lunes, 20 de mayo de 2019

Orgullo Gay, la otra gran mentira. (Parte 2)


Parece ser que la historia y los primeros cambios con relación a la homosexualidad comenzaron con Vilma Espín, por aquellos años, Primera Dama por sustitución, Presidenta de la Federación de Mujeres Cubanas, novia y esposa desde los tiempos de la Sierra Maestra de Raúl Castro, como consecuencia cuñada íntima de Fidel Castro y madre de una camada de Castros Espín, de donde Mariela puede ser el más famoso exponente.

Vilma, desconozco las razones, debe ser por su trabajo con las mujeres cubanas, se convirtió en madrina de algunos de los que habían sido repudiados. Recuerdo un día que, con mucho orgullo un trans algo, no estoy claro en la denominación exacta, en una entrevista exhibía una carta firmada por Vilma Espín donde se explicaba que luego de haberse cambiado el sexo, estaba en trámites para el cambio de identidad, o sea, olvidarse de su nombre de hombre y renacer como mujer con nombre y todo, algo así como de Francisco Roberto a Wendy.

Pero, al poco tiempo Vilma murió, quizás antes de lo que mucho de los homosexuales deseaban, pues se debieron haber quedados enganchados con sus trámites, debido a que la continuidad en Cuba muchas veces no existe y todo depende del nombre de la persona que esté frente al gobierno en ese momento, entonces imagino que Mariela, deprimida por la muerte de su madre y sobre todo aburrida, se dijo que le había llegado el momento. Para entonces Papá estaba encaminado a pasar de segundo a primero.

Ella había pasado desconocida durante todos los muchos años de gobierno de su tío, pero también quería ser famosa y le pidió a Papá, no a Papá Noel, sino a su Papá Raúl, sustituto Presidente de Cuba, que quería hacer algo para seguir el ejemplo de su madre y porque no, su fama, que había descubierto a amigos que decían que estaban a favor de la Revolución pero que tenían “algunos problemitas de conducta”, no obstante era una fuerza importante a tener en cuenta para utilizar.

Entonces él, padre al fin, quizás yo hubiera hecho lo mismo, imagino que le dijo en uno de los almuerzos de los domingos donde comparten juntos cerca de la piscina con el esposo capitalista italiano de su hija, quien probablemente cocina la pasta y trae el vino; _ bueno, está bien, entretente con tus maricones y tortilleras, pero contrólalos y trata de que no me jodan mucho, porque los vuelvo a meter a todos presos de nuevo y mira que las cárceles ahora no están nada buenas.

Como algo muy novedoso en la Revolución Cubana, Mariela, descendiente de una familia de jefes, su tío presidente, su papá presidente sustituto cuando su tío quiso dejar el cargo, su mamá presidenta de las mujeres, su primo Fidelito, presidente de la energía atómica, etc., apareció de la nada como Directorasa de algo que los cubanos nunca habíamos escuchado mencionar y a lo que a nadie le importaba de verdad a niveles de gobierno.
A la luz de los últimos acontecimientos, he leído y visto algunas entrevistas sobre Mariela y su CENESEX y la historia es la siguiente.

EL CENESEX, que tiene homólogos en la mayoría de los países del mundo, o sea, que no es nada nuevo,  recibe fondos directamente de las Naciones Unidas, dólares americanos constantes y sonantes, cuyo objetivo es colaborar con el desarrollo humano y la defensa de las minorías, en este caso específico, la llamada Comunidad L.G.B.T.+  y la Comunidad L.G.B.T.Q.Q.I.A, lo que traducido al español significa la comunidad de lesbianas, homosexuales, bisexuales y transgéneros, tratando por esta vía de no dejar a nadie fuera de los llamados grupos excluidos por los heterosexuales, los gobiernos, algunas denominaciones religiosas, etc.

Dichos fondos, al ser donados por la ONU, no son producidos por la economía cubana y, por ende, no están controlados por ella. Según he entendido después de escuchar declaración de personas que trabajaron directamente con Mariela, de esas donaciones, que por momento ascienden a millones de dólares, muy pocas se han utilizado para fines de trabajo, por el contrario, parece que han servido para financiar las necesidades, antojos y gustos personales de la Directora, lo que ha generado un ruido sobre el mal uso de los mismos y es probable que en cualquier momento el Centro sea desintegrado o al menos intervenido. Como podemos imaginar, por el momento, todo está calzado por la figura de Papá, no de Papá Noel, sino de Papá Raúl Castro, pero de continuar la tendencia que lleva, podría ser que Mariela sea designada como embajadora en un país de poca importancia para Cuba o alguno pequeñito de África.

Ya sabemos; como resultado de objetivos de trabajo aparecen los viajes al exterior, para el interior del país a los jefes les gusta poco viajar, conferencias nacionales y sobre todo internacionales, reuniones, oficinas, carros, actividades de bienvenida a amigos extranjeros con problemas, comidas, etc. Mariela, no sé si con el respaldo de su padre, pero si con el apellido más “reconocido” de Cuba, aunque no por bueno, se las agenció para tener poco que ver con el Ministerio de Salud Pública, organismo al cual le tocaba pertenecer y comenzó a navegar a su aire.

Así aparecieron a mayor las operaciones para cambio de sexo, cambio de identidad, cosas que te quitaban del cuerpo y otras que te ponían, pastillas para engordar partes del cuerpo, otras para quitar los pelos y sobre todo personas alegres que como venganza a todo lo ocurrido anteriormente ahora sonreían, a veces de alegría real, otras sólo para joder.
Aparecieron las marchas y como es algo habitual en nuestra cultura, digo lo de las marchas, una vez al año, se viene efectuando una Marcha Conga por las principales calles del centro de la ciudad por el orgullo gay, con Mariela bailando y cantando a la cabeza. Marcha que han devenido en el nombre de la MariConga, por la fusión criolla de la palabra mariquita o maricón junto a una de las manifestaciones danzarías  y musical más famosas de la cultura popular cubana, la conga.

Era interesante verlos marchar, se veían alegres, satisfechos, reconocidos y sobre todo, tras el telón, había cierto sentimiento de venganza, claro que sí, nadie me lo ha confesado, pero conociendo al cubano como lo conozco, si yo formara parte de esa comunidad, por supuesto que me estaría vengando. Ahora me tendrían que soportar y no se me podría ni mirar un poquito atravesado, porque muy rápido sacaría mi carnet del CENESEX y evocaría el nombre de mi apóstol Mariela para lograr mis objetivos.

La Iglesia Católica ha pedido perdón por los errores, muchas veces ensangrentados, cometidos por sus representantes en el pasado. Muchos presidentes norteamericanos han tenido no sólo palabras, sino hechos para disculparse con la política seguida con las tribus nativas en este país. Mandela perdono a sus carceleros. Aunque en el caso cubano no ha habido un pronunciamiento del gobierno superior a favor, menos unas disculpas por lo que hicieron sufrir a esta comunidad en un pasado no muy lejano, sobre todo por actores que, aunque más viejos, aún están vivos y coleando, el pertenecer a una comunidad gay en la Cuba comunista, poder desfilar bailando y cantando, participar en reuniones y conferencias sin tener que disfrazar la verdad, tiene su onda.

Ya escribí que en mi último viaje a Cuba el año pasado, el tema que más tenía motivado a la población sobre el proyecto de constitución que a la sazón se discutía, era la posibilidad de incluir el matrimonio gay dentro de la Carta Magna como un derecho civil y como consecuencia la capacidad de heredar oficialmente y de adoptar o parir hijos dentro de un matrimonio del mismo sexo. Con esto tuvieron entretenida a la población, de hecho, el tema era más nuevo, interesante, jocoso e incluso maldito, que la idea del desarrollo sostenido de la economía que había sido uno de los objetivos propuestos en el año 1959 del que nada se había logrado.

Entiendo a la comunidad gay, si yo fuera uno de ellos, pues pensaría y actuaría igual. Resulta agradable pasar de reprimido y mal visto a tener un centro que me representa y que fue construido para mí especialmente, con poca vinculación con los organismos estatales, con fondos en dólares venidos del extranjero y para colmo de bienes, dirigido por la hija del segundo presidente histórico de la república y además con la posibilidad de manifestarme públicamente y hacer marchas por las calles de la ciudad. Es como para ponerse muy alegre, pero creo que la alegría los ha obnubilado. La comunidad gay vuelve a actuar ingenuamente.

La comunidad creyó en las mentiras dulces y se acostumbró muy rápido a ellas. Creyó que era de verdad el interés y no descubre, no porque sean malos, sino creo por ingenuidad, que estaban siendo utilizados. Se creyeron el cuento de la dignidad humana, el derecho de las minorías, que nuestros padres patrios habían cambiado, que la culpa toda era de Fidel, pero él ya había muerto y se dejaron utilizar como una fuerza más a favor de la Revolución. Mariela, la hija, ahora famosa, estuvo jugando su juego. Por un lado la fama y el dinero y por otro la búsqueda de personas que confiaran en el proyecto que tiene más de 60 años y no ha pasado de proyecto, era algo más a exhibir.

Entonces llegó el 11 de mayo del 2019. La comunidad L.G.B.T.+, como todos los años se preparaba para la marcha conga, la Mariconga y de pronto, la actividad fue suspendida. El gobierno que acababa de realizar una gran marcha el 1 de Mayo por el Día del Trabajador, dijo que las condiciones económicas no eran buenas, que el país se enfrentaba a un nuevo período de escasez, por lo que era imposible aprobar la marcha por el “Orgullo Gay”, obviamente las imágenes de los comunitarios, muchos disfrazados y pintado, bailando delante de los carros de policías y los policías con caras de asombro de las marchas anteriores no podían gustar mucho a los machistas gobernantes.

Los orgullosos comunitarios no entendieron qué tenía que ver la marcha del orgullo gay con la situación económica del país. Se sintieron dañados, engañados y entonces, una parte de ellos, decidieron marchar. No hacía falta economía, no necesitaban movilizar el transporte de la ciudad, no necesitaban meriendas, solo querían ejercer el derecho que años anteriores les dijeron que tenían. Mariela, la Directorasa, por su parte, la persona que utiliza en mayor escala los fondos del CENESEX para sus encantos, declaró que no había marcha, que quedaba suspendida y que si se hacía era a riesgo de los marchantes. Si el gobierno no autorizaba, pues no había nada que hacer,  y como siempre utilizando el argumento más fácil y retomado durante estos últimos 60 años, argumentó sin argumentos que el evento  quería ser utilizado por grupúsculos de personas que estaban en contra de la Revolución y por supuesto por la gusanera de Estados Unidos, dejando huérfanos y sin poder a los que hasta ese día habían sido sus hijos queridos y se fue a organizar una actividad cultural por el orgullo gay a puertas cerradas acompañada de sus más fieles y amenizada por la Charanga Habanera. Dicha actitud, como se puede suponer, dividió a la comunidad en dos partes, los que se plegaron a Mariela y a la orden oportuna ahora del gobierno y los que obstinados con soportar su orgullo pretendieron marchar. Obvio, para Mariela, los segundos ya no servían y la idea del orgullo se había comenzado a fracturar.

No sigo la idea de la prensa extranjera, menos la opinión de ningún grupo “clandestino”. He visto varios videos hechos con celulares de personas comunes. La fracción de la comunidad que intentaba mantener la tradición se concentró frente al Capitolio Nacional, lindo lugar para iniciar una marcha. Portaban banderas cubanas y unas banderas de muchas franjas y colores que imagino que identifica al grupo y a su diversidad. Primaba la buena onda, las personas reían, se abrazaban, se alegraban y agradecían a amigos por su presencia. Ese debió ser el núcleo.

Es cierto que cualquier marcha, incluso la más organizada, es susceptible que aparezcan personas ajenas al objetivo de la actividad. En el caso cubano es normal ver a parte del pueblo que como entretenimiento mira y camina, como la marcha por el orgullo gay está siempre acompañada de música, es mucho más entendible que se utilice como entretenimiento para una parte del pueblo que tiene poco en qué entretenerse. Las marchas más serias en Cuba siempre son acompañadas por personas que desfilan incluso con botellas de ron en las manos, también aparecen los delincuentes, las marchas, las aglomeraciones de personas, los discursos, los carnavales, son buen ambiente para carteristas, ladrones, rescabuchadores, etc., es posible, no lo descarto que algunos de los llamados disidentes quisieran aprovechar para hacer de las suyas, al final ellos no tienen un Centro ni una Directora que los atienda y menos son reconocidos como el orgullo disidente. En esta ocasión, en los videos publicados yo vi además parejas de heterosexuales, que se hacían acompañar por sus hijos. Era una gran fiesta de familias y amigos.

La marcha comenzó organizada y el objetivo era caminar Prado abajo por el Paseo, para no interferir ni molestar el tráfico de autos que viajan del Capitolio al Malecón y viceversa. Me llamó la atención algunas de las declaraciones de los marchantes, que decían estar allí en defensa de los derechos civiles de la comunidad gay cubana, por el reconocimiento de la diversidad, la tolerancia y en favor de los logros de la Revolución. Fue lo único que vi, en ningún momento se dijeron consigna en contra de la Revolución, ni se exhibieron carteles alegóricos a temas políticos.

Y entonces para sorpresa de los marchantes, ya les cuento para mi un poco ingenuos, el final del Paseo del Prado, bloqueando todo el paso, había policías con sus uniformes y otros muchos policías vestidos de civil. No sólo bloquearon el camino, sino que estaban determinados a no dejar pasar y disolver la manifestación hasta ese momento muy pacífica.
Conversaciones. El jefe de los policías, evidentemente un oficial de mayor rango, creo que mayor, vestido de civil, trataba de explicar que la fiesta había acabado, que estaba prohibido continuar. Por su lado los miembros del CENESEX decían que ellos querían ir por el Malecón hasta llegar a incorporarse a la actividad que se estaba realizando por el orgullo gay con Mariela, su Directora al frente. Como siempre pasa, dialogo de sordos, ambiente acalorado y entonces comenzó la verdadera fiesta.
Policías armados y entrenados vestidos de uniforme y algo que cada vez se ha puesto más de moda en Cuba, policías, militares o miembros del Ministerio del Interior vestidos de civil que muy rápido pasaron a acabar con el orgullo de los gays reunidos. Represión, golpes, personas arrastradas por la calle, personas cogidas por los cuellos e inmovilizadas, personas metidas violentamente en los carros de policías.

¿Dónde estaba Mariela? Dicen que estaba en la actividad bajo techo bailando al ritmo de la Charanga. Hipócrita y manipuladora. Es cierto, ella había declarado que no se prestaría a las maniobras de la disidencia y la gusanera de Miami, aunque yo no acabo de entender qué tiene que ver aquí ahora la gusanera.

Creo que, siendo digna, debería habérsela jugado y marchado como en años anteriores con su Comunidad, aunque después junto a la piscina tuviera que explicarle sólo a su papá porque no creo que ella tenga que explicarle mucho al Presidente Díaz Canel. Por qué no estaba allí para evitar que le cayeran a golpes a los que hasta ese momento eran sus hijos, por qué no estuvo en el cordón para hablar con los policías y evitar la violencia, por qué no sacó un megáfono y le hablo a los marchantes. Por qué no partió la naranja a favor de los que hasta ese momento la apoyaron y la ayudaron en su reality show. Por qué no dijo en ese momento, ojo, soy la hija de Raúl Castro y el que me toque a uno de estos, se las tendrá que ver con mi marido que es italiano y mi papá. Por qué permitió que se dividiera la Comunidad haciendo una actividad cultural para algunos dejando a otros a lo que ella debía suponer que pasaría, es más a lo que ella estaba segura e informada que pasaría.

 ¿Por qué? Pues sencillamente porque todo lo de la Comunidad y la igualdad y la diversidad y el orgullo gay es un puro cuento. Es algo para morder a los más ingenuos o quizás necesitados de afectos y reconocimientos y ponerlos a favor del proceso revolucionario. Es toda una maniobra que le ha permitido vivir bien, mejor de lo que ya vivía antes. Es algo que le ha permitido matar el aburrimiento y de paso aprovechar el dinerito donado por la ONU sin grandes controles del riguroso escrutinio del gobierno. Es algo para contar a sus nietos, donde ella, para quitarse el golpe de lo que su familia generó, pueda aparecer como buena.

No soy homosexual, aún, pero de serlo no me gustaría estar en Cuba, pues la idea va más allá de estar a favor o no de la Revolución. La idea pasa por los sentimientos.


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