domingo, 27 de febrero de 2022

440.- El imperio ruso despierta nuevamente. El zar Putin presiona y mata.

Debo decir, antes de comenzar a escribir hoy, que no conozco sobre la interioridad de Ucrania. Recuerdo algo sobre su vida dentro de la URSS y algún que otro deportista, que bajo la bandera de la “madre patria adoptiva”, tenía sus orígenes en ese país.

Ucrania, creo que le debe pasar a muchos, no ha estado en el centro de mi vida nunca, no obstante, como simple observador, me cuesta trabajo enajenarme y abstraerme de lo que está pasando. Repito mi nivel de información es muy pequeño y se basa sólo en lo que los medios transmiten y las opiniones de algunos de los políticos protagonistas de los sucesos que hoy ocurren, o sea, presidentes de algunos gobiernos, militares, reporteros que están dentro del territorio ucraniano, etc.

Lo cierto es que muchas personas, hace semanas vienen diciendo que el ataque de Rusia nunca se produciría y lo que estaba pasando era, una vez más, una escalada de los medios de información que estaban tratando de crear una guerra para entretenernos o al menos para desviar nuestra atención a temas más importantes y cercanos.

Se equivocaron, Rusia le está cayendo a bombas a su vecino. Putin, ha dado muchas justificaciones, algunas de ellas que está protegiendo a Rusia, que está presionando a la OTAN para que no admita a Ucrania dentro de ella, que existen personas dentro de Ucrania que no están de acuerdo con el gobierno que tienen, que se ha afectado a algunos rusos que viven allí, etc. 

En realidad, Putin, como un buen político puede decir lo que le da la gana, en realidad los políticos muchas veces actúan así, o sea, dicen lo que se quiere escuchar, lo que según cálculos será bien aceptado al menos por una buena parte y al final, final, lo que les conviene, sabiendo que luego pueden cambiar todo y adaptar lo que dijeron a un nuevo entorno. Los políticos saben que los pueblos, muchas veces, tenemos memoria corta, entonces “donde dije digo, ahora digo Diego”.

Los gobiernos rusos, más allá de Putin, tienen una visión imperial. Rusia es un país inmenso, fuerte, que durante siglos dominó a su antojo parte de la región euro asiática y que luego, por métodos incluso poco ortodoxos, se agenció la famosa “unión” de las llamadas repúblicas soviéticas.

Muchos estudiosos se equivocaron, cosa entendible, porque no siempre resulta fácil predecir el futuro y Rusia ha comenzado un ataque indiscriminado contra un país vecino. No es una guerra declarada entre dos ejércitos, menos es una defensa de un país contra otro que lo ataca, menos aún es la única y última solución posible. Putin, con sus justificaciones muy personales, apoyado, creo yo, que muy pocos gobiernos, está bombardeando a los ucranianos.

Esto no es nuevo, quizás no sea el último suceso que veamos. La historia de la humanidad está llena de guerras, ataques, destrucción masiva, afectaciones de todos tipos y muertes, pero es que estamos en el 2022 y no es muy fácil de entender que se siga actuando como señores feudales que enviaban a sus guerreros para atacar al castillo vecino con el único objetivo de quedarse con la novia del otro rey.

Veamos dos ejemplos aparentemente locos pero profundos, que se me ocurren y quizás podamos entender de qué bando estar, si es que es necesario escoger un bando.

Está usted, siendo madre soltera cubana, discutiendo con su hija, digo que usted es cubana, porque no puedo decir cómo se conduciría una madre sueca o india en estos casos, pero si puedo representarme muy bien lo que pasa dentro de una familia de las nuestras. Soy papá cubano de dos hijos cubanos. Ella con 16 años quiere dejar de estudiar, hacerse un tatuaje de un dragón que le sube por el cuello y la última bocanada de fuego le queda debajo del ojo derecho y además tiene un novio que le lleva 10 años y es un consumidor público de cocaína.

La conversación se va poniendo caliente, porque su adolescente hija no entiende de argumentos y como se cree la monitora de la rebeldía, en cada momento se pone más violenta. Argumentos, oídos sordos. Entonces cuando ya todo está que arde, llega su vecino sin que usted lo invitara y apoya a su hija, dice que usted está loca, que no tiene razón. Cuando usted trata de defenderse, ahora de dos personas, su vecino, 250 libras de peso, le cae a piñazos, de esta forma le demuestra a su hija un buen método para defender o lograr sus ideas, por muy locas que sean. La cosa se pone más caliente. Gritos. Su vecino se comienza a retirar, pero antes, pasa por al lado de la abuela de la familia, que estaba tranquila sentada en su sillón rezando el rosario como única solución y le da algunos piñazos, por si acaso la viejita tenía algo en contra.

Por muy complicada que fuera la cosa, ¿tenía derecho su vecino a invadir su casa y como a él le gustan los tatuajes y de vez en cuando consume “algo”, apoyar la locura de su hija y caerle a golpes a todo el que se encontrara en su camino?

Veamos otro análisis profundo.

Cuba, estando todavía debajo de la metrópoli España, comenzó a mirar hacia Estados Unidos como fuente de desarrollo, como ejemplo de otro tipo de gobierno. Recordar que en 1850 Narciso López trató de independizar a Cuba de España y su propuesta fue anexar a la isla al sur de los Estados Unidos, desde donde, por cierto, sale el diseño de la bandera que hoy nos representa como bandera nacional. Han sido infinitos los vínculos históricos que hemos tenido con Estados Unidos, Martí no preparó su guerra “necesaria” en Singapur, Fidel Castro no fue a pasar su Luna de Miel a Australia. Yo no hice esfuerzos para irme a vivir al Congo. 

Desde aquellos años hasta hoy, a pesar de los problemas, las malas acciones de algunos gobiernos norteamericanos, la metedura de pata o la no acción del vecino del norte, los cubanos miramos hacia esa dirección de la brújula. No somos europeos, no somos asiáticos y aunque nos queda cerca la llamada América Latina, no queremos ser ni argentinos, ni peruanos, ni guatemaltecos. Queremos vivir como la publicidad y propaganda dice que viven los norteamericanos, aunque después que se vive aquí, uno descubre que el pueblo norteamericano, nada tiene que ver con esa imagen que se genera a partir de las celebridades, los “stars” de la música, algunos políticos o algunos multimillonarios. Repito lo que siempre digo, el pueblo norteamericano, truene, llueva o relampaguee, haya nieve o hielo, se levanta todos los días al amanecer para trabajar fuertemente, mucho más fuertemente de lo que se pueda describir. Como conclusión, en forma general, como dice el viejo refrán popular, a los cubanos nos gusta Estados Unidos, porque “sólo tienen dos cosas buenas, las películas y todo lo demás”.

No se puede desconocer que, desde hace también siglos, existen muchos cubanos que viviendo en Cuba están en desacuerdo con el gobierno, pasó en la colonia, pasó en la etapa republicana y pasa hoy con más fuerza que nunca. En esta última etapa, la oposición al gobierno está más que manifiesta, no sólo en organizaciones, que han crecido en número y actividades, sino dentro de la propia población civil que está fuera de Cuba y la que aún vive dentro de la isla.

Luego, Estados Unidos hoy, a pesar de legislaciones, llantos y lamentos, ha pasado a ser uno de los principales socios comerciales de Cuba, no digo el gobierno, pero si muchos empresarios privados. ¿De dónde son los pollos y otros productos, como granos, maíz, etc., que hoy se comen en Cuba?

Entonces, ¿Podría Estados Unidos, teniendo en cuenta estos dos profundos análisis míos, primero nombrar, reconocer y darle carácter legal a estos grupos como un gobierno independiente dentro de Cuba, nombrar presidentes y vice presidentes dentro de ellos, formar un parlamento a la usanza norteamericana y comenzar a tener relaciones con ellos de forma independiente?, ¿Tendría Estados Unidos la justificación de que como los cubanos ven películas norteamericanas y comen pollos criados en la “Unión”, inmediatamente después de declarar el gobierno independiente, comenzar un ataque masivo-sorpresivo, con armamentos super potentes, lo que resultaría la destrucción no del gobierno comunista, sino de la población civil cubana?

No, no y no. Ni su vecino con sus más de 200 libras, puede meterse a defender a su hija, menos por vía de la violencia, ni Estados Unidos, al lugar donde muchos miramos y nos gusta, tiene el derecho de bombardear a Cuba hoy, por más que muchos estamos interesados en sacar al gobierno más que ineficiente que ese país tiene.

Igual pasa con Rusia y Ucrania, por más que Putín quiera justificar sus causas, las que repito, no domino a profundidad, las de verdad y las de mentira, más las que pueda tener en secreto, no tiene el derecho de caerle a bombas a un pueblo entero. Las bombas no tienen nombre, los políticos, buenos y malos ucranianos, están bajo buena custodia, el que está muriendo es el ucraniano de pueblo, que, muchas veces, ni de geopolítica sabe.

Estoy viendo las imágenes. Los edificios, donde viven personas, están incendiados, las calles comienzan a estar destruidas, los pobladores tratan de huir desesperadamente, otros han tratado de protegerse en túneles o estaciones de metro. Los niños, los viejos, la población están desprotegidos y están resultado heridos y muertos.

Además de las bombas de noche, acabo de ver una imagen, que, si no fuera porque fue filmada en tiempo real, podría parecer una de una película donde todo se exagera. Transitaba un carro civil por la senda derecha de una avenida y de pronto un tanque de guerra que salió de otra calle perpendicular, dobla violentamente a la izquierda sobre la avenida, o sea, en un ángulo de 90 grados y no sólo enviste al auto civil, sino que le pasa por arriba, dejándolo convertido casi en un plato llano. El pasajero milagrosamente quedó vivo, aún no sé cómo, sólo me imagino que se tuvo que haber pegado al piso del carro y quedó protegido por los asientos. En realidad, Putin no iba manejando el tanque, pero hay dos explicaciones, o el tanquista es un loco, maniático, asesino, que disfruta matando o está totalmente autorizado para arrasar con los ucranianos. La acción no admite otro análisis, dos cosas, locura criminal o inyección en venas para matar.

Ahora, tal como escribí a un amigo hace unas horas, muchos buscan la culpa en Estados Unidos, de nuevo el enemigo clásico. Tal como le dije a mi amigo, ya sabemos que Estados Unidos es el culpable de que ayer un japonés le cayó a bofetadas a su esposa, porque al terminar la II Guerra Mundial, los japoneses conocieron la Coca Cola, las hamburguesas y la música norteamericana. Hoy, los que hasta ayer decían que Putin jamás atacaría y que sólo era una maniobra mediática, cuando las bombas resultan innegables, cuando los muertos se comienzan a contar, cuando muchos dicen que el gobierno ruso se está defendiendo de un enemigo fuerte ucraniano, aparece el mismo mensaje, Estados Unidos y su guerrerismo, incluso cuando el gobierno norteamericano, poco enérgico, no ha apretado ninguno de los botones para disparar bombas.

Putin es, además de todo lo que es, un loco o un mal hijo de una buena madre, con un profundo sentimiento de zar, con un poder enorme en el país donde dirige. El gobierno ruso ha demostrado, una vez más, su posición imperial. El ejército ruso no es más nada que un ejército inyectado ideológicamente, que no puede diferenciar. El ejército no debe tener ordenes explicitas de tirar a los civiles, pero en ciudades grandes, muy pobladas, cómo controlar esto. Los muertos civiles serán reconocidos con el famoso título de "daños colaterales" y cada familia, si es que alguno queda vivo, será la responsable de sufrir por ellos. Los muertos en este u otro cualquier conflicto, pasarán sólo a ser estadísticas para los libros de historia.

Putin ha acaparado la atención mundial y está tratando de chantajear al resto de los países, sobre todo a los europeos, mandándole un mensaje directo a Estados Unidos y a China. Paralelamente, mientras los rusos están bombardeando a Ucrania, su representante diplomático está viajando por Nicaragua, Venezuela y nada más y nada menos que Cuba. ¿Buscando qué?

Para nada es una casualidad que el gobierno de Putin, que ya ha tenido muestras de “bondad” al cancelar parte de la deuda que Cuba tenía con lo que es hoy Rusia y darle un crédito blando a pagar muchos años hacia delante, con el concebido riesgo de que ni sea pagado y haya que volver a renegociarlo, hoy esté viajando para entrevistarse con los presidentes de estos países de Latinoamérica.

Esperemos que no sea para mucho, esperemos que se negocie la paz, esperemos que no existan más bombas y muertos sobre Ucrania, pero, ojo, esto puede pasar en cualquier otro momento en cualquier otro lugar. ¿Recuerdan la invasión china al Tibet?

Para mí la foto del conflicto ruso contra Urania.
Niños anónimos ucranianos saludando a sus militares que van a defenderlos.

La ONU, los gobiernos europeos, el propio Biden, muy tibios aún. Cuba, como siempre, una vez más, en la doble jugada, dice no estar a favor de la guerra como solución, pero ahora justifica a los rusos y los recibe en medio de un conflicto “imperial” de un solo imperio.

domingo, 20 de febrero de 2022

439.- Los cubanos somos correderos de carreras de velocidad, no de resistencia, entonces, ¿dónde está nuestro Gandhi cubano?

Eso de que la historia la escriben los vencedores, es más verdad que el carajo. No sólo es que la escriben, sino que la publican y como vencedores con todos los mecanismos a su disposición, impresión de todos los papeles, todos los medios de comunicación, bibliotecas, librerías, escuelas de todos los niveles de educación, más un enorme “colectivo” de censuradores furiosos y salvajes en lucha por méritos de incondicionalidad, la imponen. Los vencidos también escriben su historia, pero mientras los vencedores están en el poder, no significa nada o casi nada. La historia de los vencidos sirve, en un primer momento, sólo para amigos y familiares. La historia de los vencidos casi toda se pierde.

Si hay algo de lo que Cuba puede sentirse orgullosa es de la enorme lista de grandes pensadores: filósofos, teólogos, historiadores, desde siempre, o sea, desde casi los mismos inicios de la etapa colonial, que cuando en muchos otros lugares del mundo el hombre estaba aún en taparrabos tratando de “conquistar” el fuego para alumbrarse, calentarse y poder comer algo cocinado o frito, ya en Cuba teníamos muchos y muy buenos pensadores.

Sin embargo, nuestra historia y sus estudiosos que conocemos está hecha a conveniencia como a grandes saltos, algo así como: indios felices que cantaban y bailaban, llegada de los “malos” españoles, indios tristes, enfermos y muertos, entrada de los negros esclavos con sus religiones y tambores, un poco de azúcar, Céspedes y Agramonte, Maceo, Máximo Gómez, Martí. Aparición de los norteamericanos, “pseudo república”, corrupción, robo, Mella y Villena, obreros descontentos, aparición del joven Fidel, un poquito Frank País y Celia, Che y más poquito de Camilo y de ahí en adelante Fidel, Fidel y Fidel. Fin de la Historia. Todavía hoy para nuestro caso, se sigue haciendo lo que Fidel dijo que había que hacer, tal como recetas de cocina. “Dos de azúcar y una de café”. Resultado, potaje de frijoles colorados. Los vencedores hasta después de muertos siguen escribiendo las historias.

Así es el caso cubano, que no digo que sea único, ni excepcional, pero es el que me ataña. No sé cómo serán los ucranianos, tema de moda ahora mismo. Desde el primer día, los vencedores cambiaron todo, primero su participación, convirtiéndola en única, sus medidas, sus logros, todos exagerados y multiplicados, pero además toda la historia de Cuba desde el “choque de las dos culturas”. Si hay algo que será necesario hacer, es publicar todos los estudios que existen en secreto de muchos autores frustrados, desconocidos o peor, apartados, sólo conocidos por amigos y familiares, que tratan de organizar con verdades la historia de nuestro país.

Si algo resulta muy difícil de entender y al mismo tiempo hace grande a Orwell como escritor, es que en varias de sus obras, escritas a mediados finales de la década del 40 del siglo pasado, momentos donde creo que el escritor inglés no estaba muy claro de dónde quedaba Cuba geográficamente, fue capaz de escribir detalladamente un sólido guion, describiendo paso a paso, día a día, lo que luego otro protagonista, Fidel, en su revolución, a la cual primero llamó como le dio la gana, pero que muy rápido convirtió en comunista, tenía que hacer y sobre todo tenía que decir. Pudiera ser que el viejo refrán popular, ese de: “haz lo que yo digo, pero no lo que yo hago, fue inventado para él. 

La historia la escriben los vencedores y entonces se cambian vivos y muertos, se ponen a personas que no estaban, se quitan a personas que estuvieron y todos los hechos fueron únicamente ocurridos, para dar valor a los que encargaron que se escribieran. La historia a partir de ahí se divide en dos, los buenos, que, por supuesto fueron buenísimos y los malos, que más malos no pudieron ser. Los buenos nunca cometen errores, todas sus acciones son de éxitos y lo que no pueden lograr es por culpa de un enemigo que siempre existe, incluso cuando no existe o nadie lo ve, que es el responsable de los así y todo “pequeñísimos” fracasos.

Para los buenos no existen las derrotas, sólo son pequeñas escaramuzas perdidas, corticos pasos hacia detrás, muy pequeñitos, que sólo existen para permitir entonces las grandes “Victorias de batallas”. Siempre victorias con V mayúscula

La lista de obras y autores prohibidos, apartados, desconocidos bajo órdenes, es inmensa. La de los que se dedican a la historia patria más grande. Cuando fui estudiante y luego trabajé como historiador, conocí de la obra de Leví Marrero, destacado historiador, periodista, geógrafo, diplomático cubano. Leví fue el autor de una obra monumental, magistralmente escrita y documentada, que fue muy rápido censurada y ocultada, al bajarse el autor muy temprano del carro de la revolución. Esta obra, publicada en 15 tomos, “Cuba: Economía y Sociedad, 1492-1868”, tendría que ser de obligatorio conocimiento para todos los humanos nacidos en Cuba desde el mismo día de su nacimiento, más, sin embargo, no es así. La obra de Marrero se encuentra bajo la censura, llamada “bibliografía amarilla”, únicamente permitida a revisar para los autorizados, llamase grandes profesionales de la historia, políticos, diplomáticos, etc., que, sobre todo, sean garantía política ideológica, al menos en el momento de la consulta. Para yo poder consultarla en la Biblioteca Nacional, tuve que llevar una carta del mismísimo Eusebio Leal, donde declaraba casi que yo era él. Así y todo, la persona a cargo siempre me miró con recelo, algo así como lo que describe Umberto Eco en su gran novela “El nombre de la rosa”

Imagino que idéntico camino debe haber recorrido, la también super obra de Moreno Fraqinals, al que conocí personalmente, “El Ingenio”, de obligatoria consulta para conocer toda la etapa colonial cubana. Moreno Fraginals, profesional multi premiadísimo y homenajeado en Cuba y fuera de ella, más tarde, a mediados de los 90, también se bajó del carro de la revolución y se radicó en Miami y de seguro fue a parar a la lista de los que nunca existieron. Y esto es cómico y absurdo o absurdamente cómico, porque mientras trabajé como historiador, descubrí que muchos de los “famosos” que me rodeaban, imagino siga pasando, consultaba estas fuentes, sólo que al no tener que registrar la consulta oficial o simplemente por ética, muchas de las ideas que supuestamente aportaban, eran sacadas en silencio, tal como robadas en silencio, sobre todo de la obra de Levi Marrero.

No conocemos nuestra historia, entonces no podemos, ni podremos servirnos de ella. Los cristianos hablan de Jesús de Nazaret y su posición “respetable” de poner la otra mejilla, o sea, aquello de, no importa lo que me hagas, yo resistiré pacíficamente. Siempre que se habla de lucha pacífica, tal como si fuera nuestra familia, hablamos de Gandhi, el padre de la resistencia no violenta, la lucha no violenta o la desobediencia no violenta, para lograr un cambio político, social y cultural en determinada sociedad, ¿pero es que somos los cubanos cristianos todos o indios? No, no lo somos.

Por cierto, para los que mencionamos siempre a Gandhi y sus 16 huelgas de hambre, recordar que su vida pública política comenzó alrededor de 1893 cuando se trasladó a Sudáfrica y después de ser un personaje muy famoso y sobre todo querido por muchos fuera de la India y por millones y millones de indios, alcanzó su objetivo de lucha, o sea, terminar con el gobierno británico dentro de la India y unir a su pueblo en el año 1947. Poco después de su última huelga de hambre, cuando era ya muy viejito, fue asesinado a balazos por un extremista hindú. Gandhi, reconocido y llamado cariñosamente Bapu por los indios, que quiere decir padre, estuvo más de 50 años en la misma línea. ¿Dónde tenemos al Gandhi cubano?

Y con esto no estoy negando la idea de una determinada lucha civil pacífica, no estoy negando las marchas, las reuniones, las canciones, los carteles, los muros pintados, sólo que, en el caso cubano de hoy, se está luchando contra un enemigo, aunque nos duela, hasta hoy vencedor, que es fuerte y tiene todos los recursos y el poder para reprimir y que no sólo está envalentonado, sino que alardea de estarlo. Es como subir a un ring a boxear contra Stevenson y Mohamed Ali a la misma vez, que han declarado que nos van a liquidar y nosotros aparecernos con una pandereta española y cuando una de las dos bestias, o las dos, nos atacaran violentamente para arrasarnos, nosotros para defendernos, le tocáramos una dulce canción tradicional. Es como entrar a la jaula donde están muchos leones y leonas recién paridas, que llevan más de dos semanas sin comer y pensar que como llevamos puesto un perfume de marca no nos van a devorar porque reconocerán la calidad del olor.

¿Panderetas y perfumes de marca para el enemigo que ha declarado que nos va a arrasar? La verdadera lucha para derrocar a un gobierno sea cual sea, es algo más que una de aquellas peleas de boxeo que de forma muy cómica protagonizó Chaplin.

Foto que ha pasado a la historia sobre los sucesos de Tianamen y la llamada lucha pacífica. El chino civil podría también estar regresando del supermercado o ser un monje de Shaolin. Nunca se aclaró qué pasó con él. De seguro si la alta dirección del Partido Comunista Chino dio la orden, hoy esa persona esté muerta. Nada más fácil que pasarle por encima con un tanque de guerra a un chino de pueblo, eso no afectaría a las estadísticas de población.

No somos estudiosos de nuestra historia, entonces nos perdemos lo que podemos hacer como pueblo y sobre todo lo que no podemos hacer como pueblo, porque no nos viene con nuestra tradición, cultura, temperamento o alma como dijera mi amigo Ruso.

No nos viene y entonces no lo podemos improvisar. Veo las constantes llamadas a la lucha pacífica, creo que como una justificación para no hacer o no poder hacer más y eso está bien, sólo que para lograr esa lucha hay que conseguir que de once millones que somos dentro de Cuba, dos, tres, cinco o seis millones se lancen a la calle, dejen de trabajar todos los días, se sienten en el medio de las calles, etc. y permanezcan en las calles, sin comer, sin tomar agua por días, semanas y meses.

Recuerdo que ni en medio de la mayor efervescencia de la lucha de Fidel, con algunos combates en la montaña, con muertos en las ciudades, con presos y asesinados por las fuerzas batistianas, se llamó a una huelga general como apoyo. No se logró y no se logró, por unas nuevas razones, por otras viejas y repetidas, no importa ahora, pero lo de paralizar Cuba no tuvo efecto. ¿De qué vale que yo, desde mi computadora, en Texas ahora, me declare en guerra pacífica contra el gobierno de Cuba? Sencillamente de nada, el gobierno cubano se burlará de mí, como se ha burlado de miles y se está burlando de millones de personas todos los días.

Lo de la lucha pacífica o resistencia no violenta, no nos viene de cerca, no la conocemos. No estamos acostumbrados a ella, no tenemos un o dos Gandhi y entonces es fácil liquidar a los que aparecen como opositores. Los opositores mantienen una vida pública con dirección permanente, inscripción en una bodega y un carné de identidad, por lo que siempre, cuando la policía quiere, va y los recoge, tal como se recoge a un amigo para ir de paseo. Veo imágenes de las Damas de Blanco. Ellas salen valientemente a caminar, a menos de 20 metros las están esperando, cosa que ellas saben, las arrastran, las golpean, las meten violentamente dentro de carros o guaguas y el resto de los cubanos, que están presenciando la represión sólo filma con sus celulares. Bravas esas mujeres que aún salen a caminar, pero lamentablemente ellas caminan solas.

Veo, como ya escribí, a madres desesperadas porque sus hijos, sobre todo, los menores de edad están presos, algunos sancionados por ridículas causas a 15 o más años de privación de libertad, pero, ¿dónde están los padres, los familiares, los vecinos que los vieron crecer, los amigos, los brothers, las jevitas, los aseres, los ecobios, de esos jóvenes que hasta hace poco jugaban dominó juntos, se iban al Latinoamericano o de parranda al Vedado? ¿Dónde están?

Esa es Cuba. Si estudiáramos nuestra historia conoceríamos que es fácil reunirnos, pero muy difícil ponernos de acuerdo. Prima en nosotros el regionalismo, el caudillismo, el revanchismo, el que yo soy más que tú, la vigilancia, la delación, el miedo y peor, el terror. Siempre han primado esas diferencias, como en cualquier grupo grande humano, sólo que para nuestro caso el proceso revolucionario mantenido por muchas décadas logró enfermarnos. Revisemos algunos ejemplos de los más conocidos en nuestras guerras libertarias y comprobaremos de dónde salimos los que hoy estamos. 

Martí, el organizador, le da la orden a Maceo de salir en una expedición para Cuba. Maceo para molestarlo, le pide más dinero. Martí lo quita de jefe de la expedición y nombra a Flor Crombet. Maceo viene, nada más y nada menos como subordinado sancionado e imagino muy disgustado. ¿Maceo amaba a Martí?, Flor muere en el desembarco, tiros por la espalda. Maceo asume el mando. ¿Mató Maceo a Flor?, ¿Por qué Gómez, después de estar luchando 30 años por la independencia de Cuba y ser sin dudas el vivo que mayores y más méritos acumuló, renunció a la propuesta de presidente para 1902?, ¿Complejo por su origen dominicano o sabía lo que le venía para arriba tratando de poner de acuerdo a los cubanos?

Mella, un líder medio narcisista, detenido por Machado, el 5 de diciembre de 1925, comenzó una huelga de hambre, que en realidad duro muy pocos días, sus compañeros del partido comunista y de lucha, al parecer que no lo entendían mucho, lo acusaron de individualista, indisci­plinado, de tener nexos personales con la burguesía, de oportunismo táctico y falta de firme sentimiento de solidaridad, al final lo separaron de toda actividad pública, separación durante dos años del Partido, reconvención privada y pública. ¿Lo querían?

Después de firmada la Carta de México, donde se acordó que el llano, la lucha clandestina, apoyaría a la Sierra Maestra, la lucha armada, un grupo de jóvenes, entre ellos los hermanos Gutiérrez Menoyo y José Antonio Echeverria, atacan al palacio presidencia tratando de asesinar a Batista sin previa consulta y autorización del máximo jefe Fidel. ¿Golpe de estado a los luchadores revolucionarios de las montañas?, ¿Qué hubiera pasado si la acción hubiera tenido éxito?, ¿Le hubieran entregado por las buenas el poder a Fidel? 

Frank, uno de los más grandes, es asesinado por la policía de Batista, que apenas lo conocía. ¿El operativo montado exactamente en la cuadra donde se escondía, se debió a una llamada telefónica, poco justificada, que hizo Vilma Espín, cuando todos sabían que las líneas estaban tomadas?, ¿Le convino a Fidel Castro la muerte de Frank a pesar del mensaje amoroso que emitió cuando lo mataron, porque de esa forma pasó a controlar el movimiento en la ciudad que hasta ese momento no controlaba? 

¿Cómo es que Hubert Matos, comandante guapo de la sierra, que entró en La Habana en el mismo tanque de guerra que Fidel, donde se supone venían sus más cercanos, fue acusado de traición y puesto en cárcel por 20 años?, ¿Lo quería mucho el comandante en jefe?, ¿Qué pasó con Camilo? Apareció el Titanic y ni rastros del avión donde el Héroe de Yaguajay dicen se trasladaba, Ni una goma, ni una mancha de combustible o aceite, ni el sombrero. ¿Utilizó y engañó Fidel a algunos de sus compañeros de lucha?

¿Todos los campesinos del Escambray apoyaron a los llamados “bandidos”, muchos de ellos antiguos valientes luchadores de la guerra revolucionaria, a tal punto de merecer ser fusilados o sacados de sus tierras y reconcentrados a miles de kilómetros de sus orígenes?, ¿Se fue el Che a Bolivia porque era un internacionalista empedernido?, ¿Cómo es que en un momento determinado La Habana suspendió las comunicaciones con el grupo de guerrilleros?

¿El Héroe de la República de Cuba, el general Ochoa fue un delincuente que mereció ser fusilado o estuvo pagando un pacto de caballeros?, ¿Fidel, el libertador, el gran jefe, el único e insustituible, el padre de todos los cubanos era tan honesto, sencillo, arriesgado, desprendido, solidario, etc., tal como él mismo y sus acólitos lo presentaron?

Esa es nuestra historia, llena de estos hechos y otros miles que están ocultos o no han sido contados. Llena de esas historias de los vencidos que sólo se conocen por familia y muy cercanos amigos.

Alguien me dijo un día que, entre otras cosas, los europeos tumbaron el comunismo sin tirar un tiro, porque son personas rígidas y muy disciplinadas, que conocen de hambre y miseria, de guerras y muertos, de frío. ¿Somos los cubanos así?

Otra persona me dijo un día que, desde el punto de vista político, nosotros los cubanos no tenemos una formación nada fuerte, aunque pueda parecer lo contrario. Que somos un pueblo todavía medio primitivo, que la revolución intentó madurarnos con “carburo” como decía una de mis abuelas y nos hizo creer que éramos los mejores. Que aún nos encontramos en un primitivismo recolector-cazador tal que, venimos caminando, vemos un mango, nos subimos a la mata para cogerlo y comérnoslo, seguimos caminando, vemos una mata de tabaco, enrollamos una hoja y nos la fumamos, vamos a un río y con un palo engarzamos un pez para luego comerlo. Y al final del día nos parece que estamos bien.

La lucha escogida, o sea, la no violenta, no nos viene de cerca, porque no tenemos la paciencia debida para soportar años. Somos un pueblo de sangre caliente formados para correr carreras de 100 metros planos, pero cuando la idea es correr en una carrera de 800 metros o peor, participar en una marcha de 50 kilómetros, a la mitad del camino preferimos sacar una pandereta y cantar una conga. No conocemos mucho nuestra historia y entonces no podemos maximizar nuestras ventajas y reconocer nuestras debilidades.

La última revolución cubana, muchos de sus protagonistas aún están vivos y aún ocupan cargos dentro del desgobierno, no triunfaron con panderetas, sino que asaltaron armerías, pusieron bombas o petardos, mataron a batistianos, se alzaron en las montañas, inundaron las ciudades de seguidores dispuestos a actuar, matar y morir, quemaron cañaverales, tumbaron tendidos eléctricos, descarrilaron trenes, se agenciaron un apoyo, sobre todo económico, de la mediana y pequeña burguesía dentro de Cuba, se agenciaron un apoyo desde el exterior, incluso permitieron los sembrados de mariguana de los campesinos cubanos en la mitad de la Sierra Maestra, por lo que en aquel momento no se trató de la ética pregonada, sino todo fue a conveniencia. Un día tomaron el poder y al otro día y al otro año, fueron pasando la cuchilla a ras del suelo donde, el que tuvo que perder, perdió. ¿Cuán larga será la lista de los vencidos?

En el caso cubano, la resistencia que plantea derrocar al gobierno con panderetas es complicada y larga, porque entre otras cosas, es muy probable que nuestro enemigo sea también el dueño de las panderetas.

 






martes, 15 de febrero de 2022

438.- Ellas también bailan solas

Recuerdo que en varias ocasiones he escrito que me gustan los argentinos. Sigo siendo fanático a Fito Páez, ahora él más maduro, no puedo escuchar a Mercedes Sosa sin emocionarme y hasta encuentro encanto en aquel canto folclórico de Atahualpa Yupanqui, que dice “Porque no engraso los ejes me llaman abandona´o, Si a mí me gustan que suenen, ¿Pa que los quiero engrasaos?" Creo que el cine argentino es uno de los mejores de América Latina y dicen que la comida, sobre todo la carne, es muy buena. Se habla muy bien de la belleza de las mujeres en Buenos Aires. He descubierto recientemente a un psicólogo que aún a mi edad me enseña de forma muy pragmática sobre la vida y para colmo me he reencontrado con una antigua compañera de estudio que vive muy feliz en Argentina, por lo que supongo que yo también sería feliz viviendo allí. Quizás por eso la pasión y el respeto que siento sobre la historia que voy a contar.

Si hay personas que siempre me han inspirado una inmensa admiración son esas mujeres argentinas agrupadas en lo que se conoce como Madres de la Plaza de Mayo y Abuelas de la Plaza de Mayo. No sé por qué, no tengo idea, no soy argentino, ni tuve ninguna afectación personal con aquellos sucesos, no perdí a nadie, sin embargo, cada vez que me acerco a aquel momento, a aquellas mujeres, muchas nada jóvenes por aquellos años y los sucesos que lo caracterizaron, lo hago con un enorme respeto, tal como si algunas de ellas o todas fueran mi familia.

No voy a hacer aquí la historia completa, les recomiendo a que lean sobre ella. Es interesante, además conmovedora. Sólo hay que decir que, durante la férrea dictadura militar en Argentina 1976–1983, se calcula, algunos dicen que muy conservadoramente, que existieron 30 000 personas desaparecidas. Organizaciones argentinas e internacionales, más las declaraciones de familiares y los propios militares a cargo durante aquellos años, han afirmado que la cifra puede ser mayor, porque en realidad existieron muchos prisioneros y asesinados que nunca fueron reportados como tal y al no tener familia o quién los reclame, no aparecen en las listas, más que muchas familias por miedo no declararon a sus familiares desaparecidos.

En abril de 1977, tratando de pedir una audiencia al presidente de facto Videla y en espera de la atención de su secretario, 14 madres de prisioneros o desparecidos se dieron cita en la Curia Metropolitana, Buenos Aires. Al darse cuenta de que nadie las atendía y estaban perdiendo el tiempo, se movieron a la Palza de Mayo, lugar más céntrico, que está ubicada frente a la Casa Rosada, sede de la presidencia, lugar tradicional para manifestaciones políticas, bajo la siguiente idea muy lógica, individualmente no iban a conseguir nada, pero la presencia del grupo presionaría a que las recibieran.

Las 14 madres caminaron hasta la plaza y se quedaron paradas pacíficamente frente a la entrada de la Casa Rosada. Como existía un estado de sitio, policías se les acercaron para echarlas del lugar bajo el criterio de que estaba prohibido los grupos de más de tres personas. Ellas, haciendo caso omiso, comenzaron a caminar de dos en dos tomadas del brazo, alrededor de la plaza. La policía tuvo que soportarlo.

La próxima semana aparecieron más madres y así en los próximos encuentros. Ellas comenzaron a utilizar el pañuelo blanco que las identifica hasta hoy, hechos con pañales de niños, para representar a sus hijos y nietos desaparecidos. Esto es el comienzo de una lucha larga, con miles de dramas e historias que sobrevive hasta hoy a pesar del cambio democrático en Argentina a partir de 1983 con el gobierno de Alfonsín.

Guarden esta historia. 14 madres, caminando pacíficamente en círculos en una plaza, bajo una dictadura militar férrea y brutal, lograron crear un enorme movimiento, Madres de la Plaza de Mayo, cuando nadie quería hablar y menos reconocer el tema. Movimiento de amplio reconocimiento internacional, hoy con más de 40 premios internacionales.

Las Madre de la Plaza de Mayo pasaron de ser 14 mujeres que pacíficamente reclamaban los cuerpos de sus esposos, hijos y nietos, vivos o muertos, a más de 400 mujeres que se convirtieron en un prestigioso movimiento que lucha por los derechos humanos para el mundo, además de identificar a los militares que participaron durante la dictadura, asesinando, torturando, robándose niños bajo falsas adopciones, etc., para entregarlos a la justicia argentina para que paguen, o sea, sean juzgados y sancionados.

La historia demuestra esa famosa afirmación que dice que, cuando una madre pierde a un hijo, ya no tiene nada más importante que perder. Cuando una madre se siente despojada a la fuerza de eso que más quiere, esposo, hijo, nieto, es capaz de echarse el mundo a las espaldas y remover lo que tenga que remover. La historia que aún existe en Argentina es una muestra de que no existe el terror que paraliza cuando una madre tiene que defender a sus hijos y que el miedo humano y necesario, se supera constantemente.

Luego pasaron los años y en 1988, Sting, el casi genio, el casi único, el casi inigualable, estuvo en Buenos Aires por segunda vez. En aquella ocasión dio un concierto acompañado de otro inglés, Peter Gabriel. He visto ese video más de cien veces y les recomiendo verlo. Creo que no se puede ser visto sin uno emocionarse.

https://www.youtube.com/watch?v=-P9m-3mrflo


Como todo concierto de Sting, ahora acompañado de Gabriel, la expectativa fue enorme, la mitad del mundo siguió el evento y por supuesto miles de periodistas de las agencias más prestigiosas trataron de clasificar sus noticias. Miles y miles de personas en el lugar. Entonces Sting, ya marcadamente interesado por los problemas de los habitantes del mundo y ya con experiencia en campañas por la defensa de los humanos, en español, dijo:

“Cuando vine a Buenos Aires al año pasado, yo he visto miles de fotografías de desaparecidos. Hermosas jóvenes, jóvenes hermosos, niños hermosísimos. Yo me pregunto por qué la Junta Militar pensó que Argentina podría crecer sin estas bellezas. Yo me pregunto por qué la Junta Militar pensó que América Latina podría crecer sin este espíritu. Yo me pregunto por qué la Junta Militar pensó que el mundo podría crecer sin este talento. Esta canción está dedicada a los familiares de los desaparecidos”.

Luego, también es español comenzó a cantar su emotiva canción, “They dance alone”, (Ellas danzan o bailan solas), escrita precisamente para contar los sucesos de los desaparecidos, que mucho trabajo costó que fueran reconocidos.

“¿Por qué estas mujeres aquí bailan por su cuenta?
¿Por qué hay esta tristeza en sus ojos?
¿Por qué los soldados están aquí?
¿Sus caras fijadas como piedra?
No puedo ver qué es lo que desprecian
Están bailando con los desaparecidos
Están bailando con los muertos
Bailan con los invisibles
Su angustia no es dicha
Están bailando con sus padres
Están bailando con sus hijos
Están bailando con sus maridos
Bailan solas Bailan solas”

Grande Sting, en determinado momento de su canción, donde Peter Gabriel le acompañó en el coro, subió a un grupo de esas Madres de la Plaza de Mayo al escenario, con sus característicos pañuelos blancos y sus banderas blancas con sólo una silueta de un cuerpo humano sin rostro y una flor roja en las manos y les cantó la canción. Como si fuera poco, el Grande Sting dejó de cantar y acompañado sólo de la música, bailó con cada una de aquellas mujeres, con un respeto enorme, pero sobre todo con un contagioso cariño que desborda la pantalla del equipo donde se está viendo. Bailó con esas mismas mujeres sobre las que él había contado en su canción que bailaban solas. Bailó como muestra de reconocimiento y apoyo. Bailó para dar un mensaje al mundo. Bailó para que aquellas mujeres tuvieran con quien bailar.

“Es la única forma de protesta que tienen permitido
He visto sus caras silenciosas gritar tan fuerte
Si ellos dijeran estas palabras
También desaparecerían
Otra mujer en la mesa de tortura
¿Qué más pueden hacer? Están bailando con los desaparecidos
Están bailando con los muertos
Bailan con los invisibles
Su angustia no es dicha
Están bailando con sus padres
Están bailando con sus hijos
Están bailando con sus maridos
Bailan solas Bailan solas”

Todo esto para llegar a lo que quiero contar sobre Cuba y quiero decir desde ahora que considero que los cubanos, ni somos menos, ni somos anormales, ni tenemos ningún problema que nos diferencia con el resto de las actuaciones de otros seres humanos de otras latitudes. No somos mongos y si es cierto que muchos no reaccionamos como la lógica indica que deberíamos reaccionar, en tiempo y forma, también es cierto que, como cualquier pueblo, deberemos tener nuestros propios límites. Creo que, como pueblo, o sea, conjunto, hemos mejorado mucho en el camino hasta nuestra libertad del comunismo, aunque no pueda demostrar ahora mismo cuándo conseguiremos la mejoría total.

Hoy se sabe que, a partir de los sucesos del 11 de julio del 2021, el gobierno y sus fuerzas militares y para militares, autorizado explícitamente por su presidente, ha desatado una brutal represión contra parte del pueblo cubano, represión que hoy se mantiene.

A pesar de que el gobierno y sus lacayos internos, más sus repetidores, que, increíblemente viviendo fuera de Cuba, defienden al gobierno y a lo que aún llaman socialismo cubano, han tratado y están tratando de enmascarar, disfrazar, esconder, justificar, con sus siempre campañas de descrédito llamando delincuentes, vándalos, mercenarios, a los que participaron en las pacificas manifestaciones, las fotos, las entrevistas, las declaraciones y videos dicen lo contrario.

Existen millones de pruebas que permitirían hoy sancionar en cualquier tribunal serio a los autores represores por atentar contra los más elementales derechos humanos de un pueblo. Han existido miles de encarcelados y luego hoy, otro enorme número de sancionados a privación de libertad con sanciones aleccionadoras de más de 10 y 15 años. Juicios amañados, con testimonios falsos, con tribunales comprados y advertidos, con abogados defensores maniatados, con familiares reprimidos, apartados, imposibilitados de contacto con sus esposos, hermanos, hijos, etc.

Apareciendo por primera vez al público la detención y sanción a menores de edad por haber participado en las manifestaciones, lo que puede generar cierta confusión e incluso cierta defensa de los que todavía están emborrachados. ¿Menores de edad participando en marchas pacíficas que piden acabar con el comunismo? Si, menores de edad. Jóvenes, adolescentes, que están en contra de su situación, pero que, a la hora de ser evaluados, no reúnen los años para ser sancionados como adultos. Jóvenes, adolescentes que, por convencimiento o embullo, salieron a gritar “Patria y Vida”, “Abajo el Comunismo”, porque su realidad los lanzó a la calle, pero que frente a las leyes siguen siendo niños. Jóvenes que no mataron a nadie, que no robaron en ningún banco, que no pudieron ninguna bomba, sólo salieron a reclamar, lo que muy teóricamente para el caso cubano, es un derecho.

Adolescentes que fueron cazados como animales, sacados de sus casas a la fuerza, conducidos esposados, nadie puede desconocer que fueron maltratados físicamente y por supuesto más que maltratados psicológicamente. Adolescentes en calabozos, muchos, sin que sus padres supieran en los primeros momentos dónde se encontraban, o sea, durante esas primeras horas, quizás días, desaparecidos. Creo no exagerar, para los incrédulos o los que aún tratan de embarrar todo con vaselina, están por miles las fotos y los videos en internet.

Cada día me levanto y veo declaraciones de madres cubanas, que cuentan lo que están pasando con sus hijos detenidos en espera de juicios y ya sancionados. Madres que lloran frente a las cámaras de sus teléfonos pidiendo ayuda. Madres enfermas, desequilibradas, cansadas, que son, junto a sus hijos, chantajeadas, abusadas, reprimidas, presionadas por el gobierno. Madres que tiene preso no sólo a un hijo, sino a dos y a tres al mismo tiempo, en diferentes lugares, a las que se utiliza para contra sus propios hijos. Niños que están sin padres en sus casas porque sus mamás, único sustento hasta esos momentos, hay están dentro de calabozos, por sólo haber salido a reclamar precisamente la mejoría para los niños que tenían en sus casas.

Es triste ver a madres llorar frente a una cámara. Mujeres de pueblo, a veces de escaso nivel cultural que les permita explicarse bien y es triste precisamente porque todo el que estuvo detenido en Cuba, no importa un día, un mes, un año, sabe lo que los represores hacen con los familiares, saben las huellas que esto deja en los más cercanos, tanto para arriba, padres, abuelos, como para abajo, hijos, nietos, como para los lados, amigos, conocidos, etc. Entonces los sancionados son muchos, los que están dentro de los calabozos, más toda su familia que está aparentemente fuera de ellos, aunque todos sabemos que se tiene a la isla como cárcel mayor.

Hasta ahora, las madres lloran frente a celulares pidiendo ayuda. Otras, las más bravas, nos hacen los cuentos de los que les pasa diariamente. Algunas han tratado de salir a las calles para ver a sus hijos en los tribunales, cuando los bajan de los camiones donde los trasladan de un lugar a otro. Pero, de ahí no ha pasado, por lo menos hasta el momento y entonces me pregunto: ¿Cómo 14 mujeres pudieron pacíficamente crear un movimiento que, a pesar de que también trató de ser desconocido y escondido, movió al mundo, llamó la atención sobre Argentina y puso el tema de los desaparecidos y asesinados de una dictadura en el candelero mundial?, ¿Cómo esas madres sumaron a otras madres y a otras madres, donde como era sabido los militares en el poder, las agredían, reprimían, etc.?, ¿Dónde está aquello de defender a los hijos como furiosas leonas?

Es sencillo, claro desde mi cómoda silla, Hay que conocer la historia de las Madres de la Plaza de Mayo, quizás pedirles ayuda, quizás, ahora que está de moda la red, pasar un curso online con un solo tema: ¿cómo lo lograron?

Una madre cubana, llorando, desequilibrada de los nervios, filmándose frente a un celular, sola, no va a lograr mucho, pero 14 madres cubanas, citando oficialmente a la prensa internacional y a todas las organizaciones nacionales e internacionales que existen en Cuba, sentadas frente al Comité Central pueden empezar a cambiar las cosas. El gobierno las acusará de madres delincuentes y serán reprimidas, pero al día siguiente 37 madres se sentarán en la calle a conversar, el gobierno nuevamente las acusará, ahora de madres mercenarias y la policía las volverá a reprimir. Al día siguiente 57 madres, más padres, más hermanos, más los tíos, más los amigos que son familia, se volverán a sentar en la calle a conversar y así llegará el momento que no exista policía, ni calabozos, para reprimirlas.

Mucho he escuchado y personalmente repetido sobre la defensa de los hijos. Muchos, entre los que me encuentro, alardeamos de lo que somos capaces de hacer si alguien toca a uno de nuestros retoños. ¿Dónde está ese sentimiento ahora?

Y en realidad no hay que ir mucho a Argentina, Cuba tiene en su historia ejemplos de súper madres. La de Martí, la inigualable, según cuentan, de los Maceos, fábrica de producir hijos para la guerra, la madraza de Frank, Josué y Agustín País, la madre de Elian, que dio su vida y dejó a su hijo dentro de un salvavidas, pero además millones de madres y abuelas anónimas que han luchado a brazos partidos para echar a sus hijos adelante, lucha a veces no calculada, pero enorme. Madres que han visto partir a sus hijos para una guerra y los han recibido dentro de un ataúd cerrado, donde a veces ni cuerpo había, sólo una foto y una bandera. Madres que han despedido a sus hijos y los han visto partir por el mar sobre una balsa de construcción casera y nunca recibieron noticias de sus llegadas a tierra firme.  

¿Dónde están las madres cubanas, que, en defensa, como leonas, de sus hijos están dispuestas a derrocar a una dictadura, sin armas, sin combates, sólo con la persistencia de sentarse en el medio de la calle a conversar? No hay gobierno que pueda con esa imagen, no hay fuerzas represivas para reprimir a un pueblo entero. La imagen de una madre o abuela, arrastrada por la calle, que puede ser tu madre o mi madre, tiene que conmover a muchas otras personas. Una madre y otra y otra se convierte en una bola de nieve, capaz de movilizar, por ejemplo, al inglés Sting y llevarlo a Cuba a dar un concierto en favor de los “desaparecidos cubanos”.

“Están bailando con los desaparecidos
Están bailando con los muertos
Bailan con los invisibles
Su angustia no es dicha
Están bailando con sus padres
Están bailando con sus hijos
Están bailando con sus maridos
Bailan solas Bailan solas”

“Un día bailaremos en sus tumbas
Un día cantaremos nuestra libertad
Un día nos reiremos de nuestra alegría
Y bailaremos
Un día bailaremos en sus tumbas
Un día cantaremos nuestra libertad
Un día nos reiremos de nuestra alegría
Y bailaremos”

lunes, 14 de febrero de 2022

437.- “Para tus nietos”. ¿Optimismo o pesimismo?

Miremos seis realidades que ocurren en el mismo país en el mismo momento. Evaluemos los hechos, como dicen los norteamericanos.

  1. Cuba se prepara para celebrar el próximo abril un festival internacional de música, parece que de nombre San Remo, aunque por los problemas que ya comienzan a aparecer, las presiones internacionales, la renuncia de varios invitados extranjeros que han dicho no van a cantar en un país donde se violan los más elementales derechos humanos y se encarcelan a personas, incluyendo a menores de edad, por protestar pacíficamente reclamando sus derechos e incluso varios artistas nacionales, que se han comenzado a bajar, esgrimiendo “entendiblemente” razones de tipo personales, a lo mejor ya ni el nombre puede ser real. No obstante, sin conocer el costo, cosa que en Cuba nunca se llega a conocer, es fácil, por la tradición y experiencia vividas, saber que deberá costar muchos miles de dólares, más otros millones de pesos cubanos, sólo para que hoy la llamada “primera dama”, haga algo para lavar la imagen del desgobierno de su marido. Tal como si fuéramos Suiza, Mónaco o la misma Italia, madre de los festivales San Remo, Cuba, un país que se está partiendo en pedazos, sin agua potable, sin comida, sin medicamentos, con una población sobre todo joven que está restrenando, no la emigración, sino la huida, se entretiene en organizar eventos musicales para el beneplácito de la cúpula de gobierno.
  2. Se está tratando de impulsar un nuevo Código de Familia lleno de artículos tontos, pero en realidad la intención es de reparar sobre todo un asuntico con la niñez y la juventud que estaba medio suelto. Recuerden la historia sobre la que ya escribí de Hammurabi Díaz, tío de Díaz Canel, allá por el 1751 a.C. (antes de Cristo). Código de Familia para entretener, para dar la idea de que se está haciendo algo útil, para, en realidad esconder que no hay azúcar, café, ni papas. Código que, también por la tradición y experiencia vividas, ya está escrito y definido y sólo se anuncia para una falsa consulta popular, donde se aclara contradictoriamente que ese pueblo sólo podrá opinar, pero que nada se va a cambiar y menos se someterá el panfleto completo o algunas de sus partes a votación, o sea, algo así como: “ya yo lo definí, te lo comento para que luego no me acuses de que no te lo dije, puedo escucharte, pero te advierto, nada de lo que digas me interesa, menos va a cambiar mi idea”. Todo esto en un momento donde se le han arrancado de las manos a los padres y se han sancionado a privación de libertad a jóvenes menores de edad por salir a manifestarse el 11 de julio del pasado año o en silencio se está presionando a las figuras, sobre todo jóvenes, más visibles de la disidencia y por qué no la resistencia, a que abandonen el país, lo que antes pudiera ser llamado deportación.
  3. Campesinos cubanos, en un momento de crisis alimentaria, que yo recuerde y tengo buena memoria, la mayor crisis alimentaria de toda la historia a partir de la revolución, denuncian que miles de toneladas de, por ejemplo, tomates, coles, mangos, se pudren en los campos después de recogidas porque la estructura y burocracia del gobierno no los va a recoger. Esto genera que el campesino no reciba pago alguno por su cosecha, pero además que esos productos no lleguen a la población que pasa hambre. Paralelo, el campesino no puede vender sus productos de forma privada y muchas veces ni regalarla por temor a ser denunciado, multado, etc. Hambre en un país donde la tierra, a pesar del mal trabajo y lo rudimentaria de la labor agrícola, todavía, sin apenas abono, sin agua para regar, sin herramientas, menos con alguna tecnología moderna, produce. Mi padre me contaba que en las zafras que hizo e hizo voluntariamente nueve, muchas veces los macheteros, por hambre, salían a recoger mangos verdes para, mezclándolos con azúcar, hacer “dulce de mangos verdes en almíbar” para “apaliar” la falta de comida. 
  4. El Ministro de Economía, un pobre tipo víctima del gobierno, aunque un comedor de vaca también, que está puesto en su posición para recibir palos y compartir el desagrado que hoy la gran mayoría de los cubanos siente por el gobierno, asegura que las tiendas en dólares, que pocos productos tiene dentro, son beneficiosas para la economía nacional porque la impulsan, a pesar de que el pueblo, en un por ciento muy alto, no tiene acceso a ellas, las odias y las acusa de profundizar las divisiones entre los cubanos, en momentos donde la red de distribución nacional a la que estábamos acostumbrados después de 60 años, o sea, la regulada, murió, no existe y a penas oferta nada. Entonces la mayor parte del pueblo cubano, desformado y acostumbrado a vivir de lo que el gobierno garantizaba, hoy pasa hambre. Tiendas en dólares vacías, que obligan al cubano a comprar lo que hay, lo que aparezca, lo que llega, en la moneda que, paralelamente, es nombrada enemiga, explotadora, imperialista, que es garantizada por los que, todavía hoy o mejor, hoy con más fuerza, son reconocidos como gusanos, apátridas, mercenarios, entreguistas, etc. Hoy el valor del dólar en el mercado negro clandestino, pero casi oficial y público, está a más de 100 pesos cubanos y sigue subiendo.
  5. A partir de un acuerdo negociado en silencio entre los gobiernos de Cuba y Nicaragua, donde el segundo permite viajar a los cubanos sin necesidad de VISA, los isleños están saliendo en oleadas alocadas y desenfrenadamente para el país centro americano, llegando los pasajes de avión a costar cerca de 4 000 dólares. Unos pocos van a comprar a los mercados nicaragüenses y se regresan a la isla para trabajar y “engordar” el más que oficial mercado negro, pero la gran mayoría pone “pies en polvorosa” y comienza su viaje hacia el norte, la frontera de México con Estados Unidos. El gobierno cubano oficialmente publica en su TV nacional una intervención de la ministra de turismo nica, que asegura que los cubanos viajan a Nicaragua para ver de cerca los volcanes que no tienen en la isla caribeña. El mismo esquema de San Remo, la mentira publicada por la oficialidad, la mentira publicada para crear una opinión, la mentira que se trata de convertir para los crédulos en verdad. Decir que los cubanos están viajando para visitar el Momotombo,el Masaya, etc., no sólo es una enorme mentira, sino una gran humillación al pueblo cubano, una muestra más de lo poco que el gobierno siente por él.
  6. Un pueblo que, gracias a su enorme creatividad artística, sobre todo musical, hoy tiene dos himnos nacionales, el histórico, aquel que dice: “Al combate corred bayameses, que …” y el otro, “Patria y Vida”, recién ganador de muchos premios internacionales, incluyendo un Premio Grammy. Nada extraño para caribeños, viví en República Dominicana y ellos allí tienen paralelamente tres padres de la patria.  Un pueblo que todavía no sale a la calle masivamente a explotar al gobierno, pero cuando le dan un chance grita dos grandes frases, que un día deberán ser llevadas a los libros de historia, “Oye, policía pinga” y la cadenciosa y pegajosa: “Cuando yo diga Díaz Canel, ustedes dicen Singa´o. Díaz Canel, Singa´o, Díaz Canel, Singa´o”. Y que recién acaba de estrenar una conga santiaguera, con una gran y alegre participación popular, dirigida, o sea, lidereada por un joven negro que, para mí, muy simbólicamente viste un pullover con una bandera cubana en el pecho, seguido por otro joven, que toca un cencerro, vistiendo un sombrero de pirata, con un ojo tapado y todo, cuyo texto, elaborado a partir del mayor cuidado de nuestro idioma dice: “ya no me dan carne de “re”, de primera, ni segunda / el café me lo dan liga´o, la multipropósito perdió la junta / oyeeee, me quitaron el jabón de baño, hay que lavar con el detergente / me quitaron una libra de azúcar y liberaron la “pata” de diente. Oyeee, ya no existen los reyes magos, desaparecieron los juguetes, los niños están embarca´o, a los 7 años le quitan la leche”. Conga santiaguera arte, donde me parece ver a mi Viejo, arroyando, porque los santiagueros no bailan, la conga se arroya, vestido con una bata de casa, a la que antes allí le decían “kimona”, con los pantalones arremangados, unas chancletas de palo, (madera) y una sombrilla, Trocha arriba, Trocha abajo.

Esto, complicado de entender, está pasando ahora mismo, a la misma vez en Cuba, tal como si se tratara de muchos países. Esto, que puede ser perfectamente una buena muestra de lo “real maravilloso latinoamericano” creado por Carpentier, puede llegar a confundir y lo paradójico es que puede hacerlo con la misma fuerza y argumentos, lo mismo a la izquierda que a la derecha. Cuba es un país que parece que va a explotar por lo caliente que se pone y luego o paralelamente, tal como si tuviera un sistema anti-incendio desde el interior, muestra un frío gélido que desestimula. El mismo camino, tal como si fuera un elástico o muelle, se ve muy corto y alcanzable y luego se pone muy largo y enredado.

Es difícil, al menos para mí a la hora de escribir, definir una situación únicamente a partir de dos palabras claves. Siempre necesito escribir o hablar más. Cualquier hecho de la vida tiene muchas explicaciones. Mientras más personas intervengan, mayor sea la diversidad de todo tipo, entonces, cada una de estas palabras cobran vidas y variantes diferentes, incluso en la realidad, a veces, cuesta mucho trabajo verlas de forma pura, por lo que las actitudes de las personas se reflejan mezclando a la misma vez ambas definiciones, frente a un determinado hecho y proceso.

A mí me parece que por momentos podemos ser optimistas y segundos después podemos desarrollar una posición pesimista, porque, a veces, ningún proceso, hecho o acción es absolutamente de una forma u otra lo que nos permitiría estar en una posición u otra definidamente. Claro, todo esto dependerá de los implicados, de su fuerza, de su valor, de su historia, de su claridad, de su empuje, de sus ganas, de todo aquello que hacer ver una parte o posición por encima de la otra.

Existen personas que viven en positivo, se auto animan, se auto dan cuerda, ven, por encima de todo, sus sueños y esperanzas. Esas son generalmente optimistas, por qué no, líderes. Existen otras aparentemente contrarias, en las que priman los análisis más moderados, con más trabas y aspectos negativos, lo que los lleva a una vida o análisis pesimistas o cercanos a esa postura.

Es bueno decir, a partir de mi propia experiencia, que la vida es tan linda y rica y a la misma vez tan compleja y complicada, que lo de optimismo o pesimismo es parte de lo que todos los seres humanos pasamos diariamente. No recuerdo a nadie optimista todo el tiempo y digo esto porque a veces el optimismo desmedido deja de ser un sueño y alegría con vínculos terrenales y se convierte y confunde con una real locura o demencia. Pasa igual con el pesimismo. Las personas que transitan mucho tiempo en esa posición, llega el momento que, más que pesimistas, están enfermos, deprimidos, etc., y eso es otra cosa.

Todo, optimismo y pesimismo, nada más que posiciones humanas, están dentro de una posición cuerda, con una, más o menos, posibilidad de análisis. Lo otro, lo desmedido, lo irracional, para cualquiera de las dos posiciones, me parece enfermedad.

Veamos las definiciones más utilizadas.

Optimismo: ilusión, aliento, euforia, alegría, jovialidad, humor, entusiasmo, ánimo, esperanza.

 Pesimismo: apatía, congoja, decepción, desaliento, desconsuelo, desdicha, desesperación, desgana, desmoralización, despecho, dolor, enfado, infelicidad, melancolía, pena, quebranto, pesar, sinsabor, tristeza.

Todo esto y más, está inevitablemente relacionado hoy con Cuba. Yo, sigo en la posición optimista cuerda, que reconozco cada día se hace más complicada de mantener, porque existen muchas evidencias de la otra parte, de esa parte, no pequeña y no débil que asegura que no pasará nada, que todo es más rollo que película y que la sangre no llegará al río. Es a veces difícil mantener una posición optimista, frente a la realidad y a un grupo enorme de personas, queridas, que aseguran pesimistamente que nada cambiará, que los males de Cuba, generados por un desgobierno de seis décadas, serán eternos y que estamos condenados a nacer y morir sin lograr otra realidad, mala o buena, pero otra realidad.

Y esto me jode. Soy de aquellos hombres, ya casi maduro, que apostó toda su vida por el cambio dentro de Cuba. No recuerdo un momento a partir de mi adolescencia donde no haya planteado franca y abiertamente que esa llamada revolución era un fraude, que estábamos dirigidos por locos, que Cuba completa se encaminaba a la miseria económica y más que ella, a la miseria social, de valores, de ideas, a la que hoy se ha llegado. Es bueno, pero muy triste, recordar que hoy Cuba se acuesta pobre y en cada madrugada empobrece más. El amanecer de un nuevo día nos trae una posición más atrás de la que teníamos cuando nos acostamos y digo “nos trae” y “nos acostamos” conscientemente y no por error, porque cubanos, da igual si estamos dentro o fuera.

Me he pasado la vida, claro a mi nivel y dentro de mi entorno, discutiendo, a veces, discutiendo mucho sobre Cuba, lo que me trajo no pocas consecuencias en mi vida estudiantil y luego laboral, que ahora no vienen al caso. Salí de Cuba como muchos otros y me he refugiado en la sólida seguridad del duro, fuerte, agresivo y a veces despiadado exilio para mantener, lo que llamaría, mi lucha, siguiendo el nombre de un libro de un autor que ni mencionar vale la pena. Ahora desde aquí, detrás de mi PC, observo a Cuba y lo que veo es que, sin remedio, ni consuelo, sin escuchar críticas y consejos, camina francamente como el cangrejo, pero, además, como el cangrejo, que ya no puede estar más jodido porque le faltan algunas patas.

Sin embargo, mi optimismo, aún creo yo, con vínculos terrenales, me hacen seguir pensando que tiene que pasar, que estamos en un buen momento para sacar el comunismo del poder, no porque sea teóricamente malo o bueno, espectro enorme que la mayoría de un pueblo, cualquier que sea, no llega a calcular, no porque ha quedado demostrado por la vida de los padres europeos, que sólo es una etapa difícil entre capitalismo y capitalismo, sino, porque llámese como se llame, en el caso cubano, hoy ya en el 2022, no funciona, no tiene nada resuelto, no ha logrado sacar a un país de la crisis, por el contrario la ha profundizado en todos los aspectos donde la palabra crisis pueda ser analizada, porque con sus malas y más malas decisiones, sólo ha logrado destruir a un pueblo, o sea, a los seres humanos.

Lean a Viktor Frankl, sobreviviente del tristemente famoso campo de concentración Auschwitz, en su libro “El hombre en busca de sentido” o lean la historia de los sobrevivientes del hecho que se conoce como la Tragedia de los Andes en 1972 y podrán entender, que más allá de comida, ropa y posesiones materiales, el ser humano necesita encontrar un sentido a su vida, a lo que hace. Sentido, camino, huella que lo hace moverse. Ese sentido o significado en Cuba hoy se perdió para una gran mayoría.

Si contamos los que se han marchado de Cuba desde 1959, marcha que hasta hoy no se ha detenido y los que están dentro de la isla viviendo de forma incómoda por darle un nombre, más los que estando dentro de la isla no están de acuerdo con absolutamente nada de lo que el gobierno propone, viviendo lo que un día leí contado por el Cardenal Jaime Ortega Alamino, un “exilio interno”, el número de personas afectadas es de muchos millones.

Teniendo en cuenta ese 86% que dicen votó por la nueva constitución, donde se declara eterno, incuestionable e inamovible al partido comunista y a lo que ellos llaman sistema socialista, del cual en la práctica más allá del nombre, queda poco, pensando que ese por ciento fuera de verdad, de conciencia, conseguido en el año 2019, de allá para acá ha llovido tanto, que estoy seguro de que si sometieran a votación libre, sin presiones y chantajes, esos dos aspectos nuevamente hoy, no conseguirían ni el 8 con que comienza la cifra que ellos diariamente exhiben para decirle al mundo que todos los cubanos queremos al comunismo. Para demostrar lo bueno de la conquista española, los nativos en ese país enarbolan lo que se adelantó en América con el desarrollo que ya tenía España en 1510.

El gobierno cubano, tiene nada más y nada menos, que la figura de un presidente, que la mayoría de los cubanos no saben de dónde salió y peor, no confían en él. El gobierno cubano tiene un presidente desprestigiado, que dio la orden de “combate” contra una parte del pueblo desarmada, lo que ha desatado la mayor represión pública desde el año 1959. Y es ese mi optimismo. Si, es cierto Fidel fue el más malo, pero en aquello de “si salimos, llegamos y si llegamos triunfamos”, tuvo, aunque nos duela, mucha razón. Fidel, el diablo, tuvo y aún muerto, tuvo y aún tiene mucha ascendencia sobre el pueblo cubano, lo confundió, lo utilizó, siempre diciendo que era con cariño. Todavía hoy, frente a la cara del actual presidente Díaz Canel, muchas personas gritan: “viva Fidel”. Raúl, bueno, Raulito tiene un gran mérito, es el hermano de Fidel, que como hermano pienso que siempre le envió un cake el día de su cumpleaños, pero, Díaz Canel y, ¿Ese de dónde salió? Y de ahí mi optimismo.

Recuerdo que, en mi visita a Cuba, estábamos sentado en el portal de mi casa, compartiendo una de aquellas animadas conversaciones entre 10, 12 personas, donde todas hablamos a la vez y nos entendíamos y el tema que se impuso fue Cuba. Mi madre trataba, tal como hace una gata recién parida cuyos cachorros comienzan a caminar en muchas direcciones a la misma vez y los trae cerca de ella una y otra vez, trataba de que la conversación no se fuera a “mayores”, dejando siempre una frase de ilusión y hablando de un tal “proyecto”. En un momento, mi joven medio hermano y digo lo de medio para que se entienda el momento, o sea, era hijo no de mi madre, sino de mi papá con otra esposa, muy respetuoso y creo que, hasta temeroso, le preguntó a mi madre: “¿Alicia, pero esa mejoría de la que usted habla para cuándo será?” Entonces ella, con una de esas caras únicamente típicas de actrices como la norteamericana Joan Crawford, la mexicana María Félix o la siempre estelar cubana Raquel Revuelta, le respondió: “Para tus nietos”. Mi hermano aún no estaba casado.