domingo, 29 de noviembre de 2020

"Vaya, mira como los cogieron"

Cuentan nuestros abuelos, que en Cuba antes de 1959, los vendedores de periódicos para estimular la venta de los diarios escritos anunciaban parte de las noticias, en no pocas ocasiones exagerándolas, ejemplo, “esposo celoso mata a su mujer en la bañadera”, “ladrón pierde parte de la pierna arrancada por un perro mientras escapaba por una ventana” o gritaban frases espectaculares, como, “Vaya, mira cómo lo cogieron”. Entonces este es el título perfecto que puede dar título a este artículo, “Vaya, mira como los cogieron”.

Hechos en Pensilvania

Al parecer, cosa que no puedo demostrar ahora y reconozco no conozco al detalle, Pensilvania tiene en el pasado una historia probada de fraudes electorales. Esto, que es difícil de entender o creer está documentado frente a las autoridades correspondientes de los Estados Unidos por años, nombres, hechos, etc. Quizás, digo yo, fraudes pequeños, a los cuales se les pasó la mano, a lo mejor para proteger a determinadas personas o al sistema, que no llegaron a explotar del todo, tal como para hacer añicos al estado y sus funcionarios de forma absoluta.

Para los que llegan nuevos, los que no tienen memoria o no quieren recordar, creo necesario mencionar que, en la madrugada del 4 de noviembre, Trump tenía ya seguros entre 700 000 y 800 000 votos como ventaja a su favor en Pensilvania, cuando se paró el conteo sin explicación, lo que ahora se atribuye a la rotura de una tubería de agua en el Centro de Convenciones donde se realizaba el conteo de votos. Todavía está en investigación si la rotura fue cierta o no. Es bueno recordar que Trump salió a las 2:30 am, yo lo vi nadie me lo contó y dijo, no sabemos por qué se paró el conteo, pero tranquilos, estamos ganando por mucho. Vayámonos a dormir, mañana será otro día. Y entonces al amanecer se había hecho la magia y el milagro, Joe Biden superaba a Trump, pero no sólo lo superaba, sino que lo hacía brutalmente.

Entonces se empezó a tratar de demostrar que había fraude, recopilar información, testigos y a hacer algunas declaraciones, a lo que la prensa que sólo ve ganar a Biden y los demócratas han llamado una pataleta de Trump, lo que ha traído que varios estados, escuchen y se hallan, no sólo detenido los conteos, sino las certificaciones para presidente, lo que significó una victoria para los republicanos. La Suprema Corte ordenó, escuchar la demanda del grupo de trabajo republicano y ahí comenzó lo que a todas luces parece una victoria, si es que de competencia se trata. Los abogados de Trump tendrán posibilidades de presentar su muñeco, o sea, pruebas y testimonios, en cada lugar donde tienen una demanda. Muchos ahora quieren dejar el tema como está y, a conveniencia, recomiendan coger experiencias para las próximas elecciones, pero los gladiadores, sabiendo que su enemigo esta mortalmente heridos, están dispuestos a darle el espadazo mortal. La Suprema Corte puso el dedo para abajo y los republicanos van a por los demócratas.

Rudy Giuliani, abogadazo jefe del grupo que está defendiendo la idea del fraude electoral en Estados Unidos en contra del candidato republicano Trump, hace pocas horas en audiencia en el estado de Pensilvania, declaración que es pública, el video se puede ver en: https://www.youtube.com/watch?v=vfBD0JpeKEw,  declaró, en resumen:

El estado de Pensilvania envió 1 823 148 sobres con boletas para recibir los votos por correo, esto hace ese número único y oficial, ni una boleta más, ni una menos fueron enviadas y recibieron aproximadamente 1 400 000 votos con respuestas, sin embargo, en el conteo oficial de votos para presidente figuran 2 589 242 votos contados, lo que significa 766 094 votos más de los que el propio estado envió. Esto que es un hecho, estuvo reflejado todos estos días en el sitio web del estado de Pensilvania, y luego, hace pocas horas, antes de la presentación de Giuliani, fueron borrados sin que aparezca una explicación, ni razón pública.

Giuliani demostró que existen 8 021 boletas enviadas por correo de personas muertas y con la misma ironía y sarcasmo que yo hubiera utilizado, dijo que imaginaba que a esas personas muertas les había sido más fácil y cómodo, enviar las boletas por correos que ir a votar personalmente y que existen otros 30 000 votos como estos, o sea, de muertos, que ellos estaban chequeando los récords de personas muertas en los cementerios alrededor de Filadelfia. ¿Es lo mismo que un muerto aparezca votando por error, que 8 000, que 30 000?, ¿Pensilvania es “The Walking Dead” y todos los zombies votaron a favor de Biden? Es probable, quizás por eso una comunicadora española a la que veo con frecuencia llama al candidato demócrata cariñosamente Zombie Biden.

Las comparaciones no son buenas, pero a veces, ayudan a explicar y entender. Todo el que ha sido alumno sabe lo que es copiar o dictar una respuesta de o a un amigo, pero cuando de 500 alumnos, 450 dan la misma respuesta, con la misma redacción e incluso las mismas faltas de ortografía, hasta el maestro más malo concluye que ha habido un fraude masivo, que la prueba se filtró, que alguien la dio o vendió. A veces se detecta al o los culpables, otras no, pero en líneas generales se dictamina el fraude y se anulan las pruebas. Esto, sea el nivel que sea, se considera un enorme problema. No hay que ir a ninguna Corte Suprema de Exámenes, las pruebas vendidas corren como pólvora en las manos de los “inteligentes” alumnos, que ni se dedican a cambiar la forma de responder, porque consideran que los maestros son anormales, entonces aparece las respuestas de “el cavayo de Maceo, era blanko”.

Demoledor Giuliani, aseguró que estas elecciones para Pensilvania eran una vergüenza y un desacuerdo para el estado. Y declaró que no necesita recordar a los funcionaros del estado, sino a todos los norteamericanos, que las elecciones para presidente de los Estados Unidos no son hechas por el gobernador del estado de Pensilvania, ni son hechas por el Comisionado de las Elecciones del estado de Filadelfia, sino por la Constitución de los Estados Unidos y que ese documento en al artículo 2, sección 1, punto 2, define de quién es esta responsabilidad, señalando que en ningún momento la constitución dice que la ABC o la CNN, haciendo referencias a dos medios de información, son las responsables de elegir a un presidente. Aclara que la constitución establece que cada estado en dependencia de la cantidad de habitantes tiene la responsabilidad de elegir y entonces ese estado, Pensilvania, ahora es el encargado de explicar a los votantes republicanos y a los votantes demócratas e incluso a todos los ciudadanos de los Estados Unidos y al mundo que observa, una parte horrorizada y apenada y la otra alegre y burlona, cómo es que cosas como estas hayan pasado.

Giuliani, hace a las autoridades del estado de Pensilvania, muy profesionalmente unas preguntas que también hubiera hecho yo, sin ser tan profesional. Primero, cómo es posible que un estado reciba más votos por correo que las boletas que envió. Segundo, cómo es posible que esto no llame la atención y se cuenten. Tercero, por qué borrar luego, hace pocas horas, esa diferencia que asigna más 700 000 votos a Biden, si es que son reales y ciertos. Cuarto, cómo las autoridades de un estado pueden certificar los resultados, sin saber y poder explicar cómo sucedió esto, que a todas luces no es un chisme, sino un hecho fatal para el país entero y su prestigio nacional e internacional.

En esa misma audiencia el candidato Trump, que es además el actual presidente, apareciendo en una llamada telefónica, dijo lo que parece una “Verdad de Perogrullo” y puede explicar los por qué. Los demócratas se desesperaron, porque él tenía más votos y pisaron el acelerador. Pisaron tanto el acelerador que se les fue la mano y entonces se han puesto en evidencia. Tal como los alumnos que responden masivamente que el “cabayo de Maceo, era blanko”. Poco le faltó a Trump para decir, siguiendo la tradición de los periodiqueros cubanos, “Vaya, mira cómo los cogimos”.

Esto, sin mirar para más ningún lugar es un fraude, en este caso no supuesto, sino evidenciado por algo tan exacto como las matemáticas, digo esto para mis amigos científicos. Se enviaron un número exacto y determinado de boletas, podrían haber regresado menos, como ocurrió, nunca podrían aparecer más. Entonces la idea de que más de 700 000 boletas, no enviadas por el estado, aparecieran en una madrugada después de haberse parado oficialmente el conteo, es imposible de aceptar, por lo que es imposible de contar. Si yo fuera el que tiene que decidir, diría: “No hablemos más, vamos a dormir o pasear, que la vida es corta. Es un fraude”.

Luego habrá que descubrir quién lo hizo, quién dio la orden, quién las introdujo, quién incluso rompió muy oportunamente la tubería de agua, si es que se prueba que se rompió. Quién tiene que ir a la cárcel, porque el asunto está para cárcel. Habrá que descubrir la implicación que tiene en esto el partido demócrata, sus líderes y posiblemente el candidato, para poder demostrar el tamaño de la conspiración, o sea, de la acción coordinada para un fin en contra de alguien. Pero, ya esto, no clasifica como un error, no puede clasificar como olvido, inmadurez, buena voluntad, casualidad, etc. ¿Un error de 700 000 votos más a un candidato?, ¿Miles de muertos enviando sus boletas por correo?, ¿Hasta cuándo los 15 de Jacqueline?

El demoledor Giuliani, no fue solo. No leyó un discursito antidemócrata y se fue. Presentó el caso y dio paso a los testigos. A mi me resulta imposible decir aquí lo que cada uno de ellos dijo frente a una mesa llena de todos los senadores y representantes del estado de Pensilvania, gobernadores, personajes del gobierno norteamericano, más un público presente en el salón, imagino otros importantes, más para los ciudadanos estadounidenses y los ciudadanos del mundo. Las declaraciones están en YouTube, para que los desconfiados puedan escucharla de la boca de los protagonistas y no atribuirlas a traducciones o interpretaciones de periodistas, medios de prensa, ni mías, etc.

No voy a reproducir aquí lo que cada persona testigo dijo, sería extenso y cansón. Sólo diré que esas personas dieron su nombre y apellido y bajo declaración jurada testificaron lo que ellos conocen, vieron y vivieron, o sea, no es un coro de Goospel que cuando Giuliani dijo fraude, repitieron fraude, fraude, fraude, dando palmadas como en las iglesias bautistas. Ellas responsablemente describieron con lujos de detalles lo que vieron, debemos imaginar que se están jugando años de cárceles si su testimonio es descubierto como mentira. Entonces les recomiendo lo lean, no siempre se tiene la posibilidad de vivir algo como lo que está pasando y aunque todos conocemos de boca lo que pasa en las elecciones, el conocer las técnicas, los pasos, las acciones perpetradas por los que cometieron las “irregularidades”, nos enseña.

Los testigos no sólo hablaron de lo que ellos vieron o vivieron, sino que expertos en informática han denunciado que las máquinas y el programa utilizado para el conteo de parte de los votos, son altamente responsables de lo conseguido, pero además son capaces de demostrar que ese mismo patrón se utilizó para robarse dos elecciones en dos países de Latinoamérica. El mismo programa, los mismos equipos. Giuliani dice tener más testigos dispuestos a declarar y existen más que no lo harán, por miedo, han sido amenazados con perder sus trabajos y las escuelas privadas de sus hijos, habría que citarlos oficialmente, probablemente algunos necesiten programas de protección de testigos.

Claro, esto es de creer o no creer. Sabemos que dicen que Jesús, chasqueo los dedos y multiplicó los panes y los peces y aunque más nadie lo ha podido hacer, por más chasquidos de dedos que se han practicado en 20 siglos, millones de personas lo creen. Entonces, pueden existir todavía, a pesar de estas declaraciones, los que se protejan detrás de sus murallas y digan, es mentira, no ocurrió. Y entonces es más complicado, porque tendríamos que llegar a la conclusión de que nada a través de nuestra historia es cierto, que todo puede ser comprado, todo puede ser cambiado y que la mentira, como no existe nada cierto, es lo que impera, etc. Yo, hasta que no se demuestre lo contrario, les creo y me llama enormemente la atención que la furiosa reacción de los medios de la “desinformación”, ha comenzado a menguar. Ahora comienzan a callar o a hacer sus discursos más leves, muchos demócratas están en silencio, por lo que ya “el malcriado” Trump no es tan malo como lo era hasta hace pocos días y “Zombie” Biden, no es tan bueno como nos lo pintaron.

Luego de los testigos de Giuliani y los republicanos, intervinieron los senadores y representantes del gobierno de Pensilvania, que hasta esos momento estaban sentados en la mesa de al frente, tranquilos escuchando y otros que intervinieron desde sus computadoras a través de Zoom y resulta ser que ellos evidenciaron, acusando al gobernador y al responsable del colegio electoral de meter las manos, cambiar las leyes de votación el día antes de la votación, luego borrar la información que debía existir en el sitio web del estado, etc., atribuyéndose funciones legislativas que no tienen.

Ahora, imagino, todos deben estar corriendo, porque nadie va a querer poner el muerto. Esto, por su magnitud, ha sobrepasado unas simples elecciones presidenciales, para convertirse en un serio problema de cuestionamiento del sistema electoral norteamericano y la sobrevivencia de la democracia en Estados Unidos. Esto ha pasado de un problema de simples electores y votos electorales a la defensa de las posiciones patrióticas. Creo que los demócratas han sido pillados, porque quizás se creyeron de verdad que el actual presidente y candidato por el partido republicano es tonto. Desconocieron que ese lema de “America First” es algo que muchísimos aquí respetan y defienden.

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