domingo, 29 de noviembre de 2020

"Vaya, mira como los cogieron"

Cuentan nuestros abuelos, que en Cuba antes de 1959, los vendedores de periódicos para estimular la venta de los diarios escritos anunciaban parte de las noticias, en no pocas ocasiones exagerándolas, ejemplo, “esposo celoso mata a su mujer en la bañadera”, “ladrón pierde parte de la pierna arrancada por un perro mientras escapaba por una ventana” o gritaban frases espectaculares, como, “Vaya, mira cómo lo cogieron”. Entonces este es el título perfecto que puede dar título a este artículo, “Vaya, mira como los cogieron”.

Hechos en Pensilvania

Al parecer, cosa que no puedo demostrar ahora y reconozco no conozco al detalle, Pensilvania tiene en el pasado una historia probada de fraudes electorales. Esto, que es difícil de entender o creer está documentado frente a las autoridades correspondientes de los Estados Unidos por años, nombres, hechos, etc. Quizás, digo yo, fraudes pequeños, a los cuales se les pasó la mano, a lo mejor para proteger a determinadas personas o al sistema, que no llegaron a explotar del todo, tal como para hacer añicos al estado y sus funcionarios de forma absoluta.

Para los que llegan nuevos, los que no tienen memoria o no quieren recordar, creo necesario mencionar que, en la madrugada del 4 de noviembre, Trump tenía ya seguros entre 700 000 y 800 000 votos como ventaja a su favor en Pensilvania, cuando se paró el conteo sin explicación, lo que ahora se atribuye a la rotura de una tubería de agua en el Centro de Convenciones donde se realizaba el conteo de votos. Todavía está en investigación si la rotura fue cierta o no. Es bueno recordar que Trump salió a las 2:30 am, yo lo vi nadie me lo contó y dijo, no sabemos por qué se paró el conteo, pero tranquilos, estamos ganando por mucho. Vayámonos a dormir, mañana será otro día. Y entonces al amanecer se había hecho la magia y el milagro, Joe Biden superaba a Trump, pero no sólo lo superaba, sino que lo hacía brutalmente.

Entonces se empezó a tratar de demostrar que había fraude, recopilar información, testigos y a hacer algunas declaraciones, a lo que la prensa que sólo ve ganar a Biden y los demócratas han llamado una pataleta de Trump, lo que ha traído que varios estados, escuchen y se hallan, no sólo detenido los conteos, sino las certificaciones para presidente, lo que significó una victoria para los republicanos. La Suprema Corte ordenó, escuchar la demanda del grupo de trabajo republicano y ahí comenzó lo que a todas luces parece una victoria, si es que de competencia se trata. Los abogados de Trump tendrán posibilidades de presentar su muñeco, o sea, pruebas y testimonios, en cada lugar donde tienen una demanda. Muchos ahora quieren dejar el tema como está y, a conveniencia, recomiendan coger experiencias para las próximas elecciones, pero los gladiadores, sabiendo que su enemigo esta mortalmente heridos, están dispuestos a darle el espadazo mortal. La Suprema Corte puso el dedo para abajo y los republicanos van a por los demócratas.

Rudy Giuliani, abogadazo jefe del grupo que está defendiendo la idea del fraude electoral en Estados Unidos en contra del candidato republicano Trump, hace pocas horas en audiencia en el estado de Pensilvania, declaración que es pública, el video se puede ver en: https://www.youtube.com/watch?v=vfBD0JpeKEw,  declaró, en resumen:

El estado de Pensilvania envió 1 823 148 sobres con boletas para recibir los votos por correo, esto hace ese número único y oficial, ni una boleta más, ni una menos fueron enviadas y recibieron aproximadamente 1 400 000 votos con respuestas, sin embargo, en el conteo oficial de votos para presidente figuran 2 589 242 votos contados, lo que significa 766 094 votos más de los que el propio estado envió. Esto que es un hecho, estuvo reflejado todos estos días en el sitio web del estado de Pensilvania, y luego, hace pocas horas, antes de la presentación de Giuliani, fueron borrados sin que aparezca una explicación, ni razón pública.

Giuliani demostró que existen 8 021 boletas enviadas por correo de personas muertas y con la misma ironía y sarcasmo que yo hubiera utilizado, dijo que imaginaba que a esas personas muertas les había sido más fácil y cómodo, enviar las boletas por correos que ir a votar personalmente y que existen otros 30 000 votos como estos, o sea, de muertos, que ellos estaban chequeando los récords de personas muertas en los cementerios alrededor de Filadelfia. ¿Es lo mismo que un muerto aparezca votando por error, que 8 000, que 30 000?, ¿Pensilvania es “The Walking Dead” y todos los zombies votaron a favor de Biden? Es probable, quizás por eso una comunicadora española a la que veo con frecuencia llama al candidato demócrata cariñosamente Zombie Biden.

Las comparaciones no son buenas, pero a veces, ayudan a explicar y entender. Todo el que ha sido alumno sabe lo que es copiar o dictar una respuesta de o a un amigo, pero cuando de 500 alumnos, 450 dan la misma respuesta, con la misma redacción e incluso las mismas faltas de ortografía, hasta el maestro más malo concluye que ha habido un fraude masivo, que la prueba se filtró, que alguien la dio o vendió. A veces se detecta al o los culpables, otras no, pero en líneas generales se dictamina el fraude y se anulan las pruebas. Esto, sea el nivel que sea, se considera un enorme problema. No hay que ir a ninguna Corte Suprema de Exámenes, las pruebas vendidas corren como pólvora en las manos de los “inteligentes” alumnos, que ni se dedican a cambiar la forma de responder, porque consideran que los maestros son anormales, entonces aparece las respuestas de “el cavayo de Maceo, era blanko”.

Demoledor Giuliani, aseguró que estas elecciones para Pensilvania eran una vergüenza y un desacuerdo para el estado. Y declaró que no necesita recordar a los funcionaros del estado, sino a todos los norteamericanos, que las elecciones para presidente de los Estados Unidos no son hechas por el gobernador del estado de Pensilvania, ni son hechas por el Comisionado de las Elecciones del estado de Filadelfia, sino por la Constitución de los Estados Unidos y que ese documento en al artículo 2, sección 1, punto 2, define de quién es esta responsabilidad, señalando que en ningún momento la constitución dice que la ABC o la CNN, haciendo referencias a dos medios de información, son las responsables de elegir a un presidente. Aclara que la constitución establece que cada estado en dependencia de la cantidad de habitantes tiene la responsabilidad de elegir y entonces ese estado, Pensilvania, ahora es el encargado de explicar a los votantes republicanos y a los votantes demócratas e incluso a todos los ciudadanos de los Estados Unidos y al mundo que observa, una parte horrorizada y apenada y la otra alegre y burlona, cómo es que cosas como estas hayan pasado.

Giuliani, hace a las autoridades del estado de Pensilvania, muy profesionalmente unas preguntas que también hubiera hecho yo, sin ser tan profesional. Primero, cómo es posible que un estado reciba más votos por correo que las boletas que envió. Segundo, cómo es posible que esto no llame la atención y se cuenten. Tercero, por qué borrar luego, hace pocas horas, esa diferencia que asigna más 700 000 votos a Biden, si es que son reales y ciertos. Cuarto, cómo las autoridades de un estado pueden certificar los resultados, sin saber y poder explicar cómo sucedió esto, que a todas luces no es un chisme, sino un hecho fatal para el país entero y su prestigio nacional e internacional.

En esa misma audiencia el candidato Trump, que es además el actual presidente, apareciendo en una llamada telefónica, dijo lo que parece una “Verdad de Perogrullo” y puede explicar los por qué. Los demócratas se desesperaron, porque él tenía más votos y pisaron el acelerador. Pisaron tanto el acelerador que se les fue la mano y entonces se han puesto en evidencia. Tal como los alumnos que responden masivamente que el “cabayo de Maceo, era blanko”. Poco le faltó a Trump para decir, siguiendo la tradición de los periodiqueros cubanos, “Vaya, mira cómo los cogimos”.

Esto, sin mirar para más ningún lugar es un fraude, en este caso no supuesto, sino evidenciado por algo tan exacto como las matemáticas, digo esto para mis amigos científicos. Se enviaron un número exacto y determinado de boletas, podrían haber regresado menos, como ocurrió, nunca podrían aparecer más. Entonces la idea de que más de 700 000 boletas, no enviadas por el estado, aparecieran en una madrugada después de haberse parado oficialmente el conteo, es imposible de aceptar, por lo que es imposible de contar. Si yo fuera el que tiene que decidir, diría: “No hablemos más, vamos a dormir o pasear, que la vida es corta. Es un fraude”.

Luego habrá que descubrir quién lo hizo, quién dio la orden, quién las introdujo, quién incluso rompió muy oportunamente la tubería de agua, si es que se prueba que se rompió. Quién tiene que ir a la cárcel, porque el asunto está para cárcel. Habrá que descubrir la implicación que tiene en esto el partido demócrata, sus líderes y posiblemente el candidato, para poder demostrar el tamaño de la conspiración, o sea, de la acción coordinada para un fin en contra de alguien. Pero, ya esto, no clasifica como un error, no puede clasificar como olvido, inmadurez, buena voluntad, casualidad, etc. ¿Un error de 700 000 votos más a un candidato?, ¿Miles de muertos enviando sus boletas por correo?, ¿Hasta cuándo los 15 de Jacqueline?

El demoledor Giuliani, no fue solo. No leyó un discursito antidemócrata y se fue. Presentó el caso y dio paso a los testigos. A mi me resulta imposible decir aquí lo que cada uno de ellos dijo frente a una mesa llena de todos los senadores y representantes del estado de Pensilvania, gobernadores, personajes del gobierno norteamericano, más un público presente en el salón, imagino otros importantes, más para los ciudadanos estadounidenses y los ciudadanos del mundo. Las declaraciones están en YouTube, para que los desconfiados puedan escucharla de la boca de los protagonistas y no atribuirlas a traducciones o interpretaciones de periodistas, medios de prensa, ni mías, etc.

No voy a reproducir aquí lo que cada persona testigo dijo, sería extenso y cansón. Sólo diré que esas personas dieron su nombre y apellido y bajo declaración jurada testificaron lo que ellos conocen, vieron y vivieron, o sea, no es un coro de Goospel que cuando Giuliani dijo fraude, repitieron fraude, fraude, fraude, dando palmadas como en las iglesias bautistas. Ellas responsablemente describieron con lujos de detalles lo que vieron, debemos imaginar que se están jugando años de cárceles si su testimonio es descubierto como mentira. Entonces les recomiendo lo lean, no siempre se tiene la posibilidad de vivir algo como lo que está pasando y aunque todos conocemos de boca lo que pasa en las elecciones, el conocer las técnicas, los pasos, las acciones perpetradas por los que cometieron las “irregularidades”, nos enseña.

Los testigos no sólo hablaron de lo que ellos vieron o vivieron, sino que expertos en informática han denunciado que las máquinas y el programa utilizado para el conteo de parte de los votos, son altamente responsables de lo conseguido, pero además son capaces de demostrar que ese mismo patrón se utilizó para robarse dos elecciones en dos países de Latinoamérica. El mismo programa, los mismos equipos. Giuliani dice tener más testigos dispuestos a declarar y existen más que no lo harán, por miedo, han sido amenazados con perder sus trabajos y las escuelas privadas de sus hijos, habría que citarlos oficialmente, probablemente algunos necesiten programas de protección de testigos.

Claro, esto es de creer o no creer. Sabemos que dicen que Jesús, chasqueo los dedos y multiplicó los panes y los peces y aunque más nadie lo ha podido hacer, por más chasquidos de dedos que se han practicado en 20 siglos, millones de personas lo creen. Entonces, pueden existir todavía, a pesar de estas declaraciones, los que se protejan detrás de sus murallas y digan, es mentira, no ocurrió. Y entonces es más complicado, porque tendríamos que llegar a la conclusión de que nada a través de nuestra historia es cierto, que todo puede ser comprado, todo puede ser cambiado y que la mentira, como no existe nada cierto, es lo que impera, etc. Yo, hasta que no se demuestre lo contrario, les creo y me llama enormemente la atención que la furiosa reacción de los medios de la “desinformación”, ha comenzado a menguar. Ahora comienzan a callar o a hacer sus discursos más leves, muchos demócratas están en silencio, por lo que ya “el malcriado” Trump no es tan malo como lo era hasta hace pocos días y “Zombie” Biden, no es tan bueno como nos lo pintaron.

Luego de los testigos de Giuliani y los republicanos, intervinieron los senadores y representantes del gobierno de Pensilvania, que hasta esos momento estaban sentados en la mesa de al frente, tranquilos escuchando y otros que intervinieron desde sus computadoras a través de Zoom y resulta ser que ellos evidenciaron, acusando al gobernador y al responsable del colegio electoral de meter las manos, cambiar las leyes de votación el día antes de la votación, luego borrar la información que debía existir en el sitio web del estado, etc., atribuyéndose funciones legislativas que no tienen.

Ahora, imagino, todos deben estar corriendo, porque nadie va a querer poner el muerto. Esto, por su magnitud, ha sobrepasado unas simples elecciones presidenciales, para convertirse en un serio problema de cuestionamiento del sistema electoral norteamericano y la sobrevivencia de la democracia en Estados Unidos. Esto ha pasado de un problema de simples electores y votos electorales a la defensa de las posiciones patrióticas. Creo que los demócratas han sido pillados, porque quizás se creyeron de verdad que el actual presidente y candidato por el partido republicano es tonto. Desconocieron que ese lema de “America First” es algo que muchísimos aquí respetan y defienden.

viernes, 27 de noviembre de 2020

Los demócratas, como ratones Pérez, cayeron en la olla por la golosina de la cebolla

Les cuento cómo funciona.

Quisiera recordar que escribo para divertirme, por lo que cualquier otra interpretación de mis palabras, es un craso error.

Un día me levanto y decido escribir sobre números. Entonces saco mi calculadora y marco muy cuidadosamente 2 + 2 = y espero pacientemente a que el equipo me responda, tal como dice que respondía el espejo mágico a la bruja del cuento Blanca Nieve. Miro y descubro que el resultado es 4.

Como estoy aprendiendo a no ser absoluto, prepotente, dominante, etc., no conforme con la primera respuesta, repito el proceso, a veces dos y tres veces. Al comprobar que el resultado siempre es el mismo, me decido, siempre muy cuidadosamente, a escribir y en parte de mis ideas, digo, mi calculadora, porque ya no me interesa impresionar a nadie con mi inteligencia y capacidad, dice que 2 +2 = 4.

Inmediatamente recibo mensajes de mis amigos, siempre amigos, ya no pierdo el tiempo con otras personas, que me dicen: Roly estás mirando mal, tu calculadora no sirve, no sabes mucho de matemáticas y los más conocedores me envían mensajes muy claros y entendibles sobre la física cuántica donde los protones y los iones … y otras miles de teorías chinas como decimos en Cuba.

Esto crea en mí, quizás por mi formación y estudios pasados, la idea de verificar. Agradezco cada uno de los mensajes, me gusta debatir y eso me energiza. Soy como una batería Duracell. En no pocas ocasiones vuelvo a sacar la calculadora y ahora con delicadeza quirúrgica vuelvo a sacar la cuenta y en otras no pocas ocasiones le pregunto a mi legendaria acompañante: Marty, vida mía, a veces incluyo lo de vida mía, cuánto es 2 + 2 y ella muy segura me responde: Facilito, 2 + 2, es igual a 4.

Entonces me parece que:

  • Mis amigos no tienen dedos y están metiendo los ñongos en sus calculadoras, por lo que al marcar cualquier número el resultado es cualquier número.
  • Mis amigos tienen dedos, pero no tienen ojos y al usar una calculadora sin audio, no pueden ver y enterarse del resultado.
  • Mis amigos tienen un nivel tan elevado como científicos, que están montados en los cálculos cuánticos y la planificación de los viajes al planeta Marte y como eso es para pocos escogidos, han perdido el vínculo con la realidad.
  • Mis amigos ven que es 4, lo saben, pero no les da la gana de verlo o reconocerlo, se mantienen en sus posiciones caprichosas, ven solo la fase de la Luna, cuando está “Creciente” y aseguran que el satélite del planeta Tierra únicamente tiene forma de plátano, etc.

A inicios de esta semana, Trump, como presidente en funciones, dio luz verde al GSA, Administración de Servicios Generales, que trabaja con el gobierno, pero no es de su propiedad, para que se reuniera con el equipo de transición de Biden, y entre otras cosas, comenzara a asignar los fondos económicos que se prevén para esto, que son alrededor de 6 millones de dólares por un concepto y otro millón por otros. La directora del GSA emitió un comunicado, donde declara que ha sido objeto de presiones, chantajes, acusaciones, agresiones por teléfono y online, hacia ella y su familia, por parte de demócratas y sus allegados para forzarla a que incumpliendo la ley entregara los fondos y la información y dejó claro que su Agencia no es la responsable de nombrar presidentes, contar votos, certificar ganadores, probar fraudes, etc., que esto se hará bajo lo que la constitución disponga. Aclaró además que las amenazas nunca han venido de la parte republicana, la que se ha mantenido trabajando según lo que la tradición y ley señala.

Rápidamente una buena parte de los medios de la desinformación en Estados Unidos y en el mundo, cuyo papel ha sido hasta hoy desde el punto de vista profesional patético, evidentemente plegados a intereses que tratan de mentir, de ocultar, pero sobre todo de construir una imagen y realidad que no existe, inventando información, traduciéndola a su conveniencia y lo que es peor haciendo silencio frente a las verdades, más sus apasionados seguidores y repetidores, comenzaron a publicar noticias de que Trump se había rendido, que estaba entregando las armas, que estaba solo, que nadie lo apoyaba y que con esa acción Trump no sólo reconocía su derrota, sino que deba por hecho el reconocimiento de Biden como presidente “electo”.

Fue tanto el revuelo y los cantos de victoria que el mismísimo Trump declaró el lunes que jamás concedería la victoria a lo que denominó “la elección más corrupta de toda la historia política de Estados Unidos”, con eso lanzó su mensaje, diciendo, he ordenado que la GSA pueda trabajar, no quiero incumplir con lo establecido, estoy tratando de continuar los pasos ordenados por las leyes, lo cual deberían haber reconocido todos como un acto de buena voluntad, pero, ojo, dijo, estoy vivo y sigo en la batalla, nada de derrotas, menos frente a los posibles fraudes y ratificó que su equipo seguía en las reclamaciones y demandas frente a los diferentes estados.

Por su parte el James Edwin “Trey” Trainor III, presidente de la Comisión Federal de Elección de los Estados Unidos, máxima autoridad a nivel de país, o sea, traducido de “comisión federal”, declaró que la sola evidencia de fraude presentada por una de las partes obliga a considerar su existencia, por lo que ahora los demócratas tendrán que presentarse frente a las cortes a defenderse y, de paso, ratificó que Estados Unidos, no tiene un presidente electo oficialmente. Esto está claro, Trump lo viene diciendo, pero parece que no lo escuchan. La presentación de un posible fraude da posibilidades legales a los demandantes a ir a las cortes, lo que de inmediato detiene todos los procesos de conteos y certificaciones hasta que no se determine si es real o no, pero además anunció que los presuntos culpables tendrán que declarar, por lo que es posible que esto se extienda más allá de la fecha del 14 de diciembre, porque investigar y armar juicios es muy complicado aquí. En diciembre tendremos un presidente electo, pero los casos quedaran abiertos para mucho más tiempo.

El amigo “III” en su condición de presidente de la Comisión Federal de Elecciones, cargo al parecer muy importante, no está diciendo que existe el fraude, solo ratifica que según la ley norteamericana, la sola sospecha o presunción de que pudiera haber existido, da la posibilidad al supuesto afectado a reclamar, por lo que los medios de la desinformación tendrían que haber salido a disculparse por su creación maléfica y nociva de que Trump era un mal perdedor, que estaba dando una pataleta de niño malcriado, que quiere hacer lo que le da la gana, que caprichosamente no quiere irse de la Casa Blanca y deberían además, dejar un espacio a la duda para comenzar a explicar a sus consumidores, luego repetidores, las palabras irregularidades, errores y posibles fraudes en el proceso electoral. Los medios además deberían entender que no existe un presidente electo, por lo que denominar a alguien ya electo es otro fraude, quizás más grande que los anteriores.  

Hoy, 26 de noviembre, para que no se me olvide el día, los estados de Pensilvania, Georgia y Nevada, anulan de certificación de votos por evidencia de fraude. En Georgia, el abogado Lin Wood, que trabaja de forma paralela al equipo de Trump, logró que se acepte la moción de emergencia para la revisión acelerada de la demanda de fraude que impugna la validez del procedimiento de elección en ese estado.

Mientas que Sidney Powell ha interpuesto una demanda por fraude en Georgia y en Michigan y ha asegurado como abogada independiente al grupo del Trump, que no fue echada como dicen los medios, sino que se separó por pura acción estratégica, que tiene todas las evidencias y pruebas en un número colosal, para demostrar que se utilizó Dominion para perpetrar un fraude electoral y que va a presentar una demanda de “proporciones bíblicas”.

Por su parte un juez del estado de Nevada ha decretado que se establezcan las fechas para una audición, lo que se supone sea el 3 de diciembre próximo, lo que inmediatamente bloquea el certificado de votos electorales a favor de Biden. Michigan y Arizona también han anunciado que realizaran audiencias públicas.

La simple anulación de las certificaciones y el reconocimiento de posibles evidencias de fraude, dan pie a que el equipo de abogados de Trump, presenten lo que según dicen destapará y pondrá de manifiesto, el mayor fraude electoral de la historia de los Estados Unidos. Esa anulación destruye el interés demócrata por agilizar la firma de las certificaciones, tal como si no estuviera pasando nada más, o sea, la Luna sólo tiene forma de plátano.

Dicho equipo, que ha venido luchando desde el mismo día 3 de noviembre, diciendo que tienen todos los elementos, quejas, grabaciones, fotos y declaraciones juradas no sólo de republicanos, sin de funcionarios demócratas que demuestran un gran fraude planificado y coordinado para robarse estas elecciones, ahora, legalmente tiene el tiempo y los escenarios a favor para impugnar a los demócratas y a aquellas personas implicadas en cada estado para la consecución de este o estos delitos.

Esto sólo hace cambiar todo el tablero de juego.

A la luz de los acontecimientos, me gustaría decir, que, según veo y al decir de muchos expertos, al pararse la certificación de los votos en varios estados, Joe Biden, el declarado por muchos medios de la desinformación y muchos otros seguidores, como presidente “electo” de los Estados Unidos, pierde esa categoría y vuelve a ser un sencillo candidato, porque la carrera ha vuelto a la línea de partida.

No estoy diciendo que Biden no pueda ganar en el futuro, una vez que se verifique y certifique que no existió el fraude y que todo lo del equipo de Trump es un invento sin vínculos con la realidad, que todo ha sido un reclamo de un grupo de locos y que las pruebas que dicen tener no sean aprobadas. Pero a no ser mis amigos los de la cuántica, cuyos cerebros ya no están entre nosotros, deben reconocer que lo que se ha venido diciendo ha sido real. No se ha comprobado el fraude, pero por el momento se le ha dado reconocimiento a la parte demandante para que presente su caso. Eso es un pequeño triunfo de aquellos que quieren que la verdad salga a la luz, sean republicanos, demócratas, que por cierto también los hay, o sean marcianos.

Dejemos un por ciento a la duda, para que luego, si a los que llaman locos, que para nada lo son, demuestran lo que dicen pueden demostrar, la caiga y el golpe en las nalgas sea menos.
Creo que los demócratas hambrientos, como ratones Pérez cayeron en la olla por la golosina de la cebolla. Creo que su ceguera por el poder, los arreglos tradicionales que parecen hicieron en momentos pasados, más el confiar en los deméritos atribuidos a Trump durante estos cuatro años, llegaron realmente a pensar que el tipo además de pesado es tonto y fue allí donde se confundieron. Trump le puso la cebolla grande, linda, dorada dentro de la olla con agua hirviendo y ellos solos se lanzaron a cogerla.

jueves, 26 de noviembre de 2020

Bravo Carlos. Bravoooooooo jóvenes de San Isidro.

Desconozco si todos los amigos y familiares que me leen están al tanto de lo que está pasando en San Isidro, un proyecto cultural cubano en La Habana y un grupo de jóvenes de diferentes edades, sexos, quizás formación académica y cultura, que su última acción, la de ahora mismo, ha sido encerrarse dentro de una casa, sede del proyecto y de diferentes modos protestar, entre otras cosas, por la liberación de un joven, acusado de desacato, procesado en tres días y condenado a prisión por 8 meses.

Dentro del grupo algunos están en huelga de hambre, otros en huelga de hambre y sed y el resto está apoyándolos. Como es común ya, la policía uniformada y la no uniformada, que por momentos es mayor en número, no los deja salir, no deja que se les visite, las personas que han logrado entrar lo ha tenido que hacer burlando la vigilancia, tal como si estuvieran tratando de entrar a robar en un banco o poner una bomba en la sede del gobierno.

La prensa internacional, muy poquita y de forma muy ligera se ha hecho eco del problema y por supuesto, una vez más, como siempre y como es tradicional, la información oficial, lo único que hace es demeritar a esos jóvenes, acusándolos de delincuentes y de no artistas. Las esquinas de la casa se mantienen controladas para evitar el paso de personas y con eso impedir el suministro de alimentos y claro, como siempre también, se encuentras apostados esa parte del llamado pueblo indignado, esperando la orden para mostrar su indignación organizada con aquellos gritos de mercenarios, escorias, gusanos, vende patrias y viva Fidel, a pesar de que saben que el amigo ya murió.

Podría hablar más del proyecto cultural San Isidro y de algunos de sus integrantes que hoy están en huelga dentro de una casa, conozco sus historias, pero leyendo y leyendo, me acabo de encontrar unas palabras escritas por el gran, si, el gran Carlos Varela, del cual me parece que no puedan decir que no es un compositor y cantante de muchas décadas, no creo que nadie pueda acusarlo de mercenario, menos de alguien que desde su cómoda butaca en el exilio opina sobre Cuba y las reproduzco textualmente. No creo poder decir nada mejor.

Bravo Carlos. Bravoooooooo jóvenes de San Isidro.

"Si no escribo estas palabras estaría negándome a mí mismo y a mi historia. No conozco personalmente a ninguno de los muchachos de San Isidro, pero eso no es lo que importa hoy. Cualquier ser humano que esté dispuesto a morir por una causa, sea cual sea, merece ser escuchado con respeto.

Soy humano, no me pidas entonces que mire hacia otro lado. No seré cómplice del silencio del coro. Veo con mucha tristeza y vergüenza a donde hemos llegado. ¿Qué nos ha pasado?

Sobre las líneas de mis canciones viajan muchas heridas invisibles. Hace varias décadas atrás, cuando esos muchachos de San Isidro eran solo unos niños o no habían nacido, mis canciones y yo ya estábamos pasando por algo parecido. También quisieron apagarme, borrarme, marginarme, censurarme y, como a una gran parte de mi generación que no aguantó la presión, invitarme a irme de Cuba. Lo increíble es que muchos de los que desde el mismo poder me acusaron y persiguieron, finalmente terminaron largándose de aquí. ¿Y entonces? Yo jamás acusé a ninguno de mercenario por irse, por traicionar lo que ellos supuestamente defendían. Simplemente seguí siendo yo, “sentado en el contén del barrio”, haciendo mi obra.

No se puede ir por ahí pregonando que los cubanos somos los más valientes, “el hombre nuevo y solidario”, el ser humano modelo que sueña y desea un mundo mejor, si primero no soñamos y peleamos para tener un país mejor. Un país que verdaderamente nos incluya a todos, estén donde estén, piensen como piensen. Ya es hora de sentarse a dialogar y a escucharse, porque todos, vivamos donde vivamos, pensemos como pensemos, seguimos siendo parte de esta  nación. Los de San Isidro también forman parte de este país. Tener diferencias ideológicas, generar cambios, pensar caminos distintos para construir la polifonía de voces de un país, es legítimo y sano. Eso no debería decidirlo, ni limitarlo, mucho menos regularlo un gobierno en nombre de una u otra ideología. ¿Con qué derecho alguien puede decidir quién es artista y quién no? ¿Quién es cubano y quién no?

Ser crítico en la sociedad en la que uno vive tiene que ser un derecho intocable. Si a todos los que tengan ideas críticas, opuestas y diferentes los amenazan, agreden, censuran, regulan y encierran, entonces terminaremos presos de conciencia muchos millones de habitantes.

Que un pueblo haga silencio no significa que no piense.

No se puede seguir cortándole las alas a la libertad de expresión, a la libertad de pensamiento y a la libertad individual que es en el siglo XXI, un derecho fundamental de todo ser humano.

Esa no es la Cuba que yo soñé. Todo lo que está sucediendo puede llegar a ser contradictorio con el cartel y el eslogan de “Cuba Salva”.

Los actos de repudio entre cubanos, hombres y mujeres insultando, golpeando e injuriando nunca debieron ocurrir. Estos gestos infames seguirán siendo una vergüenza nacional. Los actos de repudio deben parar de una vez y por todas. Esa intolerancia hacia lo diferente, ese miedo al debate, a lo alternativo y opuesto la llevamos inoculada en la sangre y resulta una verdadera mancha a nuestra identidad. Miles de cubanos que participaron en los actos de repudio de los ochenta y noventa ahora viven lejos de esta isla. Algunos enmudecen de vergüenza, muchos hoy piensan diferente, pero saben que solo hay un culpable: el miedo. El miedo puede mover masas, basta con seguir atentamente la historia de la humanidad.

Lo que pase en Cuba y a los cubanos estén donde estén me lastima, me hiere y me duele.

Como he dicho antes, no conozco a los muchachos de San Isidro, pero eso no es lo que importa hoy. Ellos son también jóvenes y rebeldes a su manera y si ahora están haciendo una huelga de hambre para defender su derecho a pensar diferente y a expresarlo libremente hay que escucharlos.

Ya es hora de sentarse a dialogar. 

¿Es tan difícil eso? ¿Tan largos fueron los monólogos que olvidamos escuchar?

Ellos están defendiendo sus derechos que son también los de muchos que hoy se esconden detrás del silencio. Los mismos derechos por los que yo he luchado durante 35 años escribiendo canciones; el derecho a pensar y expresarse libremente.

¿Eso es acaso un delito?

¿Será que tendremos que borrar de una vez la palabra DIALOGO del diccionario de cubanismos?

Si yo no escribo estas palabras estaría negando mi necesidad de defender y apostar por el diálogo como el mejor camino para luchar contra la violencia.

Rodeado de amenazas y conjeturas, nacieron buena parte de mis canciones, al calor de la censura y el silencio de los otros.

¿Cuándo serán escuchados los nietos de Guillermo Tell?

Ahora ellos tienen la palabra".

miércoles, 25 de noviembre de 2020

Las grietas de la democracia.

Estamos a 25 de noviembre y aún, a pesar de todos los pesares, Estados Unidos de América, no tiene un presidente oficialmente declarado y firmado. Lo que estamos teniendo, al menos para los que queremos mirar objetivamente, es que el resultado de las elecciones presidenciales está detenido porque existen varias demandas de uno de los candidatos contra varios estados del país. Muchos actores de gobierno, responsables, se desgastan repitiendo que no hay aún presidente electo. Hasta que este proceso no termine, con la certificación de todos y cada uno de los estados, gústele a quien le guste y pésele a quien le pese, no hay oficial inquilino de la Casa Blanca. La prensa, los expertos, los brujos, los amigos e incluso los que votaron, no nombran oficialmente al presidente. No es una cuestión de gusto, aunque las posibles apariencias señalen el camino, es una cuestión de la ley.

Si uno sigue las declaraciones de la parte que se reconoce afectada y de algunos funcionarios de investigación y gobierno, estamos en presencia, sino del mayor fraude de la historia electoral de este país, por lo menos frente a la mayor cantidad de irregularidades, errores, problemas, inconformidades que los expertos y muchos ciudadanos pueden recordar.

Esto es un gran problema, porque el asunto ha pasado de una elección entre dos candidatos, cuál ganó y cuál perdió, a convertirse en un momento donde se está cuestionando, por tanto, poniendo en juego, al sistema electoral y político del país, cosa evidentemente más importante que todo lo anterior. Una cosa es que un muerto votó, que una persona puede haber votado en varios lugares a la misma vez y otra es afirmar que uno de los partidos competidores, en alianza con agentes externos han manipulado todas las elecciones con el propuesto resultado de la violación de millones de boletas de forma planificada. Una cosa es que una máquina de conteo se paró, se bloqueó o rompió y la otra es asegurar que las máquinas y los programas fueron preparados para poderlos manejar a conveniencia y que los votos de los ciudadanos estadounidenses, o parte de ellos, fueron a parar a otros países, se menciona Alemania y España, por ejemplo, para allí ser contabilizados.

La información que circula, yo, desconocedor, la puedo dividir en tres grandes partes evidentes, pueden existir otras más.

  • La que genera el equipo de reclamo del actual presidente Trump, que, de seguirla a pie de la letra, no quedan dudas del gran fraude. Me parece irresponsable a nivel de delito, asegurar lo que ellos aseguran y dicen tener pruebas irrefutables y absolutamente irrebatibles.
  • La que generan los medios de comunicación, en un por ciento muy alto, no de ahora, sino desde hace mucho, en contra abiertamente de Trump y su gestión, que están dando a Biden no sólo como ganador de los votos, sino ya como presidente electo y siguiendo cada paso para sembrar esa idea en la ciudadanía, sin el menor pudor, sin la menor alerta, sin el menor apego a la realidad.
  • Una tercera, que es la del partido demócrata aparente ganador, que es muy poca al respecto y que, por el contrario, se ha dedicado a celebrar y organizar desde ahora su ascenso al poder para los próximos cuatro años, lo que me parece absurdo, porque frente a las acusaciones de fraude gigantesco y las implicaciones de las principales figuras del partido demócrata en determinados estados, acusaciones que van dirigidas a la estabilidad del sistema político norteamericano, no sólo de elecciones, sino de gobierno, a mi entender, deberían estar declarando su inocencia y apoyando fuertemente la revisión de los problemas que se plantean existen, para dejar claro, que un muerto que votó es un error, pero que la constitución, la división de poderes, la cámara, el senado, los gobiernos locales y todas las leyes norteamericanas funcionan. Esto es complicado, a lo mejor no se ve a simple vista o en los primeros análisis apasionados, una cosa puede ser ganar una elección y otra es presidir sin que los ciudadanos crean y apoyen.

Si se sigue la información, no de la prensa que está, como dije, en un elevado número comprada, al menos eso es lo que demuestran sus propuestas, sino de los propios protagonistas que desde el primer momento y hasta hoy están hablando, declarando, dejando claras determinadas posiciones, sobre todo Trump, su equipo de abogados, más algunas otras figuras de prestigio en la política norteamericana y en el gobierno, que han mostrado pruebas y han asegurado que tienen miles de pruebas más para presentar a las cortes, es duro, pero factible decir que si, existen muchas posibilidades de un fraude, es más, existe un enorme y gigantesco fraude, aunque yo, no lo pueda demostrar hoy en este escrito.

El sistema norteamericano de gobierno es extremadamente complicado, son leyes y más leyes, regulaciones y diferencias a tal punto que cada estado, somos 50, puede y de hecho tiene autoridad para la actuación. Es extremadamente complejo, lo que me hace pensar en aquellas personas que dan definiciones a la ligera, aseguran cosas, concluyen, dan soluciones absolutas, sin tener muchas ideas de lo que aquí funciona.

Claro, repito, la información que circula en una gran parte de los medios, dicen “Biden, el presidente electo”, en vez de decir Biden el candidato pronosticado a ser electo o Biden el candidato que probablemente gane las elecciones. Existen miles de formas de proclamar a Biden como posible, potencial, pronóstico para presidente y otra es definirlo como presidente electo. La palabra electo da una definición que confunde y eso aún no ha pasado.

Es parte de un gran juego, es parte de lo que aquí se permite y es entonces cuando la democracia se me complica. Si esto es parte de la democracia, habría entonces que explicar y explicar, porque yo, como simple ciudadano, lo que veo y me llega es un gran reguero, organizado a exprofeso y permitido, ya sea por la tradición, las regulaciones que yo no conozco, los rejuegos de la ley o aquellos espacios, que, como todo, la propia ley no contempla, no por mala, sino porque son millones de posibilidades a estudiar.

A mí modo primitivo de analizar, debería haber una autoridad máxima, que organizara el asunto, lo que no tiene nada que ver con un atentado a la tan llevada democracia y libertad. Debería existir una autoridad que aclarar para los más de 300 millones que aquí somos, más para los otros muchos millones que observan desde afuera, que no puede mencionarse la palabra electo, porque eso no es verdad, que no se puede presuponer tener a un presidente que no se tiene, que puede ser el supuesto o pronostico ganador, pero que está enfrentando un tema de demandas frente a las cortes, entonces tiene que esperar para celebrar públicamente. Una cosa es reunirse con amigos que lo consideren ganador, incluso que lo puedan nombrar emperador y otra es hacer actividades públicas para todo el país, celebrando el nombramiento de presidente que aún no se tiene y se puede tener o no en las próximas semanas. Yo puedo aspirar a ganar la lotería, incluso cuando no la juego, pero para ganarla en realidad tienen que coincidir todos mis números inequívocamente. Yo puedo nombrarme millonario por tener un millón de amigos, para el banco la explicación es más sencilla, mi cuenta de dinero.

Cada elección es diferente. Dado el caso de que cada colegio y cada estado certifique a un ganador, que la diferencia de votos sea abrumadora, que el ganador sea matemáticamente ganador y el perdedor, frente a los datos, reconozca su derrota y no se haga más nada, donde aún se tiene que esperar al nombramiento oficial, se pueda hablar de un presidente pronostico indiscutible y otra es el proceso turbio, empañado, sucio, pantanoso por la definición de algunos, que estamos viviendo, donde varios estados no han terminado aún de contar, donde otros están recontando y sobre todo, donde existen fuertes demandas de una parte acusando a la otra de gran fraude, con por lo menos, evidencias de manejos extraños, boletas cambiadas, votos quitados a uno y puestos a otro, declaraciones de testigos, implicados, investigaciones federales abiertas, etc.

Nombrar a uno de los dos como presidente electo, a mi modo primitivo de ver, es irresponsable e irrespetuoso, es estarse defecando en todo lo que está pasando, es decirles a las cortes que no hacen falta, que no es necesario, que lo que se está diciendo no tiene ningún valor y entonces yo me pregunto, ¿Y las cortes qué? Se dice que el camino está hacia el gran jurado, único en su tipo, único en su responsabilidad y que luego la decisión final, final, final, que nadie podrá cambiar, está en el Congreso y entonces yo me pregunto, ¿Qué hay de ese gran jurado y de ese Congreso?

La democracia vista así es confusa y eso es lo único que no debería ser. A mi modo primitivo de ver, debería existir una máxima autoridad, que está obviamente por encima de los dos candidatos que compiten, que salga a decir con autoridad absoluta, oigan, no tenemos un presidente; escuchen, estamos aún sin presidente; entiendan, no podemos certificar a un presidente, cosa que es mucho más importante que ganar o perder unas elecciones.

La democracia o está mal interpretada y cada cual tiene su propia definición de lo que ella significa, imaginen más de 300 millones de definiciones, no fue capaz de prever lo que pudiera suceder o no está organizada para eventos como estos. Es máxima autoridad debería decir, estamos enfrentando una reclamación por fraude electoral, lo que significa un evento extremadamente importante para la vida de este país, o sea, la confianza o no en nuestras instituciones, por lo que usted, Sr. Biden, puede hacer sus reuniones, puede ir seleccionando a el grupo de personas que quiere que trabajen con usted en un posible escenario futuro, puede invitarlos a comer todos los días, puede incluso dormir con ellos, pero no puede, bajo ley, hacer nada de esto público, no puede nombrarse, ni dejar que lo nombren presidente electo, porque entonces eso, a los datos de hoy, es un fraude. Debería haber una autoridad superior, que llamara a un periódico o a un canal de TV y le dijera, no pueden por el bien del país, mencionar la palabra electo, búsquense otra. Cuando esas autoridades quieren lo hacen, por qué no ahora.

El reconocer a Biden como presidente electo o al menos dejarlo correr como tal, tiene muchas implicaciones, las primeras de confusión. Los demócratas, digo ellos, porque este es el caso, fuera igual al revés, celebran. Muchos otros, incluso gobiernos extranjeros, lo han felicitado. No pocos, digamos evidentemente interesados en el presidente que gane aquí, aunque viven en Thailandia, hablan del ganador y como era de esperar, desde Cuba, yo personalmente, recibo mensajes de alegría por la victoria de los demócratas con Biden a la cabeza. No es de ocultar, porque es público, que el gobierno cubano, está dando seminarios a sus funcionarios para definir la política del gobierno con Biden como presidente. Pero, ¿cómo se va a felicitar a una persona que está acusada de fraude? Es lo mismo que saber que un tipo violó y mató a una niña, pero felicitarlo porque el tribunal todavía no ha dictado sentencia. No es lo mismo defender, aportar información, analizar, que decir todo lo que se dice es mentira y que vamos a felicitar, peor, empoderarlo como presidente, tal como si esto fuera un juego de niños.

Este desliz de la democracia, a mi entender, crea más problemas. Los grupos, ya históricos, anti-Trump, ahora arremeten con que él está dando una pataleta, que no quiere abandonar la Casa Blanca porque le cogió cariño y no tiene a dónde regresar, que es un acto preparado, que el tipo está formando líos sin razón, que su equipo lo está abandonando, que está solo en esto, que nadie lo quiere más, etc. Trump, sea él o cualquiera en su lugar, aparece como un loco, antidemocrático, dictador, egocéntrico, machista, antipolítico y no aparece nadie con autoridad que diga para los 300 millones que somos, que el tipo está reclamando con todo su derecho y que hasta que esto no termine, no existe presidente. Ni él continua, ni otro puede asumir.

¿Qué podría pasar si el fallo final es que Trump tiene razón, se comprueban sus argumentos, se suspenden las elecciones, al menos en su parte complicada, y se le otorgan otros 4 años en la presidencia?, ¿Cómo los demócratas, que ya llevan varias semanas celebrando a su presidente “electo” y viendo a su ganador formar e informar el próximo gobierno, podrán entender la decisión?

Creo que la idea ahora, encurtida en vinagre, es salvar al país, es salvar a la forma de gobierno, más allá de darle los votos a uno u otro. La gran idea ahora es aclarar lo que ha pasado con el sistema electoral norteamericano y si existen o no implicados en el fraude. La idea sería declarar sin objeción o sin dejar dudas, lo que realmente ocurrió y la solución para ahora y para el futuro, para lo cual habría que haber salvado esta democracia, aclarando que ella, no Trump, ni Biden, es lo más importante.

La idea es haber tenido testículos, dentro de la democracia, para hacer una declaración oficial y decir, Trump está reclamando, tiene su derecho, no por ser Trump, sino porque así lo establece la ley y Biden tiene que esperar tranquilamente en silencio, lo que no quiere decir inactivo, pero en silencio, hasta que el día X, el señor Y, en nombre del estado de las Estados Unidos asegure lo que pasó y otorgue el resultado ganador.

Entonces, ¿en qué estamos?

Hoy, no tenemos un presidente legalmente aprobado. Lean, no lo tenemos. Trump y su equipo de abogados y asesores, están reclamando frente a las cortes norteamericanas estatales, si esto no se resuelve, se tendrá que llegar al gran jurado, que luego dará indicaciones al Congreso. Existen estados que no han terminado de contar o están contando de nuevo. Existen y siguen apareciendo, según los demandantes, muchísimas evidencias de irregularidades y posibles fraudes que se están presentando y evaluando. Biden, por la tradición norteamericana, que puedo yo entender o no, estar de acuerdo o no, está formando su equipo de gobierno, tal como se escogen a los peloteros o futbolistas para integrar un equipo meses antes de la competencia, pero eso aún no es oficial para nada. Biden y su equipo tendrán que esperar.

Su fuéramos responsables, la prensa, la TV, los amigos y enemigos, deberíamos parar, lo que no quiere decir no desear, no explicar, no rezar, no poner velas o darle de comer a los santos. Toda afirmación hoy es mentira, toda afirmación hoy es peligrosa, toda afirmación hoy puede mañana crear problemas. No existe el fraude hasta que no se pruebe, por mucho que yo voté por Trump, no hay presidente nuevo para los próximos cuatro años, hasta que este dilema no se resuelva y quede todo claro, transparente.

A veces, como dice una amiga, hasta la famosísima democracia como teoría, incluso hasta la famosísima democracia norteamericana, para muchos única, para muchos inigualable, tiene sus grietas.

viernes, 20 de noviembre de 2020

El virus más peligroso es la maldad humana

Ok. Aquí estamos. Seguimos hoy 20 de noviembre sin presidente electo y certificado oficialmente.

Si yo hubiera llegado ayer a este país estaría horrorizado. Todos los días aparecen nuevas informaciones dadas por el equipo de Trump, con Giuliani y Powell a la cabeza. Ellos públicamente están manteniendo con más fuerza las posibilidades de fraude. Hablan de miles de boletas sacadas de conteo o metidas para contarse, describen sistema de cómputo que han sido fabricados con dinero extranjero que permiten cambiar votos de un candidato a otro, meter votos, sacar votos, que una misma persona vote varias veces, etc. Aseguran que parte de los votos electivos se contaron en Alemania, se cuestiona a varios Secretarios de Estado de varios estados del país, se emplaza a varios gobernadores, al FBI y a la CIA. Se acusa directamente a una gran parte de la prensa, en todas sus variantes, de participar en la desinformación, en el ocultamiento o manejo de los hechos, etc.

Todo esto, que no es más nada que un fenómeno de la misma política, que no debería pasar, pero sabemos que pasa, podría convertirse en un gran escándalo, si ya no lo es, en el país que para muchos es guía, que posee o debería poseer uno de los sistemas electorales más sólidos del mundo. Estamos entonces hablando no de Trump y Biden, dos mortales que, como todos, pasarán. Estamos hablando del cuestionamiento de la democracia, del gobierno, de la seguridad nacional, de incluso las agencias famosas que en la TV se ven como indestructibles. ¿Tonto desconocimiento, mal trabajo o conspiración?

En lo que esperamos por los resultados y alguna que otra cabeza que tendrá que rodar, pasado 14 de noviembre, se celebró en la ciudad de Washington, una marcha de miles de personas en apoyo a Trump y exigencias para que se aclaren las “irregularidades” de las elecciones, lo que se ha definido como un posible fraude.

Viejos, jóvenes, familias enteras con niños, pararon, cantaron himnos, dijeron consignas, pusieron música, exhibieron carteles y todo, al parecer, estuvo bien.

Es algo que a muchos nos cuesta trabajo entender. Si, puedes protestar, da lo mismo a favor de Trump o Biden, que, en su contra, en defensa de los indios de las Polinesias, de los gatos con botas o de los caracoles africanos. Vas sacas permiso, se define el por qué, te asignan una zona e incluso, la policía organiza el tráfico y te protege. Nada nuevo, nada especial, mientras la marcha sea pacífica, no se utilicen armas de fuego para intimidar, no existan agresiones personales, todo estará bien. Entonces los norteamericanos apegados a esa cultura y derecho se animan y dentro de la seriedad, lo consideran una fiesta. Es un buen acuerdo, los marchantes estarán protegidos por las fuerzas del orden y esas fuerzas se evitan problemas mayores.

Una cosa es perder unas elecciones como votantes o políticos, o sea, el candidato por el que se trabajó y se apoyó, perdió por votos legalmente y otra es que se perdió por irregularidades o fraudes. Una cosa es perder y la otra es considerar que te robaron las elecciones. Y eso, verdad o no, aún se está investigando, es lo que está pasando ahora mismo. El país se he parcializado, el país se ha dividido peligrosamente, una parte está dispuesta a apoyar a su candidato y exigir que todo se aclare y la otra está contenta celebrando, no hace caso de los problemas, a mi entender, trata de desconocerlos y no darles créditos.

Las marchas, las manifestaciones, todas acaban y las personas, que han estado reunidas, se retiran a sus casas poco a poco, porque no son huelgas de hambre amarrados en cadenas a alguna reja. Es imposible en un lugar donde hay miles y miles de personas, que todas a la misma vez desaparezcan en segundos. Para este caso, cuando los manifestantes se comenzaron a retirar y por supuesto, se dispersaron, perdiendo la fuerza que podrían tener cuando estaban juntos y nadie los había molestado, aparecieron en el escenario los que estaban al asecho para formar problemas y atacarlos agresivamente.

En las calles de la ciudad de Washington, aparecieron los integrantes de Black Lives Matter, (BLM) y de Antifa y siempre en grupos, lo que en el mundo animal reconoce como manadas, comenzaron a agredir físicamente a los manifestantes, sin importar edad, sexo, ni tan siquiera color de la piel. Todo el que había participado en la marcha o parada a favor de Trump, se convirtió en un blanco fácil, para grupo de enmascarados que agredieron sobre todo por las espaldas y a las personas que estaban en el piso.

¿Conocen a esta persona?

Se los presento. Este joven de 39 años, Kenneth Wayne Deberry, fue arrestado por cargos que incluyen asalto agravado y posesión de un arma de fuego. Deberry golpeó a su víctima dejándola inconsciente, tal como se ve en las fotos y videos, es difícil de negarlo. Kenneth que portaba con cartel amarillo que decía “Trump/Pence fuera ya”, se acercó corriendo por la espalda de un hombre de mediana edad, que luchaba solo contra los ataques de varios de los participantes, le dio un piñazo y lo tiró al suelo, dejándolo inconsciente y con la frente partida, en el mismo momento que otros no sólo le gritaban frases ofensivas al señor y le robaban sus posesiones, entre ellas su teléfono, sino que le daban varias patadas directamente en la cabeza. Un hombre tirado en el piso, inconsciente, sangrando y personas le dan patadas en la cabeza. Eso ni en los deportes más fuertes como la UFC, está permitido. ¿Qué tipo de lucha política es esta?

Según el propio DeBerry, él apoya al movimiento BLM y de acuerdo con los registros policiales, es además, un delincuente sexual registrado y condenado en el 2008 por abuso sexual infantil de segundo grado contra una persona menor de 16 años.

¿Conocen a estas personas?

Ellas son, Bobby Smalls, de 29 años de edad, vive en Washington D.C. y fue detenido por alteración del orden público y por llevar un arma peligrosa, tras descubrirse que portaba un cuchillo; Dashawna Gause, de 28 años de edad, también del D.C., fue detenida por alteración del orden público y por posesión de un arma prohibida, luego que la policía encontrara que portaba una pistola paralizante en su poder y Alexus Doris Owens, de 24 años de edad, sin domicilio fijo, fue detenido por alteración del orden público y agresión simple.

La policía declaró que se llevaron a cabo varios arrestos, por delitos como agresión, robo, incitación a la violencia y porte de armas. De las 21 personas arrestadas hasta ahora, 10 no viven en Washington D.C. sino que provienen de otras ciudades y se trasladaron allí precisamente para participar en los actos de violencia.

¿Qué es esto?

Olvidemos por un segundo que las personas que les he presentado son negros o afronorteamericanos como aquí les llaman y ellos disfrutan ser llamados. Puede ser casualidad. Esto no es un tema de colores, que es lo que muchos quieren reflejar. Estos cuatro negros no son esclavos, sus padres no fueron esclavos, ni sus abuelos fueron esclavos. Una de estas personas detenidas, que lidereó las agresiones físicas y los golpes, es estudiante de cuarto año de la universidad de Harvard. No es una pobre humilde analfabeta, explotada o manejada, no es una muchacha víctima de la explotación y de los conflictos raciales, es estudiante de una carrera de humanidades, precisamente, donde se han generado muchas de estas ideas destructoras y organizado las protestas para nada pacíficas.

Estos, que se han colado, dentro de quizás un movimiento que comenzó como justo y por qué no necesario, son hoy, muchos, la base de esos movimientos, sus fuerzas activas, sus fuerzas agresivas, sus soldados y no están reclamando nada, están en las calles escondidos tras las sombras, esperando a que sus posibles víctimas pasen desprevenidas. Yo, como se decía en Cuba por la policía y los agentes de la seguridad, de forma profiláctica, los hubiera recogido a todos

Estos están robando, quemando, destruyendo, atacando a la policía, a los parques y estatuas, destruyendo negocios, acabando con la vida tranquila de las ciudades y lo peor, atacando, agrediendo a las personas, simplemente, a su gusto, por pura diversión. Detrás de ellos no hay ningún programa político serio, ni ninguna demanda que pueda cambiar el presente de este país, no las pueden tener porque son delincuentes.

No estamos en presencia de un problema racial, porque entonces se respetarían los colores. La foto que pongo muestra a una familia negra, igual de “afronorteamericana” con la presencia de niños incluso, que los atacantes repudian y maltratan en medio de la calle, por la simple idea de apoyar a Trump. La policía identificó y detuvo a Samantha Falk, de 33 años, y Joshua Skillman, de 28, ambos negros o “afronorteamericanos” de Georgia, que estaban en Washington D.C. alborotando y además “portando armas de fuego y municiones no registradas”. ¿Ambos viajaron espontáneamente desde Georgia hasta Washington, donde no conocen a nadie, para formar parte de los disturbios y agresiones a civiles?, ¿Espontáneamente?

Si fuera un tema racial, los “hermanos” se respetarían, como se respetan los masones y los abakúa y eso no es lo que está ocurriendo. Los que soportan a Trump, sean del color que sean, están sujetos a ser repudiados y peor, golpeados en medio de las calles. A mí, me parecen las mismas imágenes que se ven en la TV, donde un grupo de leones se acerca sigilosamente y atacan al animal que se ha quedado solo y separado de la manada. Es el mismo proceder, tiene que serlo, porque no sólo basta con empujar, golpear, tirar al piso a un “enemigo de ideas”, sino que en el piso se les golpea riendo, se les golpea con diversión, se les golpea con premeditación y alevosía. Se les golpea con odio.

Lo que yo veo hoy, que no es lo que pudo haber pasado hace 100 años, es que grupos de negros, están golpeando con odio a los que han seleccionado como enemigos, que pacíficamente se manifiestan y no al revés. Ellos están decretando una especie de venganza, nadie sabe por qué exactamente, porque de Floyd ya nadie habla, que lleva a la destrucción y al terror. Martín Luther King, defendió como nadie los derechos de esos afronorteamericanos en épocas donde la discriminación si era más que evidente, marchó, dio discursos, tiene que haber discutido con miles de personas, tiene, seguro que haber dicho malas palabras, pero primero que todo, nunca se tapó la cara con un pasamontaña, nunca se dedicó a cazar a sus adversarios para golpearlos, robarlos, a traición. Nunca le dio golpes a una mujer, menos atacó a la bandera norteamericana, ni destruyó un parque. Entonces el Dr. King fue un líder, un político, una persona a respetar, estos de hoy son unos delincuentes criminales.

Los republicanos, a decir verdad, en forma general están tranquilos, lo que no quiere decir que no hayan existido choques, mientras que los integrantes de Antifa y BLM, están dando golpes en las calles. Ojalá no se transforme el panorama y los que hoy están recibiendo golpes, gritos, amenazas, robos, ofensas, se cansen y salgan a las calles a liquidar a los que hasta ahora están gozando. Luego cuando maten a un negro o “afronorteamericano”, no lamentarlo. Los norteamericanos son nobles, muchos son personas de campo, que sonríen sinceramente, pero, ojo, nadie piense que son anormales y “pendejos”, que se les puede joder mucho. Se ponen bravos, ojalá no pase, se disfrazan y salen a cazar. Los religiosos recen porque la vida de un afronorteamericano no valga menos que una bala de escopeta. Floyd no debió morir como resultado de la violencia de un policía, no de la policía, pero esto no tiene nada que ver con aquello. Los que están formando líos, los que están dando golpes en las calles, no están luchando por Floyd, no están luchando por ninguna idea que mejores a este país.

Pero luego descubro, lo que puede estar pasando y la razón de la reacción, ya no contra la reelección de Trump, sino ahora con la posible futura presidencia de Biden-Harris.

Primero, me llama la atención que los demócratas, todos, masivamente, en grupos, como partido, no se hayan lanzado a la calle a repudiar lo que está pasando. Me llama la atención que no se separen de lo que ocurre, sancionándolo con toda la fuerza de un grupo político histórico, que reúne a la mitad del país detrás de ellos. Me llama la atención de que no se hayan sacudido de la imagen que muchos tienen, de que se han dejado apoyar y que tienen compromisos con esos dos grupos BLM y Antifa. No encuentro la explicación real, aunque pensando descubro que puede haber muchas explicaciones, entre ellas:

  • Puede que no se den cuenta y no se enteren, lo que llevaría a pensar que son anormales
  • Pueden que tengan reales compromisos, que es lo que piensan muchas personas;
  • Puede que tengan miedo a mostrarse radicales, lo que los llevaría a perder parte del apoyo que los ha llevado, supuestamente, ganar las elecciones;
  • Puede que tengan miedo a unas posibles consecuencias que ahora están enfiladas contra Trump, pero mañana se pueden virar.

No puedo asegurar nada de esto, sin embargo, algo debe haber por detrás. Nada nuevo, siempre la política, en cualquier país, en cualquier partido o grupo político, tiene cosas por detrás. Negarlo es absurdo, las historias tienen las muestras.

Para completar el escenario nacional, acaba de salir, publicada por Newsweek, una carta abierta enviada por Patrisse Cullors, uno de los líderes del movimiento Black Lives Matter a Biden y a Harris, en su condición de presidente y vicepresidente pronosticados ganadores de las elecciones. No puedo probar que sea real, no vi a Cullors firmarla, sólo reproduzco parte de esa carta y la traducción al español que he podido hacer y entonces, yo, asumiendo que es cierto porque quiero asumirlo, sobre esas ideas daré mi opinión.

"Congratulations on your election to the Presidency and Vice-Presidency of the United States.” “Like so many, we are relieved that the Trump era in government is coming to a close." (Felicidades por su elección a la Presidencia y Vicepresidencia de los Estados Unidos. Como tantos, nos sentimos aliviados de que la era Trump en el gobierno esté llegando a su fin).

“Black Lives Matter want to be actively engaged in the Biden-Harris transition team's planning and policy work” “Without the resounding support of Black people, we would be saddled with a very different electoral outcome.”, "In short, Black people won this election." (Black Lives Matter quiere participar activamente en el trabajo de planificación y política del equipo de transición de Biden-Harris. Sin el apoyo rotundo del pueblo negro, estaríamos ensillados con un resultado electoral muy diferente. En resumen, los negros ganaron estas elecciones)

"Alongside Black-led organizations around the nation, Black Lives Matter invested heavily in this election... We want something for our vote. We want to be heard and our agenda to be prioritized”. (Junto con las organizaciones lideradas por los negros en todo el país, Black Lives Matter invirtió fuertemente en esta elección... Queremos algo por nuestro voto. Queremos ser escuchados y que se priorice nuestra agenda)

“Black people are the most consistent and reliable voters for Democrats and are truly living in crisis in a nation that was built on our subjugation." "Up until this point, the United States has refused to directly reckon with the way that it devalues Black people and devastates our lives. This cannot continue”. "Black people can neither afford to live through the vitriol of a Trump-like Presidency, nor through the indifference of a Democrat-controlled government that refuses to wrestle with its most egregious and damnable shame." (Los negros son los votantes más consistentes y confiables para los demócratas y viven verdaderamente en crisis en una nación que se construyó sobre nuestra subyugación. Hasta este momento, los Estados Unidos se han negado a contar directamente con la forma en que devalúan a los negros y devastan nuestras vidas. Esto no puede continuar. Los negros no pueden permitirse el lujo de vivir a través del vitriolo de una Presidencia similar a Trump, ni a través de la indiferencia de un gobierno controlado por los demócratas que se niega a luchar con su vergüenza más atroz y condenable)

“The best way to ensure that you remedy past missteps and work towards a more just future for Black people—and by extension all people—is to take your direction from Black grassroots organizers that have been engaged in this work for decades, with a legacy that spans back to the first arrival of enslaved Africans. "We look forward to meeting with you at your convenience to begin the immediate work of Black liberation". (La mejor manera de remediar los errores pasados y trabajar hacia un futuro más justo para los negros, y por extensión para todos los hombres, es tomar su dirección de los organizadores de base negros que han estado involucrados en este trabajo durante décadas, con un legado que se remonta a la primera llegada de africanos esclavizados. Esperamos reunirnos con ustedes a su conveniencia para comenzar el trabajo inmediato de la liberación de los negros)

La primera idea de Patrisse es felicitar a Biden y a Harris por lo que llaman “la victoria”. Al hacerlo deja claro que el movimiento Black Lives Matter, (BLM), están dando el visto bueno y la aceptación de lo que ellos aseguran ya pasó, la salida de Trump de la presidencia de los Estados Unidos. Por esa carta pública, queda claro que BLM, declara que apoyó con su trabajo y votos, como fuerza política, al grupo demócratas y es más, declara que sin el apoyo decisivo de los negros, ese triunfo no hubiera sido posible.

Sin temor a equivocarse Patrisse asegura que fueron los negros los que ganaron para los demócratas las elecciones y están reclamando, medio que ordenando, que quieren una entrevista lo antes posible para ser escuchados e imponer lo que llaman “su agenda”. La idea, a mi entender, viene a cobrar, o sea, yo formé líos para desestabilizar al gobierno y a parte del país, yo apoyé la destrucción de la imagen personal del presidente, yo voté, luego seguí formando líos y aún me mantengo, pero vengo a recoger lo que me toca. No quiero que me dejen para después, no quiero que me prometan lo que luego me darán, yo vengo a exigir que quiero, porque creo merecerlo, estar en el gobierno de transición, o sea, ahora mismo.

Por todos es conocidos que la política, más allá de sus postulados teóricos, vive de alianzas. Siempre se hacen acuerdos, unos más públicos que otros, entre partidos, grupos y personas para llegar a un objetivo. Muy pocas veces se gana solo. Entonces algunos ponen dinero, otros apoyan desde sus partidos o grupos, otros salen a buscar votos en las calles y convencer a los electores a votar por una u otra variante. Esos apoyos, siempre son a cambio de promesas, o sea, si ganamos entonces …, algunos se llevan sillas en el gobierno, otros recogen favores económicos, etc.

Y es esto lo que me parece a mi entender, que está declarando Patrisse, a la hora que asegura, gracias a los negros, cosa que no es 100% real, porque hubo muchos que apoyaron y votaron por Trump, los demócratas ganaron, entonces ahora, con urgencia, queremos estar en las decisiones, queremos ver e inducir cómo el gobierno Biden-Harris, respaldarán primero que todo los intereses de esa parte de la población, a la que incluso se reconoce que hay que liberar, tal como si en realidad, los negros aquí aún fueran esclavos. Patrisse, como muchos otros, juega, maneja a conveniencia el tema negro, los negros explotados, los negros pobres, los negros apartados, los negros sin posibilidades, los negros presos, los negros enfermos, los negros abusados por la policía, los negros, en fin, los negros y eso se eleva a nivel de la política nacional, tanto, como para exigirle al propio presidente y vive presidente de la Unión. Tanto para no poder esperar y exigir que quieren estar dentro y recibiendo beneficios.

La idea ahora es ver si, el nuevo gobierno, si logra establecerse, se resistirá a esta fuerza o, por el contrario, los dejará con pasamontañas y todo, formar parte de las decisiones. Habrá que ver si Biden y Harris, pagando, crean una nueva secretaria de estado, llamada Black Lives Matter, para trabajar primero y más importante que todo, los problemas separados que dicen tener exclusivamente los negros.

Creo que, incluso en un escenario victorioso, los máximos demócratas las tienen complicada, porque una parte de esos “afronorteamericanos”, la misma que han dado candela a ciudades, destruido negocios y han agredido a la policía, a los cuales Patrisse Cullors como una de las máximas figura del BLM, llama devaluados y devastados, están reclamando tomar parte de las decisiones. Los demócratas las tienen fea, ceden a lo que para algunos es un chantaje, ahora público o se busca la bronca de prometerles y prometerles. A lo mejor descubren que existen alianzas que a largo plazo, suelen ser complicadas.