domingo, 14 de marzo de 2021

Esto ahora no puede ser verdad.

Ya tengo 58 años, entonces ahora soy más maduro para ir a la carga.

¿Esto será verdad o mentira? No, esto ahora no puede ser verdad.

Será una propuesta seria, pensada o el resultado de un tipo que no tiene nada que hacer y se propone como payaso para entretener a sus, cada día, menos espectadores y seguidores. Será la mejor actuación de un payaso o la peor de las actuaciones de un artista circense, viejo, cansado, aburrido, adolorido, sentimentalmente desajustado y deprimido. Un payaso que se mira al espejo y se ve gordo, frente a sus espectadores que bajan de peso diariamente.

Hace no muchos días apareció una canción, Patria y Vida, compuesta e interpretada por un grupo de jóvenes cubanos. Boommmmmmm. La canción pasó de lanzarse a convertirse en una obra vista por millones de personas. Patria y Vida es hoy como un himno que las personas fuera y dentro de Cuba escuchan, cantan, repiten, salen a la calle con carteles, pullover, se la han tatuado en el cuerpo, reacción que los propios autores-cantantes, declaran que jamás pudieron imaginar que ocurriría.

Patria y Vida, sale como opuesto a aquella frase muy parecida, pero totalmente diferente que se repite en Cuba desde 1959 hasta hoy domingo por la mañana constantemente. Cada vez que se termina un discurso de cualquier índole, cada vez que se celebra una fecha histórica, cada vez que el gobierno quiere justificar algo, pero además cada vez que se quiere agredir a alguien, cada vez que no hay papas, que se va la luz, que no existe un transporte para que las personas puedan moverse fácilmente, cada vez que se cae un edificio matando o no a personas.

Y siendo sincero, he escrito en otro momento anterior que la idea de Patria o Muerte me parece la mejor de las frases pronunciadas cuando un país se encuentra agredido por un enemigo externo que quiere usurpar, controlar, dominar, conquistar o reconquistar un territorio determinado. Patria o Muerte es la mejor definición del mejor sentimiento nacional de cualquier pueblo que se quiere defender, pero, esa idea, que, en el caso cubano, sólo trata de lastrar el desarrollo de un pueblo, es ya impronunciable.

Y es que estos tipos, el gobierno, no pueden menos que estar locos. Por ejemplo, el gobierno acaba de anunciar que lleva diez años organizando un “reordenamiento” de ahora si va a resolver todos los problemas para lograr la felicidad prometida en aquel alegato histórico pronunciado por Fidel Castro en 1953. El reordenamiento sanador y solucionador de todos los problemas. Semanas después de comenzar a implementar el desastre de plan, el presidente actual, acaba de decir, así como si nada, que hay que “ordenar el reordenamiento”. ¡Diez años para planificar el reordenamiento y al comenzar a implementarlo, concluyen que hay que reordenarlo!!!!!!!!!!!!!!!! Pero, ¿Qué han estado haciendo?, ¿Estos tipos se creen dueños del tiempo? Nada, frente a la incapacidad, pues Patria o Muerte y todo está solucionado.

Patria o Muerte ha llegado a cansar a los cubanos, o al menos a esa parte de los cubanos que ni vive bien, ni tiene compromisos con el gobierno, ni tiene ya miedo y de ahí la acogida de esa canción cantada en cubano, que dice, en resumen, no queremos más muerte, lo que queremos es VIDA.

Por supuesto, tan pronto se estrenó la canción e inmediatamente haber roto todos los récords de audiencia y téngase en cuenta que, por los medios oficiales de información y comunicación cubanos, todos propiedad del gobierno cubano, no se ha exhibido, apareció la respuesta de siempre, Patria o Muerte.

Primera Etapa. Horas y horas de transmisión y páginas escritas en los periódicos, condenando la canción, destruyéndola, analizando cada una de sus palabras, los versos, las comas, los puntos, más la armonía, los coros, los solos, etc. Fracaso.

Segunda Etapa. Horas de transmisión, en un país donde no hay comida, ni medicinas, dedicadas a tratar de destruir a los autores-cantantes. Fracaso rotundo, porque para este caso los autores-cantantes no son de aquella burguesía que abandonó Cuba en 1959, no pertenecieron a la brigada que desembarcó en Girón, ni estuvieron afiliados a Mas Canosa, ni forman parte de aquella “oposición histórica”. Fracaso porque muchos de esos mismos autores-cantantes hasta hace muy poco fueron elogiados, cantados y bailados, no sólo por todo el pueblo de Cuba, sino por el mismísimo gobierno y sus afiliados. Los autores-cantantes hasta hace muy poco comulgaban o al menos no se metían con el gobierno, lo que hizo que hasta hace muy poco el propio gobierno los utilizara orgullosamente como “embajadores culturales”. El propio presidente cubano, se vio asistiendo y bailando junto a su esposa en varios de los conciertos dados por algunos de estos jóvenes cantantes populares. Paradójico en el caso cubano, porque muchos de ellos durante toda su vida en Cuba fueron repudiados, desconocidos y sólo el éxito internacional los llevó a la palestra cultural cubana oficialista. De nuevo el fracaso.

Ahora, nuevas horas de transmisión para tipificar a esos mismos jóvenes y tratar de traducirle al pueblo el objetivo del gobierno. Ahora esos jóvenes son: jineteros, delincuentes, entreguistas, anexionistas, bajos, sucios, vende patria, negros mal agradecidos. Ahora esos jóvenes, los mismos que hasta hace pocas semanas eran revolucionarios para seguir e imitar, ahora son enemigos. Nuevo fracaso.

Tercera Etapa. El gobierno corriendo, dio la orden a los autores y cantantes que quedan dentro de la isla y se han querido prestar al juego, como una solución de coger popularidad, quizás un viaje o una casita, para que fabricaran canciones en respuesta a la canción Patria y Vida. Y, como dice el viejo refrán, el remedio ha sido peor que la enfermedad. Las canciones que han aparecido no sólo son malas, sino malísimas. Son la peor de las muestras de la composición y música cubanas, un país que si algo ha tenido durante toda su existencia es buenos músicos, poetas y cantantes. Las canciones aparecidas “por encargo” del gobierno dan soberbia, dan pena y, sobre todo, ganas de vomitar.

En el intento han buscado a cantantes que nadie conoce, han mezclado el guaguancó con el rap, tratando de llegar al mismo público de la canción ganadora. Han utilizado, como siempre, una vez más, a niños y jóvenes, digamos inocentes, para darle cierto candor al nuevo proyecto. Resultado, las canciones fabricadas por encargo, sólo han ganado más burla, más rechazo, más pena y, sobre todo, reafirmar la calidad de Patria y Vida. Super fracaso.

Entonces Patria y Vida, más que una canción se ha convertido en una idea que le está diciéndole al gobierno, no te queremos más. Muchos cubanos fuera de Cuba la han tomado como símbolo, pero, además, muchísimos cubanos dentro de Cuba la han comenzado a usar, en sus cuerpos, en sus ropas, en sus casas, en sus manifestaciones. Respuesta. La represión cada día más abierta y agresiva. Ahora escuchar y cantar Patria y Vida es un delito. Poner en la pared de tu casa Patria y Vida es un atentado contra la seguridad del estado cubano. Tararear la música es considerado un desacato a la autoridad, que es sancionado por las leyes que esa autoridad se ha inventado para sobrevivir. La simple letra de una canción ha puesto en crisis a todo un gobierno, que hasta hace muy poco se nombraba fuerte. Una canción, seis jóvenes han fracturado más los cimientos de ese gobierno. Una letra y un mensaje, ha pasado a ser un enemigo al que hay que combatir por todos los medios, hoy, más que nunca, por la fuerza. La policía y los agentes de la seguridad del estado están quitando teléfonos, irrumpiendo en las casas para ordenar o evitar que las personas pongan la canción, están, bajo la mayor fuerza, sin la mínima consideración, obligando a las personas a no salir de sus casas, bajo la única explicación de que no me da la gana de que salgas. Fracaso total. La canción no sólo ha removido a Cuba, sino que puede estar removiendo la opinión internacional y eso al gobierno no le gusta.

Cuarta Etapa. Al ver que poco funciona, ya un joven periodista, ya no sólo sin valores, sino sin gandinga, aparece frente a las cámaras de TV diciendo que nada es nuevo, que la idea de patria y vida es propiedad, nada más y nada menos, que del comandante Fidel Castro, por tanto, es una idea también revolucionaria. Y eso puede ser cierto, Fidel, en sus muchos años en el gobierno, de lo poco que hizo fue dar muchos discursos, muy largos todos. Horas y horas de discursos, donde estoy convencido que su objetivo era mencionar cada una de las palabras recogidas en el diccionario de la lengua española. Nunca importó el objetivo, nunca importó la coherencia, ni si lo que contaba era cierto o no, lo que importaba era llenar espacio, darle para adelante y para atrás, dejar establecida su propia versión de nuestra historia, cosa que cambió constantemente a su conveniencia y mencionar todas las palabras de la lengua castellana.

Entonces, es probable que en algún momento Fidel haya mencionado e incluso empatado las dos palabras, patria y vida, según el periodista joven sin gandinga, que, para darle autenticidad revolucionaria a la frase, dijo que fue en uno de aquellos discursos diarios por la recuperación del niño Elian. Quiero recordar que hubo días de dos discursos cada uno de ellos de más de 4 o 5 horas e inmediatamente aparece el nuevo fracaso.

Díaz Canel, presidente cada día de menos cubanos, como aquel niño que llora porque los grandes le han quitado la merienda en la escuela o como aquella prostituta a la que han dejado en medio de una calle oscura sin haberle pagado por sus servicios sexuales, aparece con una declaración. ¿Es que no tiene otra cosa que hacer?

Hasta hace muy poco era defender Patria o Muerte, como bandera y símbolo de eso que ellos aún, sin mucha justificación real, siguen llamando revolución. Patria o Muerte era la consigna que significaba ser primero revolucionario y luego cubano, en ese orden, porque lo de cubano sin revolucionario no es importante. Patria o Muerte habla de continuidad y entonces se inventan ejemplos bien coordinados desde los aborígenes en 1492, pasando por los mambises, mencionado a los jóvenes de la llamada “Generación del Centenario”, hasta hoy con un Fidel muerto, un Raúl desaparecido e imagino chochando y una enorme cantidad de dirigentes gordos, mentirosos y oportunistas. Patria o Muerte hasta hoy nos dividía, o sea, estás conmigo o estás contra mí, estrategia ejemplarmente implementada por Fidel siempre, desde sus propios inicios en la vida política de Cuba, por allá en sus años mozos como estudiante de la universidad, hasta que murió y ha dejado a todos, incluso dentro de su familia, fajados, según dicen.

Ahora el presidente Canel, que es lo más gris que ha pasado por nuestra historia, declara que Patria y Vida, la idea que han tratado de extirpar como un cáncer maligno durante semanas y no han podido, ahora, es una, dice Canel, “de nuestras convicciones” y, además, en su defensa aclara amenazadoramente que “No dejaremos que la vacíen de significado los que trafican con el dolor y las necesidades del pueblo”. Finalmente, para acentuar su poca creatividad, sólo se le ocurre decir que “Reivindico el Patria y Vida de Fidel y de los revolucionarios de Cuba”, o sea, no soy yo, no se me ocurrió a mí, por mucho que me pagan como presidente de un país para tener ideas, una vez más, me estoy aferrando a la imagen del “amigo invicto”, me estoy agarrando de lo que él queda, me estoy hundiendo con él y por supuesto de esa forma lo complazco, hundiendo más a eso que, cada vez que ellos quieren vestirse de amorosos, llaman pueblo.

Canel no sólo demuestra su grisáceo cerebro, sino que es un tipo, que, para hacer el fatal papel de payaso triste ahora, es capaz de cualquier cosa. Hace muy poco, repito, la pequeña frase de Patria y Vida, fue tomada como una idea contra la revolución y ha provocado miles de repudios, detenciones, golpes, abusos por parte de las fuerzas policiales y ahora días después como acto último fatídico, es una frase revolucionaria que fue pronunciada, nada más y nada menos, que por Fidel, por lo que pasa a ser una frase de la Revolución Cubana. Las prostitutas baratas, las que no les queda más remedio que vender su cuerpo y servicios por muy bajos precios a muy bajos postores, tienen mucha más dignidad.

Patria y Vida, según el propio presidente, es una de las convicciones del gobierno, que claro, ya no quiere la muerte de nadie. Ya no importa la agresión foránea, ahora lo que es importante es que lo de vida es lo que quieren los revolucionarios de toda Cuba. Ya no importa nombrar de gusanos, de enemigos, de vendepatrias, de mercenarios, ahora Patria y Vida es propiedad también del gobierno actual. Hay que recordar que este presidente fue el mismo que salió corriendo dentro de su carro presidencial, escoltado por sus guardaespaldas cuando el pueblo habanero de Regla se le echó encima. No se paró, no dio el pecho, no explicó y convenció a nadie, cogió miedo, se dejó convencer por su seguridad personal y “puso pie en polvorosa”. Fidel fue siempre más inteligente, llegaba cuando alguien le decía: “Comandante, está todo bajo control”, entonces llegaba como triunfador. Así fue incluso su llegada a La Habana, que no fue el día 1 de enero, fecha señalada como el triunfo porque Batista amablemente se había largado a media noche del 31 de diciembre, sino que espero tranquilamente hasta el día 8 de enero, una semana después, cuando todo estuvo organizado para su desfile sobre el tanque de guerra, tal como pasa en las carrozas de los carnavales.

Imagino entonces que pedirán disculpas, imagino que no volverán a dar golpes a hombres y mujeres, a jóvenes. Imagino que la pondrán en la radio y la televisión, teniendo en cuenta el éxito que ha tenido la versión original, en contra posición a todas las demás versiones por encargo que se hicieron para combatirlas. Imagino que el propio Canel, para demostrar su “convicción” se la tatuará en parte de su cuerpo como han hecho otros cubanos de ese pueblo que él menciona.

Imagino que Decemer, Alexander, Randy, Yotuel, Maikel y el Fonky serán declarados trabajadores vanguardias del Ministerio de Cultura. Se les llevará a todas las actividades políticas y le darán a fin de año un premio “Girasol de Opina” de la popularidad, si es que esto existe todavía. Imagino ver a Cuba llena de vallas y carteles que digan Patria y Vida, lo que sería bien económico porque sólo habría que sustituir la palabra muerte donde quiera que ella esté. Imagino que puedan hacer nuevos arreglos con las imágenes de archivo de Fidel pronunciando lo de vida y a Canel y su esposa nuevamente bailando como buenos cubanos.

Imagino que ya no tengan otro invento, sería demasiados fracasos juntos, por encima del ordenamiento del reordenamiento en que se encuentran ahora los que planificaron científicamente el reordenamiento.

sábado, 13 de marzo de 2021

58 años.

Creo que lo bueno y lo malo que tiene la vida es el tiempo. Por una parte, el paso del tiempo es la mejor garantía de que estamos vivos y paralelamente es la mejor muestra de que tiempo es lo que se nos está escapando.

Hasta hace muy poco, cuando escuchaba que alguien tenía 60 años, me parecía que se hablaba de una persona vieja. Entonces debo reconocer que he sido injusto muchas veces.

Hoy me veo manejando cuesta abajo sin frenos hacia esos mismos 60 que tan lejos me parecían.

Es bueno porque el haber vivido, en mi caso, puedo reconocer que me he puesto de acuerdo conmigo mismo. Me conozco, me gusto, sé lo que quiero, lo que no quiero y comienzo a transitar por ese camino donde los que me rodean son importantes, pero no decisivos. Es malo, porque ya no se puede cambiar el pasado, he descubierto, ahora con más calma, los miles de errores y las miles de faltas y al reconocerlas con cierto temor, me gustaría volver a empezar.

Imagino que es común para muchos, mi cerebro aún es joven, sigue teniendo fuerzas, incluso ahora más fuerza, pero al mirar el dorso de mis manos descubro que comienzan a aparecer las mismas manchas oscuras que tenían mis abuelas. Sigo luchado por ser joven, pero me doy cuenta de que ahora tomo pastillas todos los días para controlar mi presión arterial y mi colesterol. Me sigo aferrando a la juventud, pero a veces me tengo que echar algo de mentol para disminuir una molestia en tal o más cual músculo. Sigo pensando que soy joven, pero cada día Martica me repite que ya no puedo comer tanto por las noches.

Creo haber vivido, a veces, de forma muy acelerada. Fui un niño revolucionario, pinté muchos contener y clavé muchas banderitas cubanas para adornar mi cuadra. Juré ser como el Che sin conocerlo, pensándolo, ahora bien, quizás me hubiera gustado ser argentino. Crecí rápido y equilibrado, no asistimos en mi casa al psicólogo cuando fuimos niños. No tomamos pastillas para los nervios. En la adolescencia, muy temprana, abandoné mi actitud soñadora y me declaré en contra de casi todo lo que venía del gobierno. Descubrí la música que me gusta y hoy todavía me acompaña. Ayudé responsablemente a mis hermanos a crecer. Compartí con mis padres, vacaciones, trabajos domésticos, traguitos de ron, juegos de cubilete, ideas, sobre todo muchas ideas. Tuve tíos y primos. Quise mucho a mis dos abuelas, en gran medida, por cierto, mis mamás. Estudié como era el deber. Trabajé como un loco. Me casé con Martica enamorado. Tuve hijos. Me divorcié y por suerte y un poco de mi cerebro, reconquisté a la “presa abandonada”. Hoy sigue a mi lado, sin opción de nuevo abandono. Trabajé y estudié más. Salí para quedarme, regresé para volver a hacer trámites para irme. Fui el hombre de una casa y en centro de una familia. Estuve en calabozos, triunfé en las reuniones con los miembros de la Seguridad del Estado. Fui muy buen amigo de mis buenos amigos. Pagué o pienso haber pagado todos mis errores en el plano sentimental. Escribí dos libros, tengo dos más para publicar. He escrito miles de artículos, mensajes, folletos, textos docentes. He construido con mis manos muchas cosas materiales. He abierto y cerrado muchos huecos en las paredes donde quiera que he estado. Me fui de Cuba para mejorar. Conocí República Dominicana y allí dejé mi huella y muchos amigos. Llegué a la “tierra prometida”. Tengo una bella e inigualable nieta, que me dice abuelooooooooooooooo. He visto a mis hijos crecer, los he ayudado sobre todo en aquello de “dale, Superman que tú puedes”, He descubierto que mis hijos me han superado y eso me hace sentir orgullo. Vivo bien y contento en un lugar donde jamás pensé vivir. No morí, no me he deprimido, sigo sin tomar pastillas para los nervios, no me siento solo, no me siento extraño. Añoro a mi Cuba, quizás esas cuatro calles donde crecí y a ciertos humanos, pero no a Cuba. No sufro. Soy feliz dentro de mi felicidad que para nada tiene que ver con televisores, celulares y marcas de carros.

Estuve en Londres cuando viajar a Londres no era fácil para los cubanos. Recuerdos gratísimos. Soñé con ir a Japón y a Egipto. Hoy me conformo con ir al “Monumento de los Presidentes” en Rushmore, Dakota del Sur, a sólo 8 horas de mi casa. Sonrío cuando alguien me pregunta sobre mis planes para mis próximos 5 años. No me escondo, no finjo con cara de liderazgo inteligente o genio y respondo: no tengo planes, a lo mejor puedo adelantar algo para el próximo mes. Cada día tiene su propio valor, entonces 1825 días son demasiados para poder planificar de forma “terrenal”.


Me estoy ahorrando los planes a largo plazo, mis plazos ahora son más cortos. Me estoy ahorrando los disgustos, hoy, tiene que ser algo extremadamente importante o urgente para que me saque de paso. Logro, no sin grandes esfuerzos, controlar mi pasión y mi super velocidad de respuesta. Escucho más y aunque sigo hablando mucho, hablo menos.

He sido injusto al pensar que a los 60 años ya se es viejo. He comenzado a mover el límite y lo ha colocado para los próximos 15 años. Ojalá llegue por lo menos al borde inferior de ese momento. He aprendido que la persona aparentemente más simple, tiene una historia que contar y una enseñanza a transmitir. Sigo siendo un entusiasta aprendiz de casi cualquier cosa.

He aprendido que no quiero morir. Sin tenerle miedo a “La Parca”, me gustaría que me dejara tranquilo y fuera de sus listas por un buen tiempo más. Lo que pasa es que, al menos para los cuerdos o semi cuerdos, mientras más se vive, más se quiere vivir. Mientras más se experimenta con lo bueno y malo, más deseo de continuar en el experimento, porque como conclusión, lo bueno siempre es muy superior a su antagónico.

58 años, la edad exacta para comenzar a vivir.