viernes, 25 de septiembre de 2020

Septiembre 2020. Curiosidades contadas desde Cuba por "El Terrible"

"El Terrible”, mi colaborador, el mejor reportero desde Cuba, me envía los detalles del día, que son más o menos los mismos detalles de la semana y de cada mes. Aquí se los dejo.

“Seguimos por aquí, muchoooo calor. Aguantando el tema del virus, no veo cuando termina este tema. Todo cerrado y nada funciona como debería. La Habana cerrada.

Ponen por TV la detención de un grupo de personas que se dedicaban a cortar palmas reales en medio del monte y sacar las tablas para venderlas. Dicen que es un delito reconocido por el Código Penal, pero ¿de qué van a hacer las casas en esos lugares en los que siempre desde hace 500 años se utilizó la palma con ese fin? Definitivamente vivimos en el país más organizado y monitoreado del mundo, en el que hasta la palma real es objeto de leyes con el supuesto fin de proteger el medio ambiente. Ese es un trabajo fuerte y lo hacen en el medio del campo, donde se encuentran la palma adecuada que, durante siglos, hasta el día de hoy, se utilizó para construir casas y muebles, entre otros, por los campesinos de toda Cuba. ¿De qué van a construir esas personas sus viviendas en esos lugares apartados?

Dicen por la TV que las tiendas en USD fueron creadas para recoger "divisa fresca" y yo me pregunto: ¿de qué se trata esa expresión? No saben que la mayoría no tiene de dónde sacar la tan buscada moneda y tenemos que asumir que una medida como esa es correcta, necesaria y es una gran solución que nos permitirá seguir manteniendo el nunca bien logrado reparto igualitario de las riquezas. El gobierno quiere pasar como Robin Hood haciendo ver que les quita a los ricos para repartirlo entre los pobres. Si Jesús no hubiera tenido algunos panes y peces, no se le hubiera ocurrido multiplicarlos. Nada multiplicado por nada es igual a nada. Ponen imágenes de Centro Habana en cuarentena, ese municipio hay que demolerlo todo. Nada allí es salvable bajo ningún criterio urbanístico. Muchos orientales que viven como animales en esos solares de cuando, como dices, Cecilia se bañaba con leche y miel, por tal de no regresar a su lugar de origen aguantan ese modo de vida.


Hablando de la palma real. Ponen entrevista con el general Arnaldo Tamayo Méndez, donde se ve una foto de su casa natal en Guantánamo que, precisamente, era de tablas de palma y para mayor simbolismo, dice que llevó una semilla de esa planta al Cosmos, que fue sembrada a su regreso y hoy es una hermosa y gigantesca planta.

El tipo quedó huérfano con un año y fue criado por su abuela, (Mariana), y unos tíos, empezó a limpiar zapatos con diez años. Dice que alguien le dijo a su abuela mientras él estaba en la URSS que los rusos mataban a la gente y los mandaban en latas para Cuba. La vieja no volvió a comer carne rusa en lata hasta que él regresó a Cuba. Un día fue invitado a casa del instructor ruso que tenía un niño que no dejaba de tocarlo y preguntarle por qué era negro A él se le ocurrió decirle que se untaba betún para zapatos y al otro día el niño amaneció intoxicado en el hospital por haberse untado betún en todo el cuerpo.

Dice que fue seleccionado después de que cinco aspirantes fueran rechazados por algún problema. Que llevó arena de Playa Girón y una copia de "La historia me absolverá" al Cosmos. Tiene cuatro hijos y su mujer es blanca. Claro que vino a vivir hasta hoy en La Habana al igual que Arlyn Rodríguez, la que lo entrevistó, que también nació en Guantánamo. Al decirle sobre el supuesto interés de los gobiernos de Cuba y de la URSS de que fuera él por ser negro, dijo que pudiera haber sido verdad, pero que si él no hubiera pasado las pruebas no habría sido seleccionado. Dejó de pilotear y se convirtió en jefe hasta hoy.  

Ponen discurso de Fidel a su regreso donde dice que Arnaldo había dicho que el gobierno cubano lo había escogido y que eso era mentira. Que cuando él oyó a Fidel decir eso, pensó en meterse bajo la mesa, hasta que Fidel aclaró que él se lo había ganado por su condición de comunista. El tipo es un oriental muy sencillo y jocoso, pero como todos los de allá, supo aprovechar la oportunidad. Todo el tiempo viajando y gozando hasta hoy.

Cogen a unas personas que tenían casa alquilada donde envasaban en bolsas pequeñas de nylon la leche en polvo que se robaban en sacos de un almacén. Tenían máquina para sellar las bolsas y que parecieran de fábrica. Dicen en la TV que alguien de la cuadra llamó a la policía y dijo lo que en esa casa estaba pasando. Les decomisaron miles de pesos y muchas bolsas de leche. ¿Cuándo se acaba la operación rastrillo? Esto no tiene fin. Las personas tienen que robar para vivir y los que no roban tienen que comprar lo robado. Algo me dice que nadie puede acabar con esa realidad en Cuba porque son 60 años y la gente lo tiene incorporado como un modo de vida genuinamente establecido por los acontecimientos y las circunstancias. El gobierno hace ver que es el mismo pueblo quien mantiene esa maquinaria funcionando y que no parará hasta meterlos presos a todos”.

miércoles, 23 de septiembre de 2020

Septiembre 2020. Curiosidades. ¿En qué está lo del “bloqueo”?

Si hay algo que ha marcado a los cubanos, entre otras muchas cosas importantes obviamente, es la palabra bloqueo. Quizás sea, de muchas, una de las que más se ha repetido con un interés político, sobre todo, desde una posición de gobierno, victimizándose a sí mismo.

Los gobernantes de la isla hablan no sólo de bloqueo, sino de asesino, tratando de aumentar el peso psicológico que esto puede tener y los que están en contra de esos gobernantes, reconocen, quizás ahora con más fuerza que nunca, un embargo, pero inmediatamente tratan de quitarle importancia, apoyados en hechos muy particulares que aparecen hoy, sobre todo por el mayor acceso a la información.

A todas luces no existe un bloqueo estratégico. Desde el punto de vista internacional bloqueo significa un esfuerzo legal, económico, militar, por evitar que, a un determinado país o territorio, le lleguen suministros, información, ayuda, etc., y son típicos de dos países o grupos, sobre todo, en conflictos armados.

Han existido muchos bloqueos clásicos reconocidos por la historia que se pueden remontar a Atenas y los espartanos. En el caso específico de Cuba, se reconoce oficialmente que existió un bloqueo clásico en 1962, cuando Estados Unidos bloqueó navalmente a la isla a raíz de la reconocida “crisis de los misiles”, hecho que fue puntual y muy limitado en el tiempo. Los gobiernos, ruso y norteamericano, se pusieron de acuerdo, negociaron el tema y el bloqueo naval dejó de existir. Más nunca barcos norteamericanos o aviones de combate han rodeado a la caribeña isla para impedir el suministro de cualquier tipo, por lo que lo del bloqueo, a mi modo de ver, es más que todo, algo parecido a una de las técnicas de comunicación y venta conocida como “disco rayado”.

Si, es cierto, existe un embargo comercial, económico y financiero, que no es de ahora, sino que comenzó como respuesta a las expropiaciones de ciudadanos norteamericanos por el gobierno revolucionario en el año 1962, que se reconoce como el más largo de la historia aplicado de un país a otro, aunque es bueno decir que, en marzo de 1958, cosa que no se menciona con frecuencia, el mismo gobierno norteamericano aplicó un embargo al gobierno de Batista, para imposibilitarlo a comprar armas para su ejército.

Ese embargo ha tenido sus altas y bajas por ambas partes. Durante los años “pro soviéticos” se mencionó menos por el gobierno cubano, porque más del 80% de los suministros necesitados, de todos tipos, llegaban fácilmente desde el llamado campo socialista, por lo que el embargo, “bloqueo” fue más que todo un tema sentimental y en dependencia del gobierno estadounidense de turno y, cada momento histórico, se ha apretado o aflojado la tuerca desde la Casa Blanca.

El embargo existe, pero actualmente no prohíbe el comercio de alimentos, medicinas, artículos, equipos para la agricultura y otros suministros humanitarios. Pruebas de esto, hoy mismo en el 2020, hay miles, o sea, productos de alimentación tanto humana como animal, tractores, medicamentos, etc., que más que nunca llegan a la isla desde los Estados Unidos.

Aquí expongo un gráfico oficial obtenido del Departamento de Comercio y Agricultura de los Estados Unidos, que refleja la historia de las compras que el gobierno de Cuba ha hecho por años, en millones de dólares. Claro, téngase en cuenta que al no tener relaciones autorizadas entre gobiernos y existir otras partes del embargo que se fueron actualizando con el paso del tiempo, como la imposibilidad de obtener líneas de créditos de bancos norteamericanos y sus filiares en el mundo, el gobierno cubano ha tenido que comprar pagando en efectivo cada una de las partidas.

¿Se podría haber comprado más? Si, los expertos dicen que sí, pero la compra en efectivo se ha visto limitada por parte del comprador, por su falta de liquidez. Es cierto, los negocios internacionales de compra venta, no se hacen así, sino que se negocian créditos de bancos que dan la posibilidad de diferentes formas y tiempos de pago, seguros para mercancías, formas de transporte, etc., pero en medio de la enemistad, esta opción debía ser considerada como dice el viejo refrán, “del lobo un pelo”. El gobierno cubano, según parece, le debe a las 11 000 vírgenes, entonces bancos que den créditos a largo plazo no aparecen con facilidad.

Veamos algunos datos, que son, como sabemos, más efectivos que cualquier muela. No voy a remontarme mucho para atrás, ni hacer la historia completa de lo que ha pasado, porque no estoy escribiendo un libro sobre la historia de las relaciones económicas y comerciales entre ambos países, por lo que sólo pretendo aquí dejar una información elemental para entender, el verdadero significado del para unos, embargo, para otros, bloqueo.

Resumen de Exportaciones hacia Cuba por categorías

I. Alimentos y productos agrícolas:

En enero de 2020 se exportó a Cuba un total de US$13,421,660.00 comparado con US$23,884,686.00 en enero de 2019 y US$18,680,345.00 en enero 2018.

Producto

Valor en dólares americanos

Cuartos de Pollo (congelado)

US $ 8,866,282.00

Carne de Pollo (congelado)

US $ 2,911,057.00

Muslos de pollo (congelado)

US $ 1,641,761.00

Proteínas concentradas/Texturizado

US $ 2,560.00

Total

US $ 13,421,660.00


 

Resumen de las Exportaciones a Cuba según lo autorizado por Ley de Reforma de Sanciones Comerciales y Mejora de las Exportaciones de 2000.

Año

Autorizaciones de exportaciones a Cuba en dólares americanos

2020

US $ 13,421,660.00

2019

US $ 257,659,479.00

2018

US $ 224,910,413.00

2017

US $ 268,800,005.00 (+ US$8,132,930.00)

2016

US $ 232,064,645.00

2015

US $ 170,551,329.00

II. Productos de Salud y III. Donaciones Humanitarias:

Según la información oficial, que se puede encontrar en internet porque es pública, las exportaciones de productos de salud, (equipos médicos, instrumentos médicos, suministros médicos, productos farmacéuticos), hacia Cuba, NO están sujetas a los requisitos de pagos por adelantando. Las exportaciones han incluido: medicamentos (penicilina e insulina); dentífricos (pastas dentales); regentes de laboratorio; equipos de ultrasonidos; prótesis ortopédicas; implementos médicos, equipamientos quirúrgicos (dentales); oftálmicos; cánulas (tubos) y cápsulas de gelatina. Acabo de leer y ver fotos de un enorme y variado cargamento de medicamentos entregado como donación, o sea, gratis, a la provincia cubana de Guantánamo por las autoridades de la “ilegal” Base Naval de Guantánamo. (Ver Tabla)

Muchas donaciones no se incluyen en los datos oficiales, porque son entregados generalmente mediante transportistas aéreos, contenedores o embarcaciones, por particulares, iglesias, políticos, etc., además no se incluyen las entregas personales hechas por viajeros en vuelos o a través de terceros países, lo que hace difícil registrarlas.

Como dije, existen muchas donaciones que no se pueden reflejar oficialmente, porque llegan a Cuba a través de vuelos chárter y terceros países, facturadas por pasajeros como equipajes de mano. Para los cubanos es más que conocido el trabajo de las ya tradicionales llamadas “mulas” y ahora también por los reconocidos como “fenicios”, muchos de ellos, además de llevar a Cuba productos para revender, entran artículos como donaciones, por ejemplo: equipos de soldadura, herramientas eléctricas, equipos electrónicos, impresoras, suministros de cocina, suministros médicos, implementos domésticos, etc. Para colmo de no poder evaluar en realidad el efecto del “embargo-bloqueo” como dato curioso no publicado en Cuba, el gobierno de la isla mantiene relaciones comerciales oficialmente con 11 compañías estadounidenses autorizadas, entre otras cosas en el campo energético, equipos para turbinas, hotelería, equipos para la agricultura, etc. (Ver Tabla)

Año

Equipamientos, instrumentos, suplementos médicos y farmacéuticos exportados a Cuba

Donaciones (comida, salud, ropa, materiales de lectura, etc.)

2020

US $ 228,765.00

US $ 128,586.00

2019

US $ 1,096,505.00

US $ 7,150,989.00

2018

US $ 3,492,553.00

US $ 8,998,855.00

2017

US $ 5,663,254.00

US $ 6,122,601.00

2016

US $ 6,121,425.00

US $ 4,755,859.00

2015

US $ 6,121,425.00

US $ 4,619,588.00

Entonces, más allá del lamento, ¿en qué queda lo del bloqueo asesino norteamericano? El mundo hoy en el 2020, según las Naciones Unidas, tiene 194 países con completa soberanía e independencia, por lo que el espectro de las posibilidades para la exportación e importación para Cuba es enorme. Mucho se ha publicado de que Estados Unidos puede influir e incluso determinar que sus compañías regadas por el mundo no puedan comercializar con la isla, que muchos bancos donde tiene acciones mayoritarias no puedan prestar dinero, dar créditos, que muchas compañías que quieren y escogen tener relaciones comerciales con los “yanquis” prefieran no ser multadas y se nieguen a tener relaciones comerciales abiertas con Cuba, donde resulta imposible no colaborar con el gobierno, porque todo es del gobierno, pero, es que son casi 200 países soberanos e independientes. ¿No aparece ninguno?, ¿Estados Unidos los controla a todos? 

Claro, lo que está jugando, además del tema político y el enemigo que ataca todos los días, que ha permitido mantener a un pueblo en caliente por más de 60 años, es la facilidad de la facilidad, es ahora sin el Soviet Supremo, lo conveniente de todo lo conveniente, pero equivocado, entonces, a mi modesto modo de ver, Cuba ha estado y continúa fajada con el vecino equivocado. Lo ilógico, quizás como la locura de que habló Einstein, es pedirle a Estados Unidos como gobierno, que colabore con el mantenimiento del gobierno comunista en Cuba, aunque si profundizamos un poco, nos daremos cuenta de que esa colaboración por momentos ha existido, muchas veces, por debajo de la mesa. “No es tan fiero el león como lo pintan”,

Bueno, lo del embargo-bloqueo siempre tiene una dirección, la agresión y las acciones humanitarias son analizadas de agresor al agredido, pero, qué pasa al revés. Ya he dicho aquí que el gobierno de Cuba mantiene relaciones comerciales oficiales con 11 empresas norteamericanas, compra productos alimenticios que a todas luces no puede producir, pero, qué hay de las exportaciones de Cuba hacia su mercado más cercano.

Yo, no sé otras personas, pero yo, aquí, entre otras muchas cosas importadas desde países muy lejanos, como todos los días plátanos, yuca, malangas, tomates, aguacates, productos provenientes del agro de países como Viet Nam, Colombia, Costa Rica, México y cada vez que me meto un pedazo de esos productos en la boca, no puedo dejar de pensar en que podrían ser cubanos. Ya no hablemos de petróleo, de autos, de computadoras, de celulares, que sería difícil de producir y luego exportar a un país como Estados Unidos, pero productos del agro, podríamos ser los cubanos los expertos exportadores.

¿Por qué Cuba no exporta hacia Estadso Unidos? Bueno, la respuesta más a la mano es que el bloqueo lo impide, la misma justificación por la que el pueblo cubano tiene una libreta de abastecimiento por 60 años. Y es cierto, teóricamente he crecido escuchando que Cuba no puede exportar sus productos a su vecino del norte, cuando hoy en realidad Cuba no tiene productos para exportar. Estados Unidos con más de 300 millones de habitantes, podría consumir todo el tabaco, todo el azúcar, todas las frutas y todos los vegetales que Cuba pudiera producir, Estados Unidos podría comerse a los 11 millones de cubanos, si es que se dedicara a comer carne humana.

Una cosa es exportar cuatro cajas de tabaco, tres colas de langostas, cuatro cajas de limones, un poquito de café, con incumplimientos y justificaciones y otra es poder mantener la calidad y estabilidad que requiere un mercado como el norteamericano, de medio alto nivel adquisitivo de forma general, capaz de consumir todo lo que se ponga delante.

No seamos locos, Cuba en estas últimas décadas no ha tenido producciones de nada, capaces de insertarse y abastecer al mercado norteamericano. OJO. Una cosa que tenemos que aprender los mortales cubanos, es que es diferente vender a exportar. Hablamos de exportar y no sabemos lo que estamos diciendo. Una cosa es que Arnold Schwarzenegger mande su avión privado para comprar tabacos que después fuma y regala a sus amigos y otra es suministrar tabacos para el mercado norteamericano, ni hablar de la picadura para cigarros. Imagínense que hoy se reconoce que ha disminuido el consumo de cigarros en la población norteamericana, no obstante, se venden promedio más de 258 mil millones de cigarros anualmente. ¿Dónde está el tabaco cubano para esto? Cuba no tiene los mangos, calabazas, plátanos, ajíes, sal, ni azúcar para inundar el mercado norteamericano. Los aguacates que se producen en Cuba hoy, nos los comemos aquí sólo los mexicanos, que según se plantea son más de 36 millones reconocidos y yo, un mal domingo. Según la Asociación de Cerveceros de Estados Unidos, el mercado norteamericano de la cerveza significa 107 mil 600 millones de dólares, lo que equivale a alrededor de 206, 7 millones de barriles de cerveza. ¿Dónde están las cervezas cubanas para venderle a los norteamericanos que se gastan en un año 34 mil 100 millones de dólares comprando cervezas en los supermercados?

Bueno los números como siempre son más representativos y seguros. No hay mucho que hacer, sin embargo, como dice la canción, “la vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida”, uno nunca sabe lo que se va a encontrar. El bloqueo y la imposibilidad de que Cuba compre y sobre todo pueda vender, lo que significaría dinero rápido, fresco y seguro para la supuesta economía cubana, tampoco por esa vía es tan cierto.

Hace unas semanas ya, hablando por teléfono con mi hija Jennifer, ella me comentó que había encontrado en un supermercado en San Antonio, Texas, café 100% cubano. Eso me confundió porque ya saben, … el bloqueo y entonces dudé, podría ser un error de ella, una falsificación, etc. Jennifer que se parece a mí, entonces me envió las fotos y eso nos dio pie a nuestras especulaciones.

Pues sí, una empresa norteamericana, “Mayorga Organics”, radicada en Rockville, en el estado de Maryland y con varias sucursales internacionales, Costa Rica, Nicaragua y Perú, más una oficina en, nada más y nada menos, Miami, la otra Cuba fuera de Cuba, comercializa en Estados Unidos café, chía, quinoa y frijoles, asegurando que su cadena de suministro comienza en el productor sin intermediarios. En el caso cubano, donde el productor, de forma independiente no puede hacer nada con su producto, se referirá a la empresa de comercio exterior del gobierno, Cubaexport, que monopoliza desde hace décadas la exportación del café.

Lo curioso de esta curiosidad es que el paquete de color amarillo muy llamativo dice por fuera que el café es cubano con mayúscula y 100% orgánico y viene presentado con una imagen de un campesino que bien podría ser un hombre cubano del campo. Lo más curioso de los más curioso es que el paquete que se comercializa en tres formatos, 12 onzas, 2 libras y 5 libras, trae puesto el sello que lo garantiza como un producto no modificado genéticamente y para colmo de seguridades, el sello de la “USDA Organic”, garantía que sólo concede la Secretaría de Agricultura de Estados Unidos, o sea, palabras mayores.

Soy un gran consumidor de café, desciendo de una familia de santiagueros, donde podría faltar el oxígeno, pero no el café. Tengo en mi experiencia personal el sembrar varias matas en el patio de mi casa, recoger el cafeto maduro, desgranarlo, ponerlo a secar al Sol, tostarlo, molerlo y luego ingeniosamente mezclarlo con otros productos para lograr, disminuyendo la calidad, apostar por la cantidad. Mis amigos cuando viajaban siempre regresaban para mí con el mejor regalo, un paquete de café puro, que después de la primera colada como venía en el envase, era sometido a diferentes mezclas, por lo que he tomado muchos tipos de café originales hasta la torturante versión revolucionaria de tostar chícharos solo, molerlos y tomarme el líquido negro y amargo que se obtiene.

He compartido mucho con café mientras mis acompañantes toman alcohol. Durante años no desayuné, ni almorcé y me mantuve durante todo el día a base de tazas de café. Luego, trabajando en Comercio Exterior, tuve la oportunidad de trabajar a pedido, directamente como asesor, voluntario, sólo a cambio de más tazas de café, en la empresa que monopolizaba, debe monopolizarlo aún, la exportación del querido producto y aprendí mucho sobre mezclas, calidades, etc.

Trabajé horas, semanas, como un loco, tratando de crear estrategias de comunicación, mensaje de publicidad, logotipo, envase, pronósticos de ventas, costos y ganancias, para exportar el café. Me desgasté tratando de enseñar a los “especialistas” de dicha empresa para lograr, lo que a todas luces era inlograble. ¿Causas? Incapacidad de muchos llamados “especialistas” y después de trabajos y trabajos de escritorios, de reuniones, de discusiones, la no existencia de café.

Cuba por aquellos tiempos, perdía como mínimo el 40 % de la cosecha, que ya era poca, desde la sierra al llano, o sea, una parte grande se quedaba o desviaba al mercado negro, productores sin condiciones, falta de controles, corrupción de los que tenían que controlar, deterioro de los campos, etc., hacían de todo aquello un infierno. Además, por aquellos años, no existían condiciones de torrefactoras capaces de lograr los tuestes y no había tecnología para envasar al vacío, capaces de competir en los mercados internacionales. Aquellas opciones, torrefactoras y envases, se comenzaban a montar por las empresas militares, pero como la competencia más feroz es la interna, casi feudal, los militares no colaboraban. Existe un mensaje e imagen de la necesidad de exportar como país, pero eso se convierte en viajes, dólares, beneficios, entonces nadie quiere soltar. La idea de país en la realidad sólo existe en las reuniones de gobierno, donde el presidente se queja y los gordos subordinados toman notas.

Pues entonces, en Texas, el estado más grande de la Unión dentro del territorio, se vende un café 100% orgánico, de origen Cuba, que me gustaría pensar que no es una falsificación, o sea, meter un café mezclado de otro origen, dentro de la prestigiosa imagen cubana como productora de café. Sería arriesgado porque se estaría engañando por una parte a los consumidores y por la otra al gobierno estadounidense que autorizó a que se vendiera y entonces, a largo plazo, la compañía “Mayorga Organics” estaría en peligro. ¿Por dónde va el bloqueo?

Es muy probable que el café se compre en Cuba como materia prima, o sea, a menor precio, como café verde y entonces Moyorga lo tuesta y envasa, como viene pasando desde hace décadas, razón por la cual Cuba gana muy poco dinero y la verdadera ganancia se la lleva el intermediario. Conozco, trabajé para la “exportación” de café para una empresa francesa, que luego tostaba y empacaba y vendía en Europa un café francés, que muy chiquitico en el envase decía que el origen era de granos cubanos, cuando en el país europeo no se cultiva una mata de cafeto. Es así, los países desarrollados "abuzan" de los pobres. Se habla del chocolate suizo, del café italiano, la miel alemana, etc., porque, nosotros, los países pobres no pasamos la norma de vendedores de materias primas, porque muchas veces somos autolimitados.

¿Cuba está bloqueada?, ¿Se puede exportar productos cubanos a los Estados Unidos? Si, ahora parece que sí. A pesar de que el café es casi un insulto en Cuba porque llevamos muchos años de escasez y tomando algo que no es café desde hace esos mismos años, pues a los pocos granos de cafeto se le han añadido tradicionalmente de forma desmedida chícharos, garbanzos, frijoles y hasta trigo, a pesar de que hoy es muy difícil encontrar café para tomar en la isla y no es de engañar a nadie que el cubano no toma té verde chino, ni mate argentino, hoy aparece un paquete de café, que se asegura cubano, en un supermercado de Estados Unidos. Recuerdo el cuento de mi tía Susy y su profesora francesa, que mencioné en uno de mis anteriores artículos, donde recordé que, a ella, la profesora, le parecía imposible e injusto que se pudiera exportar algo que el pueblo en cuestión no consumía, tal como si ella para comer queso francés o “croissant” tuviera que hospedarse en un hotel en Cuba, aunque es justo decir a nuestro favor como patriotas que a eso, o sea, lo de exportar lo que no consumimos, estamos acostumbrados.

Les dejo las fotos del café vendido en Texas, son más verdad que cualquier suposición. Puedo imaginar que a los cafeteros, les dolerá. ¿En qué está lo del bloqueo?


domingo, 20 de septiembre de 2020

Septiembre 2020. Curiosidades para la periodista cubana, víctima, Irma Shelton.

Estoy escribiendo y no puedo dejar de pensar en Irma Shelton, si, aquella periodista cubana, que, frente a las cámaras del Noticiero Nacional de Cuba, el “estelar”, aseguró que Estados Unidos está complicado, porque se pasa hambre.

Y la información, que en el momento que se emitió, tuvo 99,9% de política, lo que demerita enormemente la profesionalidad de la periodista, porque incluso confiando en su buena voluntad, es cuestionable lo de prestarse, poner su cara y cuerpo, para repetir lo que otros le han redactado, sin averiguar, tan siquiera o al menos, flexibilizar la información.

¿Se pasa hambre en Estados Unidos? Creo que sí, que debe existir personas, al igual que en todos y cada uno de los países del mundo que no puedan comer un día. Sé que existen personas que, por malas decisiones, han parado en las calles y entonces es posible que de vez en cuando se las vean difícil para garantizar, como mínimo, tres comidas calientes al día. No obstante, he escrito ya en este blog, lo que pasa con los llamados “homeless” o sin hogar en el estado donde vivo, no puedo asegurar en otro lugar, y no es del todo tan horrible como se ve en las películas o la imagen que sobre ellos se quiere fabricar para demeritar a un país entero.

Si hay algo que impresiona a cualquiera al llegar a este país, es la enorme cantidad de comida en todas las esquinas que se vende. Tengo referencias vividas de tres países diferentes, en los dos anteriores a Estados Unidos, no existe, lo puedo asegurar, nada parecido a la oferta de comida, grande, inmensa, enorme, colosal, extraordinaria, formidable, magnánima y por momentos puede ser exagerada, como existe en este país. He caminado por varias ciudades y estados aquí adentro y donde quiera que te mueves, se repite el mismo esquema, comidas, pero además comidas para todos los bolsillos, incluso comida regalada, gratis, para los bolsillos deficitarios. De ahí que la afirmación de la Shelton me parezca no sólo una vulgar mentira, sino una mentira extremadamente ridícula, que lo único que logra es el irrespeto de las personas a las que pretende engañar.

Vivo aquí haca 8 años, he visto mucho, pero Estados Unidos, este gran país, no guste o disguste a algunos, tiene siempre guardada una sorpresa para aquellos que piensan que lo han visto todo. Hace dos semanas, me toco la visita a los dos supermercados en los que compro sistemáticamente cada 15 días. Martica manejaba y yo me encargaba de mirar hacia afuera para evitar imprevistos. Mirando y mirando, descubrí algo que me llamó la atención y dudé de que lo que estaba viendo fuera verdad.

Entonces, con ganas de ver mejor, me bajé y me acerqué a verificar si mi idea era cierta. Y si, lo era. En el parqueo de Sam´s Club, primo hermano del supermercado Walmart, ocupando toda una línea de parqueos había una rastra de las grandes, de las que cuando uno maneja y las ve por el espejo retrovisor, se dice “coño” y aprieta las manos en el timón, de color rojo la cabina, que, en la cama de atrás, a todo lo largo de ella, tenía montado un enorme horno, lo que aquí llamamos comúnmente BBQ.

Así y todo, sabiendo que Nebraska es uno de los estados mayor productor de carne del país, sobre todo de cerdo y res, al irme acercando me parecía mentira, no por lo del horno o BBQ, sino por el tamaño.

No confiado, porque podría ser una mentira o estar filmando una película, me acerqué con mi condición de no ser nacido aquí, un amigo me enseño que una cara de comemierda, bien administrada es a veces una buena solución, por lo que todo es posible y le pregunté a los que estaban trabajando frente a la rastra. _ ¿Esto es un BBQ de verdad? Y una de las muchachas, sonriendo, parece que, acostumbrada a las caras de asombro y las preguntas tontas, me aseguró que si, que ellos eran del norte de Nebraska y que todo aquello, les repito, un enorme horno del tamaño de la cama de una rastra estaba lleno de carne que se estaba cocinando.

No tuvo entonces que asegurarlo, porque el olor que salía por las chimeneas, a no ser producto de un muy fuerte espray, era de carne. Muchos metros alrededor estaban inundados de ese rico olor, que los cubanos sabemos que la carne de cerdo emana mientras se cocina, imposible de ocultar.

Pedí permiso para tirar fotos, a lo que la misma muchacha, tal como si estuviera acostumbrada a las alfombras rojas y los flashes de las cámaras, accedió agradablemente, yo sabía que escribiría este artículo y no quiero que se me pueda acusar de “enamorado mentiroso”. He asumido durante todos mis escritos lo de posible enamorado, claro que lo estoy, en la misma medida que me he prohibido decir mentiras. Las verdades son tan grandes como este BBQ, por lo que no es necesario inventar nada.

No puedo ocultar que me vino a la memoria la Shelton, con sus espejuelitos niquelados, parada frente al telepronter del noticiero, repitiendo la noticia que no se sabe quién pudo redactar. Me gustaría invitarla y de paso meterla dentro del BBQ para que pudiera comprobar la existencia de la carne que llenaba aquel horno. Carnes, que, por sus precios, puede consumir cualquier ciudadano norteamericano, incluso los “homeless” después de una jornada de 8 horas parado en una esquina de esta ciudad, porque además puedo asegurar, que, según cálculos de las autoridades, parados allí en sus esquinas, gana más dinero que si trabajaran en muchos trabajos de esos aquí considerados fuertes, de la mano.

¿Qué diría la Shelton, mientras camina por encima de la carne asada y se quema las nalgas dentro del horno? Bueno, a lo mejor entonces hablaría de la maldad de matar tantos cerdos, de lo que sufren los animales de granjas en vida, de que es preferible conservarles la vida, etc. Cuando no se quiere perder, pues nunca se pierde. Como dice el viejo refrán, “no hay peor ciego, que el que no quiere ver”.

Aquí las fotos, obsérvese que cada rectángulo niquelado, a ambos lados del gran tubo - horno, es una puerta a través de la cual se coloca y se saca la carne. Obsérvese que detrás de la rasta BBQ, existe un tráiler, refrigerado, lugar donde se transporta y se guarda, mássssssssss carne.
















viernes, 18 de septiembre de 2020

¿Hasta cuándo van a mentir? Se puede engañar a un parte de las personas, una parte del tiempo, pero ... (Tercera Parte)

 Las noticias de ese día, como algo super novedoso dentro de la soberanía alimentaria fueron dos ideas de Manolito, ya saben, “El Tripador”: “No podemos darnos el gusto de comer camarones y langostas porque la concreta es que estaremos sin leche en polvo para los muchachos y vamos a estar pasando más trabajo” y “se han logrado recuperar dos millones y medio de tripas de res y de cerdo, eso no es de países pobres, sino de un aprovechamiento de países desarrollados, hay cultura en Cuba de consumir esos productos y se sustituyen importaciones”.

Con este párrafo terminé la segunda parte de mi escrito y la traigo aquí de nuevo, porque creo que es lo “estratégico” de la intervención del “ministro alimentado”. Creo que esas dos ideas expuestas, encierran los lineamientos que el VII Congreso del PCC señaló para el MINAL.

La primera es una idea que tiene 60 años. Los cubanos “no podemos darnos el gusto de comer camarones y langostas”, ahora por la super justificada y más que amorosa idea de que de ellos, los famosos mariscos en cualquier parte del mundo y en los libros de biología cubanos, depende la leche de los niños.

Manolito “El Tripador” está claro, si se lee nuevamente las palabras de Fidel Castro en 1967, se podrá concluir que el amigo hablo de frutas, vegetales, vacas y su leche, café, hablo de producciones inmensas y de la obtención de todo de forma gratuita, pero no mencionó a las langostas. Desde épocas tan tempranas ya, las langostas estaban fuera de las listas de cosas a entregar y consumir por el pueblo en Cuba.

¿Podría ser un olvido del comandante? No lo creo, según cuentan sus amigos más cercanos, era fanático a consumir langostas, pero, además, cuentan sus también cercanos que se había convertido en experto chef especializado en langostas. No lo digo yo, ponen documental en la TV cubana sobre los primeros años de la revolución, donde aparece el “invicto” comandante explicando la mejor forma de hacer una langosta, compitiendo con sus experiencias con todos los que estaban presente. Eran frecuentes las conversaciones con su amigo Gabriel García Márquez y todos podían suponer que hablaban de política, de literatura, noooooooooooo, hablaban de cómo cocinar langostas.

No fue un olvido, fue una estrategia bien definida, que convirtió a la langosta, en la isla caribeña de Cuba rodeada de mar, por eso es una isla, donde por su costa norte, en determinada época del año, corren unas de las mejores langostas en su traslado y gracias a la amplia plataforma del sur resulta fácil cogerlas, en un producto prohibido, sólo conseguible en las casas de los jefes de jefes, en hoteles a los que por muchos años el pueblo no pudo entrar y en el mercado negro, tan negro como el del tráfico de cocaína.

No es de desconocer que, si te atrapaban con una langosta, además de decomisártela y nunca saber a dónde iría a parar el animal muerto, porque al mar no podía volver, tu, el pescador, el vendedor traficante, el comprador, ibas detenido, tenías que pagar multas o te podían poner en privación de libertad. Lo sé porque durante muchos años, como hobbie, pesqué submarino con mis cuñados y sacar una langosta fuera del agua era todo un problema. Lo hacíamos claro, era como encontrar una pepita de oro, pero a riesgo de que nos decomisaran no sólo las langostas, sino los equipos de pesca, ir a parar a una estación de la policía y tener que enfrentar un juicio.

La langosta y los camarones se prohibieron, eran objeto de exportación. Lo que, al principio de la revolución, los sentimentales entendieron bien y aceptaron, claro, no veían las fotos de los grandes banquetes de los jefes de jefes donde los mariscos eran los reyes. Las fotos, por aquellos años, fueron bien ocultadas.

Ahora se repite que de los camarones y las langostas depende la leche de los niños y esto, junto a películas como “La vida es Bella”, tocan las fibras sentimentales más profundas de cualquier ser humano. Tal parece que no se pueden tocar las langostas porque al ordeñarlas se saca la leche que se toma en Cuba. Las langostas tienen que vivir, de su reproducción, crianza y ordeño, depende la leche del desayuno de los infantes. Esto es capaz de motivar hasta el propio Hannibal Lecter, el personaje de “El Silencio de lo Corderos”, a lo mejor, no explicado en la película, esa fue la causa por la que el psicópata prefirió comer seres humanos, o sea, dejar de comer las langostas para que los niños pudieran desayunar el deseado líquido blanco.

Recuerdo, siendo yo aún niño, mi tía Susy, primera esposa de mi tío Carlos, estudió francés en la universidad. Contaba que tuvo una profesora francesa que, al llegar a Cuba, buscaba desesperadamente la “langouste” cubana, decía, pensaba ella, que, al ver la publicidad que la langosta cubana tenía en Francia y la presencia de ella, la langosta, en los supermercados franceses, ella, la profesora, suponía que el deseado crustáceo debería estar caminando por las calles de Cuba, los cubanos cansados de comerla, no le hacían ya mucho caso. Al explicarle lo que pasaba en la isla, ella aseguraba que no podía ser, que no se podía exportar lo que un pueblo no consume, que era un absurdo, imagino, además un abuso. Luego al conocer los precios que había que pagar por comerla en un restaurante, faltó poco para que la profe francesa se regresara a su país natal. La “langouste” revolucionaria cubana era desde aquellos años, yo niño, famosa en Francia, en la misma medida que en Cuba no se conocía.

Ahora, el ministro alimentado, quizás con langosta, de seguro que se la come, porque por algunos años conocí al director del lugar donde se cazan y procesan las langostas en Batabanó y la comía, dice que de la langosta cubana dependen la leche de los niños, pero, es que los cubanos no comen langostas, están de acuerdo con considerarla un producto absolutamente para la exportación y los cubanos de Cuba tampoco tienen leche. ¿Quién se toma la leche proveniente del ordeño de las langostas?

Recientemente, no lo invento, he visto las imágenes, miren las fotos, la Primera Dama de Cuba, o sea, la esposa del presidente Díaz Canel, se dedica a organizar y patrocinar eventos de cocina, de alta cocina, mariscos, jamones, quesos, etc., dentro de Cuba. Dentro de la misma Cuba donde las madres y abuelas hacen 10 horas de cola para comprar “lo que aparezca” de comida y entonces sin el más mínimo pudor, el mínimo que tengo yo para no enviar a Cuba, a mi familia, a mis amigos fotos comiendo un bistec del tamaño de un zapato número 10 o metiendo la cabeza dentro de un galón de helado de chocolate, de forma histriónica, se deja fotografiar detrás de langostas y comiditas ricas. De las mismas langostas que tienen que ser preservadas para sacar la leche de los niños cubanos.

La Primera Dama, debería padecer de alergia y frente al primer pedazo de marisco, que su glotis se le comenzara a cerrar, no para matarla, sino para darle un pequeñito susto y evitar así que pueda seguir consumiendo con cada langosta, varios litros de leche.

Fidel iba a repartir todo gratis, menos las langostas. Las langostas las reservó para él y sus amigos. 60 años de no poder comer langosta y otros mariscos, por la misma justificación, los mariscos de la isla de Cuba son para la exportación y traer leche, para al cabo de los mismos 60 años no tener leche. ¿Qué hacen entonces con el resultado de la exportación?

La segunda gran idea, nueva para cerrar el 2020, de Manolito, “El Tripador, el “ministro alimentado”, es que se “han logrado recuperar dos millones y medio de tripas de res y de cerdo, eso no es de países pobres, sino de un aprovechamiento de países desarrollados” ¿Qué es esto, un chiste, una ironía o una locura?, ¿Es un acto de entrega revolucionario o un llamado a la sublevación y al levantamiento general? Me confunde. Ni el mismísimo Fidel, el gran inventor de todo durante muchas décadas, fue capaz de ver y menos decir algo así. Como los chorizos y morcillas que comía eran importados de España, ni pensó jamás que las tripas de cerdos y vacas se le podían vender a la población.

Ministro de la Industria Alimentaria,
Manolito "El Tripador", el ministro alimentado

Ahora el ministro anuncia que se tiene 2 000 000 de metros de tripas recuperadas, da la impresión de que está hablando de algún mineral sacado de una mina o de algún producto que se recicla. Tripas de cerdos y vacas recuperadas, que los expertos cubanos, gracias a los biólogos, ingenieros, etc., que tenemos regados por el mundo, conocedores del interior de los cerdos y las vacas, han determinado después de mucha matemática y trabajando con datos promedios, que son 2 000 kilómetros de tripas y lo mejor, que esos kilómetros de intestinos corresponden a 13 386.95 toneladas de carne, obviamente de cerdo y de res. ¿Dónde está esa carne? Tal podría parecer que se está hablando en Cuba de una especie especial en la que los cuerpos de los cerdos y vacas están sólo compuestos de cabeza a intestinos. ¿Dónde fueron a parar los músculos?

Los malos son más malos, porque saben que están mintiendo, saben que lo que están diciendo ni ellos mismos lo creen, por lo que están montados en la idea de dar imágenes y ganar tiempo. Eso es peor, porque a lo mejor al principio, los jefes se lo creían, estaban tratando de hacer algo nuevo, de dejar sus huellas, de hace cambios, pero ahora, 60 años después con las mismas o peores fórmulas, ¿quién les va a creer? Si fueran nuevos, acabados de llegar, cabría la opción de que están trabajando sobre lo nuevo, pero es que son los mismosssssss.

¿Esos ministros, esos jefes, no tienen familia?, ¿Sus hijos, esposas, hermanos, madres y padres, no se relacionan con otros cubanos, no ven las carencias, no ven las colas, no ven los tumultos, el descontento, no ven que la policía está reprimiendo, no saben que un policía sacó su pistola apuntando a mujeres que sólo lo que querían era comprar comida? Si lo saben, entonces son peores, porque están, no engañados, sino tratando de engañar a millones. Ya no cabe lo de la buena voluntad, ya no cabe lo del sacrificio, están conscientes del daño y están tratando de salvarse a ellos mismos.

He hecho un zoom donde aparecen varios amigos del presidente Díaz Canel, obsérvese las barrigas. Puedo asegurar que el del pullover azul es el Presidene de Cuba
He hecho un zoom de esta foto. Obsérvese las barrigas de los amigos que
 se abrazan frente a una cámara fotográfica. Puedo asegurar que el que
viste el pullover azul claro es Díaz Canel, el Presidente de Cuba.
 ¿Comedores de tripas?

Como siempre, como desde hace años, la idea es que Cuba se nutre, se dirige, emula y compite con los países altamente desarrollados. No encuentran una justificación mejor, no pueden decir, hay que comer tripas para no morir, vamos a estar así por seis meses. No, la idea, ahora en el 2020, es que el comer tripas es de países desarrollados y está recomendado por las organizaciones internacionales que orientan sobre el tema alimentación. 

La idea ahora es hacer creer que todos en el mundo comen tripas varias veces a la semana y que entonces Cuba se convertirá en ejemplo para otros países, pasándole sus experiencias en cuanto a tripas se refiere. Ahora veremos entrevistas a trabajadores contentos de las fábricas de tripa, laborando con máquinas hechas en Cuba y por supuesto, veremos entrevistas a cubanos, más contentos, que dirán frente a cámaras de TV lo felices que son al comer tripas, lo bien y sanos que se sienten por el poder nutritivo de las tripas e incluso lo que han mejorado culturalmente por el consumo de los intestinos de reses y cerdos. Se les harán poemas y canciones revolucionarias a las tripas y se buscará a algún líder de opinión, quizás una de las Kardashian, para que se fotografíe comiendo un plato de tripas o dándole a uno de sus niños un enorme vaso de batido de tripas. Ahora, comer tripas resulta “nice”. Siempre es lo mismo, una vez más los mismos mecanismos, porque hasta en eso han sido fatales.

Habría que preguntarle a Lis Cuesta, la Primera Dama, si estuviese dispuesta a patrocinar un nuevo evento para madres y abuelas cubanas que no viven dentro de los hoteles 5 estrellas y sobre todo, si ella se va a meter las tripas que dice Manolito, “El Tripador”, el “ministro alimentado” que hay que meterse. Habría que preguntarle a la propia esposa del ministro si está dispuesta, no a comer chorizos, embutidos, morcillas, porque no se ha hablado de eso, sino tripas en la mañana, en la noche, en salsa, fritas, en picadillo y sobre todo, si podrá convencer a sus hijos de comerlas, diciéndoles que los alemanes, rubio de ojos azules, de 6 pies de alto y super sanos, desde hace siglos comen salchichas forradas con tripas de cerdo. Salchichas alemanas, según dicen, de las mejores del mundo.