonces para
qué esforzarnos en una respuesta. Nadie está pidiendo que se diga la verdad,
nadie está exigiendo que se aclare con datos reales, sólo al pueblo, que según
deben pesar ellos mismos, no piensa, hay que hablarle para que nos vean, lo que
se diga, no importa.
Tengo un ejemplo
reciente, que me hace recordar uno pasado, que podrían llamarse, junto a las de
Fidel, las respuestas más descaradas que se le puede decir a alguien. Ellas
solas podrían competir, claro, ya dije, por los segundos y terceros puestos. Son
para mí, no sólo mentiras, sino la muestra mayor del desprecio a alguien al que
se le miente porque se confía en que no piensa, ni valora y que además no es ni
medianamente informado, ni medianamente inteligente.
La magia de las no
respuestas es el arma más fuerte de los dirigentes en Cuba y no sólo de ellos,
sino de los llamados revolucionarios, incluyendo a nuestros padres. Las preguntas
de pueblo, no de filósofos o politólogos, son sencillas. ¿Por qué no llega el
agua a la pila de mi casa hace 10 días?, Por qué el pan está quemado?, ¿Por qué
tengo que dormir en el portal de una farmacia para coger un medicamento?, ¿Por
qué la comida es tan mala en las escuelas de los niños? Frente a ellas,
siempre, las respuestas son las mismas, la revolución está haciendo un
esfuerzo, el comandante en jefe entregó personalmente tierras en la Ciénaga de
Zapata a los antiguos fabricantes de carbón e inauguró una escuela en la Sierra
Maestra donde sólo existe un niño alumno, el bloqueo americano afecta la
llegada de los fertilizantes, etc., pero en realidad nunca se responde sobre el
agua, el pan, los medicamentos y la comida de las escuelas. Para cualquier pregunta
de pueblo, sencilla, la respuesta utiliza las mismas palabras, sean cuales sean
las caras, estamos haciendo esfuerzos, somos continuidad, lo importante es la unidad,
salvar la patria, etc.
Como estás, podríamos
recolectar miles de actuaciones de Fidel, pero seamos sinceros, el estilo impuesto
por él ha sido y es copiado por todos los que han pasado por las sillas del
poder. Dos de ellas, diferentes en el tiempo, pueden ayudarnos a entender, lo
fácil que es ser gobierno en Cuba. Recordaré primero la más antigua de las dos,
sobre todo para los más jóvenes o los que no la recuerdan.
1.- Erase una vez, un
presidente del parlamento cubano y miembro del buró político, Ricardo Alarcón, intelectual,
político, diplomático de altísimo prestigio en Cuba, se fue a una reunión
frente a estudiantes universitarios. El escenario era fácil, los jóvenes eran
revolucionarios y serían utilizados, como tantas veces hiciera Fidel, tal dijera
Carlos Varela en su canción, como telón de fondo para dar una muela.
Entonces un joven,
revolucionario aún en aquel momento, líder estudiantil reconocido y aplaudido,
hijo no de dirigentes, sino de campesinos orientales, por eso le entregaron el
micrófono, entre las preguntas que le hizo al parlamentario fue, ¿por qué los
cubanos no podíamos viajar libremente? y para rematar su pregunta y dándole de
su propio caldo, no le dijo que quería ir a París, ni a DisneyWorld, lo que hubiera
sido fácil de rebatir desde el punto de vista ideológico, sino que él, por
ejemplo, quería visitar el lugar donde había muerto, el guerrillero de todos
los revolucionarios, el Che.
Alarcón se quitó los
espejuelos, miró a su alrededor y se llevó su mano derecha a la
cabeza, como símbolo de desconcierto y nerviosismo, para todos estaba claro que
no estaba preparado para aquello y dijo textualmente: _ ”Bueno, deja ver cómo
te puedo responder algunas de las cosas que tú has planteado” y entonces la
magia de la no respuesta. El jefe comenzó a hacer un recuento de la historia de
Cuba que él vivió por ser más viejo que los que estaban reunidos y reconoció el
interés de los jóvenes cubanos de visitar las Pirámides de Egipto y a Bolivia,
pero … aclaró que nadie lo hacía en el planeta y ahí la comparación con otros
lugares siempre conveniente y a la mano, comenzó a describir que para viajar
hace falta un pasaporte, una VISA, los medios de transporte que cuestan dinero,
entonces la estrategia del buen policía, Alarcón dice que ojalá todos los
cubanos pudieran salir y conocer el exterior, porque ese sería el fin de la
batalla ideológica, queriendo decir que regresarían tan espantados de lo que
vieron en sus viajes que comenzarían, como nunca antes, a amar al socialismos
cubano.
Arremete de nuevo
contra el pasado de Cuba y comienza a hablar del racismo antes de 1959 a
jóvenes universitarios con 20, 22 años, cuando los negros eran parados en los
límites del rio Almendares y no los dejaban entrar a aquel reparto a no ser que
fueran criadas o jardineros. Por supuesto, la frase que no puede faltar en la
receta, Cuba desde enero o febrero de 1959 no se podía ir al banco a obtener dólares
para viajar, noooooooo porque Fidel fuera malo, sino porque la medida de
prohibir los dólares la tomó un tipo que entre otras cosas nombró como
ladrón y que en esos momentos estaba
exiliado en Venezuela.
Minutos y minutos y más
minutos de muela histórica de las cosas que pasaban antes del 59, pobreza,
negros, gente que no podía comer, gente que no podía estudiar, siendo él un
graduado universitario en el capitalismo procedente de una familia que estaba,
según él mismo, “un poquito por encima de los obreros”. El gobierno malo de
Estados Unidos, el imperialismo, no podía falta en la formula. Minutos y más
minutos de muela demagógica, habló de Europa, de América Latina, el bloqueo y muy
claro, el mensaje de que nadie en el mundo estudia en una universidad sin pagar
muy caro, ni puede ir a un hospital a atenderse con una tecnología muy cara, “por
su linda cara”, frente a jóvenes “revolucionarios” con cara de aburridos a esa
altura del juego.
Y entonceeeeeeees, llegó
la frase que ha convertido a Alarcón en famoso, más que por su misma actuación
como diplomático, político y parlamentario cubano, él dijo: “Si todo el mundo,
los 6 mil millones de habitantes, pudieran viajar a donde quisieran, la
trabazón que habría en los aires del planeta sería enorme”. No sé cómo
catalogar esto, no sé hasta dónde puede demeritarse al intelectual cubano, sólo
lo voy a dejar en la magia de la no respuesta.
Aquí el link para
aquellos que quieran escuchar este bodrio completo: https://www.youtube.com/watch?v=42T0BNNHZA0
2.- La otra experiencia del
mismo corte es más reciente. Érase una vez el ministro de comunicaciones de
Cuba, Jorge Luis Perdomo, asistió el espacio Mesa Redonda, que como siempre
presentó al moderador Randy, ya he dicho que el periodista del cual la Facultad
de Periodismo Cubana debe estar abochornada.
El escenario, por todos
conocidos, es favorable a la intervención sin riesgos, tal como dice Carlos
Varela, otro telón de fondo para dar una muela, sin que ella tenga que estar
vinculada a la realidad que se vive y dónde no va a existir nada que entorpezca
el camino, por el contrario, tendrá siempre un Randy, cada día más amuñecado,
con su sonrisa estúpida, presto a recordar el guion, como un apuntador de
teatro, a su invitado.
El ministro aseguró que
la rápida transformación de las tecnologías de la informática y las
comunicaciones impactan en todos los campos de la vida económica y social del
país y que estas transformaciones se traducen en el proceso de informatización
de la sociedad cubana. ¿Rápida?, ¿Este
hombre sabrá que, por ejemplo, los tractores, los aviones y la mayor parte de
las fábricas del mundo son manejadas por robots y computadoras desde hace ya
muchos años?, ¿Informatización de la sociedad, donde todavía tener, no un
celular, sino un teléfono en la casa es un enorme lujo, ganado muchas veces
sólo por méritos laborales o políticos y lo de una computadora es más que un
lujo, un sueño inalcanzable no sólo para pueblo, sino para la mayor parte de los
profesionales egresados de las universidades cubanas?, ¿Este tipo sabe que desde
una PC hoy aquí se puede enviar y meter una bomba por la chimenea de un refugio
que está a miles de kilómetros de distancia y hacerla explotar cuando llegue
abajo?, ¿Este tipo conoce que yo, simple mortal que debo explotar la
informática al 25% de sus reales posibilidades, hago todas mis gestiones de
todos tipos, da igual sacar un turno en un hospital, depositar dinero, pagar
todo lo que tengo que pagar, comprar todo lo que quiero comprar, ver películas
y videos musicales, consultar páginas web, tener una novia a distancia con tecno sexo
incluido y hablar todo el día con mi amiga Normita en México, entre otras miles
de cosas más, desde mi celular? ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡Que descaro!!!!!!!!!!!!!!!
Entonces el joven
ministro desarrollo su intervención mencionando números y más números de lo que
significan las computadoras, las redes, el acceso a celulares y la tecnología
3G, 4G, etc. Números que la gente común no puede entender, ni recordar, pero
que están para dar la imagen de que se trabaja y que se está desarrollando al
país, que aún no tiene el boniato por la libre, pero que pretender informatizar
al pueblo.
El discurso demagogo de
siempre, “Nuestro país necesita
de una cultura cada vez más masiva. Nosotros tenemos que trabajar mucho más en
eso, que llegue no solo a los estudiantes, sino también a las amas de casa, los
niños, a la población en general. Con un enfoque humanista, revolucionario, que
contrarreste ese discurso hegemónico que se nos quiere imponer”. El tipo pretende convencer de que el desarrollo
informático tiene que llegar al ama de casa, ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡Que descaro!!!!!!!!!!!!!!!, en el mismo
país donde esa ama de casa está cocinando con carbón, o peor, con leña,
sometida a apagones diarios y sobre todo, a esa ama de casa, merecedora no de
internet, sino de una enorme medalla, por la sola gestión de armar desayunos y
comidas diarias para sus familiares, esa misma ama de casa que no tiene, de
forma fácil y asequible, shampoo, jabones, alguna que otra crema, etc.
El bloqueo también fue
mencionado como causante de interferencias, complejidades, pero, sobre todo,
una masiva red de informaciones subversivas, a las que se pretende contrarrestar
con la divulgación de contenidos a favor de la revolución, el enfrentamiento a
la desinformación y las noticias falsas y una cultura de un uso responsable de
internet como mejor antídoto.
Número y más ideas revolucionarias
aportadas por el ministro y Randy. Quedó claro, no podía faltar, que la idea de
informatizar es una prioridad del gobierno, para beneficio del pueblo y que eso
estaba reflejado en los documentos aprobados en el VII Congreso del Partido
Comunista y no sé cuántos otros documentos que se mencionaron. Tal como si
entre ellos compitieran a ver quién de los dos aportaba, con el mismo discurso
que se usa en Cuba para todo, señalaban datos, transparencia, comercio
electrónico, etc., hasta que llegó la magia de la no respuesta, el ministro con
tal de subirle la parada a su presentador dijo: “si mañana nosotros dijéramos,
vamos a poner la telefonía móvil a 5 centavos el minuto, qué ocurría, ocurriría
que nadie podría hablar por teléfono porque todo el mundo entraría”. Randy,
conocedor del tema, aportó: “se saturaría completamente, claro”. Un ejemplo de
lo que se hace, dijo el ministro, fue que por el 14 de febrero se bajaron los
precios como una oferta especial y entonces en un español un poco complicado
dijo que se había “cuatriplicado cuatro veces la demanda”, lo que no dijo fue
que las comunicaciones se entortaron.
No sé si a ustedes les
parece, yo descubro que todos los funcionarios cubanos, tienen la misma forma
de hablar, todos hacen las mismas pausas, tienen el mismo ritmo y utilizan las
mismas palabras organizadas de la misma forma, da igual si escuchas a Díaz Canal,
al ministro de la agricultura, al de informática o a un dirigente del partido a
nivel provincial. Tal pareciera que pasan cursos para hablar de determinada
forma y que eso es lo que los une e identifica.
Aquí les dejo el link
para que puedan ver directamente los planes para la informatización de la
sociedad cubana, al escuchar da la impresión de que primero los cubanos tendrán
4G y celulares más rápido que boniatos.
Alarcón, asegura que no
se puede viajar porque los cielos colapsarían por los aviones. Perdomo asegura
que no se pueden bajar los precios porque las líneas colapsarían. Buenos
discursos para intervenciones sin cuestionamientos. La magia de la no
respuesta.
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