Bueno, esto se está poniendo bueno. Luego del sofocón, estas elecciones están muy entretenidas, lo que a mí me viene bien, aprendo para que no me lo cuenten. Me hace pasar el tiempo empleando mi cabeza, lo que es bueno, lo que no se usa, se atrofia.
Ahora mismo estamos en lo siguiente:
Biden y Harris, candidatos demócratas para presidente
y vicepresidente respectivamente, se han declarado ganadores de las elecciones
2020 y ya están celebrando junto a sus votantes por el triunfo, en el mismo
momento que las elecciones están detenidas, porque varios estados están aún
contando y otros han sido ordenados a detener el conteo de sus votos porque
están enfrentando un proceso de reclamación frente a los jueces. Jueces que son
los que tienen que determinar exactamente quién fue el ganador, por lo que a mí
me parece una enorme violación.
Si el fraude del que se acusa a los demócratas es real o no, si existen pruebas o no, todavía no está decidido, pero si me parece un fraude público, a la cara, que alguien se proclame vencedor, nada más y nada menos, presidente de los Estados Unidos, sin haber terminado el conteo de votos y existan estados que están investigándose. Más brutal me parece el papel de la prensa y las diferentes redes sociales, las cuales no se cansan de mencionar a Biden como presidente, lo que constituye, a mi modo de ver, otra violación, pero es la misma prensa y medios que durante toda la campaña y todas las votaciones daban como ganador al demócrata, incluso cuando las votaciones no habían ni comenzado.
No sé si esto es permitido, porque a esta hora el reguero es enorme. No sé si esto es parte de la llamada “democracia norteamericana”, aunque a mí me parece que es que cada cual está haciendo lo que le da la gana y eso no es exactamente el significado de democracia. No sé cómo las autoridades de este país, tan aparentemente organizadas y sólidas, permiten algo así. Biden da discursos como presidente electo, habla de lo que va a hacer tan pronto llegue a la silla y se queja de que Trump no quiere colaborar con el traspaso fácil y por su parte Trump está parado en que reclama y con él no hay nada de que hablar por el momento.
Es peligroso, porque las celebraciones están alentando a los supuestos ganadores, pero, si el resultado es diferente, cosa que no se sabe, pero puede pasar, esas celebraciones de ganadores pueden desembocar en masivas protestas por desacuerdo y por lo que hemos vivido hace unos meses, esas manifestaciones de pacíficas pueden tener poco. Ojalá no volvamos a presenciar la violencia, los fuegos, el vandalismo y la agresión a personas como ya vimos. Una cosa es reclamar un fraude y por eso estar dispuesto a pelear y esperar y otra es declararse ganador, sentirse apoyado como presidente, movilizar a los votantes y luego tener que echar todo para atrás.
Hasta ahora, cosa que asombra a muchos, los republicanos, que se han sentido engañados y que saben que sus candidatos están reclamando por fraude a varios estados, se mantienen tranquilos, a pesar de la acusación de blancos extremistas, locos armados, veteranos con síndromes postguerra, radicales, racistas, etc.
Ahora mismo, el estado de Carolina del Norte acaba de proyectar a Trump como ganador en ese estado. Aún no está certificado porque no ha sido firmada la certificación por el Secretario del Estado, pero parece que el resultado, en medio de lo que está funcionando, es seguro.
Existen varios estados donde el resultado de las elecciones se ha visto afectado, ellos son, Michigan, (16), Wisconsin, (10), Pennsylvania, (20), Georgia, (16), Nevada, (6) y Arizona, (11). Los estados de Michigan, Pennsylvania y Georgia no pueden hacer nada más, porque están parados en las cortes para verificar-resolver las acusaciones de fraude y Wisconsin y Georgia tienen programado recontar todos los votos. Trump ha declarado que los problemas en Nevada son miles y enormes y que lo van a demostrar.
He leído que, en el estado de Pennsylvania, en colegios dominados por demócratas, se han reportado 25 000 boletas recogidas en los asilos de ancianos por los llamados “boleteros”, que son los típicos personajes que trafican, por así decirlo, con las boletas y que existen en todos los países del mundo en todas las elecciones, que hay que investigar una a una para confirmar que han sido llenadas y firmadas por los votantes, o sea, por los ancianos. También en este estado existen 100 000 boletas con fecha de votación expiradas, o sea, fuera del posible conteo y que han sido contadas, por lo que hay que verificar y sacarlas del juego. Hay reportes además de personas que aparecen votando y estaban muertas, avalado incluso por una hija que declaró que su madre murió varios días antes de las votaciones y aparece como que votó.
Paralelamente el Director de Delitos Electorales, encargado precisamente de verificar fraudes electorales a nivel nacional, que ha venido desempeñando ese cargo desde hace muchos años, por el cual cobraba un buen salario, se niega a ver el tema fraude y acaba de renunciar a su cargo diciendo que no puede verificar el fraude porque no se ha terminado de contar, mientras que los jueces que están por encima de él le ordenaron que tenía que ver lo del fraude antes de que se completara el cotejo. ¿El tipo encargado de verificar fraude renunció en medio de una investigación de fraude? Bueno, esto puede tener “gato encerrado”. A mí me parece que el tipo por lo menos ha cometido un error, porque lo que le quedaba era trabajar, demostrar el fraude o no y si existió, señalar a los culpables. El tipo se limpió el pecho y fue echando y ahora yo puedo pensar que estaba complicado, que sabe lo del fraude, que está comprometido, que tiene miedo a las consecuencias, etc. Puedo pensar lo que me da la gana. Esperemos que no se dé un tiro o por lo menos si lo hace nos deje una carta explicando.
Ahora mismo los números han cambiado en el mapa electoral. Biden-Harris tienen 259 puntos de los estados confirmados y Trump-Pence tienen los mismos 214 puntos que tenían cuando comenzó el problema, o sea, aquel 4 de noviembre a las 2:30 am cuando me fui a dormir, lo que ahora se puede ver favorecido porque Carolina del Norte acaba de proyectar a la dupla republicana como ganadora en ese estado, por lo que a los puntos que ya tenían hay que sumarles los 15 puntos electorales que ese estado aporta, quedando Trump-Pence con 229 puntos, cosa que los coloca más cerca de los 270 puntos necesarios.
Ayer, en mi casi ya reporte, dije y puse una entrevista donde un alto especialista, que no es trabajador oficial del gobierno, pero que si puede ser una de esas personas asesoras-amigas que sabemos que siempre existen, aseguró que: primero, desde hace muchos meses Trump está tratando de alertar sobre el posible fraude, lo que es cierto y a la luz de los acontecimientos, puede haber tenido razón. Yo hubiera pensado lo mismo si hubiera estado sometido a las críticas, presiones, desprestigios no sólo de los políticos, no sólo de una parte del electorado, sino de casi todos los medios de prensas y encuestas. Segundo, que, desde esos mismos momentos, el propio Trump, en su papel de presidente, no de candidato para las próximas elecciones, estableció una estrategia secreta para demostrar el posible fraude que suponían que los políticos demócratas harían, cosa que, si yo hubiera estado en ese lugar, en ese momento y con ese poder, también hubiera hecho. No como defensa mía, sino como defensa de la democracia y el sistema electoral de los Estados Unidos. JAJAJA.
Esto creo que es lo que ha movido el espectáculo. Dice esa misma persona, cosa que yo no puedo asegurar, sólo decir que lo he visto y escuchado, declarar sin que le tiemblen las piernas, que Trump sabía lo que estaba pasando y que todo está bien organizado para poder demostrar. Me llamó la atención que Rudy Giuliani, republicano desde 1980, el famosísimo exgobernador de New York, ahora asesor jurídico de la campaña republicana y creo que del propio Trump, en una intervención ayer, dijo sin pelos en la lengua que Pennsylvania era un estado típico y tradicional de fraude electoral, cosa que yo no puedo asegurar, pero Giuliani es otro hueso durísimo de roer, el tipo tiene un curriculum impresionante donde aparecen, entre otros méritos, el de la lucha frontal contra la mafia en New York, cosa que liquidó al menos en su mayor parte y luego su actuación en las calles de su ciudad a raíz del fatídico acto terrorista del 11 de septiembre. ¿Giuliani también es tonto o está loco? Conociendo entonces a los leones, esto me dice que, por lo menos a Pennsylvania, la estaban esperando y al que “velan no escapa”.
El estado de Oregón acaba de despedir al jefe de los colegios electorales, porque las máquinas y software utilizados para los conteos dieron múltiples errores, equipos y tecnología utilizados al parecer en otros muchos lugares. Paralelamente las detenciones han comenzado, un trabajador de correo, al ser detenido por la policía, tenía en el maletero de su auto, boletas, que según él se les habían olvidado y las pensaba llevar al otro día para el colegio para que fueran contadas. Apretó el tipo.
Trump tranquilo, no seamos bobos, ese amigo está operado de los nervios. Acabo de ver unas de sus declaraciones fuertes, que, a mí, no lo puedo negar, me gustan, donde dice que todo lo que ha pasado, las falsas noticias, las extremas críticas, las votaciones, eran un gran pantano y que él “agarró ese pantano, los agarró a todos”. ¿Será esto verdad?
Si es mentira, Trump pasará a la historia además de todo lo que le han echado arriba, como un mentirosillo más, nada muy distinto al resto de la mayoría de los políticos tradicionales, pero, si es verdad y los “atrapó a todos”, además del escándalo irreversible para la política de este país, imagen que costará muchos años de revertir y que hará, a mi modesto modo de ver, revisarlo todo desde cero, se le tendrá que hacer a Trump un monumento. Es cierto, los expertos dicen que en todas las elecciones existen errores, malas prácticas y pequeños fraudes, cosas que a veces ni salen a lo público porque no son representativos y no afectan al proceso. No deberían ser, pero como todo proceso humano, es sabido que existirán incluso en aquellos procesos más limpios y controlados, pero cuando los errores pasan de simple errores y la corrupción se hace gigantesca, entonces afecta al sistema y eso es lo que parece los republicanos quieren demostrar.
Puede ser que esto venga ocurriendo hace años aquí y que a nadie le conviniera meter las manos, puede ser que primaron los intereses, los compromisos históricos, lo que nos sabemos unos a otros, etc. Pero, si aparece alguien que está más allá del bien y el mal, que no le importa porque ni viene del medio, ni depende de él y demuestra que todo está jodido, el sistema explota de la misma forma que dicen ocurrió el Big Bang. Como dicen muchos, “Dios los coja confesados”.Esperemos, sea cual sea el resultado, ya no está en manos de la votación tradicional, sino en manos de los jueces, que tienen, según he entendido, hasta el 14 de diciembre para decidir. Lo que ellos digan, guste o no, es lo que será.
Si ellos me llamarán a mí, les diría, amigos, es tanto el fanguero o “pantano” como lo llamó Trump, que esto está bueno para tirarlo todo a cero y hacer un proceso totalmente nuevo, lo que al ser Estados Unidos una de las super potencias del planeta, sé que no es posible. Sé que no se puede, existen toda una cantidad de leyes y pasos a dar, por cada estado, luego por la nación, que tratan de organizar-resolver el conflicto. Sé, aunque no conozco el número, que el dinero que costó y debe estar costando todo esto, debe ser multimillonario. Sé además que sería apuntar contra el prestigio de una nación entera y eso no sería conveniente.
Pero lo que veo es que se está tratando de resolver con parches por aquí y parches por allá, costuras sobre costuras, que tan pronto se anuncia por resuelto un problema, aparecen otros incluso mayores. Veo que ahora todo el mundo está declarando y muchas de esas declaraciones dicen “mañana te sorprenderás”. Veo que existen problemas de muertos que votaron, observadores que no pudieron observar, máquinas y software que fallaron, miles de votos que por error se le quitaron a un candidato y se le pusieron al otro. Se habla de “boleteros” recogiendo boletas en hogares de ancianos que ahora hay que verificar si cada viejito firmó, miles de boletas contadas fuera de la fecha, o sea, cuya fecha de entrega estaba fuera de la fecha límite y eso las invalida desde principio. Conozco que el personaje que tenía que averiguar por el fraude, ha renunciado a su función, así como así. Veo que los medios, casi todos, dan por ganador y nombran presidente a Biden y, aunque sabemos que ellos no pueden elegir a un presidente, su repetición de la victoria demócrata va creando un estado de opinión, que hoy es alegría y mañana puede ser el detonante de una bomba. Veo y creo que estas elecciones tuvieron al mismo candidato de ambos lados, o sea, Trump. A mi opinión es ahí donde se dio la guerra, muchos electores votaron directamente por Trump y otros votaron directamente en contra de él y no realmente por el candidato opositor Biden. Trump se convirtió en la bestia a apoyar o a matar.
Están, a mi modesta opinión, tratando de arreglar una mayonesa que ya se cortó, que ya no sirve y mientras más aceite, más huevos, más sal, se le echa, mientras más se le da al botón de la batidora, más se va a cortar. La idea sería, ser capaz de echarla a la basura, reconocer el fracaso para esta vez del proceso general y, nuevos huevos, nuevo aceite, nueva sal y mejor mezcla.
No tengo ni la más mínima idea si esto de la mayonesa, o sea, echarla a la basura y empezar una nueva, lo que significaría anular unas elecciones enteras en Estados Unidos se pueda hacer. No encuentro esa respuesta en nada y nadie de lo que he escuchado, pero lo cierto es que sería lo mejor para todos. Dejaríamos a los muertos en paz, controlaríamos mejor las boletas, los observadores pudieran observar, los ausentes podrían enviar a tiempo su voto, etc., pero creo que habría que cambiar tanto, que, probablemente, tendríamos que hacer primero un nuevo país.
Por el momento, “mañana te sorprenderás”
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