miércoles, 7 de julio de 2021

4 de julio 2021. Dia de la Independencia de los Estados Unidos de América.

Estados Unidos tienen cada año, 25 días de celebraciones regionales y nacionales. De ellos, 10 días son los reconocidos como días feriados federales, o sea, para todos los que aquí viven. Este año, hace pocas semanas, se acaba de reconocer como feriado el día 19 de junio como el Día de la Emancipación de los Esclavos.

En realidad, la “Juneteenth”, es una fiesta que se celebra desde hace muchas décadas por la comunidad afroamericana, o sea, los negros, a lo largo de todo el país, que, paralelamente, han venido luchando para obtener el reconocimiento oficial para ese día, que este año finalmente se le acaba de reconocer y asignar el día 19 de junio. La emancipación de los esclavos fue firmada el día 1ro de junio, pero no fue hasta el día 19 que se hizo efectiva.

Algunos descendientes de esclavos cuentan que sus abuelos eran libres desde el primer día del mes de junio, pero no lo sabían, otros dicen que la demora no fue casual, sino provocada para aguantar la mano de obra esclava hasta terminar con la cosecha de un producto extremadamente importante, por muchos años no valorado, el arroz. Siempre es más fácil ubicar a los negros esclavos en labores como el algodón, la azúcar, etc., sin embargo, a decir de muchos historiadores, cosa no valorada por la mayoría, los trabajos en el arroz hicieron no sólo importante a este tipo de mano de obra, sino que, gracias a ellos, los africanos traídos como esclavos, el arroz se convirtió en uno de los principales productos de la economía norteamericana de aquellos años.

Por la estructura de gobierno de este país, los días feriados federales, nos tocan a todos, el resto de los días son para las instituciones del gobierno federal, los gobiernos estatales, las escuelas, universidades y aquellas empresas privadas que lo quieran reconocer y por tanto dar a sus trabajadores.

Los feriados federales son:

  • Día de Año Nuevo (1 de enero)
  • Natalicio de Martin Luther King (tercer lunes de enero)
  • Natalicio de George Washington (tercer lunes de febrero)
  • Día de los Caídos (último lunes de mayo)
  • Día de la Independencia (4 de julio)
  • Día del Trabajo (primer lunes de septiembre)
  • Día de la Raza (segundo lunes de octubre)
  • Día de los Veteranos (11 de noviembre)
  • Día de Acción de Gracias (cuarto jueves de noviembre)
  • Día de Navidad (25 de diciembre)

Después de 9 años de vida aquí, sigo creyendo que, de todos estos días, 4 de julio de cada año, Dia de la Independencia, es la fecha más importante y movilizadora para celebrar. Ese día se convierte, por tanto, en una gran fiesta nacional independientemente de raza, sexo, partido o filiación política, nacionalidades, edades, etc.

Es una fecha patriótica, pero es en realidad una gran fiesta de orgullo norteamericano. A nadie se le ocurre dar una muela política, a nadie se le ocurre un discurso, quizás, es probable, que muchos no conozcan los detalles de eso que se celebra, la independencia, lo que sí puedo asegurar es que desde días antes, los norteamericanos acumulan fuegos artificiales, conozco personas que gastan entre 3 000 y 4 000 dólares en fuegos artificiales para esa noche. Además, estoy casi convencido, sin conocer los números oficiales, que para ese día, sólo para ese día, se debe vender la mayor cantidad de cervezas y comidas en todo el año.

La tradición es reunirse en los jardines de las casas, familiares y amigos, azar carnes, tomar cervezas y mirar al cielo donde explotan los fuegos artificiales. También cada ciudad designa espacios públicos, donde organizado y pagados por las propias ciudades, a determinada hora de la noche se hace una actividad gigantesca y paralela en todo el país de pirotecnia.

Es una fiesta grande, miremos los números. De acuerdo con la American Farm Bureau, en un año, por ejemplo, el 2015 se consumieron alrededor de 150 millones de perros calientes, 190 millones de libras de carne y alrededor de 700 millones de libras de pollo. Haciendo un balance general de carne, papas, pollos, guarniciones y limonadas, el total de dinero invertido fue de $1, 794, 533, 580 dólares a nivel nacional.

Luego, un sitio especializado en finanzas personales estimó que ese mismo año los norteamericanos gastaron para la celebración de ese día, un billón de dólares en cervezas, junto a la cifra de 675 millones de dólares que, según la Asociación de Pirotecnia Americana, se gastaron comprando fuegos artificiales en todo el país.

Los números pueden parecer exagerados, pero no es así, cuando se está aquí y se ve lo que ocurre, es probable que cada año las cantidades de comidas, bebidas y fuegos artificiales que se venden, sean mayores. Dicen que desde el cielo, el 4 de julio no se ve el territorio norteamericano, esa noche sólo se ven luces de colores, sobre todo, rojas, azules, blancas y verdes y una nube blanca grisácea provocada por la pólvora.

Nosotros nos fuimos a Omaha, nuestra ciudad prima hermana y allí junto a muchísimas familias, muchísimos jóvenes y niños, algunos sentados en los techos de los carros, otros sobre la hierba, estuvimos muchos minutos mirando al cielo, bajo un único grito masivo: U.S.A., U.S.A., U.S.A.

Yo soy cubano, no tengo la menor intención de ocultarlo o dejar de serlo. Mi origen y la gran parte de mi vida vivida en esa isla, me delata. Sigo hablando alto, sigo moviendo las manos cuando hablo y haciendo muchas muecas. Sigo discutiendo apasionadamente sobre cualquier cosa que pienso conozco. No entiendo mucho de lo que los norteamericanos llaman “espacio privado” y siento placer con decirles a mis amigos que nosotros, los cubanos, no conocemos de ese espacio. No quiero parecer un norteamericano. Tengo la suerte de poder estar aquí, seguir siendo cubano y ser aceptado.

Sigo hablando como un loco y cada día desarrollo más la capacidad que tenemos de hablar de varios temas diferentes, con varias personas diferentes en el mismo espacio físico y lograr no solo entender, sino que me entiendan. Sigo tratando de meter el pan en la salsa y no lo pienso mucho para chuparme los dedos si algo rico me corre por ellos.

Sin embargo, también soy orgullosamente, orgullosísimamente, ciudadano norteamericano por adopción oficial, entonces me siento, primero, extremadamente agradecido de estar aquí y segundo, más extremadamente, si es que esta combinación existe en castellano, feliz de vivir donde vivo, lugar con el cual soñé durante toda esa vida que ya dije viví en Cuba. Estoy justamente en el lugar donde siempre quise estar y del cual, como dijo el Premio Nobel de Literatura, el egipcio Naguib Mahfouz, que mencioné en uno de mis artículos anteriores, el lugar de donde no quiero escapar.

Entonces me sumo a esa fiesta con alegría, estoy celebrando el Día de la Independencia de mi país. Nadie me obliga, no tengo que declarar mi asistencia, no tengo que posar para que me vean y me cuenten. Jamás nadie me ha dado un discurso patriótico

El 4 de julio es una gran fiesta de la familia norteamericana

Capitolio de Lincoln, NE. 4 de julio de 2021


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