viernes, 28 de noviembre de 2014

El Día del Guanajo.

Lo de celebrar el Día de Acción de Gracias, (Thanksgiving Day), es una tradición exclusivamente norteamericana, alrededor de la cual hay toda una historia que está vinculada a los primeros emigrantes europeos, (ingleses), que llegaron a este territorio y su vinculación con los indios, la naturaleza y la sobre vivencia.

Según cuentan, esos primeros emigrantes, que poseían fuertes convicciones religiosas y que huían de las leyes europeas, devenidos en colonos después de su llegada, pasaron mucho trabajo en el primer año de vida en esta tierra nueva, debido a un invierno muy fuerte. Según sigue el cuento, tuvieron mucha suerte y escaparon porque fueron ayudados por una tribu de indios que aquí vivían, (parte de los territorios de lo que hoy es el Estado de Massachussets). Esos indios, generosamente, fueron los que los enseñaron a los nuevos pobladores a cultivar varios vegetales, incluyendo el importante maíz.

Para celebrar la buena cosecha de ese primer año de vida aquí, (1621), los colonos, en muestra de agradecimiento, era lo menos que podían haber hecho, invitaron a los indios, no a todos, sino a los más importantes a una fiesta. Los indios, evidentemente buenas gentes, trajeron consigo diferentes tipos de carnes, entre las que destacó la de turkeys en inglés, pavos en castellanos y guanajos en cubano. No se cómo le decían los indios americanos.

Los emigrantes ingleses, no lo conocían pues en su país de origen no existía, y eso, más la cantidad de pavos salvajes que al parecer habían, más la buena carne y pienso que la facilidad para cazarlos y luego criarlos, convirtió a este animal, feo, casi horrible, en una celebridad dentro de la historia de los Estados Unidos, pues como lo reconoce la propia historia, a pesar de que ya estaban aquí vaya uno a sabes desde cuando, los pavos están insertado en los orígenes europeos de los norteamericanos. Para los indios evidentemente no eran mas nada que animales para comer, para aquellos primeros pobladores los pavos pasaron a ser parte de la fundación de un nuevo mundo. Feos pero importantes, dirían los pavos si pudieran hablar.

No es una actividad religiosa, aunque al parecer hubo intentos de manipularla como tal. Las principales determinaciones sobre la celebración de este día como muestra de agradecimiento, fueron tomadas por algunos presidentes de este país, incluyendo nada más y nada menos que al mismísimo Lincoln. Al final quedó definido el tercer jueves de cada noviembre para la ocasión.

Para nosotros la tradición dice poco, primero porque como conté, es algo bien norteamericano, aunque creo que Canadá también lo celebra no sé por qué. Segundo, porque los pavos o guanajos, nunca fueron una de las carnes preferidas de los cubanos. Para eso está la carne de res y la reina, la carne de puerco. No es que no se coma en Cuba, claro que si, pero no es tan rimbombante el asunto y creo que debe estar más segmentado para los campos. No es un producto que, por lo menos en Ciudad de la Habana, se consumía con frecuencia. Vi criar puercos dentro de los vertederos y patios de apartamentos de microbrigadas, o sea, micro vertederos y micro patios y dentro de bañaderas, donde había que sacar a los puercos diariamente para que las personas se bañaran. Vi pasear por mi reparto a un vecino con un enorme puerco, tal como si fuera un perro de los llamados de raza, pero no recuerdo haber visto con frecuencia guanajos.

Si recuerdo que en un año, no se cuál fue, pienso que por la necesidad de comida que teníamos cuando era niño, en mi casa apareció en guanajo, al cual criamos, alimentamos y cuidamos rigurosamente, para luego comerlo. Pero fue cuando yo fui niño y solo en una ocasión.

No nos viene de cerca el asunto, pero como de comer y pasar un rato entre familia y amigos se trata, muy rápido hemos hecho nuestra la idea de comer “turkey” en “thanksgivings”. Entonces como la gran mayoría de los que aquí viven, que si se toman el asunto en serio, compramos, adobamos, metemos en el horno por varias horas y luego comemos uno de los tantos pavos que para ésta celebración se vende.

Para los norteamericanos es uno de los días más importantes del año. Es un día de celebración y sobre todo de unión familiar casi que obligada. Y como siempre es un jueves, a muchos nos dan el viernes también, ambos días pagos, que junto a sábado y domingo, se convierten en unas buenas vacaciones. Más que buenas, necesarias para muchos.

Lo impresionante no es eso. Es bien sencillo, porque una vez que dispones del dinero, existen pavos de todos los tamaños y pesos, sexos, filiaciones políticas y religiosas, que se venden en todos los lugares. Lo impresionante es que, por ejemplo, el año pasado, en Estados Unidos, se vendieron alrededor de esta fecha, sólo para esta fecha, la cantidad de 45 000 000 de pavos.

45 millones de pavos es, más menos, cuatro veces la cantidad de personas que tiene un país tan importante como Cuba, o sea, cada cubano, del campo y la ciudad, podría comprarse y comerse 4 guanajos en un sólo día. Esta cantidad no incluye los pavos que se venden durante todo el año, pues como pueden imaginar es una carne que permanece en los supermercados en diferentes variantes, siempre.

Cuántos pavos se crían? Ni idea, pero si alrededor de un día, para reunirse la familia y comer un pedazo de carne, no puedes comerte el pavo entero, se venden más de 40 millones de pavos, cuántos pavos se criarán y matarán durante todo el año. La cifra debe ser loca.

Compramos un pavo de 19 libras. No es nada espectacular, existen pavos mucho más grandes. Lo adobamos a la cubana, porque a la americana nos sigue resultando difícil y lo acompañamos también a la cubana. No hay nada mejor que el congrí, papas asadas, tostones y ensalada para un thanksgivings americano. Casi nos lo comimos todo, sólo quedaron los huesos para quizás hacer hoy una buena sopa. En realidad comimos mucho recordando a aquellos primeros emigrantes que llegaron y a los buenos indios que los recibieron y ayudaron. JAJAJA

Imaginamos que este año se deben haber vendido más pavos, porque anualmente la población aumenta y los que aún quedan vivos comen más, además la crisis económica se va mejorando. Trataré de averiguar el dato. Luego como siempre, para los más pobres, para los que no tienen muchos recursos, existen instituciones que regalan los pavos, tal como hicieron aquellos indios, lo que ayuda a que nadie se quede sin comer un pedacito de carne celebre, si tiene el deseo. Lo que me parece extraordinariamente bueno.


Ahora nos viene para arriba las Navidades y el Fin de Año. Buenas fechas para …, comerrrrrrrrrrrrrrrr. JAJAJA. Les contaré

domingo, 16 de noviembre de 2014

"No hay más nada. Esto es lo que tenemos". (Invierno 2014)

Las temperaturas han venido bajando poco a poco como para darnos tiempo a que nos acostumbremos a ir usando abrigos. Mientras el Sol está afuera es agradable, pero cuando el astro rey se va a dormir, entonces reparas en su verdadera importancia.

Bajando, bajando, hasta que al final, el lunes 9 de noviembre nevó. No fue mucho, en realidad una especie de llovizna convertida en nieve que los americanos llaman shower snow. Lindo, las autoridades de la Ciudad no estaban preparadas para tal evento en ésta fecha del año y entonces el caos.

La poquita nieve que cayó, se congeló sobre la calle y convirtió todo en una hermosa pista de patinaje. Los carros que limpian las calles no salieron temprano.

Esa poquita nieve congelada, o sea, convertida en hielo, bastó para que me llamaran a las 5:20 am del martes para quitar la nieve y repartir sal con gravilla a diestra y siniestra en el residencial donde trabajo.

De madre esto. Antes de salir el Sol, con la calle totalmente congelada y todo teñido de blanco, tener que salir de una cama caliente a quitar la nieve de un residencial para “proteger” a clientes que no conozco. No es fácil. Bienvenido a “América”.

No voy a reproducir aquí lo que pasa por mi cabeza en los primeros minutos después de que pongo el primer pie en la calle, pero puedo asegurar que vienen a mi cerebro varias malas palabras y varios nombres de santos. A veces combino ambas cosas y el resultado es fatal, casi como una guerra.

Manejar en estas condiciones es complicado, muchas veces no puedes subir la aceleración a más de 10 ó 15 millas por hora, por lo que el traslado a cualquier lugar se convierte en algo estresante. El hielo, la nieve, y los patinazos pasan a ser tu primera preocupación. Si te equivocas, resbalas y puedes parar contra un árbol, un contén o peor, otro carro. Tampoco es que tengas el 100% de la historia garantizada si manejas bien, porque puedes convertirte con facilidad en el objeto que para a un automóvil que ha patinado.

Primer objetivo, llegar ileso al lugar donde vas.

Quitar nieve es un trabajo relativamente fácil. Existen máquinas que empujas y hacen el trabajo que muchos abuelos hacían solamente con una pala, pero la experiencia sigue siendo jodida. Estar empujando una maquina de quitar nieve o de echar sal a las seis de la mañana no es del todo agradable, por mucho que en los comerciales de la TV se vea a la gente sonriendo. Sonreir??????????????????

Como estamos en invierno ya, tienes que cambiar el atuendo y vestirte para la ocasión, entonces aparece la estrategia, imagino que inventada por los chinos como todo, de vestirte por capas, o sea, ponerte una cosa sobre otra y sobre otra, igual que la ropa de invierno en Cuba. La idea, salvando las diferencias, aquí tampoco es ponerte un solo abrigo.
Esto está muy bien para los que van a salir de paseo, pero cuando estas empujando una máquina de quitar nieve o limpiando con una pala las escaleras de los edificios, a los 15 minutos empiezas a sudar copiosamente y te comienzas a ahogar.


Tengo la experiencia de haber tenido puesto un gorro, unos guantes, un pasamontañas para evitar que el aire frío me queme la cara, un pullover, un suéter y un buen abrigo para trabajo, un pantalón y un calzoncillo térmico y de momento en el medio de la nieve, tener que quitarme la mitad de todas esas cosas, porque me parece que me voy a ahogar. Lo de vestir con capas es bueno, ya saben, lo inventaron los chinos, pero todo depende de lo que pretendas hacer. No te puedes equivocar con las capas tampoco, porque terminas peor que si tuvieras frío. Es una experiencia, sino desagradable, muy nueva para mi, sudar mucho en medio de tanto frío.

Nada. Es difícil, pero no imposible. Lo que no te mata, te hace más fuerte. Éste es sólo el comienzo del invierno del 2014, que según dicen los expertos comenzó antes de lo previsto, pero se prevé que sea fuerte.

A veces pienso en lo agradable del clima cálido, no los voy a engañar, pero ahora estamos obligados a sonreír como en los comerciales de TV, pues como dice siempre mi amigo el Ruso: “No hay más nada. Esto es lo que tenemos”.

domingo, 9 de noviembre de 2014

Los DREADLOCKS de Jonathan.

Ser bueno en algo lleva mucho tiempo y dedicación. Tratar de ser bueno en muchas cosas, es casi una locura.

Quizás esa ha sido una parte de mi vida. Combato todos los días contra mí mismo, para aprender y mejorarme. Como resultado, a mis 51 años puedo cepillarme los dientes y abrocharme los zapatos solo.

Mi último reto, en realidad gran reto, fue hacerle un peinado a mi hijo Jonathan, el cual confiado en mi mejoramiento y en que puedo lavarme los dientes solo, me pidió -  insistió, en que se lo hiciera.

Desde hace muchos meses Jonathan venía anunciando que quería hacerse los dreadlocks. Todo el mundo que lo escuchaba y miraba su lindo pelo largo estaba en desacuerdo. Soy testigo de que algunas mujeres lo han parado en la calle para celebrarle su negro cabello y puedo asegurar que ellas no eran calvas. Sin embargo, él, haciendo galas de sus apellidos, insistía en su idea.

Las primeras averiguaciones en Lincoln fueron frustrantes. El lugar más barato que encontró cobra de 300 a 400 dólares por el peinado. Es mucho dinero para que alguien te joda el pelo. Entonces pasó a la segunda opción.

_ Picho tu puedes hacérmelos, me dijo.

_ Yo???????? Tu estás loco, le respondí. Es cierto que desde hace años pelo a mis amigos y familiares. Estoy mejor que Félix, el barbero histórico de Víbora Park, pues he sido barbero en tres países, Cuba, República Dominicana y ahora en Estados Unidos. Mi cliente más reciente es el Chino, al cual le hice un pelado “parecido” al que lleva un futbolista famoso.

A partir de ese momento, ya pueden imaginar: conferencias, debates, seminarios, sobre dreadlocks y al final, mi aceptación. Soy un tipo débil.


Entonces le pedí que me consiguiera dos o tres vídeos de cómo hacerlo y que me trajera en papel un diagrama de la cabeza dividida, para poder orientarme. Luego exigí comenzar un viernes en la tarde, para poder calentar los motores, dedicar a esto todo el sábado y tener el domingo como colchón por si algo salía mal o me demoraba mucho en cogerle la vuelta.

Videos en YouTube, diagrama en papel y el viernes a las 7:00 pm, después de una larga jornada laboral como trabajador de mantenimiento, comenzamos con la actividad extralaboral.

Los dreadlocks o rastas, como se conocen en nuestro idioma, es un peinado formado por singulares trenzas, que al pasar el tiempo se convierten en una enmarañada forma de tener el pelo. Los más cuidados llegan a verse lindos una vez que te acostumbras, los menos cuidados terminan pareciendo raíces de arboles que te cuelgan de la cabeza. Al principio fue un “peinado” típico de africanos y algunos países del sur de Asia como India. La imagen de dreadlocks mas conocida en América, es la del cantante jamaicano Bob Marley. De seguro porque en ellos resulta más fácil lograr el desastre en los cabellos. No es un tema racista, sino racial, que es diferente. Sin embargo hoy lo llevan también los blancos rubios de pelo lacio, incluso muchas mujeres de caras lindas, artistas, rockeros y por supuesto, para no quedarse atrás, Jonathan.



El comienzo fue difícil. Jonathan tiene mucho cabello y además muy largo y yo tenía que dividirle la cabeza en cuadrados para luego comenzar a trenzar. El viernes hicimos las dos líneas de abajo, partiendo del cuelo hacia arriba.

Teóricamente es sencillo. Tienes que coger un mechón de pelo, darle la vuelta o girarlo y abrirlo hacia arriba. Todo se reduce a eso. Girar el pelo, separarlo en dos y halar hacia arriba. Sólo que eso hay que hacerlo miles y miles de veces para lograr que el pelo, sin partirse, se vaya enredando entre el mismo.


Mi aprendizaje incorporó un poco de violencia. Cosa inevitable, pues eso de girar el pelo y halar, no hay maneras de poderlo controlar del todo. Por momentos pensamos que me quedaría con parte de los pelos en las manos o vería salir la masa encefálica del Jonathan por un hueco que le abriría en el cráneo. Pero es así, la belleza duele y cuesta. Terminanos como a las 11 de la noche y decidimos dejarlo para el otro día.

El sábado nos levantamos y volvimos a cogerla con el asunto. La sesión empezó alrededor de las 10:00 am y luego de algunas paradas para café, almuerzos y pequeños descansos, terminamos totalmente a las 11 de la noche. Un maratón de 13 horas seguidas. Jonathan sentado en una silla, tratando de aguantar mis alones de pelo y yo parado detrás de éĺ, dándole vueltas al pelo, dividiéndolo en dos y halando hacia arriba. Cuántas veces pude haber hecho este proceso? No tengo idea, pero en 13 horas de trabajo a ritmo acelerado para terminar, fueron algunos cientos de veces.


Utilizamos ligas especiales para dreadlocks compradas por internet, ya saben, estamos en América, otras ligas menos especiales, e incluso alambres, cosa que para mis manos resultaba mas cómodo de manejar. No jugué mucho con muñecas cuando fui niño. Peines de diversas formas y pinzas de corte para los alambres. El trabajo resultó ser un híbrido entre la cosmética moderna y el mantenimiento al que me dedico todos los días, pero al final, con más alones de pelos que los que le hubieran dado en una peluquería especializada, pero casi sin costo alguno, los dreadlocks fueron terminados.

Hoy después de algunos mejoramientos que Jonathan se ha continuado haciendo, se ven bien. Tiene en la cabeza 55 trenzas dreadlocks, lo que para mí debe ser un record para unos principiantes. A pesar de los alones de pelo, nunca llegó a sangrar. Ya ha tenido la experiencia de que personas en la calle también se lo han celebrado, coincidentemente negros. Él está contento con su peinado y yo me siento contento con haberlo conseguido. Aprendí algo más, lo cual me hace sentir bien, para no decir orgulloso.

Siempre le digo a mis hijos que ellos están mejor que Jesús, pues éste a la hora de su muerte en la cruz, de su familia de sangre sólo tuvo a María. José no sé dónde estaba en ese momento, pero como todos sabemos que no era el padre biológico del crucificado, a lo mejor aprovechó ese día para vengarse de la madre, así somos los hombres. 

Los míos están salvos, ellos tienen un papá.