Reflexiones de "El Terrible". Agosto 20, 2020

Bueno, los que me leen con frecuencia, ya deben conocer a "El Terrible", que lleva ese sobre nombre, porque mi amigo está en Cuba y, aunque ambos somos libres, teóricamente él más que yo, nadie sabe dónde puede ir a parar un escrito. A mí resulta más difícil poder venir a verme, pero para él, lo de ir a verlo es extremadamente sencillo. A mí un día me pueden prohibir la entrada, porque mis ideas dedicadas, pero a él, bueno, los que hemos vivido en Cuba, sabemos lo que a él le puede pasar.  

Nadie sabe lo que puede y cuándo puede pasar y en cuáles manos "justicieras", puedan ir a parar un escrito, que, aunque hecho con buena voluntad, puede ser mal interpretado o bien interpretado por y para determinados intereses.

Se ha desarrollado una relación interesante, casi de trabajo. Yo escribo sobre un tema y "El Terrible", me da su opinión, su comentario, vinculando mi escrito a sus experiencias, vividas en Cuba día a día. No me engaña con palabras dulces, de conveniencia. Otras él me escribe y entonces sus ideas me sugieren un tema a recordar, a profundizar, desde mi óptica.

Para mí es más fácil, me levanto, toco un botón, muevo un "mouse" y tengo frente a mí, la información del mundo, textos, fotos, videos, me gusta decir que, a un precio relativamente módico, o al menos posible a yo pagar. Para mi colaborador voluntario y gratuito es diferente, tiene que luchar con los datos, las recargas, las conexiones. A veces tiene que caminar y desplazarse a lugares lejos de su casa para obtener que la señal le entre al celular, casi parecido a como le entran los rayos del Sol a las plantas. Lo que hace más complicado todo, porque reconozco que leer un escrito de 6, 8 cuartillas en la pantalla de un celular, en medio de tantas y tantas otras necesidades, es el primer gran mérito. 

Como siempre digo, "El Terrible", ni es filósofo, ni es político, menos es un interesado en hacerse famoso por empatar palabras. Si soy honesto, la idea de publicar sus ideas no fue de él, no me lo pidió, ni tan siquiera me lo insinuó. Me escribe a mí, tal como si siguiéramos hablando uno frente a otro. La idea de publicar sus escritos es sólo mía. Ojalá nunca le pase nada, pues entonces la graciecita de escribir me hará responsable.

Pero esa es la vida, la responsabilidad.

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"Hoy mientras caminaba leía tu artículo sobre lo pragmático de los “americanos”. Algunos de tus habituales lectores se quejan de lo dilatado de tus letras, pero yo no dejo de sorprenderme y siento que mientras más escribes más convincente y abarcador eres. Este es un compendio de ideas que lanzas llenas de realismo y análisis producto de alguien con una mirada aguda y critica de la realidad. Yo sé de los “americanos” por su música, por Hollywood y por Elpidio Valdez, pero, es increíble como siendo acusados de banales, superficiales y aberrados entre otras cosas, a pesar de eso han logrado, sin proponérselos, convertirse en cañón para el resto del mundo y muchos en el mundo los imitan, hasta culturas orientales con filosofía de vidas completamente opuestas.

Es verdad que el comunismo, como doctrina, no concibe al hombre sin filiación política, así se ve obligado a fingir todo el tiempo por elemental sobrevivencia. En países como Cuba pueden tener connotación política, la manera en que sonríes o saludas a alguien y cuando el hombre se ve obligado desde que nace empezando por los suyos a mentir, todo termina derrumbándose.

Para nadie es un secreto que la mayoría de los cubanos ven a United States como el lugar donde hay todo lo que les falta aquí o sea alimento, auto, paseos, etc. y muchos se van allí sin saber nada de ese país ni de su sistema político. Soy de los que piensa que de completo no tienen nada, pero creo es un lugar único donde se dieron condiciones históricas que formaron un gigantesco país y a su gente, al que todos le debemos muchas cosas buenas. Los cubanos de Cuba somos un engendro difícil de entender, con una manipulada y machucada historia, que estamos destinados al fracaso seguro para desgracia de futuras generaciones".

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"López Obrador llama héroes a los mexicanos que mandan remesas a su país de origen. Increíblemente en estos meses de coronavirus se triplicaron las remesas que llegan a México, representando más que el turismo y que el comercio. El presidente apoya y reconoce públicamente a los que trabajan en otros países y mandan dinero a México para ayudar a los suyos e indirectamente a la economía del país. Esta es una posición honesta y transparente de ese gobierno que incentiva, promueve y agradece esa ayuda desde los mexicanos que viven en otras realidades.

Nadie sabe cuánto representan las remesas en Cuba y cuando publican un número está falseado, aunque sabemos que la cifra no es nada despreciable. ¿Cuándo le darán las gracias a esos cubanos que mandan dinero, etc. durante 60 años? Si, mucho de ese dinero es de personas que fueron tildados de traidores, muchos fueron perseguidos y humillados, pero si mandan dólares todo aquello se olvidó ante la imperante necesidad de ese dinero que lo resuelve casi todo en este mundo.

La política es el arte de subir y bajar o a la derecha y a la izquierda, pero hay que conservar un mínimo de comportamiento acorde con las más elementales normas del comportamiento a esos niveles. ¿No sería una buena idea retomar en medio de lo que pasa en Cuba en este momento, una nueva relación con la emigración en un diálogo constructivo y despojado de posiciones extremas y ridículas propias de otros momentos históricos que pertenecen al pasado? El país se derrumba por días y somos nosotros, (el gobierno), los que tenemos que tomar las decisiones inteligentes y oportunas que modifiquen el rumbo, abandonando el presente de una vez que no nos lleva a ninguna parte que no sea el desastre y la derrota. Son 60 años de desgaste y resistencia sin sentido, los jóvenes se van y quedan los viejos enfermos. Ya nadie puede hablar de que Cuba es un país agrícola y nadie sabe cómo saldremos de la miseria y las necesidades crecientes. El virus y Trump han sido la tapa del pomo, no sé qué pudiera pasar si Trump gana.

La vida aquí es estrictamente la de sobrevivencia y de temor porque el gobierno aprieta y todos los días es más difícil vivir sin realizar alguna "actividad ilegal ". Como consecuencia los precios suben sin parar con un deprimido mercado informal lo que complican la manera de conseguir lo necesario para sobrevivir. El virus sigue aumentando. No encuentro la manera de no parecer negativo, pero sigo intentándolo".