sábado, 26 de noviembre de 2016

Murió. Noviembre 25, 2016.

Interrumpo mis escritos sobre la cotidianidad de mi vida, para dedicarle unas poquitas letras a un evento que reviste cierta importancia y que ahora va a tener entretenido a mucha gente. Escribo porque, como tantas otras cosas, no quiero que se me olvide.

Ayer, un ratico antes de la media noche recibí una llamada de mi hija Jennifer, hora poco habitual para llamarnos, por lo que el timbre del celular me asustó. Yo “pescaba” frente al TV mirando una película sobre la historia de Jesús que no había visto, mientras Martica se bañaba.

Jenny, que descubre mi susto, después de aclararme que no pasaba nada, me dijo, quieres que te de una noticia y yo le respondí textualmente, se murió Fidel.

Ahora mismo no sé por qué se me ocurrió esa idea, debe ser porque ella ya me había aclarado que no pasaba nada en nuestra familia y porque en el subconsciente, por mucho que diga que el tema no me interesa, vivo con esa idea, aunque no la exprese todo el tiempo.

Pues sí, murió Fidel Castro a la edad de 90 años. Nos guste o no el personaje, la noticia no deja de tener relevancia. Como todo, los que están a favor y lo querían, lo sienten y lo comenzaran a venerar más, lo que están en contra, pues se alegran y celebran su muerte. 
No es de ocultar que la noche de ayer en parte de Miami, con visos de carnaval, terminó con fuegos artificiales y música. Vi imágenes de personas con crucifijos en los cuellos y que dicen amar al prójimo, pero celebraban muertos de la risa, la muerte del “héroe”, sin reparar en que había poco para celebrar. Si es cierto, el invicto murió, pero lo hizo invicto. Nadie lo tocó, nadie lo quitó, nadie lo hizo renunciar, nadie lo puso a sufrir. Sólo se entregó a la muerte y así y todo hasta a ella le hizo resistencia.

Hubo los que pronosticaron que no duraría 6 meses en el poder. Erraron. Hubo los que predijeron que los norteamericanos lo quitarían. Erraron. Luego muchos dijeron que no resistiría la caída de la URSS. Se equivocaron. Otros lo mataron muchas veces. Nunca murió. Sólo la muerte y él tenían un acuerdo y la vejez fue el pacto.

Luego de hablar unos minutos con Jenny, decidí acostarme, en realidad me interesaba más la película y no me enteré si a Jesús lo crucificaron o no porque me debo haber quedado a la mitad de su vida.

Cuando ya estaba dormido, entonces como a la 1 de la madrugada de mi tiempo, me llamó Jonathan. Se acababa de enterar y por supuesto quería comentarlo conmigo, con quién si no. Hablamos un ratico.

Y para cerrar el tema de poco dormir, hoy a las 7:40 am, mi hermano Igor, también acabado de enterar, me llamó para compartir ideas.

Digamos que esas son las consecuencias directas de la muerte de Fidel. No pude enterarme de la muerte de Jesús y he dormido poco. JAJAJA

Visto desde aquí, creo que es meritorio morirse de muerte natural a los 90 años y morir rodeado de familia, amigos queridos, personal médico y compañeros que lo atendían. Eso es lo que todos queremos.

Cuando un ser humano muere de muerte natural después de haber vivido y hecho lo que le dio la gana, pues no paga nada, sólo se muere. Ninguna muerte de esa forma puede pagar ningún daño, no le puede devolver algo a los que se le debe.

De ahí que creo que lo de carnaval y fuegos artificiales, es un exceso, esperado claro está, pero exceso.

Bueno es poder castigar en vida, sancionar, quitar de las funciones, hacer renunciar, hacer pedir disculpas a las personas dañadas a exprofeso. Bueno es ver al supuesto culpable arrepentirse y tener que vivir de forma diferente a como se vive desde el poder. Bueno es que tenga que vivir para ver lo que destruyó o dañó. Bueno es que sus propios descendientes lo critiquen o al menos, no lo apoyen. Pero ver morir a alguien de muerte natural, que ya no estaba en el poder, que ya no ejercía ninguna presión públicamente, que no va a cambiar la realidad de forma inmediata para los que fueron o son afectados, pues poco mérito tiene. Se murió, como al final tenemos que morir todos.

Me resulta a veces difícil de entender, porque muchos de los que estaban ayer en los mini carnavales, lo amaron, lo endiosaron, vivieron de él y para él y no muchos de esos que hoy celebran con fuegos artificiales estuvieron dispuestos a ir e impedir que muriera de muerte natural. No todos obviamente, pero muchos, estuvieron diciendo que lo amaban hasta que el avión que los sacó de Cuba despegó sus ruedas de la pista. Entonces me parece más de lo mismo. Es fácil siempre ver los toros desde la barrera y mucho más fácil ahora hacer leña del árbol caído.

No creo que esas personas estuvieran obligadas a nada. Eso es mentira. Nací en Cuba en 1963 y viví allí hasta que tuve 44 años. Tuve que comerme el período más sólido de esa llamada revolución, que con el tiempo se convirtió en un gobierno de un grupo, que, para dominar a la mayoría, le endulzaba el oído hablándole en su nombre. Y después que dejé de ser niño, pues no lo amé y no lo amé públicamente. Nadie me pudo obligar a que fuera policía, nadie me pudo obligar a que fuera del MINIT. No pudieron meterme en la UJC o el PCC. Nadie me convenció de que la doble moral era la solución para vivir en la “Cuba Revolucionaria” No comulgué con el oportunismo de izquierda. No sancioné, ni reprimí a nadie, nunca.

No creo tener ningún mérito, porque también escogí el camino del exilio para mi solución personal y la de mi familia, pero por lo menos me quedaran dos satisfacciones hasta que ojalá me muera de muerte natural a los 90 años, no le hice el juego, no tenía fotos de él en mi casa, no viví nunca de decir que lo amaba y entonces ahora, después de la noticia que quizás en mi subconsciente deseaba, tampoco me dio para tomar cerveza y salir a conguear a la calle. 


miércoles, 23 de noviembre de 2016

“No Shave November”



El año pasado por esta fecha, mis compañeros de trabajo me dijeron que no podía afeitarme en el mes de enero porque era una tradición en Estados Unidos.

Les pregunté sobre el significado de esa tradición y no me supieron responder, sólo que en noviembre no podía afeitarme. Entonces como no entendí, me afeité durante todo el mes y se me olvidó el asunto.

Este noviembre, el mismo cuento, no te puedes afeitar. El tema ya me llamó la atención y busqué más información sobre el por qué algunos hombres escogen no afeitarse específicamente en este mes.







En realidad, parece tener varios significados o haberse unido varias ideas. 

La primera puede estar vinculada a que los jóvenes estudiantes universitarios por esta fecha están terminando el semestre y preparando el tema de la graduación, por lo que les es más fácil no atender a más nada. La idea de no afeitarse en noviembre fue mencionada por primera vez por un joven en Australia en el año 1999 como una idea novedosa a realizar, conociendo a algunos, imagino que lo de no afeitarse puede venir acompañado de no bañarse también. JAJAJA

La segunda y más reconocida hoy, es una ya tradición que se viene realizando desde el año 2004, como parte de una campaña para recaudar fondos que apoyan estudios, investigaciones y tratamientos sobre determinados cánceres en los hombres. Dicho movimiento no solo se desarrolla en Estados Unidos, sino que abarca a otros 15 países hasta el momento.

Es una buena manera de llamar la atención sobre las posibles enfermedades que atacan al hombre, sobre todo, dice la campaña, para descartar la idea de que los hombres no necesitan ayuda.
Además de que como saben, la tarea de afeitarse todos los días o al menos regularmente es bastante pesada, por lo que al menos una vez al año, los hombres que escogen hacer suya la tradición, pues tienen una justificación linda para dejar de hacerlo y nadie puede decir que estás sucio o descuidado porque estás luchando contra el cáncer. JAJAJA. Imagino que esto además debe llevar todo el compromiso de donaciones, conferencias, reuniones, etc., que no ha llegado a mi entorno.

Entonces sin donar nada, estoy a favor de la ayuda a los hombres y me he dejado de afeitar, por aquello que a veces es aplicable de “donde fueres, haz lo que vieres”.

Como todo, ahora estoy loco porque pase el mes para volver a hacer lo que no soporto hacer. Qué locura.

Incluyo algunas foticos y así pueden verme





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domingo, 20 de noviembre de 2016

The winter is coming

La célebre frase del serial Game of Thrones el invierno viene, se ha hecho realidad para Lincoln, Nebraska este año. El pasado viernes 18 de noviembre, amanecimos con 32 ̊ F, o sea, 0 ̊ C. Entre otras cosas no se todavía por qué los norteamericanos siguen usando lo de grados Fahrenheit que me obliga a traducirlo cada vez que escribo para que muchos de ustedes puedan entender. Debe ser que somos aquí diferentes.

Si, la temperatura bajó en la noche y el amanecer fue un poquito difícil, pues salir de un lugar que está alrededor de los 21 ̊ C, atravesar una puerta y caer en 0 grados no es nada agradable. Se siente como si alguien te hubiera golpeado en la cara.

El cielo nublado rápido descargó su contenido y entonces lo que antes hubiera sido agua, ahora cayó en forma de nieve. En realidad, fue poquita, casi que ni llegó a embarrar el suelo, pero fue la primera y eso es importante porque la madre naturaleza nos está diciendo que “the winter is coming”.

Nunca antes había estado tan preocupado por los cambios en la naturaleza, sin embargo, ahora descubro que, si lo estoy, o sea, preocupado por mi naturaleza, pues todavía no llego a proyectarme hacia la capa de ozono o el cambio climático, de eso se están ocupando mis amigos Al Gore y Leonardito Di Caprio.

He aprendido con los que aquí viven a estar pendiente del clima para mañana, para pasado mañana, e incluso a mirar el reporte antes de hacer uno que otro plan en el exterior. Si te equivocas con el clima por esta época, terminas sufriendo. Para garantizar la información, me he echado a mi mejor aliada Martica que me recuerda enormemente a su mamá por muchas cosas y esto de darme el estado del tiempo para mañana asegura que lo que se hereda no se hurta. Recuerdo que paralelamente al puesto de mando que se creaba en Casa Blanca para observar e informar sobre, por ejemplo, la trayectoria de un determinado ciclón, mi suegra Marta, preocupada y ocupada, creaba su propio puesto en la sala de nuestra casa y con mucha frecuencia, a veces a cada minuto, nos informaba sobre los últimos detalles del accidente meteorológico, llegando a tener un conocimiento y manejo profundo de cada detalle.  Debe ella seguir así, a pesar de sus casi 90 años, su cerebro sigue estando admirable y envidiablemente claro.

No es tan difícil aquí porque existen todas las condiciones para estar al tanto, entre ellas, con sólo abrir tu celular tienes un reporte de lo que va a pasar en el día hora por hora en la localidad donde vives, luego el reporte se extiende por día toda la semana y todo el mes hacia adelante. Además de que cuando va a existir un acontecimiento extraño como nevadas, tornados, etc., a tu celular llega un aviso de alarma. Sólo falta que del teléfono salga una mano y te toque por el hombro y una voz cariñosa te diga, cuídate hijo, hoy va a hacer frío. Eso tiene de bueno “America”, los celulares te cuidan. JAJAJA

Esto me hace recordar a un amigo portugués con el que trabajé un tiempo en Cuba, ya fallecido, que había vivido en muchos lugares del mundo, y que frente al reguero que descubría en nuestro país por aquel entonces, me preguntaba, ¿sabes por qué las personas en los países fríos son más organizadas? Luego él mismo me respondía, pues sencillamente por el frío. Si no logras sembrar y cosechar, encurtir y guardar, recolectar y apilar leña, durante los meses precedentes al invierno, cuando llega el frío pasas hambre, sufres e incluso mueres. El frío crea la cultura de la organización y sobre todo del tiempo. Eso siempre me hizo pensar.

Otro amigo cubano, con esa gracia que caracteriza a algunos de los que nacieron en aquella isla, siempre me decía, “nosotros mantenemos una cultura recolectora cazadora a pesar del paso del tiempo y es precisamente por el clima. Los pajaritos o el agua transportan la semilla y donde cae, ahí nace una planta. Venimos caminando, incluso ligeros de ropa, aunque vivíamos en pleno siglo XX y vemos un mango, pues nos subimos en la mata o le tiramos piedra, lo cogemos y comemos. Seguimos caminando vemos un pez en el río y cogemos un palo lo atravesamos, sacamos y lo comemos. Seguimos caminando y vemos una mata de hojas grandes, cogemos una hoja, la enrollamos y la fumanos y así transita nuestro día. Siempre hay tiempo, el clima nos ayuda” Y eso también me hacía pensar, más allá de la gracia que me daba el escuchar lo de la cultura recolectora cazadora en Cuba después de tantos años de “alto desarrollo”

Pues tiene algo de verdad y sin querer yo definir quién es mejor o peor, cosa que siempre resultaría arriesgada, me veo haciendo planes en dependencia del tiempo. Mis compañeros de trabajo, simples hombres de mantenimiento, podrían clasificar para trabajar en el Instituto de Meteorología Cubano y algunos podrían hacer un buen papel compitiendo con el más famoso meteorólogo cubano José Rubiera.

Y no creo que es porque somos mejores o más organizados, o más planificados, sencillamente si te equivocas con el frío, sufres. No llegas a morir hoy aquí en medio de una ciudad, porque son muchas las posibilidades, pero no es de ocultar que en países como por ejemplo Canadá en todos los inviernos hay gente que muere congelada en viajes largos fuera de las ciudades, en roturas o accidentes de autos, etc. Entonces en dependencia de la circunstancia, no sólo sufres, sino que llegas a morir.

El invierno llegó y siempre crea en nosotros, personas de calor, nuevas expectativas. Cómo será, cuánta nieve caerá, será más frío que el anterior, etc., etc., etc. Nos entretiene de momento, pues no hacemos más que poner un pie fuera del apartamento o del lugar donde estamos y lo primero de que se habla es del frío. De más está decir que durante estos meses, no dejamos de recordar y reír siempre con el famoso chiste del latino que va a vivir a Canadá, cuya versión de un comediante argentino para mí es mejor que la versión conocida de Álvarez Guedes.

Es lindo ver caer la nieve desde una ventana de un cálido apartamento. Es un evento que siempre es emocionante, las combinaciones que se forman en el aire y luego sobre el suelo son inimaginables e irrepetibles. La luz del sol sobre la nieve crea un efecto de luminosidad que uno no sabe si es agua o cristal lo que está cayendo. Cuando tienes que estar debajo de ella, si es poco tiempo, pues también es lindo, fresco, limpio. Siempre dan ganas de jugar, no sé exactamente el por qué. Si tienes que estar mucho tiempo debajo de ella, lo de lindo, fresco y limpio cambia y las ganas de jugar se te quitan.

Lo primero que me digo cada invierno es, no puede ser que esto me esté pasando a mí. JAJAJA. Si te has equivocado y estás mal vestido, pues lo de equivocado se convierte en un trauma que te puede tirar a la sala de emergencia de un hospital.

Ruso, siempre por esta fecha dice, ah ella o él están alterados, deja que llegue el invierno. Es una frase que encierra algo de experiencia y conocimiento del ser humano. El invierno tranquiliza incluso a los más locos. JAJAJA.

Como todo recién llegado me he equivocado y puedo decir que he sufrido. He salido sin guantes, con tenis de tela, confiado en que la gestión es rápida y a los pocos minutos he sentido como si a los dedos de mis manos y pies me le estuvieran cayendo a martillazos. Es un dolor diferente a cualquier dolor, y lo puedo decir sin temor a equivocarme porque estoy acostumbrado a los golpes y a aguantar. Fue la forma en que nuestro padre nos enseñó cómo debía ser un “revolucionario”, parece ser que los revolucionarios se dan bien en el trópico con calor, en el frío la historia es diferente. JAJAJA.


El invierno del 2016 ha llegado y …

sábado, 12 de noviembre de 2016

Elecciones presidenciales en USA 2016. Make America Great Again! (segunda parte)

Trump habló de reducir la ayuda a los pobres. Eso es una locura individualista, que representa el más despiadado pensamiento capitalista. Eso es verdad, pero también es verdad que muchos, muchísimos americanos están jodidos con lo de la ayuda y no quieren saber de ella. Muchos se quejan de que trabajan y pagan impuestos para mantener a personas que no trabajan ni pagan nada. ¿Difícil de entender la falta de solidaridad? Si es cierto, pero lo que pasa también es que hay millones de personas que necesitan ser ayudadas y otros millones de personas que viven descaradamente del gobierno y eso para ellos no está bien. Lo de la solidaridad, más allá de un discurso e ideas lindas cuando se dicen frente a un micrófono, parece no ser la esencia de un sistema como este. Está mal para mi forma de verlo, pero mi forma de ver no se parece mucho a la de muchos norteamericanos. La esencia de este capitalismo es, lamentablemente, salvase el que pueda. Si les das a escoger a muchos entre la solidaridad y hacer una Norteamérica grande de nuevo para los norteamericanos, pues se van por la segunda idea y esos que piensan así, que como evidencian los resultados no son pocos, apoyaron a Donald y lo sacaron presidente para los próximos 4 años.

Observo mucho y no pocas veces veo a mujeres solas que no trabajan y han parido 4 o 5 niños. ¿Cómo viven? Pues fácil, llenan unas planillas y reciben ayuda del gobierno, o sea, de los trabajadores de este país, porque los gobiernos no producen dinero. Conozco cuentos de personas, siempre norteamericanas, que van a trabajar a una fábrica de jamones, entran a las 7 de la mañana y en el primer receso a las 10:30 am, se retiran y no vuelven porque dicen que el trabajo es muy duro. ¿De qué viven? Pues nada, llenan una planilla y el gobierno los mantiene.

Esto de la solidaridad es lindo, pero para muchos norteamericanos es un problema y se quejan constantemente de tener que pagar trabajando, para que otros disfruten sin trabajar, pudiendo hacerlo. Entonces esa idea, pues gustó en muchas personas que declaran, pues a quién le van a quitar la ayuda, a los vagos y muchas veces a los delincuentes, pues que se la quiten, que salgan a trabajar. Es una contradicción, a veces vemos a un tipo joven parado con un cartel pidiendo ayuda y detrás de él hay una enorme valla que dice que están contratando personas para trabajar. A veces, no digo que siempre, sólo a veces, esas personas, tienen de todo, albergue, comida y ropa gratis, sin embargo, piden dinero para tomar o …

Trump hizo el ridículo y en su discurso se burló y ridiculizó a otras personas, las agredió verbalmente. Eso es increíble para una persona que aspira a ser presidente, no importa de Estados Unidos o de Burundi. Sin embargo, ese comportamiento gustó a muchos, los entretuvo, los hizo reír, los hizo sentir superiores. Vivimos en un momento donde muchas personas están embobecidas detrás de un celular o de una pantalla de computadora, creyendo todo lo que ven y se publica, adorando a los nuevos líderes de opinión porque tienen el abdomen definido. Vivimos un momento donde las hermanas Kardashian atrapan la atención de no pocas personas que quieren imitar sus formas de vida. Entonces, para esas personas atrapadas, embobecidas, seguidoras de lo insulso, de lo intrascendente, de la belleza ridícula y absurda, Trump fue una buena diversión y como pago le dieron su LIKE.

Donald puede que no sea tan malo como lo representó en su papel protagónico, ni Hillary sea tan buena como la han querido pintar los que defienden la democracia a través de ella.
Lo cierto es que muchas personas votaron a favor de Donald por vengarse de los 8 años seguidos que estuvieron los demócratas en el poder y sobre todo para vengarse de haber tenido que soportar a un presidente negro, hijo de una mujer blanca americana con un nada más y nada menos inmigrante negro africano. Si es cierto, instruido, buena persona, quizás buen padre, pero negro. Fatal para muchísimas personas de este pueblo. Ya saben, americana casada con negro africano, para muchos es un buen argumento para vengarse todos los días.

Votaron por Trump porque el Partido Demócrata cometió el gran error de su vida. No propuso una nueva cara, evidentemente no la tenían. Quizás un joven o una joven, de menos experiencia, pero de trayectoria más limpia y se embarca con Hillary, que para muchos significa más de lo mismo. Para colmo de males, la candidata demócrata, que parece tiene su historia media complicada, más allá de la Lewinsky, con actuaciones no “políticamente correctas” le han salido bastantes “cacas” que le han servido a muchos para demostrar que de buena, buena, no tiene nada.

En realidad, cada candidato llevó un programa o pedazo de programa como propuesta, pero eso a mi entender no fue el fuerte de las elecciones, a tal punto que tanto los que defienden a una parte y le echan a la otra y viceversa no apoyan sus criterios con elementos serios comparativos, sencillamente ha primado el espectáculo, las agresiones incluso físicas, las faltas de respecto, las pasiones elevadísimas a niveles extraordinarios, la burla, etc. Esto de las elecciones ha puesto a fajarse a supuestos amigos, que, para hacer su contradicción más moderna, la han publicado en las redes sociales. Esto ha desvelado a personas que están fuera de las fronteras de la Unión, preocupadas por las consecuencias que pueda tener la actuación de este presidente con relación a temas fuera de las fronteras. Quizás esas personas también están un poquito aburridas y esto de las elecciones los ha entretenido y ellos luego han entretenido a los demás.

“Make America Great Again!”, o sea, Hacer a Norteamérica Grande de Nuevo, el famoso slogan repetido por Donald para nada es una casualidad. De casualidad aquí no hay nada. Es un tremendo slogan para una campaña presidencial en este justo momento frente a sentimientos nacionalistas y quizás medio chovinistas que existen, que se habían debilitado, pero existen. Puede parecer prepotente, arrogante e insultante, pero esa idea es la que muchos tienen en sus cabezas. Norteamérica es grande, estuvo sufriendo y tenemos que hacerla grande nuevamente.

Norteamérica es para los blancos norteamericanos que vamos a hacer un esfuerzo por soportar a los que no lo son. Norteamérica es el mejor país del mundo, incluso para muchos es el único país en el planeta, los otros países deberían desaparecer.
Bueno, los que conocen de historia, reconocerán que estas ideas aparentemente locas, bien desarrolladas dan resultados, recuerden la experiencia de Hitler en Alemania y la de Fidel en Cuba, por sólo citar dos ejemplos más que conocidos por todos. Tantas veces se dice una mentira hasta que la gran masa termina reconociéndola como verdad, porque la gran masa necesita que le digan o le pongan en sus cabezas una idea.

Hacer Norteamérica grande otra vez, no está malo, sólo que se puede estar refiriendo exclusivamente a la parte económica, porque esa es la parte que interesa a la mayoría, lo otro, lo de la democracia, la igualdad, la solidaridad, viene luego. Trump y Hillary, que forman parte del mismo modo de vida, hoy son privadamente multimillonarios precisamente por no repartir lo que tienen. Lo de repartir es un cuento.

Entonces tenemos un nuevo presidente, el cual estoy convencido que irá cambiando su discurso por otro más moderado que le sugieran los que trabajan para él. Una cosa es ganar una campaña presidencial y otra es ser presidente. Tendrá que consultar, como todos, cada una de sus decisiones y entonces para nuestra tranquilidad en ese momento se deberá imponer la experiencia, la cordura, lo sensato y “políticamente correcto”. Ya hemos pasado por presidentes malos, recordar a Bush y nada, en la base, la vida siguió igual.

Entonces como canta Serrat en una de sus bellas canciones, Fiesta,

Y con la resaca a cuestas 
vuelve el pobre a su pobreza, 
vuelve el rico a su riqueza 
y el señor cura a sus misas. 

Se despertó el bien y el mal 
la zorra pobre vuelve al portal, 
la zorra rica vuelve al rosal, 
y el avaro a las divisas. 

Se acabó, 
el sol nos dice que llegó el final, 
por una noche se olvidó 
que cada uno es cada cual. 

Vamos bajando la cuesta 
que arriba en mi calle 
se acabó la fiesta.


La ventaja fue sencillamente aplastante.

A mí en el plano personal me gusta Obama, más allá de su labor como presidente, la cual no puedo evaluar porque reconozco no conocer a exactitud los detalles de sus 8 años de mandato, pues no me pagan para que sea su biógrafo, me gusta Barak como persona.
Es un tipo elegante, de posiciones inteligentes, es un hombre sencillo, que programado o no, camina por las calles en mangas de camisa y saluda con una enorme sonrisa a un tipo que vende helados, a otro que juega basquetball, a los que trabajan detrás de un mostrador en una tienda, es un tipo que paga de su bolsillo lo que compra.

Fue un presidente que ha dejado, como ningún otro, una imagen clara de su familia, y sobre todo de su esposa e hijas, con la que tuvo miles de acciones de amor en público, dejando claro que primero es lo primero. Lindo para mí pues vengo de un país donde nuestro presidente no tenía esposa, nunca se vio en público con sus hijos y para colmo de males cada vez que necesitaba, si necesitaba, la presencia femenina a su lado, utilizaba a su cuñada después de pedírsela prestada a su hermano, como el que pide prestado una camisa o un par de zapatos, lo que distorsiona frente a un país entero la más elemental idea de lo que una familia significa.

Me gusta Obama, su forma de hablar, tono y ritmo, me trasmite tranquilidad. Me gusta porque las imágenes que veo del tipo cargando y jugando con niños son las imágenes más tiernas que se pueden ver en la historia de los presidentes norteamericanos.

Me gusta porque fue capaz de convertir la Casa Blanca es un escenario sistemático para homenajear a grandes figuras de la cultura de este país y de otros. Me gusta porque le gusta la música, porque baila y canta delante de miles de personas.

Me gusta porque morirá con el mérito de haber sido el primer presidente que, con muchos en contra, cruzó el mar y de frente le dijo a Raúl, estoy aquí, no soy tu enemigo, podemos trabajar juntos, te quiero ayudar, sólo que el pobre Obama, nadie le dijo que nuestro Raúl era sordo.


Me gusta Obama, porque se parece a lo que yo quiero ser y no es precisamente ser negro. JAJAJAJA.





Elecciones presidenciales en USA 2016. Make America Great Again!. (primera parte)

Acabamos de pasar las elecciones presidenciales en el llamado país más importante del mundo, evento que ocurre cada cuatro años y que desde muchos meses antes al día de la votación final, viene ocupando - entreteniendo a la población de este país y a gran parte de la población mundial. Entonces vale la pena dedicarle unas letras.

Confieso que no soy conocedor de la historia de Estados Unidos, a pesar de que durante muchos años me dediqué a estudiar sobre historia y mucho menos de su sistema político electoral. Pienso que, para conocer ambas cosas a profundidad, lo que permitiría hacer un análisis profundo y objetivo, más allá de pasiones, hay que dedicar muchas, muchas horas, a veces la vida entera.

Para los que venimos de un sistema electoral como el cubano, pienso que nos resulta aún más difícil el asunto, porque las elecciones en Cuba, o las llamadas elecciones, eran muy sencillas, tan sencillas como un funeral si se les despoja de la parte dramática. En Cuba algunos votaban convencidos, a esos los respeto aunque no estuve de acuerdo con ellos, otros asistían como integrantes de una manada que sigue a su líder sin mirar para ningún lugar. No pocos concurrían para anular en secreto su boleta, sólo por un asunto de satisfacción personal y otros, los más arriesgados, se negaban a formar parte del circo, no sin antes tener que soportar la visita de los que trabajaban en los colegios electorales con pioneros incluidos y saber que quedarían marcados con la “letra escarlata” de por vida. En resumen, muchos votaron porque creían ciegamente en algo que se prometió bueno, otros porque vivían del sistema, ya sea porque recibían los beneficios directos o porque le robaban y un pequeñito grupo, que imagino que haya ido creciendo con el paso del tiempo, que se resistía.

Lo primero que me llama la atención como resultado de este evento, es que muchas de esas personas, y ahora me refiero a los cubanos en específico, que callaron ayer, bajaron sus cabezas o vivieron de aparentar y no ser, hoy, después de haber comido un poco de carne de res, han descubierto y más aún se han fanatizado con la “democracia, la libertad y la posibilidad de expresión” a tal punto que defienden más que apasionadamente una posición o postura política atacando a la o a las otras partes por la simple razón de la no coincidencia, haciendo público que de la democracia y libertad de expresión que proclaman, aún saben poco. No es de extrañar, muchas de esas personas fingieron, lo de fingir se convirtió en su forma de vivir y entonces hoy no saben hacer otra cosa realmente.

Los pueblos, la gran masa, a veces no conoce su historia. No es nada anormal, esto ocurre con frecuencia, a pesar de que ese pueblo es quien hace esa historia todos los días. Entonces, en mi opinión, aunque nos cueste trabajo creerlo, la mayor parte del pueblo norteamericano, por lo menos, la parte que yo conozco, no tiene una extensa cultura y preparación, ni conocimientos históricos detallados y menos aún una conciencia política que le permita hacer análisis profundos de nada. Y lo digo porque soy una máquina de hacer preguntas sobre todos los temas que me rodean y vivo diariamente y no pocas veces obtengo la callada por respuesta o el envío a que averigüe en Goglee.

Nosotros, los que durante muchos años miramos a este país desde afuera y los que todavía lo miran, no tenemos ni idea de lo que en realidad Estados Unidos es. Tendríamos que dejar de ver las películas producidas por Hollywood, las revistas de moda, los reallity show y estudiar fuentes serias, investigar y por supuesto vivir aquí pensando.

Una parte, no sé exactamente el tamaño, pero me arriesgaría a decir que una gran parte de este pueblo, se dedica a trabajar generalmente duro de lunes a viernes, pagar cuentas para mantener lo que consideran el modo de vida americano, y cogerla de recreo los fines de semanas, pasear y sobre todo tomar cervezas y hacer parrilladas. No les interesa mucho más otra cosa, no es necesario. Esa parte ha nacido en “America” y fuera de ahí no existe más nada. Aclaración, como todo, no es que todo el mundo sea así por supuesto, pero es muy, pero muy frecuente. Luego los emigrantes que aquí llegamos y vamos formando lo que se llama la “Unión”, vivimos tan complicados con nuestros pasados y nuestros presentes, que no nos da tiempo en corto plazo a dedicarnos muchas veces al espíritu.

Frente a las elecciones y sobre todo a su resultado, a mí lo primero que se me ocurre es una pregunta más que elemental. ¿Cómo puede haber salido presidente de un país como este, nada más y nada menos que Estados Unidos, una persona cuyo discurso por momento fue racista, discriminatorio, agresivo, bufonesco, vulgar, etc., con un pasado medio oscuro como empresario y persona, cuya actuación ha sido criticada hasta por los animales y que no tiene ni la más mínima idea de lo que significa la política, el gobierno, la diplomacia, la toma de decisiones de gobierno, etc., frente a una mujer que primero tiene en su aval haber sido la Primera Dama de esta país, que es elegante e incluso, por qué no linda, que representa a la democracia, a la tolerancia y que además tiene una enorme experiencia como político y como trabajadora dentro de un gobierno?

Amigos, no seamos ingenuos, Hillary Clinton y Donald Trump forman parte del mismo juego. Hillary y Donald son dos actores que participan en un espectáculo que ahora se llamó elecciones presidenciales, que tenían que representar un guion que les pusieron en las manos. Ella y él, que no están solos, pues tienen detrás a 200 ó 2000 personas que les dijeron como vestir, como comer, como llorar, qué decir en cada momento, etc., estaban actuando. Donald actuó mejor y se llevó este año el Oscar.

Ambos, en lo que nosotros nos fajamos y ofendemos a través de Facebook, a esta hora deben seguir disfrutando de sus cuentas bimillonarias, porque entre otras cosas he visto fotos donde aparecen sonriendo a carcajadas en una fiesta, acompañados de sus respectivas parejas que también estaban sonriendo a carcajadas, representando que se la estaban pasando bien en “el party” como dicen en Miami o entretenidísimos también sonriendo a carcajadas mientras jugaban golf. Entonces cómo fajarnos entre nosotros, si las personas que aparentemente tienen diferentes posiciones políticas, tan diferentes como el día y la noche, pues juegan golf y se divierten en una también millonaria fiesta. ¿Qué hay de los principios y valores?

Donald ganó y el que está jodido no es él, para nada y lo demuestra el que he escuchado ayer que acaba de renunciar a su salario como Presidente. El tipo va a trabajar de gratis o por lo menos sin cobrar. Fidel, nuestro líder, cobraba su salario. Dicho por él mismo frente a la TV, no sabía mucho lo que se hacía con él, pero lo cobraba. Lo que está jodido, y es mucho más preocupante, es una gran parte de las personas de este país, aunque nos cueste trabajo creerlo y para nada tiene que ver con la doctrina marxista leninista.

¿Entonces por qué ganó Donald Trump? Es muy pretensioso de mi parte dar una explicación concluyente, por lo que no voy a concluir nada, sólo voy a escribir lo que pienso.

Es cierto, Donald pronunció un discurso racista. Difícil de entender en el 2016, pero la realidad es que una parte de este pueblo es racista, aunque quieran taparlo. Hay muchas, pero muchas personas que no le gustan los negros americanos ni los de ningún lugar y menos los latinos, para qué hablar de los asiáticos. Se tragan a estas personas porque ya están aquí y no les queda más remedio. Donald habló del poder blanco, del poder de los rubios de ojos claros y ese mensaje llegó porque era el mensaje que muchos querían escuchar.

Frente a estas elecciones he visto en internet, asombradísimo, manifestaciones públicas del Ku Kux Klan con uniformes completos y capuchas blancas incorporadas como en sus orígenes. He visto manifestaciones públicas también de personas neo fascistas con la esvástica hitleriana y el más que conocido saludo del brazo levantado hacia el frente incluidos. He preguntado y me han respondido que sí que es legal, sin embargo, para mí una cosa es que tú puedas amar a Hitler en secreto o que el tristemente célebre líder alemán sea tu tío y lo quieras, y otra es permitir que se asocien personas y se manifiesten públicamente a favor de reconstruir esa historia sabiendo lo que ello significó para el mundo. A veces no puedo entender la llamada democracia. A ese grupo de personas les interesa el discurso racista de Donald, el poder blanco es lo que ellos quieren alentar e imponer, poder contra mí, que paso como blanco en Cuba, pero aquí para ellos obviamente, no lo soy.

Donald enuncio un discurso discriminatorio contra, por ejemplo, la mujer. Es duro de entender porque gracias a la Virgen María nació nuestro señor Jesús, pero en realidad sí, hay líos con eso, muchos norteamericanos creen que este país no puede y ni podrá ser dirigido por una mujer y lo más curioso es que una parte de los que piensan así son mujeres, que más curiosamente no se quedaron en sus casas, sino que salieron a votar por el líder republicano.

Les cuento. Tenemos una vecina más o menos de 45 años, nacida y crecida aquí, que estuvo toda la campaña diciéndonos que no votaría por Hillary, porque era mujer y ella no quería una mujer en la Casa Blanca. ¿Contradictorio? Si lo es, pero ese sentimiento de duda frente a una candidata femenina existió en muchas personas. No estoy diciendo que la posición de mi vecina es lo que primó, pero puede ser una muestra a estudiar. Si ella es mujer y no quiere que una mujer sea la presidenta de su país, entonces qué dejaremos para los blancos rubios republicanos y sus seguidores machistas.


Es cómico porque esa vecina nuestra, que de momento hasta donde sabemos no tiene problemas psiquiátricos reconocidos, después de pasar toda la campaña dudando de Hillary, el día de la votación regresó orgullosa pues había votado por ella. Al día siguiente, después de conocerse el triunfo de Donald, estuvo toda la noche hablando bien de él y de sus planes y cómo eso beneficiaría a Nebraska y cuando le pregunté acerca de sus cambios, pues me puso carita de carnero degollado y sonrió. A lo mejor lo único que queda es reconocerle a nuestra vecina lo de psiquiátrico que tiene su problema. A lo mejor es una actuación muy común, hoy es azul, mañana es rojo, pasado estoy con el que gane, entre otras cosas porque ganó.