domingo, 16 de octubre de 2022

467.- No había que ser marxista, no había que ser genio, sólo lo que se necesitaba era leer a Lincoln.

Ahora mismo no sé por qué me llama la atención tanto la figura de Abraham Lincoln, para colmo de bienes, mi primer hogar y digo hogar y no casa conscientemente, aquí en Estados Unidos, donde viví feliz por casi 10 años, fue la ciudad Lincoln, capital del gran Estado de Nebraska, justo en el centro del país.

Gracias a la belleza, la buena vida y como consecuencia el disfrute de todos aquellos años, hoy con sólo escuchar o mencionar la palabra Lincoln, me resulta muy familiar, allí me reencontré con mis viejos amigos de Cuba, Ruso, Mayincito, Richard, allí hice nuevos amigos.

Abraham Lincoln es, de hecho, una de las personas más importantes, por su carisma, por sus conocimientos y actuaciones de toda la historia de este inmenso país. Nació en 1809, dedicado a la vida política, después de intentos en el Congreso y Senado fue electo presidente y ocupó el cargo el 4 de marzo de 1861.

Durante su gobierno, enfrentó la Guerra de Secesión, reconocida como el conflicto armado más sangriento de la historia de Estados Unidos, el cual, a decir de especialista, por encima de los eventos bélicos, trajo consigo una enorme crisis moral, constitucional y política.

Sus logros fueron grandes, nada más y nada menos que la abolición de la esclavitud, el fortalecimiento del gobierno federal y la modernización de la economía nacional, logros que de por sí solos lo hacen más que grande.

En 1864 fue relecto por aplastante mayoría, lo que lo hizo continuar frente a la presidencia del país, hasta que, en 14 de abril de 1865, presenciado una obra de teatro junto a su esposa, fue asesinado por la espalda por John Wilkes Booth, quien le disparó directamente a la cabeza. Una sola bala fue suficiente para quitarle la vida.

Lincoln, abogado, dicen que muy querido como persona, quizás por su origen humilde que al parecer lo llevó a creer de verdad en la justicia, la libertad y la paz, entre las miles de cosas que hizo, dijo y escribió, dejó, quizás como explicación, quizás como ideas para el futuro de su propio país, lo que hoy se conoce como las “Ocho Leyes de Lincoln”.

Impresionante y muy concreto análisis de cómo administrar y qué hacer o no hacer para lograr un país próspero. Sus ideas, imprescindibles a pesar del tiempo que ha pasado, perfectamente se adaptan y pueden servir de guía, no sólo para Estados Unidos, que creo que ellas forman parte de su psicología, prosperidad y desarrollo, sino para cualquier otro país del mundo.

De más está decir entonces, que esas mismas ideas, así enumeradas, pero hechas totalmente al revés, son las que han llevado a Cuba al descalabro, primero económico y como consecuencia social y humano.

Cuba siempre fue una contradicción, que muchos miraron callados, porque no se puede llegar a pensar que todos fueron o fuimos anormales y otros criticaron hasta donde la crítica fue posible.

Según el marxismo soviético, lo recuerdo de mis clases universitarias, siempre se le prestó mucha importancia a la relación entre la base y la superestructura. El propio Marx, padre teórico de todas estas ideas, aseguró en su “Contribución a la crítica de la Economía Política”, que:

“El conjunto de estas relaciones de producción forma la estructura económica de la sociedad, la base real sobre la que se levanta la superestructura jurídica y política y a la que corresponden determinadas formas de conciencia social”.

El marxismo entiende por base el conjunto de las relaciones de producción cuyo carácter está determinado por la forma de propiedad, en la nueva sociedad los “famosos” medios de producción estarán en manos de la sociedad entera, lo que asegura que por primera vez en la historia el hombre de pueblo sería el dueño verdadero de esos medios de producción y por tanto de la riqueza que se genera, para el cual el propio marxismo establece una forma de distribución, sobre todo totalmente humanitaria.

Si estudiamos la realidad cubana, desde el mismísimo comienzo de la llamada Revolución Cubana de 1959, a pesar de que los protagónicos se nombraron marxistas-leninistas y estuvieron muchas décadas asesorados directamente por los propios soviéticos, se hizo exactamente lo contrario y se trató de inventar, en la misma medida que se violaban muchos de los preceptos descritos de la teoría que según los estudiosos era tan completa, detallada y abarcadora, que con sólo seguirla al pie de la letra se resolverían todos los problemas y se conseguiría un hombre no sólo nuevo, sino totalmente feliz y realizado.

Cuba nunca tuvo una revolución económica, para nada importó la economía, a no ser para satisfacer caprichos e inventos sobre todo de Fidel Castro. Los llamados momentos de “gloria y abundancia económica” nunca fueron reales, ellos estuvieron respaldados totalmente por la gran ayuda e intervención extranjera, por aquellos años comunista.

No existe un solo plan económico que haya tenido éxito mantenido en el tiempo. Las vacas, las frutas, el café, los cerdos, la producción industrial de cualquier cosa, tal como soldaditos de plomo, fueron cayendo uno detrás de otros sin resultados. Los inventos, experimentos y caprichos de los dirigentes cubanos, muchos de ellos alocados, como las miles de ideas megalómanas de la fábrica más grande, el estadio más grande, el parque de diversión más grande, el embalse o presa de agua más grande, la producción de azúcar, café, carne, cítricos, etc., más grandes del mundo, para nada sirvieron. De todas ellas hoy no queda nada. Ese es el verdadero legado de Fidel y de todos aquellos que hasta hoy ocupan el desgobierno

Tal parece que se hizo a exprofeso, porque en Cuba, la superestructura, o sea, las leyes y sobre todo la política, no sólo subordinan a la base, sino que la ahogan, la oprimen, la inmovilizan y la destruyen.

Tal parece que a nadie le importaba la economía. Según dicen un poquito, al principio, le importó al Che, que trató de enseñarlo desde la mismísima lucha armada, pero nadie le hizo mucho caso y un buen día, cuando molestó un poco con sus ideas y ejemplo, se lo quitaron de arriba. El argentino, inteligente parece, se dijo, “a buen entendedor, …” y se fue con su idea guerrerista a morir en Bolivia, después de haber probado y fracasado en el Congo.

Ernesto, dicen los que lo conocieron de cerca, estudiaba economía de madrugada y obligaba a sus subordinados a estudiar y someterse a exámenes, sin importar día, hora, familia, ni nada, mientras Fidel y el resto del combo comían en restaurantes, fiestaban y se acostaban con intensiones sexuales, no paternales, con las muchachitas revolucionarias. El Che hablaba del ahorro y la producción industrial propia y se fijó en los chinos, mientras Fidel y el resto del combo, asesorados “desinteresadamente” por los padres soviéticos, hacían fiestas, tomaban ron o whiskey, fumaban tabacos, comían langostas, se adueñaban de un país entero que habían encontrado funcionando, preguntándose: “¿Economía para qué, si esto es el paraíso en la tierra?  De hecho, está reconocido que los “hermanos” soviéticos, nunca vieron con buenos ojos a Ernesto, acusándolo de aventurero, improvisado, etc.

Cualquier idea política, incluyendo miles de extranjeros que pasaron por Cuba a recibir cursos de formación ideológica y militar, las guerras y guerrillas en muchos lugares del mundo en que nos vimos metidos los cubanos, las marchas diarias por toda Cuba con el sólo objetivo de gritar “gusanos”, “abajo el imperialismo”, los interminables y casi diarios discursos del “invicto” Comandante en Jefe, etc., siempre fueron más importantes que producir yucas o boniatos. La idea de convencer al mundo con la idea de que todos estábamos alegres, lo que debió y debe constar miles de millones de dólares, se impuso siempre a la idea de construir calles, acueductos, casas, etc.

Entonces creo que no fueron brutos, sino hijos de putas, a los que para nada les interesó, más allá de conservar el poder y la buena vida, nada.

No había que ser marxista, había sólo que leer a Lincoln, creo que en las leyes que dejó, no sólo explica cómo lograrlo, sino, explica perfectamente, sin habérselo dedicado o propuesto por qué Cuba es hoy lo que es. Veámoslas detalladamente, ellas se explican por sí solas, no obstante, no dejaré de aportar mis comentarios.

1.            No llegarás a la prosperidad despreciando la economía. Fácil de entender. Fidel nunca trabajó. Mientras fue estudiante fue mantenido por su familia. Luego de revolucionario sus compañeros pagaban por su renta, su comida, su transporte, en la Sierra Maestra dormía sobre sábanas blancas, tomaba agua fría de un refrigerador que tenía en su comandancia, participó en muy pocos combates para cuidar su vida, etc. Luego del triunfo descubrió el camino de los discursos, jamás mantuvo de su salario a su familia y se convirtió en líder político e ideológico de Cuba y una parte del mundo con una imagen que él mismo se inventó. Sus intentos económicos, todos, fueron inventos, malacrianzas y caprichos, nada más pensar en la célebre no lograda zafra de los 10 millones donde todo el país se paralizó y desvió para lograr un número que desde el principio era imposible de lograr. Reparar en que los árboles frutales, los territorios de viandas y frijoles, fueron cortados y destinados a sembrar productos, también como la caña que, por tradición milenaria se sabían que no se daba. Recordar el capricho de los Panamericanos, con miles y millones de pesos y dólares en la construcción de estadios e instalaciones deportivas, para sólo decir que sí se podía. Recordar los experimentos con el ganado, tratando de crear en Cuba un ganado vacuno que nunca tuvimos, que diera más carne y más leche que todas las vacas registradas en el mundo. No menos desacertado fue la intervención de todos los pequeños negocios, cafeterías, tiendas, talleres, pequeñas fábricas, etc., en aquella llamada ofensiva revolucionaria del año 1969. Ni hablar de las guerras, dinero y recursos, más el reconocido olvido del interior de Cuba y sus problemas, para mantener a miles de hombres luchando en cualquier lugar del mundo. No existe hasta hoy un plan de los inventados en el sector económico que se mantenga, que camine, que haya tenido algún resultado estable durante años. Hoy, gracias a Fidel y por supuesto a sus más cercanos continuadores Cuba es una ruina económica, una Cuba que en 1959 brillaba dentro del continente americano. Una Cuba receptora de inmigrantes, de turistas. Un país que económicamente se mantenía, donde por ejemplo en 1959 tenia más cabezas de ganado que personas. Un país que no se destruyó con la guerra, por lo que todo, hasta el último bar, la última bodega, la más pequeña fabriquita funcionaban. La pregunta es: ¿cómo lograron en tan poco tiempo destruir todo eso, hasta llegar hoy a no tener ni agua potable de forma estable y constante para ofrecer?, ¿A quién se le pudo ocurrir intervenir a un pobre hombre que vendía granizado en una esquina, o sea, hielo y algún sirope de sabor, para crear entonces la empresa estatal socialista de granizaderos?

2.            No puedes ayudar al obrero degradando al que le paga su salario. Lo de los salarios ha sido para llorar. Recuerdo que jamás, jamás alcanzaron bien, aunque por momentos parecía que servían para comprar los alimentos en la bodega. Los salarios desestimulan, en la misma medida que eran todos iguales, por los llamados “tridentes”, donde hicieras lo que hicieras no se estimulaba al que trabajaba y se les pagaba lo mismo a los vagos, destructores, etc., por lo que era más conveniente ser vago y destructor. De ahí la confeccionada teoría del saber popular de que “ellos, refiriéndose al gobierno, hacen que nos pagan y nosotros, el pueblo, hacemos que trabajamos”. La teoría nos señaló a TODOS como dueños, pero como todos no podemos administrar se creó una “casta” de administradores revolucionarios, muchos que ni idea tenían de lo que iban a administrar, pero se mostraron incondicionales. Se creo un gobierno burocrático a todas las instancias, cuya única misión era pasar decisiones de arriba abajo, sin el más mínimo poder de crear, muchas veces sin la mínima posibilidad de resolver nada. Ejemplo típico de los Delegados del Poder Popular, puros lleva y trae sin el más mínimo poder, ni recursos. Al eliminarse la propiedad privada sobre los medios de producción e intervenir y estatalizar hasta el último carrito de limpia botas, la creatividad, la lucha por el crecimiento, la inventiva, etc., desaparecieron, para dar paso a una clase obrera, más los intelectuales que poco a poco fueron creando la iniciativa de “luchar”, que en buen cubano quiere decir robar o al menos resolver con los recursos del estado cubano los problemas privados, hasta llegar incluso al enriquecimiento. Lo que crea enormes problemas, somos 11 millones de personas tratando de sacarle al gobierno por la izquierda lo necesitado para vivir. Durante décadas el salario del obrero, del profesional, para mayor problema, el del campesino, jamás representó un estímulo para levantarse de la cama. El salario implementado de forma absoluta y totalitaria por el gobierno comunista, como única fuente de trabajo oficial, hoy menos que nunca sirve de nada. Los cubanos siempre tuvimos una forma adicional de vida, el invento a todos los niveles, la “lucha”, el robo y desde hace varias décadas las remesas familiares y de amigos, provenientes desde el exterior. Los dueños dejaron de existir, fueron llamados capitalistas abusivos, mercenarios, explotadores para dar paso a un gobierno lobo vestido de oveja, como única solución de vida, que en realidad sólo ha explotado tres, cuatro, cinco veces más a los que dirige. Pensar en los médicos que se alquilan al exterior, lo que se paga por ellos y lo que ellos en realidad reciben.

3.            No puedes fortalecer al débil debilitando al fuerte. Más claro ni el agua. Si debilitas al fuerte, en vez de fortalecer al débil, lo que logras y es lo que ha logrado el gobierno revolucionario cubano es debilitar y hacer más pobres a todos. Es cierto había pobres en Cuba en 1959, no se puede ocultar, personas que vivían mal por diferentes razones incluyendo las personales, pero hoy somos pobres todos. Si algo se ha logrado es expandir, engordar, ensanchar, la miseria. Es cierto, hoy todos somos iguales, pero somos iguales en los problemas, en la escasez, en la no tenencia de oportunidades, en la pobreza, en la no esperanza y visión de futuro. Preguntar a un cubano hoy, ¿Cómo estás?, la respuesta siempre es la misma, _Aquí en la lucha. Hoy más que nunca existen en Cuba barrios enteros de esos llamados de “llega y pon”, hoy más que nunca se comenten en Cuba delitos de todos tipos, protagónicos los económicos. Hoy más que nunca existen personas viviendo en casas de pisos de tierras, sin baños con letrinas coloniales fueran de las casas. Hoy más que nunca la población cubana deambula por las calles, si trabajos, sin objetivos, tratando de encontrar cada día qué vender, que comprar para revender, robando, asaltando, etc.

4.            No promuevas la hermandad de los hombres incitando al odio de clases. Bueno para qué hablar de odios. La revolución cubana y su gobierno, llevó la división no sólo a las clases, sino a la familia. Nos pusieron a vigilarnos entre vecinos, nos pusieron a criticarnos entre compañeros de trabajo y escuelas y hasta fajarnos por un ventilador, una lavadora. Se implementó la vigilancia llamada “revolucionaria” donde entraron además todas las miserias humanas, la envidia, el odio, el revanchismo, el “quítate tú, para ponerme yo”. Se acusó de homosexuales a personas por usar una camisa rosada, se acusó de gusanos a todos aquellos que pensaban y creyendo en la sinceridad expresaban sus ideas, se acusó de traidores a la patria a aquellos que se les ocurrió realizar una crítica, se marginó a los religiosos por anticientíficos o anti materialistas, brujos, oscurantistas, etc. Se fabricaron campos de concentración, se estigmatizo a los religiosos, se les apartó, se prohibieron las relaciones con todos aquellos que salían del país, obligando a los padres a olvidar y peor, denigrar de sus hijos, a los hermanos a considerarse hijos únicos, a los hijos a no comunicarse con sus padres, todo esto al menos de forma pública, siempre, siempre para los cubanos existió una izquierda. Fuimos obligados a inventar a un familiar marinero o diplomático para justificar la tenencia de un par de tenis o un “pitusa”. La ideología llegó a los niños, a los jóvenes cuando ninguno de ellos sabía de ideología. Los padres, dirigidos por el gobierno, se convirtieron en el principal freno de sus hijos, tratando de controlarlos e inmovilizarlos con ideas absurdas, irreales, irrealizables, que sólo lastraban al pasado. El odio, vestido de armónica acción revolucionaria todavía hoy existe, quizás más que nunca, cuando se ordena a golpear, arrastrar, vejar, humillar a mujeres, jóvenes, pueblo en general por sólo mostrar un determinado descontento. El odio ha creado en Cuba una de las poblaciones carcelarias más grandes del mundo. Los cubanos, a los mejor no somos marxistas, ni martianos, quizás ni seamos fidelistas por más que se diga que se quiere a Fidel, lo que, si somos, muchos, incluso en diferentes países del mundo donde nos encontramos es odiadores y no es que seamos malos del todo, es que como resultado de más de seis décadas de un vivir, hoy somos un pueblo enfermo. Somos un pueblo con miles de reservas, con miles de frustraciones, muchos con deseos entendibles de venganzas.

5.            No puedes ayudar al pobre destruyendo al rico. Obvio, creo que no hay que explicar mucho. Recuerdo cuando estudié Historia en la Universidad y se hablaba de la incorporación patriótica de los esclavos a las luchas independentistas, tratando un poco de alzar esa definición ideológica que en realidad no existía. El hasta hoy patrón, que explotaba, abusaba, pero daba comida, atención médica, ropa, algunos días de fiestas, etc., reunía a sus esclavos en el patio y les decía, a partir de hoy son libres, yo me voy a la manigua a luchar por la independencia de Cuba. Los esclavos se miraban y se preguntaban, ¿libertad? El patrón les decía, si son libres, entonces ahora caminen para allá y búsquense por ustedes mismos cómo comer, cómo vestir, dónde dormir, cómo trabajar, etc. Puede parecer fácil, pero para aquellos africanos bajados de un barco esclavista e internados toda la vida en un campo cubano y para los que incluso nacidos en Cuba como esclavos, no conocían más nada que el ingenio, el batey, la iglesia y la casa del amo, era algo imposible de procesar, así de rápido, tan sólo con que alguien les dijera, son libres. Entonces muchos, como lo habían hecho hasta ese momento siguieron al amo, ahora “compañero” a la lucha, sin saber ni tan siquiera mucho lo que aquello significaba. El obrero, el pobre, no tiene los mecanismos, no tiene la educación, no tiene la experiencia, no tiene el dinero para poder salir de su pobreza así de fácil. El pobre necesita ayuda, necesita apoyo, necesita estudio, necesita que alguien le señale y apoyo en el camino. El pobre, si algo aspira es a hacerse rico, pero eso cuesta mucho tiempo y trabajo. Muchas personas nacen inteligentes, incluso genios en determinadas áreas o profesiones y viven y mueren pobres. Se necesita de políticos hábiles, de gobiernos serios, no para que les quiten a los ricos y les repartan a los pobres, porque a la vuelta de años, todos serán pobres, sino para establecer planes, programas reales que permitan a las personas formarse para progresar. Cuando los pobres reciben de gratis toda la vida, sólo lo que se crea es una actitud de gorrión, o sea, bocas abiertas esperando que el gobierno y Estado provea. Hoy Cuba todavía espera lo que el gobierno prometió. Todos los días los cubanos esperamos lo que el gobierno dice que nos va a dar e incluso lo exigimos como un derecho absoluto, creándose esa ley que hoy nos mantiene, el gobierno dice que nos va a dar, nosotros esperamos que nos de y entonces el gobierno nos exige agradecimiento y compromiso por lo que nos ha dado. El gobierno, a veces disculpándose otras no, nos dice ahora no puede ser, tienen que esperar y nosotros, bravos o contentos, entendiendo y confiando o no, esperamos. La sabiduría popular dice que el gobierno cubano, primero te parte la pierna, luego te lleva al médico para que te pongan un yeso y después de hace declarar que estás contento porque te arreglaron el miembro.

6.            No puedes establecer una seguridad bien fundada con dinero prestado. De eso sabemos y por eso tenemos lo que tenemos. El compromiso de Fidel fue gritar y poner a gritar a un pueblo frente a los Estados Unidos, eso fue lo que más le importó, mientras eso ocurría, los soviéticos y su campo socialista nos mantenían. No importaba la economía porque el dinero, las armas de todas las áreas, aviones, barcos, tanques, submarinos, las comidas, las películas de cine y tv, las ropas, los perfumes, los relojes, las cámaras fotográficas, los refrigeradores, los ventiladores, las batidoras, los radios, y, todo lo demás, nos llegaba por aquella idea de internacionalismo proletario, el Consejo de Ayuda Mutua Económica, CAME, y el subirles el nivel a los países más pobres de esa unión. Cuba, mientras mantenía apagones para su interior, llegó a reexportar el petróleo que los soviéticos enviaban. La deuda externa cubana no sabemos exactamente cuál puede ser, una gran parte de ella ha sido condonada, la otra jamás la podrá pagar. Luego dinero prestado como créditos chinos, de empresarios europeos, etc., para desarrollar planes locos. Dinero cubano que en 1959 tenía el mismo valor que el dólar norteamericano, hoy ha quedado para jugar a las cartas o coleccionarlo como sellos o postalitas. Economía cubana totalmente dependiente del exterior. He caminado algo por Estados Unidos, el dinero lo produce el pueblo norteamericano. La Unión no depende de las exportaciones, menos del turismo. Los grandes consumidores y productores de un estado rico son los propios norteamericanos. El dinero prestado, los créditos blandos engañosos, etc. sólo crean una visión de mejoría, pero efímera, sobre todo cuando ese dinero se invierte y no es capaz de recuperarse. Cuba acostumbrada a pagar con azúcar y ron, hoy no tiene que dar a cambio, hoy ruega para que le den más plazos para pagar los préstamos que ya desde hace mucho están vencidos. Estados Unidos, por ejemplo, es un país rico, porque sus habitantes, o sea, yo, soy rico. Lo otro, los sueños alejados de la realidad son locuras. Hoy el gobierno cubano dueño de un país entero, función totalmente errada y desproporcionada, sigue teniendo grandes deudas y sigue sin poder pagarlas. Recuerdo que el crédito chino para mejorar trenes y líneas férreas, Fidel lo utilizó, sin consultar con los chinos, para comprar refrigeradores, aires acondicionados, ollas eléctricas para cocinar, etc., con tal de subir su rating de aceptación popular e hizo aquellas intervenciones desastrosas, donde presentaba al mundo ventiladores inventados con motores de lavadora, un refrigerador de 70 años, batidoras manuales, etc., sin aclarar primero que ese era el resultado de su revolución. El pueblo circo reía y él, una vez más, quedaba como el salvador que se había enterado ese día del retraso que teníamos como pueblo. Resultado disgusto del gobierno chino, hoy no tenemos trenes, ni líneas férreas seguras, menos equipos electrodomésticos o los servicios para repararlos y la deuda a pagar debe ser inmensa. Caprichos. Pero, además, la deuda no sólo es externa, aunque sea de la que más se habla. Cuba, adquiere por ejemplo el café o la miel de los productores, sale en el NTV que se exportó e ingreso por ese concepto X cantidad de dólares, siempre el número parece grande, pero no les paga a los productores en pesos cubanos el precio y la compra de su producto. Eso es igual para todo, por tanto, el productor no tiene como volver a producir, además de que se le va acabando el estímulo.

7.            No puedes dar al hombre valor y carácter, quitándole su iniciativa y su independencia. En Cuba el hombre es sólo una herramienta y lamentablemente es considerado como uno de esos medios de producción que tanto el marxismo menciona. No puedes crear, no tienes cómo. No puedes crecer, no tienes cómo y el crecimiento está mal visto por el gobierno y sus seguidores, y además por muchos de pueblo que como no lo pueden hacer, “prefieren que te lo quiten”, por lo que un crecimiento, que te coloque fuera de la manada, puede ser, no sólo mal visto, sino enjuiciado, encarcelado, etc. El hombre no es independiente para decidir, porque desde que nace hasta que muere está condenado a depender del gobierno. El hombre en Cuba está tratado como un animal, al que el gobierno “padre de todos” le echa comida, la comida que él determina para engordarlo y mostrarlo como que está contento y satisfechos. El hombre en Cuba está preso, incluso cuando no vea las rejas. No existe la iniciativa porque lo que está previsto es que sea solo un disciplinado ejecutor. Las ideas, las tienen otros, los llamados escogidos, que en muchos casos no tienen ideas

8.            No puedes ayudar a los hombres haciendo lo que ellos podrían hacer. Seguro. La idea no es crear anormales que ejecuten “disciplinadamente” sin pensar, porque entonces el hombre no se crece, no crea, no pare. La idea no es crear gorriones con la boca abierta todo el tiempo en espera de lo que la madre gobierno pueda traerle. En Cuba no se habla de busqué, sino hablamos de lo que nos van a dar, entonces esperamos por un padre gobierno que nos dijo que nos beneficiaría, esperamos y esperamos, todavía hoy por un gobierno que en realidad cada día debe levantarse pensando que es el último día. Es un compromiso que ahora mismo no sé si Marx o Lenin u otro loco describió, pero que convierte al hombre en un ente que espera para después obligarlo a agradecer. Ese lastre de espera, muchas veces se manifiesta en los cubanos incluso cuando viven fuera de Cuba, acostumbrados a que nos den, esperamos a que el gobierno nos mantenga. Para muchos ha sido durante décadas un negocio, yo me porto bien y el gobierno me premia, pero con eso se acaba la libertad, la libertad de pensamiento, de expresión, de movimiento y de creación. La idea que viene de la prehistoria de ese hombre que lucho contra animales, contra adversidades de la naturaleza, por el dominio del fuego y lo que eso significó, la idea de asentarse y mejorar constantemente se destruye con el comunismo. El hombre necesita ilusión, esperanza, saber que si puede. Necesita levantarse todos los días con la idea de que va a crear algo nuevo para su propio beneficio y para el de los demás, pero sobre todo el hombre necesita ver y experimentar la mejoría. Todo éxito exige sacrificio, años de trabajo, investigación, pensamiento, pero el éxito, la mejoría, la estabilidad, etc., tiene que verse, porque todos tenemos sólo una vida. La función de un gobierno no es mantener de por vida a todos, la idea debe ser darte las herramientas, los caminos, las estrategias y acciones para que tu puedas lograrlo. La idea no puede ser a que esperes a que yo gobierno me dé cuenta de que tú tienes una cama de 150 años y un día cuando yo pueda o quiera te la cambie, la idea es que yo gobierno estimule la fabricación de camas, luego que estimule la venta de camas y luego al final te estimule a trabajar y crear para que tú puedas comprarte una cama, dos cama, no la cama que yo quiero, sino la cama que tu quieres y entonces ese sólo hecho de poder comprarte por ti mismo la cama de tus sueños, enriquece, engrandece y te hace echar para adelante. Eso el comunismo nunca lo entendió y entonces por incapacidad real, trata de comprometer sentimentalmente al hombre a cambio de nada, solo de sentimientos. El hombre defraudado se cansa. Hoy en la presente oleada de cubanos que escapan y huyen de la isla, mayoría jóvenes, vamos por más de 200 000 que han llegado a la frontera de los Estados Unidos, el supuesto enemigo. Sólo en esta última oleada migratoria, lo que debería poner al gobierno en entredicho. Tantas personas no pueden estar equivocadas, como han tratado de demostrar siempre. ¿Qué más necesita un gobierno para darse un tiro?

No había que ser marxista, no había que ser genio, sólo lo que se necesitaba era leer a Lincoln.

 

 

sábado, 8 de octubre de 2022

466.- Norma - Marylin.

Acabo de ver “Blonde”. Conozco a la persona de que se trata, aunque debo reconocer que nunca he sido fanático de ella, por lo que no me he dedicado a conocer mucho sobre su vida.

El guion de la película no es el de “El Padrino” y obviamente la actriz cubana Ana de Armas no es Meryl Streep. Sin embargo, la recomiendo. El guion es medio raro, más que todo me parece un picotillo de la vida de la “famosa” Marilyn Monroe, porque en realidad no es una biografía al detalle, ni tan siquiera una muestra de su carrera. 

Creo que el guion va dirigido a mostrar la miserable vida que llevó Norma Jeane Mortenson y eso la película lo logra. Se deja ver cómo se crea y utiliza a una persona, ejemplos hay muchos aquí, por sólo mencionar algunos Elvis Presley, Michael Jackson, Britney Spears, hasta convertirla en un producto de consumo masivo y diario.

Norma – Marylin, detrás de esa sonrisa que siempre tenía y el glamour que exhibió, vivió una vida de perro desde el punto de vista humano, hasta el punto de llegar a morir casi en la pobreza después de haber generado tanto dinero. La escena con el que sería el presidente Kennedy, si ocurrió de verdad o algo parecida, es conmovedora. El guion logra, si ese es el objetivo, que uno termine cogiéndole lástima a aquella mujer, todavía hoy símbolo sexual para el mundo, porque no fue mucho como actriz, ni como cantante. Norma Jeane fue sólo eso, Marylin

Ana de Armas, bien, para mis ojos. Creo que logró, por un lado, trasmitir la inocencia de Norma, sus deseos únicos de que alguien la quisiera de verdad, de ser una persona normal, cosa que no fue desde niña y por otro lado mostrar el sufrimiento hasta la versión aquí de quitarse voluntariamente la vida. Pudiera parecer fácil la interpretación, el personaje real no fue muy complicado, sin embargo, no lo es. La sola idea de llevar a la pantalla grande a una persona tan conocida, publicitada, fotografiada, seguida, admirada  y disfrutada como Marylin Monroe implica un enorme riesgo y mérito a la misma vez. Su actuación fue decorosa, sus desnudos, que tanto han llamado la atención, muy apropiados. 

Ana de Armas, una joven cubana que salió de Cuba hacia España con 18 años con sólo 200 euros en el bolsillo, a lo mejor será la primera cubana, por lo menos, nominada a los Premios Oscar en la historia de la Academia. Si eso ocurre y por casualidad y decisión de los que votan, se lo gana, la pegó para su vida entera. 


sábado, 1 de octubre de 2022

465.- Ian, ahora el huracán enemigo.

Este es un tema muy sensible que yo no sé si puedo explicar bien, porque a veces no tengo la claridad en mis ideas.

Es un asunto contradictorio, de sentimientos encontrados, que, siendo sincero, como he tratado de ser, por una parte, pienso que sí y por la otra pienso que no.

Cuba enfrenta nuevamente las consecuencias de un huracán, Ian, nombre célebre de mi sobrino, cosa que debe pasar desde antes de la llegada de los españoles y nueva e inmediatamente se disparan los reclamos y las peticiones de ayuda y creo que sí, cualquier efecto devastador, ocurra donde quiera que ocurra, debe obtener la ayuda de aquellos, personas y países, no afectados para ayudar y al menos tratar de disminuir, sobre todo, el sufrimiento humano.

Vamos a ver, ya yo ayudo a mi familia y alguno que otro amigo que se cruza en mi camino. Yo, como muchos otros emigrantes, vivimos dos vidas, una la que nos hace levantar diariamente por la mañana para ir a luchar por nuestras vidas y la otra que no nos permite apartarnos de Cuba, de esa Cuba, de ese gobierno, con el que un día decidimos no vivir y nos impulsó a lo nuevo, al riesgo, a la prueba, que de paso digo que para nada es una panacea.

Y esto no es nada nuevo tampoco, ni nada meritorio, generalmente las personas que salen de sus países pobres y logran mejorar, aunque sea un poquito, muchas veces la mejoría es sólo un poquito, trata de que los suyos, que quedaron atrás, obtengan beneficios de esa mejoría.

Entonces, yo motivado, puedo donar una lata de frijoles, porque tampoco me sobra el dinero para enviar un contenedor de latas. No está mal, si yo dono una lata de frijoles y cada cubano en el exterior envía una lata de frijoles, no importa el color, los cubanos podrán comer frijoles, pero, sumando todos los frijoles, la comida alcanzará para un almuerzo o una cena. Son en Cuba 11 millones de personas, por lo que llegando a enviar 11 millones de latas, se resolverá el problema para una sola vez, por lo que entonces los cubanos “de afuera” tendríamos que enviar 11 millones de latas de frijoles para por la mañana, o sea, almuerzo y otros 11 millones de latas de frijoles para la comida, por todo el tiempo que el gobierno, que tiene el control real absoluto de la economía productora, sea capaz de cultivar y cosechar los frijoles que diariamente necesita ese pueblo.

Yo estoy dispuesto a enviar como donación, no a mi familia y amigos porque los envíos a ellos tienen otro concepto, un jabón y no estaría mal, una persona y los que vivimos en Cuba sabemos que una familia puede resolver muchísimo con un jabón, pero es que son en la isla 11 millones de personas que necesitan asearse, por lo que, si sacamos la cuenta de que podríamos medio bañarnos siempre con cierto ahorro acompañado de una toallita para restregarnos bien, 5 personas con un jabón un mismo día, había que enviar 2 200 000 jabones. ¡Sólo para un díaaaaaaaaaaaaaaa!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

¿Luego, las donaciones a quién o quiénes van? Teóricamente van a ese grupo llamado, a veces muy convenientemente, pueblo, pero cuál es la cara de ese pueblo, cómo se llama ese pueblo, dónde está.

Es un tema contradictorio, porque es cierto que ese grupo llamado pueblo hoy la está pasando mal, el huracán acaba de ponerle la tapa al pomo de ese mal que viene caminando desde hace décadas, pero también dentro de ese grupo de llamado pueblo están los que hoy furiosamente apoyan ese decadente o mejor, moribundo sistema. Están los que gritan “gusanos”, están los que echan pa´lante a sus vecinos y peor están los que hoy salen a las calles vestidos de uniformes militares, armados hasta los dientes con tecnología antimotines, gases, chalecos antibalas, perros entrenados a reprimir y los que salen vestidos de civil, a aquellos que están reclamando por su bienestar. ¿A esos, hoy, también habría que enviarles una lata de frijoles y un jabón?, ¿Por qué, si ellos están defendiendo hasta con los dientes, la inoperatividad del sistema y su gobierno, no contra un enemigo extranjero que los ataca, sino atacando y reprimiendo a ese pueblo que lo único que quiere es vivir, ya que no pueden emigrar?, ¿Esos también merecen comer frijoles y bañarse con jabones gusanos?

¿Tendríamos una vez más que donar para resolver lo que el gobierno, que se pavonea diciendo que todo está bien y que se está trabajando para salir del mal momento que ya tiene décadas de malo, no puede enfrentar?

Cuba necesita ayuda, claro está, no por el huracán que ahora ha venido a complicar todo un poco más, sino porque Cuba desde hace mucho viene viviendo por debajo de todos los niveles de vida establecidos por el orden internacional para vivir. Cuba necesita una INTERVENCION HUMANITARIA a nivel general, porque repito un jabón, una lata de frijoles, una jeringuilla no podrá resolver el tema, teniendo en cuenta, además, que por la posición geográfica que tiene la isla y la época del año en que nos encontramos, mañana puede pasar otro huracán y otro y otro, pero, como si fuera poco, el año que viene pueden pasar otros muchos huracanes.

¿Alguien piensa que un país entero puede vivir eternamente de donaciones?, ¿Hasta cuándo tendremos que estar donando? Hoy es un huracán, ayer fue un incendio de magnitudes gigantescas nunca visto en el país, que la inoperatividad y el orgullo del gobierno demoró en controlar, hace unos meses un hotel que se desplomó, hace meses el colapso de la generación de electricidad, más la falta de comida y medicamentos crónica, etc. ¿Hasta cuándo habría que donar?

¿Cómo puedo resolver yo el piso de una casa completa que aún en el 2022 es de tierra?, ¿Cómo puedo resolver yo desde aquí el techo de una casa que se fue completo porque estaba en mal estado y hoy todavía es de zinc, algunos que otros palos, de nylon?, ¿Cómo puedo resolver yo o nosotros los emigrantes, antes gusanos, hoy donantes, el problema de los alcantarillados tupidos, colapsados, las calles totalmente destruidas, ya no sin la capa final de asfalto, sino sin relleno, llenas no de baches, sino de grandes huecos, que muchos jóvenes y niños utilizan incluso como piscinas?, ¿Cómo poder enviar electricidad a cada casa para que la comida no se descomponga?, ¿Cómo resolver la epidemia de dengue, los piojos, el 75% de la población padeciendo de alta presión arterial o de las personas que por diferentes razones están en asilos y hospitales psiquiátricos?, ¿Cómo enviar colchones para que los cubanos puedan dormir y dejen de tirar sus cuerpos sobre colchones de más de 40, 50 años llenos de muelles rotos, tablas, pedazos de sacos, hierba seca, etc.?

África desde hace muchos años ha sido ayudada por donaciones, agua, comida, etc., y lamentablemente el continente negro sigue estando en el mismo lugar. Es cierto, algunos de sus habitantes han comido y quizás no han muerto ese día de sed, pero no se ha creado y no existe para ellos los mecanismos que garanticen su futuro. Cuba, no es la primera vez, ha recibido muchas donaciones, algunas en dinero, otras en productos. ¿Ha cambiado o mejorado algo para los cubanos? No. Seguimos no sólo en el mismo lugar, sino que estamos peor.

Acabo de ver un video donde Díaz Canel visita una parte de las afectadas, de esas visitas que se hacen para luego ser puestas en el NTV y frente a una de sus repetitivas ideas, o sea, se está trabajando en esto, una mujer de pueblo, le dijo que hacía 4 años pasaron por allí y le dijeron lo mismo y en esos últimos 4 años, no se había hecho ABSOLUTAMENTE NADA.

La respuesta del mandatario, medio disgustado, fue que el problema era que en otras partes de Cuba se estaba pasando por lo mismo y eso es real, no en otras partes, sino en Cuba entera, sus cayos incluidos, porque la devastación es total. El llamado socialismo cubano, llamado porque ni eso fue nunca, es como una manada de termitas o el caballo de Atila que, según su dueño, por donde pasaba no volvía a nacer la hierba. Es el resultado de años y más años, de décadas y más décadas, de olvido. Cuba no parece tener una crisis puntual, de algunos años, de algún período de gobierno, Cuba parece haber salido de una guerra, pero no cualquier guerra, sino una de la más crudas con el uso de armas atómicas y todo.

El gordo gobierno cubano debería quitarse la super caretaza que tiene puesta y acabar de declarar al mundo que no puede resolver nada. Tendría que reconocer su ineficiencia para lo mínimo, digamos el suministro del agua potable y pedir al mundo, sea este el que sea, que intervenga y envíe barcos, aviones, patanas, botes, avionetas, helicópteros y si pueden naves espaciales llenos de … incluyendo jabones y latas de frijoles.

He parado para almorzar un puré de malanga y plátano macho maduro, que le he pedido a mi chef, si porque ando con mi chef personal a cuesta, que me haga, no hablo de la proteína por pudor sólo diré que fue de color rojo, los cubanos de antes pueden recordar esa proteína de la cual hablo, entonces reflexionaba con mi especialista de estilo, porque también tengo una estilista, cómo era posible que yo, un simple trabajador de la mano, pudiera estar comiendo en los Estados Unidos un puré de malanga, cuando la malanga en mi país, Cuba, sólo es comparable al oro y probablemente ni con un lingote del preciado metal se pueda conseguir.

Cómo es que esto pasa, si cuando llegaron los españoles en 1492 y nos descubrieron o chocaron con nosotros, la malanga ya estaba en Cuba. Cuentan los que escribieron sus memorias del descubrimiento que cuando nuestros aborígenes detectaron que los españoles padecían de problemas digestivos, diarreas, vómitos y desnutrición, causadas por los largos viajes y la mala comida, además de cantarles algunas cancioncitas, los curaron con puré de malanga y unas sopas de pollos.

Donaciones quiere hoy el gobierno y así podrá además de quedarse con algunas de ellas o venderlas en las tiendas de MLC como en ocasiones antes ha hecho, palear algo de la miseria, pero luego seguirá en lo mismo, “estamos tratando de resolver”, “necesitamos tiempo”, “pedimos al pueblo que confíe en nosotros”, “se está trabajando para resolver los problemas”, “amamos la paz y odiamos el odio”, “la limonada es la base de todo” y sacaran de nuevo a dar vueltas por los pueblo el camión de papas que no se descarga en ningún lugar, que a lo mejor las papas son plásticas, pero da la imagen de que se está distribuyendo. Por cierto, parece ser que los españoles colonizadores también tomaban limonada cuando llegaron a América a finales del siglo XV, o sea, había limones.

Cuba, quizás hoy necesite donaciones y ellas además de resolver problemas muy puntuales, sólo lograran alargar el período de enfermedad terminal en terapia intensiva de su pueblo. Cuba lo que necesita es salir a las calles y derrocar al gobierno de una vez. Necesita ese pueblo acorralar a los dirigentes gordos, ahogarlos, dejarlos sin movimiento, paralizar el país entero y entonces, nosotros, los “gusanos” que emigramos, podremos apoyar el cambio total, el que tenga dinero con dinero, el que tenga latas de frijoles con latas y el que tenga ideas con ideas. Las manifestaciones populares, además de las congas y los cazuelasos, deben llegar a Miramar y Siboney, donde ni se va la luz, ni falta el agua, ni hay baches y sus habitantes se están reventando de gordura.

Cuba no es África, nunca lo fue. Cuba necesita quitarse el lastre pesado que la hunde y ese lastre es el gobierno y su forma de gobernar. Después de haber probado con todos los empresarios zapatudos, como diría mi cuñada Baby, del mundo, Cuba sólo puede dirigir su llamado de ayuda humanitaria a Estados Unidos, ayuda no significa intervención militar, ni pérdida de la soberanía. Estados Unidos, su potencial y cercanía puede cambiar el presente y el futuro de los cubanos. Un avión comercial llega a Cuba en 35 minutos, un avión de guerra recorre la distancia en 7 minutos. Un gran buque, de esos que nunca se han visto atracado en las bahías cubanas se traslada en pocas horas.

Habría entonces que hacerles tragar, tal como nos hacían a los niños de mi época con el aceite de hígado de bacalao, el falso orgullo del gobierno cubano, porque, entre otras cosas, han demostrado que, de orgullo absurdo, no se puede vivir. Ese orgullo injustificado que ha provocado varias olas de emigrantes que huyen, esta última a través de Nicaragua está cerca de los 200 000 cubanos, jóvenes, viejos, niño, imagino que algún otro santo e incluso mascotas que sus dueños no han querido dejar a la suerte en el fatídico sistema cubano.


Por cierto, alguno de mis amigos lectores puede recomendarme una vía rápida y segura para yo enviar mi lata de frijoles y mi jabón sin tener que pagar los explotadores, mercenarios, abusivos, monopólicos precios que cobran las agencias aquí por llevar algo a la isla. No puede ser que la maniobra de donar algo de buena voluntad e incluso con cariño, cueste dos, tres, cuatro veces más caro que el producto que se pretende donar.