Trump ganó las elecciones del 2024, eso ya es noticia vieja. No sólo ganó, sino que arrasó. Eso puede doler a muchos, pero es una realidad.
Luchó solo contra muchos candidatos poderosos todos
unidos, Kamala, Biden, los Obama, los Clinton, los Pelosi y ganó el voto de los
colegios electorales, que ya perece ser un récord o al menos una gran hazaña para
las circunstancias existentes y sobre todo la devaluación furiosa que sobre su
persona se llevaba realizando durante estos últimos cuatro años y además
ganó, a su nombre más que al nombre del propio partido republicano por el cual
corrió, el voto popular, que no es el decisivo, se puede ser popular y no ser
elegido para presidente, pero si es muy gustoso, porque deja sin muchos recursos
a los oponentes.
La candidata oponente demócrata y el presidente actual del país, Biden, que la postuló a dedo y la apoyó, pasándole sus votos, el dinero que tenía recaudado para su nueva postulación e incluso, prestándole el avión presidencial para que se moviera a hacer campaña, ya salieron a reconocer la victoria del candidato republicano. Muchos, quizás aun sorprendidos y dolidos, han comentado que Biden y Kamala, dieron una lección de democracia al reconocer la derrota, pero, qué otra cosa podían haber hecho, lo otro, frente a los números ganados tranquilamente hubiera sido darse candela públicamente.
Los demócratas no tienen más nada que hacer en cuanto
a elecciones y la Casa Blanca, sólo les queda reorganizarse y buscar mejores soluciones
y probablemente caras para las próximas elecciones presidenciales del 2028.
Muchas cosas para estas elecciones fueron inesperadas, muchos divertidamente no confiaban con el triunfo de Trump. Estaban ciegos, era imposible decían, porque el tipo es un fascista, sin embargo, la curiosidad trompista para las elecciones del 2024, para mí la más curiosa y menos esperada, fue que los AMISH salieron masivamente a votar por el candidato republicano.
Los amish son una comunidad minoría norteamericana que
no deja de llamar la atención, porque a simple vistas parecen extraños, medio
raros, tal como sacados de una película que refleja los siglos XVIII o XIX, aun
cuando son norteamericano y viven hoy en el país como tú y como yo.
Precisamente, para mal demócrata, de los 300 000 que parecen existir, su mayor
asentamiento es en Pennsylvania y Ohio, estados que, según los expertos, junto
a otros poquitos, decidirían las elecciones y que, a todas luces por la
tradición de no salir a votar mucho, a los demócratas se les olvidó que existían.
¿Quiénes son los amish entonces?
Siempre me han llamado la atención los amish, salvando las comparaciones que nunca son exactas, me parecen que son unos hippies, conservadores, por lo que inversamente hippies, que representan el gran o máximo conservadurismo dentro incluso del conservadurismo norteamericano moderno.
Los amish son un grupo anabautista que tiene sus orígenes
en Europa en el siglo XVIII como consecuencia de la Reforma Protestante que
había surgido dos siglos antes, que se separó por diferencias teológicas
siguiendo a Jacob Ammann, ministro suizo de la iglesia Menonita.
A finales del siglo XVIII, comenzaron a emigrar a Estados Unidos y se asentaron precisamente en Pennsylvania y Ohio como primeros destinos, en busca de determinadas libertades religiosas. La tierra en aquellos lugares sobraba. Territorios donde aún hoy mantienen mayor presencia dentro de todo el país.
La religión es el centro de la cultura Amish. Sus creencias se basan en una interpretación, a la que llaman literal, de la Biblia, digamos su propia interpretación, enfatizando en la humildad, la sencillez y la obediencia a Dios. Extraño, los amish más conservadores gustan de estudiar la Biblia en alemán.
Mantienen entonces una posición pacifista opuesta
totalmente a todo tipo de violencia y ejército y son generalmente opuestos a el
uso de la tecnología en sentido general. No usan teléfonos, ni computadoras, ni
autos, ni tractores. Muchas familias no reciben electricidad del sistema
energético del país. Escogen no recibir ayuda externa.
Son fanáticos a las vacas y sobre todo a los caballos,
estos últimos como herramienta tradicional para el trabajo y para trasladarse
en sus carretas o coches antiguos.
Generalmente no reciben ayuda o apoyo desde el exterior
de las comunidades. No aspiran a ser médicos, ni abogados, ni tan siquiera
estudiar en la universidad, porque son famosos por mantener las tradiciones y
los oficios: herreros, carpinteros, albañiles y sobre todo agricultores.
Mantienen escuelas amish públicas, por las cuales pagan impuestos, escogen a sus propios profesores, generalmente mujeres de la propia comunidad, donde obviamente se prioriza el estudio de la Biblia y del idioma alemán, mezclado con una suerte del idioma inglés. Todos estudian en la misma aula, generalmente se llega hasta el 8vo grado nada más.
Las comunidades amish tienden a ser autosuficientes, o
sea, cultivan y producen lo que comen, utilizan sus propios recursos para vivir,
maderas, piedras, etc. Ellos mismos se consideran o reconocen como grandes
emprendedores, por lo que crean sus empresas, principalmente familiares y venden sus productos al resto de la comunidad.
Los amish tienen divididas las labores como en la antigüedad, los hombres se dedican a los trabajos del campo y la mano, las mujeres se dedican a las tareas domésticas, incluyendo la atención de los hijos, que generalmente desde niños colaboran organizada, disciplinada y “obligatoriamente” con las labores de la casa y luego en la adolescencia comienza a trabajar fuera de la casa en la agricultura, como ayudantes y aprendices en negocios familiares o de amigos, ganando como mínimo 15 dólares la hora, luego con el progreso de conocimiento, pueden llagas a ganar más de 35 dólares por su trabajo. El aprendizaje no está basado en estudios superiores, sino en la tradición y práctica con sus familiares y amigos cercanos. El dinero como resultado del trabajo es un estímulo básico para continuar dentro de las comunidades.
En medio de tanta modernidad, a mí me siguen pareciendo medio extraños, pero no, para ellos todo esto es muy normal. Hoy algunos han comenzado a abrirse a alguna tecnología, como electricidad, equipos electrodomésticos, bicicletas eléctricas, etc., lo que no ven en contradicción o traición a sus clásicos postulados. Existen los amish más conservadores dentro de los conservadores, o sea, extremos y rígidos que se mantiene fieles a las tradiciones más antiguas.
Si algo fuerte aparece en la tradición amish parecer
ser que se declaran anti guerreristas y pacifistas y sobre todo antipolíticos,
no confían en la política porque dicen que “el que con la espada mata, por la
espada muere”, sin embargo, se consideran y estimulan el respeto absoluto a las
leyes y los funcionarios del gobierno pues los reconocen como “envío de Dios”.
Preceptos de la comunidad y fe Amish.
- Bautismo de adultos: Solo los adultos que han experimentado una conversión personal pueden ser bautizados.
- Pacifismo: Rechazan la violencia en todas sus formas, incluyendo el servicio militar.
- Separación del mundo: Se esfuerzan por mantener una vida separada del mundo exterior, evitando la tecnología moderna y el consumismo.
- Orden social estricto: La comunidad Amish se rige por un conjunto de reglas y normas que regulan la vida de sus miembros.
- Una vida simple y espiritual: El estilo de vida Amish, basada en:
- Agricultura y oficios tradicionales: La mayoría de los Amish trabajan la tierra y practican oficios como la carpintería, la herrería o la fabricación de muebles.
- Vestimenta sencilla: Los hombres Amish suelen vestir pantalones de color oscuro, camisas de manga larga y sombreros de paja. Las mujeres usan vestidos largos y sencillos, con sombreros o pañuelos en la cabeza.
- Rechazo a la tecnología: Los Amish evitan el uso de electricidad, automóviles, teléfonos, computadoras.
- Importancia de la comunidad: Las comunidades Amish son muy unidas y se apoyan mutuamente en todos los aspectos de la vida.
¿Toda esta historia quiere decir que los amish son
perfectos o podrían convertirse en imagen a imitar para toda una sociedad?
Ellos mismos consideran que no, nada de perfectos
tienen. Como en todo grupo humano tienen problemas, incluyendo a personas que
abandonan la comunidad por no soportar vivir así y nunca más regresan.
Así que nada de modelo, es sencillamente una variante
a voluntad, escogida a conciencia, que tiene sus ventajas para aquellos que
quieren vivir ese estilo, cuyos pilares fundamentales están en el
emprendimiento y la autosuficiencia mayor probable y posible, la familia y el
apego a una variante rígida o al menos fuerte a la religión y a Dios.
¿Por qué los Amish votaron por Trump como nunca habían votado por otro político?
Creo:
- Los amish son fanáticamente defensores de la familia a la forma más antigua, o sea, padre varón u hombre, madre hembra o mujer e hijos. La familia amish como promedio puede tener hasta 6 hijos. Familia como centro de todo, dinero, decisiones, crecimiento, etc.
- Los amish están total, monolítica, y hasta furiosamente en contra del aborto. Tiene que estar prácticamente muriendo la madre como para aceptar tal decisión y así y todo no deja de ser complicada. Por lo que el jueguito con que estoy embarazada y me lo voy a sacar, siendo incluso menor de edad, al menos de forma pública con ellos no funciona.
- Son enemigos declarados de la llamada “cultura woke”, surgida hace décadas dentro de una parte de la comunidad negra para vigilar, denunciar y luchar contra el racismo y que hoy se asocia a las políticas de izquierda o liberales, identificada con los demócratas y mantienen una percepción de que los valores tradicionales están siendo amenazados por políticas progresistas en temas de género, religión y educación.
- Los amish se consideran emprendedores, hombres y mujeres de negocios, por lo que Trump, como hombre emprendedor y de negocios, probablemente alentará y buscará mejores soluciones para los negocios internamente, lo que lo hizo, en forma general, el mejor candidato al cual apostar, que significa votar.
- Evidentemente a la campaña de Kamala Harris, quizás a ella misma, se les olvidó que ellos existían, porque al final la tradición decía que no salían a votar, pusieron más esfuerzo, por ejemplo, en la comunidad latina y en la más popular, la negra y se comieron el millo.
Les dejo un documental que vi hace ya algún tiempo, creo
que puede ilustrar mejor quiénes son nuestros “extraños” vecinos.
https://www.youtube.com/watch?v=YHkyUpFKkM8